Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
Género:
Doctrina
Título:
Regulación legal del tiempo compartido. Aspectos salientes de la nueva ley 26356
Autor:
Silvestre, Norma O. - Lubiniecki, Raquel A.
Fuente:
JA 2008-II-907 - SJA 18/6/2008
SUMARIO:
I. Introducción.- II. Denominación del derecho.- III. ¿Derecho real o derecho personal?.-
IV. Una omisión de la ley.- V. Algunos aspectos destacados de la ley: a) Los sujetos
involucrados en el sistema; b) Afectación dominial del inmueble al destino de tiempo
compartido; c) El contrato de tiempo compartido; d) Inmuebles en construcción; e)
Responsabilidades de los sujetos del derecho; f) Título ejecutivo; g) Comercialización y
publicidad; h) Bienes turísticos ubicados en el exterior y comercializados en el país; i)
Instancia arbitral.- VI. Otra omisión importante: la posibilidad de celebración de asambleas
de usuarios para casos de gravedad
I. INTRODUCCIÓN
Una vez más se cumple la máxima que afirma que el derecho marcha a la zaga de la
realidad.
Desde hace más de veinte años se instaló en nuestro país esta institución.
Se importó de otros países, pero fue rápidamente incorporada por los empresarios.
Lo cierto es que se trató no sólo de un sistema novedoso, de comercialización del tiempo
vacacional, sino también de una herramienta que permitió el mayor y más económico
acceso a una propiedad vacacional y a otros bienes destinados al disfrute del tiempo libre a
inmensos grupos de interesados.
Es una ley largamente anhelada tanto por los consumidores, que se veían sometidos a
engaños y presión en la venta y comercialización de un derecho sin estructura jurídica
definida, como por los empresarios del sector, que a partir de ahora podrán dar seguridad a
sus inversiones.
La figura ha adquirido también mayor relevancia desde que la Ley Federal de Turismo
25997 (LA 2005-A-19) ha incluido al tiempo compartido como una actividad turística
(conf. Anexo I, en el apart. 1.1.5, "Servicios en apartamentos de tiempo compartido") (1) .
La propia denominación que la ley le ha dado a la figura nos adelanta el pensamiento del
legislador.
Ello nos indica que la regulación no recae sobre algo aislado, sino sobre un conjunto de
cosas o partes que están relacionadas entre sí.
Por ello en otra oportunidad (2) encuadrábamos al tiempo compartido como un verdadero
"sistema" o "grupo de contratos", entendiendo por tal al conjunto de relaciones
contractuales complejas que confluyen al resultado negocial.
La carencia de una norma o regulación expresa en nuestro país no impidió el desarrollo del
producto. Y, en consecuencia, los empresarios utilizaron todas las instituciones del derecho
que fueran compatibles con este negocio para darle al instituto un encuadre jurídico
adecuado.
Cada una de estas figuras contaba con ventajas y desventajas para adecuarse a ese nuevo
derecho que había comenzado a comercializarse.
La ley en su art. 1 , con criterio acertado, regula el sistema, pero con "independencia de la
naturaleza de los derechos que se constituyan o transmitan y del régimen legal a que se
encuentren sometidos los bienes que los integran".
Esto significa que para abarcar la institución no se ha creado ningún derecho real nuevo,
como fue la pretensión de varios proyectos legislativos y también de parte de la doctrina
jurídica (3) .
La ley, entonces, respeta la libertad de elección de los organizadores del sistema, quienes
pueden utilizar cualquiera de las figuras jurídicas que la costumbre negocial ha impuesto,
tales como derechos de uso personales o reales, derechos reales como la copropiedad con
cláusulas de indivisión, derecho real de uso y habitación, derecho real de usufructo,
sistemas societarios, etc.
Así, el art. 14 define el contrato: "...independientemente del nombre o figura jurídica que
se utilice, y del régimen jurídico a que se encuentren sometidos los bienes como todo
convenio escrito en virtud del cual una persona llamada emprendedor, por sí o a través de
terceros, se obliga a proporcionar en forma periódica y durante un tiempo determinado,
turnos de alojamiento u hospedaje en una unidad vacacional con el mobiliario y enseres
necesarios para su uso y goce y con las cosas y espacios comunes, en uno o varios
establecimientos vacacionales, que constituyen un STTC a otra persona llamada usuario,
quien a su vez se obliga a pagar un precio determinado en dinero a cambio de dichas
prestaciones, además de obligarse a cubrir con la frecuencia convenida los gastos de
administración y mantenimiento correspondientes".
