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I) INTRODUCCIÓN
Nuestro propósito es investigar y analizar exploratoriamente la salud de la estructura
organizacional del Sistema Penitenciario Costarricense.
Es el primer estudio de este tipo que se realiza en el país con motivo del Primer Congreso
Nacional de Evaluación del Sistema Penitenciario, auspiciado y organizado por el
Ministerio de Justicia y el Instituto Latinoamericano de las Naciones Unidas para la
Prevención del Delito y Tratamiento del Delincuente (ILANUD). Dada la premura del
tiempo, aquí adelantamos un prediagnóstico parcial de la “salud organizacional” de la
Institución, el cual servirá de punto de partida para un proceso de profundización y
sistematización del análisis de realización de estudios comparativos, evaluación del
impacto políticosocial de los programas penitenciarios, la planificación creativa de la
política crímino-penológica hasta hoy indefinida y no sistematizada. Solamente
presentamos los datos cuantitativos y un intento de interpretación que, básicamente,
sintetiza la información verbal y escrita recopilada. Con ello procuramos facilitar la
comprensión de los puntos mas relevantes para la discusión del documento en el Congreso.
Se entiende en consecuencia, el carácter provisorio, aproximativo y no conclusivo, mucho
menos determinativo, de nuestra contribución.
Agradezco a la socióloga Ligia Wong del ILANUD y al Sr. Alfredo Chavarría de la
Sección de Estadística de la Dirección General de Adaptación Social del Ministerio de
Justicia por su colaboración en la tabulación de los datos así como a aquéllos que, por
razones obvias, prefieren quedar en el anonimato, pero cuyas observaciones criticas
contribuyeron a mejorar la legalidad del trabajo. Las insuficiencias que pueda contener este
avance son de mi responsabilidad. Dedico el presente trabajo a aquellos compañeros y
Ponencia presentada al Primer Congreso de Evaluación del Sistema Penitenciario de Costa Rica como
miembro de la Comisión Organizadora del mismo. Ministerio de Justicia, Corte Suprema de Justicia y
Colegio de Abogados de Costa Rica e Instituto Internacional de Derechos Humanos (IIDH), Instituto
Latinoamericano de Naciones Unidas para la Prevención del Delito (ILANUD). 6-10 de agosto de l984. San
José, www.relats.org
Profesor investigador asociado de la Universidad de Costa Rica.
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amigos de Adaptación Social que hace once años osaron promover y organizar la Primera
Jornada de Evaluación del Sistema Penitenciario, la cual, al igual que con este Congreso
pero con actores distintos, les acarreó represión y persecución ideológica.
Dicha Primera Jornada se realizó en las instalaciones del Centro de Mujeres Adultas del
Buen Pastor durante los días 12, 13 y 14 de abril de 1973. Las conclusiones y
recomendaciones que de ella emanaron no solo fueron absolutamente ignoradas, sino, que
los ductores técnicos, políticos y administrativos respondieron con la presión, el
hostigamiento, los traslados (permutas) y despidos de los cerebros pensantes y
cuasipensantes. Algunos de éstos aún siguen sufriendo estoicamente las consecuencias del
pasado.
Nota: A raíz del presente trabajo los nuevos directores del Centro Penitenciario “La
Reforma” declararon ‘non grato’ al suscrito y a uno de sus colaboradores y
amenazaron con el despido a los subalternos que estuvieron de acuerdo con mi
estudio.....
II) METODOLOGÍA
El instrumento utilizado fue el cuestionario compuesto de tres partes: la primera solicita la
información general (edad, tiempo de laborar con la institución, nivel educativo y categoría
laboral: directivo, jefe o supervisor, técnico o profesional sin responsabilidad jerárquica,
ejecutor). La segunda consiste en un “test” de sesenta afirmaciones (treinta y dos positivas
y veintiocho negativas en cuanto a su contenido) respecto de las cuales el informante
escoge una de cinco opciones: total acuerdo, acuerdo simple, indeciso, de acuerdo simple o
total desacuerdo; estas afirmaciones se refieren a ocho aspectos básicos para medir la salud
organizacional del Sistema Penitenciario Nacional: estructura jerárquica, clima
organizacional, toma e decisiones, condiciones de trabajo, relaciones interpersonales,
comunicación e información, capacitación y grado de adscripción, satisfacción del personal
con la Institución. La tercera, conformada por cuatro preguntas abiertas que pretenden
jerarquizar por su grado de importancias problemas internos y externos de la Organización,
así como los aspectos que favorecen y desfavorece el cumplimiento de los objetivos y
funciones para los que fue creada: las causas que determinan lo anterior y sugerencias para
superar la problemática diagnosticada.
