TEXTO 3: El Regeneracionismo. Joaquín Costa y la cuestión
social.
CONTEXTO HISTÓRICO
El autor culpa de los males que sufre el País al caciquismo y la miseria
que padece una gran parte de la población, conformada sobre todo por el campesinado español, consecuencia del desigual reparto de la tierra y de los bajos niveles de instrucción. En su análisis, Costa se repasa los acontecimientos más destacados de la historia de España del S.XIX en los que se hunde la raíz y origen de estos males. La revolución liberal ha dado una serie de constituciones en las que se han reconocido derecho s y libertades, sufragio universal, etc. Además se han llevado a cabo dos desamortizaciones que ha supuesto la mercantilización del 40 % de las tierras cultivables que se encontraban en posesión de Manos Muertas. Precisamente, la nueva clase terrateniente, beneficiada de la desamortización, acabará convirtiéndose en la base del sistema caciquil. El autor, desde las primeras líneas del texto, expone la tesis principal del mismo: las aparentes conquistas políticas alcanzadas en este último siglo, no han sido de ninguna utilidad para la población: Seguimos donde estábamos. Y ese punto no es otro que la miseria y el analfabetismo del pueblo que le impiden realmente ejercer la libertad le generan dependencia y son fundamento del caciquismo. La Constitución de 1876 y la ley de sufragio universal de 1890 no logran crear en España un régimen democrático que ponga fin a esta lacra que padece la sociedad española. Todo lo contrario, el fraude y la corrupción electoral sobre la que se asienta el sistema de la restauración precisa del caciquismo que se extiende por una gran parte del país para mantener el sistema político diseñado por los partidos oligárquicos que aspiran a monopolizar el poder.
Tras el desastre del 98 en el que España pierde los últimos vestigios
del imperio colonial, el país entero entra en una fase de depresión y de crisis en la conciencia nacional. La crítica al sistema político y a la clase dirigente surge desde ámbitos culturales y políticos. Estas voces claman por una regeneración del País que afecte a todos los órdenes y que conduzcan a España por la senda del progreso y del bienestar de su sociedad. A esta corriente de opinión se le reconocerá con el nombre de regeneracionismo y su principal artífice e ideólogo será Joaquín Costa, quién pretenderá, incluso, aprovechar el eco que estas ideas están teniendo en la opinión pública para platear una alternativa política a los partidos tradicionales dinásticos a través de la Unión Nacional, un partido que no será capaz de recoger el descontento que genera este clima de descontento. Pero no solo las fuerzas críticas con el régimen son las únicas que defienden una regeneración política. También los dos grandes partidos políticos dinásticos que monopolizan el poder alternativamente durante este largo periodo, tratarán de emprender reformas. El conservador Maura con su planteamiento de “revolución desde arriba” con la que cerrar el paso a cualquier proyecto de revolución social. Por otro lado, el liberal Canalejas con cuyo reformismo social pretende paliar la triste situación por la que pasa las clases sociales más desfavorecidas.
Como conclusión debemos volver a subrayar el principal argumento
que Joaquín Costa propone para regenerar social, económica y políticamente el país: solo el desarrollo cultural y la verdadera reforma agraria (escuela y despensa) permitirán a España sumarse al grupo de a los países modernos y democráticos de su entorno.