Infor me

La energía
y su impacto
medioambiental
Plan de Eficiencia Energético Municipal (PEEM)

LLUIS FERRERO i ANDREU

Jefe de Negociado de Residuos Sólidos Urbanos del Servicio de Medio Ambiente
de la Diputación de Barcelona

1. INTRODUCCION La concentración de población sus demandas de energía que

Al acercarnos al fin de siglo es
necesario hacer una pausa y
reflexionar sobre la evolución
del sector energético. Las pre-
visiones demográficas, el desa-
rrollo económico, el aprovisio-
namiento seguro y sostenido
de la energía; su uso más efi-
ciente y, en especial, la
protección del medio, son fac-
tores que condicionan la pla-
nificación del consumo de
energía, en las próximas déca-
das.
En las aglomeraciones y en las
urbanizaciones conviven dos
problemas físicos diferentes
(sin tener en cuenta los huma-
nos): energía y densidad. Mien-
tras que en las ciudades peque-
ñas y medianas se puede racio-
nalizar la producción, distribu-
ción y aprovechamiento de la
energía, las demandas de ener-
gía son mucho más elevadas
conforme aumenta la densidad.
en zonas limitadas crea unas
demandas de energía adicional,
al tiempo que disminuye la efi-
cacia de la gestión: las ciuda-
des modernas necesitan ener-
gía, y cuando estas ciudades
funcionan sin energía suficien-
te, como sucede en muchos
países en vías de desarrollo,
entonces las condiciones de vi-
da pueden llegar a ser insopor-
tables.
La alta densidad de la ciudad se
traduce en un elevado precio
de la tierra, provocando que las
industrias, las actividades de
ocio y las viviendas se trasladen
fuera de las ciudades.
Dentro de la ciudad la densidad
obliga al desarrollo de edificios
y servicios en la tercera dimen-
sión, forzando a construir edifi-
cios de gran altura y a levantar
unas redes subterráneas para
trenes, autopistas y aparcamien-
tos. El transporte vertical añade
intrínsecamente son mayores a
las del transporte horizontal.
Estos casos no son más que
muestras alarmantes de una
tendencia general. A medida
que las ciudades crecen, los
servicios públicos se enfrentan
con más dificultades para resol-
ver las demandas básicas de sus
residentes. El crecimiento rápi-
do de la población, junto con
los recursos financieros limita-
dos, obligan a los administrado-
res a buscar opciones de bajo
coste.
Cuanto más denso sea el asen-
tamiento urbano, más difícil es
instalar sistemas públicos y ad-
ministrar servicios apropiados.
El planteamiento de un uso
más eficiente de la energía en
nuestro lugar, a través de solu-
ciones serias y alternativamente
viables, desencadenarán sin du-
da, un incremento de la calidad
de vida.

