0 оценок0% нашли этот документ полезным (0 голосов)
1K просмотров25 страниц
El Antiguo Régimen entra en crisis: La independencia de Estados Unidos y la Revolución francesa. El Imperio de Napoleón y el Congreso de Viena. La lucha por la libertad en España: guerra de Independencia, Cortes de Cádiz y Constitución de 1812. La independencia de la América española. Francisco de Goya y Lucientes. La literatura romántica en España: Característica del Romanticismo, el Romanticismo español (la prosa de Larra), la lírica romántica. Espronceda. Un romántico rezagado: Becquer.
El Antiguo Régimen entra en crisis: La independencia de Estados Unidos y la Revolución francesa. El Imperio de Napoleón y el Congreso de Viena. La lucha por la libertad en España: guerra de Independencia, Cortes de Cádiz y Constitución de 1812. La independencia de la América española. Francisco de Goya y Lucientes. La literatura romántica en España: Característica del Romanticismo, el Romanticismo español (la prosa de Larra), la lírica romántica. Espronceda. Un romántico rezagado: Becquer.
El Antiguo Régimen entra en crisis: La independencia de Estados Unidos y la Revolución francesa. El Imperio de Napoleón y el Congreso de Viena. La lucha por la libertad en España: guerra de Independencia, Cortes de Cádiz y Constitución de 1812. La independencia de la América española. Francisco de Goya y Lucientes. La literatura romántica en España: Característica del Romanticismo, el Romanticismo español (la prosa de Larra), la lírica romántica. Espronceda. Un romántico rezagado: Becquer.
2. El Imperio de Napolen y el Congreso de Viena 3. La lucha por la libertad en Espaa 4. La independencia de la Amrica espaola 5. Francisco de Goya y Lucientes 6. La literatura romntica en Espaa
1. El Antiguo Rgimen entra en crisis 1.1. La independencia de Estados Unidos 1.2. La Revolucin francesa
1.1. La independencia de Estados Unidos Un siglo despus del descubrimiento de Amrica los colonos ingleses fueron asentndose en la costa oriental del nuevo continente. A lo largo del siglo XVII se fueron estableciendo en la zona que ms tarde se conocera como Trece Colonias. El rey britnico Jorge III sigui practicando una poltica abusiva con las colonias americanas y les subi los ya elevados impuestos sobre prensa y t. Los colonos no aceptaron estos nuevos impuestos, ya que ni siquiera gozaban del derecho de representacin en el Parlamento. La situacin se agrav despus del llamado motn del t: en el puerto de Boston, un grupo de insurrectos asalt tres barcos y lanz su carga de t al mar. La poblacin fue duramente reprimida. A partir de este momento, se inici un proceso imparable de independencia que culmin en 1783 con la firma del Tratado de Versalles, por el cual Gran Bretaa tuvo que reconocer la soberana de los Estados Unidos. George Washington, primer presidente de los Estados Unidos Bandera de Filadelfia Fases de la independencia de Estados Unidos Mapa de las Trece Colonias de Estados Unidos Distintas fases de la independencia
1.2. La Revolucin francesa
En el ao 1789, los continuos gastos generados por la guerra contra Gran Bretaa y el apoyo a la independencia de los Estados Unidos, haban dejado a la Hacienda francesa en una situacin insostenible. En consecuencia, el rey Luis XVI convoc a la nobleza y al alto clero, con el fin de comunicarles que tambin ellos deban pagar impuestos para sanear la economa del Estado. Estos se negaron y el rey se vio en la obligacin de convocar los Estados Generales (reunin de los tres estados). La mayora de los miembros del tercer estado anhelaba una monarqua como la britnica (parlamentaria) y la supresin de los privilegios de los nobles y el clero. Como cada estamento contaba con un voto se hizo evidente que la nobleza y el clero se impondran al tercer estado. El tercer estado, mayor en nmero, pretenda que se votara nominalmente. Al no llegar a un acuerdo, el 20 de junio de 1789 los componentes del tercer estado marcharon a un recinto usado para el juego de la pelota: all proclamaron la Asamblea Nacional y juraron no disolverla hasta haber redactado una constitucin para Francia. Haba comenzado la Revolucin Francesa.
