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Volumen II Número 10 (16)

Octubre de 2014

Ateneo
Paz y Socialismo
miruasocialismu@gmail.com

Ateneo para la recuperación de la memoria histórica de la editorial internacional Paz y Socialismo 1958-1990

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Nº10 (16) Octubre de 2014
La Revolución de Octubre de 1934 en Asturias
El 5 de octubre de 1934 el Comité Revolucionario de la Alianza Obrera, presidido por el socialista Francisco Largo Caballero,
decreta la huelga general revolucionaria contra el gobierno reaccionario del presidente Alejandro Lerroux.
El programa de la Alianza Obrera en Asturias, formada por socialistas, comunistas y anarquistas expresaba lo siguiente: “Las
organizaciones firmantes trabajarán de común acuerdo hasta conseguir el triunfo de la revolución social en España y llegar a la
conquista del poder político y económico para la clase trabajadora, cuya concreción inmediata será la República Socialista
Federal”.
Excepto en Cataluña, y en menor medida en el País Vasco, la huelga fue desde el principio desarticulada por el decreto de Estado
de Guerra proclamado por el ejecutivo que permitió a la policía y al ejército usar las armas contra los obreros y campesinos. En
Asturias, sin embargo, la acción de los mineros fue rápida y coordinada, bajo el lema conjunto de ¡Uníos, Hermanos Proletarios!
más conocido por sus siglas UHP, 3.000 mineros armados con la dinamita de las minas y los fusiles y pistolas confiscadas en las
fábricas de Oviedo y Trubia, respondieron al llamamiento de la Alianza Obrera hecho a través del periódico socialista regional
“Avance”.
Las capitales mineras asturianas, Mieres en la cuenca del Caudal y Sama de Langreo en la del Nalón, fueron los centros de
coordinación de la conocida como la Comuna Asturiana. Las columnas de soldados rojos acudieron a la capital de Asturias,
Oviedo, al mando del secretario general del Sindicato Minero de la UGT, el socialista Ramón González Peña, donde derrotaron a
los guardias civiles y a los carabineros que les opusieron resistencia y cercaron las instalaciones militares. Otra columna minera
derrotó en La Manzaneda a un batallón de infantería enviado desde Oviedo a sofocar la revolución. También en Gijón, la otra
gran ciudad asturiana, como en Avilés, Pola de Siero, Trubia, o Grado, se izó la bandera roja.
A tres días del inicio de la revolución, sólo Asturias resistía la fuerza represiva del gobierno, la insurrección fue aplastada a sangre
y fuego en toda España, mientras en la Comuna se organizaba un ejército rojo de 30.000 combatientes, en su mayoría mineros,
obreros de las fábricas y jóvenes socialistas, comunistas y libertarios.
La respuesta militar gubernativa no se hizo esperar, fuerzas militares cruzaron el Puerto de Pajares el día 5, las tropas coloniales,
legionarios y regulares, fueron trasladados desde el Norte de África desembarcando en Gijón el día 7. Los intentos de los
reaccionarios por avanzar en el oeste, desde Galicia, tenían como objetivo Trubia, mientras los procedentes de Santander desde el
este intentaban llegar a Oviedo.
El 10 de octubre el Puerto de Pajares cayó en manos reaccionarias, mientras los africanos de Franco y Yagüe comenzaban su
marcha de la muerte hacia Oviedo, capital que cayó derrotada el día 13. El 15 de octubre de 1934 el Comité Revolucionario
consideró inútil continuar la resistencia y las cuencas mineras, últimos reductos revolucionarios, depusieron las armas.
“¡Camaradas! ¡Soldados rojos! Delante de vosotros, convencidos de que hemos sido fieles a la confianza que depositasteis en
nosotros, venimos a hablaros de la triste situación a la que se ve reducido nuestro glorioso movimiento de insurrección. Hemos de
confesar nuestras conversaciones de paz con el general del Ejército enemigo. Pero hemos sido derrotados solo por un tiempo.
Todo lo que podemos decir es que en el resto de las provincias de España, los trabajadores no han sabido cumplir con su deber y
no nos han ayudado. A causa de ello, el gobierno ha podido dominar la insurrección de Asturias. Además, aunque tenemos
fusiles, ametralladoras, y cañones, carecemos de munición. Todo cuanto podemos hacer es concertar la paz. Pero esto no
significa que abandonemos la lucha de clases. Nuestra rendición de hoy no será más que un alto en el camino, que nos servirá
para corregir nuestros errores y para prepararnos para la próxima batalla, que habrá de terminar en la victoria final de los
explotados.”
Belarmino Tomás, Presidente del Comité Revolucionario Provincial de Asturias
Durante 10 días la mayor parte de Asturias fue regida por un gobierno revolucionario que, además de hacer frente a las
necesidades de la guerra revolucionaria, gestionó los servicios públicos del territorio que controlaba, desde la sanidad al
transporte, demostrando que el orden social burgués podía ser sustituido por el de la justicia social.
1.500 soldados rojos murieron en combate y otros 200 asesinados tras su captura. Entre 30.000 y 40.000 revolucionarios fueron
encarcelados, dictándose 23 penas de muerte para los componentes del Comité Revolucionario. Se cometieron atrocidades contra
los mineros como la matanza de 23 de ellos en Carbayín donde los legionarios les cortaron los genitales, las lenguas, las orejas,
las manos y los pies, antes de ahorcarlos y decapitarlos, y contra los habitantes de los barrios obreros de Oviedo, donde las
mujeres, esposas e hijas de los trabajadores de las fábricas fueron violadas y asesinadas por los regulares ceutíes. Los periodistas
que se saltaron la censura impuesta por el Estado de Guerra, denunciando la represión, se enfrentaban a palizas, cárcel e incluso la
muerte como sucedió con Luis de Sirval asesinado por el teniente legionario Dimitri Ivanov, cuyos nombre y apellido demuestran
que la lucha del proletariado contra sus enemigos de clase no conoce fronteras.
El heroísmo con el que los comunistas asturianos defendieron las conquistas revolucionarias queda reflejado en el ejemplo de
Aída de la Fuente Penaos, militante de las juventudes comunistas que con tan solo 19 años murió el 13 de octubre de 1934
enfrentándose con su ametralladora al avance de las tropas africanas en Oviedo. Tan solo unos cientos de los 3.000 mineros que
iniciaron la revolución estaban afiliados al Partido Comunista pero, su grado de entusiasmo, disciplina y capacidad de
organización, hizo que lideraran el movimiento insurreccional en sitios como la localidad agrícola de Grado, la industrial Trubia,
el minero valle del Turón o en la misma Oviedo, la burguesa capital de Asturias. Octubre de 1934 hizo comprender a los
trabajadores españoles que el fascismo era una amenaza real para sus aspiraciones de justicia social, y no se equivocaron.
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Gracias a vuestra ayuda, damos más respuestas


