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http://revistaremolinos.blogspot.com
E-Mail:
colaboracionesremolinos@gmail.com
Dirección postal:
Sr. Paolo Astorga
Av. Malecón Checa 557
San Juan de Lurigancho,
Lima 036, Lima-Perú
Índice
Página
Editorial.................................................
.......5
Poesía....................................................
.......7
René Dayre 8
Abella................................................................... 13
Alma Rosa 19
Tapia...................................................................... 23
Juan 26
Arabia...................................................................... 39
........ 48
Ingrid 53
Chicote.................................................................... 56
...... 60
Juan Carlos Rivera 67
Quintana................................................... Mariano 77
Estrada 86
Vázquez........................................................
Cecilia
Romero....................................................................
....
Erick Christiam Sarmiento
Fernández.....................................
Dabashawa
Tellería.................................................................
Ulises
Varsovia..................................................................
......
Montserrat Martínez
Cobo.......................................................
Alfredo
Palacio.....................................................................
...
Artemio
Julca........................................................................
...
Narrativa................................................
.....90
Revista Literaria Remolinos # 41 Diciembre – Enero del 2009-10 3
Pablo Mendieta 91
Paz............................................................... 92
Jesús Ramírez 96
Bermúdez...................................................... 98
María del Rosario 100
Laverde.................................................... 101
Paula 104
Goberna................................................................. 110
...... 112
Judith Lázaro 115
Moyano........................................................... 117
Carlos Rubio
Albet................................................................
Daniel Alejandro
Gómez.......................................................
Magda Lago
Russo................................................................
Paula Sánchez-
Rebollo.........................................................
Julio César Moreno
Virrueta.................................................
Noelia
Lorenzo..................................................................
....
Crítica
Literaria..........................................118
La persistencia poética de Leoncio Luque
Por: Boris Espezúa 119
Salmón...................................................
La traición iniciática de Silvio Astier 122
Por: Mario
Amengual............................................................
La literatura fronteriza: ¿literatura regional o 128
perspectiva global?
Por: Ma. del Carmen Castañeda
Hernández.........................
136
"Nightstand", "El anillo" y "Primera Dama": tres
visiones controvertidas del mundo
Por: Yady Campo
Ramírez....................................................
Artículos................................................
.....148
Notas a El orden alfabético (1998), de Juan José
Millás. El lenguaje de la (des) memoria
Entrevistas.............................................
....166
Entrevista a Lucía Cánobra 167
Pompei......................................
Reseñas.................................................
.....172
Diarios del cielo
de Jorge 173
Palma....................................................................
. 177
Paraíso en llamas
de Lúber 181
Ipanaqué...............................................................
Frívola musa 184
de Víctor
Salazar..................................................................
.
Orange Ode
de Raúl
Heraud..................................................................
...
Enviar
Textos..............................................185
Es sabido que en el Perú no abundan las revistas virtuales y mucho menos físicas
especializadas en literatura y las que existen, apenas, son suspiros que alcanzan nada
más que la 2da o 3ra entrega, por eso felicitamos el tesón de Paolo por estar durante 4
años trabajando de manera ininterrumpida en Remolinos, por el entusiasmo y
perseverancia que ha demostrado durante todo este tiempo, por su visión de futuro y por
hacer de esta revista un producto imprescindible para todos los liternautas.
Raúl Heraud
Sol de La Molina
Nota.- Texto leído el 30 de octubre del 2009 en el Bar Yacana del centro de Lima, durante la
presentación de los 40 números de la Revista Remolinos.
APOLOGÍA DE LA LOCURA
Pero,
quién te iba a decir entonces,
que poco más de un siglo después,
un grupo de chicos españoles posmodernos
revivieran el mítico incidente
nombrándose a sí mismos para tu gloria:
“ La Oreja de Van Gogh “.
Noche,
que deja tras de sí viejos terrores,
y desata golpes en la pared.
¡Apártate de mi camino
ave de mal agüero!
La habitación a oscuras
y en un rincón el piano.
Federico Chopin
le arranca notas al teclado.
Ω
René Dayre Abella. Poeta y narrador cubano. (Banes 1945 ) De joven
integró la Columna Juvenil de Escritores y Artistas de Oriente,
donde dio a conocer sus primeros intentos literarios. Estudió
Pedagogía en el Instituto Pedagógico Manuel Ascunce
Domenech y ejerció como docente en Cuba hasta 1980. Es
miembro de la Red Mundial de Escritores en Español
(REMES). Aparece en la Muestra de Poesía del Siglo
Veintiuno de la Asociación Prometeo de Poesía de Madrid,
España y en el Diccionario de Escritores Holguineros, Cuba.
Es editor assistent de Linden Lane Magazine. El tabloide
lietrario fundado por Belkis Cuza Malé y Heberto Padilla en 1983 en New Jersey,
Estados Unidos. Colabora con periódicos y revistas digitales e impresas de Cuba,
Venezuela, Argentina, Perú, España y los Estados Unidos. Mantiene inéditos los
poemarios Poesía Repartida, Golpes en la Pared y Poeta en la Luna de Cuba, así
como el libro de relatos testimoniales La Piel de la Memoria. Desde 1980 reside en
Chula Vista, California, Estados Unidos.
SAL DE MI FRENTE
A ti:Hermana de sangre de
Armadura deleznable
Ω
Alma Rosa Tapia nació en 1968, en la Cd de México, D. F., egresada de la
Universidad Pa Nacional de la Licenciatura en Psicología Educativa.
Actualmente labora en la Secretaría de Protección Civil. En el 2002, el
Fomento Editorial de la U.P.N. publicó su primer libro de cuentos titulado
“Los Hijos del País Jorobado” y en el 2006, la Editorial Fridaura, publicó el
poemario colectivo titulado “Perfiles”; en octubre de 2008, publicó en la
Antología “Haz rodar una poesía, GIRA POEMAS” 2008 y GIRA POEMAS
2009; sus cuentos y poemas han sido publicados en varias revistas
impresas y electrónicas como Navegaciones Zur, Letras en Rebeldía, Tierra
de Letras, Antorcha Cultural, periódico Yucateco Básica Fem, entre otros y es miembro del
Mapa Poético Mexicano denominado “Del Silencio hacía la Luz”, integrante del grupo de
artistas Arte-Norte.
LA NOCHE
Sostenías tu copa,
enjaulada de demonios y tibia verdad,
de antaño no resuelto y espinas arenosas.
Tu propósito es olvidar
una multitud entera de belleza.
Pero tus versos rugen, como encadenados:
Ω
Juan Arabia. Nací en la ciudad de Buenos Aires hacia el año 1983. Éste mismo año he
terminado con el primer poemario de mi autoría titulado Canciones del Gólgota, que tuvo el
honor de ser prologado por uno de los grandes poetas argentinos: Luis Benítez.
ARENA
I
Escribo crípticamente los nombres de las cosas sin obtener respuestas que acierten la luz
de la luna. Mientras tanto la arena se mueve suavemente sin dejar las huellas
permanentes en la orilla de la playa. Ella sube y se acuesta grano a grano sobre los
cuerpos, se adhiere a las toallas húmedas de sal y sale corriendo con el viento a fugarse
en las líneas rubicundas de los bronceadores. Se destila rápidamente en las aguas que
jamás se quedan quietas.
II
La arena es la única que ha sido testigo de las miles de apariciones de barcos con todas
las cargas del mundo. Espiritualmente la única huella que contienen son latas, chapas y
miles de plásticos que dejan en el oleaje para que se estacione en ella. Seguramente
sabrá de los secretos de toda la humanidad que ha venido a detener miradas sobre los
innumerables árboles que, verdes, se quedan sobre las piedras que no se mueven sino
desgastadamente por el tiempo. La arena continua inmutable en su silencio,
III
Tres pájaros de vuelo rápido se detienen en una orilla y dejan sus huellas que jamás
serán interpretaciones de hexagramas de I Ching. Preferentemente busco abecedarios
conocidos pero los pájaros escriben en su propio idioma. Cantan con sus propios tonos
y aunque sus especies son innumerables jamás dejan de esperanzarse en las diferente
cías de los voz. La arena blanca los contempla desde abajo y no deja lugar sino para
atrapar el sol entre sus granos o el agua que la compacta y la fortalece.
V
La libertad de ser incondicional con las condiciones que tienen cada elemento debe su
sentido a la vida que se expande en un universo que jamás cesa en la esperanza de
hacernos recordar que lo único innecesario en el planeta es la especie humana. Los
elementos naturales sobreviven y cuentan su historia en el deterioro de las condiciones
que los habita de hombres que jamás detienen su paso para intervenir desde la guerra
que los ha condicionado desde los genes de defensa y saciedad de la paz. La arena ha
resistido batallas, muertes, espasmos. Luz y sol se contienen en ella, perviviendo.
I
Tolero que dios no me responda y pongo en duda su existencia por su ausencia rotunda.
Dios se ocupa de crear diariamente nuevos universos y mas formas de comunicación en
los agujeros de gusanos que se conectan y se desconectan. Estudia cuidadosamente
cómo dejar los electrones en la boca de los agujeros negros, mientras que otros que se
cargan negativamente van directo a ese lugar que es un espejo oscuro que tampoco tiene
respuestas conocidas.
II
Dios responde con la entropía y con toda la carga de la incertidumbre en claves de sol.
Deambula por los círculos concéntricos de las arrugas del universo ejerciendo miles de
singularidades, catástrofes ultravioletas y miles de soles oscuros que sólo brillan hacia
dentro buscando un norte donde la gravedad los atrapa en la atmósfera que los contiene.
III
Dios se ha dado a la tarea de ejercer la hermenéutica de la existencia y pone en duda las
lecturas, los ojos, las manos. Busca inquietamente en el reposo un lugar donde la
habitabilidad sea una utopía. Dios no responde a la nostalgia, ni a las miserias, ni a la
violencia. Mucho menos es capaz de cantar una canción de amor. Sin embargo, ante
tanta plegaria dicha, seguro que no es sordo. Es indiferente.
IV
Dios se convierte en estatua de yeso en las iglesias. Abandona su tarea de escuchar, de
soportar la fe. Ni siquiera es capaz de escribir una fe de erratas en las nubes. Se pasea
silencioso entre la gente y no es discreto con su porte. Todos saben que existen pero
todos apuestan a su autismo. No reflexiona sobre los aconteceres humanos. La duda
surge cuando se levanta la mañana y sigue la vida sin ninguna respuesta práctica.
V
Dios es un egocéntrico. Por eso vive solo en todo el universo. Se basta a sí mismo para
crear y hacer cosas sin importarle que sean útiles o no. No necesita nada para
sostenerse en el tiempo. Es un ser que tiene privilegios especiales y es por eso que elige
su formas de exclusión. Sin palabras y sin reflexiones aleja hacia a la muerte todo que
puede ser vida. Dios se aísla a sí mismo porque nadie jamás podrá igualarse a él. Su
discurso silencio es para aislarse. No hay iguales para su poder.
Ω
Ingrid Chicote. Escritora venezolana (Caracas, 1965). Terapeuta
en medicina tradicional china y docente de Teatro. Cursa estudios
superiores en la UNESR. Ha dictado talleres y cursos de literatura,
filosofía y desarrollo de la creatividad en instituciones públicas y
escolares, y ha sido ponente en diversos eventos culturales y
educativos. Ha recibido numerosos reconocimientos por sus
aportes en la cultura, la educación, la literatura y el quehacer
comunitario. Sus textos han sido publicados en periódicos y
revistas regionales y webs. Libro publicado: Piedras concentradas (Fondo Editorial Senderos
Literarios, 1997).
Y cómo huir cuando no quedan islas para naufragar, al país donde los sabios se retiran
del agravio de buscar labios que sacan de quicio”.
Peces de ciudad, de Joaquín Sabina.
Ω
Juan Carlos Rivera Quintana. (La Habana, 1960): Lic. en Periodismo, por
la Universidad de La Habana, tiene una cursada concluida de un Master en
Planificaciòn y Gestiòn en la Universidad de La Plata, Argentina. Periodista,
poeta, ensayista y narrador. Reside definitivamente en Buenos Aires,
Argentina, donde trabaja como periodista y profesor de Redacción
Periodìstica, en el Cìrculo del Prensa y trabaja haciendo periodismo
institucional. Ha publicado libros de crónicas periodìsticas, poesìa, ensayos
historiográficos y en antologías de cuentos, en Argentina, España y Cuba.
Está pròximo a salir al mercado de Europa un ensayo historiográfico suyo,
sobre el tema de Fidel Castro y la isla, con la Editorial Nowtilus, en su
colección Historia Breve. Su página web es: http://www.islaadversa.blogspot.com
Ni ya le escriben poemas,
ni ya le clavan puñales;
ya no hay tragedias de amores,
ya no hay amor, no hay amantes.