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represalias que les podría acarrear el expresar sus opiniones aún en forma anónima; la
muestra de la poshuelga por lo general no se mostró temerosa. Otro dato interesante de
apuntar, es el alto grado de indecisión generalizada que se da independientemente del nivel
laboral ocupado.
Dadas las características de las respuestas obtenidas, el grado de indecisión adquiere una
connotación que refuerza la valoración negativa recibida por la organización que nos
ocupa.
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Mide el nivel de identificación personal con los fines de la institución y de aceptación voluntaria de las
funciones percibidas como el deber-ser del sistema penitenciario, lo cual correlaciona con el estado de
satisfacción y productividad en el desempeño del trabajo asignado a cada quien.
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acuerdo con que existe compañerismo. El 47% esta de acuerdo con que el personal se lleva
bien entre si , pero el 53% esta indeciso o piensa lo contrario.
La valoración de las relaciones interpersonales es, como vimos, sustancialmente negativa;
ello expresa una aguada fuente de roces personales, insatisfacciones y frustraciones que
pueden estar afectando decididamente la productividad del trabajo institucional por la vía
de la de la desmotivación.
2.4. CAPACITACIÓN:
Se refiere a los esfuerzos de la Institución penitenciarias para capacitar a sus empleados y
utilizar satisfactoriamente sus recursos personales y profesionales. La valoración que se
hace es también sustancialmente negativa. El 20% esta de acuerdo con que en Aceptación
social se procura que los empleados estén bien capacitados en tanto que el 64% no lo esta
El 42% considera que tiene posibilidad de usar sus capacidades en su trabajo en tanto el
38% considera que no tiene sea posibilidad El 20% esta indeciso.
No obstante lo anterior, 56% percibe oportunidades de aprendizaje en su trabajo como
subproducto informal de la labor cotidiana más no como resultado en una capacitación
metódica proporcionada programáticamente por la institución.
con lo que en su trabajo no hay por que temer expresar las opiniones en tanto que para el
65% “lo mejor es no decir lo que se piensa” y el 10% esta indeciso.
La valoración negativa del clima organizacional esta relacionada de acuerdo con la
información recopilada por diversos medios, con la siguiente problemática:
Secularmente Adaptación Social ha venido conformando una estructura técnico-administra-
tiva activada y desactivada diferencialmente por los flujos y reflujos de la actividad
político–electoral y el clientelismo burocrático que lo acompaña.
Esta situación se ha traducido en la adopción e institucionalización de una lógica
organizacional en la que la planificación, tanto, estratégica como operativa, se considera
innecesaria y ajena absolutamente al pensamiento penitenciario. Aunado a esto, la
inadecuada organización político-administrativa se ve acentuada por una ineficiente
distribución y uso de los recursos humanos y materiales; indefinición de objetivos,
funciones y áreas de competencias; ausencia absoluta de mecanismos medianamente
sistemáticos de control diversificado de la calidad de la gestión preventiva y curativa tanto
como “institucional” como “no institucional”; carencia de instrumentos de evaluación de la
productividad y de los procedimientos de trabajo en todas las áreas, etc. se produce, en
consecuencia un ambiente propicio que favorece el incremento de reces y enfrentamientos
personales, la innovación patológica de una cierta tecnología del “terror ideológico” que
castra la criticidad creativa el pluralismo y el cientificismo; así mismo incentiva el uso
indiscriminado del “chismorreo” como base nutriente de la toma de decisiones y del
fustigamiento descalificador gratuito que proviene regularmente de los mandos superiores
a los inferiores y de éstos hacia arriba .
Reforzando las líneas anteriores , podemos afirmar que la valoración negativa de los
empleados acerca del clima organizacional de Adaptación Social, se refiere a su convicción
de que pertenecen a una organización burocrática “politiqueramente” contaminada
demagógicamente conducida desinteresada por la producción de teorías y métodos que
vayan al encuentro de una práctica penitenciarista aún sin sistematizar intolerante con el
espíritu innovador de la imaginación criminológica, generadora de conformismo y apatía,
despreocupada, todo lo cual obstaculiza el desarrollo eficiente y eficaz de los programas
Nacionales y los proyectos que de ellos se derivan y que se encuentran sin “aterrizar en la
realidad concreta”.
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Todo eso determina un nivel de servicio que conduce a la asunción pesimista de las tareas,
las cuales, por otro lado, no se corresponden generalmente con las funciones especificas de
cada quien.
Refuerza la valoración negativa del clima organizacional del hecho de que solamente el
18% de las respuestas ofrecidas considera que en su trabajo el esfuerzo es bien reconocido,
en tanto que para el 69% más un 13% de indecisión, en adaptación social no existe el
reconocimiento por el esfuerzo en realización del trabajo.