Volviendo a la batería de preguntas sobre las ediciones en castellano de la revista formuladas en el 6º Boletín del
Ateneo Paz y Socialismo, de las que ya hemos contestado o reformulado alguna (ver Boletín nº12 de junio de 2014 en
lo referente a la edición argentina y Boletín nº14 de agosto pasado para lo relativo a la edición dominicana, a la
hipótesis de la edición cubana y a la difusión en América Latina de la edición en español publicada en Praga) vamos a
contestar, o al menos intentarlo, a alguna más de dichas preguntas.
Respecto a la edición venezolana preguntábamos lo siguiente: ¿Qué características tuvo entre mayo de 1972 y 1974?
Y, ¿entre 1974 y junio de 1984?.
Gracias a las nuevas informaciones recibidas podemos afirmar: 1º.- que en 1972 aparecieron 3 números de la edición
venezolana de la revista, resumiendo el contenido de la edición completa de abril a diciembre, 2º.- que en 1973
aparecieron 6 números dobles, y, 3º.- que a partir de mayo de 1974 la periodicidad mensual se regularizó.
De los informes y reseñas publicados en 1974 con motivo del año de difusión de la revista podríamos llegar a deducir
algo parecido a lo anterior. Lo podemos ver en el Boletín nº14, en el artículo de Pedro Ortega sobre la edición
venezolana: “En 1972, salían tres números de la edición venezolana de la Revista Internacional conteniendo una
selección de artículos. En 1974, se publicarán 12 números completos...” y en una pequeña reseña publicada en la
revista de abril de 1974 en la que podía leerse “Venezuela – La Revista Internacional comenzó a aparecer al ritmo de
doce números al año (en vez de seis). El semanario Tribuna Popular, órgano del Partido Comunista, recomendó
encarecidamente su lectura.”
La respuesta definitiva la encontramos en la Biblioteca Nacional de la República Bolivariana de Venezuela (Final
Avenida Panteón, Edificio Foro Libertador, Parroquia Altagracia, Caracas 1010), dónde se conservan los 205 números
publicados por la edición venezolana de la Revista Internacional bajo el epígrafe siguiente:
BN 01074390
Revista Internacional (Edición Venezolana)
Edición de Revista Internacional publicada en Praga
Órgano de los Partidos Comunistas y Obreros
Caracas 1972-1990
Director: Pedro Ortega Díaz
Dimensiones: 28 cm.
Allí se encuentran los números del 1(mayo de 1972) al 205 (mayo/junio de 1990) con la siguiente distribución anual
1972 3
1973 6
1974 10
1975 12... hasta junio de 1984 hubo numerosos ejemplares dobles...
1989 12
1990 5 (uno correspondiente a los meses de mayo y junio)
Y, la pregunta estrella: ¿Existió alguna otra edición en castellano?
Aunque dicha pregunta, hemos de reconocerlo, la formulamos de forma retórica, ha sido la que nos ha deparado la
mayor de las sorpresas. Tanto desde Argentina como desde Brasil hacía tiempo que nuest@s amig@s nos insinuaban
la posible existencia, breve, de una edición paraguaya en los años 70. No dábamos mucho crédito a dicha posibilidad
ya que no existía ningún rastro de su existencia, ni documental, ni referencial, ni testimonial, ni de ningún otro tipo,
algo que ni siquiera con las ediciones más breves, remotas y, permítasenos decir, exóticas, había pasado. Podríamos
esperar una respuesta sobre la existencia o no de una edición cubana, como ya expusimos en su día, pero no que se
nos dieran pruebas de la existencia de una edición paraguaya, cuyo primer número apareció en enero de 1975. Se nos
han dado y es todo cuanto de momento podemos decir, seguimos indagando para obtener más información al
respecto.

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90º Aniversario de los Partidos Comunistas Sirio y Libanés


El 24 de octubre los comunistas sirios y libaneses conmemoran el 90º aniversario de su fundación. En el año 1988 la Editorial
Internacional Paz y Socialismo, publicó un libro bajo el título “De Primera Fuente”, en el que se recopilaban artículos sobre la
situación de los partidos comunistas, obreros y democrático-revolucionarios de 107 países. La guía, coordinada por la Comisión
para el intercambio de experiencias del trabajo partidario de la Revista Internacional, incluyó las reseñas correspondientes a los
partidos comunistas sirio y libanés de las que entresacamos el siguiente artículo.

