III CONGRESO MUNDIAL DE MEDIACIÓN

Las instituciones matrices convocantes: Universidad de Sonora, Instituto de

Mediación de México y Centro Internacional de Estudios sobre Democracia y
Paz Social, acuerdan la traducción de la presente declaración en su primera
etapa a los siguientes idiomas: inglés, portugués, francés, alemán, ruso,
italiano, chino mandarín, coreano, japonés, hindú y árabe.

DECLARACIÓN DE VALPARAÍSO

Considerando que en el seno del I CONGRESO MUNDIAL DE MEDIACIÓN, en el

preámbulo de los pronunciamientos se sostuvo que:

• A los seres humanos les son inherentes derechos naturales,

independientemente de la cultura o de la etapa histórica en que les haya
correspondido vivir.
• Tales derechos, en el mundo contemporáneo, se encuentran plenamente
reconocidos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y en los
textos de las Constituciones de las sociedades democráticas
contemporáneas.
• Es un legítimo derecho de quienes habitamos este planeta, coexistir
pacíficamente, para lo cual es necesario el respeto a la autonomía de nuestra
voluntad y la creación de condiciones objetivas para compartir nuestros
bienes espirituales individuales, y con ello producir el tan anhelado bien
común en cada una de nuestras naciones.
• La democracia es el sistema ideal para que las personas experimentemos la
práctica de los derechos de que hemos sido dotados por naturaleza.
• Las democracias hasta ahora existentes han sido incapaces de producir
modos de vida en los que impere la paz, la concordia, el bien común y la
justicia social.
• Entre los cauces para democratizar nuestras democracias se encuentra la
mediación, por ser portadora de los valores fundamentales de este sistema
político, tanto en la teoría como en la práctica.

Considerando además que en el II CONGRESO MUNDIAL DE MEDIACIÓN, en el

preámbulo de los pronunciamientos se afirmó que:

• La paz y la concordia social son legítimas aspiraciones de quienes habitamos

el planeta.
• La violencia, en sus múltiples manifestaciones, desestabiliza las estructuras
de gobierno de los estados-nación y obstruye la vida democrática.
• Las instituciones socializadoras tienen asignadas funciones orientadas al
desarrollo de todas las capacidades del ser humano.
• La mediación ha acreditado que es una metodología eficaz para transitar
hacia una cultura de la paz y la concordia.
 • Las instituciones socializadoras fundamentales como la familia, el sistema
educativo y la comunidad ciudadana, son los espacios naturales para que se
practique la mediación entre pares.
• La mediación, en el marco de las instituciones socializadoras antes
mencionadas, cumple con la función de prevención social de factores que
colocan a las personas en riesgo de actualizar delitos.
• Los avances de la mediación nos comprometen con la investigación científica
del estado que guarda en sus distintos contextos.

Considerando, además, que las aportaciones generadas por la gran familia de

mediadores provienen de distintas latitudes del planeta,

En el marco del III CONGRESO MUNDIAL DE MEDIACIÓN, efectuado del 24 al 27

de octubre de 2007 en Valparaíso, República de Chile, se emite para organismos
internacionales, para estados-nación, para los ciudadanos del mundo y en especial a
los mediadores, el presente documento, que se espera sea carta de navegación de
la mediación como movimiento de paz y concordia.

DECLARACIÓN

1. La humanidad tiene derecho a convivir en un ambiente de paz y armonía, y los

estados-nación tienen el deber de producir condiciones objetivas para que esta
legítima aspiración se convierta en realidad.

2. Los valores esenciales de nuestra naturaleza, que con el transitar de nuestra

especie se amalgamaron en los derechos naturales y al tiempo en derechos
humanos, integran el punto de partida de toda sociedad para guiarnos hacia la
coexistencia pacífica.

3. La Organización de Naciones Unidas está comprometida en la convocatoria a

todos los países para que promuevan, además del respeto y la práctica
generalizada de los derechos humanos, la solución pacífica de los conflictos en
todas sus manifestaciones y contextos.