IV. UNA OMISIÓN DE LA LEY
Del art. 2 de la ley surge que el sistema se integra con uno o más inmuebles. Ello significa
que no se ha previsto la utilización del sistema para otros bienes, tales como
embarcaciones, casas rodantes, etc., omisión que lamentamos, ya que las más modernas
regulaciones apuntan a cubrir el uso por el sistema de tiempo compartido de otros bienes, y
no sólo de inmuebles.
Este trabajo sólo pretende formular una reseña de la nueva ley y destacar algunos aspectos
de la misma, vinculados con la realidad de este negocio.
De acuerdo con el art. 6 , los distintos operadores del sistema deberán inscribirse en el
Registro de Prestadores y Establecimientos Vacacionales Afectados a STTC, que
funcionará en el ámbito de la Secretaría de Turismo de la Nación, debiendo cumplir con los
requisitos de idoneidad y solvencia adecuados a la actividad de que se trate, y que fijará la
autoridad de aplicación.
Sin embargo, la ley deja demasiadas cuestiones libradas a la reglamentación, y por ahora
los "recaudos de idoneidad" no presentan parámetros claros.
Así, la reglamentación puede ser muy dura o muy permisiva, y una actividad como la que
estamos analizando puede verse perjudicada por la falta de normas claras.
Las limitaciones previstas en el art. 7 , que enumera los casos en que la autoridad de
aplicación podrá denegar las habilitaciones, pueden ser fácilmente violadas por las personas
jurídicas, ya que la mayoría de los incisos se refieren a inhabilitaciones que tienen como
sujeto pasivo de ellas a personas físicas, y tampoco aclara que las personas indicadas en
p.5
En este sentido, y a fin de crear una primera protección para el usuario, es interesante
destacar que la ley crea la "escritura de constitución del STTC" (arts. 8 y 9 ), que es una
escritura pública, de afectación de uno o varios inmuebles, a la finalidad del tiempo
compartido. Escritura que será inscripta en el Registro de la Propiedad Inmueble (art. 12 ),
adquiriendo de ese modo la debida publicidad frente a terceros y permitiendo a los
adquirentes conocer el estado dominial de dicho inmueble, y los gravámenes o limitaciones
que pesan sobre él.
La escritura otorga otros efectos que la misma norma prevé, todos protectivos de los
derechos del adquirente (prohibición de cambio de destino del inmueble afectado,
oponibilidad de los derechos del usuario al acreedor hipotecario, intangibilidad de los
derechos frente a terceros, aun en caso de concurso o quiebra del emprendedor).
El art. 10 enumera detalladamente los ítems que debe contener la escritura de constitución
respecto de bienes, usuarios y administración. Sólo comentaremos algunos de ellos,
destacando que su incorporación obligatoria permitirá conocer desde el primer momento
cómo y con qué límites se ejercerán los derechos de los usuarios, y cuáles serán sus
obligaciones.
Éste ha sido un punto que generó no pocos conflictos antes del dictado de esta ley.
Por ello es bueno que esté claro desde el inicio también este aspecto.
En el primero el administrador percibe el importe necesario para afrontar los gastos, según
lo que haya erogado. Esta cuota puede variar según los desembolsos reales de cada período.
El de ajuste alzado, en cambio, consiste en la previsión de una cuota fija, que hace el
administrador, y no puede modificarse por un cierto tiempo (conf. art. 24 in fine).
Es importante que se establezca durante cuánto tiempo regirá el sistema de ajuste alzado,
que generalmente es subsidiado, para que el usuario conozca en qué momento deberá
afrontar los gastos reales del complejo. El art. 19 , inc. e pone a cargo del emprendedor
cualquier diferencia que surja.
Ello, por cuanto es de estilo que para poder ejercer el derecho de ocupación, usar y gozar
del bien base de ese derecho el usuario deberá contar con el pago de las cuotas de
mantenimiento al día.
El art. 11 prevé que el título constitutivo deberá ser inscripto también en el Registro de
Prestadores y Establecimientos Vacacionales Afectados a STTC, creado por el art. 6 , que
funcionará en el ámbito de la autoridad de aplicación, la Secretaría de Turismo de la
Nación.
p.7
Y si así fuera, nos preguntamos cómo se garantizará la prestación del servicio, a futuro, a
los usuarios (art. 38 in fine), entendiendo que ésta es una respuesta que falta en la ley, y
que también queda delegada para la reglamentación.