ENERGIA - ENERO/FEBRERO 1995


2. UNIFICACION
DE CRITERIOS
El XV Congreso Mundial de la
Energía celebrado el mes de
septiembre de 1992 en Madrid,
ha dado un soporte importante
a los aspectos ambientales, no
sólo desde la propuesta institu-
cional (Energía y Vida) sino es-
tructurando el mismo al 50%
entre temas de entorno y desa-
rrollo y el resto en Economía y
Cooperación.
Estas orientaciones ya se hicie-
ron patentes en el Consejo
Mundial de la Energía, consti-
tuido en 1990, como conse-
cuencia del informe "Brund-
tland" de las Naciones Unidas,
publicado en 1987.
Respecto a la UE ya se ha
puesto de manifiesto su com-
promiso al respecto en las con-
clusiones del Consejo de
Ministros del 12 de diciembre
de 1991.
En el anexo número 1 se rela-
cionan las medidas necesarias
hasta el año 2000, los instru-
mentos que se crearán a partir
de 1993 y los agentes implica-
dos para conseguir una política
energética sostenida.
El Plan Energético Nacional
(PEN 91), fija la política energé-
tica en nuestro país para el pe-
ríodo 1991-2000 que contem-
plan entre otros los objetivos
siguientes:
- Asegurar el suministro ener-
gético.
- Potenciar las energías autócto-
nas.
- Diversificar las fuentes ener-
géticas.
- Proteger el medio ambiente
en la producción y consumo.
- Conseguir eficiencia y ahorro
energético.
- Minimizar los costes y las in-
versiones en el sector eléctrico.
- Adaptar el sector energético al
establecido en la CE.
En este documento figuran dos
anexos:
- Plan de Ahorro y Eficiencia
Energética (PAEE).
- Plan General de Residuos Ra-
diactivos (PGRR).
El PEN parte de las previsiones
de organismos internacionales
(AIE) y de las estimaciones de
las empresas del sector.
Así, la tendencia global de
consumo final para el año 2000,
supone globalmente un 2,4%
anual de crecimiento de consu-
mo.
Este crecimiento está corregido
con el ahorro inducido por el
PAEE, que supone globalmente
un 7,2% de media. Es necesario
valorar muy positivamente esta
novedad de incluir por primera
vez un plan de eficiencia y
ahorro energético (PAEE). El
programa instrumenta toda una
serie de acciones y se valora
en un billón de pesetas las in-
versiones necesarias para desa-
rrollarlas.
Por vez primera también, el
PEN contempla el estableci-
miento de objetivos medioam-
bientales y presenta las medi-
das necesarias para su logro.
Estos objetivos se encuentran
en las líneas definidas por la
UE si bien, la aportación espa-
ñola en la reducción de las
emisiones de CO2 sólo se tra-
duce en una disminución del
ritmo de crecimiento, dada la
baja contribución española en
comparación con los otros paí-
ses comunitarios.
A la vista de estas expectativas,
habría que introducir a nues-
tros ayuntamientos mucho más
en la dinámica progresiva de la
evidencia y ahorro energético,
para conseguir una reducción
de impactos, de consumo y de
costes.
Tabla I
Balance de situaciones de 1986-1993
Año nº Actuaciones
86 15
87 20
88 --
89 14
90 17
91 17
92 32
93 38
Total 153
Infor me
3. LA ACTIVIDAD
DE LA DIPUTACION
DE BARCELONA
Con esta finalidad en 1985 la
Diputación de Barcelona a tra-
vés del Servicio del Medio Am-
biente, inició un programa de
promoción del ahorro de ener-
gía en los municipios. Inicial-
mente consistió en la realiza-
ción de dos cursos de forma-
ción y reciclaje para técnicos
municipales. El desarrollo de
estos cursos se traduce en dos
publicaciones posteriores que
requieren una sistemática unifi-
cada en su planteamiento y to-
ma de decisiones posteriores.
- Manual I: Auditoría Energética
I de Iluminación Pública.
- Manual II: Auditoría Energética
II de Instalaciones y Edificios.
Aprovechando estas publicacio-
nes, empieza un trabajo de re-
copilación de información y au-
ditorías energéticas de los dife-
rentes municipios de las comar-
cas de Barcelona y posterior-
mente en otras de Cataluña,
que dan su fruto en las confec-
ción de la última de las publi-
caciones:
- Manual 6: Compatibilidad
Energética Municipal (EBASE).
Pero la situación precaria de
nuestros ayuntamientos reque-
ría un esfuerzo de apoyo, no
sólo de soporte técnico, sino
también económico y se empe-
zó por subvencionar modifica-
ciones en las instalaciones en-
caminadas a reducir el consu-
Importe de
Subvenciones las peticiones
6.522.379 29.365.854
14.568.781 79.255.015
-- --
13.000.000 121.359.693
25.000.000 359.871.196
27.725.000 580.002.912
27.500.000 819.291.159
27.500.000 501.258.986
141.816.160
ENERGIA - ENERO/FEBRERO 1995
 mo energético mediante solu-
ciones que supongan un mejor
uso de la energía.
Así en el período 86-93 las ac-
tuaciones realizadas suponen el
balance contemplado en la Ta-
bla I.
La primera apreciación de este
resumen es la gran acogida que
ha tenido por parte de los mu-
nicipios. También se pone de
Relaciones observadas entre niveles de contaminantes y efectos en la salud
Contaminante
Partículas y óxidos
de azufre
Monóxido de carbono
Oxidantes fotoquímicos
Fuente: R.D., ROS.
ENERGIA - ENERO/FEBRERO 1995
manifiesto, la sensibilización
por estos temas. Se aprecia en
el incremento del volumen de
inversión a partir de 1989.
Es evidente que el gasto co-
rriente de los municipios en te-
mas de suministro energético
tiene un peso importante en el
presupuesto municipal.
A la vista de esas expectativas,
hay que pensar en alguna solu-
Tabla II
Niveles de concentración causantes
de efectos nocivos para la salud
1. 80-100 µg/ m3 de partículas
(media geométrica anual).
2. 130 µ/m3 de SO2 (media anual)
con concentraciones de partículas
de 130 µg/m3.
3. 190 µg/m3 de SO2 (media anual)
con concentraciones aproximadas de
177 partículas µg/m3.
4. 105 - 265 µg/m3 de SO2 (media anual)
con concentraciones de partículas
de 185 µg/m3.
5. 140 - 260 µg/m3 de SO2 (media de 24 h)
con niveles bajos de partículas.
6. 300-500 µg/m3 de SO2 (media de 24 h
con niveles bajos de partículas).
7. 300 µg/m3 de partículas sobre 24 h
con concentraciones de SO2 630 µg/m3.
1. 58 mg/m3 durante 90 minutos.
(efectos similares) después de una
exposición de 8 h, a más de 10 - 17 mg/m3.
2. Efectos después de una exposición
equivalente a 35 mg/m3
durante más de 8 h.
3. Efectos después de una exposición
equivalente a 35 mg/m3 durante más
de 8 h.
1. Superiores a 130 µg/m3.
(O3 y nitratos perioxi-orgánicos).
2. Máximo diario de 490 µg/m3
(valor máximo de la concentración
media horaria de 300 µg/m3).
3. Máximo diario de 200 µg/m3.
ción apropiada a las inquietu-
des municipales.
La segunda valoración habrá
que situarla en los resultados
obtenidos a partir de la rela-
ción: actuaciones, subvenciones
y ahorro generado.
Estas actuaciones se han reali-
zado en 105 municipios. Las
modificaciones introducidas en
las instalaciones suponen mejo-
Efectos nocivos para la salud
1. Aumento de mortalidad en
personas de más de 50 años.
2. Aumento de la morbilidad y
enfermedades respiratorias en
niños en edad escolar.
3. Aumento de la morbilidad y
enfermedades respiratorias en
niños en edad escolar.
4. Aumento de la morbilidad de
síntomas respiratorios y de
enfermedades pulmonares.
5. Aumento de la morbilidad
general en personas mayores.
6. Aumento de hospitalizaciones
por enfermedades respiratorias y
absentismo laboral de personas
mayores.
7. Empeoramiento agudo de
enfermos con bronquitis crónica.
1. Deterioro de la distinción de
intervalos de tiempo.
2. Deterioro de los resultados
de tests psicomotrices.
3. Aumento del umbral de visión.
1. Peor rendimiento de los atletas.
2. Empeoramiento de los ataques
de asma.
3. Irritación de los ojos.
 Infor me

Tabla III
Relación entre distintas patologías y la mortalidad e índices de contaminación atmosférica

Enfermedad Indice de contaminación Relación

Bronquitis Concentración de azufre. Gran relación entre mortalidad por

Concentración total de partículas. bronquitis y los índices de contaminación.
Se podría reducir esta mortalidad entre el
25 y el 50% si se reduce la contaminación al
nivel más bajo predominante en la región.