Ya no es de nadie, ni es luna,
la luna que ahora nos sale;
porque es un círculo sólo,
y sólo un círculo errante.
Me acercaré a tu ventana
aunque las luces se apaguen.
Las sombras que me persiguen
no son de nadie.
A Rosa
¿QUIÉN ERES?
Me ha llegado tu cuerpo
como liberación,
y no sentí ninguna
necesidad
de preguntar quién eras.
LO ESENCIAL
NO QUIERO OLVIDARTE
¿Olvidarte? Se nota
que no has tenido dentro
el corazón de otro.
¿Despertar con el día
y no pensar en ti? No puedo.
¿Abstraerme del hambre
cuando el hambre es arteria
de la necesidad? Tampoco.
¿Abstraerme del mar,
teniendo el mar de frente?
SABIDURÍA
Para Mar, porque
ella sabe qué hacer con un poema
Comparto tu opinión
sobre ciertas materias generales:
la libertad, la ciencia, la política...
PASIÓN
Ω
Mariano Estrada Vázquez es natural de Muelas de los Caballeros (Zamora, 1947) y desde el
año 1973 reside en Villajoyosa (Alicante). Ha publicado en soporte de papel los siguientes
libros de poesía: Mitad de amor, dos cuartos de querencias (1984), El cielo se hizo de amor
(1986), Tierra conmovida (1987), Trozos de cazuela compartida (1991), Azumbres de la noche
(1993), Desde la flor del almendro (1995), Hojas lentas de otoño (1997) y Amores colaterales
(2006)
Del poemario:
Estas palabras
son como las luciérnagas de que vi una vez,
se encienden
y titilan,
me dejan ver lo que esconde la noche,
son el ovillo,
la raíz luminosa de las nubes negras,
bailan en las murallas verdes;
en la grieta de las paredes:
en el centro de la red de araña.
Se apagan.
Suicidas,
están al borde la cornisa,
mirando abajo
a la gente que esperan que caigan.
Tantas palabras
que fosforecen en la hierba tendidas,
como esperando que una hoz las corte
y así permanecer desangrándose en silencio.
Ahogadas en vino,
en vela blanca,
en el trueno que ilumina la ventana.
Piel de mendigo
estiro la mano para ver si estas palabras
pueden levantarse las faldas
y recibir el polvo
el polvo de mi sangre
y así cabalgar en este silente desierto
donde las cosas aún no reciben nombres.
Boca negra,
nariz que sigue una línea blanca de coca,
paraísos fluorescentes y cielos desnudos,
en los que eres la niña de guardapolvo blanco
que corre a la escuela,
que sueña con un hombre
una casa y un cuarto
lejos del polvo de esta,
ese lugar que te lanza a la calle,
cuando cae la primera sangre
te abandona en la noche
y apaga la vela.
Está en mi mente,
veo las luces de su rostro
se apagan
se encienden.
Recuerdo,
me mordía el vientre
el ángulo de los labios,
la esquina rota de las caderas,
donde se subía
donde yo bailaba.
Me inyecto
morfina
y cal
para traerte de nuevo a casa
a la terraza donde se abren mórbidas las aves de paraíso.
_Todo es un loquerío_
Es un parpadeo al despertar
en el inundable temblor,
de los ojos dormidos.
La araña
tejió su tela
al borde de sus labios
ella misma
vendó sus ojos
y un Dragón hambriento
se perdió entre sus piernas.
……………………………
sus dedos
penetran a ciegas
el Octavo Mar
……………………….
La lágrima muere
aún tibia
sobre el hombro desnudo
La boca
se acerca temerosa
a la fuente del veneno
El pez
se muerde la cola
de nuevo.
En los ojos
las lágrimas
duelen.
……............................
INOPORTUNO
Ahora
en el mismo instante
en el que alzaba triunfante la bandera del olvido
Ahora
apareces como un Duende
de la nada
diciendo que no
que no has dejado de quererme.
……………………………..
Ya no hay ruido
La vela se consume
mientras los fantasmas
danzan a su alrededor.
no hay razones
para estar solos.
………………………….
Lejos
más allá del horizonte
están enterrados
los jinetes negros de mis pesadillas
Fuera rabias
no hay pasado
Cerca
escandalosamente cerca
me espera ella
con la mano extendida
diciéndome: No temas
la tormenta ha terminado.
El corazón
ese agujero negro egoísta
sigue sin escucharme
Ω
Dabashawa Tellería (15 de Sept., Venezuela), Profesora graduada en
Física en la UPEL, Venezuela. Escribo mayoritariamente cuentos, aunque
de vez en cuando mi musa me susurra en diversas formas, por lo que
también experimento con la poesía. He participado en talleres de Creación
Literaria en la ciudad de Maracay, así como en actividades relacionadas
con el Cine y el Teatro. He participado como ponente en eventos y tertulias
poéticas y recientemente mis poemas han sido publicados en la revista
electrónica Letralia y en la revista impresa Casa Grande del Estado
Carabobo, Venezuela. Actualmente resido en España.
ALUCINACIÓN
Alucinatoria pócima
de raíces amargas arrancadas
al húmedo subsuelo del bosque,
en las postrimerías de agosto,
Alucinación, delirio,
desvarío de mis sentidos
atrapados en el narcótico
de una poción de raíces amargas.
En el atardecer de la edad,
con estas palabras cenicientas
detenido frente al otoño,
asumiendo su amarga substancia
de raíces de ruda intemperie,
Toda tú llena
de alegre danzar,
en la extraña fiesta
de las hojas muertas
de sueño intemporal.
Por la floresta,
tu pie níveo danzar
la alegre fiesta
de las hojas secas
en su crepitar.
Ω
Ulises Varsovia. Nací el 2 de julio de 1949 en Valparaíso, cuyo mar y sus tempestades
marcaron definitivamente mi persona y mi poesía. Estudié varias asignaturas humanísticas, y
trabajé en tres universidades, tanto en historia como en historia del arte, al mismo tiempo que
escribía poesía. En 1985 salí a doctorarme a Alemania, y como mi mujer es suiza, pude
trabajar y quedar-me en San Gall, ciudad en cuya universidad hago un par de lecciones. He
publicado 28 títulos de poesía, cinco de ellos en Chile, y tres dedicados a Valparaíso, el último:
Hermanía: La Hermandad de la Orilla, en Apostrophes de Santiago (www.apos.cl). El libro
más antiguo que he publicado es Jinetes Nocturnos, de 1974, pero tengo otros inéditos más
antiguos. En 1972 publiqué un cuadernillo, Sueños de Amor, que circuló sólo entre amigos. Me
han publicado más de 70 revistas de literatura de todo el mundo, en varios idiomas, y repetidas
veces, y estoy en numerosas páginas web. En agosto del pasado año salió a la luz en Sevilla,
España, mi libro de poemas Anunciación. Ángeles y Espadas, publicado por la Asociación
Cultural Myr-tos. Esta misma entidad acaba de publicar mi Antología Esencial y Otros Poe-
mas (1974-2005), que incluye dos poemas de cada poemario publicado, es decir, 52 poemas
Excéntrica
y en los ojos puñales
cuando saco a pasear
al olvido
fuera de mi sombra
Debajo estás tú
y yo
en medio
trasnochando palabras
en un ir y venir
de letras revolcadas
He poblado de sueños
los besos, las caricias
los ojos que no tengo
las sombras que si pasan
no pasan encantadas
Encima estás tú
y yo
en medio
oscurezco palabras
en un ir y encontrar
rosas, en la almohada
Y amanecerá mañana
Yo soy tu penumbra
el vicio de tus labios sedientos
soy tu deseo encendido
yo soy tu fuego
desde dentro
Deducción improbable
erosión húmeda
como el caudal de un río
sin cantos para rodar
como tratar de sentir
el mar en un desierto
si no hay barcos
ni puertos ni olas
para hacer presente
Lo de siempre es merma
delito de un pozo sin agua
que mana
escueto
entre paredes
Salto de noche
sin mover las manos
los pies en el abismo
capturando luciérnagas
en un sueño improbable
teñido de verde
Deshora persuasiva
con interrogaciones ocultas
preguntas en las paredes
tantas como sueños
y en el techo
el alma
desnuda
Estiro la adversidad
hasta un punto intangible
y cuando el círculo se cierra
se abren las flores
Es… saber
esa necesidad, vertiginosa
que la influencia de la brisa
en el alma, es lluvia
y los puentes, no existen
sino en el subconsciente
que cruza al otro lado
donde las bocas son rosas
Levanto paredes
entre andamios de palabras
experimentos, ecuaciones
ladrillos de oídos sordos
y el cemento arma proyectos
payasos de mirada delincuente
Equilibro el paso
a un lado del vacío
la pértiga que sostengo entre los dedos
callada, prohibida
me empuja hacía un estado transparente
Sombra de nubes
alargando los ojos
el corazón
siempre tiembla
Desvanecida
ausente
y sin embargo
pálida en el aire
cuantas veces he vivido
soñando colores
Desgajada
unida
minúscula escisión
adherida a tu cuerpo
siempre son tus labios
mi cárcel perenne
El dolor
este daño
callado, alerta
cáliz de donde bebo
ácidas flores
perpetuo
tangible
Si sonrío, es el viento
que surge
mi causa y el sonrojo
de tus ojos, mi alma
divide
Ω
Montserrat Martínez Cobo. Cantabria. Escribo desde el año 2007; en ese año comenzó mi
afición por la escritura., aunque desde que era una niña ya intentaba hacer mis pinitos con las
palabras. Casi todos mis escritos son poesías, y muchas de ellas las publico en varias webs,
bajo el pseudónimo de Ío. También escribo en mi blog:
http://lasendadelarosadormida.blogspot.com
SEGUNDOS AFUERA.
Es el instante
más solo
Segundos afuera.
Ya nadie te asiste.
Todo a pleno.
La esfera y el silencio.
Pero nunca
en ambos a la vez.
Segundos afuera.
Arriba el telón.
La vida
Revista Literaria Remolinos # 41 Diciembre – Enero del 2009-10 80
también hoy
ha perdido su lugar.
en la curva de tu boca.
lo más posible
Donde la luna
fiel a su costumbre
se suicida
Y aquí en el 4º C
Y la verdad
no sé que decirle.
todo a color
ninguna calle.
Adónde estabas
sus números
La jugada final
acaso ganar
ya no alcanza.
Un salto al vacío
recordar
nombro
y no queremos ver.
y no te veo.
Juegas a tenerme
y no me entrego.
Creo, ciertamente,
Ω
Alfredo Palacio, nació en diciembre de 1949 en la Ciudad de Buenos
Aires, donde reside. Inédito a nivel individual, participó en diversas
antologías poéticas y tiene poemas publicados en diversos sitios en la
Web. Ha participado en numerosas lecturas en el ámbito de la Ciudad
y el interior del país. Co-dirigió el Café Literario “Mirá lo que Quedó”.
Libro publicado: “Filamentos” (Ed. Del Dock, 2007). Libro inédito de
próxima publicación: “Segundos Afuera”. Ha ganado una gran cantidad de concursos literarios.
TEMPORAL BELLEZA
Naciste en las estepas de la noche con la indiferencia clavada en los omóplatos y con un
quitasol entre las manos. Siempre tenías los ojos inundados de soledad y el corazón
rebasando de niebla. Te perseguían los sueños, las sombras y las melodías de la muerte;
querías desaparecer, unirte al vacío del universo y entregarte al olvido como un ángel
melancólico. Te recuerdo caminando por estas indolentes calles de San Carlos con tu
mochila de ilusiones y frustraciones. A esta hora estarás brindando con Baudelaire y
Allan Poe, escribiendo un buen poema desmemoriado y viendo una película de Buñuel.
En las tardes, veías crecer el silencio en una lágrima abandonada de tus mejillas y a
medianoche tus miedos ardían en una falsa ceremonia de felicidad contemplando
paisajes nocturnos con animales salvajes. Y con todo el peso de tu desidia te recostabas
a fumar el dolor, el recuerdo de una muchacha ingrata. Aún escucho el maullar de tus
sueños hambrientos en el rostro de la luna, aún escucho la canción encerrada en el vacío
de tu habitación, de tu corazón…
Ω
Artemio Julca, es el seudónimo de Carlos Julcamanyán Mendoza. Nació
en Huancayo, en marzo de 1977. Estudió Educación en la Universidad
Nacional del Centro del Perú. Es fundador e integrante del Movimiento
Literario “Dosamarus”. Ha Publicado varias plaquetas de poesía y viene
colaborando en diversas revistas locales y nacionales. Ha sido publicado en
el libro ¿Generación del 2000? (Muestra de poesía joven), selección a
cargo del Grupo Literario “Claroscuro”, vía su sello Círculo Abierto Editores,
Lima – 2006. Tiene varios libros inéditos de poesía, como: Animal, Escritos
anormales, Puñado de arena.
