Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
* *
CONQUISTA Y COLONIA
(1) Cf. Rodolfo Otto, Lo Santo, págs. 11 y ss., 173 y ss. (Ed.
de Rev. de Occid., 1925). Schleiermacher: Reden über Religión,
(Leipzig, 1910). Spranger, Psicología de la edad juvenil, cap. 13
(ed. Rev. de Occ., Madrid, 1935) .
se llega a tomar cierta confianza con lo divino, ya La religiosidad antioqueña toma posición ante lo
que en alguna forma lo racional conjura lo inefable divino concreto, ante Dios personal y actuante. Este
y tremendo que hay en Dios. Ser Supremo como substancia, como realidad, es el
Si pensamos en lo divino como exclusivamente amo- que siente a cada paso sobre sí, al que hace objeto
roso, se nos hará natural y espontáneo lo que somos de todos los actos religiosos. Y en la misma medida
y lo que poseemos. Mas si ponemos el acento en lo en que afirma la sustancialidad de Dios, tiende a re-
creador del acto divino, nos colocaremos más fácil- bajar los elementos divinos que se manifiestan en
mente en posición de advertir que si somos, pudimos «•I mundo, incluyendo en esto toda la suntuosidad
no haber sido, y que todo lo que somos es contin- del rito litúrgico, y más aún, las formas unciosas de
gente. la persona religiosa. Hay algo de indiferente en el
* ademán religioso de los antioqueños; la compostura
**
de los acólitos en las ceremonias deja mucho que
En Antioquia predomina la religiosidad del temor. desear, para no hablar sino de los más bajos en la
Hay allí, ante lo divino, una suprema reverencia. Y jerarquía de las personas litúrgicas.
aún en las almas mejores se advierte una inseguridad En Bogotá me parece que exista sobre todo la reli-
e inquietud en los tiempos de bonanza, y una sensa- gión del amor. Alguna seguridad se siente aquí en
ción de pecado, de culpa, cuando les sobrevienen ca- las personas religiosas. Es una caridad confiada, tal-
lamidades. Más que la religión del amor, se tiene la vez en el fondo porque hay poca fe y poca esperan-
religión de la esperanza, que confía, que tiene fe, pero za (en las que deben intervenir, de continuo, los es-
que, como todo acto de fe, obedece a un esfuerzo de fuerzos de la voluntad). Pero de ahí nacería justamen-
la voluntad para asirse a lo que se espera. te la seguridad religiosa de que hablamos, pues el sen-
El antioqueño espera mucho de Dios y tiende a timiento de angustia, el sentimiento trágico como lo
darle sólo en pago esa confianza inmensa en su mise- vio Unamuno, aún sin tomarlo muy en serio, florece
ricordia. Talvez esto explique que sus templos sean allí donde está la lucha entre la razón que apenas ve
pobres, que no exista allí una riqueza eclesiástica y la voluntad que se afirma sobre la poca evidencia
como la que debiera haber formado un pueblo de racional (1).
tan honda religiosidad y capacidad para el trabajo. Como religiosidad del amor en que se marca el
Quizás no es que crea pagarle nada a Dios, porque acento en lo paternal de lo divino, en Bogotá las
se estime ínfimo ante El, porque en lo más hondo de
(1) Miguel de Unamuno: Del sentimiento trágico de la vida
su ser advierte que El lo tiene todo mientras nosotros en los hombres y en los pueblos, 2a ed., págs. 87 y ss. (passim)
somos pequeños y míseros. (Buenos Aires, 1938).
gentes actúan como si nunca hubiera de faltarles lo
que tienen o como si la falta de ello se debiera sólo
a la mala suerte y al juego del azar. Como es un Dios
que da, parece pedir también reciprocidad. Hay en OBJETIVIDAD Y SUBJETIVIDAD