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Campesinos poblanos contra un plan que los excluye

"Nos vamos a morir en la raya"


Cientos de agricultores de ocho municipios de la región oriente de Puebla se oponen a la construcción de
una autopista, dos parques industriales, un campo de golf, zonas residenciales, clubes privados y de
diversión, incluidos, según ellos, en el Plan Milenium. El gobierno poblano dice que se trata sólo de una
carretera que traerá progreso. Se enfrentan dos visiones de desarrollo. Los campesinos están convencidos
de que los quieren despojar de sus tierras y recursos naturales. La inconformidad va en ascenso. El
gobernador poblano apuesta al desgaste del movimiento para imponer un proyecto amarrado ahora al Plan
Puebla-Panamá
Jesús RAMIREZ CUEVAS
Tepeaca, Pue. Con manos crispadas las mujeres sostienen mazorcas de maíz, atados de cebollas y
lechugas, frutos de la tierra que han trabajado toda su vida. Sus rostros enrojecen mientras explican su
oposición a que el gobierno del estado construya sobre sus parcelas una autopista, dos parques industriales,
además de un desarrollo recreativo y residencial.
"¡No vamos a vender nada! ¡Con la vida vamos a defender nuestras tierras! ¡El gobierno quiere vender
parte de la nación pero no lo vamos a permitir!", declara Francisca Anaya Piña, de 64 años, madre de 11
hijos, quien no oculta su coraje.
Con lágrimas en los ojos, Anselma Pérez Centeno, de 54 años, sostiene: "De esta tierra come la gente de las
ciudades. Por eso no nos vamos a dejar. Si estas tierras nos las dieron nuestros abuelos que pelearon en la
guerra nosotros también estamos dispuestos, si es necesario, a defenderlas hasta con las armas".
Un grupo numeroso de campesinos reunidos en las milpas donde se pretende construir un parque industrial
en San Pablo Actipan y otras comunidades escuchan atentos, afirman con la cabeza y con aplausos rubrican
su apoyo.
Dolores Centeno, una mujer de 86 años, no se contiene y con la voz entrecortada alcanza a decir: "Que nos
aplasten las máquinas, no nos vamos a salir. Mi esposo es ciego y vivimos del campo, en una fábrica no
nos darían trabajo, ¿de qué vamos a vivir?".
***
En tierras de ocho municipios el gobernador Melquiades Morales pretende desarrollar Milenium, un
ambicioso programa que en los documentos que poseen los campesinos incluye desarrollo recreativo, un
club de golf, zonas residenciales, dos parques industriales y algunas agroindustrias.
Los opositores al proyecto lo consideran una "prueba piloto" del Plan Puebla-Panamá. El gobierno poblano
asegura que se trata sólo de la construcción de una autopista de 57 kilómetros, con una inversión de más de
500 millones de pesos. La carretera tendría conexiones con otras vías que van al Golfo de México, al
Pacífico y a la frontera con Centroamérica, consideradas en el programa Gran Visión.
Los campesinos de la Unión Campesina Emiliano Zapata Vive (UCEZV), que agrupa a más de 4 mil
ejidatarios y agricultores de la región, sostienen que Milenium es algo más que una simple vía de
comunicación: que es una propuesta de desarrollo urbano e industrial que afectaría tierras de los
municipios de Tecamachalco, Tepeaca, Mixtla, Tecali, Hueyotlipan, Cuautinchán, Tochtepec y
Tlalnepantla, de más de 4 mil productores, la mayoría de origen náhuatl.
Todo esto acabaría con tierras ejidales, mismas que utilizan sistemas de riego para cultivar flores y
hortalizas que se venden en los mercados de la capital poblana y de la ciudad de México. En la región de
Tepeaca se planea construir un corredor industrial de 800 hectáreas y en Tecamachalco otro con una
extensión de 400.
Concepción Colotla Gonzaga, presidente de la UCEZV, cuestiona los planes oficiales: "El gobierno nos
propone bienestar y progreso, y para ello busca el establecimiento de empresas que nos darán trabajo de
obreros, pero no necesitamos trabajo, estas tierras son muy productivas, aquí no hay miseria. Mejor que se
lleven su proyecto a la Mixteca, allá sí lo necesitan. La verdadera razón es que el gobernador Melquiades
Morales quiere hacer negocios con los empresarios".
El fantasma de Carlos Peralta
En medio de la zona en disputa se encuentra el rancho Purificación, propiedad del empresario Carlos
Peralta Quintero, dueño de la empresa IUSA. A la entrada de la propiedad están las iniciales CPQ forjadas
a cada lado de la reja.
