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EJECUCIÓN

Para la ejecución propiamente dicha de la actividad se debe seguir el siguiente


procedimiento:

5.5.1. Actividades previas: Una vez finalizada la etapa de planeación, y antes de


iniciar el movimiento de tierras, se debe hacer una cuidadosa inspección y
verificación de las actividades previas, para asegurarse que estas estén completa y
satisfactoriamente terminadas. A continuación sugerimos un listado de estas
actividades que sirve como base de verificación:

• Topografía: Se debe hacer antes de iniciar el movimiento de tierras un


cuidadoso levantamiento topográfico y localización y replanteo, con el fin de
tener una base para cubicar o medir el volumen excavado cuando el trabajo
esté terminado, y definición de las líneas de corte, sus taludes y cotas. Se
replantea y verifica la posición de las estacas de chaflanes de cortes y llenos
las veces que sea necesario.

• Desmonte y limpieza: Se refiere a la tarea de retirar toda la capa vegetal


como pasto, arbustos y árboles existentes en el terreno, además de la
remoción de escombros de anteriores estructuras.

• Limpieza manual: Es el método más económico empleado en áreas


pequeñas o aquellas que sean tan pantanosas o agrestes que no permitan el
ingreso de maquinaria.

• Limpieza con maquinaria: El equipo más empleado es el Buldózer, puede


usarse paralelamente al manual, removiendo el pasto, arbustos y raíces
pequeñas.

• Protección de árboles: En movimientos de tierra residenciales es común que


se dejen algunos árboles, a estos se les protege el tronco con tela y una
armadura de tablilla.

• Revisión de la topografía y restitución de estacas: Una vez despejado el


terreno se reponen las estacas partidas o perdidas y puede procederse a un
chaflanado más detallado.

• Instalaciones provisionales o definición de campamentos: De acuerdo al


alcance definido, éstos serán los espacios dedicados al personal de
supervisión y administración.

• Entrada de maquinaria para preparación de accesos y áreas de


maniobra: Se adecua un camino provisional y una zona donde la maquinaria
pueda girar.
• Descapote: Es la actividad de retirar la capa de suelo orgánico que además
contiene grama, hierbas y raíces. Se debe tener en cuenta que normalmente
este material tiene utilidad en la reposición de zonas verdes en la obra u otras
obras.

• Control topográfico de secciones descubiertas: Se verifican los volúmenes


de capote retirados con los inicialmente proyectados, se reponen estacas.

5.5.2. Obras preliminares de drenaje: Desviación de corrientes naturales a través


de tubería o canales impermeabilizados, retirándolos tanto como sea posible del área
de trabajo y excavación manual de cunetas paralelas a los accesos. Si las
recomendaciones geotécnicas lo recomiendan, se deben construir pozos de bombeo
para abatir o bajar la cota del nivel freático. En las partes altas de los taludes que se
conformarán, se deben construir zanjas de coronación que desvíen el agua de
escorrentía del talud, donde podría causar deslizamientos de tierra.

5.5.3. Seguridad Industrial: Se debe cumplir para esta actividad con el programa
general de Salud Ocupacional de la obra, y para efectos de atender adecuadamente
la parte correspondiente a la Seguridad Industrial se debe tener en cuenta que los
principales riesgos de enfermedad profesional y accidente de trabajo relacionados
con esta actividad son:

Debe exigirse el uso de botas, casos, guantes y gafas protectoras en el caso de


utilizar taladros y cinceles.

Las excavaciones se iniciarán una vez efectuada la limpieza y descapote del terreno,
la señalización para prevenir accidentes, el traslado o protección de las redes
existentes.

A medida que avanza la explanación, se deben colocar elementos de protección


necesarios para impedir el derrumbe de paredes y taludes.

Aunque no está considerado dentro del alcance de este documento, es frecuente el


tener que recurrir al uso de explosivos para romper la roca que se presente durante
el movimiento de tierras. El empleo de explosivos requiere de muy estrictas
condiciones de seguridad, los cuales deben ser implementados con suficiente
anticipación.

En zanjas profundas y estrechas habrá que disponer de 60 cm de ancho libres como


mínimo para permitir el paso de los operarios y hacer la excavación escalonada para
facilitar la paleada de la tierra sobre plataformas intermedias.

En general se debe mantener permanentemente en operación un programa de Salud


Ocupacional y Seguridad Industrial dirigido por personal experto en estas materias.
Se debe mantener una campaña educativa continuada por medio de instrucción
verbal, reforzada con carteles recordatorios distribuidos en el frente de trabajo. Se
debe cumplir con las resoluciones Nos. 02413 de 1.979 y 1016 de 1.989 del
Ministerio de Trabajo y Seguridad Social.

