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Ricardo Monti es uno de los dramaturgos más importantes de habla hispana. Nació en 1944 en Buenos Aires y se caracteriza por una producción teatral precisa construida a partir de imágenes. Fue parte del movimiento de resistencia Teatro Abierto durante la dictadura militar argentina. Considera a la imagen como el núcleo de la creación teatral y que el texto dramático requiere una mayor reconstrucción imaginativa por parte del lector que la narrativa.
Ricardo Monti es uno de los dramaturgos más importantes de habla hispana. Nació en 1944 en Buenos Aires y se caracteriza por una producción teatral precisa construida a partir de imágenes. Fue parte del movimiento de resistencia Teatro Abierto durante la dictadura militar argentina. Considera a la imagen como el núcleo de la creación teatral y que el texto dramático requiere una mayor reconstrucción imaginativa por parte del lector que la narrativa.
Ricardo Monti es uno de los dramaturgos más importantes de habla hispana. Nació en 1944 en Buenos Aires y se caracteriza por una producción teatral precisa construida a partir de imágenes. Fue parte del movimiento de resistencia Teatro Abierto durante la dictadura militar argentina. Considera a la imagen como el núcleo de la creación teatral y que el texto dramático requiere una mayor reconstrucción imaginativa por parte del lector que la narrativa.
Ricardo Monti naci el 2 de junio de 1944 en Buenos Aires y es uno de los
dramaturgos ms importantes de habla hispana, maestro de dramaturgos y director teatral. Curs estudios de Filosofa y Letras en la Universidad de Buenos Aires. Sus piezas teatrales se han representado en los principales teatros de Buenos Aires, y luego en numerosas provincias de la Argentina y en el exterior del pas: Uruguay, Brasil, Venezuela, Puerto Rico, Estados Unidos, Espaa, Francia, Italia, Portugal y Alemania. Se caracteriza por una produccin acotada y precisa, construida a partir de imgenes internas que guardan diferencia con la imagen cinematogrfica, generalmente asociada con la narrativa. As, su teatralidad no resulta complaciente, sino de una densidad y profundidad inusitadas. El compromiso ideolgico manifiesto contra la dictadura cvico-militar autodenominada Proceso de Reorganizacin Nacional, lo llev en 1981 a ser uno de los dramaturgos integrantes del prestigioso movimiento de restistencia conocido como Teatro Abierto, y ms tarde, en 2010, a rechazar pblicamente el Premio que le otorgara el matutino Clarn, vinculado con la mencionada dictadura. Monti es pionero de una escuela de dramaturgia basada en la imagen generadora, continuada por dramatrugos como Mauricio Kartun, Jorge Huertas, Eduardo Rovner y Enrique Papatino.
OBRA. 1970 - "Una noche con el Sr. Magnus & Hijos" 1971 - "Historia tendenciosa de la clase media argentina, de los extraos sucesos en que se vieron envueltos algunos hombres pblicos, su completa dilucidacin y otras escandalosas revelaciones" 1976 - "Visita" 1977 - Guion del film "Saverio el cruel" (en conjunto con Ricardo Wullicher, tambin director de la pelcula). 1979 - "Las imgenes en la creacin literaria" 1980 - "Marathon" 1981 - "La cortina de abalorios" 1989 - "Teatro y libertad" 1989 - "Una pasin sudamericana" 1993 - "La oscuridad de la razn" 1994 - "Versin teatral de Rayuela" 1996 - Traduccin y versin de "El visitante del Dr. Freud" (de Eric- Emmanuel Schmitt) 2000 - "Finlandia" 2003 - "Apocalipsis maana" 2003 - "No te soltar hasta que me bendigas" Sus obras teatrales han sido editadas por varias editoriales en Argentina y en otros pases del mundo, adems de compiladas en antologas.