Juramento de los diputados en el Juego de Pelota, de J. L. David Sala del Juego de la Pelota con el cuadro al fondo Firmas de los diputados 1.2.1. Etapas de la Revolucin francesa
1 etapa: revolucin de la burguesa moderada (1789-1792) Luis XVI accedi a las peticiones de los revolucionarios, pero das despus envi tropas para cercar Pars. La reaccin del pueblo fue contundente: se dirigi hacia la crcel de La Bastilla, smbolo del poder real, y la tom. El rey, temeroso de las reformas de la Asamblea, intent huir, pero, finalmente, fue detenido y llevado de nuevo a Pars. 2 etapa: Repblica y poca de terror (1792-1795) En 1792, Austria y Prusia declararon la guerra a Francia con la intencin de retornar al Antiguo Rgimen. Los resultados de los revolucionarios fueron tan desastrosos que terminaron por instalarse en el poder los burgueses ms radicales (jacobinos), apoyados por el pueblo de Pars. La Asamblea pas a llamarse Convencin, se suprimi la monarqua y se proclam la Repblica. El rey fue acusado de traicin y castigado a la guillotina. Los protagonistas de esta etapa fueron Marat, Danton y Robespierre. La revolucin abri paso a una poca de terror: se constituyeron tribunales populares que guillotinaron no solo a los enemigos de la Revolucin sino tambin a los que se tena sospecha de serlo. Incluso fueron ejecutados Danton y Robespierre. 3 etapa: retorno a la moderacin. El Directorio (1795-1799) Una vez que Robespierre fue eliminado, el poder pas a un grupo de cinco miembros que constituyeron el Directorio, cuyo gobierno hizo posible el xito militar frente a las potencias del Antiguo Rgimen, a lo largo de cinco aos. La situacin interior era muy inestable debido a los altercados entre los partidarios de la monarqua y los jacobinos. En medio del caos civil, un general, Napolen Bonaparte, dio un golpe de estado (1799) y, en consecuencia, acab con el Directorio. Luis XVI ante la guillotina Luis XVI guillotinado poca de terror
2. El Imperio de Napolen y el Congreso de Viena Napolen Bonaparte Coronacin de Napolen Dos aos despus de la cada del Directorio, Napolen Bonaparte se proclam cnsul (1802), y ms tarde emperador (1804), con el apoyo del pueblo francs. Napolen pretenda unificar Europa bajo la autoridad de Francia, pero se encontr con tres poderosos enemigos: Reino Unido, Espaa y Rusia. Debilitado su ejrcito en empresas exteriores, las potencias absolutistas se unieron y le obligaron a abdicar. En 1814 fue deportado a la isla de Elba. Luis XVIII fue nombrado rey, pero el pueblo estaba descontento con la restauracin de la monarqua por lo que Napolen regres a Francia y organiz un nuevo ejrcito. Sin embargo, una coalicin formada por el Reino Unido, Pases Bajos y Prusia le derrot en la batalla de Waterloo (1815) y fue desterrado a la isla de Santa Elena, donde muri en 1821. Se celebr el Congreso de Viena, donde se firmaron acuerdos que cambiaran el rumbo de Europa. Se acord restaurar el Antiguo Rgimen y luchar contra el liberalismo. Los emperadores de Austria, Prusia y Rusia constituyeron la Santa Alianza: sus ejrcitos podan intervenir en cualquier pas en que el absolutismo se viera amenazado. Los acuerdos adoptados no pudieron evitar sucesivas oleadas revolucionarias de tipo nacionalista: En 1820, Grecia comenz su proceso de independencia del imperio turco que alcanz en 1830. En 1830, Blgica se independiz de los Pases Bajos. En 1848, algunos territorios integrados en el Imperio austrohngaro se rebelaron contra el Gobierno de Viena. En Prusia obligaron al rey a aceptar una constitucin liberal. Napolen emperador
3.1. Guerra de la Independencia 3.2. Cortes de Cdiz y Constitucin de 1812 3.3. Regreso de Fernando VII 3. La lucha por la libertad en Espaa
3.1. Guerra de la Independencia En 1808 el pueblo de Aranjuez se levant contra Carlos IV y su ministro Godoy por haber permitido que las tropas francesa de Napolen atravesaran la Pennsula con el pretexto de invadir Portugal, aliada del Reino Unido. Al parecer, el motn fue instigado por Fernando, hijo de Carlos IV. Aprovechando esta situacin, Napolen los reuni en Bayona con la excusa de mediar entre ellos. Una vez all les oblig a renunciar a la corona de Espaa en favor de su hermano Jos I. 3.1.1. Inicio de la guerra: 2 de mayo de 1808 El pueblo de Madrid se sublev el 2 de mayo de 1808. Surgieron insurrecciones en otras provincias. La lucha se haba extendido a todo el territorio espaol.