El Partido Libanés del Pueblo y la Unión Juvenil Espartaco


El Partido Libanés del Pueblo (PLP) fue fundado en Hadath, al sur de Beirut el 24 de octubre de 1924. Tan pronto fue fundado proclamó su
adhesión a la Internacional Comunista.
En la fundación del PLP participaron 9 representantes entre los que destacaban el egipcio-libanés Fuad Shamali, obrero de la industria tabaquera
de Bikfaya, y Yusuf Ibrahim Yazbek, escritor y periodista. El 15 de mayo de 1925 el partido lanzó el periódico “Al-Insaniyyah” (La
Humanidad) que los colonialistas franceses clausuraron el 16 de junio.
El 9 de diciembre de 1925, 15 representantes del PLP y de la Unión Juvenil Espartaco, compuesta fundamentalmente por armenios, liderada por
Artin Madoyan y que tenía sus células en Siria, se reunieron clandestinamente para fusionar ambas organizaciones, después de lo cual, el nuevo
partido resultante pasó a llamarse Partido Comunista de Siria y Líbano (PCSL).
Los jóvenes comunistas sirios jugaron desde 1924 un destacado papel en la constitución de sindicatos obreros en Damasco, Homs y Haleb.

Partido Comunista de Siria y Líbano


En diciembre de 1925 y en abril de 1930, el partido celebró en la ilegalidad sus I y II Conferencias Nacionales.
En 1928 estuvo representado en la persona de Fuad Shamali durante las labores del VI Congreso de la Internacional Comunista.
En 1931 fue aprobado su primer documento programático
En 1936, después de que las autoridades francesas de ocupación tuvieran que legalizar al partido, éste conquistó el derecho a editar su propio
órgano central de prensa: el periódico “Saut al-Shaab” (Voz del Pueblo). El sirio de origen kurdo, Khalid Bagdash, fue elegido secretario
general del PCSL.
Ante la creciente amenaza del fascismo y la guerra, y siguiendo los dictados del VII Congreso de la Internacional Comunista, los comunistas
sirios promovieron en 1937 la fundación del Comité de Lucha contra el Fascismo, mientras, el 23 de mayo de 1937, fue creada –por iniciativa
del partido y con la activa participación de éste- la Liga de Lucha contra el Fascismo en Líbano, la cual desplegó una vasta actividad en diversas
organizaciones y órganos populares y obreros, así como entre personalidades públicas de inclinaciones patrióticas y democráticas. La revista
“Al-Tarik” (El Camino), fundada por la Liga, desempeñó un gran papel en la difusión de ideas antifascistas. En mayo de 1939 los antifascistas
sirios y libaneses se reunieron en Beirut en su primer congreso, el comunista Antoine Tabit presidirá la organización.
En 1938 los comunistas sirios participan en la unidad de los trabajadores dentro de la Unión General de Sindicatos Obreros de Siria.
En 1941 las autoridades coloniales francesas fieles al gobierno fascista de Vichy vuelven a prohibir las actividades del PCSL.
En su Primer Congreso (enero de 1944), el partido aprobó un documento programático: “La Carta nacional”, en la que vinculó las tareas de la
lucha por la liberación nacional a las del progreso social. Farajallah el-Helou, de origen maronita libanés, es elegido nuevo secretario general del
PCSL. En aquella misma oportunidad se decidió dividir el partido en dos: el libanés y el sirio. Nuevamente, esa misma decisión fue adoptada en
1958, pero no fue sino a partir de 1964, cuando se comenzó a actuar independientemente y bajo sus propios nombres.
Como resultado de una incesante lucha popular, los colonialistas se vieron obligados a concederle la independencia al Líbano en las postrimerías
de 1943, y en enero de 1946, a evacuar sus tropas del territorio libanés y sirio.
La lucha de la organización libanesa del partido por agrupar a la clase obrera en el marco de una sola organización sindical desembocó en la
creación de la Federación General de Obreros y Empleados del Líbano, a principios de enero de 1944, cuyo primer líder fue el comunista
Moustafa al-Aris. En aquel entonces fue la primera y la única central sindical libanesa existente. En 1946 fue aprobada en Siria y en el Líbano la
Ley del Trabajo, la primera legislación laboral en el mundo árabe, como resultado de una prolongada lucha huelguística.
En 1948 las actividades del partido volvieron a estar prohibidas en el territorio libanés. El partido participó en la rebelión de 1958 contra el
gobierno libanés de Chamoun-Malek y la ocupación militar norteamericana.
El partido en Siria defendió enérgicamente los intereses del campesinado pobre y contribuyó a la lucha por proporcionarle tierra antes de la
aprobación de la Ley de Reforma Agraria en 1959.
Los comunistas sirios participaron activamente en los preparativos del derrocamiento del régimen dictatorial de Shishakli en 1954. Durante el
breve periodo democrático establecido en Siria, 1954-1958, los comunistas contaron con un diputado electo en su Parlamento Nacional en la
figura de su líder Khalid Bagdash. Los comunistas sirios y libaneses lucharon contra los planes imperialistas de crear bloques militares e
involucrar en éstos a Siria y al Líbano, movilizaron a las masas populares contra el Pacto de Bagdad, contra la agresión tripartita en la zona del
canal de Suez en 1956 y contra las provocaciones imperialistas dirigidas contra Siria en 1957. Promovieron asimismo la ampliación de vínculos
con los países socialistas, por el desarrollo de la economía nacional y mejoramiento de las condiciones de vida de los trabajadores. Los
comunistas sirios fundaron en ese periodo el Movimiento Por la Paz y la Asociación de Amistad Siria-URSS.
La reacción siria se valió del ingreso del país en la República Árabe Unida (1958-1961) para aplastar a las fuerzas progresistas. Después de
emitida, en marzo de 1958, la ley sobre la disolución de todos los partidos políticos, el Partido Comunista en Siria tuvo que pasar a la
clandestinidad y sufrió persecuciones entre 1959 y 1961, quedando reducida su militancia a tan solo unos centenares de miembros, el mismo
secretario general el-Helou morirá el 25 de junio de 1959 a causa de las torturas inflingidas por la policía siria.
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MEHDI AMEL
Nacido en Beirut en 1936 en el seno de una familia chiíta emigrada desde
el sur del Líbano, su nombre real era Hassan Abdellah Hamdan.
En 1956 se doctoró en filosofía en la universidad francesa de Lyon.
En 1960 se afilia al Partido Comunista Libanés.
Entre 1963 y 1967 trabajó como profesor en Argelia colaborando con la
revista argelina “La Révolution Africaine”.
De 1968 a 1976 Mehdi Amel trabajó como profesor en la ciudad libanesa
de Sidón desarrollando una intensa actividad intelectual, escribiendo varios
libros sobre filosofía política y marxismo., entre ellos destacan los dos
tomos de “Prolegómenos teóricos para el estudio de la influencia del
pensamiento socialista en el movimiento de liberación nacional”
publicados en 1973 y “¿Crisis de la civilización árabe o crisis de los
burgueses árabes?” publicado en 1974, obras por las que se le conoce con
el apodo de “el Gramsci árabe”.
En 1976 fue destinado a enseñar en el Instituto de Ciencias Sociales de la
Universidad del Líbano en Beirut, siendo ya miembro del Comité Central
del PCL.
En la Universidad continuó su labor intelectual comprometida con la
actualidad de su patria, así en 1979 escribirá el ensayo “La teoría en la
práctica política, Estudio de las causas de la guerra civil en el Líbano”.
Fue en esa época cuando comenzó a dirigir la revista comunista “Al-Tarik”
(El Camino) bajo el sobrenombre de Medí Amel.
Su artículo de 1982“No estas derrotado siempre y cuando resistas” fue un
llamamiento a la resistencia contra la ocupación sionista. Su obra “Del
Estado confesional” puso de relieve la antítesis entre la lucha de clases y la
lucha sectaria.
Esa lucha sectaria acabó con su vida al ser asesinado en la Calle Argelia de
Beirut el 18 de mayo de 1987 cuando se dirigía a su trabajo en la
universidad.
Su obra póstuma “Crítica del pensamiento diario”, aun inconclusa, es
considerada una de las más lúcidas críticas a las orientaciones intelectuales
y políticas del mundo árabe.