GRITABA Y GRITABA
Vivía solo en una pensión. Allí había gente de toda condición y carácter. Pero al
lado de mi pieza aposentaba una extraña mujer de unos 65 años que manifestaba una
forma de ser muy particular: hablaba sola. La verdad es que gritaba y gritaba consigo
misma sobre diferentes asuntos. En las noches hacía tanta bulla moviendo muebles,
golpeando quién sabe qué, y acompañando a todo eso tan desesperante, profería gritos y
gritos haciendo gala de tan poca discreción que me era imposible conciliar el sueño. En
las mañanas, todo ojeroso, corría a mi trabajo, fascinado por él –como nadie quizás en
el mundo-, para descansar por un tiempo de los gritos de la dama en cuestión. Pero
regresaba a la pensión temblando, pues yo bien sabía que al entrar a mi pieza escucharía
los horrorosos gritos. Ni siquiera cuando hacía sus necesidades dejaba de gritar, y eso
que el baño quedaba bastante lejos de mi habitación. Una noche, con los nervios
crispados en redondo, esperé pacientemente a que se durmiera, y cogiendo mi almohada
me deslicé sigilosamente hacia su pieza. Entré a duras penas porque, precavida, había
afirmado una silla contra la puerta. Sorteé el obstáculo y me dirigí directamente a su
cama. Dormía de espaldas. Posición propicia para ejecutar lo que tanto tiempo se me
había cruzado por mi fatigada mente. Me acerqué con cuidado a ella e, inclinándome,
apoyé con un movimiento brusco y con firmeza el almohadón en su cara. Resistió la
embestida por un tiempo que me resultó eterno, pero finalmente sucumbió. Aparté de su
semblante sin vida la almohada, y para cerciorarme de que mi faena había sido
concluida satisfactoriamente, le tomé varias veces el pulso, al tiempo que apoyaba mi
oreja en su corazón. Salí tan subrepticiamente como entré. Ya en mi aposento, me apoyé
de espaldas en la puerta: yo no la había matado. Sus gritos estallaron en su corazón.
ي
Pablo Mendieta Paz. Ciudad, país y fecha de nacimiento: Potosí, Bolivia, 8 de febrero de 1955.
Músico, escritor, periodista independiente, abogado. Libros escritos: Tres, dos de narrativa
(Plural Editores) y uno de Ensayo jurídico (Editorial Juventud). Artículos de prensa: cerca de un
centenar en diversos diarios. Ciudad de residencia: La Paz, Bolivia.
E STRUCTURA EN ESPEJO
¿Cómo definir el enojo de quienes callan una verdad maldita, aborrecible, descrita por
los demás como una locura, pero que trabaja con un poder calcinante en el espacio
privado? ¿Cómo ignorar la pasión inmisericorde de una idea delirante, si cada vez que
pasas la visita médica, a las ocho de la mañana, temes encontrarte frente al silencio de
Adriana? Allí se encuentra ahora, en la tercera cama del primer cubículo de mujeres, en
el hospital de Neurología de México.
Tus compañeros de guardia han relatado el corazón de la historia: ella teme ser
asesinada por sus padres. Por la mañana, los encontró cavando un agujero en el jardín, y
de inmediato reaccionó con gritos de terror y furia, pues creía que era la tumba donde
habían decidido enterrarla de manera prematura. Los padres no supieron qué hacer
mientras ella adoptaba una posición fetal, en el suelo, arrojando mordidas feroces
cuando su padre intentaba contenerla, pues le preocupaba que el escándalo tomara una
magnitud pública. Con grandes esfuerzos, lograron encerrarla dentro de su recámara.
--Tenemos que ir a un hospital –dijo el padre--. Mujer, háblale a tu hermano y a
tu sobrino, para que nos ayuden a llevarla. Por el momento estará segura en su
recámara.
--¿No saldrá por la ventana?
--La cerré con candado –respondió el padre. Pero unos minutos después
escucharon un sonido atronador de vidrios rotos, y el grito, penetrante, de la
desesperación de Adriana: de pronto estaba frente a ellos la imagen nítida y roja de
sangre que manaba por los antebrazos. En el hospital general le suturaron la herida, le
dieron medicamentos, y un médico les entregó la dirección del Instituto Nacional de
Neurología de México.
¿Cómo se atraviesa la frontera de la razón: cómo se cruza desde una historia en
la cual esta mujer es una dentista desempleada, noble y pacífica, aunque reservada,
hasta llegar al universo inverosímil donde sus propios padres silban en un día soleado,
al escarbar el pasto para anticipar el entierro de su hija, asesinada?
--¿Por qué pensó que sus padres querían matarla? –preguntas al fin, pero ella ha
aprendido muy pronto a guardar bajo mil capas de silencio esa verdad falsa y quemante.
Internada a la fuerza en un hospital para enfermos mentales, considera que el silencio es
su derecho y el último recurso de su autonomía.
Los padres, por la tarde, se deshacen en preguntas y en miradas turbias por el
miedo a la vida infausta que se revela de repente. El padre tiene lágrimas en los ojos, y
te mira tras los anteojos con angustia, y esperanza. Es más difícil conversar con el llanto
entrecortado de la madre, quien esconde la cara bajo las manos, y se retira de ese sitio,
indispuesta. No logras consolarla, pues su esposo sujeta tu hombro izquierdo, mientras
dice:
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Jesús Ramírez Bermúdez. Nació en la Ciudad de México, en 1973. Actualmente es Jefe de la
Unidad de Neuropsiquiatría en el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía de México. Su
trabajo científico ha recibido premios a la investigación a nivel internacional (Best Paper Award,
por parte de la International Neuropsychiatric Association, 6th Internacional Meeting, Australia,
2006), y ha sido publicado en revistas internacionales de alto impacto. En el campo literario ha
publicado relato y ensayo literario en las revistas Dosfilos, Tierra Adentro, La Jornada Semanal,
y La Tempestad. En 2006 publicó la novela Paramnesia, editada por Random House
Mondadori. En 2007 recibió el estímulo “Jóvenes creadores” del Fondo Nacional para la Cultura
y las Artes, para la realización del libro de ensayos titulado Breve diccionario de las
enfermedades del alma.
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María del Rosario Laverde. Colombia. Ha publicado sus poemas en
diferentes revistas como Revista Tiempo de Palabra (Ibagué), AULA Y
ASFALTO, Revista virtual Universidad Central (Bogotá), Revista digital
Letralia, Revista Tiempo de Palabra, Revista Arquitrave (Bogotá), entre
otras.
Él comenzó a besarla. No había nadie en la habitación salvo ellos dos. Los ojos de él
ardían. Brillaban de una manera que no había presenciado nunca antes en sus veinte
años de existencia. Tampoco en las escasas semanas que habían pasado juntos.
Iluminaban la oscuridad a través de la cual él la guiaba. Sus brazos la abrazaban.
Creaban un lugar seguro en el que estar.
-Te quiero... - Le susurró al oído. Era la primera vez que lo oía de unos labios
diferentes a los que solían decírselo. Era la primera vez que parecía verdad y no una
mera ilusión. Aún así su mente jugó con ella. Un escalofrío recorrió su espalda tan
pronto esas palabras parpadearon en su interior. La desconfianza se adueño de ella.
Durante unos segundos se sintió aturdida. Él no lo apreció. El deseo lo cegaba.
Comenzó a desvestirla. La ropa caía en el suelo silenciosamente. Trataba de no pensar
en nada más. Absolutamente en nada. Moverse al compás de la melodía y seguir sus
instintos, pero en su interior volvía a convertirse en la niña asustada que una vez había
sido. Aquella que rezaba con todas sus fuerzas cada noche antes de conseguir quedarse
dormida, con la esperanza de que alguien oyera sus plegarias. Se ponía de rodillas y
esperaba pacientemente una respuesta. No sabía que más hacer. Lloraba como signo de
desesperación. Escondía la cabeza entre sus manos cuando no podía soportar más los
gritos que resonaban en cada habitación. No aguantaba más el enorme peso que
cargaban sus aún débiles hombros. ¿Era ella el problema de todo aquello? Se
preguntaba una y otra vez hasta que por fin conseguía quedarse dormida. Todo había
vuelto de repente con cada caricia. Él dibujaba su cuerpo sobre el colchón y a la vez
desenterraba sin saberlo, unos recuerdos que ella creía enterrados.
Notó como su mano se deslizaba delicadamente por su muslo. Cerró los ojos y respiró
profundamente. Necesitaba relajarse, pero todo volvía a empezar de nuevo. Su cuerpo
se estremeció. Volvía a escuchar los pasos de su padre, pesados y torpes, subiendo las
escaleras. Se dirigían a su habitación. Rápidamente se escondía bajo la cama, esperando
que esta vez no la encontrara y poder dormir tranquila. Lo deseaba con todas sus
fuerzas, al menos por una noche. Abría la puerta y encendía la luz. Su corazón
comenzaba a palpitar aceleradamente. Parecía que se le iba a salir del pecho. Nunca
conseguía vislumbraba más que los pies desde su escondite, pero aún así sabía que su
aliento apestaría a alcohol y que un pedazo más de su infancia se desvanecería. Una
solitaria lágrima se deslizaría por su mejilla en señal de tristeza por la pérdida. Era lo
mismo una y otra vez. Trataba de ser fuerte, pero era difícil. Aún así perdonaba cada
error que su padre cometía. La esperanza de que aprendiera a quererla sin hacerle daño
aún se mantenía intacta y presente. Tardaría años en marchitarse. Ahora temía que todo
se repitiese. Estaba asustada. No podía hacerlo. No tenía fuerzas para soportarlo. Cerró
las piernas bruscamente. Sabía que si lo dejaba entrar en ella no habría forma de salir.
Amor, dolor y frustración. Su mano se retiró cediendo sin queja la posición ganada. Él
se quedó esperando en su lado del colchón unas palabras que nunca llegaron. Ella se
cubrió con las sábanas y le dio la espalda. No era capaz de mirarlo a los ojos. Sabía que
no ocultaban nada malo, pero una parte de ella, cautelosa, temía que lo hicieran y que su
piel no fuera más que un disfraz para ocultar su verdadera naturaleza.
Revista Literaria Remolinos # 41 Diciembre – Enero del 2009-10 99
Cerró los ojos e intentó conciliar el sueño. Quería esconderse bajo la cama, como
tantas veces había hecho años atrás. Se agarraba a uno de sus peluches cuando
necesitaba sentir a alguien cerca, y aunque no notaba el latir de su corazón, era más de
lo que había conseguido en mucho tiempo. Hoy lo tenía a él, a escasos centímetros de
ella. Aunque no pudiera verle la cara sabía que no dormía aún.
-Tengo miedo... - Sus palabras iluminaron la oscuridad en la que él se encontraba.
-¿De que?
-De que me vuelvan a hacer daño.
-Te prometo que...
-No prometas nada. Nadie cumple ya sus promesas.
-Entonces, ¿que quieres que haga?
-No me digas que me quieres... demuéstramelo...
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Paula Goberna nación en Octubre de 1988 en Vigo, aunque actualmente reside en Santiago
de Compostela, donde cursa la carrera de Derecho. Sus relatos se han visto publicados en
numerosas revistas electrónicas.
ESTALLIDOS MENTALES
Estás tumbado en un banco, mirando al cielo. Has dejado de tener en cuenta el paso
del tiempo, tiempo que en cualquier momento, te juzgará sin miramientos. Metes la
mano en el bolsillo derecho del pantalón, y sacas el paquete de tabaco. Te queda un
cigarro. Lo enciendes, e inhalas el humo que te está matando, ese sicario al que pagas
para que acabe con alguien a quien no aprecias demasiado: tú mismo. Escuchas risas de
niños alegres. Llantos de un recién nacido. Pasos de alguien que llega tarde. Palabras
tímidas de una primera cita.
Resoplas. Estás lleno de “nada”, como esas bolsas en las que únicamente hay aire
para que parezca que sirven para algo más que ocupar espacio. Una hoja cae sobre tu
pecho. Un estallido no muy lejos. Silencio. Esa repentina ausencia de sonido se vuelve
angustiosa, cortante. Cómoda. Sonríes y das otra calada al cigarro. Cierras los ojos, y
escuchas una sirena a lo lejos. A lo lejos... piensas en todas las cosas que nunca tuviste
en cuenta, como si pensarlo en este momento fuese a darle una importancia que no han
tenido en un pasado. Te preguntas si lo que quieres realmente es estar en esta situación,
pero no encuentras una respuesta.
Suspiras, y lanzas el cigarrillo a un charco no muy lejano. Ya encontrarás respuestas
cuando la policía sepa que has sido tú quien ha colocado esas bombas.