3.1.2. Desarrollo de la guerra: 1808-1814 El general Castaos derrot al general Dupont en la batalla de Bailn (1808). El ejrcito napolenico ocup Levante y toda Andaluca, excepto Cdiz. Surgi el fenmeno blico de la guerrilla (atacar por sorpresa realizando emboscadas). En 1812, se inici, desde Portugal, una ofensiva espaola al mando del general Wellington, que venci a los franceses en la batalla de Arapiles. Los aliados entraron en Madrid y, tras las derrotas de Vitoria y San Marcial, los franceses abandonaron Espaa en abril de 1814.
3.2. Cortes de Cdiz y Constitucin de 1812 En plena guerra, las Juntas Provinciales eligieron a los representantes que acudiran a Cdiz (no conquistada por Napolen) para celebrar Cortes y determinar qu rgimen poltico se establecera en Espaa al regreso de Fernando VII. Tras ms de un aos de deliberaciones, los liberales se impusieron y se redact la primera constitucin espaola: el rey perda su poder absoluto y se someta a la voluntad general de los ciudadanos (soberana nacional), los cuales elegiran, mediante votaciones, a sus representantes en las Cortes. Fue promulgada el 19 de marzo de 1812, el da de San Jos, por lo que fue llamada popularmente la Pepa. Este es el origen de la expresin: Viva la Pepa!
3.3. Regreso de Fernando VII Cuando, concluida la guerra, Fernando VII regres a Espaa en 1814, los liberales confiaban en que aceptara una monarqua constitucional. Sin embargo, en su reinado se diferencias tres etapas: 3.3.1. Retorno al absolutismo (1814-1820) Apoyado por los diputados absolutistas, anul la Constitucin de 1812, mantuvo los privilegios de la nobleza y el clero, y no renunci a sus poderes absolutos. 3.3.2. Trienio liberal (1820-1823) Los liberales encabezaron alzamientos con el fin de restablecer la Constitucin de 1812: el ms clebre fue el pronunciamiento del comandante Riego, debido al cual, el rey se vio obligado a jurar la Constitucin en 1820. Espaa pas a gobernarse por una monarqua moderada. 3.3.3. Dcada absolutista (1823-1833) Al final, en 1823, el poderoso ejrcito de la Santa Alianza entr en la Pennsula, someti a las tropas liberales y restaur la monarqua absoluta: el propio Riego fue ejecutado y muchos liberales tuvieron que exiliarse.
Fernando VII
4. La independencia de la Amrica espaola El ansia de libertades se extendi a Amrica. El imperio colonial espaol de tres siglos se perdi en un breve lapso de tiempo durante el reinado de Fernando VII. Concluido el primer tercio del siglo XIX, el imperio colonial espaol qued reducido a Cuba y Puerto Rico, en Amrica, y a Filipinas, en Asia. Territorialmente se diferencian dos zonas:
Mxico y Amrica Central El general Iturbide proclam la independencia de Mxico en 1821 de forma pacfica. Los pases de Amrica Central se independizaron de la misma forma que Mxico y en el mismo ao.
Amrica del Sur Dos lderes hicieron efectiva la independencia: Jos de San Martn y Simn Bolvar. Paraguay se independiz en 1811. Uruguay fue anexionada por Brasil en 1817. En 1828 se independiz.
