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ÍNDICE

CONTENIDO PÁGINA

Introducción…………………………………………………………………………… 2

Etiología de la palabra Humildad…………………………………………………. 3

¿Qué es la Humildad?...............................................................................4

Sinónimos y Antónimos de la palabra Humildad……………………………….4

¿Cuál es la función de la Humildad en N.A.?............................................ 9

¿Cómo se adquiere la Humildad a nivel individual?.................................10

Tipos de Humildad……………………………………………………………………19

La Humildad como herramienta de aprendizaje……………………………….20

La Humildad y la derrota Total…………………………………….………………21

La Humildad como herramienta de autoanálisis o autoconocimiento…….25

La Humildad como herramienta de cambio profundo..………………………28

La Humildad como herramienta del perdón…………………………………….30

Trampas del camino: “la falsa humildad”………………………………………..32

La Humildad en el equilibrio Físico, Mental y Espiritual..…………………..33

La Humildad como herramienta espiritual………………………………………36

¿Cómo influye la Humildad en la estructura de N.A.?..............................40

La Humildad y el liderazgo………………..………………………………………..42

Conclusión………………………………………………………………………………51

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¿CUÁL ES LA FUNCIÓN DE LA HUMILDAD EN N.A.?

INTRODUCCIÓN

Primeramente, un caluroso y fraternal saludo a todos los compañeros de


Neuróticos Anónimos de México, quienes en este momento están leyendo
este valioso instrumento de recuperación como lo es nuestra revista
“Fraterna”; en esta oportunidad me da un inmenso placer poder
compartirles por escrito la ponencia asignada a Venezuela, en el marco de
la IV Convención Internacional de Neuróticos Anónimos. Jamás imaginamos
que iba a tener tanta aceptación, pero después de vivir incontables y
efusivas demostraciones de cariño y solidaridad, durante el desarrollo del
tema y al término del mismo, entendí que algo que fue hecho con tanto
amor no podía arrojar otros resultados. Es por ello que le damos infinitas
gracias a DIOS por su inspiración y por permitir nuestra presencia acá, a
Grover B. por dejarnos este precioso legado, al Comité Organizador de este
santo evento, quiénes aún sin conocernos tuvieron esa grandeza de
corazón para asignarnos la gran responsabilidad de desarrollar en forma
verbal este tema de “La Humildad”, tan delicado y vital para nuestra
evolución integral. Gracias también al equipo de la revista “Fraterna” por
regalarnos esta oportunidad de oro para llevar este mensaje escrito a toda
la comunidad y por último damos las gracias a todos los compañeros de
N.A. por ser los principales soportes orgánicos de nuestra organización y
en especial de esta gran IV Convención Internacional.
La gran ventaja de poderles presentar por escrito este tema, radica en
que se amplificará la fecundidad del mismo ya que así les puedo expresar
en forma ordenada y sistemática, todo, absolutamente todo, lo que no les
pude expresar en aquellos memorables treinta minutos de exposición
interactiva.
Esta visión de la humildad que aquí les presentaré no es más que el
producto de algunas vivencias personales, en combinación con una ruta o
bitácora espiritual de viaje, inspirada y engranada debidamente con los
DOCE PASOS de recuperación de nuestro programa. Espero les pueda
servir como una clara referencia tanto del itinerario del camino de
recuperación así como de su meta, porque “El que no tiene metas o no
sabe adónde va sencillamente ya llegó y si ya llegó allí se quedó”, pero
gracias a DIOS que en nuestro caso es diferente, ya que la meta última de
todas nuestras metas es encontrar, a través de una inagotable búsqueda,
el genuino gozo de la vida y la paz interior que solo se puede obtener
dentro de la práctica del amor puro y para lograr eso debemos caminar un
largo pero agradable sendero, guiados de la mano de DIOS, de nuestro

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PROGRAMA y con ese colosal bastón de apoyo que se llama “LA
HUMILDAD”.
Voy a iniciar este trabajo diciéndoles (tal como lo hice en la Convención)
que: Mi nombre es Neurótico, mi apellido es Anónimo y mi gran problema
se llama Carlos Franco……… (Gracias por ese hola), y como el tema es tan
trascendental para la vida de todos nosotros vamos a abordarlo de manera
directa y sin más preámbulos. Antes, les quiero comentar que el desarrollo
de este tema está ligado a la secuencia de unas diapositivas que también
están a su disposición en la O.S.G. de tal manera que les iré indicando el
número de la diapositiva que le corresponda a cada parte, así si algún
compañero considera de alguna utilidad hacer esta exposición en
cualquier Grupo e inclusive ponerle su toque personal, resumirla e incluso
mejorarla según sea el caso, podrá hacerlo con toda libertad, así que
arrancamos esta presentación con el título de la ponencia en la
Diapositiva Nro. 1, seguido del origen de la palabra:

ETIOLOGÍA DE LA PALABRA “HUMILDAD”:

Considero indispensable saber cuál es el origen de la palabra


“Humildad”, ya que todas las palabras al igual que nosotros, los seres
humanos, tienen un mapa genético y una historia propia, entonces,
conociendo estos elementos podremos saborear su significado dentro de la
profundidad y alcance que ella posee, y esto, compañeros, es válido para
todas las palabras ya que ellas fueron creadas por DIOS como un lenguaje
más (de tantos que ÉL usa) para entendernos entre nosotros y entender lo
que ÉL desea para nuestras vidas, además, que de su buen uso, depende
que llegue o no, nuestro mensaje de amor y esperanza a los más
necesitados.
No quiero que piensen que describir el origen de la palabra “Humildad”
es un ejercicio más de pedantería intelectualoide, no compañeros, las
palabras tienen fuerza porque tienen un determinado origen y una
evolución histórica, factores que le confieren una personalidad propia, una
energía vital y un sonido especial a cada una de ellas, el cual retumba en
nuestras mentes produciendo un efecto determinado.
De esta manera podemos sostener que buscar la raíz de las cosas es
parte de la naturaleza de un N.A., fíjense que si el compañero Grover no
hubiese buscado y encontrado que el egoísmo innato es la raíz de nuestra
enfermedad física, mental y espiritual, jamás existiría este maravilloso
PROGRAMA, él nos enseño con su ejemplo que hay que buscarle el génesis
a las cosas.
Otro ejemplo de lo que les digo: En cuanto al PROGRAMA se refiere,
tenemos que si en el QUINTO PASO no buscamos la raíz exacta de nuestros
defectos de carácter, jamás lograremos construir las bases de inicio, para
los cambios necesarios, que nos llevarán a nuestra recuperación total; por

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lo tanto conocer la raíz, no tanto de las palabras, sino, de todas las cosas
de la vida, se nos hace necesario mantenerlo como una disciplina de
estudio y aún más, desarrollarlo como una forma de ser de un N.A.
Un miembro de N.A. siempre debe estar sediento de conocimientos, de
lo contrario nos costará mucho entender el PROGRAMA y mucho más
adentrarnos en su esencia para crecer en forma constante y armoniosa.
Bien, dicho esto les comento que la raíz de la palabra humildad proviene
del adjetivo latino húmilis, del cual se derivó la palabra “húmil”, lo mismo
ocurrió con los siguientes adjetivos latinos:
-frágilis que pasó a “frágil”.
-fácilis a “fácil”.
-útilis a “útil”.
Sin embargo es necesario aclarar que yendo más atrás, este adjetivo,
húmilis deriva de húmus, es decir “tierra”, algo que está muy cerca de la
altura del barro, algo bajo, que no sobresale, así que nuestra palabra
humildad, nace del latín con un sello primario de muy bajo perfil, para
mayor comprensión fíjense en estas expresiones: turris húmilis et parva
(Es una torre, baja y pequeña), húmilis habitare casas (Habitar casas de
bajo techo), húmilis córpore hómines (Hombres de baja estatura), húmilis
volat (Vuela a ras de la tierra).
Quiere decir, entonces, que partir de estos significados puramente
físicos, se desarrollan, en consecuencia, los significados específicos
referidos al ser humano y a su entorno que en todo caso implicaban un
juicio de valor negativo e inclusive llegó a utilizarse como un insulto: la
húmilis casa es efectivamente una choza de bajo techo pero se entiende
que también es de bajo nivel social, de baja categoría; fíjense otro
ejemplo: húmilis mentis o húmilis ánimi era la persona de poca inteligencia
o de poco valor y así poco a poco el término fue degenerando quedando
subordinado a niveles de humillación, pero posteriormente en la era del
cristianismo se rescató su significado despojándolo de esa carga
despectiva, siendo la palabra humilitas (humildad) una de las más excelsas
virtudes humanas, hasta el día de hoy.

- Sinónimos de humildad: Modestia, docilidad, recogimiento, recato,


paciencia, moderación, suavidad, sencillez, llaneza, acatamiento,
obediencia, decoro, pudor, mansedumbre.

- Antónimos de humildad: Soberbia, orgullo, vanidad, rebeldía, bajeza,


ruindad, envilecimiento, desamparo.

Bien compañeros, conociendo parte del génesis y la historia de la


palabra “Humildad”, vamos a introducirnos de una buena vez en la
navegación de este fascinante tema desglosándolo en los cuatro puntos
siguientes:

1.- ¿Qué es la humildad?

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2.- ¿Cuál es la función de la humildad en N.A.?
3.- ¿Cómo adquirir la humildad a nivel individual? y
4.- ¿Cómo influye la humildad en la estructura de N.A.?

Seguidamente vamos con el primer punto:

1.- ¿QUÉ ES LA HUMILDAD? (Diapositiva Nro. 2):

Existen muchos conceptos en la sociedad sobre este valor, pero de eso


no nos ocuparemos hoy, mejor iniciaremos como es lógico, con el concepto
que manejamos dentro del PROGRAMA de N.A.
En función de este concepto vamos a basar la adquisición de nuevos
valores, amén de reforzar los que medianamente traíamos antes de entrar
en el PROGRAMA y de esta manera ir desarrollando las herramientas
necesarias para trabajar nuestro crecimiento y nuestro cambio de
personalidad.
Uno de los muchos legados que nos dejó Bill W. fue el siguiente concepto
de humildad, por el cual iniciaremos las bases de este estudio a partir del
mismo:

“La humildad es un término medio entre esos extremos


emocionales violentos. Es un lugar tranquilo donde se puede
mantener una perspectiva y un balance emocional para lograr
subir al próximo pequeño escalón del camino que nos lleva a los
valores eternos”. (Adaptado de Bill escribe sobre lo mejor de Bill. Pág. 46).

Es importante destacar que el anterior concepto, contiene dos elementos


importantes: El primero es el elemento emocional, cuando Bill habla de
“esos extremos emocionales violentos” él nos quiere indicar que
existen varios extremos emocionales violentos, que son caras de una
misma moneda ya que según sea su intensidad, nos ubican en ese
extremo indeseable y además, nos pueden llevar al estancamiento y a la
autodestrucción, ejemplo de ellos son los extremos de la rabia y el miedo
(dos caras de la misma moneda), igualmente la euforia y la depresión,
pero sobre todo los extremos de la culpabilidad y la soberbia. La
culpabilidad nos hace sentir como un despojo humano, exagerando
nuestros defectos de carácter, y por el otro lado, la soberbia espiritual nos
hace vanidosos, autosuficientes y egoístas, es decir, nos hace creer que
somos el centro del universo; en consecuencia, la humildad nos impide
inclinarnos hacia algún extremo de los ejemplos antes mencionados, ya
que siempre estaremos dentro del fiel de la balanza, en la calle del medio,
en la banda central, es decir, en ese punto donde dice: “Es un lugar
tranquilo donde se puede mantener una perspectiva y un balance
emocional”.
Ahora bien, indudablemente que no es fácil ubicarse y mucho menos
mantenerse permanentemente en ese eje central o de equilibrio, ya que el

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reto es precisamente aprender a través de la humildad a ubicarnos allí,
pero no hay porque preocuparse ya que todos, absolutamente todos, sin
excepción, tenemos la capacidad de aprenderlo y aplicarlo en nuestro
diario vivir como lo veremos más adelante, así como también, más
adelante les complementaré este importante concepto de humildad
anteriormente planteado, a fin de presentarles una visión mucho más
amplia e integral del mismo.
Posteriormente, el concepto de Bill nos arroja al segundo elemento, es
decir al elemento espiritual, diciéndonos lo siguiente: “Para lograr subir
al próximo pequeño escalón del camino que nos lleva a los valores
eternos”, son esos valores eternos los que le dan la característica
espiritual a este enunciado ya que son esos valores los que nos van a
servir de escalera espiritual (tal como lo representa la diapositiva 2) para lograr los
cambios internos que nos llevarán a ser mujeres y hombres con una nueva
personalidad.
Antes de proseguir, es necesario precisar que es un valor eterno: Un
valor humano y eterno es un Bien Universal, es una manifestación ética y
moral propia de la naturaleza humana; son eternos porque son
permanentes e infinitos, nunca se acaban, también son intemporales
porque su esencia no se transforma con el paso del tiempo; son humanos
porque la única criatura del universo que tiene la capacidad de
humanizarse y deshumanizarse es precisamente el ser humano, en cuanto
a esto tenemos que la única forma de humanizarnos es a través de los
valores y la única forma de deshumanizamos es a través de los
antivalores, los cuales, a su vez, inducen a la práctica de todos los
defectos de carácter habidos y por haber, convirtiéndonos en unas
criaturas sin control.
No se puede juzgar a un gato, a un perro, a un caballo a una serpiente o
a un burro, ya que ellos solo actúan con una conducta de sobrevivencia
genéticamente preestablecida, y aunque la mayoría de estos animales no
viven en función de valores, no deja de sorprendernos algunas
manifestaciones impregnadas de amor, tales como la práctica de la lealtad
y fidelidad que se profesan las ballenas desde que se unen en pareja para
toda la vida (igual situación ocurre con algunas aves) o cuando un perro se
queda deprimido al lado de la tumba de su recién fallecido amo, solo para
dejarse morir de inanición o también los increíbles códigos familiares que
practican las sociedades matriarcales de los elefantes, donde los más
chiquitos tienen la preferencia e incluso en situaciones de peligro, los
adultos dan la vida por su núcleo familiar, practicando en forma
instintivamente natural nuestra PRIMERA TRADICIÓN.
Sin embargo, nosotros no debemos ni tenemos la necesidad de vivir para
sobrevivir como lo hacen los demás los animales, nosotros debemos
esforzarnos por vivir bien, por vivir con sabiduría, que no es otra cosa que
“El arte de saber vivir”. Esta sabiduría solo puede ser conseguida a través
de la práctica de esos valores eternos y por supuesto del Don de la

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humildad en primera instancia, ya que somos las únicas criaturas del
reino animal que tenemos la capacidad de aprenderlo y practicarlo.
Compañeros, tengan la plena seguridad de que no existe otra forma de
vivir a plenitud, así que, una vez que manejemos bien esta información,
tenemos la libertad de elegir actuar por valores o por antivalores y como
estoy seguro de que sus deseos son actuar con valores, sigamos adelante.
Fíjense en una cosa curiosa: La alegría se nos presenta en forma
luminosa y la audacia en forma espectacular, pero en el ideario popular la
humildad se presenta como macilenta, con aires tristes y el cuello torcido,
cuando en la realidad es una inmensa fuerza que puede llevar al género
humano a altísimos niveles de trascendencia, por eso este trabajo
pretende reivindicarla tal y como es. En tal sentido la humildad, para ser
bien entendida, deberá estar representada como el valor eterno más
sublime ya que ella se comporta como madre e hija a la vez, ya que es
madre de todos los demás valores, virtudes y principios y paralelamente
es hija predilecta del AMOR, ¡sí! el amor utiliza a la humildad como su hija
mayor, como su herramienta principal y puerta de entrada de los demás
valores o bienes espirituales a nuestro mundo interior.
Ahora bien, ¿cuáles son esos valores? Bueno, la verdad es que son
muchos y todos muy importantes, empecemos por ejemplo con la
honestidad, seguimos con la tolerancia, luego la responsabilidad, el
respeto, el trabajo, el coraje, la unidad, la igualdad, la amistad, el buen
humor (sí, el buen humor es un valor), la bondad, la lealtad, la verdad, la
justicia, la caridad, la solidaridad, el servicio, la libertad, el perdón, la
gratitud, la paz, etc., sin embargo, y para hacerlo bien sencillo, en este
momento deseo compartir con Uds. una clave infalible (repito: infalible)
que aprendí para diferenciar, cuando estamos parados delante de un valor
y cuando estamos parados delante de un antivalor, es decir que, con este
método nosotros, mis queridas compañeras y compañeros, no tendremos
que estar escogiendo cual valor debemos utilizar en determinado
momento y cual no, sino que simplemente lo único que se debe manejar
es la siguiente premisa: Un valor es todo aquello que yo pienso, todo
aquello que yo digo y todo aquello que yo hago que:

1.- Agrada y honra al Poder Superior.


2.- Que beneficia y da gozo a mi persona y
3.- Que beneficia y da gozo a los demás.

De tal manera que si quiere comprobar esta fórmula, la próxima vez que
Uds. vayan a decir o hacer algo, sométanlo a estas interrogantes: Será que
lo que yo voy a decir o lo que voy a hacer:

1.- ¿Agradará y honrará a DIOS?


2.- ¿Me hará gozoso a mí?
3.- ¿Hará gozosas a otras personas?