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Judith Lázaro Moyano, nacida el 8 de febrero de 1994 en Barcelona. Tanto literatura como
escritura me han acompañado siempre en mi breve (pero no por ello menos intenso) trayecto,
en el cual siempre he pensado que, una manera de "liberar imaginación", es plasmando lo que
imaginamos donde sea y como sea.
XINEF, EL ETERNO
Sí, señoras y señores, todos tenemos un sueño, sin exceptuarme a mí, Xinef. El
mío, sin embargo, es un sueño que los abarca todos; es un sueño de sueños. Es
simplemente ser Xinef, el Eterno, vendedor de sueños y creador de LA REAL
COMPAÑÍA DE LO NUNCA ANTES VISTO.
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Carlos Rubio Albet nació en la ciudad de Pinar del Río, Cuba. Escritor bilingüe, es autor, entre
otras obras, de Saga, Orpheus´ Blues y Recuerdos secretos. Con Quadrivium gana el Premio
Internacional de Novela Nuevo León. En el año 2004 su novela Dead Time/Tiempo muerto
obtuvo el premio Book of the Year Award, patrocinado por la revista norteamericana ForeWord.
Actualmente trabaja en una nueva novela titulada Forgotten Objects. Para más información
visite al autor en www.carlosrubioalbet.com
LAS PALABRAS
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Daniel Alejandro Gómez (Buenos Aires, 1974), escritor, ensayista y
dibujante. Libros publicados: Muerte y Vida (Ediciones Mis Escritos,
Argentina, 2006) y la novela electrónica Sembrar Palabras (EBF
Press, España, 2002). Mención y medalla Concurso Bioy Casares,
cuentos, 1999, finalista y diploma en Concurso Hespérides
Universidad de La Plata, Argentina, 2007. Publicó cuentos y poemas y
ensayos en medios electrónicos y en periódicos y revistas impresas
especializadas de Argentina-como la histórica Revista Lilith-, de
España-como la Revista Fábula-, de Estados Unidos, de Brasil y
Colombia. Fue columnista político del periódico impreso mexicano
Sufragio.
EL ENCUENTRO
Al llegar a los portones del hospital geriátrico, siento que las piernas se aflojan.
Es un momento decisivo en mi vida, es un problema que debo afrontar, deseo un
encuentro a solas con mamá, quizás no me reconozca o no se encuentre ya aquí.
En el jardín encuentro ancianos que caminan y se pierden entre la arboleda, otros
sentados en los bancos aprovechan el sol de las primeras horas de la tarde. Su aspecto es
pobrísimo, con ropa de talles más grandes, con pantalones que dejan descubiertos
flacos tobillos de dudosa limpieza.
Más allá los solitarios que le hablan a personas imaginarias que los acompañan en su
divagues mentales, los hay de edad mediana, donde los avatares de la viva ha ajado sus
rostros y puesto tristes sus ojos.
El entorno es realmente desalentador, por mi mente nunca pasó que mi madre, iba a
tener un final tan amargo en manos de una enfermedad tan temible como la de
Alzheimer. A mi encuentro, sale una empleada especie de cuidadora o enfermera,
Mientras me interroga, nos encaminamos al interior del hospital y entramos a una
oficina, donde unos pocos empleados tratan de pasar la tarde, tomando café, leyendo el
diario o limándose las uñas, nadie se perturba por mi presencia.
-Espere un momento, voy a consultar el fichero, dice la empleada.
Los minutos, parecen interminables, la mujer recorre las hojas con atención mi
impaciencia requiere una rápida respuesta, sí o no.
-Sí, se encuentra internada aquí, según veo sufre el mal de Alzheimer, por lo
cual se halla en una sala especial. - Venga conmigo.
A medida que me acerco al lugar, varias emociones se agolpan en mí, la de estrechar a
mamá entre mis brazos, o echar a correr y desaparecer, la cobardía no está entre mis
sentimientos, por lo tanto, como siempre, alzo la cabeza y sigo.
Al entrar a la sala, varias mujeres de edades indefinidas alrededor de una mesa hacen
manualidades, otras miran un televisor prendido desde siempre.
La mujer me conduce hacia una de ellas que mira por una ventana, le toca levemente el
hombro a la vez que le dice con suavidad:
-Juanita, tiene visita
Al roce de la mujer, se da vuelta y la mira con ojos perdidos. Ésta vuelve a decirle:
-Juanita vino su hija a verla
Yo me quedo inmóvil mirando a aquella mujer que es mi madre, porque no tengo la
menor duda de que es ella, con sus hermosos ojos verdes que miran sin ver, su cabello
que con el paso del tiempo se ha vuelto entrecano, su cuerpo delgado, vestida como
siempre con pulcritud.
-Bueno, me dice, puede pasar la tarde con ella, háblele, capaz que la entiende,
tiene momentos fugaces de lucidez, es muy tranquila, no molesta a nadie, a veces toma
una foto que lleva siempre con ella, la contempla, y le habla, en un tono muy quedo.
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Magda Lago Russo (1934 – Montevideo – Uruguay). Escritora uruguaya, Químico
Farmacéutica. Co – fundadora del Taller de Creatividad Literaria” La Aventura de Escribir” de la
Asociación Cristiana Femenina “Costa de Oro.” ( YWCA COSTA DE ORO ). Redactora
responsable del Boletín de la institución. Incursionó en Talleres Literarios y Clubes del Libro.
Cursos: “La palabra y la comunicación”.”Taller de reflexión intergeneracional” Producción
literaria. Narrativa. Novela Grupal : “Las Cuatro Estaciones”Novelas individuales. breves : “La
caja de Nyco” “De Recuerdos y Soledades” “Todo tiene su Tiempo” “Mundos Diferentes”
“Leyendas” Cuentos Breves. Revistas Literarias Recibe dos Menciones de Honor 1997 y 2006
respectivamente, otorgadas por la revista “Xicóalt” (Estrella Errante) de la organización Yage
( Asociación pro Arte, Ciencia y Cultura Latinoamericana ) en Salzburgo. Por trabajos sobre
temas ecológicos
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Paula Sánchez-Rebollo. Soy licenciada en Filología Hispánica y en Periodismo y actualmente
trabajo como profesora en el departamento de Lenguas Modernas de Marshall University en
Estados Unidos. Soy de Bilbao, España pero gracias a mi trabajo como profesora de español
he podido vivir en países muy diferentes como: China, Francia, Cuba, Singapur o Estados
Unidos (actualmente). Todas mis vivencias las transformo en relatos semificticios que escribo
desde hace años y de forma amateur. Desde hace un año llevo un blog literario llamado Loca
Novelife en el que administro mis propios cuentos: http://locanovelife.blogspot.com/ Diferentes
revistas editoriales han publicado varios de mis relatos, y también se publicó una reseña sobre
el trabajo que realizo en mi blog: Locanovelife.
EL MAL
La niebla se extendía por los muelles como una mortaja fúnebre, unos pocos
hombres tan ebrias que podría jurarse que se conservarían intactos después de muertos
por efectos del alcohol, avanzaban dando tumbos alejándose de los barcos que yacían
anclados muy cerca unos de otros. Los sujetos se fueron juntando en grupos de tres,
cuatro o incluso cinco individuos pero ninguno emitía sonido alguno.
Lentamente toda la tropa de indigentes se fue encaminando a las casas que había
más cerca del puerto. Uno de ellos, con una lengua barba y unos ojos azules relucientes
por causa de la congestión alcohólica se destacaba por sobre los demás yendo al frente
de todos ellos.
Finalmente el nutrido contingente, que ya llegaba a los cincuenta hombres y que
pronto se convertiría en un ejército con la suma de nuevos pelotones de marineros y
estibadores ebrios procedentes de todos los más oscuros y pútridos rincones al fin llegó
a la puerta de una taberna, lugar común de reuniones para todos los idiotas pendencieros
de los barrios bajos, donde el líder de ellos, el sujeto de los ojos azules, soltó un grito de
muerte e ira que hizo que sus propios compinches temblaran recorridos por un
escalofrío dentro de sus botas de marino.
-¡Tom Carson! –Gritó el líder de los malhechores-. Sal inmediatamente ¡Hijo de
perra!
Dentro de la casa, el interpelado, sujetando un rifle con manos temblorosas y con
su familia a las espaldas sentía como la muerte misma con su negra túnica y su clara tez
llegaba a su casa. La puerta retumbo, se estremeció y crujió bajo el peso del bandido
que estaba del otro lado.
-Papá –dijo su pequeño hijo Mark-. Tengo miedo papá.
-Todo estará bien, hijo –mintió torpemente el desgraciado tabernero-. No
ocurrirá nada, te lo prometo, nadie puede entrar en la casa.
Como si el destino quisiera jugar una de sus mala bromas, justo en ese momento
la puerta se vino abajo y un par de manos diestras arrebataron al pobre hombre el rifle
que tan exigua protección le brindaba, el enorme sujeto que estaba de pie ante la
indefensa familia, sin mediar palabra asestó un golpe terrible con la culata del arma al
padre que en vano trató de protegerse con sus brazos, el sujeto repitió el proceso con
metódica malignidad hasta que la sangre del pedazo de hombre que perecía a sus pies
manchó las baldosas de la taberna al quedar reducido su cráneo a un amasijo
sanguinolento de materia cerebral.
De una manera brutal tomo del brazo a la esposa del aun caliente finado y la
arrastró hacía si con implacable fuerza, el pequeño niño trato de abalanzarse contra la
enorme masa de músculos pero lo único que consiguió fue un golpe tremendo en la
cabezo, propinado por la bota del marino.
El hombre, o acaso sería mejor denotarlo como bestia, salió del local, con la
mujer semidesnuda fuertemente asida del brazo, y se dirigió a la multitud que estaba
reunida en la noche fría.
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Julio César Moreno Virrueta. Nacido y radicado en Zapotlán el Grande, Jalisco, México.
Estudiante de preparatoria y bibliófilo empedernido, aficionado a la poesía y al cuento corto.
LA CASA
Aquella casa abandonada le inspiraba una horrible sensación de que algo espantoso
había sucedido allí alguna vez. Era tan oscura como la impenetrable noche que no
dejaba ni un haz de luz para observar más allá de sus propios pies. La lluvia era
abundante y sólo los relámpagos iluminaban la sombría casa de destruidas tejas rojas.
Entró a la mansión totalmente asustado y mojado por la tormenta que no daba tregua .El
ruido de sus propios zapatos lo distraían cada vez que daba un paso por el crujiente piso
de la podrida madera a la vez que su corazón se aceleraba a cada minuto. Parecía que la
morada tenía vida propia y su mente le decía que no saldría nunca de allí. Observó el
balcón central de la residencia y se asomó intentando recobrar la respiración. Algo
detrás de él se acercaba…no veía nada, sólo una sombra que no era humana y cerró sus
ojos. Eso que lo perseguía lo había atrapado. Para siempre.
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Noelia Lorenzo, soy de Argentina. Tengo 23 años, soy una estudiante de la carrera de Letras.
Escribo desde aproximadamente los 18 años. Estoy graduada como Técnico Superior en
Periodismo Deportivo.
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Boris Espezúa Salmón (Juli - 1960) Ha publicado los siguientes libros: A
través del ojo de un hueso, Transito de Amautas, Alba del Pez Herido,
Tiempo de Cernícalo y La Protección de la Dignidad Humana. Poemas suyos
han sido traducidos al inglés y francés, por John Oliver Simón y Montserrat
Fito respectivamente.
Es difícil decir algo que valga la pena sobre Roberto Arlt que no haya dicho
Onetti en su inmejorable y sincero prólogo a El juguete rabioso [1], modesta y poética
novela que sobrevive a las modas editoriales. Al menos me queda la simple satisfacción
de comentarla, siguiendo sus caminos de fracasos aleccionadores, frustraciones
insuperables, dilemas éticos y poesía de arrabales.