5. Francisco de Goya y Lucientes Es el artista espaol ms clebre del siglo XVIII. Naci en Fuendetodos (Zaragoza) en 1746 y muri en Burdeos en 1828. Fue pintor de la corte de Carlos III y de Carlos IV. Se le considera un pintor nico e innovador. La personalidad de Goya es riqusima en matices y su obra est profundamente influida por los avatares de su vida. Segn las etapas, contemplamos en Goya una pintura realista y otra surrealista. Goya se anticipa a estilos pictricos de pocas posteriores. Goya El Aquelarre, perteneciente a la serie Pinturas negras Diagrama con la ubicacin original de las Pinturas negras en la Quinta del Sordo La maja desnuda Los fusilamientos del 3 de mayo de 1808 Los desastres de la guerra
6.1. Caractersticas del Romanticismo 6.2. El Romanticismo espaol: la prosa de Larra 6.3. La lrica romntica. Espronceda 6.4. Un romntico rezagado: Bcquer 6. La literatura romntica en Espaa
6.1. Caractersticas del Romanticismo Estas son sus caractersticas fundamentales: Rechazo de la razn. Se reivindica la imaginacin. Preferencia por una naturaleza acorde con el estado de nimo del autor. Visin idealista, bsqueda de libertad. Bsqueda de lo extico y lejano. As, abundan los temas histricos. Tambin incluyen el suicidio. Inters por lo tradicional. Recuperan las leyendas y las tradiciones locales. Se da paso a lo irracional, lo misterioso
En trminos generales se llama Romanticismo al movimiento cultural que se opone a los principios de la Ilustracin. En literatura, el Romanticismo supuso: El rechazo de los preceptos neoclsicos, como la adecuacin a la regla de las tres unidades. La defensa de la libertad mtrica, la mezcla de personajes de distinta caracterstica social y la combinacin de gneros literarios.
6.2. El Romanticismo espaol: la prosa de Larra El movimiento romntico lleg a Espaa ms tarde que a otros pases europeos, y adems, fue breve, debido a las vicisitudes polticas del momento.
6.2.1. La prosa romntica en Espaa La prosa sirve de vehculo de difusin de las ideas filosficas del momento. Dos son los gneros prossticos del Romanticismo: El gnero costumbrista. Breves composiciones de estilo llano. La novela.
6.2.2. Larra Mariano Jos de Larra naci en Madrid en 1809, se exili a Francia con su padre y regres a los nueve aos. Fracas en su vida personal y en la poltica, lo cual, unido a su inconformismo y actitud crtica, lo convirti en el prototipo de hombre romntico atormentado, hasta el punto de que eligi el mismo final que otros tantos personajes de la ficcin romntica, el suicidio, con solo 28 aos. Se dedic sobre todo al periodismo, pero cultiv tambin la poesa, la novela y el teatro. Larra
El castellano viejo
[] En semejante situacin de mi espritu, qu sensacin no debera producirme una horrible palmada que una gran mano, pegada (a lo que por entonces entend) a un grandsimo brazo, vino a descargar sobre uno de mis hombros. [] Echme las manos a los ojos y sujetndome por detrs: -Quin soy? -gritaba alborozado con el buen xito de su delicada travesura-. Quin soy? Un animal, iba a responderle; pero me acord de repente de quin podra ser, y sustituyendo cantidades iguales: -Braulio eres -le dije. Al orme, suelta sus manos, re, se aprieta los ijares, alborota la calle y pnenos a entrambos en escena. -Bien, mi amigo! Pues en qu me has conocido? -Quin pudiera sino t...? -Has venido ya de tu Vizcaya? -No, Braulio, no he venido. -Siempre el mismo genio. Qu quieres?, es la pregunta del espaol. Cunto me alegro de que ests aqu! Sabes que maana son mis das? -Te los deseo muy felices. -Djate de cumplimientos entre nosotros; ya sabes que yo soy franco y castellano viejo: el pan pan y el vino vino; por consiguiente exijo de ti que no vayas a drmelos; pero ests convidado. -A qu? -A comer conmigo.