Cáncer de pulmón Zonas urbanas frente a Si se hacen las correcciones pertinentes

zonas rurales. debido a la edad y hábito de fumar, el
cáncer de pulmón se da 1,5 veces más en
las zonas urbanas que en las rurales.

Cáncer diferente Partículas en suspensión, El cáncer de estómago está relacionado

del sistema respiratorio densidad de humos de manera significativa con un índice de
partículas depositadas.

Mortalidad total Sulfatos y partículas Una reducción del 10% de las concentraciones
mínimas de partículas y de los sulfato haría
descender la mortalidad total entre un 0,5%
y un 0,4% respectivamente.

Fuente: Lave - Seskin.

ras de rendimiento que varían
entre el 5% en los campos si-
guientes:
- Climatización.
- Aislamientos térmicos.
- Cogeneración.
- Cambio de tipo de combusti-
ble.
- Mejoras en el alumbrado pú-
blico.
- Incremento de los niveles de
control de las instalaciones.
- Aprovechamiento energético
de residuos forestales.
- Auditorías y estudios sectoriales.
Convirtiendo el ahorro obteni-
do de las 153 actuaciones en
unidades comúnmente acepta-
das (TEP) se obtiene la canti-
dad de 1.280 TEP.
Los 1.280 TEP equivaldrían a
haber construido un embalse
de las dimensiones del de La
Baells (Comarca del Bergueda,
Barcelona). Es decir, la energía
eléctrica producida por este
embalse durante el año 1990
(según el informe anual Fecsa
1990).
4. LA CONTAMINACION.
ASPECTOS ENERGETICOS
Todo consumo energético com-
porta unos impactos medioam-
bientales, desde la perspectiva
de producción, transporte, al-
macenaje y consumo final. Es-
tos impactos se incrementan a
medida que consumimos más
energía.
Las actividades o servicios mu-
nicipales, por el hecho de con-
sumir energía, también son
fuentes en contaminación. Por
lo tanto, es importante dismi-
nuir este consumo.
El consumo final será el aparta-
do básico que consideremos en
ese estudio de impactos, ya
que de hecho las infraestructu-
ras adecuadas (transporte, al-
macenaje y producción) están
integradas en nuestro lugar mu-
nicipal.
Esto no quiere decir que no ha-
ya que tener en consideración
estos aspectos ambientalistas,
pero no son motivo de inciden-
cia genérica desde la perspecti-
va modesta del volumen ener-
gético municipal.
Consideraremos pues que una
política de educación ambiental
comienza por los responsables
municipales que deben incidir
en la población, partiendo de
la iniciativa de demostrar con
ejemplos reales propios lo que
representa para la mejora de la
calidad de vida de los adminis-
trados.
4.1. La contaminación
por combustibles
La contaminación atmosférica es
uno de los mayores problemas
que se presentan en las zonas
urbanas. La incidencia de deter-
minadas condiciones metereoló-
gicas estables (estados anticicló-
nicos con estabilidad de estrati-
ficación) agravan mucho más el
problema, ya que se producen
unos incrementos significativos
de las concentraciones de con-
taminantes en el aire.
Estos episodios varían las pro-
piedades atmosféricas en el
sentido de que:
- Reducen la visibilidad.
- Reducen la radiación solar.
- Alteran las temperaturas.
Estas alteraciones, producidas
principalmente por una elevada
concentración de contaminan-
tes, están basadas en los fenó-
menos de absorción y disper-
sión de las radiaciones solares
e infrarrojas.