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En caso de que las tres preguntas les respondan afirmativamente
entonces estaremos inequívocamente delante de un valor, pero en caso de
que al menos sólo una de esas tres preguntas le responda negativamente
entonces ya su palabra o su acción dejará de ser un valor, por lo tanto,
retroceda, rectifique, reflexione porque estará actuando bajo el dominio de
algún defecto de carácter (probablemente egoísmo) y por consiguiente
tarde o temprano le estarán ocasionando penosas consecuencias.
Bien, volviendo a la humildad, es básico saber que ella es un valor
relativo, es decir, que no es absoluto ya que el único valor absoluto es
DIOS y el Amor que ÉL irradia hacia todo el universo.
La humildad es tan relativa que se puede perder en micro fracciones de
segundo, en solo un instante podemos pasar de un estado de humilde
sosiego a un grave defecto de carácter como la ira, sin ni siquiera darnos
cuenta.
Lo ideal sería no llegar a esos estados indeseables, pero así como
llegamos con tanta facilidad, los podemos revertir cada vez con más
agilidad mental, hasta llegar a un punto en donde nos controlaremos
totalmente sin llegar a esos extremos. Recordemos que al principio es
como caminar en una cuerda floja, sólo con el tiempo y la práctica
convertiremos a la humildad en parte actuante de nuestro ser.
A la humildad no se le puede comparar con la FE, pero lo que sí podemos
hacer es contrastarla con ella, ya que la FE para que pueda operar en su
totalidad debe ser practicada en forma extrema. La FE es una virtud que
no acepta términos medios ya que cuando estamos en un estado ideal de
FE, estamos situados en un nivel de creencia positiva sobrenaturalizada,
en este estado de absoluta confianza no tememos a nada, ni tampoco
tendremos nada, pero nada de miedo, el cual es la otra cara de la moneda,
así que si tenemos FE no tenemos miedo y si tenemos miedo no tenemos
FE y lo que es peor, la falta de FE nos ubica a espalda de DIOS.
La FE, compañeros, “Es dar por hecho, un hecho que no está hecho, para
que se haga un hecho”.
La FE debe ser ciega ya que se trata de creer en algo invisible e
intangible, la FE debe ser espiritualmente alimentada en forma constante
para que se vea acrecentada paulatinamente, en cambio con la humildad
vamos como caminando en una cuerda floja y se comporta como una
especie de válvula reguladora de admisión y de escape que nos mantiene
en equilibrio constante hasta que logremos el total dominio de ella y este
nivel sólo se adquiere literalmente con la práctica diaria.
Entonces ya para ir cerrando esta parte, completaremos el concepto de
humildad como les indiqué al principio, con estos enunciados
complementarios: La humildad es aceptar a los demás como son.
Ser humilde significa, en contra de la creencia popular, tener una alta
autoestima y un fuerte y sano autoconcepto.
La humildad nos hace ver como somos realmente, no como queremos
ser, sin sentirnos superiores a los demás, pero sin complejos de
inferioridad. La humildad es la conciencia que tenemos acerca de lo que

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somos, de nuestras fortalezas y nuestras debilidades como seres humanos
y nos impide por lo tanto, creernos superiores a los demás.
Subestimar a los demás no sólo es desconocer su naturaleza sino la de
nosotros mismos. Gracias a la humildad tomamos conciencia de nuestra
pequeñez frente a la inmensidad del universo, ignorar esta condición nos
puede conducir a actuar de manera vanidosa y arrogante frente a las
cosas verdaderas, pero la humildad no se queda en un mero ejercicio de
autoconocimiento personal, luego de aceptarnos tal y como somos, la
humildad es la fuerza que nos motiva a superar nuestras debilidades y a
consolidar nuestras fortalezas, siendo mejores cada día sin sufrir ataques
de egolatría infantil ya que la humildad nos proporciona madurez y
dominio propio.
El humilde ve las cosas como son, lo bueno como bueno y lo malo como
malo. En la medida en que el ser humano es más humilde crece dentro de
sí una visión más correcta de la realidad.
En este punto ya estamos en capacidad de dar un enunciado más
completo de lo que es la humildad:

“La humildad es autocontrol por excelencia, es mantenerse en el


término medio de los fenómenos emocionales extremos que
pudiesen empujarnos en un momento dado hacia una vida
tormentosa y sin sentido, es un valor esencial que nos introduce
al mundo espiritual y que además nos proporciona un balance
exacto de la realidad que nos circunda y de quienes somos,
identificando nuestras fortalezas y debilidades, pero que no se
limita a este inventario ya que al comprender nuestras
deficiencias, la humildad se constituye en una enorme fuerza que
opera impulsándonos a superar esas debilidades amén de
consolidar nuestras fortalezas, sin que medie ningún ápice de
orgullo, vanidad, soberbia o autosuficiencia”.

Me gustaría finalizar este punto comentándoles una pregunta muy


importante que me hiciera una compañera en la IV Convención, ella me
planteó la siguiente interrogante: “¿Es la humildad un valor o una virtud?”
(Parece que ella estaba convencida de que era una virtud), entonces le
comenté que algunos connotados autores coinciden en catalogar a la
humildad como una poderosa fuerza multivalente, capaz de catapultar a
cualquier ser humano a niveles tan trascendentales de acción, iluminación
y contemplación sólo equiparables con la santidad, de hecho en mis
investigaciones la he conseguido como un valor, como una virtud, como un
don y como un principio, así que concluyo diciéndoles que más importante
que darle a la humildad un rango o clasificación intelectual, es entenderla
medularmente, para luego adquirirla en toda su esencia y finalmente
practicarla en todo momento y a cada instante, como una manera de vivir.
Bien compañeros ya hemos contestado la primera parte de este trabajo,
¿Que es la humildad?, ahora le toca a la segundada parte:

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2.- ¿CUÁL ES LA FUNCIÓN DE LA HUMILDAD EN N.A.?:

Esta es quizás la parte más fácil de responder ya que con darles el


siguiente enunciado: “La función de la humildad en N.A. es
constituirse en una fuerza motora capaz de generar los cambios
necesarios tanto a nivel individual, como a nivel estructural a fin
de cumplir con el objetivo principal del PROGRAMA, es decir, llevar
una promesa de recuperación y un mensaje de amor lo
suficientemente claro y convincente pero con la sutileza que sólo
la humildad puede conferirle a ese mensaje, a fin de que sea
escuchado y atendido con confianza por nuestra sociedad”. Les
repito con darles el anterior enunciado, ya estaría saldada la interrogante
de esta parte, pero, sucedería que no tendríamos una visión completa de
ella, ya que se nos crea otra interrogante: ¿De dónde viene y cómo actúa
esta fuerza motora para que esos cambios se lleven a efecto?, pues la
respuesta consiste en que es necesario adquirir la humildad a nivel
individual en primera instancia, para que ella pueda proyectarse dentro de
la estructura en segunda instancia y así reflejarse directamente en forma
de un mensaje atractivo sobre nuestra sociedad, en tercera y última
instancia.
Por lo anterior expuesto paso a la tercera parte (y la más importante).

3.- ¿CÓMO SE ADQUIERE LA HUMILDAD A NIVEL INDIVIDUAL?

Bien compañeros, prepárense para disfrutar de un paseo agarrados de la


mano de una humildad bien acoplada al programa de los DOCE PASOS de
recuperación y cambio, y para que esos cambios sean verdaderamente
efectivos y se reflejen en forma práctica en nuestras vidas, deben darse de
adentro hacia afuera, primero debemos cambiar nosotros internamente y
después automáticamente cambiará nuestro entorno; me refiero a la
pareja, a los padres, a los familiares, a los compañeros de trabajo, de
iglesia, a los compañeros de N.A. etc., y luego la estructura que ellos
componen (familia, empresa, iglesia, estructura de N.A. etc.).
Ahora bien, partiendo de esta premisa anterior, nace otra pregunta:
¿Cómo hacer para adquirir la humildad y que esta nos transforme como
individuos? Pues bien compañeros, esto solo puede hacerse con la práctica
y la única forma de practicar y adquirir la humildad es con el servicio.
El servicio es el laboratorio práctico donde todo lo aprendido en los
laboratorios teóricos de la literatura, el apadrinamiento las juntas de
terapia, la escritura, los eventos de la estructura (Congresos, Asambleas,
talleres, seminarios, etc.) e inclusive en los grupos virtuales de Internet, se
convierte en habilidad, en hábitos de vida.
Les quiero comunicar que la práctica se realiza a través de la repetición
y la repetición es el mecanismo que utiliza la naturaleza para lograr la
permanencia. La repetición es la madre de la habilidad, fíjense en

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algo: ¿Cuál es la característica que tienen en común el mejor pianista, el
mejor ciclista, el mejor cantante de ópera, el mejor escritor, el mejor pintor
de cuadros, el mejor chef de cocina, el mejor ajedrecista, el mejor atleta, el
mejor futbolista, etc.? Pues bien, aunque ellos despliegan diferentes
actividades, lo único que tienen en común estos triunfadores es que tienen
la más absoluta convicción de que la única forma de conseguir la
excelencia es practicar esos dones que DIOS les dio, todos los benditos
días de su vida, y así lo ejecutan, ni siquiera porque han llegado a la cima
de su carrera, dejan de practicar todos los días, porque el día que dejen de
hacerlo ya no podrán ser los mejores. Como les compartía en La
Convención a propósito de una pregunta y a manera de verso:

“La repetición es la madre de la retención


la retención al llegar a un punto de saturación
baja de la mente al corazón
sólo para convertirse en revelación
que no es más que “La iluminación la información”
esta revelación se convierte en convicción
la cual se transforma en pura acción,
que al ejecutarse con toda pasión
se constituye en un proceso de realimentación
completando así, la misión
de lograr nuestra total conversión
a través de la repetición”.

Esta realimentación de la acción, completa un flujo que nos lleva a la


fijación definitiva de nuevos hábitos positivos que poco a poco serán los
que vayan conformando nuestra nueva personalidad.
Cabe destacar que este flujograma que les acabo de compartir en forma
de verso, utilizado para adquirir y fijar definitivamente un hábito, está
científicamente comprobado.
La ciencia, específicamente la neurología, está en constante
descubrimiento de las maravillas que realiza nuestro cerebro, el cual es el
que marca la diferencia entre los seres humanos y el resto de la creación,
y permítanme la libertad de mezclar algunas consideraciones científicas
con este tema tan espiritual, pero me pareció de gran importancia y
además no cabe duda que la ciencia también pertenece a los dominios de
DIOS, porque entre otras cosas, está muy claro que ÉL utilizó a un hombre
de ciencia como Grover para llevar este milagro de N.A. a todos nosotros y
a los que están por venir.
Hoy día ya se sabe que el cerebro tiene la capacidad ilimitada de recibir
información y además procesarla, también se sabe que tanto el hemisferio
derecho (H.D.) como el hemisferio izquierdo (H.I.) trabajan en forma
combinada, o sea que tanto el pensamiento lógico, el área de la
planificación, el pensamiento matemático y lineal que se asientan en el
hemisferio izquierdo y por otro lado el pensamiento creativo, imaginativo,

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ético, estético y espiritual que se produce en el hemisferio derecho, actúan
en forma conjunta, pero lamentablemente no nos han educado para que
trabajen juntos. La educación formal sólo nos ha permitido desarrollar el
hemisferio izquierdo, quedando el derecho rezagado, pero con todo su
potencial intacto.
Ahora bien, el H.I. procesa la información recibida a una velocidad de
cuarenta (40) bits/seg., en cambio el H.D. la procesa a una velocidad entre
un millón a diez millones (1.000.000 a 10.000.000) de bits/seg., fíjense la
enorme diferencia en velocidad que existe entre ambos, y mientras esa
información no sea transferida hacia el H.D. para que sea procesada y
transformada en pensamientos creativos, sólo nos mantendremos en la
etapa de intelectualización o racionalización de la información, y ¿cómo se
hace para realizar esta operación?, pues debemos convertir esa
información en imágenes, imágenes nítidas, creativas y a todo color. La
mayoría de los seres humanos procesamos mejor las imágenes, de allí que
las películas tengan tanto éxito, ya que se retienen mejor en la mente.
Una vez convertida la información en imágenes, el H.D. las podrá
procesar mejor para convertirlas en elementos sublimes y espirituales
llamados revelaciones, “Eurekas” o también “Click”.
Por otro lado es necesario que creemos una confianza ilimitada en
nuestro cerebro, debemos romper esos paradigmas que nos sugieren que
nuestro cerebro tiene limitaciones o que si abusamos de la información nos
vamos a volver locos, o aquellas consejas que más comúnmente se oyen,
las cuales nos advierten erróneamente que si leemos demasiado el
cerebro nos va a explotar; todo eso es falso de toda falsedad y es por eso
que me pareció prudente tocar este tópico del cerebro y como trabaja en
nuestro aprendizaje y recuperación. Podemos afirmar con total seguridad
que el cerebro humano es la corona de la creación y como tal tenemos la
delicada responsabilidad de aprender a utilizarlo adecuadamente.
Seguidamente les daré algunos “tips” (métodos prácticos) para
desarrollar el hemisferio derecho progresivamente:

- Empezaré por la oración, pienso que el PASO ONCE es el método por


excelencia para desarrollar este importante hemisferio. El cerebro posee
un maravilloso entramado neurológico cuya base son las neuronas, las
cuales están interconectadas entre sí por las llamadas “conexiones
interneuronales” que son las autopistas por donde fluyen los pensamientos
y las ideas. Cuando oramos estamos estimulando vigorosamente la
creación de nuevas conexiones neuronales y rutas de pensamiento
haciendo más denso ese entramado neuronal, ampliando así nuestras
capacidades mentales.
- Luego tenemos la música, escuchar música del alma, sobre todo música
clásica o culta como le dicen algunos expertos, “toca” selectivamente
algunas áreas del H.D. desarrollando sus capacidades.
- Tocar algún instrumento.
- Aprender otros idiomas.

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- Desarrollar la imaginación leyendo y visualizando en imágenes la lectura
(lectura imaginativa).
- Estudiando en profundidad el programa de N.A.
- Haciendo juegos educativos e interactivos.
- Haciendo exposiciones en los Grupos.
- Estar en contacto consciente con la naturaleza.
- Profundizar en el concepto de espiritualidad.
- Igualmente al ir ampliando a través del PROGRAMA nuestro concepto de
amor puro y una nueva forma de amar de verdad, estaremos cultivando
está área tan importante del cerebro.

Como dato curioso les diré que ya se ha descubierto recientemente que


en el corazón existe una zona que contiene un paquete de
aproximadamente 40.000 neuronas, es decir que, en términos simples
pareciera que el corazón cuenta con su propio cerebro y que este pequeño
cerebro está conectado y trabaja en combinación con el verdadero
cerebro de la materia gris, de allí que podemos inferir que los poetas y
grandes filósofos de la antigüedad no estaban tan equivocados al poner el
corazón como símbolo por excelencia del amor y de las emociones más
intensas.
Cerrando esta parte diremos entonces que será con la práctica del
servicio perseverante y sobre todo amoroso, que adquiriremos el Don de la
Humildad, para poder llevarlo a la práctica constantemente saboreando
finalmente su santa pureza y su fragancia divina.
He aquí revelado el “Gran Secreto”, para adquirir la humildad, ahora
bien, es necesario clarificar la exacta ubicación del servicio, porque de lo
anteriormente expuesto pudiese mal interpretarse que el servicio es un
mero ejercicio práctico, que sólo sirve como un método sistemático para
adquirir humildad y todos los valores que ella arrastra tras de sí, cuando la
verdad es que el servicio es la más sublime expresión humana de entregar
amor y dar amor incondicional, es la misión más trascendental que
humano alguno pueda realizar; para ilustrar este punto les dejo un par de
máximas enunciadas por dos extraordinarios servidores y líderes
espirituales ya fallecidos: San Agustín solía decir:

“El que no vive para servir, no sirve para vivir”.

Pero por si esta máxima fuera poco la Madre Teresa de Calcuta


expresaba lo siguiente:

“El fruto del silencio es la oración. El fruto de la oración es la fe. El


fruto de la fe es el amor. El fruto del amor es el servicio. El fruto
del servicio es la paz”.

Debemos tener muy presente que para prestar servicio se requieren de


ciertas condiciones mínimas y para poder cumplir con ellas, es necesario

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pasar por un período de “descontaminación interna” que nos habilite para
prestar un servicio de calidad, ya que llegamos a la comunidad encerrados
en un negro capullo donde se conjugan todas nuestras frustraciones,
miedos, traumas, pasado, resentimientos etc., no somos como las flores
de la naturaleza, (Diapositiva 3) ellas inicialmente están dentro de su
capullo sin preocupaciones ni problemas ya que guardan dentro de sí toda
la belleza que DIOS les confirió y sólo están a la espera del paso del tiempo
para abrirse en flor y sin ningún esfuerzo mostrar a plenitud toda esa
hermosura que tenían guardada dentro de sí.
En nuestro caso es muy claro que ¡sí! Que sí vamos algún día a emerger
como esa flor para sacar toda nuestra belleza interior que DIOS también
nos dio, pero para ello, debemos primero sacar lo feo, lo negro, para luego
despertar esa belleza que está en vida latente o dormida dentro de
nosotros, solamente esperando germinar, como germinan las semillas
cuando las condiciones están dadas.
Antes de continuar con el tema, me parece prudente mencionarles a
grandes rasgos, dos características principales de la fase de inmadurez
espiritual que nos identifican como recién llegados:

1.- Nuestro nivel de dependencia.


2.- Nuestra realidad personal.