Al respecto creemos pertinente mencionar la lógica que pareciera sustentar el no
reconocimiento del esfuerzo ni de las capacidades o virtudes de los empleados del sistema
penitenciario. Es la extraída de varias entrevistas informales realizadas por el autor de la
Unidad de Admisión de San José, las oficinas centrales y el centro Penal “La Reforma” y
se relaciona estrechamente con la percepción de que “los puestos de mando no están
ocupados por la gente más capaz”, “los ascensos son ofrecidos a quienes no la merecen”, y
“ el interés de los políticos contribuye al mal funcionamiento de la Institución”. Asimismo,
ha activado un comportamiento ribeteado de patología que en adaptación Social se puede
caracterizar por la tendencia casi irresistible a la adopción acrítica de las opiniones
emanadas de los estratos superiores con quienes es necesarios estar congraciados, aunque
para ello los “buscadores de prestigio” tengan que montarse sobre los hombres y la
propiedad intelectual de los subalternos. Es comprensible, en consecuencia, que en la
lógica de quienes buscan autopromoverse en la dirección de posiciones de conducción
institucional, legislativa y otras necesitan quitar de su paso a cualquiera que pueda poner en
peligro su posición de poder y expectativa de ascenso.
En el caso que nos ocupa, los obstáculos peligrosos parecen ser, precisamente, aquellos
funcionarios que desean hacer las cosas lo mejor posible se plantean problemas, piensan en
soluciones reales, cuestionan planteamientos y aportan lo mejor de sus capacidades.
Reconocer a éstos sus virtudes, inteligencia y calidad de trabajo significa, para quienes
tienen la función de hacerlo, abrirle los portillos a su propia competencia, sea, en palabras
de un personaje del nivel medio, “autoserrucharse el piso uno mismo”.
Finalmente, es importante señalar que el 53% de las respuestas no encuentran en su trabajo
“muchas exigencias sin razón” en tanto 32% sí las encuentra. La valoración relativamente
positiva podría, dentro del contexto del clima organizacional, de notar un significado de
flexibilidad y un cierto juego de variables de libertad que aminoran el impacto emocional
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Ahora bien, ¿qué significado tienen las variables de libertad en la realización técnica del
trabajo dentro de un aparato burocrático en el que , en primer lugar , el 65% de los
encuestados están de acuerdo con que los puestos de dirección, jefaturas y supervisión no
se encuentran ocupados por las gentes más capaz y, derivándose de esto, no existe
preocupación por obtener la opinión del personal para nutrir la toma eficiente de decisiones
eficaces, y , en segundo lugar el 61% piensa que en Adaptación Social “a nadie le gusta
asumir responsabilidades”?.
Significa, por un lado, un desfase entre las tareas de conducción y las tareas técnicas de
ejecución, lo cual no es anormal en el modelo clásico de la organización burocrática al;
contrario, el ideal weberiano postula como fundamento del sistema capitalista la división
absoluta entre el trabajo intelectual y el trabajo manual o de ejecución el problema que
presenta Adaptación Social es el de que, contrariamente a dicho modelo, los mandos
medios y superiores no se encuentra ocupados por el personal más capaz, sino, de acuerdo
con la opinión más generalizada de la colectividad laboral, por quienes no poseen
necesariamente entre sus virtudes la competencia y la capacidad de conducción intelectual.
Por otro lado, pero derivado de lo anterior, la falta de “legitimidad” de la estructura
jerárquica –reforzada a su vez por la considerada injusta política de selección y promoción
del personal- se ve expresada en el hecho de que, desde el punto de vista técnico-
profesional, la autoridad intelectual de quienes ocupan los puestos de mando es valorada
negativamente en el Sistema Penitenciario.
Encuadrada así la situación, se hace evidenciable el sentido connotativo de las
determinaciones que provocan la percepción más o menos compartida entre los
encuestados, de que existe libertad relativa para usar el criterio propio para la toma de
decisiones referidas a la esfera del trabajo mismo. Esta se da, no como un propósito
racionalmente explicitado, sino, como subproducto de una estructura de poder técnico-
político “clientelista” preocupada mucho menos por la calidad profesional y científica del
quehacer institucional que por el atrincheramiento feudalizante. La táctica del
atrincheramiento constituida en estrategia ascencional, permite realizar movimientos
ofensivo-defensivos a través de los cuales se dirimen o acentúan las controversias.
BIBLIOGRAFÍA
1. Aray, Luis E. Análisis de Sistemas y Administración Pública. Ediciones Balumba, Segunda Edición.
Caracas, 1976.
2. Aray, Luis E. y Ávila, Lizardo. Sistemas Administrativos. Publicaciones de la Universidad Abierta.
Caracas, 1982.
3. Argyris, Chris. Problemas Concretos en las Organizaciones Modernas. Editorial Trillas. México, 1974.
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