ENERGIA - ENERO/FEBRERO 1995

 Los contaminantes que partici-
pan en este proceso, básica- Fig.1. Relación de contaminantes por kWh consumido.
mente están producidos por las
combustiones de combustibles. 7,5
Los más significativos son:
- Partículas en suspensión.
- Monóxido y dióxido de car- 5
bono.
- Dióxido de azufre.
- Oxidos de nitrógeno.
- Hidrocarburos. 2,5
Otros contaminantes que en-
contramos de forma significati-
va son los metales, ozono y to-
da la familia de contaminantes 0
fotoquímicos. Gases Gasóleo Fuelóleo Carbón Leña
Los efectos de la contamina-
SO 2 NO x Partículas CO HC
ción del aire los podemos clasi-
ficar en tres grandes apartados:
Gases Gasóleo Fuelóleo Carbón Leña
- Efectos sobre los materiales.
- Efectos sobre la vegetación. SO2 0,00062 1,08 4,6 3,57 0,16
- Efectos sobre las personas. NOx 0,125 0,22 0,67 0,2 1,6
Partículas 0,029 0,03 0,26 0,66 4,42
a) Efectos sobre los materiales CO 0,03 0,06 0,04 5,95 0,32
Las concentraciones elevadas HC 0,012 0,011 0,033 0,16 0,32
de partículas-humo y partículas g/kWh
en suspensión (PTS) están aso-
ciadas con el ensuciamiento de
las fachadas. La corrosión de diferente a la salud de las per- contaminación.
los materiales (estructuras, pin- sonas. Por otra parte, paráme-
turas, tejidos, etc.) es producto Ratios de contaminantes
tros tales como tiempos de ex-
de las deposiciones ácidas posición, niveles de concentra- Para determinar la aportación
(SO2). ción, sinergismo y tipos de in- de contaminantes a la atmósfe-
dividuos influirán de manera ra de nuestras instalaciones es
Las variables atmosféricas tie-
singular. aconsejable trabajar con los va-
nen una notable influencia so-
lores de emisión reales, medi-
bre los fenómenos corrosivos. En la Tabla II se exponen las dos en las propias fuentes. Esto
La radiación solar, la humedad relaciones más contrastadas clí- es difícil de conseguir debido a
atmosférica y la temperatura nicamente entre tipo y nivel de que normalmente no se dispo-
son factores que favorecen la contaminante y efectos produ- ne de los equipos adecuados
corrosión. cidos sobre la salud. de medida.
La corrosión es más fuerte en En la Tabla III se expone la re- Recurriremos por tanto a cual-
climas cálidos que en climas lación entre las patologías y la quiera de los métodos conven-
fríos. mortalidad y los índices de cionales (Bringfeld, Ingram,
b) Efectos sobre la vegetación
Los contaminantes que afectan g/kWh
a la vegetación se llaman fitotó- Fig.2. Contaminantes acumulados
xicos (SO 2, PAN, Cl 2, ...). Los Gases por kWh consumido.
0,19662
daños que pueden producir va-
rían desde la reducción de la
velocidad de crecimiento de las Gasóleo 1,401
plantas y quemados en las ho-
jas, hasta la muerte definitiva. Fuelóleo 5,603
Los líquenes son unos buenos
indicadores del nivel de conta- Carbón 10,54
minación, dado que son muy
sensibles especialmente a las Leña 6,82
partículas en polvo.
c) Efectos sobre las personas
0 SO 2
2,5 NO x
5 7,5 10 12
Partículas CO HC
Es evidente que cada contami-
nante afectará de una manera