Silvio Astier es el héroe adolescente, iniciado por un viejo zapatero andaluz en los
deleites y afanes de la literatura bandoleresca, que sirvió a Roberto Arlt para expresar
su oscura y lúcida alma argentina. Sueña Silvio con ser bandido y estrangular
corregidores libidinosos, enderezar entuertos, proteger viudas y ser amado por
singulares doncellas. En esa admiración por los malevos bondadosos se encompincha
Revista Literaria Remolinos # 41 Diciembre – Enero del 2009-10 123
con Enrique Irzubeta, en cuyo elogio puede decirse que un bronce era más susceptible
de vergüenza que su fino rostro, y fundan orgullosamente un club de ladrones (más bien
de rateros, diríamos los venezolanos) al cual incorporan, pocas semanas después, cierto
Lucio, un majadero pequeño de cuerpo y lívido de tanto masturbarse, todo esto junto a
una cara tan de sinvergüenza que movía a risa cuando se le miraba. Adolescentes, al
fin y al cabo, le dan a sus raterías y a su club una solemnidad acordes con sus cabezas
soñadoras y en el Diario de Sesiones del susodicho club anotan con toda seriedad que el
Club debe contar con una biblioteca de obras científicas para que sus cofrades puedan
robar y matar de acuerdo a los más modernos procedimientos industriales. El Diario de
Sesiones abunda en propuestas similares, que combinan peculiares experimentos
científicos destinados a convertirlos en mejores e ilustrados delincuentes. Gozan los tres
ladrones el dinero robado, gozan su impunidad ante la gente que ignora sus hazañas
secretas y gozan imaginando los ojos con que los mirarían las doncellas si supieran que
ellos son ladrones. Sienten que abochornan el peligro a bofetadas y les engrandece el
alma el regocijo de quebrantar la ley y entrar sonriendo en el pecado. Pero Silvio Astier,
en su pobreza que lo aprieta y entristece, va creciendo con el peso de su propia
inutilidad y su destino lo acecha a cada paso, un destino que no empaña sus ojos y no
apoca su corazón. Y culmina su primera etapa delictiva con el robo a una biblioteca que
fuerza la suspensión de las heroicas actividades del Club de los Caballeros de la Media
Noche y, además, Silvio y su familia se mudan a otro barrio por el eterno cuento de que
el dueño de la casa les aumentó el alquiler, que como buenos pobres no podían pagar.
Signado para estar cerca de los libros, entra Silvio Astier a trabajar en la casa de
compra y venta de libros usados de don Gaetano, cuyo local era más largo y tenebroso
que el antro de Trofonio. Ese desventurado oficio revuelve las reflexiones de Silvio
sobre su vida, sobre su amargo destino de inutilidad y pobreza:
¡Oh, ironía!, ¡y yo era el que había soñado en ser un bandido grande como
Rocambole y un poeta genial como Baudelaire!
La soledad de Silvio se vuelve arrolladora y desespera por amor, o más bien por
amar y ser amado, y en sus pensamientos se mezclan anhelos y amores puros (algunas
veces, en la noche, hay rostros de doncellas que hieren con espada de dulzura o que
dejan en los huesos ansiedad de amor) y el puro deseo de la carne por encontrar el goce
y confiesa que alargaba un brazo hacia mi pobre carne; hostigándola, la dejaba
acercarse al deleite. En el colmo de su soledad ansiosa y con el deseo quemándole el
corazón y la piel, todo su cuerpo de hombre clama:
¡Y yo, yo, Señor, no tendré nunca una querida tan linda como esa querida que lucen
los cromos de los libros viciosos!
Algo de cultivada compasión por sí mismo hay en Silvio Astier; llega a abundar
en las páginas de El juguete rabioso, pero a la par de reclamos firmes contra la distante
y exclusiva riqueza material de pocos. Al mismo tiempo que la calle y el dolor son par
él escuelas que apuntan en un mismo sentido. Algo de ello intuye Silvio Astier cuando
declara que su alma es baldía y fea como una rodilla desnuda, y busca entre las miserias
de las calles y de las vidas turbias con las cuales les toca compartir sus días y seguir su
viaje. Sobrevive el adolescente soñador, sobrevive con sus pugnas entre el bien y el mal,
enfrenta sus demonios y mira más hondo y ese otro Silvio que puja por salir, a pesar de
Las penas de Silvio Astier, necesarias en su vida, de esa vida que durante nueve
meses había nutrido con pena un vientre de mujer, las siente necesarias con todos los
ultrajes, todas las humillaciones y todas las angustias. Y de pronto esa misma vida se
encuentra consigo misma, se complace en ser vivida y con la voz adolescente de Silvio
Astier habla el poeta Roberto Arlt (de un gran y extraño artista, asegura Onetti y estoy
absolutamente de acuerdo con él):
Vida, Vida, qué linda sos, Vida.... ¡ah! ¿pero vos no sabés?, yo soy el muchacho... el
dependiente... sí, de don Gaetano... y sin embargo yo amo a todas las cosas más
hermosas de la Tierra...
Silvio Astier, como Álvaro De Campos, lleva en sí todos los sueños del mundo: se
imagina ante un congreso de ingenieros exponiendo que las corrientes
electromagnéticas que genera el sol pueden ser condensadas y utilizadas; se le afirma la
convicción de que puede ser ingeniero como Edison, general como Napoleón, poeta
como Baudelaire, demonio como Rocambole; pero esas desmedidas esperanzas, ese
optimismo desbordado, chocan con la realidad de su vida y se ve en un futuro
lamentable con ropas sucias, zapatos desgastados que apenas cubren sus pies callosos y
con juanetes, tocando de puerta en puerta pidiendo trabajo. Silvio Astier verifica la
dureza de la vida, la ominosidad de la pobreza; se niega a resignarse a la vida penuriosa
que sobrellevan naturalmente la mayoría de los hombres: comienza a saber que su vida
es poca cosa, una moneda sin valor en el mercado de las ambiciones y en el dominio de
los prejuicios. Fracasa en la milicia, a la que llega convencido de que su ingenio
científico le abrirá puertas y le granjeará galones y condecoraciones; fracasa su juguete
rabioso, destinado a destruir mayor cantidad de hombres, porque va en contra de todos
los principios de la balística; deambula nuevamente Silvio Astier, se aguzan sus
sentidos, le emocionan las canciones infantiles que oye de paso en las calles, siente que
el tiempo transcurre con paso de animal herido de muerte, siente el dolor de la especie, a
pesar de que se aferra a felices imaginaciones egocéntricas y envidia los cadáveres en
torno a los cuales sollozan mujeres hermosas. Sin embargo, en su deambular, Silvio
Astier percibe el mundo y sus detalles con intensidad, su vida se liga a todo y todo se
liga a su vida, aun las apariencias más dolorosas de la realidad humana. Y cuando hace
de vendedor de papel (y digo hace porque descubre que en la vida es inevitable actuar),
pese a todas sus vocaciones arruinadas, expone con eficiencia una especie de filosofía
esencial del vendedor, el gran oficio de nuestro tiempo:
Para vender hay que empaparse de una sutilidad “mercurial”, escoger las
palabras y cuidar los conceptos, adular con circunspección, conversando lo que no se
piensa ni se cree, entusiasmarse con una bagatela, acertar con un gesto compungido,
interesarse vivamente por lo que maldito si nos interesa, ser múltiple, flexible y
gracioso, agradecer con donaire una insignificancia, no desconcertarse ni darse por
Yo no estoy loco. Hay una verdad, sí... y es que yo sé que siempre la vida va a
ser extraordinariamente linda para mí. No sé si la gente sentirá la fuerza de la vida
como la siento yo, pero en mí hay una alegría, una especie de inconsciencia llena de
alegría.
Todo me sorprende. A veces tengo la sensación de que hace una hora que he
venido a la tierra y que todo es nuevo, flamante, hermoso.
Yo no soy un perverso, soy un curioso de esta enorme fuerza que está en mí.
“Encontrar un hombre feliz o una mujer feliz es mejor que encontrarnos con un
billete de cinco libras. Él o ella son focos que irradian buenos sentimientos; y cuando
entran a un salón, sucede algo así como si se hubiera encendido una vela de más. No
nos importa si pueden o no demostrar la proposición cuarenta y siete; hacen algo más
que eso: demuestran, prácticamente, el gran teorema de lo Vivible que es la Vida”[2].
Y para alcanzar esa alegría de vivir que lleva a Silvio Astier a proclamar que a
veces siente que su alma es del tamaño de la iglesia de Flores, debió recorrer palmo a
palmo los vericuetos que habitan sus demonios y en cuyas anfractuosidades vegetan las
más bajas pasiones humanas. Es un traidor, pero no reniega de sí mismo ni se excusa
lastimeramente ni con cinismo, porque sabe a donde va: geográficamente hacia el sur, a
Comodoro, donde promete conseguirle trabajo Arsenio Vitri; vitalmente hacia ninguna
parte, pero lleno de vida ahora, con la única certeza de estar vivo y como protagonista
consciente de su epopeya solitaria, con la voz, el asombro y el duro destino que le
infundió ese poeta que fue Roberto Arlt, que no pocos han querido descalificar,
tildándolo de epígono latinoamericano de Dostoievski.
Notas:
[1]. Roberto Arlt, El juguete rabioso, Editorial Bruguera, 1ª edición, Barcelona, 1979.
Э
Mario Amengual (Maracay, 1958). Es licenciado en Letras por la Universidad Central de
Venezuela y actualmente es profesor de los talleres de Literatura I y II en el núcleo de la UCV
de Maracay, facultades de Agronomía y Ciencias Veterinarias. Ha sido articulista de opinión en
Últimas Noticias, 2001 y El Siglo. Numerosos artículos, ensayos y poemas suyos han aparecido
en las publicaciones digitales El Meollo, Letralia y Ala de Cuervo, entre otras, así como en la
Revista Nacional de Cultura e Imagen, y en los suplementos literarios de diferentes diarios
nacionales y regionales. Ha publicado los siguientes libros: La arboleda deslumbrante
(poemas), Alcaldía de Los Salias, San Antonio de los Altos, 1991; El tiempo de las apariencias
(poemas) Departamento de Cultura, UCV, Maracay, 2000; El pozo de la historia/Los
extranjeros (novela y poema en prosa), edición limitada del autor, Caracas, 2001; El pozo de la
historia (novela), Bidandco Editor, Caracas, 2007; El cantante asesinado (novela), Bidandco
Editor, Caracas, 2009.
Existe poco interés en el desarrollo de la teoría y de la crítica literaria por este tipo de
literatura. Se considera que sus particularidades se han difuminado en complicados
procesos de la comunicación y la recepción moderna, en donde el texto literario
alcanza una dimensión universal y resalta las emociones de un ser dividido y
fragmentado por problemas tan complejos, que son el resultado de su imposibilidad por
entender los fenómenos de su entorno. En palabras de Marshall Berman a ese hombre:
"le queda muy poco que hacer que no sea enchufar las máquinas" (1988:14).
En Hispanoamérica existe un gran número de escritores que han rebasado las fronteras
nacionales y han inscrito sus obras en el canon universal contemporáneo. Tomemos por
ejemplo a Juan Rulfo, a Roa Bastos y a Uslar Pietri entre tantos otros.
Estamos diciendo que ningún escritor, absolutamente ninguno, inventa una obra,
crea una construcción literaria en forma ajena al medio cultural en el cual nace;
que, al contrario, todo lo que puede hacer es trabajar un régimen de réplica y de
enfrentamiento con los materiales que van integrando su cosmovisión y que,
desde luego, implican una opción dentro de la pluralidad que le allega el medio
en el cual se encuentra. (1992: 32).
Ana María Postigo afirma que la literatura regional es primordialmente una conducta
estética convenida por los escritores de una determinada zona geográfica que se
conforma como un microuniverso y responde a una determinada situación social,
económica e histórica. Esta situación social es el reflejo de la realidad física del
contexto en el cual el autor concibe su mundo, verdadero o imaginario y que constituye
su referente de identidad.
Por su parte, Humberto Félix Berumen señala que se debe considerar a la literatura
regional como a un sistema literario particular regido por leyes propias, pero como parte
de un conjunto mayor de sistemas jerarquizados que coexisten e interactúan, lo cual
permite un adecuado equilibrio en lo que podríamos llamar relación dialéctica entre lo
general y lo particular, lo regional y lo nacional, lo universal y lo local.
Esta narrativa pretende dar voz, vida y memoria, a una región de México relegada por
un status quo que, desde antes de la independencia del país, se localizaba en el centro,
Hasta hace poco, en México, sobre todo en la capital, tocar el tema de la literatura
fronteriza era como referirse a algo recóndito y distante, mucho más retirado que los
tres mil kilómetros que separan al Distrito Federal de la frontera con Estados Unidos,
debido a las políticas culturales centralistas del país. Sin embargo, el movimiento
cultural de descentralización que se dio en los estados, principalmente en los del norte,
se convirtió en un boom de autores que florecían en la zona y que ya no precisaban ir a
la ciudad de México o "pedir permiso al centro" para publicar.
En el transcurso de los últimos años, la frontera norte de México se ha enriquecido por una
gran cantidad de manifestaciones literarias que presentan características peculiares: la
hibridación social y cultural, la experimentación lingüística, el choque violento de la
convivencia fronteriza.
A nueve años del siglo XXI, con la profusión de cambios a todo nivel que ha llevado
consigo, uno siente que las literaturas están en un momento decisivo ¿Podrán
relacionarse con las nuevas formas de comunicación, buscar un espacio propio dentro
de las nuevas prácticas culturales o, por el contrario, serán barridas por un nuevo
magma tecnológico y financiero que siempre las ha excluido y terminará por anularlas
absolutamente?