Carlos Peralta recientemente vendió la telefónica Iusacel a un grupo estadunidense. En 1995 se reveló que
Peralta estuvo involucrado, junto con otros empresarios, en un fondo de inversiones manejado por Raúl
Salinas de Gortari.
Los campesinos no conocen al empresario dueño del equipo de beisbol Tigres, que ahora trasladó su sede a
la capital poblana. Sólo saben que tiene casi abandonado el rancho de 110 hectáreas, donde hay un criadero
de cerdos. Ahí estará el centro del parque industrial planeado para Tepeaca.
Pascual García, uno de los dirigentes de la UCEZV, organización nacida apenas en noviembre como forma
de defensa ante el proyecto Milenium, afirma que detrás de este plan está el presidente del grupo IUSA.
"Lo que nos dijeron funcionarios del gobierno del estado es que los empresarios del grupo corporativo Van
Milenium fueron invitados por Carlos Peralta en octubre del año pasado en Alemania para que invirtieran
en el proyecto", explica.
"El proyecto -continúa- está bien planeado, el terreno es plano, hay agua y se pretende establecer industrias
maquiladoras y agroindustriales; pero no contaron con los campesinos. Ahora les falta lo principal: tener
las tierras. Peralta haría un negocio redondo pues ahora su rancho es prácticamente improductivo".
En las oficinas de Van Milenium en Puebla confirmaron que esa empresa sí esta involucrada en el proyecto
pero que por el momento no tienen información porque todavía está en estudio.
Del Milenium al Milagro
De acuerdo con el proyecto Milenium en poder de la UCEZV -que lleva impresos los logotipos de la
Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) local y del gobierno del estado-, éste cuenta con
"suficiente suelo para ofertar a inversionistas nacionales y extranjeros; suelo de baja y nula productividad
agrícola; potencial de mano de obra en la zona centro, la Angelópolis, y sobre todo en la Mixteca;
necesidad de desarrollo de los tres sectores de la producción en el área centro-oriente del estado; beneficio
directo o indirecto a 650 mil habitantes de la zona; y la propuesta de participación conjunta entre gobierno
del estado, municipios, iniciativa privada, ejidatarios y propietarios".
Añade: "La intención de este programa es materializar un gran proyecto de inversión, fomentando el
desarrollo económico y social del estado en la zona considerada la puerta del sureste del país, aperturando
la integración Golfo-Pacífico, con recursos de un fideicomiso privado, bajo la normatividad del gobierno
del estado".
Parte importante del documento son los mapas, sobre todo uno de ellos en el que con claridad se señala la
distribución del proyecto: el club de golf, en el municipio de Tecali de Herrera; los campos de tiro,
equitación y arco, así como áreas de campismo y recreativas, en Amozoc; una zona industrial en
Tecamachalco, Pino Suárez y Xochimilco; y otra en San Pedro Actipan, San Simón, San Nicolás,
Buenaventura.
También aparece la autopista, que iría de Puebla a Tecamachalco.
Los municipios directamente involucrados serían ocho, pero los "beneficiados" serían 39 en total, con un
suelo dominante de "pastoreo y agrícola de baja productividad, semidesértico".
Marco Antonio Flores, titular de la SCT, asegura que "este es un proyecto que no dañará a nadie; al
contrario, será una gran oportunidad de desarrollo para muchos, sobre todo para las generaciones nuevas,
que van a pedir escuelas y empleos".
El gobierno estatal, ante la inconformidad de los campesinos, elaboró otro plan llamado Milagro-Milenium.
El documento en cuestión señala: "El objeto de este proyecto es lograr conjuntar los esfuerzos de los
productores agropecuarios, del gobierno del estado y de las empresas nacionales y extranjeras, en un
interés común, el cual tiene como consecuencia el mejoramiento del campo en la región afectada por el
Programa de Desarrollo Integral Milenium".
Más aún, agrega que en este proyecto se involucra a la empresa Van Milenium Desarrollos, que junto con
los productores del oriente del estado y el gobierno estatal participará en un fideicomiso de inversión.
Este proyecto complementario confirma las sospechas de los campesinos de que será transformada la
economía de la región, y con ello sus tierras y aguas. El plan considera zonas de alta productividad -a cargo
de empresas agroindustriales- que contarán con riego tecnificado y otras de productividad media que serían
regadas con aguas tratadas. Incluso se habla de la plantación de eucaliptos en el cerro Tecachales y de la
explotación de las cactáceas de las serranías (consideradas zonas de protección ecológica).
