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El documento presenta varios temas relacionados con la ética, incluyendo: 1) La descripción de los idealistas y sus ideales; 2) La caracterización del hombre mediocre y su adaptación a la sociedad; 3) La rutina y mediocridad intelectual que evitan nuevas ideas. También se discute la responsabilidad social de la universidad de fomentar la justicia y verdad, y la necesidad de una ética de la nacionalidad que valore la historia y cultura venezolana.
El documento presenta varios temas relacionados con la ética, incluyendo: 1) La descripción de los idealistas y sus ideales; 2) La caracterización del hombre mediocre y su adaptación a la sociedad; 3) La rutina y mediocridad intelectual que evitan nuevas ideas. También se discute la responsabilidad social de la universidad de fomentar la justicia y verdad, y la necesidad de una ética de la nacionalidad que valore la historia y cultura venezolana.
El documento presenta varios temas relacionados con la ética, incluyendo: 1) La descripción de los idealistas y sus ideales; 2) La caracterización del hombre mediocre y su adaptación a la sociedad; 3) La rutina y mediocridad intelectual que evitan nuevas ideas. También se discute la responsabilidad social de la universidad de fomentar la justicia y verdad, y la necesidad de una ética de la nacionalidad que valore la historia y cultura venezolana.
Los seres cuya imaginacin se llena de ideales y su sentimiento atrae hacia
ellos la personalidad entera son los idealistas. Los ideales son, por ende, reconstrucciones imaginativas de la realidad que deviene. Un ideal colectivo es la coincidencia de muchos individuos en un mismo afn de perfeccin. Todo ideal es una fe en la posibilidad misma de la perfeccin. Hay tantos idealismos como ideales. Todo ideal es una fe en la posibilidad misma de la perfeccin. Hay tantos idealismos como ideales; y tantos ideales como hombres aptos para concebir perfecciones y capaces de vivir hacia ellas.
EL HOMBRE MEDIOCRE
La desigualdad humana no es un descubrimiento moderno. Hay hombres mentalmente inferiores al trmino medio de su raza, de su tiempo y de su clase social; tambin los hay superiores. Entre unos y otros flucta una gran masa imposible de caracterizar por inferioridades o excelencias. Su existencia es, sin embargo, natural y necesaria. En todo lo que ofrece grados hay mediocridad; en la escala de la inteligencia humana ella representa el claroscuro entre el talento y la estulticia. Las personas tienden a confundir el sentido comn con el buen sentido. El sentido comn es colectivo, eminentemente retrogrado y dogmatista; el buen sentido es individual, siempre innovador y libertario.
Ningn hombre es excepcional en todas sus aptitudes; pero no podra afirmarse que son mediocres a carta cabal. No obstante las infinitas diferencias individuales, existen grupos de hombres que pueden englobarse dentro de tipos comunes; si observamos cualquier sociedad humana, el valor de sus componentes resulta siempre relativo al conjunto: el hombre es un valor social. Considerando a cada individuo con relacin a su medio, tres elementos concurren a formar su personalidad: la herencia biolgica, la imitacin social y la variacin individual.
El hombre mediocre es una sombra proyectada por la sociedad; es por esencia imitativa y est perfectamente adaptado para vivir en rebao, reflejando las rutinas, prejuicios y dogmatismos reconocidamente tiles para la domesticidad. El mediocre representa un progreso, comparado con el imbcil, aunque ocupa su rango si lo comparamos con el genio.
LA MEDIOCRIDAD INTELECTUAL
La rutina no es hija de la experiencia; es su caricatura. En su rbita giran los espritus mediocres. Evitan salir de ella y cruzar espacios nuevos; repiten que es preferible lo malo conocido que lo bueno por conocer. Su impotencia para asimilar ideas nuevas los constrie a frecuentar las antiguas. Los hombres rutinarios desconfan de su imaginacin. En toda idea nueva presienten un peligro; si les dijeran que su prejuicios son ideas nuevas, llegaran a creerlos peligrosos. En todo lo que no hay prejuicios definitivamente consolidados, los rutinarios carecen de opinin. El hombre rutinario no puede razonar por s mismo, viven de una vida que no es vivir.
