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Anuncios movibles. Qué aman y qué odian los publicistas de los smartphones y las tabletas.
Artículo publicado en el Diario Gestión. Extraído de The Economist.
Anuncios movibles. Qué aman y qué odian los publicistas de los smartphones y las tabletas.
Artículo publicado en el Diario Gestión. Extraído de The Economist.
Anuncios movibles. Qué aman y qué odian los publicistas de los smartphones y las tabletas.
Artículo publicado en el Diario Gestión. Extraído de The Economist.
uno contra la aplicacin para re- des sociales Path, que estaba to- mando informacin de nombres y nmeros telefnicos sin ningn consentimiento. Otro fue contra GoldenShores Technologies, que ofreca una aplicacin gratuita sin informar a los consumidores que estaba compartiendo datos de ubicacin con terceros, incluyen- do redes publicitarias. Los beacons, por su parte, cau- sarn nuevas complicaciones por- que pueden abrir aplicaciones sin el permiso expreso del usuario. Todava nadie ha denido qu est OK desde el punto de vista de la privacidad del consumidor por- que estamos hablando de una pla- taforma muy nueva y nada ha sido regulado, seala Adam Fo- roughi, CEO de AppLovin, una r- ma de marketing del rubro mvil. Lo que es ms importante an es que los anunciantes estn preocupados por enfadar a sus clientes. Los consumidores se han acostumbrado a esperar anuncios en sus computadoras de escritorio, pero no en sus telfonos, que ellos consideran ms personales. Yo no quiero cruzar esa lnea y arrepen- tirme por haber cometido un error pues no hay ningn benecio co- mercial, arma John Wren, CEO de la agencia de publicidad Omni- com. Es por ello que los anuncian- tes estn actuando con cautela. TraducidoparaGestinporAntonioYonz Martnez TheEconomistNewspaperLtd, London, 2014 EDICIN IMPRESA E l mantra de los mercado- tcnicos, el mensaje co- rrecto, para la persona correcta, en el momento correcto, es ms fcil de cumplir- se hoy que hace unos aos. A dife- rencia de las computadoras de es- critorio, los aparatos mviles son tpicamente utilizados por una so- la persona y estn conectados cer- canamente a sus vidas y hbitos diarios, lo cual es de gran ayuda para los publicistas que desean apuntar a usuarios especcos. Por primera vez, este ao los es- tadounidenses pasarn ms tiem- po con sus aparatos mviles sin contar los servicios de voz que con sus computadoras de escrito- rio. En Reino Unido, ese nivel se alcanzara en el 2015. El gasto global en publicidad en medios mviles ha progresado ve- lozmente y casi se duplic entre el 2012 y el 2013 hasta alcanzar US$ 19,300 millones, de acuerdo con IAB, un gremio del sector. Mary Meeker, analista de Internet en la rma de capitales de riesgo Klei- ner Perkins, sostiene que este tipo de avisaje no se ha mantenido a la par del tiempo que la gente pasa con sus aparatos. Dentro de pocos aos, el rubro mvil ser el de ms rpido crecimiento de la publici- dad online. Desde un punto de vista comer- cial, la mejor caracterstica de un equipo mvil es su capacidad de trazabilidad y localizacin. Los pu- blicistas estn experimentando con el geoperimetraje, el cual les permite llegar a personas dentro de un rea especca. Por ejemplo, la cadena de oreras 1-800-Flowers ha probado con enviar anuncios a telfonos que se hallan a poca dis- tancia de una de sus tiendas. Segn Ann Lewnes, gerente de Marketing de Adobe, los peque- os dispositivos inalmbricos lla- Dentro de pocos aos, el rubro mvil ser el de ms rpido crecimiento de la publicidad online. mados beacon que utilizan se- ales de radio para comunicarse con telfonos mviles y tabletas se convertirn en parte integral del marketing en tienda dentro de un par de aos. Los beacons pueden comunicarse con las aplicaciones para ofrecer cupones y descuentos. A pesar de todas las atracciones de la publicidad para equipos m- viles y de la experimentacin con nuevas tecnologas, existen razo- nes para explicar por qu las com- paas estn procediendo con cau- tela. Algunas estn preocupadas por la exactitud de la data con la que trabajan, incluyendo la ubicacin y la informacin demogrca, pues todo esto es an muy nuevo. Adems, el pequeo tamao de las pantallas de los smartphones sigue siendo un problema y ayuda a expli- car por qu los precios de la publici- dad en este rubro son inferiores que para las computadoras de escritorio. Los consumidores de aparatos m- viles no prestan mucha atencin a los banners que aparecen en la parte ba- ja de la pantalla y dedican menos tiempo al contenido de formato lar- go, lo cual reduce su tolerancia a los anuncios en videos prolongados. En cambio, los avisos que pro- mueven la descarga de aplicaciones explican una gran porcin del gasto publicitario del rubro. Las empresas han tenido que reestructurar sus es- trategias de ventas y adaptarlas a las pequeas pantallas y la forma en que la gente las utiliza. La mayora ha encontrado que los anuncios na- tivos que se camuan como con- tenido dentro de las aplicaciones son los ms atractivos porque el usuario tiene que desplazarse por la pantalla, que por su tamao hace di- fcil ver los diminutos conos que in- dican que son contenido pagado. Pero incluso para las PC, la lnea entre contenido y avisaje se ha tor- nado menos distinguible. Ben Edel- man, profesor en la Escuela de Ne- gocios de Harvard, anota que en la ltima dcada el fondo amarillo que sola marcar los anuncios en los resultados de bsqueda de Google se ha ido desvaneciendo y hoy ha desaparecido por completo. El consentimiento para ser ras- treado es ms complicado en tel- fonos mviles, donde la poltica de privacidad de las empresas viene en letras muy pequeas y muchos con- sumidores no son tan expertos co- mo para saber cundo su ubicacin est siendo monitoreada, aunque hayan accedido a serlo. Algunas aplicaciones no hacen fcil determinar cmo recolectan informacin y con quin la compar- ten. La Comisin Federal de Comer- cio de Estados Unidos ha reunido Incluye contenido de The Economist Anuncios movibles QU AMAN Y QU ODIAN LOS PUBLICISTAS DE LOS SMARTPHONES Y LAS TABLETAS. CAROLINAURRA Las empresas han tenido que reestructurar sus estrategias de ventas y adaptarlas a las pequeas pantallas y la forma en que la gente las utiliza.