Al analizar los dos proyectos los campesinos se alarmaron. Sus preocupaciones crecieron cuando a varias
comunidades les negaron la operación de diversos pozos antes autorizados por la Comisión Nacional del
Agua. "Uno de los principales recursos de la región es el agua. Sabemos que las empresas agroindustriales
requieren acaparar el agua y eso está planteado en el proyecto Milagro", explica Pascual García, joven
veterinario egresado de la UAP.
"No nos oponemos al desarrollo, pero lo que está planeando el gobierno es un desarrollo que sólo va a
beneficiar a las empresas nacionales y extranjeras. El destino para los campesinos será volverse obreros.
Queremos un desarrollo que nos incluya, pero basado en nuestra forma de vida. El fondo del conflicto es
que quieren acabar con los campesinos. Pero el campo está tocando fondo y si el campo toca fondo, todo el
país tocará fondo. El gobierno no le está dejando otra opción a los agricultores que rebelarse", subraya.

Contradicciones y amenazas
La región de Tepeaca es rica en producción de verduras, flores y minerales. En sus tierras se estableció uno
de los mercados de productos agrícolas más viejos del país. Allá por el año 1200 se fundó un tianguis
donde aún sobreviven modos de comercio indígena como el trueque. Las tierras de San Pablo Actipan
fueron las primeras que se repartieron después de la Revolución mexicana en 1917. En Tecali, un
municipio vecino, aún se recuerdan las historias de la resistencia contra la intervención francesa. Todo ello
pesa en la memoria de sus habitantes. A esos recuerdos apelan cuando los campesinos hablan de su lucha
en defensa de la tierra.
El conflicto empezó en noviembre del año pasado. Los campesinos de la región primero se enteraron por
rumores de la existencia del proyecto Milenium. Días después fueron visitados por representantes de la
empresa Van Milenium que recorrían los pueblos para negociar con los campesinos la compra de sus
tierras para construir una carretera y dos parques industriales.
Concepción Colotla, ex comisariado ejidal de San Pablo Actipan, cuenta que un funcionario le filtró el
documento de la SCT llamado Milenium, Programa de Desarrollo Regional Puebla 2000, donde están
plasmados los planes del gobierno.
Colotla asegura que un representante del grupo Van Milenium, que se identificó como José Carlos Nájera,
fue quien ofreció comprar las tierras. Cuando fueron a Puebla a preguntar de qué se trataba, funcionarios
del gobierno estatal primero lo negaron. Después el gobernador Melquiades Morales dijo que sólo se
trataba de una autopista pero que primero iba a consensar con los afectados.
Ante el ocultamiento de información, los campesinos reaccionaron con desconfianza y decidieron
organizarse y formar la UCEZV, que hoy representa a ejidatarios y propietarios de más de 14 comunidades
de los ocho municipios afectados.
La inconformidad se fue extendiendo poco a poco. En respuesta, diversos funcionarios del gobierno estatal
se apersonaron en los pueblos para convencerlos de vender sus tierras.
Cuando los campesinos corrieron a los ingenieros que trazaban la carretera y a los representantes del
gobierno, varios curas de la región usaron sus homilías para hablar de la conveniencia de vender las tierras.
Uno de ellos tuvo que cambiar de parroquia ante el enojo de la gente, otros optaron por no mencionar el
tema en sus misas.
Esto colmó la paciencia de los agricultores. "Vimos que venía en serio todo lo que nos temíamos. Luego
vinieron las contradicciones de los funcionarios, algunos negaban el proyecto, otros lo reafirmaban", dice
Colotla.
Ante esta situación, lo que más enardeció a los ejidatarios y pequeños propietarios fue que funcionarios de
tenencia de la tierra del estado les ofrecieron 50 centavos por metro cuadrado (que luego ante el enojo de
los afectados aumentaron su ofrecimiento a un peso, más tarde a cuatro y, finalmente, a ocho pesos). "Se
han estado burlando de la gente, por eso decidimos ya no dejar entrar a nuestros pueblos a nadie del
gobierno. Aunque nos han amenazado con la expropiación, no vamos a aceptar", advierte Concepción
Colotla.
Después vinieron las movilizaciones. Con la bandera nacional y el estandarte de la Virgen de Guadalupe al
frente, los campesinos hicieron varias manifestaciones a la capital poblana. Envueltos en la bandera
nacional, los campesinos intentaron dialogar en varias ocasiones con el gobernador y semanas después con
el Congreso local, pero tras diversas provocaciones vieron frustradas sus intenciones. El gobierno
endureció su respuesta y la procuraduría del estado libró 11 órdenes de aprehensión en contra de los
dirigentes.
