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Contradicciones y amenazas
La región de Tepeaca es rica en producción de verduras, flores y minerales. En sus tierras se estableció uno
de los mercados de productos agrícolas más viejos del país. Allá por el año 1200 se fundó un tianguis
donde aún sobreviven modos de comercio indígena como el trueque. Las tierras de San Pablo Actipan
fueron las primeras que se repartieron después de la Revolución mexicana en 1917. En Tecali, un
municipio vecino, aún se recuerdan las historias de la resistencia contra la intervención francesa. Todo ello
pesa en la memoria de sus habitantes. A esos recuerdos apelan cuando los campesinos hablan de su lucha
en defensa de la tierra.
El conflicto empezó en noviembre del año pasado. Los campesinos de la región primero se enteraron por
rumores de la existencia del proyecto Milenium. Días después fueron visitados por representantes de la
empresa Van Milenium que recorrían los pueblos para negociar con los campesinos la compra de sus
tierras para construir una carretera y dos parques industriales.
Concepción Colotla, ex comisariado ejidal de San Pablo Actipan, cuenta que un funcionario le filtró el
documento de la SCT llamado Milenium, Programa de Desarrollo Regional Puebla 2000, donde están
plasmados los planes del gobierno.
Colotla asegura que un representante del grupo Van Milenium, que se identificó como José Carlos Nájera,
fue quien ofreció comprar las tierras. Cuando fueron a Puebla a preguntar de qué se trataba, funcionarios
del gobierno estatal primero lo negaron. Después el gobernador Melquiades Morales dijo que sólo se
trataba de una autopista pero que primero iba a consensar con los afectados.
Ante el ocultamiento de información, los campesinos reaccionaron con desconfianza y decidieron
organizarse y formar la UCEZV, que hoy representa a ejidatarios y propietarios de más de 14 comunidades
de los ocho municipios afectados.
La inconformidad se fue extendiendo poco a poco. En respuesta, diversos funcionarios del gobierno estatal
se apersonaron en los pueblos para convencerlos de vender sus tierras.
Cuando los campesinos corrieron a los ingenieros que trazaban la carretera y a los representantes del
gobierno, varios curas de la región usaron sus homilías para hablar de la conveniencia de vender las tierras.
Uno de ellos tuvo que cambiar de parroquia ante el enojo de la gente, otros optaron por no mencionar el
tema en sus misas.
Esto colmó la paciencia de los agricultores. "Vimos que venía en serio todo lo que nos temíamos. Luego
vinieron las contradicciones de los funcionarios, algunos negaban el proyecto, otros lo reafirmaban", dice
Colotla.
Ante esta situación, lo que más enardeció a los ejidatarios y pequeños propietarios fue que funcionarios de
tenencia de la tierra del estado les ofrecieron 50 centavos por metro cuadrado (que luego ante el enojo de
los afectados aumentaron su ofrecimiento a un peso, más tarde a cuatro y, finalmente, a ocho pesos). "Se
han estado burlando de la gente, por eso decidimos ya no dejar entrar a nuestros pueblos a nadie del
gobierno. Aunque nos han amenazado con la expropiación, no vamos a aceptar", advierte Concepción
Colotla.
Después vinieron las movilizaciones. Con la bandera nacional y el estandarte de la Virgen de Guadalupe al
frente, los campesinos hicieron varias manifestaciones a la capital poblana. Envueltos en la bandera
nacional, los campesinos intentaron dialogar en varias ocasiones con el gobernador y semanas después con
el Congreso local, pero tras diversas provocaciones vieron frustradas sus intenciones. El gobierno
endureció su respuesta y la procuraduría del estado libró 11 órdenes de aprehensión en contra de los
dirigentes.
En los pueblos aparecieron militares vestidos de civil y patrullas de la Policía Judicial vigilaban los accesos
y visitaban los domicilios de integrantes del movimiento para intimidarlos. En una ocasión policías
municipales de Tepeaca dispararon contra uno de los agricultores mientras trabajaba en su milpa. El
presidente municipal de Mixtla destruyó un sonido mientras se convocaba a una concentración.
Hace unas semanas fue detenido uno de los dirigentes pero salió bajo fianza. Y algunos aviones militares
han sobrevolado la región. "Todo eso es para presionarnos y meternos miedo, pero estamos decididos a
continuar", dice Colotla.