4. Las constituciones políticas nacionales son espacios normativos en los que

corresponde establecer las bases para el pleno y armónico desarrollo de la
personalidad y el cultivo de relaciones fraternales, solidarias y cooperativas.

5. Cada país está comprometido a revisar la función social encomendada a cada

una de las tres instituciones socializadoras fundamentales, con el propósito de
evaluar si la familia, el sistema educativo y la comunidad están cumpliendo un
rol armonioso y fortalecedor de los principios y valores en que se funda.

6. Los estados-nación, por su parte, están obligados a diseñar e implementar

políticas públicas destinadas a que la institución familiar, el sistema educativo y
los espacios comunitarios que fungen como familia extendida, fortalezcan esa
función social.

7. Las instituciones socializadoras y las organizaciones locales, regionales,

nacionales e internacionales, para cumplir con sus funciones necesitan
metodologías que privilegien la solución asociativa de conflictos, en un
contexto en el que los protagonistas privilegien el diálogo, la relación, el
respeto a la diversidad, la tolerancia y la deliberación, en coherencia con las
necesidades, principios y valores imperantes.
 8. La mediación, por sus principios esenciales, es decir, la voluntariedad, la
confidencialidad, la imparcialidad, la neutralidad, la flexibilidad, la veracidad, la
buena fe y la equidad, y por el perfil de sus operadores, es decir, la honestidad,
la sensibilidad, la intuición, la asertividad, la empatía, la confiabilidad y la
creatividad, es la metodología idónea para coadyuvar con los fines de las
instituciones socializadoras.

9. La mediación es pertinente para democratizar la vida interior de las

instituciones socializadoras, precisamente porque sus valores son los valores
de la democracia, en cuyo núcleo encontramos el diálogo y, en consecuencia,
el sendero que nos guía hacia el nacimiento y consolidación de democracias
reales.

10. La mediación tiene la cualidad de asociar a los protagonistas de los conflictos

para que juntos, en el contexto de su relación, aclaren sus percepciones,
definan sus necesidades, y experimenten, en este proceso vivencial y
educativo, un crecimiento ontológico que restablezca o fortalezca, en su caso,
sus relaciones.

11. Los mediadores estamos comprometidos a conocer y comprender los modelos

de mediación que se practican en la actualidad y extraer, atendiendo a la
ideología que los sustenta, sus ventajas, pudiendo aplicar el que resulte
apropiado al contexto en que nos desenvolvemos.

12. La mediación, como movimiento de paz y concordia social, nos compromete

con un nuevo enfoque en el que convergen la historia de los valores, de los
derechos naturales y de los derechos humanos; la historia de las vías
colaborativas de solución de conflictos, en especial la historia de la mediación y
la historia de las habilidades socio-cognitivas.

13. La mediación integrativa nos convoca —más allá de ideologías políticas,

corrientes filosóficas y credos religiosos— a que democraticemos su práctica,
para que, en cualquier punto geográfico del planeta donde emerja un conflicto,
aparezca en escena y su esencia pacificadora opere como antídoto contra su
abordaje destructivo.

14. Convocamos a que en nuestra aldea global, y en el contexto de la

multiculturalidad, participemos todos en una cultura de la paz y de la concordia
en la que la diversidad y las diferencias nos unan. La mediación no es una
panacea, pero es una metodología probada de pacificación de las relaciones
humanas.

Nuestras relaciones son el reflejo de una cultura violenta o de una cultura pacífica, y
nosotros somos los protagonistas de la trama societaria; en consecuencia, a
nosotros nos corresponde elegir el rumbo.

Responsable:

Dr. Jorge Pesqueira Leal

Presidente del III Congreso Mundial de Mediación
El Comité Organizador agradecerá el envío de sugerencias o planteamientos a los
correos:

- academico@congresodemediacion.uson.mx
- institutodemediacion@prodigy.net.mx