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Partido Comunista Libanés

En 1965 el PCL entra a formar parte del Frente de Partidos Progresistas y Fuerzas Nacionales que encabezaban los socialistas
drusos. En ese momento su militancia estimada rondaba los 3.000 afiliados. En 1967 algunas fuentes le otorgan ya los 75.000
militantes.
En julio de 1968, un cuarto de siglo después del I Congreso, se celebró el II Congreso del Partido Comunista Libanés, en el que
fueron aprobados el programa político y los estatutos del partido. Aquel evento significó un momento crucial en el desarrollo de
la política socioeconómica del PCL, de su línea en materia de alianzas políticas, en su enfoque hacia la cuestión nacional y el
papel de la clase obrera en la solución de ésta última. También marcó un notable cambio en la vida interna del partido, pues se
comenzó a observar estrictamente las normas organizativas leninistas y el principio del centralismo democrático. Aquel congreso
vino a ser, pues, un importante acontecimiento que jalonó el paso del retraimiento y aislamiento a la apertura, hacia las masas y
hacia la vertebración de un partido de masas.
En agosto de 1970 el partido es legalizado, su secretario general Nicolas Shawi hace un llamamiento a la aconfesionalidad de un
Estado Libanés que integre a todas las confesiones religiosas y etnias presentes en el país, a semejanza de lo que el propio PCL
hace en su interior, ya que, por entonces, era el único partido que reunía en su seno a la clase trabajadora libanesa de origen
sunita, chiíta, drusa, maronita, armenia, kurda, asiria y ortodoxa griega. Su III Congreso celebrado en enero de 1972 ratificará esa
propuesta.
En 1970 se funda la Unión de la Juventud Democrática Libanesa que reúne a los grupos de jóvenes y de estudiantes comunistas
libaneses que actuaban desde 1945. También se organizan el Comité de Derechos de la Mujer y el Consejo Libanés de la Paz.
En 1975, al iniciarse la guerra sectaria, el PCL crea su propia fuerza armada denominada Guardia Popular que de contar al
principio con unos 600 milicianos pasó, un año después, a organizar una fuerza de unos 5.000 hombres y mujeres armados y
entrenados. Su comandante era George Hawi “Abu Anis”. Los combatientes comunistas se integraron en las Fuerzas Conjuntas
del Movimiento Nacional Libanés, que reunía a las fuerzas progresistas libanesas aliadas de la resistencia palestina.
En junio de 1976 el ejército sirio interviene en la guerra civil libanesa imponiendo un falso cese de hostilidades. Las fuerzas del
MNL controlaban el 80% del territorio libanés y en el terreno militar habían derrotado a sus opositores falangistas.
En 1978 los imperialistas israelíes agraden a las fuerzas del MNL y de la Organización para la Liberación de Palestina
desplegadas en el sur del Líbano.
En su IV Congreso, año 1979, el partido analizó las causas internas y externas de la guerra civil en el Líbano, así como los
orígenes de la crisis del movimiento árabe de liberación nacional. Planteó la cuestión de hallar una alternativa revolucionaria a la
crisis, exhortó a todas las fuerzas patrióticas nacionales a unirse y ahondar sus vínculos con la resistencia palestina, y señaló la
necesidad de fortalecer los nexos con las fuerzas de la paz y el socialismo. En el plano orgánico, el congreso proclamó la tarea de
terminar de crear un combativo partido de masas en una situación en que las reaccionarias fuerzas fascistas habían obligado al
PCL a empuñar las armas para frustrar los planes del imperialismo, del sionismo y de la reacción, concebidos para aniquilar la
revolución palestina, socavar las posiciones de las fuerzas nacionales patrióticas y progresistas, desmembrar el Líbano, privarlo de
la independencia nacional, separarlo del mundo árabe y convertirlo en una formación estatal religioso-racista de corte fascista.
Aprovechando los auspicios estadounidenses, Israel invadió el Líbano en 1982, cometiendo crímenes como el asesinato de civiles
palestinos en los campos de refugiados de Shabra y Chatila. El PCL promovió la creación del Frente Libanés de Resistencia
Patriótica (Jammoul), fundado oficialmente el 16 de septiembre, y desplegó activas operaciones combativas contra las tropas de
ocupación (128 ataques entre junio y agosto de 1983 contra los invasores y sus aliados). El Mando Operativo de Jammoul se
estableció en la localidad sureña de Kfar Rumman, donde George Hawi y Muhsin Ibrahim (secretario general de la Organización
de Acción Comunista Libanesa – OCAL) despachaban a diario las órdenes para las células de Jammoul en Beirut Oeste, Sidón,
Tiro, Nabatiyah y el resto del territorio del sur del Líbano ocupado por Israel y sus aliados fascistas del Ejército del Sur del
Líbano.
En 1983 el terrorismo islamista sunita asesinó a no menos de 50 militantes comunistas libaneses, en su mayoría en Trípoli. En
1984 los comunistas participan en la oposición popular a la presencia de los marines norteamericanos en Beirut, ofensiva heroica
que consiguió su evacuación del territorio libanés.
Desde la tribuna de su V Congreso, en febrero de 1987, los comunistas exhortaron a todos los patriotas libaneses a reunirse en una
conferencia nacional para poner fin a la guerra civil, bajo la plataforma de la liberación de invasores del suelo patrio, la
erradicación del peligro de desmembramiento territorial, la reafirmación de la adhesión del Líbano al mundo árabe, el desbrozar el
camino hacia las transformaciones y el asentar las garantías democráticas.
Dicha plataforma fue difundida por la recién estrenada emisora radiofónica del partido “Saut al-Shaab” (La Voz del Pueblo) y en
la prensa partidaria en árabe y en armenio (diario “Al-Nida” –El Llamamiento- y las revistas “Al-Tarik” –El Camino-, Al-Thaqafa
al-Wataniyah –Cultura Nacional-, “Saut al-Amil” –La Voz del Obrero- y “Al-Wakt” –El Tiempo- ésta última considerada la
edición libanesa de la Revista internacional).