En cuanto a nuestro nivel de dependencia la podemos clasificar en tres


niveles:

a) Dependencia.
b) Independencia.
c) Interdependencia.

Lo mismo sucede con nuestra realidad personal ya que la realidad


también la podemos clasificar en tres tipos de realidades:

a) Realidad personal o “falsa realidad”.


b) Realidad verdadera.
c) Realidad absoluta o Realidad Divina.

Para efectos de esta parte abarcaremos solamente la (a) o fase


Dependencia ya que la (b) Independencia y la (c) Interdependencia la
veremos más adelante.
Lo mismo haré con el punto de las diferentes realidades, comentaremos
la (a) o “Falsa Realidad”, y las realidades (b) y (c) las comentaré más
adelante.
En la primera fase de dependencia, esta puede ir desde un nivel
promedio o llamada también dependencia externa, hasta llegar a niveles
extremos de co-dependencia a situaciones o personas, lo cual no
tocaremos en este trabajo.

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En cuanto a la dependencia externa se puede reconocer de varias
maneras ya que tiene distintas pero muy simples formas de manifestarse,
y para que se den una idea, les comentaré brevemente algunas de ellas:

- Cuando andamos todo el tiempo buscando la aceptación y la aprobación


de los demás, estamos evidenciando que somos dependientes, en este
punto dejamos de ser nosotros mismos para adaptarnos a los intereses de
los demás y así lograr un sentimiento de pertenencia y de aceptación
dentro de un determinado grupo social, algunos psicólogos lo llaman
“mecanismos adaptativos de sobrevivencia elemental”, nos desvivimos
por lograr la aprobación de amigos, compañeros de estudio, pareja,
familiares directos (padre, madre, tíos, hermanos mayores, compañeros de
trabajo, etc.) creyendo que con esto vamos a lograr llenar nuestros vacíos
internos, esta situación a veces se torna cruel ya que siempre
conseguiremos quién se aproveche de esta situación de minusvalía
emocional, manipulándonos y aprovechándose de nosotros ya que
podemos llegar a niveles de servilismo tan bajos que perdemos
completamente nuestra dignidad. Demás está aclarar que una persona con
esa condición no está capacitada para prestar un buen servicio en la
comunidad ya que concebiría el servicio como servilismo y no sería un
servidor, sino un lacayo de sus defectos de carácter. El programa aspira
sacar al recién llegado de este bajo nivel de desarrollo emocional e
impulsar con la humildad su verdadero potencial.
Aprovecho este punto para insertar esta máxima muy apropiada: “El
que no es capaz de gobernarse a sí mismo, está condenado a ser
gobernado por los demás”.

- Otro de los fenómenos observados con más insistencia en las personas


necesitadas de aprobación, es su enorme inclinación a la sensación de
rechazo, sentirse rechazado es otra forma sutil de depender de los factores
externos y que lógicamente proviene de experiencias negativas de la
infancia, las cuales serán bien canalizadas en el PROGRAMA.

- Otro signo de dependencia externa es creer que todo el mundo nos está
viendo en cada momento y a cada instante; una cosa es estar alertas y
pendientes de los que nos rodea y otra cosa es esta molesta sensación que
nos agobia a toda hora, la cual, muy probablemente se originó cuando
nuestros padres han sido sobreprotectores o controladores y todo el
tiempo han estado vigilando, censurando y cuestionando
sistemáticamente nuestra conducta. Debemos tener cuidado con esta
sensación de dependencia externa ya que progresivamente se pudiese
convertir en una patología (manías persecutoria, paranoia, etc.).

- Como dependemos de la atención de los demás muchas veces no


tendremos reparos en comprar “cariño” a través de una tendencia
exagerada a regalar cosas, inclusive, mejores a las que uno se pueda

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comprar. De igual manera el querer siempre pagar las cuentas ya sea por
demostrar que se tiene dinero o para comprar afecto es otra manera de
navegar en el mar de la dependencia.

- Pensar siempre antes de dar un paso o tomar una decisión, por ejemplo:
“¿Que dirá fulano o mengano si yo hago tal o cual cosa o si yo me pongo
tal o cual ropa?”; solo indica que no somos libres para decidir, ni para
actuar.

- Uno de los factores comprobados del miedo escénico es tener


exageradamente en cuenta, la percepción que van a tener los demás de
nosotros, a veces somos tan dependientes del “qué dirán”, que no somos
capaces de hablar o de defender nuestra posición en público, por no
contradecir a los demás, somos capaces de pensar que si decimos una
opinión distinta, le gente nos va a rechazar o no nos van a querer más y
eso, compañeros, es otro signo de dependencia externa.

- Dejarnos manipular por la sociedad de consumo es un síntoma de


dependencia, esa necesidad de pertenecer al “rebaño consumista”, el
estar siempre pendiente de la moda y de comprar ropa y calzados de
marca para lograr la aceptación y poder “pertenecer” a esa sociedad
mercantilista solo indica una falta de independencia mental.

- En virtud de que este trabajo está siendo redactado en el mes de


diciembre, tomaremos como ejemplo el fenómeno que ocurre en él y a su
vez aprovecharé este punto para hacer un llamado de conciencia: Fíjense
como se ha distorsionado el objetivo principal de esta época, que no es
otro que celebrar el nacimiento de Jesucristo el cual es el líder espiritual
más importante de nuestra reciente historia, para rendirle culto a una
simbología extraña que nos separa del deber ser, estos días que son para
fortalecer los lazos familiares y de amistad, para entrar en una fase de
reflexión, para orar más que nunca, para hacer un inventario personal,
para compartir los alimentos y regalar (pero regalar con amor y no por
compromiso o para probar que tenemos poder adquisitivo) para renovar
nuestra fe, nuestras esperanzas, para renovar compromisos personales y
los valores de la vida, para mantener las tradiciones culturales autóctonas,
en fin para reafirmar nuestro amor por los demás y por la vida, la mayoría
lo invierte en la práctica de una neurosis colectiva entrando en una
desbordada espiral consumista que nos aleja de la realidad,
convirtiéndonos en unos dependientes ya que condiciona nuestra felicidad
al consumo u obtención de cosas deslumbrantes pero superficiales.
Igual fenómeno ocurre con otras fiestas espirituales como la Semana
Santa y días especiales, como las fiestas del “Halloween”, etc., creados e
impuestos por los estrategas del “marketing” para conducir el rebaño
social dependiente a un despeñadero consumista.

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- Compararnos constantemente con los demás en cuanto a su aspecto
físico, a su conducta, a su nivel intelectual, a su forma de vestir etc., sólo
indica que no nos aceptamos como somos, que tenemos una mala
autoimagen y una baja autoestima y por ende andamos a la búsqueda de
otros modelos supuestamente “mejores” para copiarlos.

- Competir obsesivamente con los demás por obtención de bienes


materiales (joyas, vehículos, obras de arte, ropa lujosa, etc.) y pretender
ganarse el respeto de los nuestros en función de la obtención de esos
bienes, es poner nuestras vidas en el camino del vacío existencial ya que
dependemos de esas cosas para “creer” que somos alguien. Una cosa es
tener una equilibrada prosperidad con calidad de vida y otra cosa es creer
que nuestra felicidad depende de vivir y morir para atesorar riquezas
materiales.

- El buscarse una pareja de acuerdo a los patrones de “belleza externa”


impuestos por la sociedad, para luego exhibirla como un trofeo,
ufanándonos internamente, solo indica que somos dependientes de los
parámetros artificiales de belleza impuestos por la economía mercantilista.
Cuando la realidad indica que más vale la belleza interna que la supuesta
belleza externa con la cual pretenden clasificarnos y hacernos inseguros e
infelices como seres humanos.

- El tener la idea de que nuestros padres o nuestras parejas tienen la


obligación de mantenernos, afectiva y económicamente durante toda la
vida es dependencia externa o “Parasitismo Psicológico”.

- Depender de cómo nos traten los demás, para decidir la forma de


tratarlos a ellos, es otro signo de dependencia externa, dejamos de ser
auténticos porque dependemos del estado de ánimo de los demás, para
sentirnos bien o mal, vamos a un ejemplo: Si en un restaurante el mesero
nos atiende con cara de perro bulldog entonces ya no disfrutamos de la
comida porque en vez de saborearla y de disfrutar de nuestra compañía,
nos dedicamos como jueces a calibrar paso a paso su desempeño,
fraguando nuestra venganza con la propina.
Otro ejemplo aún más patético sucede cuando no nos devuelven el
saludo o los “Buenos Días”, entonces nos hacemos todo un drama en
nuestra mente y hasta llegamos al colmo de echarnos a perder el día,
cuando lo que en realidad cuenta, es que cumplimos con el deber de
saludar o dar los buenos días y si el otro no lo hace, es su problema y no el
nuestro; algo similar sucede con los amigos que no nos llaman por
teléfono, entonces nosotros en represalia no lo hacemos tampoco, o si no
me felicitan el día de mi cumpleaños, entonces me pongo a la caza del
“infractor”, para no felicitarlo tampoco cuando a ellos les toque cumplir
años, y así un sinnúmero de ejemplos que denotan esta inmadura y
dependiente práctica.

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- El andar buscando obsesivamente la pareja ideal o “El Príncipe Azul” en
el caso de ellas y “La Princesa Encantada” en el caso de ellos, sólo indica
que el individuo está queriendo solucionar su soledad y su vacío
emocional buscando la “Tabla de salvación” en otro ser humano.
Al depender de otro y no de nosotros mismos para lograr la felicidad, se
puede caer dentro de dos situaciones extremas: La primera es que nos
volvemos unos permanentes ilusos enamoradizos entrando en un círculo
vicioso de cambio constante de pareja ya que luego de encontrada esa
“pareja ideal” y pasado ese período inicial de luna de miel como se le
conoce popularmente, o “Borrachera hormonal” como atinadamente la
llaman algunos autores, le vamos a ir encontrando defectos y más
defectos a la pareja de turno, hasta que llega la decepción y la ruptura,
quedando libres y habilitados para entrar de nuevo en el mismo ciclo
perverso pero con otra infortunada víctima.
La segunda situación es aún peor ya que al estar aferrados al falso
paradigma, aprendido de nuestras generaciones pasadas, de que
dependemos de una pareja para estar realizados como seres humanos,
entonces, luego de encontrada esa supuesta “pareja ideal”, se puede
desarrollar un estado psicológico extremo llamado co-dependencia, con
consecuencias desastrosas y que, como dijimos al principio, no
analizaremos en esta oportunidad dada su complejidad. Simplemente y a
título informativo les diré que la co-dependencia ya ha sido categorizada
como enfermedad, por la Organización Mundial de la salud (O.M.S.).

- El miedo a la soledad es otro de los signos que delatan dependencia


externa ya que la soledad no existe, la soledad es solo una sensación
aprendida desde la infancia, la soledad es un estado artificial creado por la
mente y el estar necesitado constantemente de compañía solo indica que
se ha adquirido un mal hábito para sentir seguridad. No debemos
confundirnos con el carácter gregario natural y la necesidad que tenemos
todos los seres humanos de vivir en sociedad, me refiero a la necesidad de
estar acompañados las veinticuatro horas del día para poder funcionar
medianamente como personas.

- El abrazar doctrinas radicales bien sean políticas, religiosas o de otro


corte en forma de fanatismo significa que dependemos de una doctrina o
ideología “X” para sentir que nuestra vida adquiere algún sentido, en este
estado de fanatismo la mente se cierra herméticamente y se niega a la
posibilidad de otras formas de pensamiento, lo cual nos enquista en una
realidad propia, que nos inhabilita para comprender la gran diversidad
cultural que compone al mundo.
Sin embargo, existe algo peor aún que abrazar doctrinas extremistas, me
refiero al hecho de seguir ciegamente a los líderes de esas doctrinas.
Cuando seguimos incondicionalmente a un líder o a una personalidad
estamos renunciando a nuestra propia inteligencia y a nuestro derecho a
la autodeterminación, para depender de las directrices y de la forma de

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pensar de otro, nos estamos subestimando ya que despreciamos
totalmente nuestra propia capacidad de liderazgo y energía interna
invirtiéndola en alimentar el ego enfermo de ese supuesto líder, le
estamos firmando un cheque en blanco a otro para que nos convierta en
títeres y maneje nuestra forma de pensar y por ende nuestro destino.
Estamos dándole la espalda a todo nuestro potencial y a los dones que
DIOS ha puesto en nosotros para nuestro desarrollo y por lo tanto estamos
yendo en la dirección contraria de lo que ÉL quiere.
Por eso es que una de las características de las sociedades dependientes
y vacías, se evidencia cuando están en la búsqueda obsesiva de héroes, de
líderes carismáticos, de mesías salvadores de la humanidad y no se dan
cuenta que la salvación está dentro de todos y cada uno de los individuos
que la componen.

- En este estado primitivo e inmaduro de dependencia nos aqueja una


entidad morbosa llamada “La culpa”, la cual se nos puede presentar bajo
dos odiosas manifestaciones:
En primer lugar, podemos andar por la vida trasladando la culpa de todo
lo malo que nos pasa a los demás (padres, hijos, pareja, gobierno)
dependemos hasta del clima para que nos parezca que algo nos está
saliendo mal o tal como lo dictamina nuestra sacrosanta voluntad.
La otra forma de culpa es sentirnos miserables porque nos creemos
culpables de todo lo que nos pasa, de lo que pasa alrededor nuestro, e
inclusive de lo que le pasa a los demás; bien dice nuestra literatura que la
culpa es el equivalente a la neurosis y que las consecuencias son las
mismas.
Cuando le echamos la culpa de nuestros males a todos los factores
externos de nuestro entorno, proyectamos nuestras frustraciones hacia
fuera, nos volvemos, rebeldes, soberbios y agresivos con los demás, en
cambio cuando nos creemos culpables de todo proyectamos esas mismas
frustraciones pero hacia adentro volviéndonos introvertidos y depresivos.

- La crítica permanente a los demás o lo que comúnmente se le llama “El


chismorreo”, es utilizada por aquellos individuos inmaduros
emocionalmente para evadir sus problemas internos, proyectando sus
defectos en los demás y su incapacidad de autoanalizarse con honestidad,
bien sea para sentirse mal gracias al efecto “espejo” que origina ver los
defectos propios en los demás o bien sea para sentirse bien, creyendo que
en la medida que los demás son peores, nosotros somos “mejores”, en
otras palabras más sencillas, esta persona depende del comentario mordaz
hacia sus semejantes para lograr cierto alivio superficial al evadir
enfrentarse a sus propios defectos de carácter.

- Justificar las cosas malas que hacemos con el pretexto de que otro
también lo hace, es otro ejemplo de dependencia. Estamos claros que en
el ser humano existe una tendencia al “seguidismo”, y si no me creen,

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bostecen ante un grupo y verán como los demás lo siguen, o empiecen a
tararear una canción, verán como los demás no tardan en entonarla y sin ir
más lejos cuando estén en un evento aplaudan de primero y verán el
efecto “dominó” que causan, al igual que reírse a carcajadas. Así también
sucede con otros hechos de más importancia, a veces hacemos cosas
mecánicamente, por mera imitación sin darnos cuenta y de paso lo
justificamos porque mi papá, mi mamá o fulanito también lo hace, cayendo
en dependencia externa.

No dudo que existirán otras manifestaciones de dependencia externa,


pero identificando las anteriores podemos tener una idea clara de la
situación de dependencia que posee el recién llegado y que en algunos
casos nos acompaña durante un largo trecho de nuestra recuperación.
Para ir cerrando esta parte de la dependencia, les comento que nuestro
PROGRAMA de N.A. sólo pretende elevarnos por medio de la humildad
al nivel (b) y después al nivel (c) o sea el nivel de la independencia e
interdependencia respectivamente.
El nivel de independencia es el nivel de la libertad personal, libertad de
conciencia, libertad de autodeterminación, libertad para actuar con
valores, libertad sin culpas, libertad para escoger nuestro camino, en fin la
libertad plena para ser lo que DIOS quiere que seamos.
Este nivel de independencia no es el final, es una fase intermedia y si no
sabemos manejar bien el concepto de independencia correremos el riesgo
de creer que podemos hacer las cosas solos, que podemos ir solos contra
el mundo o que no necesitamos a nadie para poder ser felices; decíamos
que esta fase es de transición ya que nos servirá para llegar a la fase (c)
de interdependencia, en la cual lograremos entender humildemente que
no somos solos, que necesitamos a los demás para lograr el equilibrio
individual y para lograr cosas trascendentales en la vida, esta fase es a la
que debe llegar todo líder servidor recuperado de N.A., para así poder
interactuar en equipo de la manera más armónica, cumpliendo a cabalidad
con nuestro objetivo primordial que es llevar este mensaje de esperanza a
la humanidad.
Termino este punto diciéndoles que ser dependientes: “Es dejar de ser,
para no ser”.
Pasando al punto de las realidades, nos conseguiremos con la realidad
personal o “falsa realidad”, que es esa realidad que se ha ido formando a
lo largo de nuestras vidas (gestación incluida), en función de todas las
experiencias vividas y que nos coloca en forma egoísta en el centro de ella
convirtiéndose lamentablemente en nuestra única herramienta para poder
sobrevivir. Nosotros iremos actuando en función de esa realidad ya que es
nuestra verdad, es lo único que conocemos y la misma nos tiene atrapados
dentro de un área muy particular, donde se conjugan todas nuestras
esperanzas pero también nuestras miserias (llámese neurosis), esta
realidad es tan personalísima y tan llena de matices que sólo la conoce
quién la creó, es como estar atrapados dentro de nosotros mismos.