El art. 15 establece el contenido del contrato, bajo pena de nulidad, y sin perjuicio de lo
que corresponda agregar según la naturaleza de la figura jurídica elegida, conforme al
principio de libertad establecido en el art. 1 .
Entre ellas es de destacar, por su sentido protectivo del usuario y porque respondía a
prácticas abusivas que aparecían en la realidad negocial, el inc. n, en cuanto ordena
mencionar si el sistema cuenta con un programa interno de intercambio o si se encuentra
afiliado a alguna red de intercambio. En este caso se debe individualizar la empresa, y si se
suscribiera al mismo tiempo el contrato del usuario con la red de intercambio, debe constar
la recepción por el usuario de un ejemplar de este último. Con esta disposición se pretende
alertar al consumidor sobre la realización de dos contratos y las particulares obligaciones
que asume en cada uno de ellos.
Ahora bien, observamos que es caótica la regulación de este tema, producto de una mala
técnica legislativa.
Esto quiere decir que se ha establecido en este artículo un plazo de siete días para revocar la
aceptación en el contrato, en contradicción con el de cinco días que se dispone en el art. 15
, inc. p. Nos preguntamos, entonces, ¿son cinco o son siete los días para la revocación de la
aceptación en el contrato de tiempo compartido?
Además, consideramos exiguo el plazo, ya sea de cinco o siete días. Obsérvese que en la
directiva 47/1994 el plazo es de diez días, y en la propuesta de modificación de la misma se
eleva a catorce días, teniendo en cuenta que generalmente estos contratos son celebrados
por el usuario sin elaboración previa.
d) Inmuebles en construcción
Una norma que parece más voluntarista que efectiva es el art. 19 , letra c, ya que no
explicita a qué tipo de fideicomiso se refiere, quién será el fiduciario ni qué conducta
deberá seguirse en el caso en que la construcción se interrumpa, o concluida la misma no se
prestaren los servicios prometidos. Dice: "Son deberes del emprendedor: ...c) garantizar
mediante un fideicomiso el uso de los futuros usuarios, en la oportunidad y condiciones
comprometidas, cuando el o los establecimientos vacacionales se encuentren en
construcción".
Pensamos además que debiera establecerse la irrevocabilidad del fideicomiso, como surge
en la ley del Estado de Guerrero, México.
a los usuarios.
Por ejemplo, si de las cláusulas contractuales surgiera que el dinero abonado por los
usuarios no fuera administrado por el fiduciario, titular de dominio, sino por el
emprendedor. O si los beneficiarios no fueran directamente los adquirentes de tiempo
compartido, sino los inversores de la construcción.
El art. 22 prevé la responsabilidad solidaria del administrador cuando sea designado por el
emprendedor. En los restantes casos la responsabilidad será solidaria únicamente si el
régimen jurídico particular elegido determina una responsabilidad de este tipo.
Queda entonces tomar todos los recaudos para que el administrador sea solvente, o los
usuarios deberán tener en cuenta que deberán dejar la administración en manos del
emprendedor, para contar con la doble responsabilidad.
f) Título ejecutivo
g) Comercialización y publicidad
Una innovación la constituye el art. 28 , que trae una disposición titulada "Documento
informativo". Deberá ser editado por la persona que se dedique profesionalmente a la
transmisión de derechos por el STTC (promotor, vendedor, revendedor), que contendrá,
entre otras menciones, la naturaleza real o personal de los derechos que se ofrecen, su
duración, el precio, etc. Este documento informativo, que será entregado sin cargo a quien
lo solicite y a los potenciales usuarios en la primera entrevista, tendrá el carácter de oferta
vinculante.
Es importante que se haya tomado cuenta de los problemas que ocasionaba la venta en el
país de bienes ubicados en el exterior. El art. 31 establece que pueden comercializarse
cumpliendo previamente los requisitos que consigna la norma. Es de destacar la exigencia
de que los establecimientos se encuentren construidos y en operación y adheridos a alguna
red de intercambio internacional.
i) Instancia arbitral
Como dijimos al principio de este trabajo, la ley consigna la libertad para que el
emprendedor elija el encuadre jurídico sobre el que va a organizar el STTC.