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Partido Comunista Sirio

Después del triunfo de la revolución siria del 8 de marzo de 1963, y especialmente después del arribo al poder del ala izquierda
del Partido del Renacimiento Árabe Socialista (BAAS), en febrero de 1966, los comunistas y los baasistas de izquierda
comenzaron a colaborar a nivel estatal, entrando un representante del Partido Comunista Sirio a formar parte del gobierno. El PCS
apoyó activamente las tendencias progresistas de la política del BAAS gobernante, dirigida a llevar a la práctica medidas
socioeconómicas, establecer lazos de amistad con la Unión Soviética, y ahondar la proyección antiimperialista del rumbo seguido
por el país en la arena internacional. En noviembre de 1970, el PCS apoyó a la nueva dirigencia del Estado sirio y del BAAS,
encabezada por Hafiz al-Assad, y formó parte del gabinete gubernamental (dos carteras). La colaboración entre el PCS y el BAAS
se elevó a un nivel más alto al constituirse en marzo de 1972 el Frente Progresista Nacional (FPN), lo que significó de hecho la
legalización del primero.

La línea estratégica y táctica del PCS se asentó en tres pilares: alianza con las fuerzas patrióticas y progresistas, autonomía
ideológica, política y organizativa, consecuente defensa de los intereses de los trabajadores. Para ello el partido se pronunció
como adversario irreconciliable del imperialismo, como partidario de las masas populares y como impulsor del socialismo,
ratificándolo en su IV Congreso celebrado en septiembre de 1974.

Al actuar en el marco del FPN –tanto en la dirección como en la base-, los comunistas participaron en el funcionamiento de
diversas instituciones estatales, incluido el Parlamento Nacional, en las organizaciones de masas, así como en los órganos de
poder local y los sindicatos obreros. Aplicando una labor propia en la juventud y las masas femeninas, el PCS aspiró, al mismo
tiempo, a garantizar la unidad de acción de las organizaciones juveniles y femeninas del país. En el ámbito de la juventud el PCS
inspira el trabajo de la Alianza de la Juventud Democrática, organización fundada en 1949 con el nombre de Asociación de la
Juventud Democrática, agrupando por entonces a jóvenes sirios y libaneses, adoptó su nombre definitivo en su I Congreso
celebrado en 1951. La Organización Democrática de Mujeres creada en 1948 y que pasó a denominarse Liga de Mujeres Sirias en
los años 50, es el interlocutor del PCS con el movimiento feminista.

El órgano de prensa del PCS es el periódico “Nidal al-Shaab” (La Lucha del Pueblo).

El V Congreso del PCS (mayo de 1980) abogó por fortalecer el sector estatal de la economía nacional, incrementar el papel en el
desarrollo de esta última, llevar a término cabal la reforma agraria, resguardar de la influencia de grandes propietarios a los
campesinos y materializar la consigna “¡Tierra a quienes la labran!”. Se dirigió asimismo a todos los partidos integrados en el
FPN exhortándolos a cohesionarlo aún más, afianzar su papel en la vida del país, movilizar al pueblo sirio a luchar contra el
imperialismo y sus títeres en el Oriente Próximo: el sionismo y la reacción árabe, a luchar por liberar las tierras árabes ocupadas a
raíz de la guerra de junio de 1967, por viabilizarle al pueblo palestino el derecho a regresar al suelo patrio y crear por
autodeterminación su propio Estado soberano.