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Esta realidad se ha ido alimentando en función de nuestro entorno
familiar, educativo, social, religioso (en algunos casos), laboral, ambiental,
etc., y la defendemos a capa y espada ya que se constituye en nuestra
“zona de confort” en virtud de que la conocemos muy bien y nos da mucho
miedo salir de ella, es más nos negamos rotundamente a cruzar sus
límites.
Nuestro PROGRAMA pretende actuar directamente a través del PRIMER
LEGADO de recuperación y más fundamentalmente por intermedio de
la humildad, rompiendo esa burbuja que nos mantiene atrapados en esa
falsa realidad que creamos por la dinámica natural de nuestras vidas,
introduciéndonos paulatinamente dentro de la realidad real o verdadera
que es la que realmente signa la ecología natural de las relaciones entre
los seres humanos y el mundo.
Bien compañeros, hasta acá y de la forma más breve posible las
características negativas iniciales más comunes de un recién llegado y
como gravita el valor de la humildad para irlas eclipsando paulatinamente
y así superarlas en forma definitiva.
Seguidamente vamos a responder la siguiente pregunta: ¿Cómo se
adquiere la humildad a nivel individual? Vamos entonces a iniciar la
respuesta, reiterando que la humildad es una fuerza polivalente capaz de
impulsar al individuo a elevados niveles de trascendencia espiritual, pero
para ello es necesario entenderla en toda su extensión; así que la enfocaré
como una herramienta multidimensional bien engranada a la dinámica de
los DOCE PASOS de recuperación. En tal sentido clasificaremos a la
humildad de la siguiente manera:

- La humildad como herramienta de aprendizaje, (Pasos 1, 2 y 3).


- La humildad como herramienta de autoanálisis o
autoconocimiento, (Pasos 4, 5 y 6).
- La humildad como herramienta de cambio profundo, (Pasos 7, 8, 9
y 10).
- La humildad como herramienta espiritual, (Pasos 11 y 12).

LA HUMILDAD COMO HERRAMIENTA DE APRENDIZAJE: (PASOS 1, 2 y 3).


(Diapositiva Nro. 3).

Tenemos entonces que en los PASOS UNO, DOS y TRES la humildad debe
utilizarse como herramienta de aprendizaje, es una forma de humildad
dócil, alerta y obediente que pretende que tengamos la mente abierta a
las nuevas sensaciones, esta humildad quiere que seamos como niños,
como niños abiertos a las maravillas que nos depara el mundo, los niños
exploran y se maravillan de las cosas que van descubriendo, son
poseedores de una humildad natural, su capacidad de sorpresa es
ilimitada, el niño es ingenuo, su virginidad emocional le permite gozar de
su crecimiento y sus descubrimientos, recordemos que una vez fuimos
niños y aunque ya perdimos la práctica debemos volver a ser como esos

21
niños para poder desarrollar sanas expectativas del futuro, que no es más
que la virtud de la esperanza que viene detrás de la práctica de la
humildad que está en estos primeros TRES PASOS.

PRIMER PASO

“Admitimos que éramos impotentes ante nuestras emociones, que


nuestras vidas se habían vuelto ingobernables”.

Nuestro programa es tan amplio que fácilmente lo podemos llamar


programa: “AMOR”, o también programa: “HUMILDAD” ya que este valor
se empieza a practicar sin darnos cuenta desde el mismísimo PRIMER
PASO y se seguirá practicando inexorablemente, a partir de allí, durante
los TREINTA Y CINCO PASOS o PRINCIPIOS siguientes y de ser posible
durante toda nuestra vida.
En relación a este PRIMER PASO debemos ser lo suficientemente
humildes para poder agachar la cabeza con hidalguía y así superar los tres
eventos claves que definen si hemos hecho bien o no este paso, me refiero
a:

- La Admisión.
- La Derrota y
- La Aceptación.

Es en ese mismo orden como se deben superar, ya que la admisión es un


mero ejercicio intelectual primario, para entender a través del
razonamiento que tenemos un problema, esto nos permitirá
posteriormente entrar en un escenario claro de derrota total para luego
aterrizar de pecho en la aceptación.
Permítanme detenerme un pequeño rato en el proceso de rendición o
derrota total, ya que considero de importancia capital compartirles lo
siguiente:
El Dr. Harry Tiebout fue un hombre de extraordinarias cualidades
humanas, famoso por su buen humor y grandes valores, amigo y custodio
de A.A. en sus inicios. Este Dr. fue el primer psiquiatra que a partir de 1939
convalidó e introdujo en el mundo científico, el método de los DOCE PASOS
DE A.A. utilizándolo en su práctica profesional. Él sostiene que el evento de
la rendición o derrota total es un proceso inconsciente e involuntario
(aún en el caso de que se quisiera hacer en forma consciente) que
solamente ocurre cuando el individuo tiene en su mente inconsciente
ciertas características y está envuelto en una determinada combinación de
circunstancias tales como: La soledad, el haber descartado infinidad de
fórmulas para dejar de sufrir (método de ensayo y error), un hogar
destruido, graves problemas económicos, inestabilidad laboral, una
sensación de vacío existencial (vida sin sentido), un permanente

22
sentimiento de culpa, agotamiento emocional, ausencia de espiritualidad,
etc.
Ahora bien, según el Dr. Tiebout, para poder llegar a ese estado de
rendición se deben vencer dos factores que atentan claramente contra de
este proceso, ellos son:

- La grandiosidad.
- El desafío.

Parece ser que ambos factores actúan a nivel inconsciente generando


una marcada resistencia a la rendición total y su subsiguiente evento que
es la aceptación plena.
En cuanto a la grandiosidad tenemos que no es otra cosa que el ego
infantil persistente, es un ego inmaduro que nos mantiene convencido de
que somos poderosos e invulnerables como los superhéroes del cine y la
televisión, este estado neurótico se nutre de sentimientos de
omnipotencia, arrogancia y superioridad que nos predispone a interpretar
cualquier frustración que nos acontezca, como un evidente rechazo y falta
de amor, reaccionando con la máscara de la invulnerabilidad.
En cuanto al desafío o individualidad desafiante sostiene que es una
actitud retadora ante la vida que se alimenta del orgullo, la soberbia, la
autosuficiencia y el resentimiento, revistiéndonos de una armadura
artificial que nos disfraza de fortaleza y confianza, pero que en el fondo es
rebeldía, para resistir dentro de un teatro de batalla interno donde somos
los principales protagonistas, nuestra lucha se concentra en rechazar
desafiando estoicamente cualquier cambio o “agente contaminante” que
pretenda romper nuestra “Capsula de confort” o de realidad personal a la
cual estamos acostumbrados y por lo tanto nuestra rendición no será
posible.
Vale preguntarse en este momento ¿Cómo hacer para vencer ambos
factores antes mencionados? Seguramente ya se habrán contestado esta
interrogante: ¡CON LA HUMILDAD! Exactamente compañeros, es con el
poderoso instrumento de la humildad que lograremos vencer este par de
obstáculos para poder crear el camino hacia esa rendición que antecede a
la aceptación plena y que es lo que en definitiva nos va a indicar si nuestro
primer paso se ha completado a cabalidad.
Es importante diferenciar la derrota parcial o sumisión, de la derrota
total. En la derrota parcial o sumisión, puede haber algo de
arrepentimiento, dolor, muchas lágrimas (de cocodrilo) y oración pasiva,
en forma de letanías repetitivas y huecas, pero no pasa de ser un acto
autocompasivo que sólo produce un leve alivio momentáneo. Es una
especie de “catarsis teatral” que sólo nos sirve como válvula de escape.
En la derrota parcial solo hay una simple admisión de la realidad en
forma consciente, el individuo aún guarda en su más profunda intimidad,
la esperanza de poder resolver por sí mismo su problema. En cambio en la
derrota total se produce un verdadero suceso o despertar espiritual, un

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terremoto interno liberador, se siente un gran alivio, como no, pero
también se siente y vive un cambio interno profundo de un estado
negativo a uno positivo, en este momento se marca una clara línea
divisoria entre un antes y un después.
Cuando la derrota es total y honesta opera con cambios internos que nos
abren ciertos puentes espirituales y emocionales muy vigorosos los cuales
nos ayudan a asimilar el proceso que le sigue, es decir, el de aceptación
plena. Esta aceptación consiste en una absoluta persuasión, es una
convicción muy íntima a nivel visceral y medular de que tenemos un grave
problema, pero no solamente que tenemos un grave problema, sino que
no tenemos la capacidad de resolver por nosotros mismos dicho problema
ya que nuestra vida se ha vuelto sencillamente inmanejable,
completamente ingobernable. Indudablemente que acompañando el
proceso de aceptación anterior, también ocurre una aceptación del
PROGRAMA, el cual comienza a fluir dentro de nosotros sutilmente.
Es bastante probable que en aquellos casos muy difíciles de rebeldía, el
individuo tenga que derrotarse parcialmente varias veces hasta llegar al
“quiebre total”, en esto no hay reglas fijas.
Como verán, hacer el primer paso no es tan fácil como aparenta y el
proceso de aceptación definitiva solo se hará posible por intermedio de la
humildad, es por ello que entender este valor es de vital importancia para
nosotros.
Seguidamente, les paso a compartir el concepto que sobre la derrota o
rendición total maneja el Dr. Tiebout, poniendo en claro que todo este
planteamiento se mantiene con absoluta vigencia hasta hoy:

“La rendición total es el momento en que las fuerzas


inconscientes de desafío y grandiosidad dejan de actuar en forma
real y efectiva. Cuando esto sucede el individuo abre su mente a
la realidad, escucha y aprende sin conflictos ni reacción. Se torna
receptivo, no antagónico a la vida. Experimenta una sensación de
relación con sus semejantes y de unidad consigo mismo. Esta
sensación se convierte en fuente de paz y serenidad interior cuya
posesión libera al individuo. En otras palabras, un acto de
rendición es una ocasión en la cual el individuo no sigue luchando
contra la vida sino que la acepta tal como es, lo cual le confiere
un vigor emocional en todos los pensamientos y sentimientos,
asegurándole un reajuste saludable de su personalidad”.

Debemos comprender que el anterior concepto no menciona el aspecto


espiritual ya que ese campo era prácticamente desconocido por la
psicología y la psiquiatría de la época (1939). Pero, afortunadamente, en la
actualidad a setenta años de los estudios que dieron lugar a este concepto
de rendición, podemos comprender perfectamente lo que nuestro gran
aliado y amigo el Dr. Tiebout quiso decir pero no pudo hacerlo, para ello
sacaré con pinzas de cirujano la siguiente parte del enunciado anterior:

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“Esta sensación se convierte en fuente de paz y serenidad interior
cuya posesión libera al individuo” es aquí donde está encriptada la
parte espiritual del proceso de rendición, es en las palabras: “fuente de
paz” y “serenidad interior” donde está la esencia que le da la condición de
espiritualidad al concepto y que a simple vista pareciera que le falta al
enunciado, por lo cual, con ello queremos hacer justicia a nuestro querido
amigo el Dr. Harry Tiebout.
Para completar esta parte de la rendición o derrota total, podemos
concluir con el siguiente axioma:

“Sin la humildad no habrá admisión, sin admisión no habrá derrota parcial


y mucho menos derrota total, sin derrota total no hay aceptación plena y
sin aceptación plena: ¡NO HAY PRIMER PASO! y si no hay PRIMER PASO no
entenderemos el PROGRAMA, no podremos avanzar en el y por lo tanto no
habrá dominio del PRIMER LEGADO y en consecuencia no estaremos
habilitados para prestar un servicio de calidad y si no podemos prestar un
servicio de calidad jamás lograremos nuestra recuperación y mucho
menos estar más cerca de Dios”.

Para mejor comprensión les presento el siguiente flujograma (Diapositiva


Nro. 4):

“Admitimos que éramos impotentes ante nuestras emociones, que


nuestras vidas se habían vuelto ingobernables”.

En este PRIMER PASO la humildad le da el primer golpe a nuestro ego


enfermo, es lo que podemos llamar “el mazazo egorreductor inicial por
excelencia” y se hace muy necesario para que esa energía egocéntrica
mal canalizada empiece a ubicarse en el lugar que le corresponde, es decir
como un instrumento más, de los tantos que DIOS nos dio. Un ego sano
debe actuar esencialmente como aliado y protector de nuestras vidas y no
como amo y señor de ellas.
En este PASO, ya algunos valores como la honestidad, el coraje, la
sinceridad nos empiezan a invadir a través de la humildad y es por ello que
decimos que ella es la puerta de entrada al mundo maravilloso de la
espiritualidad. Con la humildad y un PRIMER PASO bien hecho,
comenzaremos a ser nutridos por resto de los siguientes PASOS con gran
suavidad y naturalidad.

SEGUNDO PASO

“Llegamos al convencimiento de que solo un Poder Superior a


nosotros a mismos podría devolvernos el sano juicio”.

En el SEGUNDO PASO se siguen afianzando nuestra preparación a través


de la humildad, ya que en este paso no sólo existe un reconocimiento

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implícito de que no tenemos la capacidad de superar nuestra enfermedad,
sino que le conferimos esa responsabilidad a una entidad incorpórea
desconocida o muy poco conocida, llamada inicialmente: “Poder Superior”.
Cuando dice: “Llegamos al convencimiento de que solo un Poder
Superior a nosotros mismos, podría devolvernos el sano juicio”, nos
apartamos mucho más del centro de nuestra falsa realidad, nuestro
protagonismo sigue en picada, le propinamos el “segundo mazazo
egorreductor” a nuestro ego enfermo y entonces empezamos a creer en
algo diferente a nosotros, se comienza a pavimentar nuestro camino hacia
la FE, crece nuestra confianza en algo que no es nuestro intelecto, ni
nuestra capacidad de raciocinio, intuimos que existe un elemento
espiritual muy poderoso que nos ayudará a obtener la tan ansiada salud
mental.
Comienza nuestra gloriosa relación con el DIOS de nuestro
entendimiento para llegar al PASO TRES con un menor esfuerzo y poder
asumir como propio su enunciado:

TERCER PASO

“Decidimos poner nuestra voluntad y nuestras vidas al cuidado de


DIOS tal como nosotros lo concebimos”.

En esta gran decisión voluntaria de vida, definitivamente abandonamos


cualquier intento de seguir manipulando nuestras vidas, la humildad nos
permite llegar a un grado tal de FE, que nos abandonamos con absoluta
entrega a los designios que solo nuestro DIOS sabe manejar. Seremos lo
suficientemente sencillos para dejar que DIOS nos guíe por el camino de la
vida, porque hemos logrado algún grado de humildad, ya no luchamos, no
resistimos, solo sustituimos nuestra fuerza de voluntad por nuestra buena
voluntad estando conscientes de que apenas somos instrumentos de DIOS
cuyo objetivo es enseñarnos a amar y permitirnos llevar este mensaje de
amor con gratitud hacia donde ÉL nos indique.
Si recordamos el despertar espiritual de Grover, veremos cómo dentro
de esa hermosa experiencia, él se lanza desde “la orilla de un precipicio
que era tan profundo que parecía no tener fondo.” atendiendo, según
Grover, a “una voz que me decía que saltara. Yo sentía que DIOS me
estaba hablando” y entonces luego de algunas dudas él se arrojó con
decisión, describiéndolo de esta manera: “No tenía miedo ni me sentía
inseguro. Me lancé al precipicio y gracias a DIOS no pasó nada. ÉL me
apoyó y sentí una gran seguridad, como nunca antes la había sentido.”
“Estaba en las manos de un Poder Superior y yo estaba totalmente
consciente de ello”.
Se puede decir que Grover cayó en los “brazos amorosos” de DIOS que
lo acunaron y lo protegieron, llevándolo a una especie de viaje astral
alrededor del mundo o como él dijo “a un lugar del cielo” regresándolo
sano y salvo.

26
Lo revelador de esta experiencia es que Grover se lanza con la más
absoluta confianza y fe en los brazos de DIOS, dejándonos un vivo ejemplo
de cuál es la actitud correcta que se debe observar al hacer este TERCER
PASO.
El TERCER PASO es el punto de inicio para conocimiento profundo de
DIOS. Aquí empezaremos a comprenderlo, a “verlo”, a conversar con ÉL, a
entablar una sólida amistad, a confiar plenamente en ÉL, llegando al final a
una completa comunión con ÉL a través del AMOR que nos irá prodigando
a lo largo de nuestro proceso de crecimiento.
Cabe destacar que no existe ningún tiempo preestablecido para estos
procesos internos, cada quién tiene su ritmo personal, es una pérdida de
tiempo tratar de compararse con los demás: “Que si fulanito o perencejo
va más adelantado que yo y eso que empezamos juntos en el programa”,
“Que si aquel que tiene diez años en N.A. y está más enfermo que yo que
tengo menos tiempo dentro del PROGRAMA” y así por el estilo. Debemos
recordar que este camino que escogimos no es una carrera de pista
olímpica a ver quién llega primero, este camino o mejor dicho este viaje,
es como una gran peregrinación colectiva hacia el mundo divino y más
específicamente hacia el encuentro con DIOS, en donde todos tenemos
una responsabilidad específica y una dinámica personal que nos permite
avanzar a determinada velocidad, ¡ojo! no es cuestión de inteligencia ni
de capacidad, sino la conjunción de infinidad de factores personales entre
los que se encuentra el entendimiento de la gran filosofía que se esconde
detrás de los lemas: “Vive y deja vivir”, “Poco a poco se llega lejos”,
“Primero lo primero”, “Sólo por hoy”, lo que significa que, si alguien ha
logrado importantes avances dentro del programa, es porque se ha
mantenido, de veinticuatro en veinticuatro horas, fiel a los siguientes
principios: FE, DISCIPLINA, RESPONSABILIDAD y el más firme deseo de
curarse de la enfermedad llamada egoísmo innato.