DICE MONTI, ACERCA DEL TEATRO: Una larga e insustancial disputa, basada en malentendidos y falsas preeminencias, ha derivado desde hace algn tiempo en cierto menosprecio por la dramaturgia y en su relativa exclusin del campo de la literatura. Por un lado, la valorizacin del fenmeno escnico, la puesta, la actuacin, la improvisacin, hizo que en ciertas expresiones teatrales la importancia del texto dramtico se viera reducida. Por otro lado, no pocos autores cedieron ante este desarrollo y empezaron a considerar el texto como un simple guin, carente de validez en s mismo, y slo justificado en la medida en que pudiera dar pie a un hecho escnico. La fugacidad propia de este ltimo se apoder as del texto dramtico, que fue perdiendo status literario. El crculo de la "literatura" se cerr en cierta medida en torno de la narrativa, la poesa y hasta el ensayo. Desde luego, no de modo absoluto e irreversible, pues el teatro es por derecho propio uno de los ms antiguos y venerables gneros literarios. Por lo que a m respecta, no puedo considerarlo sino de esta manera, y no vacilo en decir que la edicin de una obra, me desvela tanto o ms que su estreno. Por supuesto, esto no significa sacrificar, en aras de la elaboracin literaria, la eficacia escnica de un texto. Todo lo contrario. Un buen dramaturgo debe conocer a fondo las leyes del gnero que cultiva. Precisamente, como un buen novelista o un buen poeta . . . En todos los casos, la estrategia literaria estar al servicio del resultado que se quiere alcanzar. La excelencia de un texto dramtico se podr medir entonces por la multiplicidad de hechos escnicos -puestas en escenas- que podr generar, sin agotarse en uno solo de ellos. Es el aprendizaje, al lento reconocimiento y dominio de esas leyes, que el artista dedica gran parte de su tiempo y de su bsqueda. En mi caso, slo despus de largos aos de trabajo, centrado en la narrativa y la poesa, pude acceder a las primeras intuiciones respecto de las leyes teatrales. Escribir teatro era una vieja ambicin ma, pero numerosos intentos frustrados haban terminado por hacerme desistir. Fue cerca de los veinticinco aos en que, empeado en una intrincada novela, repentinamente descubr el modo. El secreto no estaba en el dilogo -un error muy frecuente-, sino en el mbito en el que ese dilogo discurra: el espacio escnico. Es decir, descubr que en algn punto, en algn "lugar" de la novela, podan refluir todas sus imgenes, que ese mundo de imgenes, complejo y abigarrado, poda, por as decirlo, condensarse, absorberse, en un espacio previamente intuido, palpablemente recortado en la oscuridad, as como un escenario iluminado a pleno se dibuja en una sala en penumbras, instaurando una nueva realidad hacia la que confluyen, desde las sombras, los ojos de los espectadores. Y bien, yo no era, desde el punto de vista de mi creacin, sino uno de ellos, aunque fuera el primero. Acechando en la oscuridad, como alguien que hubiera entrado furtivamente a un ensayo. El secreto estaba pues en el tratamiento de las imgenes. En este punto debo decir que considero a la imagen (auella que, en el caso del escritor, es previa a su traduccin en palabras) el ncleo central del proceso creativo. En este sentido, incluso el estilo est determinado por el tipo de imgenes internas que mueven a un autor a escribir. La diferencia entre el narrador y el dramaturgo tiene, por consiguiente, ese punto de partida. El narrador trabaja, de alguna manera, con sus primeras imgenes, transformndolas en palabras de modo inmediato, sin limitacin de tiempo ni lugar. Personajes, mbitos, acciones, pueden desenvolverse con la mayor libertad, como un sueo ininterrumpido o un film con sus distintos planos y enfoques. El narrador puede tambin zambullirse en el interior de sus personajes, describir sus visiones o pensamientos. O bien apartarse de aquellos y reflexionar por su cuenta. Y este conjunto de cosas tiene cabida en el cuerpo del texto. El valor de ste se medir por la perspicacia, la originalidad o la audacia de las imgenes de arranque, la profundidad del autor para desentraar su significado, y su talento para transmutar todo ello en materia verbal. El dramaturgo, por su parte, debe reelaborar sus imgenes iniciales, espontneas, y reubicarlas en un espacio artificial -el espacio escnico- que las transformar a su medida, magnificando algunas o expulsando otras. Personajes, mbitos y acciones perdern as en libertad lo que ganarn en intensidad. Condensacin: tal es el trmino que refleja la alquimia propia del espacio escnico. Esta es una condicin que el dramaturgo incipiente pocas veces tiene en cuenta. De acuerdo con ello, una obra de teatro podra definirse como una condensacin expresiva, con reglas propias, del mundo de imgenes de una novela, al cual, a su vez, debera remitir. Esto tiene su correlato tambin en el plano estrictamente verbal. Del multifactico y minucioso desfile de visiones que el dramaturgo contemplar sobre el escenario, slo registrar como texto aquello que los personajes dicen -el dilogo- y acotar las acciones fundamentales. A lo sumo podr agregar escuetas descripciones de lugares o caracteres. El resto de la visin o de la imagen quedar en penumbras, aludido por el texto pero ausente de l, enriquecindolo desde la oscuridad. Todas estas caractersticas son las que hacen difcil la lectura de un texto dramtico, pues exige un mayor esfuerzo imaginativo. As, mientras la narrativa ofrece a la mirada del lector todos los elementos de la imagen tal como ha sido recortada por el autor -como lo hace el cine en su lenguaje particular- , el texto teatral invita a que se la reconstruya a partir de alusiones y mnimos datos. El director sera, en este sentido, un lector especializado, alguien que es capaz de hacer sensible la imagen latente en el texto. En sntesis, quizs se deba a estas dificultades y a esta relativa necesidad de mediacin, que la dramaturgia ocupe un lugar ambiguo e incmodo dentro del campo de la literatura. (http://www.teatrodelpueblo.org.ar/sobretodo/06_sobre_la_creacion_dramatica/monti001.htm)