0 оценок0% нашли этот документ полезным (0 голосов)
4K просмотров6 страниц
Este documento describe la música y la cultura musical de la región de Villa María en Argentina desde sus orígenes hasta el siglo XIX. Explica que los primeros habitantes de la zona fueron los comechingones, y que con la llegada de los colonizadores españoles se introdujeron géneros musicales como la mariquita y la chacarera. En el siglo XIX, la llegada de inmigrantes europeos trajo nuevos estilos pero también llevó a una crisis cultural. Surge entonces un movimiento para rescatar las tradiciones autóctonas,
Este documento describe la música y la cultura musical de la región de Villa María en Argentina desde sus orígenes hasta el siglo XIX. Explica que los primeros habitantes de la zona fueron los comechingones, y que con la llegada de los colonizadores españoles se introdujeron géneros musicales como la mariquita y la chacarera. En el siglo XIX, la llegada de inmigrantes europeos trajo nuevos estilos pero también llevó a una crisis cultural. Surge entonces un movimiento para rescatar las tradiciones autóctonas,
Este documento describe la música y la cultura musical de la región de Villa María en Argentina desde sus orígenes hasta el siglo XIX. Explica que los primeros habitantes de la zona fueron los comechingones, y que con la llegada de los colonizadores españoles se introdujeron géneros musicales como la mariquita y la chacarera. En el siglo XIX, la llegada de inmigrantes europeos trajo nuevos estilos pero también llevó a una crisis cultural. Surge entonces un movimiento para rescatar las tradiciones autóctonas,
Con el fin de retratar al hombre de la poca y a su identidad musical mas globalme
nte e inserto en un ambiente cultural, nos detendremos en este captulo a caracte rizar las manifestaciones musicales que por esta poca tenan protagonismo en la zon a de Villa Mara y en la regin. Respecto a la dimensin musical en los inicios de la civilizacin de la zona, la in formacin especifica es muy escasa, por lo tanto para su comprensin describiremos brevemente los orgenes culturales de la regin que nos posibiliten figurarnos al ha bitante original Aunque la fundacin de las localidades de Villa Mara y Villa Nueva, se realizaron h ace aproximadamente 140 y 180 aos respectivamente, existen vestigios de los grup os humanos que habitaron la zona desde hace 400 aos atrs, encontrndose pruebas de e stos, en diferentes excavaciones en las que se encontraron variedad de elementos que acreditan su existencia. Estos elementos consisten, en piezas que los comechingones originarios del luga r utilizaban para su subsistencia, como vasijas, flechas, boleadoras, y en gene ral piezas que usaban para su vida diaria. Tambin como producto de una de estas e xcavaciones se hallaron restos humanos enterrados en fosas comunes que muestran su presencia en el lugar. Estas excavaciones comprenden la zona de los mrgenes del rio Ctalamochita, tanto en el lado de Villa Mara como en el de Villa Nueva, mostrndonos a estas comunidad es como habitantes que no conceban a la zona como lo hacemos por estos das, dividi da por el ro, sino que habitaban indistintamente una y otra margen. Como en todo el interior de la provincia de Crdoba, el asentamiento de la civiliz acin occidental en esta zona fue dirigida desde la ya por entonces ciudad capital de Crdoba, y como producto de la corriente conquistadora espaola, cuyo centro polt ico reconoca a la ciudad de Lima en el Alto Per. Esto qued plasmado en los registr os de tierras de la poca colonial, en los cuales se obsequiaron los terrenos de l a zona que nos ocupa, al general Lorenzo Suarez de Figueroa y a Antonio Suarez M exia, al ser designados como encomendero de los indios ubicados en este lugar en el ao 1585. Quien luego se traslado al Rio Ctalamochita (Tercero segn la definicin de los espao les) fu el capitan Juan Lopez Fiusa el cual se constituy en el primer poblador bla ncon en la regin entre los aos 1617 y 1643 radicandose en la estancia de Yucat e iniciando un proyecto productivo a partir de la cra de ganado mular. Estos asentamientos que los colonizadores y los aborgenes habitaron a lo largo de varios siglos, fueron modelando las actividades generales de la regin, convirtie ndo a este lugar en un centro de actividades y grupo humano de cierta importanci a, y como centro con influencia en la regin. Inicialmente asentado en la estancia de Yucat, a unos pocos kilometros