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Este documento analiza el eurocentrismo y la distorsión ideológica presente en los mapas mundiales tradicionales como el de Mercator. Argumenta que estos mapas representan erróneamente las dimensiones relativas de las regiones del mundo de una manera que enfatiza y exagera el tamaño y la importancia de Europa. Discute la proyección de Peters como una alternativa más precisa y equilibrada, aunque reconoce que los mapas de Mercator siguen siendo dominantes debido a la persistencia de la ideología eurocéntrica.
Este documento analiza el eurocentrismo y la distorsión ideológica presente en los mapas mundiales tradicionales como el de Mercator. Argumenta que estos mapas representan erróneamente las dimensiones relativas de las regiones del mundo de una manera que enfatiza y exagera el tamaño y la importancia de Europa. Discute la proyección de Peters como una alternativa más precisa y equilibrada, aunque reconoce que los mapas de Mercator siguen siendo dominantes debido a la persistencia de la ideología eurocéntrica.
Este documento analiza el eurocentrismo y la distorsión ideológica presente en los mapas mundiales tradicionales como el de Mercator. Argumenta que estos mapas representan erróneamente las dimensiones relativas de las regiones del mundo de una manera que enfatiza y exagera el tamaño y la importancia de Europa. Discute la proyección de Peters como una alternativa más precisa y equilibrada, aunque reconoce que los mapas de Mercator siguen siendo dominantes debido a la persistencia de la ideología eurocéntrica.
Publicado por Jos Luis Forneo, Revista online Cuestionatodo.
Un mapa no es ms que una representacin (ideolgica, es decir, subjetiva) del mundo. Nuestro eurocentrismo, segn el cual Europa es el origen de todas las cosas y junto a su "hijo", Estados Unidos, el centro alrededor del que gira el mundo, hace que estemos acostumbrados a las representaciones cartogrficas entorno a esta visin de las cosas, basada en el poder capitalista.
El mapa de Peters (la mayor parte de frica esta en el norte del mundo, como la minscula Europa)
As, adems de que la historia del mundo confluya en la cultura europea, el planeta tambin se representa, en los mapamundis oficiales, como si el que no es ni siquiera un continente, la pennsula europea, fuera el ombligo, y el resto del mundo periferia.
Por ejemplo, parece increble que todos sigamos creyendo, acostumbrados a la imagen ideolgica del mundo que se nos ofrece, que el hemisferio norte sea ms grande que el sur, o que Europa est en el centro... O que frica pertenece al hemisferio sur, cuando el ecuador separa solamente un tercio de Africa del hemisferio norte.
Un mapa, en definitiva, es una representacin de la realidad, aunque de las muchas posibles, una que intent ser fiel a las verdaderas dimensiones del mundo fue la conocida como "proyeccin de Peters". En 1950 el cartgrafo alemn Arno Peters desarroll un sistema de proyeccin cartogrfica con unas caractersticas muy concretas y que tena la virtud de intentar terminar con la dictadura eurocntrica de los planisferios terrestres.
Europa no est en el centro del mapa, como se quiere dar a parecer en el mapa "oficial". En realidad el Ecuador est mucho ms al sur.
Hasta la proyeccin de Peters la vigente era la de Mercator, sobre la que Peters ve dos defectos. El primer defecto es que a medida que se va ganando en latitud los paralelos estn cada vez ms separados hasta llegar a un punto en el que no es posible subir ms. Esto supone que las latitudes altas estn sobredimensionadas, y parecen mucho ms grandes que las latitudes bajas. As, por ejemplo, en un mapa Mercator Groenlandia parece mucho ms grande que la pennsula de Arabia, cuando en realidad es sensiblemente menor. En el siglo XVI, cuando Mercator hizo su mapa, esto no era un problema, ya que esas latitudes estaban por explorar, pero a medida que se fueron haciendo descubrimientos geogrficos se tuvo la necesidad de que el mapa representase toda la Tierra en sus proporciones justas.
El segundo defecto es que la proyeccin Mercator no pone en el centro del mapa la lnea del ecuador, sino el paralelo 30 N ms o menos, con lo que el hemisferio Norte aparece mucho ms grande que el hemisferio Sur. Este es un mapa eurocntrico, en el que se muestra el predominio de Europa y Amrica del Norte en el mundo.
De esa forma, los paises del Norte, y sobre todo los europeos, parecen mas importantes de lo que realmente son. Los mapas cuestan dinero: quien paga, manda. Algunas de las principales distorsiones provocadas por la proyeccin Mercator son:
1) Europa (9,7 millones de km. cuadrados) aparece mayor que Amrica del Sur (17,8 millones de km. cuadrados); 2) La URSS (22,4 millones de Km. cuadrados) se ve mayor que frica (30 millones de km. cuadrados); 3) el ecuador no aparece en el centro del mapa. Dos tercios del mapa se dedican a la representacin del hemisferio norte, un tercio al hemisferio sur; 4) Escandinavia (1.1 millones de km. cuadrados) se representa mayor que la India (3,3 millones de km. cuadrados); 5) Groenlandia (2,1 millones de km. cuadrados) aparece en el mapa mayor que China (9,5 millones de km. cuadrados); 6) la distorsin eurocntrica se mantiene si comparamos pases concretos: Italia tiene igual tamao que Somalia (sta ltima es dos veces mayor); Suecia aparece dos veces mayor que Egipto, cuando lo cierto es precisamente lo contrario, etc.
Otros mapas son posibles
El Mapa de Peters es una proyeccin mucho ms cercana a la realidad que el de Mercator, pero sin embargo este sigue siendo el mapa base y a partir del cual se repiten una y otra vez en todo tipo de medios, incluso, y por esa razn, en los mismos pases colonizados culturalmente por Europa y Estados Unidos
El Mapa de Peters se acerca ms al mundo tal cual es. Sin embargo, la dictadura ideolgica sigue dando la imagen que le conviene, aquella que se cre un da con el surgimiento del capitalismo, y que consideraba que, independientemente del tamao de Europa, sta es la cabeza y el centro del mundo (la verdad es una construccin social y, por lo tanto, est al servicio del poder).
Lo curioso es que cinco siglos despus, la globalizacin y la supuesta emancipacin de los pueblos no haya conseguido, en la mayora de los casos, no solo el control sobre sus propios recursos econmicos, sino ni siquiera la aceptacin de otro mapa que no sea el de los amos.