LA HUMILDAD COMO HERRAMIENTA DE AUTOANÁLISIS O


AUTOCONOCIMIENTO: PASOS 4, 5, 6 (Diapositiva Nro. 5):

CUARTO PASO

“Sin ningún temor hicimos un inventario moral de nosotros


mismos”.

A este nivel ya tenemos abiertos algunos importantes canales o puentes


espirituales para iniciar el gran viaje interno que nos depara el CUARTO y
el QUINTO PASO; seguimos utilizando la humildad como llave de apertura a
nuestro más profundo interior. Haciendo nuestro inventario moral por
escrito en el CUARTO PASO, sacaremos a flote todos los eventos negativos
que han marcado nuestra vida, así como también los positivos, para ello
ponemos nuestra mirada fija hacia adentro, eso sí, no con una lupa, si no
con un microscopio electrónico capaz de ver hasta nuestra más mínima

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partícula interna y entonces entramos en acción tomando lápiz y papel, y
con ello también empezaremos a descubrir el valor de la escritura, porque
a través de ella llegaremos al conocimiento más exacto de quienes somos.
La escritura es llevar a la realidad nuestros pensamientos, con ella le
damos forma a las ideas, las organizamos y las estructuramos, con la
escritura las palabras cobrarán más importancia y se fijarán mejor en
nuestras mentes ya que las hemos transformado de invisibles a visibles,
las podemos tocar, las podemos ver, las podemos leer y releer, las
podemos borrar, cambiar, añadir; la escritura es un recurso ilimitado que
DIOS pone en nuestras manos para su mejor utilización y honra.
No es fácil ponerse a escribir, pero créanme compañeros, que no existe
otro método más efectivo. Con la humildad lograremos sentarnos (a veces
con la ayuda nuestra madrina o padrino) en el escritorio o la mesa, agarrar
el cuaderno y el lápiz y comenzar a contestar el cuestionario, iniciando con
confianza nuestro más importante viaje de autoconocimiento.
Un psicólogo amigo y asesor de la comunidad me comentó que si sentía
alguna resistencia en contestar el cuestionario, bien podía empezar con
una narración “Light” de mi vida, escribiendo a grandes rasgos una historia
completa sin tantos detalles, eso me facilitaría el camino hacia mi
encuentro terapéutico en el CUARTO PASO.
Nuestro Grover tenía un clarísimo concepto general de la humildad, sin
embargo vean lo que para él significa en relación al CUARTO PASO cuando
respondió a la siguiente pregunta:

Pregunta: “¿A qué tiempo de haber llegado al grupo se hace el CUARTO


PASO?”
Respuesta: “Siempre es necesario aplicar los pasos lo más pronto
posible, pero algunas veces hay unas personas que no están preparadas.
Uno puede empezar escuchando y anotando. Pero no es aconsejable
esperar mucho tiempo, ni es conveniente hacerlo complicado. Cuando se
hace con humildad es bastante sencillo y además se pierde el miedo de
entrarle al programa, por eso debemos buscar la humildad”.

Con la humildad garantizamos terminar de la forma más honesta nuestro


balance de vida, y cuando hablamos de balance o inventario se me hace
muy necesario repetir que esta acción comprende tanto la identificación
de las cosas malas como la de las cosas buenas que hay dentro de
nosotros, ambos elementos son de suma importancia como veremos más
adelante.
Habiendo identificado la raíz exacta de nuestros defectos de carácter,
comienza un proceso muy efectivo de descontaminación de nuestro
inconsciente. Comenzamos a desmantelar aquella vieja programación
neurótica entrando en el QUINTO PASO:

QUINTO PASO

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“Admitimos ante DIOS, ante nosotros mismos y ante otro ser
humano, la naturaleza exacta de nuestras faltas”.

Admitir ante nosotros mismos, luego ante DIOS en detalle y con toda la
honestidad que este acto merece, se convierte en otro evento liberador
que nos impulsa con humildad a seguirnos deslastrando de nuestros
demonios internos, expulsándolos y reconociéndolos ante otro ser humano
de nuestra más absoluta confianza.
La intención de este trabajo no es tanto profundizar en los pasos, más
bien pretendemos establecer un sutil engranaje, entre los DOCE PASOS
DE RECUPERACIÓN y este bien, llamado La Humildad, para así demostrar
la gran amplitud de acción y versatilidad que ella posee y cómo la misma
nos va a acompañar constantemente, abriéndonos todos los caminos
necesarios para encontrarnos a nosotros mismos, llegando a saber a
cabalidad, lo que realmente somos y lo que podemos llegar a ser en
función de lo que hemos vivido.
En estos CUARTO Y QUINTO PASOS descubriremos que aunque hemos
hecho cosas indebidas, producto de la deformación de nuestra emociones
e instintos naturales, también poseemos una matriz noble, que también
hemos sentido, vivido y hecho cosas buenas en la vida y lo más
importante, que el amor está y siempre ha estado dentro de nosotros, sólo
que creamos barreras para impedir inconscientemente que él se
manifieste en forma plena ante el mundo.
Indudablemente que tendemos a concentrarnos más en las cosas malas
que en las buenas ya que ellas son la manifestación directa de nuestro
egoísmo y es lo que a la larga queremos desaparecer de nuestras vidas,
pero no debemos perder de vista los aspectos positivos de nuestra
personalidad (por muy pequeños que nos parezcan) ya que ellos serán el
punto de partida para la formación del nuevo individuo, con la humildad se
irá descubriendo el velo que mantiene oculto a nuestro verdadero yo, ese
yo amoroso que está ansioso por despertar.

SEXTO PASO

“Estuvimos dispuestos a dejar que DIOS eliminase todos estos


defectos de carácter”.

En el SEXTO PASO nos vamos a encontrar en un oasis espiritual donde


construiremos una sólida plataforma de despegue hacia el verdadero
cambio. Es un remanso tranquilo de tiempo y espacio en donde
ubicaremos dentro de una madura perspectiva cuál es nuestra relación
con DIOS y con nuestro entorno. Es una fase de transición en donde se
ubica una especie de área de reconocimiento personal sopesando nuestros
avances. Estaremos en capacidad de valorar en su más justa dimensión
nuestra liberación de las formas primarias que nos servían de evasión o

29
escape (gula, cigarrillos, alcohol, fármacos, drogas ilícitas, café, otras
compulsiones, etc.) afianzaremos más nuestros conocimientos de los
CINCO PASOS anteriores, reafirmaremos nuestras nuevas herramientas
adquiridas, igualmente estableceremos una clara conciencia de cuáles son
los defectos de carácter y cuales las deficiencias que nuestro egoísmo
insiste en mantener tercamente en nuestras vidas y fundamentalmente
logramos una fuerte compenetración con el valor de la humildad ya que al
entrar en el PASO SIETE la invocaremos directamente en su enunciado.
Diremos en términos deportivos, que estamos dando repetidos saltos en el
trampolín de la madurez.

LA HUMILDAD COMO HERRAMIENTA DE CAMBIO PROFUNDO, (PASOS 7, 8, 9 y


10). (Diapositiva Nro. 6):

SÉPTIMO PASO

“Humildemente le pedimos a DIOS que nos librase de nuestros


defectos”.

Es en este paso donde se invoca “oficialmente” y en forma directa, la


palabra “humildemente”, sin embargo, ya para nosotros es
completamente familiar este valor, porque desde el PRIMER PASO nos
hemos visto en la necesidad de practicarlo, so pena de no poder avanzar
hacia las profundidades del PROGRAMA.
Si hemos llegado correctamente a este PASO, entonces quiere decir que
ya estamos preparados para iniciar en forma efectiva el proceso de cambio
de personalidad que ya venía fraguándose en el horno de la humildad
desde hace un buen tiempo.
Pero es en este PASO donde vamos a utilizar dicha humildad como
herramienta fundamental para la lucha espiritual. En esta lucha se
equiparan las acciones ya que los contrincantes que son nuestra vieja
personalidad comandada por el egoísmo, y la nueva personalidad
comandada por el amor, están de igual a igual y ya verán porqué.
En este PASO poseemos tanto la conciencia como la seguridad y el
carácter necesarios para solicitar “Humildemente a DIOS que nos libre de
nuestros defectos”, le pedimos con propiedad a DIOS porque desde el
TERCER PASO hemos desarrollado una estrecha relación con ÉL, le
tenemos confianza o mejor dicho FE; sabemos que es ÉL, el que nos va a
asistir constantemente para que nos elimine todos nuestros defectos de
carácter, pero ¡ojo!, no debemos exigirle nada, sólo solicitarle con
humildad que elimine nuestras deformaciones ya que el cómo, a qué
velocidad y cuales defectos nos irá eliminando, lo decide ÉL y solo ÉL, no
nosotros, así que mucha paciencia, compañeros, que no es otra cosa que
humildad para esperar los cambios.

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Decimos que la lucha se equipara por lo siguiente: Tanto el viejo “yo”
dominador y persistente, como el nuevo “yo” que ya empieza con amor a
abrirse a la vida como la flor de la diapositiva 6, poseen el mismo peso
específico, ya nuestra vieja personalidad no está en ventaja, fíjense,
nuestro poderoso ego enfermo (egoísmo), ya no actúa encubierto, lo
hemos desnudado, ya conocemos su historia, como se fue desarrollando y
a expensas de que fue creciendo adentro de nosotros, conocemos su
forma de manipularnos y cuáles son los defectos de carácter que él usa
para controlar nuestras vidas. Por otro lado está nuestro nuevo “yo”, ese
yo que estaba dormido o en estado de vida latente, ese yo donde reside el
verdadero amor, ese yo donde está domiciliado DIOS, ese yo que estaba
aguardando pacientemente para ser despertado, que viene cobrando vida
y fuerza con la práctica de los pasos de recuperación, que viene tomando
conciencia propia, ese yo que viene emergiendo con determinación y que
pretende barrer a estos viejos patrones para implantarse definitivamente
en nuestro interior y así lograr una total conversión física, mental y
espiritual.
Así, que la lucha está pareja, hablando en términos boxísticos los dos
contrincantes están en la categoría de “Pesos Pesados” y listos para el
combate.
Sin embargo nos debe quedar bien claro que este cambio será el
producto de un gran enfrentamiento entre estas dos fuerzas, una que se
niega a morir y la otra que nace a la vida, dentro de nosotros no hay lugar
para ambas, nuestra nueva personalidad no admite ambigüedades, ni
contradicciones; o logramos una vida plena en función del amor o
seguimos actuando reactivamente en base a emociones primarias mal
canalizadas por la neurosis, el nuevo yo representa a ese amor y el viejo
moribundo yo representa al egoísmo.
También nos debe quedar muy claro que la lucha por el cambio nos va a
ocasionar nuevas sensaciones y sentimientos, algunas veces agradables
pero otras veces tan dolorosas y tan traumáticas que estos normales
“Dolores de crecimiento” pudiesen llegar a confundirse con sufrimiento y
este punto es supremamente delicado porque muchas personas no lo
soportan y pueden estancarse e inclusive alejarse del PROGRAMA por el
temor natural al dolor.
En la gráfica de la curva de la enfermedad, que está en todos los grupos,
tenemos muy bien explicado que cuando descendemos hacia el gran fondo
emocional, nuestra vida está signada por el sufrimiento, pero que cuando
vamos ascendiendo hacia nuestra recuperación ese sufrimiento se trastoca
en dolor de crecimiento, al cual es necesario reconocerlo como parte,
precio o sacrificio que hay pagar para lograr el cambio que nos habilitará
para entender el amor en su más pura esencia y en consecuencia el gozo
pleno de la vida.
Así que, mis apreciados compañeros, lo que quiere el egoísmo
derrotarnos en combate, es dejarnos “noqueados” en la arena de la lucha
espiritual, el egoísmo lo que desea es robarnos las fuerzas para seguir

31
luchando, el pretende que volvamos al punto inicial o que nos
estanquemos o que no lleguemos al punto final de recuperación, su
objetivo es no dejarnos avanzar y que nos caiga la maldición de Sísifo,
aquel personaje de la mitología griega que en castigo por su mal
comportamiento, los dioses condenaron a empujar por una loma, cuesta
arriba, una pesada piedra redonda y antes de llegar a la cima dejarla caer
voluntariamente hasta abajo, para luego empezarla a empujar de nuevo y
dejarla rodar, repitiendo este ciclo indefinidamente de por vida.
Siguiendo en este mismo orden de ideas, habíamos comentado que el
ego enfermo es una energía poderosa muy mal canalizada y su fuerza se
debe a que nos ha dominado durante muchos años y que cada veinticuatro
horas que pasan sin detenerlo, se perfecciona y se afianza más y más;
pero resulta que el amor que va incubándose en nuestro interior gracias a
la humildad y nuestro PROGRAMA, es aún más fuerte, sólo que no
conocíamos su poder y es en este SÉPTIMO PASO donde vamos a entender
ese poder y utilizarlo para doblegar al egoísmo y desaparecerlo para
siempre de nuestra personalidad, porque si DIOS es amor y DIOS es la
entidad más poderosa del universo, entonces el egoísmo está condenado a
ser desaparecido de nuestras vidas por intermedio del amor. De allí que
entender al amor y su inmensa fuerza es entender a DIOS y aprender a
amar y actuar en consecuencia en torno a este sublime valor, es el
objetivo más importante de nuestras vidas y el factor clave de la cura total
de nuestra enfermedad, por lo tanto debe ser puesto de primero dentro de
nuestra escala de valores.

Y hablando de amor, les comparto que los PASOS OCHO y NUEVE son los
pasos donde confluyen la madre y la hija, es decir, el amor y la humildad;
ambas se encuentran para actuar en equipo ya que son los PASOS donde
el PERDÓN cobra la gran dimensión y profundidad que posee, pero para
que opere de manera fluida y en la correcta dirección debe hacerse con la
llave del amor y la humildad, como veremos seguidamente:
El amor es quién empuñará el martillo de la humildad, el cual golpeará
incesantemente al cincel del perdón que romperá las cadenas
esclavizantes del odio y del resentimiento para liberarnos plenamente y así
sanar definitivamente las heridas del alma.

OCTAVO PASO

“Hicimos una lista de todas aquellas personas a quienes habíamos


ofendido y estuvimos dispuestos a reparar el daño que les
causamos”.

NOVENO PASO

32
“Reparamos directamente a cuantos nos fue posible el daño que
les habíamos causado, salvo en aquellos casos en los que el
hacerlo perjudicaría a ellos mismos o a otros”.

Ahora bien es necesario manejar, que el perdón actúa sobre la base de


cuatro competencias:

– Saber que ya todos nuestros errores u omisiones están


perdonados previamente por Dios.
– Perdonarse a sí mismo.
– Perdonar a quienes no nos comprendieron durante nuestra
enfermedad, así como a los que no nos comprenden actualmente
en nuestra recuperación dentro del programa.
– Pedir perdón a las personas que hemos dañado.

Vamos a considerar un momento estas cuatro competencias del perdón:


Les decía que en los PASO OCHO y NUEVE se entrelazan el amor y la
humildad porque al saber que DIOS en su infinita comprensión y amor, nos
ha perdonado todos nuestros grandes, medianos y pequeños pecados,
comenzamos a sentir su excelso amor, su bondad, su tolerancia, su
magnanimidad. Sentir que ÉL nos ama sin ninguna condición es saber
cómo se puede proyectar el amor en nuestro interior y más importante
aún entender como proyectarlo hacia nuestro exterior.
Ahora bien, como ya nos sabemos perdonados por DIOS y acusamos un
sincero arrepentimiento, nos es más fácil pasar a la segunda competencia
del perdón que es el acto de perdonarnos a nosotros mismos. Este duro
proceso ya había comenzado en los PASOS CUATRO y CINCO, usando la
humildad como herramienta de autoanálisis; más sin embargo es
necesario sacudirse definitivamente de encima ese tormentoso
sentimiento de culpa que nos invade cada vez que recordamos nuestras
malas acciones.
Cuando nos perdonamos a nosotros mismos podemos recordar esos
momentos del pasado, como una lección de vida, como algo anecdótico
para no repetirlo, cuando logramos perdonarnos a nosotros mismos ya
vemos el pasado como nuestro gran patrimonio de vida, es nuestro camino
recorrido, es nuestro tesoro, más que un libro de vida es nuestra gran
biblioteca, nuestro más completo banco de datos, la mejor referencia de
que hemos vivido y hemos vivido de acuerdo a nuestra naturaleza
humana y cuando logramos perdonarnos, llegamos a sentir que valió la
pena vivir y respetamos a nuestro pasado porque ese fue el camino que
DIOS destinó para nosotros y debemos quererlo como a nuestra mejor
escuela.
El día que lleguemos a perdonarnos totalmente, podremos decir esta
afirmación con plena conciencia y gozo: “Si volviera a nacer, repetiría mi
vida exactamente igual, sin ningún cambio”.