El 12 de febrero de 1982 comenzó una lucha histórica para el pueblo sirio con la proclamación de la huelga general en los
territorios de los Altos de Golán, lucha que durante un mes reivindicó la pertenencia a la nación árabe de Siria de esa zona
ocupada militarmente por los sionistas desde 1967. Los comunistas sirios participaron en las protestas organizando mítines y
manifestaciones en rechazo de la anexión. La resistencia civil a la imposición de la ciudadanía israelí a los 15.000 árabes de los
Altos de Golán incluía la negativa a aceptar la nueva documentación expedida por las autoridades de ocupación, el rechazo a
pagar impuestos, a vender ninguna parcela de tierra siria a los colonos sionistas y a consumir sus productos.

NOTAS:
En la elaboración se han empleado también los datos contenidos en los artículos de Khaled Hammami, miembro del Buró Político
del CC del PCS y representante del PCS en el Consejo de Redacción de la Revista Internacional, sobre todo, el referente a los “60
años del PCS”, publicado en el número de octubre de 1984, y el titulado “Los altos de Golán son territorio sirio” contenido en el
número de octubre de 1987. Y los artículos de Rafik Samhoun, miembro del Buró Político del CC del PCL y representante del
PCL en el Consejo de Redacción de la Revista Internacional, el dedicado al “Sexagésimo aniversario del PCL”, publicado en el
número de diciembre de 1984, y el.titulado: “Nuestra lucha por la paz en el Líbano y en el Oriente Árabe”, publicado en el
número de octubre de 1987.

El Partido Comunista Sirio se integró en las labores del Consejo de Redacción de la Revista Internacional en octubre de 1975,
desde entonces y hasta la desaparición de la revista en 1990, sus representantes fueron Mustafa Amin, Murad Qutla, Maurice
Salibi, Jaakob Garro y Khaled Hammami. La relación del PCL y RI viene de más lejos, ya en 1959 comenzó a publicarse la
revista “Al-Wakt” (El Tiempo-Revista Política Internacional de los Problemas de la Paz y del Socialismo). Representantes del
PCL en el Consejo de Redacción de RI han sido Georges Batal y Rafik Samhoun, entre otros.

Desde Damasco se publicaba la revista trimestral “Al-Nahj” (El Camino) –voz de los marxistas y de los partidos comunistas
árabes- su edición estaba cargo del Centro de Estudios e Investigaciones Socialistas del Mundo Árabe. “Al-Nahj” colaboraba
frecuentemente con la Revista Internacional en la celebración de seminarios conjuntos. En Damasco también llegó a distribuirse
una edición de la Revista Internacional bajo el título de “Dirasat Ishtirakiyya” (Estudios del Socialismo).

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LAS EDICIONES EN INGLÉS
Tras el español y el árabe, es el inglés el tercer idioma en número de ediciones publicadas a lo largo de la historia de la revista
“Problemas de la Paz y del Socialismo”. En un primer momento fue el Partido Comunista de Gran Bretaña el representante
anglófono dispuesto a unirse al esfuerzo editor que suponía la revista teórica y de información de los partidos comunistas y
obreros. En septiembre de 1958 fueron dos las ediciones de la revista publicadas en inglés*, la británica distribuida desde Londres
(Central Books Ltd.), y la canadiense** distribuida desde la ciudad de Toronto (Progress Books). Ambas adoptaron el nombre de
“World Marxist Review” (Revista Marxista Mundial). La edición londinense fue distribuida en Gran Bretaña, Irlanda y
numerosos países de África, Asia y Oceanía, desde Egipto y Nigeria, hasta Australia y Nueva Zelanda, pasando por Sudáfrica y la
India. La edición canadiense, que pronto pasó a autodenominarse edición para América del Norte, se distribuyó en Canadá,
Estados Unidos y el Caribe anglófono, así como en las Filipinas. En julio de 1963 una tercera edición en inglés, con el título de
“Peace, Freedom and Socialism” (Paz, Libertad y Socialismo), se destinó a la distribución en los países de ultramar que hasta
entonces recibían la edición británica, ésta tercera edición tenía su sede en Londres y era gestionada también desde Central Books
Ltd.
Las razones que motivaron la creación de una tercera edición fueron meramente tácticas. El hecho de que 1963 fuera el momento
álgido del movimiento descolonizador en los territorios sometidos por el imperio británico y el intento de driblar trabas legales a
su distribución, ya que, con el cambio de nombre, se podían esquivar legislaciones prohibitivas hacia “WMR”, fueron dichas
razones. El ejemplo ilustrativo de dicha realidad es el de Trinidad y Tobago, que, recordemos, era colonia británica hasta su
independencia el 31 de agosto de 1962. La legislación de dicha colonia contaba, desde 1920, con un acta de sedición que otorgaba
potestad a las autoridades judiciales de las islas para suspender la publicación de la prensa considerada sediciosa, prohibir su
circulación y su importación. En base a dicha ley, se aprobaron dos enmiendas en los años 1961 y 1962, en las que se prohibía
expresamente la importación y difusión de:
“World Marxist Review, Printed by Eveready Printers, Toronto, and distributed by Progress Books, 42-48
Stafford Street, Toronto 3, Ontario, Canada.”
En 1967, siendo ya el país independiente, otra ampliación de dicha ley incluyó a:
“World Marxist Review-Problems of Peace and Socialism, monthly distributed by Central Books Ltd., 37
Gray’s Inn Road, London, W.C.1, UK”
“Peace, Freedom and Socialism-Problems of Peace and Socialism, identical with World Marxist Review but
intended for overseas territories, monthly distributed by Central Books Ltd., 37 Gray’s Inn Road, London,
W.C.1, UK”
“All publications of Peace and Socialism Publishers, Prague, Czechoslovakia”
Legislaciones como ésta de Trinidad y Tobago, tan específicas en contra de las publicaciones de la Editorial Paz y Socialismo
eran habituales en el mundo “libre”, y desde la editorial había que agudizar el ingenio para burlarlas en lo posible.
A finales de 1974 la edición de ultramar publicó su último número, siendo sustituida en su cometido por las nuevas ediciones
nacionales, tanto en inglés, como en las otras lenguas de los países que habían pertenecido al imperio británico.
El lanzamiento, en agosto de 1973, de la edición en inglés para la India*** bajo el nombre de “Problems of Peace and
Socialism”, fue debida a la necesidad de facilitar la distribución de la revista en el subcontinente surasiático, algo hasta entonces
dificultado por los costes económicos de importar desde Londres los 1.700 ejemplares que en aquel momento se destinaban al
país, número, por otra parte, muy insuficiente para cubrir las necesidades demandadas por las organizaciones del Partido
Comunista de la India que superaban los 5.000.
Desde julio de 1976**** la revista nigeriana “New Horizon-Nigeria's socialist monthly” incluyó en sus páginas los artículos de
la edición en inglés de la revista internacional “WMR”.
Por último, a principios de los años 80, se inició la publicación de la edición maltesa***** conocida como “International
Political Review”, completando con ella el abanico de ediciones de la revista en inglés.