de Villa Maria y Villa Nueva, con el paso del tiempo, se desprendera la estancia del "Paso de Ferreira". Para definirla podemos decir que se reduca tan solo a ser un casco de estancia, ubicado sobre la margen del lado de Villa Nueva ( actualmente Parque de Villa Nue va), el que se convirti en una posta, lugar de descanso de los viajeros, ubicada sobre el camino real, que era la ruta que conectaba a la ciudad de Crdoba con la ca da vez mas importante ciudad de Buenos Aires. De esta manera, junto con la ciuda d de Fraile Muerto (actualmente llamada Bell Ville) pasaron a constituirse en referencia para la zona, tanto a nivel politico, como en la vida diaria de la re gin. Este ambiente, con un pasado con multiples culturas conviviendo y desarrollndose en un mismo lugar a lo largo de su historia, en el siglo XIX va a experimentar o tro cambio trascendental, que sentara las bases de la civilizacin actual, producto del asentamiento de una nueva cultura en el sector trada por los inmigrantes eu ropeos. En cuanto a la msica, segn una acertada especulacin de Pablo Granados basada en una crnica del viajero ingls Vicua Mackenna en el ao 1855 por zonas similares a la de Villa Nueva, en Achiras, al sur oeste de la provincia, identifica como posible e stilo que se ejecutaba en la regin el ritmo de la mariquita[1] principalmente ejecu tada con guitarras y cantada, la cual comnmente se realizaba en las reuniones y b ailes. En tanto tambin rescata relatos de 1863, que nos dicen que en la ciudad de Crdoba se interpreta este gnero, y adems suma el gato y la refalona. Otro ritmo que puebla a toda la regin pampeana, a mediados y en los finales de 18 00 es la chacarera, baile cuyo origen se remonta a danzas espaolas como la gallar da, corrente, canario etc. las cuales en su evolucin se mezclaron con rtmicas autct onas y de origen negro, constituyendo al baile como lo conocemos en la actualida d.[2] Por lo agreste y salvaje de la zona que tratamos, para la interpretacin de estos gneros, los instrumentos que se utilizaban se reducen a los tradicionales, que son la guitarra, la voz y el bombo. Recordemos que los orgenes de la ciudad de Villa Nueva giraron en torno a las act ividades de la posta de Paso de Ferreira, en la cual se produca el constante tra nsitar de viajeros por el lugar, determinando asi desde sus inicios el contacto con las distintas culturas de las personas que se detenan en la misma a descansa r. La situacin geogrfica de esta histrica posta tiene que ver hoy con el cruce de r utas importantes que van, de NorOeste a SurEste desde Cordoba a Bs. As. por medi o del Camino Real, hoy Ruta 9, de NorEste a SurOeste por la ruta 158 de San Fran cisco a Rio Cuarto, y hacia el Sur por ruta provincial 4 hacia La Carlota. Lo a ntes dicho define una constante que se dio a travs de la historia de ambas villa s, que es la de las mltiples influencias que modelaron su cultura, inicindose a pr incipios de 1800 con el establecimiento de la posta, luego continuada por el te ndido ferroviario a mediados de siglo y de los nuevos medios de transporte que pasarian por el lugar. Coincide con estos datos locales lo que manifiesta el musiclogo Carlos Vega, quie n habla adems de una paulatina prdida de los gneros tradicionales que existan desde la colonia, los cuales fueron cambiados por nuevos gneros trados desde Europa. Ci ta a Ventura Lynch, el cual reconoce que en 1883 todava se pueden ver en el sur d e Buenos Aires las danzas criollas, sin embargo, la civilizacin que avanza, ya ha comenzado a popularizar polkas, valses, mazurcas y habaneras.[3] Tambin segn los r elatos de Ventura Lynch, primer compilador de la msica del gaucho, podemos verifi car como ritmos o estilos que hacan a la cultura musical del gaucho entre 1870-1 880: decima, triste, estilo, milonga, cifra, cielito, pericon, media caa, malambo , huella, gato, triunfo, zamba-cueca, marote, palito, prado, caramba, chacarera, aires, pollito, mariquita y firmeza[4]. Llegando a este punto en la descripcin de la msica de esta poca, y de este lugar, n o podemos desconocer la crisis cultural que el aluvin de inmigrantes, que se inst alaban en el pas, especficamente en la capital federal, y en la llanura frtil de la provincia de Buenos Aires, Santa Fe, Cordoba, y sur de Entre Rios, estaba gener ando. Recordemos que la poblacin original en la zona de las provincias citadas previamente, por el ao 1852 era de 500.000 habitantes, llegando a