Los artculos de costumbre Larra consigue perpetuar el gnero del artculo. Sus temas son variados: la sociedad, la poltica y las letras de su tiempo. Escribe ms de 200 artculos de costumbre.
6.3. La lrica romntica. Espronceda Jos de Espronceda y Delgado es el poeta ms brillante y representativo de la lrica romntica espaola. Naci en 1808 en Almendralejo (Badajoz), pocos das despus de los sucesos de Aranjuez que provocaron la cada de Godoy y la abdicacin de Carlos IV. Su corta vida estuvo marcada por su agitada actuacin poltica, su destierro, sus arrestos y su pasin por Teresa Mancha, mujer casada a la que rapt. Muri a los 34 aos en Madrid.
6.3.1. Cancin del pirata Esta cancin es la ms popular del poeta. Ha sido considerada como el primer poema romntico espaol. Se caracteriza por la sencillez de su vocabulario y por la concisin, el acierto de las metforas y la perfeccin del ritmo. A travs del pirata, Espronceda expresa sus propios sentimientos de amor a la libertad y a la justicia.
6.3.2. El estudiante de Salamanca Pertenece al gnero de la leyenda tpicamente romntico-; pero se trata de una leyenda fantstica, mediante la cual el autor representa su concepcin romntica del mundo. Espronceda
Cancin del pirata
-Navega, velero mo, sin temor que ni enemigo navo, ni tormenta, ni bonanza tu rumbo a torcer alcanza, ni a sujetar tu valor.
Veinte presas hemos hecho a despecho del ingls y han rendido sus pendones cien naciones a mis pies.
Que es mi barco mi tesoro, que es mi Dios la libertad; mi ley, la fuerza y el viento; mi nica patria, la mar. Con diez caones por banda, viento en popa a toda vela, no corta el mar, sino vuela, un velero bergantn; bajel pirata que llaman por su bravura el Temido en todo el mar conocido del uno al otro confn.
La luna en el mar riela, en la lona gime el viento y alza en blando movimiento olas de plata y azul; y ve el capitn pirata, cantando alegre en la popa, Asia a un lado, al otro Europa, Y all a su frente Estambul: All muevan feroz guerra ciegos reyes por un palmo ms de tierra, que yo tengo aqu por mo cuanto abarca el mar bravo a quien nadie impuso leyes.
Y no hay playa sea cualquiera, ni bandera de esplendor, que no sienta mi derecho y d pecho a mi valor
Que es mi barco mi tesoro, que es mi Dios la libertad; mi ley, la fuerza y el viento; mi nica patria, la mar. []
El estudiante de Salamanca Era ms de media noche, antiguas historias cuentan, cuando en sueo y en silencio lbrego envuelta la tierra, los vivos muertos parecen, los muertos la tumba dejan. Era la hora en que acaso temerosas voces suenan informes, en que se escuchan tcitas pisadas huecas, y pavorosas fantasmas entre las densas tinieblas vagan, y allan los perros amedrentados al verlas: En que tal vez la campana de alguna arruinada iglesia da misteriosos sonidos de maldicin y anatema, que los sbados convoca a las brujas a su fiesta. El cielo estaba sombro, no vislumbraba una estrella, silbaba lgubre el viento, y all en el aire, cual negras fantasmas, se dibujaban las torres de las iglesias, y del gtico castillo las altsimas almenas, donde canta o reza acaso temeroso el centinela. Todo en fin a media noche reposaba, y tumba era de sus dormidos vivientes la antigua ciudad que riega el Tormes, fecundo ro, nombrado de los poetas, la famosa Salamanca, insigne en armas y letras, patria de ilustres varones, noble archivo de las ciencias. Sbito rumor de espadas cruje y un ay! se escuch; un ay moribundo, un ay que penetra el corazn, que hasta los tutanos hiela y da al que lo oy temblor. Un ay! de alguno que al mundo pronuncia el ltimo adis. El ruido ces, un hombre pas embozado, y el sombrero recatado a los ojos se cal. Se desliza y atraviesa junto al muro de una iglesia y en la sombra se perdi.