Las fuerzas morales
Jos Ingenieros en su libro "Las Fuerzas Morales", advierte que completa la visin panormica de una tica funcional. "El hombre mediocre" es una crtica de la moralidad; "Hacia una moral sin dogmas", una teora de la moralidad; "Las fuerzas morales". Prevalece en todos el concepto de un idealismo tico en funcin de la experiencia social, inconfundible con los capciosos idealismos de la vieja metafsica. Sostiene que el hombre que atesora esas fuerzas adquiere valor moral, recto sentimiento del deber que condiciona su dignidad. Piensa como debe, dice como siente, obra como quiere. Recibe con serenidad el contraste y con prudencia la victoria, acepta las responsabilidades de sus propios yerros y rehsa su complicidad a los errores ajenos. Slo el valor moral puede sostener a los que impenden la vida por su patria o por su doctrina, ascendiendo al herosmo.
TICA Y UNIVERSIDAD
La tica y la educacin estn emparentadas por sus fines: el crecimiento y planificacin de las personas. El quehacer esencial de la universidad es proporcionar un ambiente que favorezca el desarrollo y la realizacin de todos sus integrantes, y, a travs de ellos, beneficiar a la sociedad entera. La tica universitaria tiene a su cargo mostrar los medios y elementos ms convenientes y debidos para la construccin de ese ambiente y el cumplimiento de sus fines. La primera prescripcin de la tica a la universidad es su compromiso con la verdad por el ejercicio del pensamiento. Ya sta es una excelente e indispensable tarea.
RESPONSABILIDAD SOCIAL Y UNIVERSIDAD
Muchas universidades dicen fomentar la paz y generan la competencia de todos contra todos; claman desde algunas ctedras la justicia social y en la prctica favorecen a los que ya son favorecidos y privilegiados. La universidad es la conciencia crtica de la sociedad y que debe conservar y acrecentar la luz y la libertad. La educacin superior, en una imagen similar, ha de existir como una inteligencia colectiva, pero no la inteligencia amputada del cuerpo social, sino aqulla que existe y obra en inmediata percepcin de la realidad de ese hombre usado y angustiado en el mbito social.
POR QU LA TICA EN NUESTROS TIEMPOS? (Luis Fuenmayor)
En nuestros tiempos, de mundializacin y capitalismo salvaje, de invasiones y destruccin masiva de pueblos enteros, se habla de tica con una frecuencia inusual en la historia de la humanidad. Para que la universidad venezolana asuma el reto de una nueva tica, tiene que incorporar los nuevos y viejos valores, tiene adems que desempearse ticamente en toda su actividad acadmica, lo cual est muy lejos de ser el caso para la inmensa mayora de las comunidades universitarias.
Se impone una tica de la nacionalidad, que se enorgullezca de nuestro gentilicio, de nuestras tradiciones, de nuestra historia, nuestra cultura, nuestros valores. Que reivindique a nuestros antepasados aborgenes con el mismo fervor que se hace con las luchas de los criollos contra el imperio espaol. Esta tica de nacionalidad requiere de un slido conocimiento de nuestra historia y de una difusin del pensamiento bolivariano, el cual debe ser estudiado en forma crtica y documental y trada sin mecanicismos hasta nuestros tiempos, siguiendo dialcticamente aquella opinin de Mart: Lo que Bolvar no hizo est todava por hacerse en Amrica Latina.
TICA Y EDUCACIN
Maestrante: Eluvina Mrquez. C.I 12.648.465 Prof. Miguel ngel Henrrquez M.
Guanare, Abril 2013
Referencias Bibliogrficas.
Ingenieros J (1913), El Hombre mediocre, Madrid Espaa. De la Isla C (2004) tica y Universidad. Mjico Fuenmayor L (2004) Porqu la Etica en Nuestros Tiempos? Universidad de los Andes, Mrida Venezuela.