contarse en 19 00 a 2.500.000, o sea que en tan solo cincuenta aos se quintuplico la cifra. A n ivel nacional en 1869 el pas contaba con 1.877.490 habitantes llegando a contabil izarse en 1895, 4.044.911. En el periodo que va desde 1904 a 1913, a 5.000.000 de habitantes, se le sumaran 3.000.000, esta vez ubicndose principalmente en el litoral. De este total vuelven a Europa 1.300.000. Como resistencia o reaccin a este aluvin de culturas extraas que modificaban lo exi stente, surge un movimiento de rescate de las tradiciones autctonas, reflejadas e n la abundante cantidad de material literario que valoriza a la cultura gaucha, teniendo como su primer y mximo exponente al Martin Fierro, cuya primera parte fue escrita en 1871-1875 por Jos Hernandez, siguiendo luego con la segunda parte la c ual fue lanzada en 1879. En tanto las obras eran un xito en las ventas en todo el pas, el personaje de gaucho al cual refleja era cada vez mas indito, por la velo cidad de los cambios culturales y de costumbres en la forma de vida en general q ue se fueron dando en la regin debido a como mencionabamos con anterioridad- la ll egada de los inmigrantes. A este fenmeno literario le siguieron luego mltiples exp resiones artsticas que valorizaban la cultura gaucha. As en las expresiones literarias, como Juan Moreira, El Chacho, La Mazorca, etc se retrataban a personajes o hechos histricos en obras de teatro, en los circos que viajaban por el interior. Se representaba esta argentinidad, a traves de adap taciones de los libros al teatro, en la organizacin de centros criollos que tenan lugar en la capital federal, en agrupaciones de baile o en el trabajo de los pa yadores. En este ambiente de revalorizacin de la cultura autctona es que se produce la acti vidad de la banda y de sus msicos los cuales no podan desconocer el entorno, pero como estilo y tipo de msica les era ajeno. Por esto debemos considerar en las a ctividades de este grupo musical la revalorizacin de la cultura de origen de los distintos componentes de la banda, la mayora de ellos inmigrantes, italianos, esp aoles, franceses etc. Seguramente movidos como ya dijimos antes por el desharraig o, nostalgia o simplemente el gusto basado en una cultura diferente a la local . De forma paralela, en diversos sectores de la Argentina se estaban repitiendo si tuaciones similares tambin como consecuencia de las diferentes influencias y de l a convivencia de razas, y sectores sociales. Esto dio lugar en algunos casos a la creacin de generos musicales nuevos, como es el caso de lo producido en Buenos Aires que dio lugar al tango, al cual se lo reconoce como el producto de la multiples influencias dadas por los inmigrante s establecidos en la ciudad. Existen numerosas investigaciones que se han realiz ado tomando como elemento de estudio a este gnero musical, cuyos inicios se recon ocen tambin en esta poca, mediados y fines de 1800, pero geogrficamente est circunsc ripto a la zona de la Capital Federal. Este movimiento inicial, conocido como la guardia vieja inicialmente abordaba un hb rido de estilos, encontrando como principales instrumentos flauta, violin y g uitarra. Fue encabezado principalmente por los inmigrantes que se asentaron en l a Argentina, quienes realizaron una sntesis que reconoce abundantes orgenes: cuba nos, espaoles, europeos, africanos entre otros (por esta abundancia de orgenes, l a heterogeneidad racial, la indefinicion cultural resultante y la ausencia de re gistros, la bibliografa existente es reticente a definir puntualmente los orgenes musicales del tango e indaga en los aspectos culturales generales de los poblado res de la poca). Este gnero lograr con el pasar de los aos popularidad en toda la Argentina, produc to de la influencia creciente de la Capital Federal en todos los hechos de la n acin. Desde los inicios del siglo XX las bandas de musica en todo el pais sumara n tangos a su repertorio ayudando a su difusion en nuevos ambitos, ahora adaptad os e interpretados con otros instrumentos. Otro ejemplo de creacin de un gnero nuevo basado en la cultura inmigrante es el pr oducido muchos aos despus, en la provincia de Cordoba denominado cuarteto el cual ad opt para su confomacin la rtmica del pasodoble (el popular tunga-tunga) de origen esp aol, y caractersticas armonicas y formales de la msica europea[5], del cual hablare mos un poco mas en detalle a lo largo del presente libro, dada la importancia qu e