¿Podemos hablar de literatura de la frontera norte de México? ¿Tienen los escritores
fronterizos un estilo característico, que intenta transcribir las representaciones colectivas
del lenguaje escrito? ¿Se apropian de influencias del centro, principalmente de la capital
o más bien reproducen formas de la literatura norteamericana? ¿Es válido proponer una
sociología de la literatura fronteriza mexicana como una línea especializada de
investigación?
Conclusión:
Hacer hincapié en los estudios de literatura regional puede parecer un hecho arriesgado,
como si se tratara de nadar contra la corriente, cuando las investigaciones y los textos
literarios fluyen en otro sentido. Sin embargo considero que resulta acertado y oportuno
asumir esta propuesta de rondar por la historia de las manifestaciones literarias, a partir
de la ubicación de sus autores dentro del contexto geográfico y cultural donde nacieron,
donde erigieron sus imaginarios y estructuraron su visión simbólica del mundo.
Los estudios de literatura regional deben mostrar a la obra literaria como una totalidad,
con la afirmación de identidades locales y regionales, con una enfoque extenso que evite
la subjetividad y la negación de la coexistencia con otras culturas para no hacer de un
valor cultural y social, un componente de desafío contra otros grupos y colectividades,
sino por el contrario, como lo plantea García Canclini: "concebirse ahora como la
capacidad de interactuar con las múltiples ofertas simbólicas internacionales desde
posiciones propias".
(1990: 332).
La literatura regional demanda una aproximación desde una nueva faceta que
amplifique el concepto de región tomando en cuenta una perspectiva multidisciplinaria.
Las nuevas corrientes del pensamiento económico y filosófico hablan de la
"desterritorialización" y la "deslocalización" como fenómenos que han terminado por
transformar al mundo en un espacio único, englobador, sin embargo no es difícil
vaticinar que dichos fenómenos tratan de debilitar, no sólo a las regiones, sino también
a los estados nacionales para propiciar la instauración de un centro hegemónico que
maneje el mundo, es decir, el grupo de países más desarrollado.
Ahora es el momento propocio para que los escritores fronterizos respondan a estos
reflectores de primer orden con obras que vayan más allá de una recreación literal de la
frontera, con una narrativa que sea mitopoética en sus visiones y contundente en sus
tramas y personajes. O como lo expone Félix Berumen que esta producción literaria
fronteriza “es en muchos sentidos un terreno escurridizo y sobre el cual todavía no se ha
dicho la última palabra”. (2007: 14)
Lo incuestionable es que cada vez con mayor fuerza se percibe la resonancia de las
voces del norte mexicano más allá de las fronteras nacionales, las primeras señales de
que la literatura de la frontera ya está cruzando sus propios límites y alcanzando, al otro
lado del océano Atlántico, nuevas miradas y nuevos lector.
Notas:
[1] Artículo de Vilanova, Nuria que apareció en Quimera, como parte de una serie
sobre la literatura del norte de México. 2005 JUN.; (258) p. 12.
Obras citadas:
Berman, Marshall. Todo lo sólido se desvanece en el aire. Bogotá: Siglo XXI, 5ª.
Edición, 1988.
Giraldo, Luz Mary. “Voces tolimenses horizonte de una narrativa”. En: Proceso en
marcha, Revista Contraloría municipal de Ibagué, Año:1, no. 4, 1992.
Pérus, Françoise. Historia y crítica literaria. La Habana: Casa de las Américas, 1982.
ڭ
Ma. del Carmen Castañeda Hernández. Licenciada en Lengua y Literatura españolas UIA,
México D.F. Maestría: Psicología, U. Xochicalco, Tijuana. Ha publicado: Una propuesta de
descanonización de la literatura latinoamericana en Espéculo. Revista de estudios literarios.
Universidad Complutense de Madrid 2009. Desmitificar el canon de la literatura latinoamericana
en Letralia, Tierra de Letras 2009. Literatura y ciencias sociales, Societarts: Revista de artes,
ciencias sociales y humanidades, 2009. Pedro Páramo: ¿ficción o deconstrucción del mito? en
Espéculo. Revista de estudios literarios. Universidad Complutense de Madrid 2009. El canon y
el discurso literario en Revista Palabras Diversas 2009.
RESUMEN
“Allá va, oronda la niña, oronda y cansada de sus senos y de sus nalgas. Cómo
las había bailoteado aquella noche […] con sus ojos nuevos y su sexo nuevecito
y oloroso a cosa chata, playera, de cerda de sal.” (Santos, 1996: 13)
[…] en todos los países la mujer moderna puede considerar su cuerpo como un
capital de explotación […] todo estimula a la joven a esperar del “príncipe
encantado” la fortuna y la dicha antes que intentar sola su difícil e incierta
conquista […] (De Beauvoir, 1954:176)
Por ello, sería poco crítico aseverar que la muchacha del cuento actúa por simple
facilismo, pues, faltan atenuantes para determinar hasta qué punto las condiciones en las
que ha sido criada han tenido una influencia directa en sus concepciones del mundo.
Mundo que ella considera completo, como ya se dijo arriba, sólo cuando hay tres
llaves: la del carro, la del apartamento y la de la oficina. Partiendo del hecho que el
estatus social lo confiere la posesión de bienes materiales, es muy lógico que la
protagonista sucumba:
Faltaría por verse si aquellos lujos que percibe como suyos, alcanzados con tanto
esfuerzo a través de ese acto sexual, no son más que una idea ilusoria de felicidad, pues,
donde el hombre no cumpla, se vaya y no la mire otra vez, todas sus expectativas serán
destrozadas por algo más irremediable que el sueño en sí: la realidad.
Si aquél desconocido la toma como una mujer de pocos principios2, falta de
clase o en el peor de los casos una “mujer fácil”, probablemente la abandone luego de
haber disfrutado de esas curvas, de esos senos, de ese sexo nuevecito que tanta
seguridad le conferían. Que tanta certeza le daban y la hacían sentir cada vez más sed y
hambre de justicia.
1
Si no pensemos por un momento en la carga semántica de las decenas de programas televisivos que nos
repiten la imagen de la mujer voluptuosa que obtiene todo lo se desea a través de sus curvas: The girls of
Playboy Mansión; The Miss Universe; The American Next Top Model, Iris Chacón La Bomba de Puerto
Rico, por mencionar unos pocos.
2
Principios que han establecido culturalmente los mismos hombres según Simone De Beauvoir.
Por ello, es posible que la protagonista del cuento de Mayra Santos conciba que
haya algo superior, más grande que ella y que ese mundo que vive, que le debe justicia,
que le debe no sólo bienes materiales sino toda una plenitud de pensamiento y de acción
que el ciudadano puertorriqueño a lo mejor no tiene pero anhela con vehemencia.
De igual forma, aquél hombre que ostenta de tanta riqueza puede ser la figura
del “Aprovechador”, que en muchos casos se repite una y otra vez en el imaginario
latinoamericano. Aquél tipo que no desperdició la oportunidad, puede representar el
colonizador que no ha hecho más que mantener su estatus de poder a costa de la
sumisión de todo un pueblo, así como la figura de la corrupción que ha asolado a
Latinoamérica.
Inclusive la misma autora puede estar empleando su ingeniosa pluma para
develarnos, como explica Jaimes, la forma en cómo se ha tratado durante muchos años
– como parte de esa dinámica colonizadora- de invisibilizar la literatura puertorriqueña:
Por tanto, podría haber también de parte de Mayra Santos una sed y hambre de
justicia por ser considerada igual de importante a cualquier otro escritor
latinoamericano, no sólo por la calidad estética de su obra sino por pertenecer a la
generación de escritores que:
Por todo ello, podemos deducir que la visión del mundo de la chica del cuento
de Mayra Santos -que pudiera tratarse de cualquier jovencita, tanto de Puerto Rico
como de cualquier ciudad cosmopolita de hoy, plagada de tanta miseria e injusticia
social- es controvertida. En ella radica un dilema existencial muy profundo e
infinitamente debatible: la condición social y cultural de la mujer, la utopía de mejorar
las condiciones socio económicas de nuestros países y los medios para lograrlo.
Por tanto, ese sometimiento que vive Teresa, aunque varíe de una mujer a otra,
permanece en el imaginario cultural por ser parte de una tradición difícil de romper. Si
para unas consiste –como le sucede a la Teresa del cuento- en maltratos físicos: “Y
luego, incorporándose, dos o tres bofetones. (Viteri, 2007:12), y psicológicos: ¡Re-ga-
la-ron…! ¿Quién va a darte anillos a ti? (Ibíd.: 13), para otras reside en la pre
concepción del matrimonio como realización personal: “[…] la mujer casada […] está
revestida de una dignidad social muy superior a la de soltera.” (De Beauvoir, 1954:177),
así como en la dependencia y sumisión ante el hombre.
Desde esa posición, Simone de Beauvoir afirma que constituidos sobre una
cultura patriarcal, la mujer es sometida a la absoluta dominación del hombre, ya sea el
padre o el esposo, donde ésta no sólo debe complementarlo sino obedecer a sus
designios como una esclava, ser un Otro.
Simone de Beauvoir le diría a Teresa: “[…] la mujer no se reivindica como
sujeto […] porque experimenta el vínculo necesario que la sujeta al hombre […] y
porque a menudo se complace en su papel de Otro.” (De Beauvoir, 1954:17)
Por ello, es controvertida la visión de mundo que posee el personaje central del
cuento “El anillo”, pues, la propia situación económica, social y cultural limita sus
posibilidades de auto-superación y reafirma la complejidad de las relaciones humanas
así como del universo femenino:
Lo cierto es que hoy día les es muy difícil a las mujeres asumir a la vez su
condición de individuo autónomo y su destino femenino, y ése es el origen de las
torpezas y malestares que las hacen considerar a veces como un “sexo perdido”.
Y es más cómodo, sin duda, sufrir una ciega esclavitud que trabajar para
liberarse […] (De Beauvoir, 1954:307)
Ante este panorama, vemos que Eugenia Viteri emplea a Teresa para denunciar
una realidad social y cultural intrincada y por demás controvertida, pues, si bien, la
mujer actual ha logrado escalar posiciones importantes dentro de la sociedad
tecnificada, incluyendo cargos de gran envergadura como Ministerios, Presidencias de
El ello está por naturaleza más allá de la captura del deseo del lenguaje. La
relación con el Otro es esencial, ya que el camino del deseo pasa necesariamente
por él, pero no porque el Otro sea el objeto único, sino porque el Otro es el
fiador del lenguaje y lo somete a toda su dialéctica. (Ibíd.: 144)
6
Comedia de Moliére que versa sobre cómo un hombre llamado Arnolfo y que le teme terriblemente a la
infidelidad, termina en la posición de cachón al dar por sentado que sumir en la “ignorancia” a la mujer la
exime de pecar.
Por otra parte, su triunfo, al igual que Sttefanie y Teresa, es momentáneo, pues,
aún cuando logra llevar a cabo el recital y pautar con el Ministro que habrán próximos
eventos de ese tipo en lugares más amplios donde pueda lucirse, nada le asegura que el
Presidente de la República no le frustrará sus sueños. Con aquél final abierto, no puede
aseverarse si se llevarán a cabo o no, los actos que tanto anhela.
Vuelve con ello entonces, a emparentarse con las protagonistas de los cuentos de
Santos y Viteri, puesto que cada una, a su manera, experimenta el placer del triunfo
pasajero. Ninguna llega, o al menos la narración impide determinarlo con precisión, a
8
“El lugar que ocupa el padre en la familia, la preponderancia universal de los machos, la educación, todo
la confirma [a la mujer] en la idea de la superioridad masculina.” (De Beauvoir, 1958:17)
IV. CONCLUSIONES
BIBLIOGRAFÍA
DE FUENTE DIRECTA
DE FUENTE INDIRECTA
9
“La Literatura es un reflejo de la sociedad, pero un reflejo intelectualizado, altamente subjetivo.”
(Damjanova, 2000:258)
10
Aún el ficticio.
DE FUENTES ELECTRÓNICAS
http://www.conamu.gov.ec/CONAMU/portal/main.do?sectionCode=38
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=76503
http://www.radio.uchile.cl/notas.aspx?idnota=34599-32k
ڭ
Yady Campo Ramírez nació en San Cristóbal, Estado Táchira, en 1977.
Licenciada en Educación Básica Integral en la Universidad de Los Andes-
Táchira (2007). Cursa actualmente la Maestría en Literatura Latinoamericana
y del Caribe en la ULA-Táchira. En el área educativa se desempeña como
Becaria Académica de la Universidad de Los Andes-Táchira, dictando la
cátedra Literatura Infantil. Ha ejercido en calidad de contratada, como docente
de Razonamiento Verbal en la UNEFA- Táchira. Es autora del poemario “El
Aroma de la soledad”; los libros “Versiones” y “Thanatos Agency y otros
cuentos insensatos”; y la novela “La coraza de las Rosas”, entre otras producciones inéditas.