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En los dos actos anteriores de sabernos perdonados por DIOS y de
habernos perdonarnos a nosotros mismos apenas comenzamos a sentir y
vivir la grandeza del perdón y del amor ya que en el primero sentimos la
comprensión y el inmenso amor que DIOS nos tiene y en el segundo acto
empezamos con el proceso de amarnos, si compañeros, perdonarnos es un
acto de amor interno, solo así nos podremos llenar de amor para luego
poderlo irradiárselo a nuestros semejantes, porque nadie puede dar de lo
que no tiene.
Habiéndonos perdonado con honestidad, ya tendremos preparada y lista
para aplicar la herramienta de la humildad a fin de entrar en la tercera
competencia del perdón, es decir, perdonar a quienes nos dañaron o
simplemente no nos comprendieron durante nuestras crisis neuróticas, el
perdonar a otros no sólo elimina los resentimientos y odios que están
alojados en algún espacio de nuestro corazón, sino que le cede ese espacio
al amor que sin duda nos viene invadiendo poco a poco.
En la cuarta competencia o cuarto acto del perdón se crea el escenario
donde la humildad y el amor hacen su acto de comunión estelar, ya que
debemos agachar la cabeza con humildad para pedir perdón por los daños
causados con total arrepentimiento y aceptar con amor tanto la
reconciliación, como el rechazo o la posible agresión de la persona
agraviada en caso de no surtir efecto nuestra solicitud de perdón.

DÉCIMO PASO

“Continuamos haciendo nuestro inventario personal y cuando nos


equivocamos lo admitimos inmediatamente”.

En el PASO DIEZ, la práctica de una humildad cotidiana, nos va a permitir


pulir los PASOS CUARTO y QUINTO, eliminando los vestigios malsanos del
pasado que aún están enquistados en nuestro inconsciente, este tipo de
humildad doméstica pero muy efectiva, nos va a permitir desarrollar la
habilidad de detectar rápidamente y casi en el acto, nuestros errores
diarios, para luego admitirlos y posteriormente corregirlos haciendo un
balance diario de nuestro comportamiento para mejorarlo posteriormente.
Los veteranos en esta materia me han recomendado, que se debe iniciar
este paso apuntando en una libreta todas esas cosas malas y buenas
pensadas, habladas y ejecutadas a lo largo del día para en la noche
proceder a su análisis y corregir lo que haya que corregir y reafirmar lo
que haya que reafirmar (un ‘cierre de caja’ espiritual), también me dicen (y
así lo creo) que con el tiempo podremos prescindir de esa libreta de
anotaciones ya que habremos adquirido la habilidad o veteranía mental de
“detectar, admitir y corregir” con una velocidad casi automática, hasta
llegar al elevado nivel que de nuestras bocas solo salgan las palabras
apropiadas y de nuestra humanidad las acciones adecuadas.
En este paso podemos decretar que hemos entrado en los predios de
aquella humildad que se refería con gran acierto Bill W., él hablaba de una

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“Humildad Realista” como una forma de describir nuestra capacidad de
entender claramente y día a día cuál es nuestra realidad verdadera,
quienes somos, donde estamos, cuál es nuestra función en este mundo y
como debemos relacionarnos con él.

TRAMPAS DEL CAMINO: “LA FALSA HUMILDAD” (Diapositiva Nro. 7):

En este nivel de la ponencia se me hace imprescindible hacerles una


alerta muy importante y le puse ese título “trampas del camino” porque es
muy fácil caer en la trampa de la falsa humildad.
En honor a la verdad, es muy fácil desviarse del camino del PRIMER
LEGADO, porque todos los defectos de carácter que venimos arrastrando
nos pueden sabotear el mismo, e inclusive sacarnos de él hacia otras rutas
muy rutilantes pero tan engañosas que son enceguecedoras, además de
eso el ser humano posee una tendencia natural a buscar lo inmediato a
través de atajos, pero no vamos a analizar estos casos, acá vamos a
precisar e identificar únicamente a la falsa humildad.
Es común la tentación de actuar bajo la careta de la humildad, es decir
que externamente nos comportamos como personas calladas, hacendosas,
proactivas y hasta afectuosas, sin embargo internamente la motivación de
esa conducta fingida solo desea obtener el aplauso, el prestigio, el poder
de la manipulación, en fin, la obtención de alguna recompensa egoísta a
cambio de esa conducta calculada a nivel consciente o inconsciente y esta
conducta incongruente se explica porque la falsa humildad se alimenta y
obedece nada más y nada menos que al orgullo, la vanidad, la soberbia, la
autosuficiencia, la hipocresía, la jactancia y la abyección.
Fundamentalmente se alimenta del orgullo, ya que está demostrado que el
orgullo es hijo directo del egoísmo y que a partir de él se generan los
demás defectos de carácter antes mencionados, el orgullo es la completa
antítesis de la humildad.
En la diapositiva 6 hacemos la analogía con un cactus, el cual está
coronado por unas flores muy bonitas, pero el tallo está minado de
espinas, así mismo es el que practica la falsa humildad, bonito en la
superficie, pero de sentimientos espinosos en lo interno.
El gran filósofo y pensador de la era moderna Immanuel Kant la
denominó Humilitas Spúria o humildad viciosa para distinguirla de la
humildad virtuosa. Así que compañeros, ojo avizor y mucha madurez para
detectar este antivalor que nos puede llegar a desviarnos del camino
verdadero y perjudicar a la estructura de N.A. en un momento dado.

LA HUMILDAD EN EL EQUILIBRIO FÍSICO, MENTAL Y ESPIRITUAL (Diap. 8).

Y hablando de las trampas del camino, sus atajos y desviaciones, una de


las dificultades que presenta la evolución hacia la madurez espiritual es
adquirir la habilidad para mantenernos en el centro del triangulo que
encierra nuestra naturaleza física, mental y espiritual (Diapositiva Nro. 8):

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Vean como en la diapositiva, LA HUMILDAD se ubica a modo de
esqueleto externo, que sirve como aglutinante para mantener en equilibrio
los tres elementos (físico, mental y espiritual) que componen la totalidad
del ser humano y está representado en forma de triángulo, para
justamente mantenernos en el centro del mismo, (la palabra NA en el
centro del triángulo no se refiere a la comunidad, sino al Neurótico
Anónimo como individuo).
Para utilizar un ejemplo simple, la humildad funciona como el molde
triangular usado en el billar, el cual mantiene a todas las bolas dentro del
mismo. Con esto quiero decir que nada hacemos si nos dedicamos a
trabajar por separado estos tres elementos.
Es muy común ver a algunos compañeros obsesionados con los
psicólogos, psiquiatras y terapeutas, otros con las religiones y
comunidades pseudoespirituales (magia, hechicería, esoterismo) otros
esculpiendo sus cuerpos febril y artificialmente (con fármacos) en los
gimnasios, manteniendo dietas férreas que solo aumenta su ansiedad,
otros abrazan el vegetarianismo y así sucesivamente, cayendo en
radicalismos perniciosos y tratando en forma parcelada cada área de sus
vidas; cuando en realidad lo que buscamos es la sanación sincronizada y
en conjunto de los tres factores antes mencionados.
Esta forma aislada de tratar el problema trae como consecuencia que tal
vez y sin darse cuenta, empiecen a salirse del centro del triángulo y a
concebir el PROGRAMA como algo complementario dentro de su estrategia
de recuperación, cuando la realidad verdadera nos indica que es al revés,
o sea que debemos tomar el PROGRAMA como eje fundamental de
recuperación y de vida y, cómo no, ser humildes para tener la mente
abierta a fin de explorar y utilizar otras alternativas, pero eso sí, como
actividades suplementarias al PROGRAMA e ir enriqueciendo el mismo con
estas experiencias, a fin de mantenernos en el centro del triángulo.
Debo dejar en claro, para que no se mal interprete, que no es que esté
en contra de los profesionales de la salud mental, ni de las iglesias, ni
mucho menos de los deportes, muy por el contrario los considero aliados
fundamentales del programa por muchísimas razones que no vienen al
caso detallar en este momento. Lo que quiero puntualizar con esto, es que
las actividades de mejoramiento y crecimiento humano extra-programa se
pueden hacer en forma dosificada, equilibrada y siempre en función de
nuestro PROGRAMA, cuidándonos de las desviaciones, los fanatismos y las
obsesiones.
No se puede ni se debe descartar a la psicología convencional ya que
ella ha hecho unos tremendos aportes a nuestro programa; en este punto
es necesario recordar que nuestro cofundador Grover, fue psicólogo clínico
y fue él quien introdujo el término ortosicología (el correcto uso de la
psicología) para darle una connotación científica al PROGRAMA. Pero si
trabajamos únicamente con ellos, por separado, entonces nos estaremos
saliendo del centro del triángulo. Me explico: Trabajar solamente con la

36
psicología convencional indica que solo estaremos aplicando una
terapéutica científica sobre nuestras emociones, dejando en descuido
tanto el aspecto físico, como el espiritual. Si por el contrario nos
dedicamos, en forma vanidosa, solamente a mantener un cuerpo atlético
para cumplir con las ordenanzas sociales y a la vez nos alimentamos
sanamente pero en forma obsesiva, nos alejaremos de lo mental y del
alimento espiritual. En cambio si nos refugiamos de lleno en la iglesia,
solamente estaremos dedicados a nuestra religiosidad y eventualmente a
nuestra espiritualidad, dejando de lado los otros dos aspectos.
Por cierto, antes de proseguir quiero hacer un alto para comentarles las
diferencias que existen entre la religiosidad y la espiritualidad. Cuando les
hable de religión, lo haré en su concepto más general, sin involucrar
alguna en especial:
En mi opinión, la religión es un sistema de creencias, es una forma
particular o específica de concebir a DIOS. La religión está sustentada y
fundamentada en base a doctrinas y/o dogmas practicados en forma de
ritos, los cuales a su vez, son actos ceremoniales simbólicos, concebidos
para darle realce, estilo propio y para reforzar un conjunto de creencias.
La religión es una forma ortodoxa de concebir el mundo divino. Cuando
describo a la religión de esta manera, no piensen que la estoy criticando o
juzgando, solo establezco sus características más generales para tener un
punto de referencia comparativo a la hora de hablar de la espiritualidad.
Para terminar el punto, esta sentencia:
“La religión se convierte en la camisa de fuerza del alma, cuando no se la
practica con espiritualidad”.
En cambio la espiritualidad es otra cosa, me atrevo a decir con fervor,
que la espiritualidad lo es todo, son todos los acontecimientos que ocurren
en el mundo visible e invisible, desde el fenómeno de la respiración, que
involucra a esa molécula de oxigeno donde DIOS está presente y que sirve
para mantener la vida, pasando por actos “aparentemente” cotidianos
como abrazarnos, compartir un café o té con alguien a quién apreciamos,
celebrar en familia, oír música sublime, la concepción de una vida cuando
un óvulo y un espermatozoide se unen, observar el comportamiento de un
niño, acariciar una mascota o simplemente contemplar extasiados la
naturaleza que nos rodea, valorándola en su más justa dimensión; todo
esto y hasta los eventos universales más gigantescos que la mente
humana no puede comprender, son ejemplos de actos espirituales.
La espiritualidad es la sumatoria de todas las religiones del planeta y
más allá, ya que incluye el ateísmo y todas las formas de pensamientos
creencias concebidas por el ser humano. Para ilustrar lo que trato de
transmitirles voy a transcribirles algo del libro “Llegamos a creer” de AA:

“La espiritualidad es un despertar. Es comprensión. Es la libertad si


consideras el miedo como una esclavitud. Es confianza. Es adherirse a los
dictados de su conciencia, es un agudo y claro deseo de sobrevivir. Es un
hombre o una mujer, es la alegría de ser joven en un mundo joven. Es

37
gratitud por todos los acontecimientos del pasado que lo trajeron a un
momento de justicia. Es ver un poder mimético hacia el bien, en todo y
cada uno de los seres humanos. Es paciencia ante la estupidez. Es querer
ir a casa a pesar de ya estar ahí. Es mirar a alguien que aparentemente es
repugnante pero que irradia belleza. Es un niño. Es ver a una oruga
transformarse en mariposa. Es el convencimiento de que sobrevivir es una
lucha salvaje entre usted y su ego. Es el jalón magnético hacia aquellos
que están abajo y afuera. Esa cosa tan especial que es la espiritualidad no
se le puede dar a un ser humano por medio de las palabras. Si todos los
hombres deben tenerlas, entonces todos los hombres deben ganárselas a
su propio modo, por su propia mano marcada con el sello particular de
cada uno, dentro de su propio derecho individual”. (Extracto de el artículo “En su
propio derecho individual” del libro Llegamos a creer… Pág. 14).

En lo personal estoy convencido de que la espiritualidad es a menudo


tan complicada de explicarla, que es preferible sentirla y vivirla a plenitud
que tratar de entenderla intelectualmente.
Se puede ser religioso sin ser espiritual, se puede ser espiritual sin ser
religioso, se puede ser religioso y espiritual a la vez y hay otra alternativa,
dentro de la cual en lo personal me inscribo, en donde se puede ser
interreligioso y espiritual a la vez; esta forma de actuar solo pretende
impulsar el diálogo entre todas las religiones serias a fin de que puedan
lograr trabajar en paz y armonía, en función del único objetivo que las
impulsa: DIOS.
Finalizo este punto diciendo que con la humildad como amalgama
espiritual del programa, vamos a desarrollar una gran capacidad de
interconectar las tres áreas básicas de nuestra existencia (física, mental y
espiritual), comprometiéndolas con el PROGRAMA y a nosotros
mantenernos en el centro del mismo.

LA HUMILDAD COMO HERRAMIENTA ESPIRITUAL: (PASOS 11 y 12) (Diapositiva


Nro.9).

UNDÉCIMO PASO

“Buscamos a través de la oración y la meditación mejorar nuestro


contacto consciente con DIOS tal y como lo concebimos,
pidiéndole solamente que nos dejase conocer Su voluntad para
con nosotros y nos diese la fortaleza para cumplirla”.

En esta diapositiva la palabra LA HUMILDAD ubicada en el bosque, en la


parte arriba, simboliza que a este nivel ya la misma debería empezar a
confundirse con el follaje de nuestra personalidad, por ser parte de la
misma, sin embargo, más abajo observarán que aunque hemos
conseguido “alguna” serenidad en el río de nuestras vidas, todavía quedan
algunas cuantas turbulencias en nuestras emociones, representada por

38
esa pequeña caída de agua en la cual está superpuesta de nuevo la
palabra HUMILDAD como forma de contrarrestar alguna emoción que
pretenda desbordarse.
Pero pasemos a ver como se desenvuelve en este plano espiritual:
Definitivamente, si la humildad como herramienta de cambio logra un
cambio de personalidad, la humildad como herramienta espiritual cambia
el alma y el espíritu. Antes de continuar nos sería muy útil considerar la
diferencia entre ambas: El alma es una sustancia etérea que se constituye
en el motor energético que impulsa nuestras acciones como seres
humanos y su esencia es individual, algunos autores sostienen que el alma
es una ramificación especializada del espíritu que atiende al individuo en
forma personalizada.
En cambio el espíritu, aún cuando al igual que el alma, es una sustancia
incorpórea e invisible, alternativa a la materia y que nos une a un todo
universal, es fundamentalmente de esencia colectiva y es justamente el
vehículo o “Caldo cósmico” que nos comunica a todos con “Todo”,
especialmente con ese Ser Superior tal y como lo entendemos. Aún no se
ha descubierto donde residen el alma y el espíritu, pero lo que sí está claro
es que todos los eventos espirituales se domicilian en el cerebro, de allí la
importancia de entender cómo funciona el mismo y como fluyen las ideas
que a la final son las que le dan forma y estilo a nuestra conducta.
Para que se logre una conversión trifásica total (física, mental y
espiritual) es necesario conmover nuestra esencia espiritual más íntima y
para lograrlo no existe nada más completo que el PASO ONCE.
El PASO ONCE es el complemento del PASO TRES, así como los PASOS
CUATRO y CINCO actúan hermanados, el Paso Tres y el Once también
actúan complementándose o mejor dicho profundizando la acción del
primero.
En este PASO nos dedicaremos buscar una conexión directa con DIOS. La
meditación y la oración es nuestro lugar de encuentro con ÉL y si
recuerdan como comienza aquella máxima de la Madre Teresa que les
referí anteriormente cuando les hablaba sobre el servicio: “El fruto del
silencio es la oración……..”, verán que sin silencio no podrá haber un
contacto efectivo con DIOS y es en este momento de hacer silencio donde
entra en acción como herramienta la humildad espiritual, si compañeros,
para hablar con DIOS hay que practicar una humildad profunda y espiritual
para callar al ego que convierte a nuestra mente en una maraña anárquica
de pensamientos desordenados y en consecuencia permitir el escenario
silencioso adecuado para que ÉL nos hable.
Encontrar ese silencio, es entrar en ese estado neutral al cual no
estamos acostumbrados, ya que siempre hay un “ruido” en nuestras
mentes, siempre estamos en constante diálogo interno o externo, siempre
con ansiedades, con quejas, siempre pidiéndole cosas personales al Ser
Superior, pero ¿En qué momento nos quedamos en estado de quietud
mental?, la respuesta es: ¡casi nunca! cosa que nos dificulta hacer el
silencio necesario para conectarnos con DIOS. Con el silencio y la oración

39
logrados a través de la humildad espiritual, permitiremos que ÉL nos hable
con ese lenguaje divino que solo puede ser entendible al despertarse
aquellos núcleos cerebrales aletargados (lóbulo derecho) donde reside la
espiritualidad, DIOS no habla en inglés, ni en francés, ni en alemán, ni en
mandarín, DIOS sólo habla en AMOR en FE y en VALORES, pero ese
lenguaje intenso y directo solo se puede entender en un estado perfecto
de humildad espiritual.
La humildad espiritual nos regala una agradable sensación que nos
mueve a sentir que aunque pequeña, somos una parte importante de este
vasto universo, que nos da la certeza de que no estamos solos porque
sentimos que nuestro espíritu y nuestra alma forma parte de un todo
universal que no es otra cosa que DIOS.
En este particular San Francisco nos dio una lección práctica de humildad
espiritual, también de que el universo somos todos y que todos estamos
unidos espiritualmente, cuando al contacto con la naturaleza en sus largos
peregrinajes llamaba al agua “Hermana agua”, al viento lo llamaba
“Hermana brisa” a la Luna “Hermana Luna” y al Sol “Hermano Sol”, así
mismo, en sus oraciones jaculatorias y adoraciones al aire libre, las aves
se congregaban en los árboles para acompañarlo y le cantaban a DIOS
cuando él se los pedía, incluso las plantas lo entendían, ya que en una
oportunidad él le solicitó a un almendro que le hablara de DIOS y el
almendro floreció sin estar en la estación.
San Francisco jamás hubiese necesitado de la física cuántica para saber
que somos materia y energía al mismo tiempo y que además somos un
TODO en donde DIOS está incluido en nosotros y nosotros en ÉL.
Por ello les quiero transmitir el concepto de plenitud espiritual expresado
y practicado por San Francisco de Asís:

“El hombre que está en el nivel de plenitud espiritual nada pide para sí, no
anhela riqueza ni le atraen los honores ni busca los placeres. Tampoco
necesita la ciencia puramente humana. Su espíritu, sobrenaturalizado por
la FE, respira en la esperanza, y su corazón, henchido de AMOR, late
satisfecho. ¡DIOS es todo para él!” (Instrumentos de tu paz, Alejandro F. Díaz. Pág.
14).