ENERGIA - ENERO/FEBRERO 1995


etc.), empleados para evaluar
las emisiones, partiendo de la
base de los consumos totales
de combustibles y las unidades
de combustión.
La emisión se estima mediante
la aplicación de factores de
emisión específicos para cada
contaminante.
Los factores de emisión son pa-
rámetros que relacionan la can-
tidad de contaminantes emiti-
dos por tipo y unidad de com-
bustible.
Según el tipo de organización
existen diferentes factores de
emisión:
- Corinair-85 (Programa Corine-
atmósfera UE).
- O.M.S. - 82 (Organización
Mundial de la Salud).
- E.P.A. (Environmental Protec-
tion Agency. EE.UU.).
En base a estas consideraciones
se han realizado dos gráficos
comparativos que relacionan la
participación de contaminantes
para cada tipo de combustible y
su acumulación, siempre en re-
ferencia a un kWh de consumo.
Se han considerado las siguien-
tes características de los com-
bustibles:
Tipos de perturbaciones y equipos sensibles
Característica afectada Denominación
Amplitud de onda Tensiones transitorias
Variaciones lentas
de la tensión
Fluctuaciones lentas
de la tensión
Subtensiones y
sobretensiones
Frecuencia Variación de la
frecuencia de la red
Infor me
- Gases: gas natural, tipo domés-
tico-comercial. Masa específica
0,832 kg/m3 a T y P normal.
- Gasóleo: tipo C (0,65% de
azufre).
- Fueloil: tipo núm. 1 (2,7% de
azufre).
- Carbón: se ha considerado la
antracita por ser el más utiliza-
do (1,5% de azufre).
En función de estas característi-
cas obtenemos las figuras 1 y 2
valoradas en relación al consu-
mo de un kWh.
La figura 1 valora los gramos
de cada contaminante emitido
al realizar la combustión de los
combustibles seleccionados.
La figura 2 "acumula" la canti-
dad total de contaminantes por
kWh consumido.
4.2. Contaminación
por electricidad
También la energía eléctrica
comporta alteraciones o pertur-
baciones dentro del entorno de
su utilización. La electricidad
dispone de una amplia difusión
por facilidad de uso en gran di-
versidad de aplicaciones, y su
capacidad de ser fácilmente
controlada con mucha preci-
Tabla IV
Tipo
Picos de tensión
Agujeros de tensión
Microcortes
Esporádicos o receptivas.
Amplitud variable
o constante.
sión. Precisamente esta univer-
salidad hace que algunas de
sus imperfecciones sean moles-
tas para los usuarios.
La energía eléctrica se presenta
en la práctica, en forma de un
sistema trifásico de tensión al-
terna senoidal, con las caracte-
rísticas de: frecuencia, forma de
onda, simetría y amplitud.
Hay que asumir que la electrici-
dad es un tipo de energía que
se consume en el espacio tem-
poral de su producción.
Los efectos contaminantes de la
energía eléctrica los podemos
clasificar en tres grandes apar-
tados:
- Efectos sobre instalaciones y
equipos.
- Efectos sobre el territorio.
- Efectos sobre las personas.
Efectos sobre instalaciones
y equipos
La gran longitud de la red de
distribución, desde la produc-
ción desde la producción en la
central hasta el consumidor fi-
nal, hace que la electricidad sea
muy vulnerable a perturbacio-
nes producidas por accidentes,
fenómenos atmosféricos, explo-
tación del sistema, etc.
Receptores sensibles
Lámparas de descarga
Equipos de regulación
Equipos de medida
Equipos de protección
Equipos de iluminación
Motores S y A
Ordenadores
Receptores TV
Incandescencia
Ordenadores
Ordenadores
Equipos de regulación
Contadores
Condensadores
Equipos de regulación.
Equipos de radiología
Equipos de radioscopia
Ordenadores
ENERGIA - ENERO/FEBRERO 1995
 Estas perturbaciones modifican
las características iniciales de la
energía eléctrica, introduciendo
factores de distorsión perjudi-
ciales para los equipos. La Ta-
bla IV nos representa los dife-
rentes tipos de perturbaciones.
A partir de informes de servi-
cios de mantenimiento (Machi-
ne Design January, 1991) se es-
tima que en EE.UU. en 1990, el
75% de las averías en microor-
denadores fueron debidas a
anomalías de la red (sobreten-
siones y ceros de tensión).
Como valoración económica
del problema, recogemos los
datos de las compañías de se-
guros alemanas (ETZ 1/92
Blitzschuz elektronischer An-
gloen), que en 1989 atribuye-
ron un 28,7% de los gastos por
daños a equipos electrónicos
de todo tipo a las sobretensio-
nes por rayos y por conmuta-
ción de cargas inductivas.
Todas las perturbaciones afectan
de forma diferente a los equipos
que utilizamos, produciendo
efectos muy variables en fun-
ción del tipo de aparato, forma
de alimentación, estructura in-
terna etc. Actualmente la mayo-
ría de equipos aceptan las tole-
rancias indicadas en la figura 3,
según la especificación CBEMA
(Computer Busines Equipment
Manufactures Association).
Ya se ve que los equipos elec-
trónicos actuales (ordenadores,
equipos de transmisión, etc.)
son muy sensibles a las pertur-
baciones introducidas en la red
de distribución.
Estos equipos - que han incre-
mentado considerablemente -
se caracterizan por ser consu-
midores de corrientes no senoi-
dales (cargas no lineales), que
nos provocan una generación
de armónicos contaminadores,
que circulan en las instalacio-
nes, introduciendo modificacio-
nes de las condiciones iniciales
de suministro.
Los armónicos los podemos
considerar como contaminado-
res de la red propia y deusua-
rios próximos. Sus efectos pro-
vocan un funcionamiento inco-
rrecto de los equipos de la ins-
talación (equipos de regulación
ENERGIA - ENERO/FEBRERO 1995
de conrol, protección, medida,
etc.). Asimismo, como conse-
cuencia de este contaminante,
las condiciones iniciales de di-
seño de las instalaciones (sec-
ción de conductores, proteccio-
nes, equipos de medida, baterí-
as, etc.) quedan desfasadas con
el importante peligro que ello
comporta.
Dentro de las instalaciones mu-
nicipales los elementos que
producen más armónicos son:
- Lámparas de descarga (fluo-
rescentes, lámparas de alum-
prado público).
- Equipos de oficina (ordenado-
res, impresoras, etc.).
En las figuras 4 y 5 obtenemos
la forma de onda de una lám-
para típica de alumbrado públi-
co. Se observa la deformación
importante producida por los
armónicos. Estas lámparas lle-
van asociadas una reactancia
en serie, cosa que incrementa
la no linealidad.
Los equipos de oficina también
son una fuente de contamina-
ción para la red. En la figura 6
se representa la forma de onda
de una impresora láser típica.
También se observa la defor-
mación importante producida
por los armónicos. La figura 7
representa la forma de onda en
mantenimiento, habrá que aña-
dir que cada 30 segundos se
inicia un nuevo ciclo de reca-
lentamiento de 5 segundos de
duración aproximadamente.
Este consumo de corrientes ar-
mónicas provoca que las caídas
Fig.3. Tolerancia
para equipos
electrónicos
según CBEMA.
de tensión también tengan
componentes armónicos. Con-
siderando que la mayoría de las
cargas son inductivas, las caídas
serán mayores por armónicos
de orden mayor.
Este círculo produce que, a pe-
sar de que la tensión inicial sea
senoidal, la alimentación del
conjunto esté distorsionada. La
Tabla V representa los contami-
nantes más significativos.
Los armónicos nos afectan a ca-
si todos los componentes de las
instalaciones (transformadores,
protecciones, equipos informa-
tivos, etc.). Nombraremos los
efectos más significativos a ni-
vel de instalaciones discretas:
- Referente a las líneas
de alimentación
Al incrementarse las corrientes
a frecuencias superiores a 50
Hz, aumenta el efecto pelicular,
que produce una reducción
efectiva de las secciones de los
conductores. Esto se traduce en
un recalentamiento de los con-
ductores además de incremen-
tar las caídas de tensión.
- Referente al hilo neutro
En un sistema trifásico en equi-
librio desfasado a 120° las co-
rrientes por el neutro son nulas.
Los armónicos de orden 3n es-
tán en fase cuando la carga es
equilibrada con lo cual su suma
en el neutro no será nula, sino
tres veces la de una fase. Habrá
que instalar un neutro adecua-
do. Hay que valor que si las fa-
ses no están equilibradas en