Ahora bien, ocurre en la realidad del mercado que muchos de los sistemas jurídicos que se
utilizan carecen en su estructura de la posibilidad de realizar asambleas. Así ocurre cuando
se comercializa tiempo compartido bajo la figura de cesión de derechos de uso de carácter
personal, de derechos de uso de carácter real, de derecho real de habitación, de derecho real
de usufructo.
El art. 22 de la ley dice que el administrador podrá ser designado o removido por los
usuarios sólo cuando los regímenes especiales que se hubieren adoptado les concedan tal
facultad.
Resulta entonces que en aquellos regímenes en los que no esté prevista la asamblea los
usuarios se encontrarían desprotegidos, ya que ante casos graves (por ejemplo, un
administrador negligente) los usuarios no cuentan con un procedimiento para expresar su
voluntad y poder decidir sobre las cuestiones que afectan a todo el universo de ellos.
Es una omisión de la ley que consideramos grave, ya que la práctica ha demostrado que
suceden situaciones en las que es necesario contar con un procedimiento para expresar la
voluntad de los usuarios.
Alguna vez propusimos que, independientemente del encuadre jurídico bajo el cual
funcione el STTC, deberían celebrarse asambleas de usuarios en casos de gravedad tales
como, entre otros, cuando se pretenda realizar adición de unidades que determine un
incremento en los gastos de mantenimiento superior al 30%, o cuando no se conserve la
p.11
NOTAS:
(1) Para algunos es una oferta inmobiliaria, más que una modalidad turística.
(2) Así lo expresamos en nuestros trabajos (Silvestre, Norma O. y Lubiniecki, Raquel A.,
"Una moderna regulación del tiempo compartido. A propósito del temario a tratarse en las
XI Jornadas Bonaerenses de Jóvenes Abogados", LLBA, septiembre de 2000, p. 974; íd.,
"Una moderna regulación del tiempo compartido", en "Instituciones de Derecho Privado
moderno. Problemas y propuestas", Juan Martín Alterini y otros [dirs.], Ed. Abeledo-Perrot,
2001, p. 895; ibíd., "El tiempo compartido y la responsablidad de todos los operadores del
sistema", LL del 31/3/2006).
(3) Por ejemplo, el proyecto de los diputados Ferri, Gustavo Enrique y otros (año 2004),
que establecía que puede comercializarse como derecho personal o real, y para este último
caso creaba el "derecho real de tiempo compartido". El proyecto del senador Luis A. Falcó
(año 2005) creaba como una forma de dominio y condominio el sistema de "multipropiedad
exclusiva intermitente", y lo describía como el derecho que pertenece a una pluralidad de
personas, por una cuotaparte indivisa, con un derecho de propiedad perpetuo, limitado en
cuanto a su ejercicio de uso, goce y disfrute, durante una fracción de tiempo preestablecida.
En doctrina, para un enfoque sobre la naturaleza jurídica y características del tiempo
compartido ver Highton, Elena, Álvarez Juliá, Luis y Lambois, Susana, "Nuevas formas de
dominio", Buenos Aires, 1987; Di Filippo, María Isabel, "Tiempo compartido. Un
condominio especial", Buenos Aires, 1987; Morel de Martí, Josefina y De Hoz, Marcelo,
"El derecho real de multipropiedad", LL 1992-A-795; De Rosa, Carlos A., "La llamada
`multipropiedad' y su inserción en el ámbito de los derechos reales", LL 1987-D-1123;
Turrin, Daniel M., "Tiempo compartido, una aproximación como nueva modalidad
contractual comercial", nota a fallo, RDCO 23-136/138, p. 695 y ss.; Busso, Federico,
"Multipropiedad o tiempo compartido (hacia un enfoque como derecho personal)", ED
139-981; Silvestre-Aimo, Norma O. y Beltrán, Raúl D., "Reflexiones para la consideración
del tiempo compartido como un derecho personal", ED 153-863; Tranchini de Di Marco,
Marcela, "Tiempo compartido (consideraciones sobre el proyecto de ley sancionado por el
Senado de la Nación)", LL 1996-C-1134; Rodríguez Pérez, Jorge y Díaz-Flores Calero,
Antonio, "La multipropiedad-time sharing", ED, 1992, Seminarios de la Facultad de
Ciencias Económicas de la Universidad de Barcelona, 1992; Acquarone, María T., "Las
nuevas urbanizaciones y aspectos del tiempo compartido", Ed. Ábaco, Buenos Aires, 1998.