Notas:
* Ver la versión en inglés de la presentación del Ateneo Paz y Socialismo sobre los dos primeros años de la historia de la revista
http://es.scribd.com/doc/224328548/The-World-Marxist-Review-1st-Part
** A partir de 1964 se sustituyó la apelación “edición canadiense” por la de “edición norteamericana”. La distribución de la revista en los Estados Unidos se hizo
a través de “International Publishers”, editorial del Partido Comunista, y, más en concreto, por medio de sus empresas y librerías de Nueva York y Chicago: La
neoyorkina “World Books”, renombrada en 1964 como “New Era Books” (80 East 11th Street, Ste. 212-New York 3), complementada a partir de 1969 por “New
Outlook Publishers” (32 union square east, rm. 801, NY 10003), y Chicago donde había una central de la distribuidora “Imported Publications” (1730 West
Arcade Place, Chicago, IL 60612), que a partir de los años 70 concentró la actividad difusora de “WMR” en los Estados Unidos.
*** Ver Boletín nº8 de febrero de 2014
**** La revista “New Horizon”, vinculada al prohibido Partido Socialista Obrero y Campesino (SWAFP), se lanzó en noviembre de 1975, desde julio de 1976
incluyó los artículos de WMR. En 1979 las dificultades financieras hicieron cerrar la edición de la revista, reanudando su publicación en 1985, éstas circunstancias
hicieron que la aparición de la revista fuera algo irregular. Entre noviembre de 1975 y diciembre de 1976 se publicaron 8 números de la revista. En 1977 y 1978 se
publicaron doce números mensuales cada año. En 1979 sólo se publicaron 4 números antes de suspender la edición. En 1985, una vez recuperada su cabecera, se
publicaron 6 números, En 1986 salieron regularmente los 9 primeros (de enero a septiembre), el de octubre nunca vio la luz, mientras que si apareció un número
doble correspondiente a noviembre-diciembre. 1987 y 1988 fueron años regulares con doce ejemplares mensuales cada uno de ellos. Su fundador y director fue
Dapo Fatogun, exsecretario general del Partido Socialista del Pueblo Trabajador (WPSP) fundado en noviembre de 1978 como sucesor del SWAFP.
***** El nexo de unión entre el Partido Comunista de Malta (PKM) y la revista internacional “Problemas de la Paz y del Socialismo” venía de la mano de Paul
Agius, secretario de relaciones internacionales del PKM.

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Nº10 (16) Octubre de 2014
En la imagen se recogen las
portadas de las 5 ediciones en
inglés de la Revista
Internacional existentes en el
momento de la celebración de
su 30º Aniversario en
septiembre de 1988.

Edición Norteamericana

Edición Inglesa

Edición de la India

Edición Maltesa

Edición Nigeriana

Para entonces ya no existía la


edición inglesa para ultramar.

Abajo se detalla la información


que tenemos de las seis
ediciones en inglés en el
momento de la publicación del
primer número de cada una de
ellas.

World Marxist Review


English edition of Problems of Peace and Socialism published in Prague
Theoretical and information journal of Communist and Workers' parties throughout the world
Distributors of the English Edition: Central Books Ltd., 37 Grays Inn Road, London, W.C.1
Published by W.N. Clark, 16 King Street, London W.C.2
Printed by Farleigh Press Ltd., Beechwood Rise, Watford, Herts, England
World Marxist Review
Canadian edition of the monthly journal Problems of Peace and Socialism published in Prague
Theoretical and information journal of communist and workers' parties
Published and distributed by Progress Books, 924 King Street W., Toronto, Ontario, Canada
Printed by Eveready Printers, Toronto, Ontario, Canada
United States distributor: International Publishers, 381 Park Avenue South, New York 10016, N.Y., U.S.A.
Peace, Freedom and Socialism
English edition of problems of peace and socialism intended for overseas territories.
Central Books Ltd., 37 Grays Inn Road, London, W.C.1, England
Problems of Peace and Socialism
Peoples Publishing House (P) Ltd. 5 Rani Jhansi Road, New Delhi, 110055 India
New Horizon
Nigeria's socialist monthly and the World Marxist Review
Socialist Publishing House-Edo Printers, 14 Tamaklos Street, Mushin-Lagos, Nigeria
International Political Review
Malta Edition of Problems of Peace and Socialism
Progressive Books, 8/12 Vincenti Buildings, Strait Street, Valetta, Malta
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Nº10 (16) Octubre de 2014