módulo y argumento, las co-
rrientes de neutro pueden ser
mucho más elevadas.
- Referente a
los condensadores
La impedancia de un condensa-
dor disminuye con el incre-
mento de frecuencia. Esto se
traduce en que las sobreco-
rrientes armónicas de orden
elevado pueden destruir los
condensadores de compensa-
ción de energía reactiva por so-
brecalentamiento.
También se puede dar el caso
de resonancias con otras car-
gas. Si la resonancia es del tipo
paralelo, aparecen sobretensio-
nes importantes a la frecuencia
de resonancia. Si la resonancia
es del tipo sepie, se facilitará la
destrucción de los condensado-
res.
- Referente a las corrientes
reactivas
Las corrientes armónicas crean
una potencia reactiva de distor-
sión. Geométricamente, el co-
nocido triángulo de potencias
se transforma en tetraedro, ya
que la potencia reactiva total
tendrá dos términos: el primero
es la potencia reactiva de la
Característica afectada
Simetría
Forma de onda
Amplitud de onda
Infor me
componente fundamental y el
segundo la potencia reactiva de
los armónicos, resultando la ex-
presión:
S2 = P2 + Q2 + H2
Esto conlleva que la compensa-
ción del factor de potencia me-
diante condensadores, corrige
la potencia reactiva de la com-
ponente fundamental, pero no
se consigue compensar la po-
tencia inducida total para los
armónicos. Además los conden-
sadores resultan sobrecargados
(con el peligro de destrucción)
y hay que recurrir a filtros para
su eliminación (con el peligro
de resonancias).
Efectos sobre el territorio
La producción y el transporte
de energía eléctrica es por su
diversidad una de las activida-
des que más impacto produce
en el entorno.
Por otra parte, un territorio tie-
ne una determinada capacidad
para absorber o integrar una
actividad en función de sus ca-
racterísticas. Así, la ubicación
de una central de producción
de energía eléctrica, producirá
unos efectos positivos y negati-
vos sobre el territorio que hay
Tabla V
Tipos de contaminantes y equipos sensibles
Denominación Tipo
Desequilibrios
Armónicos No de orden
interarmónicos
Corriente reactiva Con armónicos
Sin armónicos
que determinar y valorar lo
más ampliamente posible.
Una primera división estará in-
troducida por el tipo de trans-
formación energética efectuada,
es decir: hidráulica, térmica,
nuclear, eólica, etc.
Cada tipo de central producirá
unos impactos diferentes den-
tro de su integración en el en-
torno. Así, necesitaremos valo-
rar los efectos desde diferentes
apartados o situaciones.
Estos impactos se desarrollan
desde tres perspectivas:
- Fase de construcción.
- Fase de explotación.
- Fase de abandono.
Con cada fase de las descritas
se producirán unos efectos in-
ducidos que habrá que tener
en cuenta. Para medir todos es-
tos efectos, situaciones o im-
pactos, hay que ajustarse a un
proceso de identificación de
parámetros.
Es muy importante que estos
efectos se puedan medir cuanti-
tativamente y cualitativamente.
Este proceso se realiza según
metodologías específias (evalua-
ciones de impacto ambiental). A
Receptores sensibles
Rectificadores
Ordenadores
Motores
Equipos de regulación
Equipos de protección
Redes de telecomunicación
Condensadores
Ordenadores
Equipos de regulación
Equipos de control
Transformadores
Protecciones
Equipos de medida
SAIS-Grupos Electro
Equipos de regulación.
Iluminación
Equipos de protección
Baterias de condensación
Equipos de medida
ENERGIA - ENERO/FEBRERO 1995
 Fig.4. Forma de la onda de intensidad de
una lámpara de VM 125 W
título de referencia ciaremos una
clasificación de las más utilizadas
y aceptadas por diferentes auto-
res (Warner y Bromley 1974):
- Redes.
- Matrices.
- Listas.
- Transparencias.
- Métodos específicos.
Otros modelos más complejos
(Batelle, Galleta, Odum, etc.)
permitirán ofrecer unas valora-
ciones más detalladas. Según el
tipo de central de producción,
evaluaremos los efectos con
uno u otro método.
Asimismo, se tendrán presentes
las infraestructuras necesarias
para el transporte de la energía
producida: redes de distribu-
ción, estaciones y subestacio-
nes de transformación e inter-
conexión.
No entraremos en la evaluación
de cada situación, simplemente
enumeraremos de manera glo-
bal los posibles efectos produ-
cidos e inducidos en función
del tipo de centro de produc-
ción e infraestructura utilizada.
Estas valoraciones se realizarán
considerando las tres fases
enunciadas anteriormente.
a) Medio físico:
- Hidrología.
- Geología.
- Suelos.
- Paisaje.
- Vegetación.
- Fauna.
- Clima.
- Contaminación del aire.
- Ruidos.
- Vertidos.
- Sismicidad.
- Infraestructuras.
ENERGIA - ENERO/FEBRERO 1995
Fig.5. Forma de la onda de intensidad del
equipo entero (VM 125 W)
b) Medio económico:
- Sector primario.
- Sector secundario.
- Sector terciario.
- Economía local y regional.
- Desarrollo local y regional.
c) Medio social:
- Demografía.
- Efectos sociales.
- Interacciones sociales.
- Vivienda
- Patrimonio.
- Reservas naturales.
- Zonas de recreo.
- Riesgos y peligros potenciales.
d) Medio institucional:
- Planes generales y sectoriales.
- Planes de emergencia.
- Sistema territorial.
- Administraciones afectadas.
Efectos sobre las personas
En los últimos años, varios es-
tudios epidemiológicos han in-
sinuado una cierta correlación
entre los campos electromagné-
ticos producidos por las líneas
de transporte de energía de alta
tensión y algunos tipos de cán-
cer.
En los estudios realizados hasta
ahora, se refuerza la hipótesis
de que los niños en edad esco-
lar (menores de 19 años) son
más sensibles a contraer leuce-
mias o tumores cerebrales si
habitan en las proximidades de
corredores de líneas de alta
tensión.
En 1979 Wertheim y Leeper
realizaron un estudio de caso
control, en cuatro regiones de
Colorado, para valorar la in-
fluencia de los campos magné-
ticos en los niños durante los
años 1950 y 1973.
En este estudio se asociaban
los casos controlados con ma-
pas de conducciones eléctricas
y transformadores. No se reali-
zaron medidas de inducción
magnética. El estudio hacía hin-
capié en un mayor índice de
riesgo en contraer leucemia o
tumor cerebral en los niños.
Otro estudio realizado por Ge-
nevieve Matanoski (Jhons Hop-
kins School of Public Health)
examinaba el riesgo de cáncer
entre los empleados de la Com-
pañía Telefónica de Nueva
York, este estudio revelaba la
incidencia de mayor riesgo que
tenían los instaladores de ca-
bles de contraer leucemias o
cualquier tipo de linfomas. Este
riesgo era más pequeño que el
contraído por los niños del es-
tudio de Wherteim Leeper.
Estas investigaciones iban enca-
minadas a observar el cambio
molecular producido por cam-
pos electromagnéticos, pero los
resultados denotan que no se
producen mutaciones genéticas
ni rotura de ADN, ni tampoco
cambios de cromosomas consi-
derados como indicadores de
cáncer.
Basándose en las hipótesis de
Wertheim y Leeper, A. Ahlbom
(Karolinska Institut) ha publica-
do recientemente un estudio
sobre la influencia de los líneas
de alta tensión (220/400 kV)
entre la población.
El esudio toma como base de
los individuos que conviven
dentro del entorno de 300 m
referenciado a las líneas de alta
tensión.
Asimismo, se estudian los casos