5.6. PROCESO DEL MOVIMIENTO DE TIERRAS:

Cumplidos y observados los pasos anteriores se puede dar inicio a la labor de mover
la tierra, según los requerimientos del proyecto.

5.6.1. Explanación: La explanación en material homogéneo comprende los


materiales formados principalmente por suelo orgánico, cenizas volcánicas, limos,
arcillas, gravas, combinaciones de las anteriores y en general por todos los suelos
que puedan excavarse sin necesidad de explosivos. Así mismo los bloques o bolas
de rocas aislados con volumen menor de un metro cúbico.

Si es necesario se deberán construir pendientes, bombeos y cunetas en todas las


explanaciones y terraplenes para asegurar un drenaje satisfactorio en todo momento.
Cuando sea necesario interrumpir drenajes superficiales existentes, alcantarillas o
sub-drenajes, se facilitará el drenaje temporal apropiado hasta cuando los trabajos
de drenaje permanente se hayan concluido.

Las cunetas laterales y drenes que desagüen áreas en corte deberán desviarse a su
salida a través del terreno natural, de modo que se evite la erosión de los
terraplenes. Toda explanación deberá quedar conformada de acuerdo con las
exigencias de los planos dentro de las tolerancias indicadas por las especificaciones
respectivas. No se comenzará la explanación hasta tanto no se hayan aprobado los
trabajos de limpieza, desmonte y en las áreas necesarias el descapote, además, se
encuentren debidamente tomados todos los puntos topográficos en referencia para el
control de medidas. Las tolerancias admisibles para la aceptación de la explanación
serán las especificadas en el proyecto.

5.6.1.1. Explanación con buldózer: Si el trabajo se hace empleando el buldózer se


sigue el método del frente abierto. Se hace trabajar el equipo dentro de las líneas de
las estacas a lo largo de la menor dimensión. El escombro se pone en el límite o a
un metro atrás de éste. Luego se regresa al buldózer y reinicia el avance en la faja
adyacente o traslapada con la primera. El material retirado es cargado empleando
cargadores o retroexcavadoras y posteriormente dispuesto por medio de volquetas.
Si el suelo es tan duro que la cuchilla no pueda llenarse en una distancia corta, el
buldózer puede trabajarse solamente en un área corta de excavación, dando varias
pasadas, después de las cuales, el montón de escombros sueltos puede empujarse
al montón de desperdicios. Si se dispone de un escarificador o arado de subsuelo,
puede usarse para romper las capas de tierra antes de hacer la excavación.

Las rampas pueden cortarse con el buldózer teniendo ciertas precauciones como la
de enterrar gradualmente la cuchilla, pues de hacerlo muy drásticamente se formaría
un escalón. Si el corte no puede iniciarse con distancia suficiente hacia atrás para
formar la rampa, se puede poner el escombro sacado en la margen de la excavación,
formando un montón apilado, de manera que el buldózer pueda reversar sobre él y
se incline con un ángulo adecuado para cortar.

El área que van a ocupar los montones se puede calcular o suponer colocando los
primeros montones en su costado más alejado. Las cargas sucesivas se tiran
avanzando hacia la excavación, luego se llevan las siguientes cargas sobre ellos
empujando los capotes de los montones inferiores hacia atrás. El montón se forma
entonces, por una serie de cuñas cuyo ángulo agudo apunta hacia la excavación. La
subida hacia el montón debe hacerse con una pendiente acorde a la potencia del
equipo y el criterio del operador y puede estar comprendido entre 1:5 y 1:2,5. Las
pendientes más suaves permiten empujar cargas mayores pero requieren más
espacio. Una vez creada la rampa se procede al corte de las capas inferiores.

Después de que la excavación ha llegado a la mitad de la profundidad, el buldózer se


lleva hasta el borde perpendicular a aquel en que se construyó la rampa y se excava
paralelamente a los lados largos. La nueva rampa de entrada debe comenzarse
antes. Al ir cortando, la máquina se desvía hacia el centro de la excavación y el
escombro se deja en el piso y parte de él se saca por la nueva rampa. De esta
manera se corta toda la anchura de rampa por que el buldózer entra a la excavación
por el costado opuesto. Al aproximarse a la orilla de los lados largos, el escombro se
puede empujar hacia arriba sobre su banco y hacia las rampas. Cortando en esta
forma se obtienen paredes verticales a lo largo de los costados de mayor longitud del
agujero.

Las rampas interiores pueden también quitarse por medio de pasadas oblicuas
desde cerca del centro, dirigiendo el buldózer de manera que la cuchilla quede
paralela al banco, al tiempo que llega a él. De esta manera puede recortarse el talud
que queda adelante del buldózer con el material extraído en la orilla afuera de la
excavación. Habiendo quitado una rampa del lado corto, el buldózer puede dar
vuelta para cortar gran parte del opuesto.

