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La CIRT está deschaveztada

Por Carlos M. Hornelas Pineda

Muchos coinciden en que tanto la BBC de Londres como la NHK en Japón son
las televisoras más emblemáticas del planeta. Su fama trasciende lo local y
se inserta en la oferta cultural del ciudadano globalizado que tiene acceso a
ellas. Ambas son entes públicos, que no oficiales, y han visto como el
gobierno en su patria se ha alternado mientras la estructura de gestión de
estas industrias culturales queda intocable.

El éxito de ambas consiste en ser fieles a la audiencia, de la cual viven, no a


los gobiernos que administran los bienes públicos. Viven del escrutinio del
televidente, no de los anunciantes. Viven de la pluralidad de los Consejos
que deciden en conjunto el rumbo a seguir; no de los dictados que impone
el poder para, paradójicamente, utilizar los medios de comunicación para
callar, someter y soslayar.

En México, se echa de menos una verdadera política en materia de


comunicación. Para empezar, cuando se habla de medios de comunicación,
se tiene, vergonzosamente, que hablar en primer lugar de los medios
concesionados y en segundo lugar de su carácter oligopólico. La
concentración del poder económico de los medios electrónicos vive en
relación de connivencia, como un matrimonio arreglado. Ahora la televisión
se sirve de la política y “Político sin pantalla es un pobre político.”

Nuestros gobernantes son celebridades del canal de las estrellas, que en


horario telenovelero aparecen a cuadro con el pelo engominado, y cual
galanes de la pantalla, ni siquiera una inundación de una zona residencial,
un huracán o un incendio en una guardería logra despeinarles. Como
cualquier mercancía de salida y en oferta, su imagen aparece inflada y
como el espejo del rey, admiran la vacuidad y desnudez de su reflejo con
soberbia y desdén, pensando que el pueblo, que sufre de estulticia, es
incapaz de percibirlo.

Así, con una mano en la chequera y otra en el control remoto, el magnate


italiano de los medios y también presidente de Italia, ha recibido un fuerte
encontronazo con la realidad. Mientras prodiga su imagen en todos los
medios a su alcance, una persona común y corriente – que debe estar loco,
como dicen los medios- le ha propinado semejante golpe, literalmente
hablando, que ha herido más su vanidad porque demuestra su
vulnerabilidad como persona. Ahora, el espejo se ha roto y como el corrido
del caballo blanco, lleva el hocico sangrando. Antes les tiraban zapatazos
los periodistas, ahora sin escribir, les descomponen el garbo.

Lejos, pero no tanto, en México la mediocracia impone su agenda y peculiar


estilo no sólo a la audiencia sino también al poder legislativo. El pasado
lunes 7 de diciembre, la Cámara Nacional de la Industria de Radio y
Televisión Mexicana (CIRT), publicó un desplegado a plana completa(AMEDI,
2009) en diversos diarios de circulación nacional en el cual advierte un
grave peligro para México (otro más): la chavetización de la radiodifusión
promovida por el Senador Carlos Sotelo García.

De acuerdo con la CIRT, el senador Sotelo(Sotelo, 2009), presidente de la


Comisión de Radio y Televisión en la cámara alta, estaría tramando una
estrategia política usando como señuelo a las radios comunitarias. Esta
versión de los hechos busca posicionar la idea de que las radios
comunitarias, operadas de manera ilegal por indígenas revoltosos y
subversivos lograrían una especie de federación o red que operaría de modo
coordinado en todo el territorio nacional desde la clandestinidad, para
difundir, promover y eventualmente colonizar las mentes de quienes les
presten oídos, para así lograr llegar al poder e imponer un estado totalitario
de corte socialista , como en Venezuela con Chávez, aprovechando la
oportunidad y pertinencia que ofrece esta temporada previa a las elecciones
del año entrante.