H Fig.6. Forma de la onda de intensidad de una
impresora láser en calentamiento.
Fig.7. Forma de la onda de intensidad de una
impresora láser en mantenimiento.
diagnosticados de cáncer en el
intervalo 1960-1985. Realizando
medidas de inducción magnéti-
ca dentro y fuera del corredor
con relación a los casos contro-
lados.
Los resultados obtenidos del
estudio soportan la hipotesis de
que los campos electromagnéti-
cos pueden incrementar el ries-
go de cáncer. Estos se hacen
más evidentes entre la pobla-
ción infantil, entre los clasifica-
dos como leucemias y tumores
cerebrales.
Estos y otros trabajos están en
fase de estudio por parte de las
diferentes organizaciones inter-
nacionales.
5. PLAN DE EFICIENCIA
ENERGETICA MUNICIPAL
(PEEM)
La identificación y evaluación
de las fuentes de energía que se
han de utilizar en cada aplica-
ción, la actualización y mejora
de las actuales instalaciones y el
mantenimiento cuidadoso han
de ser los ejes fundamentales
para conseguir un uso racional
y económico de la energía.
Para lograr estos objetivos es
necesario tener una organiza-
ción que determine las directri-
ces de los servicios respecto a
una planificación general inte-
grada en un plan de eficiencia
energética municipal.
Este plan tendrá las siguientes
funciones:
a) Análisis energético:
- Auditoria general del munici-
pio.
- Contabilidad energética.
- Control del consumo.
- Valoración de impactos.
R
b) Programa de ahorro energé-
tico
- Elección del tipo de energía.
- Adaptación de los contratos
de suministro.
- Modificaciones y optimacio-
nes de instalaciones.
- Gestión eficaz de la utiliza-
ción del suministro.
c) Mantenimiento y servicios
- Plan de mantenimiento pre-
ventivo y correctivo.
- Selección del material en fun-
ción calidad/precio.
- Almacenamiento y distribución.
- Estado óptimo de las instala-
ciones.
- Calidad de servicio.
d) Control presupuestario
- Control y previsión del gasto.
- Previsiones para próximos
ejercicios.
- Adaptación de actuaciones a
los presupuestos municipales.
- Seguimiento de las posibles
subvenciones de otras Adminis-
traciones.
e) Varios
- Selección de personal.
- Planes de formación y recicla-
do.
- Divulgación de resultados en
revistas del sector.
- Intercambio de experiencias
en otros municipios.
- Integración en alguna asocia-
ción de tipo energético.
5.1. Plan de actuaciones
Analizada la situación y estado
de las instalaciones será nece-
sario valorar las modificaciones
para mejorar la explotación de
las mismas. En las primeras ac-
tuaciones se tendrá que incidir
en las contrataciones de sumi-
Infor me
nistro, que nos reportarán re-
ducciones de costes con míni-
mas inversiones.
Con los ahorros obtenidos, po-
dremos realizar modificaciones
de más envergadura.
Expondremos unas posibles
medidas de actuaciones, en
función de los usos de la ener-
gía más significativos en el ám-
bito municipal.
a) Alumbrado público
- Optimización de la contrata-
ción:
• Para potencias inferiores a 15
kW: contratación en la tarifa 2.0
con discriminación nocturna.
• Para potencias superiores a
15 kW: contratación en la tarifa
B.O.
- Agrupar las instalaciones a
potencias de 15 kW, siempre
que sea posible.
- Corrección del factor de po-
tencia.
- Sustitución de lámparas, por
otras de mayor rendimiento.
- Sustitución de los sistemas de
encendido, por programador o
reloj astronómico.
- Reducción de niveles de ilu-
minación en horas de poca cir-
culación.
- Implantación de manteni-
miento preventivo.
b) Energía eléctrica de depen-
dencias, colegios, zonas depor-
tivas, etc.
- Optimizar la contratación:
• Para utilizaciones de más de
1.475 horas plenas usar la tarifa
4.0.
• Para utilización menor de
1.475 horas plenas usar la tarifa
3.0.
ENERGIA - ENERO/FEBRERO 1995
 - Unificar puntos de conexión
para contratar una potencia
más pequeña.
- Valorar en función de la utili-
zación qué tipo de comple-
mento para discriminación ho-
raria nos puede beneficiar.
- Ajustar la contratación por
maxímetro, en los casos posi-
bles.
- Cambio de lámparas de ma-
yor rendimiento lumínico.
- Sectorización del encendido.
- Corrección del factor de po-
tencia.
- Introducción de sistemas de
control y regulación.
- Implantación del manteni-
miento preventivo.
c) Calefacción
- Aislar o mejorar los aislamien-
tos existentes.