Además de las ediciones “oficiales” de la revista existió una más que evidente
colaboración entre la publicación internacional y algunas revistas teóricas de
partidos hermanos de países anglófonos, entre ellas destacaban “Marxism Today”
(1957-1991) y “Labour Monthly” (1921-1981) en Gran Bretaña, “Political
Affairs” (1945-…) en EE.UU., “The Marxist Quarterly/Horizon/Communist
Viewpoint” (1962-1990) en Canadá, “New Age” (1952-…) en la India,
“Australian Marxist Review” (1972-…) en Australia y “The African Communist”
(1959-…) en Sudáfrica, entre otras. Muchas de ellas han sobrevivido a la Revista
Internacional y continúan publicándose hoy día, tal es el caso de las dos
mencionadas en último lugar, la australiana y la sudafricana, a las que vamos a
prestar, más adelante, una especial atención.

Algunas publicaciones compartían editorial y distribuidora como pasaba con


“Central Books” donde coexistían “Marxism Today” y la edición inglesa de la
Revista Internacional, o “Progress Books” para “Communist Viewpoint” y la
edición norteamericana. Eran comunes las reseñas mutuas de los materiales
contenidos en los números respectivos y, sobre todo, la inserción de anuncios
llamando a la lectura y a la suscripción. Así mismo era frecuente ver las mismas
firmas en los artículos publicados en ellas, ya que, los miembros del Colegio y del
Consejo de Redacción de la Revista Internacional escribían para las revistas
teóricas nacionales, y los directores y redactores de estas lo hacían para la
publicación internacional.

Tal y como otros partidos comunistas y obreros se unían al esfuerzo editor de la


Revista Internacional, se establecía la colaboración con sus publicaciones
teóricas. Dentro de las anglófonas se encontraban “Irish Socialist Review” (1970-
1990) en Irlanda, “Thunder” (1950-…) en Guyana, “Socialism!” (1971-1991) en
Jamaica, o “Socialist Politics” (1970-1991) en Nueva Zelanda.

El porqué de la discriminación entre unas revistas y otras a la hora de considerar a


algunas de ellas como ediciones oficiales de la Revista Internacional, caso de la
nigeriana “New Horizon”, y a otras no, caso de la australiana “AMR” es algo que
no hemos terminado de comprender. Parece ser que no es una cuestión de
contener más o menos artículos de la Revista Internacional en las páginas de la
revista teórica nacional correspondiente, sino un problema de convenios firmados,
entre revistas o entre el partido y RI, que generalmente llevaban acarreada
financiación por parte de la Revista Internacional hacia la revista teórica nacional.

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“The African Communist” revista trimestral


impulsada por el Partido Comunista Sudafricano
(SACP) que publicó su primer número en octubre
de 1959.
Desde sus inicios se definía como publicación
comprometida con los intereses de la solidaridad
africana y como foro de los marxistas-leninistas de
todo el continente.
La impresión y distribución se realizaba desde
Londres (Mr. Ellis Bowles, 52 Palmerston Road,
East Sheen, London, S.W.13), donde a partir del
año 1969 se instaló la casa editorial del SACP
(Inkululeko Publications, 39 Goodge Street,
London, W.1) de la que figuraron como
propietarios Moses Mabhida y Dan Tloome. Desde
1970 se imprimió en la República Democrática
Alemana (primero en Nationales Druckhaus,
Berlin, y después en Interdruck, Leipzig)
En 1962 se tradujo al francés con el nombre de “Le
Communiste Africain”.
A la izquierda reproducimos el saludo del director
de la Revista Internacional con motivo del 10º
Aniversario de la revista comunista africana. En
1969.

“Australian Marxist Review” revista trimestral


fundada en 1972 por el Partido Socialista de
Australia (SPA).

Se proclamó heredera de la publicación teórica del


Partido Comunista de Australia (CPA) “The
Communist Review”.

Su casa editorial fue: “New Age Publishers, 392


Sussex Street, Sydney”. Y su editor jefe W.J.
Brown en los años 70 y principios de los 80, y
Peter Symon a partir de 1982. Se distribuía al
principio a través de la librería “Socialist World
Bookshop” de Sydney, y después de la cadena
“New Era Bookshops” en Sydney, Melbourne y
Goodwood.

Publicaba frecuentemente artículos de o sobre la


Revista Internacional, algo más frecuente en los
años 70 que en los 80, pero siempre presente en sus
páginas. Lo que nunca faltaba era la invitación a
leer y suscribirse a la Revista Internacional

A la izquierda, debajo de su cabecera,


reproducimos dos alusiones a la edición inglesa de
la Revista Internacional aparecidas en AMR
durante 1979.
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Dolores Ibárruri
Congreso de los Diputados
Madrid, República Española
16 de junio de 1936

“…los desahucios en el campo


se realizaban de manera colectiva,
se perseguía a los Ayuntamientos vascos,
se restringía el Estatuto de Cataluña,
se machacaban y se aplastaban
todas las libertades democráticas,
no se cumplían las leyes de trabajo,
se derogaba la ley de Términos municipales,
se maltrataba a los trabajadores,
y todo esto iba acumulando una cantidad enorme de odios,
una cantidad enorme de descontento,
que necesariamente tenía que culminar en algo,
y ese algo fue el octubre glorioso,
el octubre del cual nos enorgullecemos
todos los ciudadanos españoles
que tenemos sentido político,
que tenemos dignidad,
que tenemos noción de la responsabilidad
de los destinos de España
frente a los intentos del fascismo.”

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