En los pueblos aparecieron militares vestidos de civil y patrullas de la Policía Judicial vigilaban los accesos
y visitaban los domicilios de integrantes del movimiento para intimidarlos. En una ocasión policías
municipales de Tepeaca dispararon contra uno de los agricultores mientras trabajaba en su milpa. El
presidente municipal de Mixtla destruyó un sonido mientras se convocaba a una concentración.
Hace unas semanas fue detenido uno de los dirigentes pero salió bajo fianza. Y algunos aviones militares
han sobrevolado la región. "Todo eso es para presionarnos y meternos miedo, pero estamos decididos a
continuar", dice Colotla.
El momento de más tensión se vivió el 5 de agosto, cuando el diputado local Teodoro Lozano Ramírez, del
PRD -quien se destacó por su apoyo al movimiento y había recibido amenazas de muerte por ello- sufrió un
sospechoso accidente después de que se le cerró un camión en la autopista Puebla-Orizaba. El 10 de agosto
el diputado falleció a consecuencia de las heridas que sufrió. Los integrantes de la UCEZV aseguran que se
trató de un atentado. Tal fue el escándalo que el gobernador se deslindó de cualquier responsabilidad y
pidió a la PGR que investigara el caso para no despertar sospechas. Los campesinos relatan que el día que
ocurrió el "accidente" el diputado salió de una reunión en una comunidad y fue seguido por una camioneta
y por la forma en que ocurrieron los hechos piensan que fue planeado. Responsabilizan al gobernador del
"atentado".
Cuando se conoció el incidente del diputado perredista, el gobernador prometió una consulta con los
pobladores para decidir si se hacía o no el proyecto Milenium; después cambió de parecer y mandó hacer
una encuesta a la empresa Mitovsky que incluía un sondeo de preferencias electorales. Indignados, los
labriegos prohibieron a los encuestadores el ingreso a sus pueblos.
Dos visiones encontradas
Marco Antonio Rojas Flores, titular de la SCT, afirma que el mapa y los datos que presentan los
campesinos son falsos. Más aún, dice que los líderes de la UCEZV "han manipulado a la gente con
mentiras".
Rojas Flores, uno de los principales impulsores de Milenium, asegura que la expropiación es una facultad
legal del gobierno para impulsar proyectos de beneficio social, pero aclara que hasta el momento no la van
a utilizar. "Se tratará de convencer a los propietarios para que vendan parte de sus terrenos". Declara que
ante la inconformidad de los integrantes de la UCEZV "en estos momentos vamos a dejar que pase el
tiempo para que bajen los ánimos y el movimiento. Sólo queremos el desarrollo de nuestra gente".
El secretario de la SCT, con listas en mano, sostiene que 80% de los campesinos afectados ya vendió y que
el resto aún no acepta el precio de entre 80 y 100 pesos por metro cuadrado que les han ofrecido por sus
tierras, muchas de las cuales, sostiene, son improductivas. De la primera etapa de 28 kilómetros, dice, sólo
falta negociar tres kilómetros de la carretera.
Rojas Flores informa que Milenium surgió antes del llamado Plan Puebla-Panamá y justifica el proyecto:
"Esta carretera tiene como objetivo lograr una comunicación eficiente, pero suelen surgir algunas
inquietudes que no tienen sustento. El objetivo es promover el desarrollo". Niega que el gobierno haya
presionado o amenazado para obligar a los campesinos a vender.
El funcionario poblano considera que "es justo" el precio que se paga por la tierra por derecho de vía. "En
Tecamachalco la gente ha aceptado, igual en Santa María Pino Suárez. Han aceptado unos 300 y faltan
como 60 propietarios. Los que han aceptado han recibido un anticipo del 80% y cuando se finiquite el plan
les daremos el 20% restante". Los lugareños afirman que las ventas son, por lo menos, sospechosas, puesto
que no hay cheques certificados que las avalen.
Al final de la entrevista, el funcionario admite que la carretera traerá desarrollo.
En Tecamachalco, informa, ya se puso la primera piedra del parque industrial donde se instalarán empresas
de autopartes y de electrónica que abarcarán 400 hectáreas, "donde los campesinos serán socios", confía un
colaborador del funcionario.
"Hay quien se opone al Plan Puebla-Panamá que es desarrollo. Hay quien ve que eso nos hace daño. El
programa Milenium sería parte de Gran Visión para conectarse con la carretera a Acapulco", explica el
funcionario.