tuvieron las bandas en la ejecucin de estos gneros en la region. En tanto en otras regiones lo que se produjo fue la adaptacin de gneros locales a nuevas instrumentaciones y estilos lo cual llev a una modificacin en la forma de i nterpretar esta msica, y a sus cualidades originales. En el interior de Crdoba, Santa F, Corrientes y Entre Rios las comunidades de inmi grantes, fueron muy adeptas a recrear sus culturas de origen mediante agrupacion es musicales creadas por ellos para este fin, en algunos casos, llegando a fusi onarse con el paso de los aos con la msica autctona. Como ejemplo de esto podemos c itar la msica generada por los entrerrianos y correntinos, en los que los europeo s, ucranianos, rusos, alemanes, asentados en este lugar introdujeron el acorden y gneros como la polka, fueron mezclndose con las existentes cambiando as definiti vamente lo existente. En la localidad de Villa Mara se cre una banda de gallegos afincados en este lugar . De este grupo el nico registro que encontramos, fue una foto, en la que nos mu estra su conformacin: un coro de 10 integrantes 3 clarinetes, 1 gaita, 1 redoblan te, 1 bombo y el director. Dado lo particular y especfico de los instrumentos que la integran, su repertorio fue constituido exclusivamente por msica de origen g allego, y seguramente los msicos participaban tambien de las actividades de las otras bandas en la ciudad. Otro rasgo musical a destacar en la regin de Cordoba es el generado por los acord eonistas. La utilizacin de este instrumento contribuyo a la reproduccin de msica fo rnea inicialmente, seguramente compartiendo el espritu que antes definimos para la s bandas, de hacer uso de la msica como un vnculo con la cultura de origen de la poblacin asentada en nuestra localidad. De esta temtica es prcticamente nula la bib liografa, pero es una realidad su existencia desde tiempos fundacionales dejando como prueba el amplio arraigo que tiene el instrumento en toda la regin. Como vimos, los responsables iniciales del establecimiento de las bandas de msica en las dos villas fueron las autoridades militares inicialmente asentados en V illa Nueva, las cuales disponan de instrumentos, de partituras que posibilitaran las funciones y del poder dado por su condicion militar, lo que les permita fome ntar la actividad musical. Pero como podemos apreciar en el capitulo anterior, e s evidente que el desarrollo musical en los comienzos de la sociedad villamarien se fue definitivamente influenciado y desarrollado por los inmigrantes, de orig en francs en el caso de Bonet e italiano en los casos de Napolliello, Navesio o T raverso, que aportaban su conocimiento e ideas respecto a la banda de msica de su s pueblos originarios, querindolas reproducir en este nuevo hogar. Para caracterizar a la msica que se realizaba por entonces, ya que no existen ele mentos concretos (partituras, grabaciones o testimonios) que atestigen lo realiza do por estos msicos, slo se pueden realizar conjeturas, indagando en los orgenes y formacin de los protagonistas, en el gusto por determinadas estticas que los inmi grantes traan a la Argentina y en las prcticas europeas de la poca. Es escaso el material que aborde este tema, encontrando solamente lo realizado p or msicos e investigadores que abordan la temtica militar, ya que fue desde mediad os de 1800 y a lo largo de unas cuantas dcadas despus que el ejrcito militar fue c onstituyendo bandas en sus distintos cuarteles, las cuales iban modelando y fami liarizando el gusto a los pobladores de la Argentina por este tipo de msica. Desde 1810 hasta 1860, las distintas bandas de msica que existieron, no tuvieron una o rganizacin tcnica estable. Recin entre los aos 1865 a 1870 y, por decreto de fecha 3 0 de abril de 1865, expedido por el Presidente Mitre, se dispone la formacin de u na banda de msica en cada uno de los Regimientos de la Guardia Nacional, unifican do sus efectivos[6]. Estos datos coinciden con lo registrado por Granados referen te al cuartel ubicado en la ciudad de Villa Nueva, al que se debe la llegada de los instrumentos que posibilitaron la actividad en la zona. As podemos encontrar en el repertorio bandstico militar ejemplos de marchas antigu as que pudieran haber sido interpretadas por ellos, muchas inspiradas en conflic tos blicos que para los habitantes de la poca resultaban recientes y su temtica go zaba de vigencia. Capibary Esta marcha fue conocida inicialmente con el