El momento de más tensión se vivió el 5 de agosto, cuando el diputado local Teodoro Lozano Ramírez, del
PRD -quien se destacó por su apoyo al movimiento y había recibido amenazas de muerte por ello- sufrió un
sospechoso accidente después de que se le cerró un camión en la autopista Puebla-Orizaba. El 10 de agosto
el diputado falleció a consecuencia de las heridas que sufrió. Los integrantes de la UCEZV aseguran que se
trató de un atentado. Tal fue el escándalo que el gobernador se deslindó de cualquier responsabilidad y
pidió a la PGR que investigara el caso para no despertar sospechas. Los campesinos relatan que el día que
ocurrió el "accidente" el diputado salió de una reunión en una comunidad y fue seguido por una camioneta
y por la forma en que ocurrieron los hechos piensan que fue planeado. Responsabilizan al gobernador del
"atentado".
Cuando se conoció el incidente del diputado perredista, el gobernador prometió una consulta con los
pobladores para decidir si se hacía o no el proyecto Milenium; después cambió de parecer y mandó hacer
una encuesta a la empresa Mitovsky que incluía un sondeo de preferencias electorales. Indignados, los
labriegos prohibieron a los encuestadores el ingreso a sus pueblos.
Dos visiones encontradas
Marco Antonio Rojas Flores, titular de la SCT, afirma que el mapa y los datos que presentan los
campesinos son falsos. Más aún, dice que los líderes de la UCEZV "han manipulado a la gente con
mentiras".
Rojas Flores, uno de los principales impulsores de Milenium, asegura que la expropiación es una facultad
legal del gobierno para impulsar proyectos de beneficio social, pero aclara que hasta el momento no la van
a utilizar. "Se tratará de convencer a los propietarios para que vendan parte de sus terrenos". Declara que
ante la inconformidad de los integrantes de la UCEZV "en estos momentos vamos a dejar que pase el
tiempo para que bajen los ánimos y el movimiento. Sólo queremos el desarrollo de nuestra gente".
El secretario de la SCT, con listas en mano, sostiene que 80% de los campesinos afectados ya vendió y que
el resto aún no acepta el precio de entre 80 y 100 pesos por metro cuadrado que les han ofrecido por sus
tierras, muchas de las cuales, sostiene, son improductivas. De la primera etapa de 28 kilómetros, dice, sólo
falta negociar tres kilómetros de la carretera.
Rojas Flores informa que Milenium surgió antes del llamado Plan Puebla-Panamá y justifica el proyecto:
"Esta carretera tiene como objetivo lograr una comunicación eficiente, pero suelen surgir algunas
inquietudes que no tienen sustento. El objetivo es promover el desarrollo". Niega que el gobierno haya
presionado o amenazado para obligar a los campesinos a vender.
El funcionario poblano considera que "es justo" el precio que se paga por la tierra por derecho de vía. "En
Tecamachalco la gente ha aceptado, igual en Santa María Pino Suárez. Han aceptado unos 300 y faltan
como 60 propietarios. Los que han aceptado han recibido un anticipo del 80% y cuando se finiquite el plan
les daremos el 20% restante". Los lugareños afirman que las ventas son, por lo menos, sospechosas, puesto
que no hay cheques certificados que las avalen.
Al final de la entrevista, el funcionario admite que la carretera traerá desarrollo.
En Tecamachalco, informa, ya se puso la primera piedra del parque industrial donde se instalarán empresas
de autopartes y de electrónica que abarcarán 400 hectáreas, "donde los campesinos serán socios", confía un
colaborador del funcionario.
"Hay quien se opone al Plan Puebla-Panamá que es desarrollo. Hay quien ve que eso nos hace daño. El
programa Milenium sería parte de Gran Visión para conectarse con la carretera a Acapulco", explica el
funcionario.
Concluye Rojas: "Proponemos desarrollo y nos topamos con incomprensiones. Cuando se den cuenta de su
error vendrán aquí para pedir el desarrollo industrial. Porque todo es para su bien".