Ha recibido Mención Honorífica en el I Concurso Nacional de Cuento para Jóvenes Autores
(2005), patrocinado por la Policlínica Metropolitana de Caracas por su relato “Camino a Las
Parras”; ha quedado finalista en el I Concurso Internacional de Cuento Breve “Álvaro Cepeda
Samudio” (2005), en Bucaramanga-Colombia, por “Aventureros”; Premio Certamen Mayor de
las Artes y de las letras (2006), por “Cuentos de caminos” formando parte de la Colección
“Cada día un libro”, patrocinado por la Editorial El perro y la rana. Forma parte de la
compilación “Ciudad en la niebla. Antología de la nueva narrativa tachirense”. Perteneció al
grupo literario ULARTE. Formó parte del equipo fundador de la Peña Literaria José Ignacio
Ramírez. Colabora con las revistas Bahareque y Ríobobense y con la Peña Literaria Manuel
Felipe Rugeles. Tiene una columna semanal titulada De Reojo en el Diario Los Andes.
ώ
Revista Literaria Remolinos # 41 Diciembre – Enero del 2009-10 149
Notas a El orden alfabético (1998),
de Juan José Millás.
El lenguaje de la (des) memoria
a J. R.
ڭ
Sergio G. Colautti. 48. Docente y escritor de Río III, Cba.- Autor de Apuntes sobre la narrativa
argentina actual (ensayos, 1992). Homenaje a Borges (colectivo, ensayos, 1995). La mirada
insomne (ensayos sobre Macedonio Fernández y otros, 2005). La escritura presente (ensayos
sobre lit. arg s XXI, 2008) , entre otros.- Colaborador de La Voz del interior, Tribuna (R III),
Corredor Mediterráneo (Río IV), Tramas (Cba) y otros.
Rodica Grigore
Poeta y dramaturgo, filósofo y ensayista, Lucian Blaga es una de las figuras más
importantes de la cultura y literatura rumanas de entre guerras. Su lírica, en sus
comienzos expresionista en Poemele luminii (Las poemas de la luz, 1919), cultiva el
vitalismo dionisiaco, de esencia nietzscheana, evidente en Paşii profetului (Los pasos
del profeta, 1921) y está marcada por una permanente obsesión con la muerte, În
marea trecere (En el gran correr, 1924) y, más tarde, de un sentimiento de añoranza
(La curţile dorului – En el castillo de la añoranza, 1938). En principio, lo que el poeta
intenta recuperar a través del sueño o del misterio (semejante un poco a la manera
Manantial de la noche
Bella,
tus ojos son tan negros, que la noche,
cuando pongo la cabeza
en tu regazo,
me parece
que tus ojos, tan hondos, son el manantial
por donde la noche entera corre sobre las vallas,
las montañas y los llanos,
cubriendo la tierra
con un mar de sombra.
Tan negros son tus ojos,
mi luz.
Señal de otoño
Montaña encantada
Combustión
Fortaleza muerta
Cargas
Los cólquicos
Cuarteto
Cuarteto
La buena noticia
La sombra de Dios
La línea
La línea de mi vida,
entre las tumbas serpenteando,
la hallo e intento comprenderla
abajo – por las flores, en lo alto – por las estrellas.
No en la palma de mi mano
sino en la tuya, Dios,
está escrita la línea de mi vida.
Ella pasa, serpenteando,
Salmo
Estaciones
Ni la luz me basta,
ella también es sólo una leyenda.
Nada es bastante bajo del horizonte,
¡quiero todo una vez más!
Me dices:
“Nada se enciende, y nadie, por un rayo de luna.”
Y floreces en una dulce sonrisa, muy contenta, creyendo
que a todas horas puedes enfrentar aún la suerte,
con una palabra jugosa.
¿Permites una respuesta alzada sobre el tiempo, sobre este lugar?
Muchos hechos, ay, muchos de verdad podría contar,
raros sucesos gastados en las crónicas,
testimonios de leyenda, que demuestran
que son posibles un gran fuego
y también combustiones de este tipo.
Pregunta y respuesta
Cosas somos
Inscripción en un madero
Alma y voz,
un fogón para vivir,
el regalo que ofreces,
la querida que tienes,
umbrales del paraíso.
Día y noche
Alas de plata
ڭ
Rodica Grigore. Nació en 1976 en Sibiu, Rumania. Licenciada (1999) y
doctora (2004) en Filología Románica por la Universidad “Lucian Blaga” de
Sibiu. Ha publicado dos libros de crítica literaria y ensayo: De libros y otros
demonios (2002), Retórica de las máscaras en la narrativa rumana
moderna (2005). Ha traducido al rumano los ensayos de Octavio Paz, Los
hijos del limo (2003), poemas del escritor colombiano Manuel Cortés
Castañeda, con el titulo general El espejo del otro (2006) y el libro de
narrativa breve del escritor norteamericano de origen rumano Andrei
Codrescu, A Bar in Brooklyn (2006); ha realizado también la antología de
textos y las traducciones para el Festival Internacional de Teatro de Sibiu
(2005, 2006 y 2007). Enseña literatura comparada en la Universidad de
Sibiu.
Ah, atrevimiento y osadía. ¿Por qué le quiero levantar el velo al tabernáculo que
esconde un tesoro sagrado, al que sólo han accedido muy pocos desde Homero? Me he
quitado las sandalias y le he pedido permiso a Erato que es la guardiana del misterio.
Desnudo he entrado al recinto, con las manos amarradas a la espalda, para que nadie
dude de mis buenas intenciones. De allí han salido Safo, Virgilio, Dante, Shakespeare,
García Lorca, Juan de la Cruz, Manrique, Neruda, Mistral, Darío, Keats, la núbil
Dickinson, Meira Delmar con su cara iluminada.
En ese santuario mínimo se han formado “los grandes y pocos poetas que en el mundo
han sido”. Allí han sonado clarines de victoria, se han oído suspiros enamorados, han
muerto amores de morado, han nacido duendes, hadas, brujas, se han levantado castillos
de muñecas, se han oído lamentos y anatemas. Han pasado noches eternas y años sin
estaciones los poetas buscando la palabra exacta y el sonido equivalente. La Poesía no
salió a darles la mano ni ella fue vista como la Maja de Goya ni con la sonrisa a lo largo
de los labios al modo de Gioconda. El misterio de la poesía ha permanecido intacto y de
seguro morirá el género humano sin haberlo tomado entre sus manos.
Inútil será todo intento de sorprender a la mujer llamada Poesía en su bañera o en sueño
plácido en un diván, o aromando el aire con su paso. A nadie le dictará versos, ni vendrá
sobre un caballo enjaezado de brillantes a hacerle visita hasta su casa. Su tabernáculo
está abierto todo el día y no se cobra un impuesto a la entrada. Pero nadie podrá
El poder de la Poesía es tanto que no tiene necesidad de aparecer en escena para repartir
sus dones. Quien dedica su tiempo, pasa las noches en vela al pie de su Palabra y
vislumbra entre los tules de la imaginación creadora, sabe de su Luz y logra
perfeccionar su numen. No es con ruegos, con sahumerios, con lágrimas ni ajenjo que se
atrae la inspiración de esta educada Dama. Es con trabajo, con borrador, con cincel y
con estropajo que recibe homenajes y que Poesía da su firma a sus elegidos.
¿Usted ha sido invitado a un concurso? ¿Poesía le ha soplado al oído que vaya primero
a su casa a verificar si tiene las condiciones mínimas para decir que es poeta? ¿O, se ha
dejado creer del fácil adulador que lo que escribe es poesía? ¿Cree que la poesía es
inspiración y que una diosa muy linda le musita en su computador unas líneas que nadie
puede criticar porque son sagradas? Baje de esa nube que es su orgullo. No crea que la
nube que lo cubre es la Poesía. Poesía está lejos, en su tabernáculo pequeño, esperando
que usted suba la cuesta con esfuerzo y encuentre allí el misterio.
21-07-09 10:44 a.m.
ڭ
Leopoldo de Quevedo y Monroy. Escritor colombiano. Abogado,
Universidad Libre de Cali y Magíster en Docencia Universitaria,
Universidad del Valle. Ha publicado Confesiones de un cura casado,
1999, los poemarios Versos sacros y profanos 2005, Cotidianidad en
Re-verso, 2006, Sobre los cuernos del tiempo -ensayos cortos- 2008.
Varios escritos suyos han sido publicados en El Tiempo de Bogotá, El
Occidente de Cali, El Liberal de Popayán y en revistas internacionales
como Destiempos de la UNAM de ciudad de México, Letralia de
Venezuela, Portal del Humanismo del Instituto Cervantes de Madrid y
Remolinos de Lima, Perú. Invitado a “La Hora de la Poesía”, Feria del
Libro en Bogotá (2005 y 2009), XI Feria del Libro Pacífico, Museo de Artes Decorativas de
Ciego de Ávila, Cuba, 2005, Primera Feria del Libro, Tinta y Papel, de Palmira, 2007 y
Encuentro Internacional de Escritores. Chiquinquirá. 2008.
Me dio por entrar a una de esas gigantescas librerías madrileñas -de las llamadas
grandes superficies- y me ocurrió algo extravagante: por primera y única vez en mi vida
sentí deseos de ser un hombre rico. Mi instinto de bebé glotón afloró con ímpetu voraz,
tanto que llegó a asustarme. Sí, Don Mario, quería llevarme todos aquellos títulos
fascinantes a casa. También me apetecía hablar con Dios, o con cualquiera de sus
equivalentes, para solicitar que se me concedieran siete vidas más; es decir, el tiempo
que, según calculé, me tomaría darme por completo aquel festín literario.
Transcurridas las primeras cinco horas de mi caótica francachela, ebrio de
felicidad, saltando de un volumen a otro, yendo de capítulos intermedios a iniciaciones
de libros disímiles, circulando de una época a otra, traspasando géneros, autores, temas
y naciones, vine a parar en la sección de crítica. Me detuve en una de las innumerables
carátulas que había allí, en la cual distinguí su nombre. Leí el título: “El viaje a la
ficción. El mundo de Juan Carlos Onetti”. Entonces, recordé que hace un par de
décadas, cuando ya me había enamorado irredimiblemente de Emma Bovary, un libro
suyo me enseñó aspectos extraordinarios que yo ni siquiera había advertido en la novela
de Flaubert y, con ello, mi devoción hacia esta obra maestra se acrecentó. Otro tanto le
ha sucedido, en tiempos más recientes, a todo el que se apasiona con Víctor Hugo:
usted, Don Mario, le ayuda a desentrañar las fibras más profundas que rigen esa
escritura; usted le muestra en qué consiste aquella tentación de lo imposible.
------------------------------------------------
VARGAS LLOSA, Mario. “El viaje a la ficción. El mundo de Juan Carlos Onetti”.
Editorial Alfaguara. Madrid, 2008. 248 páginas.
ڭ
Alejandro José López Cáceres. Escritor y realizador audiovisual
colombiano, nacido en Tuluá, en 1969. Ha publicado un libro de crónicas:
Tierra posible (1999), otro de ensayos: Entre la pluma y la pantalla:
reflexiones sobre literatura, cine y periodismo (2003), otro de cuentos: Dalí
violeta (2005), y uno más de entrevistas y crónicas: Al pie de la letra (2007).
Ha sido finalista en diversos certámenes literarios a nivel nacional e
internacional. Entre los años 2004 y 2008 dirigió, en la ciudad de Cali, la
Escuela de Estudios Literarios perteneciente a la Universidad del Valle. Actualmente reside en
Madrid. Página WEB: www.alejandrojoselopez.com
ﭾ
-¿Cómo ve usted hoy por hoy la industria editorial? ¿Como autor qué soluciones le
daría a este problema?
-No sé si exista algún problema con la industria editorial. Es decir, nunca he conocido
otra industria editorial. Me parece que la gran industria invierte grandes recursos y
necesita recuperarlos, por lo que, necesariamente, debe buscar autores que rindan esos
frutos. Eso es de toda lógica. Finalmente son un negocio que funciona, más o menos,
como cualquier otro, y no tiene por qué no ser así. Con respecto a la medianas y
pequeñas editoriales, existen hermosos ejemplos de bondad y nobleza, gente que realiza
su labor a pulso, desde contactar autores, hasta inyectarse hasta los tuétanos en tinta en
las prensas. Curiosamente, la solución a este problema, o “situación difícil para los
autores inéditos” (por llamarlo de otro modo), yo pienso que está en el mismo autor, y
radica principalmente en dejar de tener sueños de fama y gran riqueza, y en ponerse a
trabajar por sus propios libros, desde juntar un poco de dinero para lograr autoeditarse,
hasta fabricar sus propias plaquettes y regalarlas en la plaza. Creo que el autor que
pretende llegar a la cima de los superventas está en un error profundo, y corre riesgos
altísimos de sentirse un pobre desdichado para el resto de su vida. Y eso siempre será
una lástima.