6.4. Un romntico rezagado: Bcquer Gustavo Adolfo Bcquer naci en Sevilla en 1836. Pronto se traslad a Madrid, donde ejerci el oficio de periodista y traductor. Se cas con Casta Esteban, mujer a la que no amaba y que, por tanto, no se ha reconocido como la musa de su poesa. Gravemente enfermo, muri en Madrid a los 34 aos. Bcquer vive el final del Romanticismo literario y la convivencia con el realismo lo lleva a la bsqueda de una expresin sencilla, breve e ntima.
6.4.1. Las Rimas Las Rimas son una coleccin de 76 poesas, publicadas con el ttulo inicial de Libro de los gorriones.
6.4.2. Las leyendas La leyenda es un gnero tpicamente romntico que surge de la novela histrica y que busca su inspiracin en el pasado y en la literatura popular. Las Leyendas de Bcquer son lricas, muy cercanas a la poesa. En ella Bcquer siente, sufre y ama cuando sus personajes lo hacen. Bcquer
Rimas
RIMA VI
Como la brisa que la sangre orea sobre el oscuro campo de batalla, cargada de perfumes y armonas en el silencio de la noche vaga; smbolo del dolor y la ternura, del bardo ingls en el horrible drama, la dulce Ofelia, la razn perdida cogiendo flores y cantando pasa.
RIMA XXI
Qu es poesa? dices, mientras clavas en mi pupila tu pupila azul; Qu es poesa...? Y t me lo preguntas? Poesa... eres t!
RIMA LIII Volvern las oscuras golondrinas en tu balcn sus nidos a colgar, y otra vez con el ala a sus cristales jugando llamarn. Pero aquellas que el vuelo refrenaban tu hermosura y mi dicha a contemplar, aquellas que aprendieron nuestros nombres, sas... no volvern! Volvern las tupidas madreselvas de tu jardn las tapias a escalar y otra vez a la tarde an ms hermosas sus flores se abrirn. Pero aquellas cuajadas de roco cuyas gotas mirbamos temblar y caer como lgrimas del da.... sas... no volvern! Volvern del amor en tus odos las palabras ardientes a sonar, tu corazn de su profundo sueo tal vez despertar. Pero mudo y absorto y de rodillas, como se adora a Dios ante su altar, como yo te he querido..., desengate, as no te querrn!
Leyendas La noche de difuntos me despert a no s qu hora el doble de las campanas; su taido montono y eterno me trajo a las mientes esta tradicin que o hace poco en Soria. Intent dormir de nuevo; imposible! Una vez aguijoneada, la imaginacin es un caballo que se desboca y al que no sirve tirarle de la rienda. Por pasar el rato me decid a escribirla, como en efecto lo hice. Yo la o en el mismo lugar en que acaeci, y la he escrito volviendo algunas veces la cabeza con miedo cuando senta crujir los cristales de mi balcn, estremecidos por el aire fro de la noche. Sea de ello lo que quiera, ah va, como el caballo de copas. -Atad los perros; haced la seal con las trompas para que se renan los cazadores, y demos la vuelta a la ciudad. La noche se acerca, es da de Todos los Santos y estamos en el Monte de las nimas. -Tan pronto! -A ser otro da, no dejara yo de concluir con ese rebao de lobos que las nieves del Moncayo han arrojado de sus madrigueras; pero hoy es imposible. Dentro de poco sonar la oracin en los Templarios, y las nimas de los difuntos comenzarn a taer su campana en la capilla del monte. -En esa capilla ruinosa! Bah! Quieres asustarme? -No, hermosa prima; t ignoras cuanto sucede en este pas, porque an no hace un ao que has venido a l desde muy lejos. Refrena tu yegua, yo tambin pondr la ma al paso, y mientras dure el camino te contar esa historia. Los pajes se reunieron en alegres y bulliciosos grupos; los condes de Borges y de Alcudiel montaron en sus magnficos caballos, y todos juntos siguieron a sus hijos Beatriz y Alonso, que precedan la comitiva a bastante distancia. El Monte de las nimas