- Aislar las cubiertas de los edi-
ficios.
- Introducción de sistemas de
regulación por zonas en fun-
ción de las orientaciones.
- Disminución de las infiltracio-
nes de aire exterior.
- Analizar las pérdidas median-
te técnicas termográficas.
- Adaptación y ajuste de la po-
tencia a la curva demandada.
- Ajustar las condiciones de
funcionamiento al de ocupa-
ción.
- Optimizar la relación aire/
combustión en las calderas.
- Instalar recuperadores de chi-
menea.
- Control periódico de las emi-
siones.
- Instalar contadores en la ali-
mentación de quemadores.
- Implantación de manteni-
miento preventivo.
d) Climatización
- Aislar las cubiertas del edifi-
cio.
- Aislar el suelo de los locales
que den al exterior.
- Instalar protecciones para re-
ducir beneficios de calor por
radiación de las superficies
acristaladas.
- En el verano, ventilar el edifi-
cio de forma natural para redu-
cir la temperatura por conduc-
ción.
- Instalar equipos con posibili-
dad de parcializar la carga
frigorífica.
- Introducir u optimizar el tipo
de control.
ENERGIA - ENERO/FEBRERO 1995
- Análisis de las pérdidas me-
diante técnicas termográficas.
- Instalar equipos de recupera-
ción entálpica.
- Aprovechar el efecto free-coo-
ling.
- Parar los equipos una hora
antes de terminarse la ocupa-
ción.
- En las piscinas utilización de:
• Bombas de calor, por la des-
humectación.
• Mantas térmicas, recuperado-
res de placas.
• Cogeneración.
- Implantación de manteni-
miento preventivo.
e) Equipos de bombeo de aguas
y fuerza motriz
- Incrementar el volumen de
acumulación.
- Funcionamiento máximo posi-
ble en horas nocturnas.
- Estudiar el complemento por
discriminación horaria más ade-
cuado.
- Optimización y mejora de los
equipos de control.
- Introducción de energías al-
ternativas.
- Introducción de variadores de
velocidad para el arranque y
funcionamiento de los motores.
- Corrección del factor de po-
tencia.
- Implantación de manteni-
miento preventivo.
6. OBJETIVOS
El Instituto de Investigación so-
bre la Energía Eléctrica (IIEE)
publicó en 1990 el Informe Ef-
ficient Electrecity Use: estimates
of maximun energy savings,
que como conclusión final esti-
maba que técnicamente es po-
sible ahorrar entre el 24 y 44%
de la electricidad consumida en
EEUU antes del año 2000.
El estudio coincide en señalar
que los ahorros más importan-
tes se localizan en:
- Alumbrado.
- Motores eléctricos.
- Refrigeración en edificios.
- La sustitución de lámparas de
mayor eficacia disminuirá el
consumo en un 55%.
- Los motores eléctricos, apli-
cando las tecnologías actuales,
reducirán su consumo sobre el
25%.
- La refrigeración en edificios,
disminuirá su consumo en un
15% si se aplica una estrategia
de eficiencia energética.
Las valoraciones de este estu-
dio, nos pueden dar idea de los
posibles ahorros en nuestras
instalaciones municipales. De
hecho, con algunas actuaciones
realizadas por el programa de
ahorro de energía de la Diputa-
ción de Barcelona se han con-
seguido estos niveles de rendi-
miento.
En primer lugar, esta reducción
de consumo implica una reduc-
ción importante de los costes
corrientes de los presupuestos
municipales.
En una segunda apreciación, la
disponibilidad energética sufre
un incremento para otras activi-
dades que mejoren la calidad
de nuestros servicios.
También se alarga el promedio
de vida de nuestras instalacio-
nes.
Los objetivos genéricos que
pretende cubrir el PEEM se ba-
san en la consecución de aho-
rros energéticos dentro de los
márgenes ya expuestos en fun-
ción del tipo de aplicación, la
reducción de los gastos corrien-
tes de las haciendas municipa-
les, la minimización de los as-
pectos contaminantes y la co-
rreción de impactos derivados
de un uso más racional de la
Energía.
Estos objetivos forman parte de
un contenido ético que da legi-
timidad a la propuesta de una
arquitectura del territorio que
va más allá de una simple or-
denación territorial.
7. AGRADECIMIENTOS
El autor agradece la colaboración prestada
a María Estrella i Joan, Montserrat Cabo y
Casares, Mª Teresa García i López (D.B.
Servicio de Medio Ambiente) y Josep Me-
drano (Laboratorio de Electrónica C.E.S.
Mundet).
–––––––––––––––––––––––––––––––––––––
Ponencia presentada en el VIII Congreso
Nacional de Medio Ambiente, celebrado
del 23 al 27 de noviembre de 1992, en Ma-
drid.