El desplegado sugiere que la propuesta del Senador Sotelo busca:


“promover la creación y consolidación de los medios de comunicación
alternativos y comunitarios para romper el cerco mediático, promover una
instancia de coordinación internacional de medios alternativos de
izquierda que genere lazos de intercambio de información de un país a
otro, en el cual Telesur y Radio Sur (medios del gobierno venezolano)
pueden ser punta de lanza para esta acción”

Pero, para tal efecto sería necesario, en primer lugar, que el gobierno actual
finalmente respetara los acuerdos de San Andrés firmados en 2001, a raíz
de los cuales se añadió al artículo 2 de nuestra Constitución Política
Mexicana(Congreso de la Unión, 1917), la fracción VI que reza que es deber
del estado:

“VI. Extender la red de comunicaciones que permita la integración de las


comunidades, mediante la construcción y ampliación de vías de
comunicación y telecomunicación. Establecer condiciones para que los
pueblos y las comunidades indígenas puedan adquirir, operar y administrar
medios de comunicación, en los términos que las leyes de la materia
determinen.
(Reformado mediante decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación
el 14 de agosto del 2001)”

Dicha cuestión, que todavía no se ha establecido cómo hacerlo con la


legislación vigente, se ha convertido en un rezago u omisión deliberada por
parte del legislativo, por parte del ejecutivo. Asimismo, la estigmatización
de las radios indígenas comunitarias como subversivas, militantes y
belicosas se ha nutrido del referente que los medios electrónicos han
querido relacionar de una u otra manera con las acciones violentas de la
Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca, que en 2006 tomaron 12
estaciones de radio como parte de sus estrategias de movilización social.
No obstante, olvidan el caso de Felícitas Bautista y Teresa Martínez,
indígenas triques y locutoras de la radio comunitaria “La Voz que rompe el
silencio” quienes fueron emboscadas el 7 de abril del 2008 y ultimadas a
balazos por su actividad “ilegal” de reportear para una radio sin permiso ni
concesión para operar; y a las que, por cierto les fue otorgado un Premio
Nacional de periodismo post-mortem.

Olvidan también que para llevar a cabo sus fines de persuasión y acceso al
poder, estas radios necesitan ser financiadas para salir adelante con los
gastos de operación de una empresa de este tipo, y para empezar, como lo
ha referido el funcionario Hernández Licona, del Consejo Nacional de
Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL): “entre los
sectores más afectados dentro de la pobreza se encuentran los indígenas,
que en el 75 por ciento de los casos de la población total sufren alguna de
las seis carencias de la medición [de la pobreza], y en riesgo se encuentran
de acceder a este grado más bajo de nivel de vida 1 millón y medio más.
(Milenio, 2009)”.

El desplegado de la CIRT sólo puede entenderse si se toman en cuenta los


siguientes puntos:

• Ella misma se obsequia el derecho de comunicar a los ciudadanos


civilizados (no a “indígenas sediciosos”) el acontecer político y social
a través de la promoción pactada financieramente con sus clientes /
políticos y no admiten competencia de ningún tipo.
• La reforma de la legislación en la materia deberá contar con la
anuencia de los medios electrónicos, cuidando en todo momento el
oligopolio y sus ventajas.
• La desactivación de la iniciativa del senador Sotelo y la decisión del
legislativo de posponerla hasta el año entrante, en plena ebullición
electoral, acabará con la misma, pues nadie querrá meterse con los
dueños de la pantalla en tiempos de cosecha de votos y acarreo.

Después de todo, como diría Alexis de Tocqueville: “no hay peor


injusticia que tratar como iguales a los que no lo son”.

Referencias

AMEDI. (7 de Diciembre de 2009). Desplegado de la CIRT contra los medios


comunitarios. Recuperado el 9 de Diciembre de 2009, de Asociación
Mexicana de Derecho a a la Información:
http://www.amedi.org.mx/index.php?
option=com_content&view=article&id=245:desplegado-de-la-cirt-contra-
los-medios-comunitarios&catid=45:externas

Congreso de la Unión. (1917). Artículo Segundo. Recuperado el 8 de


Diciembre de 2009, de Constitución Política Mexicana:
http://info4.juridicas.unam.mx/ijure/fed/9/3.htm?s=
Milenio. (10 de Diciembre de 2009). 33.2 millones de mexicanos enfrentan
situaciones de pobreza. Milenio Diario , pág.
http://www.milenio.com/node/338710.

Sotelo, C. (8 de Diciembre de 2009). Iniciativa que contiene Proyecto de


Decreto que expide la Ley Federal de Telecomunicaciones y
Radiodifusión.Senado de la República. Recuperado el 8 de Diciembre de
2009, de Senado de la República: http://www.senado.gob.mx/gace61.php?
ver=gaceta&sm=1001&id=1558&lg=61

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