Esta humildad espiritual, es la llave que abre la puerta para el encuentro


consciente y personal con DIOS y con su mundo espiritualmente invisible
del cual somos parte activa y tiene sus leyes, sin embargo la humildad
espiritual no se conforma con abrirnos la puerta a DIOS sino que crea un
puente o canal de comunicación mental que nos induce al entendimiento
de aquella realidad divina que les comentaba al inicio, de ese escenario
divino que fluye bajo unas leyes que solo Él maneja a toda perfección, pero
que es necesario llegarlas a entender para que podamos cristalizar la
realización como individuos.

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Lograr la quietud mental es un reto, de allí que se necesite de un gran
esfuerzo. La meditación es quedarnos en silencio, es hacer silencio en
nuestro interior, es conseguir que la mente, el corazón y la voluntad se
introduzcan en la cámara secreta del silencio y desde ese silencio en forma
pasiva observar nuestro mundo interior (nuestro yo verdadero) y a
continuación observar el mundo exterior de forma pasiva. Es aprender a
ordenarle a la mente que esté tranquila e impávida. Es vivir el momento
presente, solo ese momento de forma plena.
La meditación es una especie de limbo consciente. Es un estado previo a
la oración y ésta es el camino para acceder a niveles inexplicables de
comunión con DIOS. La gran ventaja del PASO ONCE es que nos da entera
libertad para hacer la oración con el método que mejor se adapte a
nuestras creencias, costumbres y personalidad.
En lo personal creo y practico la meditación contemplativa, es decir
aquella experiencia vívida en donde más que dialogar, se siente la
presencia de DIOS, es aquella en donde no se usan las palabras sino el
sentimiento, aquella en donde le pido dirección con palabras mudas,
donde le ruego que se haga su voluntad y que me revele su voluntad para
conmigo, aquella donde nos comprometemos, a dejar de hacer nuestra
voluntad, para hacer la de ÉL, convirtiéndonos en sus servidores
incondicionales y para ello se le pide que nos invada de esa energía divina
llamada amor puro, es aquella donde se le implora que como sus
servidores nos permita actuar bajo ese amor y nunca más bajo el egoísmo,
es aquella donde no pedimos por nosotros, sino por los demás, por
nuestros padres y demás familiares, por los enfermos, por los presos, por
los que no creen en ÉL, pedimos que el amor penetre en la sociedad, en
sus líderes y con ello lograr la paz mundial, pedimos por nuestra
comunidad, y por muchas cosas más.
En conclusión como el PASO ONCE es un paso tan trascendental en
nuestra recuperación y en general en nuestras vidas, se hace necesario
darle un tratamiento solemne precedido por esa humildad espiritual que
nos permitirá eliminar los obstáculos naturales que nos impiden entender a
DIOS y su mensaje, solo así obtendremos esa madurez espiritual que
buscamos con esta reveladora práctica.
Y hablando de madurez espiritual les quisiera compartir rápidamente
algunos signos de esa madurez, ya que es necesario tener un perfil claro
de la persona que debemos aspirar a ser una vez que dominemos el
PRIMER LEGADO. La madurez espiritual se basa fundamentalmente, en la
capacidad de aceptación total en el término más extenso de la palabra.
El servidor que ha llegado a la madurez espiritual por intermedio de la
humildad además de poseer una absoluta capacidad de aceptación plena,
posee entre otras cualidades una sana autoestima, es paciente, tolerante,
no tiene deseo de prestigio, no discute, ha dominado la lujuria y todas las
conductas obsesivas-compulsivas, ha perdido el apetito desmedido por el
dinero y lo material, practica la “Ley del Dar” con absoluto amor y
desprendimiento y además en completa concordancia con la SÉPTIMA

41
TRADICIÓN, sabe escuchar, ha desarrollado el hábito por la lectura, es
asertivo, es coherente, sabe discernir, tiene dominio propio y por sobre
todas las cosas sabe lo que es el amor y lo practica a través del servicio.
“Saber que el servicio que prestamos en N.A. es exclusivamente a DIOS y
solo a DIOS es un signo inequívoco de Madurez espiritual”.

Cuando se consigue la madurez espiritual, cesa la lucha interna, el ego


está en el lugar que siempre ha debido estar; nuestra amorosa
personalidad fluye con suavidad, hemos encontrado un mar de serenidad
inconmovible y eso es lo que transmitiremos: Amor y paz duradera por ser
dueños de una humildad plena. (Diapositiva Nro. 10).

DUODÉCIMO PASO

“Habiendo experimentado un despertar espiritual como resultado


de estos pasos, tratamos de llevar este mensaje a los neuróticos y
de practicar estos principios en todos nuestros actos”.

En el PASO DOCE se ponen en conjunción todo lo asimilado en los PASOS


anteriores para cumplir con el único objetivo de nuestra comunidad:
¡Llevar este mensaje de esperanza a todo aquel que esté sufriendo!
Nuestro cambio radical, nos convierte en unos seres humanos confiables
para los demás, nos convertimos en unos mensajeros ambulantes sin
necesidad de andar vociferando consignas, nuestra humildad es la mejor
manera de hablar, cuando le llevamos el mensaje a una persona no
mostraremos ansiedad por hacerlo entender, no lo saturaremos con tantas
palabras, solo nos limitaremos a oírlo con interés y atención, debemos
dejar que la persona drene sus sufrimientos y frustraciones y cuando
tengamos una oportunidad insertaremos nuestro testimonial en una forma
natural y sincera.
La navegación correcta por los DOCE PASOS en correcto engranaje con la
humildad y en completa comunión con DIOS produce un ser humano de
una integridad incuestionable, expresada en tres coordenadas que
confluyen en una sola dirección, me refiero a que la forma de pensar, de
hablar y de actuar son coincidentes en todos los actos de su vida, somos
transparentes y de convicciones tan nítidas que hasta nuestros actos más
cotidianos están basados en función de virtudes y no de emociones. Nos
presentamos al mundo con toda la belleza interna que al igual que la flor,
hemos ido descubriendo poco a poco (Diapositiva Nro.11).

Bien compañeros ya hemos descubierto las diferentes facetas de la


humildad, ya no queda duda de la poderosa herramienta que ella es y del
enorme beneficio que nos brindará si la sabemos utilizar adecuadamente,
ahora veremos como esos beneficios individuales se proyectarán al resto
de la comunidad convirtiéndose en beneficios colectivos.

4.- ¿COMO INFLUYE LA HUMILDAD EN LA ESTRUCTURA DE N.A.?

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La gran sabiduría de nuestra literatura y específicamente de nuestro
Manual de Servicio, se evidencia en el hecho de que a partir desde el
mismísimo momento que alguno de nosotros aspira a ser Representante
de Grupo (R.G.) se nos pide, entre otras características muy importantes,
poseer el valor de la humildad, voy a citarlo textualmente y en negritas
tal cual el Manual: Tener “La humildad suficiente para buscar el
beneficio colectivo, antes que el propio”. (Pág. 84, MANUAL DE SERVICIO DE
NEURÓTICOS ANÓNIMOS). Vean que cuando dice “suficiente”, quiere decir que
aunque no dominemos en un cien por ciento (100%) ese valor, bastaría
con la humildad que se posea en ese momento o que hayamos sido
capaces de alcanzar a ese nivel, para que por lo menos con esa cantidad
de humildad seamos capaces de anteponer la unidad y los intereses de la
comunidad, antes que los nuestros. Esto en palabras sencillas quiere decir
que ya un R.G. se debe perfilar como un líder servidor con la suficiente
humildad y madurez espiritual como para aspirar legítimamente a los
servicios que le siguen, los cuales son de mayor responsabilidad y
trascendencia.
Antes de entrar en materia deseo destacar algo que considero de suma
importancia: Fíjense bien, dentro de los requisitos fundamentales para ser
un R.G., está la asistencia regular al grupo de al menos dos (2) años, de
allí que aplicando lógica simple, podemos deducir que el Manual de
Servicio nos sugiere que en un período de dos (2) años prácticamente
debemos haber logrado el dominio del PRIMER LEGADO o lo que es lo
mismo, llegar a ser un líder servidor casi completo fraguado bajo la luz de
la humildad.
Aprovecho para informarles, que en esta última parte les presentaré una
visión de la humildad ligada íntimamente a la filosofía de liderazgo
planteada en el Concepto IX para el Servicio Mundial de AA.
En lo personal, prefiero eliminarle la palabra “Mundial”, porque no refleja
la verdadera intención de esas doce extraordinarias herramientas, ya que
estos DOCE CONCEPTOS DE SERVICIO son para aplicarlos a todo lo largo y
ancho de la estructura, no son solo para uso exclusivo para el servicio
internacional. Ese título de “Mundial” se lo pusieron los cofundadores de
A.A., ocasionalmente, en una época en donde A.A. solo existía en Estados
Unidos y el único puente de comunicación con los grupos de los demás
países se hacía a través de la Oficina de Servicios Mundiales en la ciudad
de New York, quiere decir que para aquel entonces A.A. era una sola
estructura, era una corporación mundial con una sola cabeza: La O.S.M.,
así mismo había una sola Conferencia Mundial que manejaba todos los
asuntos de la comunidad y por lo tanto Bill W. tenía una sola visión, la
visión de una empresa espiritual mundial asignándole a los DOCE
CONCEPTOS la palabra “Mundial” para arropar a todos los grupos del
mundo.
Sin embargo la comunidad fue creciendo, y cada país se vio en la
necesidad de crear su propia estructura interna o nacional, creando la

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figura de la Oficina de Servicios Generales (O.S.G.), la Conferencia
Nacional (el equivalente a nuestra Asamblea Nacional) y las demás
instancias de su estructura, de tal manera que a esos Conceptos bien
pudiéramos llamarle “LOS DOCE CONCEPTOS para el Servicio Nacional o
para el Servicio Estadal o para el Servicio Distrital o para el Servicio en los
Grupos”.
Me pareció muy necesario hacerles este comentario ya que he
observado que la palabra “Mundial” intimida, porque produce el espejismo
de que estamos muy lejos de ese nivel mundial y le restamos interés al
estudio de estos DOCE PRINCIPIOS tan básicos para el servicio, en todos
los niveles.
Siguiendo con el tema, una vez que ya nos manejamos con cierta fluidez
dentro del PRIMER LEGADO y con esto quiero decir que hemos dejado de
ser dependientes, que ya entendemos cual es la realidad verdadera y que
ya nos hemos encontrado y entendido a nosotros mismos, es necesario
saber que el proceso del liderazgo verdadero y espiritual se inicia en
nuestro interior.
Con la herramienta de la humildad, en todas sus modalidades, nos
hemos encontrado, convirtiéndonos primeramente en nuestros propios
líderes, porque ya somos líderes de nuestros pensamientos, de nuestras
emociones y de nuestras acciones. Posteriormente ese liderazgo es capaz
de transmitirse a otras esferas tales como la familiar, la laboral, la vecinal
y por supuesto a la comunidad de N.A. que nos transformó y a la cual le
debemos gratitud.
Si analizamos la estructura de nuestra comunidad veremos que existen
varias instancias o niveles de responsabilidad, tal como en una empresa o
corporación, bien sea económica o social. En nuestro caso hablaremos de
una Empresa Espiritual, diremos que ese carácter de espiritual le da
ciertas características especiales, la primera de todas es que nuestro
objetivo no es el lucro económico, por lo tanto nadie paga ni nadie percibe
un salario, nuestra empresa espiritual es rica por naturaleza, ella nutre su
funcionamiento en función de valores y principios espirituales y por lo
tanto no se puede declarar en “bancarrota” jamás, en nuestra empresa
espiritual no existen cláusulas ni compromisos contractuales, no hay
vacaciones ni días feriados; más sin embargo, debemos empezar diciendo
que como toda empresa necesita ser alimentada de materia prima y para
ello contamos con un manual operativo espiritual que lo ejecuta un
andamiaje humano que debe tener ciertas condiciones para que pueda
operar y atraer con eficiencia esa materia prima que necesita y que no es
otra que todos aquellos seres humanos que están sufriendo a causa de la
neurosis.
En tal sentido podemos decir que el elemento central para su
funcionamiento es la buena comunicación, esta comunicación debe ser
directa, sincera, fluida, respetuosa, vigorosa, rica en mensaje, humilde y
amorosa para que pueda cumplir una función de verdadera atracción.

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En este punto los grupos de N.A. se constituyen en instancias
transformadoras de esa materia prima ya que nos enseña a comunicarnos
en armonía, fíjense que la comunicación al igual que el liderazgo es un
proceso que se inicia a partir de nosotros mismos, se estima que una
persona habla consigo misma por un espacio promedio de doce (12) a
catorce (14) horas (si desean lo pueden medir) y que mientras ese diálogo
interno sea de mayor calidad pues también mejorará la calidad de nuestra
comunicación con los demás.
Retomando la línea de la humildad ligada al liderazgo que plantea el IX
CONCEPTO DE SERVICIO, clasificaré el liderazgo en dos tipos:

- El liderazgo espiritual.
- El liderazgo no espiritual. (Diapositiva Nro. 12):

Hoy en día se habla de innumerables clases de liderazgo, pero para no


hacer tan complicado el asunto, he decidido establecer solamente estos
dos (2) tipos de liderazgos antes mencionados. En líneas generales el
liderazgo no es otra cosa que influir sobre los demás para lograr un
objetivo común, de allí que desarrollaré esta parte estableciendo las
diferencias entre los dos, para que vean que la esencia de ambos son
diametralmente diferentes aunque contengan muchas similitudes, quiere
decir que las diferencias no son de estilos, ni de formas, sino que son
diferencias de fondo, de estructura, de propósitos y de metas.
Dentro del liderazgo no espiritual se desarrollan actividades y metas
concretas en el campo de lo social, político, económico y hasta religioso,
estos objetivos y metas se limitan a una concepción materialista de
“progreso” planetario.
En cambio el liderazgo espiritual busca objetivos de mayor trascendencia
dentro del campo universal, dentro del plano intangible de DIOS y la
energía divina que ÉL emana y a partir de esa cosmovisión, llevar al
mundo hacia una forma de convivencia donde el principio fundamental sea
la transformación de esa energía divina en AMOR.
Como vemos en la diapositiva, existen dos grandes grupos de líderes, los
líderes convencionales o no espirituales y los líderes espirituales, aunque
no se niega la existencia de una combinación de ambos, que pudiera en un
momento dado ser beneficioso para la sociedad, pero para la mejor
comprensión del líder que N.A. quiere desarrollar, es necesario tener una
referencia clara al respecto.
Como ven los líderes dictadores no espirituales son una clase de
individuos neuróticos cuya enfermedad termina progresivamente
arropándolos y que degeneran siempre en un perfil egocentrista,
mesiánico y dictatorial capaces de destruir sociedades enteras. Estos
líderes alimentan su ego enfermo con defectos de carácter y con egoísmo
y más egoísmo.
En cambio los líderes espirituales se alimentan de los combustibles de
mayor octanaje que puedan existir en el Universo, es decir: ¡El amor puro

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y su hija la humildad! ya que su objetivo es dar amor y para darlo se
tienen que alimentar constantemente del amor que emana de DIOS.
(Diapositiva Nro. 13):