nombre de Peribebuy o Los mrtires de Ca pibary y con el tiempo se la reconoci como Capibary. Rememora la conquista de la pos icin paraguaya de Peribebuy por fuerzas argentinas, el 12 de agosto de 1869, dura nte la guerra del Paraguay. El autor es Flix Mastracechio, msico italiano que hizo muy buenas composiciones de msica militar. El Tala Compuesta por el maestro de origen italiano Jos Giribone, fue compuesta sobre el parche de un tambor y rememora la batalla del mismo nombre. Esta vibrante marcha militar, fue la preferida en las campaas de Cepeda, Pavn y el Paraguay. Ituzaing Es una de las marchas ms antiguas de la poca independiente ejecutada por las banda s de msica de nuestro Ejrcito. Segn la tradicin, el emperador del Brasil Don Pedro I , que era aficionado a la msica, la habra compuesto en homenaje a lo que prevea com o victoria militar a sus Ejrcitos en la guerra contra nuestro pas. Lo cierto es qu e el 20 de febrero de 1827, luego del violento encuentro armado en Ituzaing, las tropas imperiales se retiraron derrotadas dejando a retaguardia armas y bagajes. En una de las carpas, se habra encontrado la partitura original de la marcha men cionada, considerada botn de guerra. Otra versin dice que fue hallada en la mochil a de un soldado brasileo muerto. Fue ejecutada por primera vez el 25 de mayo de 1 827, en la formacin realizada por el Ejrcito en operaciones. [7] Subteniente De Caroli Marcha militar para Caballera, fue compuesta por el maestro de Banda D Domingo Ma racci, el autor inspir su obra en la figura del ltimo oficial de Caballera cado en a ccin durante la Campaa Civilizadora del Chaco Argentino. El Subteniente De Caroli, cuya memoria se perpeta en esta marcha militar, rindi el generoso tributo de su s angre en aras de la pacificacin de estas tierras, hasta entonces sometidas al azot e del indio. No fue un hroe de guerra de conquista, sino un joven Oficial, mrtir de la paz armada, a cuyo conjuro se cerr el ciclo de la barbarie, para instaurar el absoluto imperio del orden y el progreso.[8] Es de destacar que las fechas de origen de estas marchas, compuestas en momentos de guerra en la Argentina, eran cercanas a las de las bandas que nos ocupan, po r lo que su temtica referida a las batallas y actos heroicos seguramente suscitab a el inters y la emocin en los oyentes, los cuales fueron protagonistas de esta poc a signada por tantas guerras internas y en los limites que hicieron a la Argent ina que reconocemos hoy. Una evolucin que se fue dando gradualmente en su historia fue el cambio de perfil que tuvo la banda de Villa Mara, convirtindose en una banda de tipo civil, o sea que el repertorio que encar seguramente fue mas abierto y procurando el placer de l msico y del oyente, ya que gozaba de cierta libertad al prescindir de la funcin exclusivamente militar. Como dije anteriormente no existen fuentes de donde reco nocer el repertorio que realmente ejecutaban este tipo de bandas civiles por est a poca, pero su perfil recreativo y social descripto en las cartas de sus director es ocasionales- es un factor a tener en cuenta, que con el tiempo se ir consolid ando. [1] Villa Nueva, una ciudad con historia, Pablo Granados, Pg. 270 [2] La chacarera bien mensurada, Alberto Abecasis. Pag. 13 [3] Apuntes para la historia del movimiento tradicionalista Argentino, Carlos Veg a, Pag. 21 [4] Apuntes para la historia del movimiento tradicionalista Argentino, Carlos Veg a, Pag. 36 [5] Leonardo Waisman, Texto y contexto de la Investigacin Musicolgica Actas de las VII jornadas argentinas de musicologa y VII conferencia anual de la AAM, Bs.As., 1993, pg. 123 [6] http://www.lagazeta.com.ar/marchas_militares.htm [7] Conferencia del Dr. Daniel Prez Castagnino en el centro de difusin Casa Patria http://es.metapedia.org/wiki/Historia_de_la_Marcha_de_San_Lorenzo_y_otras_march as_militares [8] http://www.lagazeta.com.ar/marchas_militares.htm [9] http://www.circuloelrodeo.com.ar/biblioteca/Histrad/La%20Retreta%20del%20Des ierto.pdf
Primer Centenario de _El cóndor pasa_ por Daniel Alomía Robles: la esencia de la música andina ~ Centennial of Daniel Alomía Robles’ _El cóndor pasa_—Andean Musical Essence ~ Tayta Daniel Alomía Roblespan _El cóndor pasa_, Andinu Takipa Kawsaynin, Pachak Watanpi
Entre Dos Mundos - Lo Propio y Lo Universal en La Suite Chilecito N° 1 de David Alfredo Levi - Trabajo Final de Lic. en Música Mención Guitarra - UNLaR. Autora - María Del Pilar Chanampe