Los campesinos de la región piensan distinto. Juan García Aguilar, oriundo de San Simón, mira sus
terrenos y reta: "El gobierno dice que estas tierras no son productivas, que no cuestan mucho, pero yo
invito a Melquiades a que venga a ver si no son buenas. Yo saco de las cebollas y hortalizas, en una
cosecha, lo que me quiere pagar el gobierno por mis tierras. Tengo cuatro cosechas al año. El gobierno nos
da un dinero que se acaba pronto. En cambio con esto tenemos para vivir siempre. Si el gobernador quiere
vender sus ranchos nosotros se los compramos. Dios ha sido generoso con nosotros y nos ha dado esta
tierra".
Algunos ejidatarios han aceptado la venta de su tierra. Un vecino de Pino Suárez explica que a uno de los
campesinos de su pueblo le dieron 25 mil pesos, "pero ya se los gastó y ahora no le queda nada".
Concepción Colotla explica que algunos campesinos sí han vendido al gobierno, "pero es una minoría que
la engañaron con el argumento de que si no vendían se las quitaría el gobierno sin darles nada. Es una
venta ilegal. Son ejidos y no ha habido asambleas ejidales para decidir la venta de la tierra o el cambio de
propiedad a dominio pleno para que cada quien pueda vender. El gobierno está actuando ilegalmente.
Además, a los campesinos les dan una minuta de venta, que también es ilegal".
"Nos quieren regresar al porfiriato"
San Pablo Actipan es el epicentro de este movimiento campesino. Aquí se hacen las asambleas de los 14
pueblos que hasta ahora se oponen al Milenium. La mayor parte de las calles no está pavimentada, en el
centro del pueblo se eleva una modesta iglesia encalada que data de hace siglos con relieves de ángeles y
santos pintados de azul; en lo que sería el atrio está el panteón local, lleno de flores.
Aquí, "en 1917 le dieron la tierra a nuestros padres que lucharon con Emiliano Zapata", cuenta Concepción
Colotla. Rodeado por decenas de vecinos de la región, don Concho ?como todos lo conocen? explica las
razones del nuevo movimiento campesino: "El gobierno quiere regresar a tiempos del porfiriato: en lugar
de haciendas va a haber maquiladoras. Quieren hacernos esclavos de los extranjeros. Pero no nos vamos a
dejar".
Explica que pidieron la intervención de la CNDH. También pidieron audiencia con el presidente Vicente
Fox, "pero nos dijeron que había 28 mil solicitudes antes que nosotros. Pero si ni Fox ni el Congreso nos
apoyan, va a ser de a como toque, la gente no va a permitir el despojo, nos vamos a defender como lo que
somos, como indios".
Pascual García agrega: "El gobierno y las empresas extranjeras quieren cambiar nuestro modo de vida.
Pero no venderemos nuestras tierras, las defenderemos aunque nos maten. Nuestra forma de vida ha
prevalecido desde la fundación de estas comunidades y ahora nos proponen un desarrollo a partir de
maquiladoras, un nuevo esclavismo en una empresa donde no veremos ni el sol".
Y concluye: "Nosotros tenemos armas mucho más poderosas que el gobierno: la razón y la sensatez. El no
tiene la razón, ni es sensato al querer afectar a tanta gente trabajadora, gente humilde pero bastante rica en
cultura. Contra esas armas no va a poder, nos vamos a morir en la raya, luchando por el patrimonio de
nuestros hijos".*
Corrido de Tepeaca
Nos quiere comprar la tierra gente de otras naciones,
No les venderemos nada será por muchas razones.
Ya llegaron los coreanos que vienen comprando tierras
pero dicen los poblanos que no habrá ni quien les venda.
Quieren poner carretera, puro engaño para la gente,
primero quieren la tierra y sólo pagando veinte.
Quieren poner sus industrias con ayuda del gobierno,
pero son cosas muy sucias que se lo lleve al infierno.
Varios pueblos campesinos, los que trabajan la tierra,
Lo que quieren es justicia si no para qué hubo guerra.
El recuerdo de Zapata, lo tenemos muy presente,
el orgullo que nos queda así lo grita la gente.
Lucharemos por la tierra, la que siempre cultivamos,
no dejaremos carretera ni a los señores coreanos.
Nos quieren quitar la tierra, es la que más añoramos
si por ella hubo guerra, por ella la cultivamos.
(Don Filemón, cronista del movimiento, ha compuesto 40 corridos sobre esta lucha)