-¿Qué opina de las nuevas formas de difusión literaria por Internet como revistas
literarias, blogs, páginas sobre literatura?
-Me parece realmente fantástico. Es una manera de romper la “oligarquía literaria”, y de
democratizar la difusión. Publicar un libro en papel es realmente difícil, pero Internet
nos da la posibilidad de publicar desde bitácoras adolescentes, diarios de vida, poemas
sueltos (opción que yo también ocupo), hasta Revistas Literarias organizadas (como es
el caso de Remolinos). La libertad de acción que ofrece la red es uno de los hechos, sin
duda, más importantes de las últimas décadas, y finalmente somos todos beneficiados,
los que escriben, los que difunden y los que leen.
ڞ
Lucía Cánobra Pompei nació en Algeciras, España, el 9 de septiembre de 1979. Tras un
breve paso por Argentina y Uruguay, actualmente vive en La Serena, Chile. Es Intérprete
superior en Piano y dirige un Taller de poesía llamado “Al sur del sur”. Sus poemas han sido
ganadores o finalistas en concursos en España, México, Argentina y Chile. Desembarcos y
naufragios, su primer libro, fue editado el 2008 por el sello "Prometeo". Su segundo libro, El
concierto de la crisis, será lanzado en septiembre del 2009, por la misma casa editorial.
Contacto: lucia.canobra@gmail.com
ﻫ
“Y la casa sigue estrenando / cada día / un nuevo ramo de soledad.” Con estos
desconsoladores versos el poeta uruguayo Jorge Palma (Montevideo, 1961) con su
poemario Diarios del cielo (Ediciones Trilce, 2006) inicia su eterno retorno a la
infancia, ese paraíso perdido donde encontrar la felicidad es ahora solo un mero juego
de la memoria, inconstante nostalgia desde la desolación, desde la frustración del sujeto
ante el vacío que lo ha corrompido hasta negar todo lo presente y tratar (por más
efímero que pueda ser) regresar al misterio de lo ya vivido, misterio marcado de
indiferencia e imágenes lúgubres y a la vez violentas de una niñez marcada por la
sordidez y la miseria; todo acaparado por sujetos poéticos cargados de una
atemporalidad intensa, un deseo por reparar lo irreparable, que muchas veces solo
termina siendo un simple contemplar, una vaga confesión, la descripción del mundo que
nos ha construido con retazos de cielo oscuro entre el recuerdo y el rencor:
(...)
Hay esperanza en el dolor, hay aún luz en medio de la eterna noche tenebrosa, donde los
recuerdos se mezclan con las ganas de creer que la lacónica felicidad de aquellos
momentos alegres (un beso por ejemplo, signo extraño de amor en este paraíso
estrepitosamente triste), aún perduran en el alma, en la naturaleza de todo lo existente,
pero como una simple esencia invisible, un soplo, una caricia etérea:
Para el poeta el paraíso a lo largo del libro toma un matiz que trasciende lo meramente
espacial. Obviamente debemos reconocer que el “paraíso” del que nos habla no es más
grande que un recuerdo o más hermoso que la nostalgia por lo ya vivido, aquello que se
y no renuncio
aunque me duela
aunque me doble
acaso porque juego
y te imagino
en cada una de las gotas
de rocío
que me ayudan a seguir (...)
Las incoherencias del universo, dan elementos al poeta para configurar su dialéctica.
Por un lado no solo reconoce su ser sensible, su Eros en el otro que es en sí una
confirmación a la vida, sino que también reconoce en el otro “espacio” del mismo sujeto
amado el delirante sentimiento de la muerte que asecha en silencio el devenir
apasionado de los amantes. Prueba de ello se refleja de manera interesante en el poema
Mundo:
En este instante
de la dicha
mientras tú me besas
los párpados en silencio
pidiéndome un hijo
están asesinando
a un hombre
en el otro extremo
de tu piel.
Y es que como vemos el “mundo” es la geografía individual del sujeto en su viaje por
masificarse. El amor y la muerte son dos elementos puros y a la vez tan elevados que
crean vacío en el hombre; cuestionamientos, dudas, intensas reflexiones, así como
traumas y profundas frustraciones, que el destino hace continuar ya sea en el mismo
mundo (afuera donde todo es posiblemente frágil) o adentro en la habitación donde los
amantes (cual escena teatral) son seres ganados por el tiempo y el espacio:
El poeta ha cambiado su cielo por preguntas. Su cielo ya no es una torpe bóveda celeste
enquistada por astros de irreconocible luz. Su paraíso, es la familia ideal que se ha
perdido en la débil memoria de lo pasado, envejeciendo aún más el presente, sin
embargo aún hay momentos donde anidar los últimos restos de alegría, aunque
condenados al abandono podamos contemplar y confirmar nuestro despreciable valor
ante la naturaleza:
Con una depurada y sutil carga poética Jorge Palma, nos muestra al hombre en su
amplitud más ancha, en su desnudez ante la muerte y el destino que incomprensible, nos
da lecciones y nos demuestra que lo ya vivido es importante para reformularnos en este
mundo que es como una inmensa pregunta arrasada por un río interminable.
P.A.
Sobre el autor:
Paraíso en llamas
Lúber Ipanaqué
Lluvia editores, 2008
El ser amado en este libro se configura como una fuerza corpórea que
trascenderá los elementos del mismo paraíso hasta agotar toda la belleza en ella misma.
Se contempla aquí cómo el poeta desnuda sus sentimientos, se deleita con ese cuerpo de
mujer que rompe el tiempo y las murallas del olvido y se exalta por fin en el alma:
Caemos en la
Oscuridad de la noche.
Solos, ella y yo, tomados de la
Mano, mirando las estrellas,
Caminando por ese paraíso.
Era el principio de las manzanas dulces
Y el nacimiento de una muchacha
Que canta sus eternas soledades.
Solos, ella y yo,
Con su mano en mis cabellos y la mía
En su rostro,
Sería como un instante mágico
Y yo nunca me olvidaría
¡Aunque tuviera que perder la vida!
Pero también debemos recordar que el poeta también sufre, entra en depresión se
siente siniestramente preso de su abatimiento y enloquece. Debemos sin embargo
contemplar que la locura no es un castigo, sino el medio por el cual la soledad se puede
apaciguar aunque efímera ante la alucinación que nos arroja al vacío:
Y la locura es también el
Abismo:
Ese fluir latente en los rincones
Del alma.
La locura es saber que
Él había creado las aves y los
Monstruos marinos que
Atormentaban nuestros sueños.
Sólo el latido del corazón aún
No emergía en las tinieblas,
Por eso el vacío descendió en busca
De la Nada.
El paraíso en llamas
es el incendio de tu cuerpo y de tu alma
(mas no es el placer que yo sentía
sino el dolor de mis heridas
mirando las estrellas)
P.A
Frívola musa
Víctor Salazar
Cascahuesos Editores, 2008
Frívola musa (Cascahuesos Editores, 2008) del poeta peruano Víctor Salazar
(Lima, 1981) es el canto apasionado y a la vez infinito del poeta a su amada desde las
formas más sencillas y sublimes de la palabra, esa “musa” que él nos presenta no es más
que un simple pretexto para mostrarnos la profundidad del deseo a través de la
sensualidad de los cuerpos:
El poeta en este viaje por la geografía femenina, intenta crear su mundo a través
de la contemplación del ser amado, pero siempre desde un hálito de ensueño. Aquí lo
corpóreo toma matices de misticismo más que de mera aseveración erótica o carnal.
Para el poeta el cuerpo de mujer es indispensable, pero no para el disfrute, sino para la
misma creación en sí, la aprehensión de la belleza:
Mujer tobogán...
MUJER TOBOGÁN,
Reconoce este beso como parte indispensable de tu cuerpo.
Hay un sentido en estos poemas, hay un fin: preservar lo amado como si de esto
dependiera el equilibrio del sujeto y de todo el universo que lo rodea. La angustia, el
deseo de por lo menos saber que existe lo amado, absorben en su totalidad al poeta que
no deja de cantar esa posibilidad de unión efímera o no, allí, la poesía:
El poeta juega con lo sutil y sublime, con lo cotidiano. Sus palabras cargadas de
simpleza, su fuerza lírica radica más en el deseo que en las circunstancias donde el amor
intenta gestarse:
Quiero decir Te quiero pero no de la manera como se quiere un chocolate; quiero decir
Te extraño hoy por que tal vez no lo haré mañana.
Quiero que me escribas y me instruyas de pronto –así- en estos temas de los cuales hace
mucho no comprendo.
De seguro sabes a cielo y tienes la gordura del infinito y eres tan horrible como el clásico
noctámbulo dolor de muerte.
Y de seguro que tus pasos son negros, muy negros como deben ser para que estés
conmigo, y huérfana de luz y tiempo, de amor y miedo.
Con una gran carga de sutil erotismo y apasionado desvelo y angustia, Frívola
musa, se integra como un nuevo y fresco aroma lírico en las letras de la nueva poesía
peruana, donde los temas, las formas, los nombres, lo clásico y lo nuevo, no son más
que la trascendencia de ese cuerpo amado universalmente desde la individualidad o la
colectividad; es en suma la concatenación de sentimientos amorosos que aunque
imperfectos o frustrantes por algunos momentos, crean en el lector una sensibilidad que
alimenta esperanzas para fundirse en ese otro cuerpo tan nuestro y tan ajeno:
P.A.
Sobre el autor:
Orange Ode
Raúl Heraud
Editorial Mesa Redonda, 2009
Orange Ode (Editorial Mesa Redonda, 2009) del poeta peruano Raúl Heraud
(Lima 1970), es la incesante búsqueda de humanidad en los más desquiciantes
resquicios de la mente del hombre que a parte de frustrado, loco, deforme, incoherente,
dubitativo, agresivo, apasionado, doliente, suicida y deprimido, logra por instantes tan
preciados equiparar al mundo en sus miserias, en sus más desastrosas inconsecuencias.
Aquí toda acción de fe queda relegada al mismo acto del abandono, en ese teatro o más
bien en ese circo donde “tú creíste que el mundo era sólo vértigo anquilosado en la piel /
música líquida / pabellón psiquiátrico donde todavía destruyen las / enredaderas / de tu
mente / el grito desgarrado de tu carne.”
El poeta sabe beber poderosos venenos sin morir. Sabe tragarse el diván y la
exasperante violencia que lo acosa. No, no, aquí no hay malditismo, no hay sadismo ni
nada de eso. Aquí solo hay poesía y un deseo inconmensurable por encontrar el
“equilibrio” en un escenario macabro de marionetas vendidas al show del espanto: vivir
con el cerebro licuado por la intolerancia y la soledad: “siempre ojos delirantes
delusivos / carcajadas huecas en la soledad de tus noches / pánico nocturno de luces
encendidas / ilusionista de alas rotas / conspirando contra tu loca idea de cambiar el
mundo / todo concuerda dramáticamente ángel caído // grito de voces calladas /
aguardan a que comience el show.”
El poeta sabe su derrota. Sabe que no puede más que ser un espectador del
tiempo en su ahogo, en su trágico advenimiento. Es horrible solo el contemplar: siempre
escondiéndote tras ese traje de ángel-demonio / acto perenne que enrostra tu odio /
disfrazadote dolor / dando vida al acertijo de tus interminables pesadillas”.
El poeta es un Ícaro que ha explotado en su no poder, en su ensueño, ahora
manchado de desolación, otra vez ese puñal invisible que nos desnuda en frío: “Ícaro, /
no hay escapatoria real / cuando el cepo es / la mente.”
Somos solo un pedazo de tierra porque “Afuera me asfixian los colores / las
voces altisonantes / de seres terrenales me asustan”. El poeta nos describe sujetos por
más hipersensibles. Nos hace contemplar esa postura racional/irracional de sus
personajes, trata de explicarnos una y mil veces que la muerte puede ser una buena
compañera, si ya la muerte en vida apenas se resiste en la carne ajada: “y es mejor / que
se los lleve la muerte / así...”.
Poesía de grueso calibre, imágenes paganas y por más tangibles como el filo de
una cimitarra. La poesía de Heraud da tumbos y desmaya, revive y muere, en su muerte
se reconstruye, hace catedrales y las incendia, crea sujetos y los explota hasta reducirlos
a algo menos que polvo blanco en la noche de actores-marionetas-equilibristas-payasos,
que ya nos dan cuenta que en la última butaca del teatro incendiado alguien aplaude esta
oda a la naranja.
P.A.
Sobre el autor:
• Esta Revista no esta obligada a publicar toda colaboración que nos envíen.
Pero se tratará en lo posible de atender la mayoría de los trabajos, teniendo en
cuenta, ciertos criterios de calidad y originalidad para satisfacer el interés de
nuestros lectores.
Paolo Astorga
Director de la Revista Literaria Remolinos