En la diapositiva anterior a la derecha, la paloma representa al Poder


Superior como cada quién lo comprenda, el cual está emitiendo rayos
energéticos de amor al líder espiritual, este líder se plena de esta energía
amorosa y divina, logrando irradiarla hacia su entorno, hacia su familia,
sus compañeros de grupo, su prójimo en general. No solamente los
ejemplos de líderes amorosos que les enumeré en la diapositiva 12
(Jesucristo, Los Santos, Buda, Gandhi, etc.), son los únicos capaces de
lograr ese liderazgo, debemos entender que todos nosotros, si nos lo
proponemos, somos capaces de llegar a esos niveles tan elevados de
trascendencia espiritual, todos tenemos el potencial de llegar a la santidad
a través del programa, pero ese sería una meta suprema basada en una
decisión muy personal y tomada desde una comprobada madurez
espiritual.
En realidad lo que se busca dentro del programa es lograr un nivel de
liderazgo espiritual funcional capaz de contribuir, a partir de los grupos, al
cabal funcionamiento de la estructura y cumplir con el objetivo máximo de
la misma que es llevar el mensaje de esperanza y de amor a los que sufren
a causa de la enfermedad mental y emocional.
Indiscutiblemente que el ego es energía pura y cuando está enfermo de
egoísmo, esa energía se encuentra mal canalizada distorsionando la
conducta del individuo, creando graves daños en el mismo, pero cuando se
es líder y se actúa desde la neurosis, pues lógicamente que estos daños se
transmiten al entorno inmediato.
En la diapositiva se puede observar a la izquierda, que el ego del líder
dictador está representado por un neutrón, el cual es el componente
fundamental de la bomba atómica, con esto quiero decir que aunque el
ego sea invisible como ese neutrón, el daño que puede causar puede llegar
a dimensiones catastróficamente gigantescas, de allí que el ejemplo a Mao
Tse Tung sea uno de los más representativos, ya que bajo su liderazgo
político y militar en la China roja, hubieron tantos muertos que aún hasta
la fecha no se han podido cuantificar, se estiman que hubieron entre
veinte a treinta millones de muertos.
Otros millones más podemos cuantificar con el terrible “Holocausto” que
protagonizó Hitler en la Segunda Guerra Mundial, pues el número de
muertos causados por las SS y por países colaboracionistas en su “limpieza
étnica”, da un total de catorce millones, incluyendo los seis millones de
judíos muertos en ghettos y campos de concentración.
Si comparamos la cifra anterior, con los desastres causados por las
bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki en 1945, verán que ni siquiera
un dispositivo concebido y ejecutado por el ser humano para destruir
masivamente, puede hacer tanto daño, como un ego enfermo. La cantidad

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de muertos directos, heridos y dañados por la radiación de las dos bombas
atómicas, antes mencionadas, no llega al millón de personas (unos dicen
que 500.000 otros 600.000).
Existen otros ejemplos de menor impacto como los líderes
pseudoespirituales o mesiánicos creadores de sectas que manipulan al ser
humano para desangrarlo económicamente e inclusive llevarlos a la
autodestrucción como en aquel histórico caso de suicidio colectivo
(algunos testigos sostienen que fue un asesinato en masa), de
aproximadamente novecientas (900) personas, ocurrido en noviembre de
1978 en Guyana bajo el liderazgo del “Reverendo” Jim Jones quién fundó
“La iglesia del pueblo” o “Templo Popular”. Dentro de ese mismo estilo
tenemos a la tragedia de Waco (Texas) en abril de 1993, ocasionada por
un “líder espiritual” llamado David Koresh, quién llevó a la muerte por
calcinamiento, dentro de un Rancho llamado “Monte Carmelo” o “Rancho
del Apocalipsis”, a sesenta y nueve (69) adultos y diecisiete (17) niños,
luego de casi dos (2) meses de enfrentamiento armado contra las
autoridades federales (FBI).
Es un lugar común que esta clase de líderes, se amparen bajo el gran
poder de convicción que dan las máscaras del amor, la paz, la unidad y
hasta se elevan como abanderados o enviados de sus dioses. Hablan de
amor sin entenderlo. Ellos se nos presentan con un lenguaje muy emotivo
que conmueve y persuade, cuando en realidad son los reyes de la
manipulación y de la “falsa humildad”.
Estos anteriores ejemplos, que son sólo algunos de los muchísimos que
hay en todo el mundo, se los presento con el único objetivo de ilustrarles el
nivel extremo al que puede llegar un líder enfermo de egoísmo.
Ahora bien, para efectos de este trabajo me gustaría llevar estas bases,
o sea, con las que trabajan los líderes egoístas, a niveles menos intensos o
dramáticos, es decir a situaciones más cotidianas y útiles para nuestra
dinámica de recuperación, como al liderazgo que ejercemos en el hogar y
más específicamente en los grupos de N.A.
Cuando un compañero no entiende las bases enunciativas del liderazgo
que plantea el CONCEPTO IX, y se da a la tarea de practicar un liderazgo
empírico basado en el ejemplo de los líderes políticos tradicionales, se
convierte en un servidor perturbador que no llega a la categoría de líder y
lo peor es que se cree como tal y quiere actuar como tal, pero lo que hace
es dañar y estancar la estructura contaminándola de vicios que después
pueden ser muy difíciles de erradicar y cuando una conciencia está
desinformada, hasta pueden convertirse en seguidores de ese pseudolíder,
perdiendo tiempo, energía y dinero, siguiendo a alguien que solo anhela
prestigio, poder, figuración y en algunos casos especiales siguiendo a
quienes basan su capacidad de liderazgo en algún conocimiento de la
literatura y en función de ciertos resentimientos.
Así que es esencial para nosotros, tanto, saber diferenciar la calidad del
liderazgo que debemos ejercer, así como, el ejemplo del liderazgo que
debemos seguir. Es importante saber que si nos desviamos en su

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aplicación a cualquier nivel el efecto devastador es el mismo, no importa si
somos responsables del refrigerio, RGs. o delegados a la Asamblea
Nacional; de allí que el programa lo que busca es irnos formando como ese
líder ideal constructor de sociedades sanas empezando por la familia como
base de la misma y también la comunidad de NA a la cual le debemos
nuestra felicidad.
El perfil del líder ideal está bien claro en la literatura, así que apenas
enumeraré las características más resaltantes que aplican para este
concepto: (Diapositiva 14):

Como verán la primera condición del Líder servidor ideal es la humildad,


con ella se inicia y se desarrolla todo el equipamiento mental y espiritual
que se requiere para ser un buen líder. Las demás características se
explican por sí solas. Por lo que pasaremos a la diapositiva Nro. 15:

Este diagrama de la estructura es simplemente para explicar en qué


forma la humildad influye en ella, fíjense que en el gráfico la palabra
HUMILDAD que corre por ambos lados de la estructura, comienza a partir
del Representante de Grupo (R.G.) y acompaña a la estructura en toda su
extensión. La humildad no aparece antes ya que se supone que en los
grupos, durante dos (2) años, estaremos preparándonos como servidores
para llegar a RGs. Durante ese tiempo estaremos concentrados en el
PRIMER LEGADO de recuperación y en conseguir la suficiente humildad
para poder optar a esa responsabilidad e inclusive, en algunos casos, el
servicio se inicia en una primera fase como una terapia ocupacional,
mientras que vamos adquiriendo la humildad necesaria y los demás
valores que vienen atrás de ella, los cuales nos permitirán entender cuál es
la verdadera esencia del servicio y su significado en nuestra recuperación.
En esta etapa de los grupos, solo estamos ubicados a nivel de
servidores, solo somos servidores rasos, tratando de proyectarnos hacia el
nivel de Líderes Servidores, condición que comienza a germinar y a
vislumbrarse cuando somos experimentados coordinadores de grupo, pero
que en realidad se inicia oficialmente cuando se llega a ser elegido R.G. A
partir de ese momento, la humildad nos acompañará a lo largo de toda la
estructura y de toda la vida y en consecuencia nos iremos perfeccionando
progresivamente dentro de la filosofía del liderazgo ideal plasmada en el
Concepto IX de Servicio. Nuestra organización es una Universidad de vida
y dentro de ese contexto también una escuela de liderazgo, en este
sentido la estructura está diseñada para que cualquier miembro se
capacite y logre prestar los servicios de más alta responsabilidad.
Podemos decir en forma lapidaria que: “LOS TRES LEGADOS
RECUPERACIÓN, UNIDAD Y SERVICIO reflejados en los DOCE PASOS, las
DOCE TRADICIONES y los DOCE CONCEPTOS DE SERVICIO están unidos
indisolublemente y dependen de la humildad para que puedan cobrar vida
plena”.

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Con la práctica de la humildad mantendremos una excelente, fluida y
respetuosa comunicación con todos los compañeros y tan buenas
relaciones con los ellos en cualquier nivel del servicio de la estructura, que
nuestro liderazgo será sencillamente incuestionable y los beneficios se
reflejarán en la eficiencia de la maquinaria espiritual encargada de llevar el
mensaje de esperanza, amor y unidad hacia la sociedad, trayéndole a la
comunidad un gran crecimiento cuantitativo y cualitativo.
Ahora bien, si seguimos creciendo dentro de la estructura, verán que al
final pasaremos de ser Líderes servidores, al nivel de Líderes servidores
ideales. En la diapositiva, hay una flecha que conecta este nivel con la
Asamblea Nacional y para explicar el porqué de esta conexión, se hace
necesario refrescar algo de la historia de A.A. para comprender a cabalidad
la importancia que tiene el llegar a este nivel de la A.N. con el grado de
madurez espiritual adecuado o de Líder servidor ideal.
Siguiendo con la historia debemos recordar que una gran parte de la
etapa de la adolescencia de A.A. se sostuvo y sobrevivió a duras y
delicadas pruebas que pusieron en peligro la vida de esta organización,
gracias a la veteranía y capacidad de liderazgo de los dos cofundadores de
esa organización (Bill W. y el Dr. Bob S.). Ambos líderes, integraban la
Junta de Custodios alcohólicos y no alcohólicos de “La Fundación
Alcohólica”; esta fundación tenía la gran responsabilidad de administrar
todos los asuntos de la comunidad, pero cuando en 1950, A.A. inicia su
camino hacia a la mayoría de edad y el Dr. Bob muere, surgen unas
grandes interrogantes: ¿En manos de quién quedara el destino de A.A.
cuando fallezcan sus cofundadores?, ¿Quién tendrá el suficiente
conocimiento, la suficiente experiencia, veteranía y liderazgo para no dejar
que el barco naufrague? Pues bien, esas interrogantes quedaron saldadas
cuando en ese mismo año se decide la creación de la Conferencia de
Servicios Generales, aunque es al año siguiente, en 1951, cuando se
realiza y se acuerda la creación de la Junta de Servicios Generales que
reemplazaría a la “Fundación Alcohólica” y que empezaría a funcionar en
1954. Ambas instancias se constituyeron en las coronas y piedras
angulares del SEGÚNDO LEGADO de Unidad y TERCER LEGADO de Servicio
ya con ello se terminó de completar toda la estructura de A.A. De allí que
cuando en 1955, Alcohólicos Anónimos llega a su mayoría de edad con sus
TRES LEGADOS bien consolidados, Bill W. descansa y se le desaparecen
definitivamente y como por arte de magia sus episodios depresivos. Bill se
cura de la depresión al asegurarse que la vida de la organización estaba
garantizada por siempre ya que todo aquel miembro que tuviese la
capacidad de llegar a la Conferencia de Servicios Generales, (la
equivalente a nuestra Asamblea Nacional) sería un Líder servidor ideal en
función del Noveno Concepto de Servicio y que prácticamente estaría a la
par en conocimientos con los cofundadores, contando con la suficiente
humildad, madurez espiritual y sabiduría para enfrentar cualquier
situación que pudiese poner en peligro la vida de este hermoso proyecto:
¡LA OBRA DE BILL, BOB Y DE LOS QUE LO ACOMPAÑARON, YA ESTABA A

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SALVO!, y con ella nuestra comunidad de Neuróticos Anónimos y las
demás comunidades de DOCE PASOS.
Espero que con esta corta explicación haya quedado muy bien
delimitada la función de la humildad dentro de la estructura. Solo me resta
mostrarles la diapositiva 16 para reforzarles lo siguiente:

Y a la vez decirles que ese hermoso paseo nos lleva a conseguir la


verdadera libertad expresada en la diapositiva 17:

Entendiendo la libertad no en su concepto más tradicional, el cual nos


enuncia que: “La libertad es la capacidad de elegir responsablemente
entre lo bueno y lo malo”.
En este punto, me gustaría compañeros, que entendamos la libertad que
hoy les planteo de dos formas, la primera como: “La capacidad de elegir
responsablemente entre lo bueno, lo mejor y lo excelente, y aún cuando
no podamos llegar a términos de perfección, por cuanto ella se encuentra
en los dominios de DIOS, si podemos buscar la excelencia en todos los
actos de nuestra vida. Para un líder de N.A. la libertad ya no es opción
escoger entre lo bueno y lo malo, porque lo malo ya lo hemos escogido en
el pasado y en demasía y no queremos que exista más en nuestras vidas”.
Y la otra forma de libertad es la capacidad de decirle al mundo que
¡NEURÓTICOS ANÓNIMOS SÍ FUNCIONA! y que funciona porque utiliza nada
más y nada menos que la energía más poderosa de todo el universo: EL
AMOR.
Quisiera concluir este trabajo con una hermosa experiencia que DIOS me
envió al finalizar los treinta minutos de esta ponencia:
Resulta ser que después que cierro la exposición y todo el mundo está
aplaudiendo muy efusivamente, se me acerca un compañero que estaba
situado en los asientos de las primeras filas (con esa imagen que sólo
proyectan los veteranos) y con amabilidad me dijo así: “Compañero con
todo respeto le quiero sugerir algo” y seguidamente me pasó un papelito
que decía: “El Dr. Bob y los Buenos Veteranos, pág. 234”, lo miré y me
dijo, “léasela por favor”, entonces le di las gracias y me guardé el papel.
Una vez llegado a Venezuela e intrigado por el asunto busqué el libro en la
página indicada, la leí y fue así como pude entender la importancia de lo
que mi sabio compañero me quiso transmitir, por lo tanto me pareció tan
interesante que en honor al Dr. Bob y a ese compañero mexicano (que
DIOS lo bendiga y lo siga iluminando donde quiera que esté), escogí este
mensaje para ir cerrando con broche de oro esta ponencia. De inmediato
paso a transcribirles la página del libro:

[“La actitud del Dr. Bob hacia las grandes alabanzas y las ovaciones de
pie tuvo algo que ver con la actitud de la humildad…”una cosa con la que
no hemos sido bendecidos la mayor parte de nosotros”.

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Como él decía, no era ésta “la fingida humildad del Uriah Heep de
Dickens”, ni era de “la variedad del tapete que se pone en la puerta”…
Estoy hablando de la actitud de todos y cada uno de nosotros hacia
nuestro Padre Celestial”, decía el Dr. Bob.

“Cristo dijo: `Por Mi mismo no soy nada. Mi fortaleza viene de Mi Padre


que está en el cielo´. ¿Si Él tuvo que decir eso”, preguntaba el Dr. Bob,
“que pasa contigo y conmigo? ¿Tú lo dijiste? ¿Yo lo dije? No. Eso es
exactamente lo que nosotros no decíamos, en su lugar nos inclinábamos a
decir: `Mírenme muchachos. Estoy bien, ¿eh? No teníamos ninguna
humildad, ningún sentido de haber recibido algo por medio de la gracia de
nuestro Padre Celestial.

“No creo tener ningún derecho a estar orgulloso por obtener sobriedad”.
Decía: “es solo mediante la gracia de DIOS que lo hice. Puedo sentirme
muy agradecido por haber sido privilegiado… Si mi fortaleza viene de ÉL,
¿quién soy yo para enorgullecerme al respecto?”.

Sobre su escritorio, el Dr. Bob tenía una placa definiendo la humildad:


“La perpetua tranquilidad del corazón, es no tener problemas. Es
nunca estar enojado o apesadumbrado, irritable o dolorido; no
extrañarme de nada de lo que me hacen, sentir que nada se hace
en contra mía. Es estar tranquilo cuando nadie me alaba y cuando
soy culpado o despreciado, es tener un bendito hogar en sí mismo
en donde yo puedo entrar, cerrar la puerta, arrodillarme ante mi
Padre en secreto y estar en paz, como en un profundo mar de
tranquilidad, cuando todo lo que hay en mi alrededor y cerca de
mi aparente ser un problema”.

Indudablemente que el carácter del Dr. Bob tuvo una fuerte influencia en
dar forma a las juntas de la localidad.]

Saquen Uds., compañeros, sus propias conclusiones…………………..

Debo concluir para el anecdotario, que esta ponencia la comencé hace


más de un mes con el objeto que fuera un pequeño artículo para la revista
“Fraternidad” de México y del mundo, y finalizó siendo una extraordinaria
y fascinante aventura sobre la humildad, no sé cómo, pero desde que
comencé a escribir no pude parar hasta llegar a este momento en que
estoy cerrando este gratificante trabajo, por lo tanto no me queda más
nada por decir y como abrimos con un concepto de la humildad de nuestro
gran benefactor Bill Griffith Wilson, cerraremos entonces con dos
enunciados cortos pero con una contundencia y profundidad
impresionantes, el primero es del mismo Bill W. y el segundo de nuestro
amado Grover B.:

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“La humildad perfecta sería la buena voluntad de hacer a todas
horas y en todas partes, lo que Dios quiere” (Bill escribe sobre lo mejor de
Bill, pág. 48).

“Hazlo todo con amor”


Grover B.

Gracias a todos mis hermanos de crecimiento por haber tenido la


paciencia de leerme y en honor al PODER SUPERIOR, a nuestra comunidad
de NEURÓTICOS ANÓNIMOS, al AMOR y a la VIDA:

¡¡¡Sólo por hoy trataré de hacer con amor la voluntad de DIOS!!!

Carlos Franco.

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