Concluye Rojas: "Proponemos desarrollo y nos topamos con incomprensiones. Cuando se den cuenta de su
error vendrán aquí para pedir el desarrollo industrial. Porque todo es para su bien".
Los campesinos de la región piensan distinto. Juan García Aguilar, oriundo de San Simón, mira sus
terrenos y reta: "El gobierno dice que estas tierras no son productivas, que no cuestan mucho, pero yo
invito a Melquiades a que venga a ver si no son buenas. Yo saco de las cebollas y hortalizas, en una
cosecha, lo que me quiere pagar el gobierno por mis tierras. Tengo cuatro cosechas al año. El gobierno nos
da un dinero que se acaba pronto. En cambio con esto tenemos para vivir siempre. Si el gobernador quiere
vender sus ranchos nosotros se los compramos. Dios ha sido generoso con nosotros y nos ha dado esta
tierra".
Algunos ejidatarios han aceptado la venta de su tierra. Un vecino de Pino Suárez explica que a uno de los
campesinos de su pueblo le dieron 25 mil pesos, "pero ya se los gastó y ahora no le queda nada".
Concepción Colotla explica que algunos campesinos sí han vendido al gobierno, "pero es una minoría que
la engañaron con el argumento de que si no vendían se las quitaría el gobierno sin darles nada. Es una
venta ilegal. Son ejidos y no ha habido asambleas ejidales para decidir la venta de la tierra o el cambio de
propiedad a dominio pleno para que cada quien pueda vender. El gobierno está actuando ilegalmente.
Además, a los campesinos les dan una minuta de venta, que también es ilegal".
"Nos quieren regresar al porfiriato"
San Pablo Actipan es el epicentro de este movimiento campesino. Aquí se hacen las asambleas de los 14
pueblos que hasta ahora se oponen al Milenium. La mayor parte de las calles no está pavimentada, en el
centro del pueblo se eleva una modesta iglesia encalada que data de hace siglos con relieves de ángeles y
santos pintados de azul; en lo que sería el atrio está el panteón local, lleno de flores.
Aquí, "en 1917 le dieron la tierra a nuestros padres que lucharon con Emiliano Zapata", cuenta Concepción
Colotla. Rodeado por decenas de vecinos de la región, don Concho ?como todos lo conocen? explica las
razones del nuevo movimiento campesino: "El gobierno quiere regresar a tiempos del porfiriato: en lugar
de haciendas va a haber maquiladoras. Quieren hacernos esclavos de los extranjeros. Pero no nos vamos a
dejar".
Explica que pidieron la intervención de la CNDH. También pidieron audiencia con el presidente Vicente
Fox, "pero nos dijeron que había 28 mil solicitudes antes que nosotros. Pero si ni Fox ni el Congreso nos
apoyan, va a ser de a como toque, la gente no va a permitir el despojo, nos vamos a defender como lo que
somos, como indios".
Pascual García agrega: "El gobierno y las empresas extranjeras quieren cambiar nuestro modo de vida.
Pero no venderemos nuestras tierras, las defenderemos aunque nos maten. Nuestra forma de vida ha
prevalecido desde la fundación de estas comunidades y ahora nos proponen un desarrollo a partir de
maquiladoras, un nuevo esclavismo en una empresa donde no veremos ni el sol".
Y concluye: "Nosotros tenemos armas mucho más poderosas que el gobierno: la razón y la sensatez. El no
tiene la razón, ni es sensato al querer afectar a tanta gente trabajadora, gente humilde pero bastante rica en
cultura. Contra esas armas no va a poder, nos vamos a morir en la raya, luchando por el patrimonio de
nuestros hijos".*

Corrido de Tepeaca
Nos quiere comprar la tierra gente de otras naciones,
No les venderemos nada será por muchas razones.
Ya llegaron los coreanos que vienen comprando tierras
pero dicen los poblanos que no habrá ni quien les venda.
Quieren poner carretera, puro engaño para la gente,
primero quieren la tierra y sólo pagando veinte.
Quieren poner sus industrias con ayuda del gobierno,
pero son cosas muy sucias que se lo lleve al infierno.
Varios pueblos campesinos, los que trabajan la tierra,
Lo que quieren es justicia si no para qué hubo guerra.
El recuerdo de Zapata, lo tenemos muy presente,
el orgullo que nos queda así lo grita la gente.
Lucharemos por la tierra, la que siempre cultivamos,
no dejaremos carretera ni a los señores coreanos.
Nos quieren quitar la tierra, es la que más añoramos
si por ella hubo guerra, por ella la cultivamos.
(Don Filemón, cronista del movimiento, ha compuesto 40 corridos sobre esta lucha)

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