Después de quitar los taludes de los lados largos, se puede profundizar el piso del
corte empujando el material paralelamente a éstos. Para formar los taludes
requeridos por el diseño, se corta toda la longitud para tener una pendiente suave
que se va aumentando conforme se profundiza la excavación. Al acercarse el fondo
de la excavación a la rasante final, se detiene la excavación dejando cierta pendiente
para que el agua escurra hacia un extremo donde será retirada a través de una obra
de drenaje. La última capa se retirará con cuidado, justo antes de la entrega. De
igual manera se procede en los taludes. No resulta práctico excavar cepas para
cimentación de los muros abajo del nivel de la excavación general con buldózer. En
las obras de edificación la capa final de la excavación se debe hacer a mano, pues
este equipo produce alteraciones del suelo con su movimiento que pueden afectar
las condiciones de los trabajos posteriores en él.
También se puede utilizar el buldózer empleando el método de los cuatro montones.
Este es otro método para excavar este mismo sótano, y se puede aplicar cuando el
espacio lo permita. El suelo se empuja en cuatro direcciones. Con rampas cortadas
en cada banco se empujan hacia arriba los montones, cada montón se forma
principalmente de material que queda del centro hacia su lado. Con este plan, toda
la superficie de la excavación se puede trabajar como si fuera una unidad, con el
buldózer empujando siempre tierra al montón más cercano. Las cuatro direcciones
de empuje pueden tomarse en rotación o variarse de acuerdo con el gusto del
operador. Las ventajas de este método son la eficiencia que se obtiene, porque la
distancia de empuje es mínima. Se debe procurar que los cuatro montones sean
aproximadamente iguales pero su tamaño relativo puede variar sin cambiar el
método. El acceso y el espacio para almacenar material no son tan buenos como el
método del frente abierto. El material de las rampas después deberá retirarse
dejando una franja de circulación para acceder al fondo.

Se puede presentar el hacho de tener acceso limitado en algunos puntos del trabajo.
Cuando los árboles y otros edificios permitan la entrada del buldózer en solamente
unos puntos y en donde todo el escombro debe empujarse hacia afuera a través de
este lugar, los movimientos del buldózer tendrán que repetirse a cada nivel de corte.
Se corta en el mismo sentido del acceso y se gira para recorrer el banco que está
frente a éste, sacando los montones hacia arriba, ampliando cada vez más el
recorrido. Se avanza inicialmente de frente y luego al hacerse más amplio el sector
cortado se trabaja avanzando en diagonal, acercándose cada vez más a la esquina
opuesta del acceso. En los materiales blandos puede ser posible cortar las esquinas
con el buldózer empujando la tierra para aflojarlos, luego empujando el material hacia
atrás. Sin embargo, generalmente es más barato excavarlos a mano, arrojando el
material en el recorrido del tractor. Para hacer este tipo de excavaciones es
necesario un tiempo mayor que para hacer el de excavación abierta.

Cuando la excavación del sótano es en un terreno o lote en media ladera el material


excavado se puede empujar a un lado, hacia la ladera así como al fondo, para formar
un escalón que quedaría a nivel o con la pendiente de la ladera o con una inclinación
contraria. Luego el buldózer podría operar en este escalón empujando hacia el
frente o hacia el fondo. El escalón se ensancha al mismo tiempo que se profundiza y
proporcionará un espacio al buldózer para empujar ladera abajo, primero
diagonalmente y luego directamente, además el corte posterior paralelo a la pared
del fondo, dejando las dos esquinas traseras para cortarlas a mano para evitar que
la máquina se atore contra las piedras o los costados.

5.6.1.2. Excavación con retroexcavadora: La retroexcavadora es la principal


competidora en los trabajos de excavaciones pequeñas para sótanos. Puede hacer
un trabajo con cortes muy exactos sin tener que cortar fuera de los límites de la
excavación. Puede hacer cortes de poca profundidad, pero se compara más
favorablemente con los buldózer cuando el agujero tiene una profundidad mayor de 2
metros, o cuando las condiciones del fondo son desfavorables, como cuando hay
agua, lodo, piedras o afloramientos de roca. Puede hacer excavaciones en
condiciones diferentes sin tener que cambiar los aditamentos.

Se recomienda que se tracen las líneas de la excavación a una distancia de unos 10


cm hacia fuera del limite exacto de la misma, aunque en los suelos de textura
uniforme, la retroexcavadora puede hacer un trabajo muy preciso. Además de las
estacas de las esquinas deberán ponerse otras intermedias que sirvan de guía a
intervalos cortos a lo largo de la línea de la excavación, porque el operador no puede
ver a lo largo estas líneas sin bajarse de la máquina y la pared queda determinada
con el primer corte.

Es necesario alinear con precisión la máquina para hacer un trabajo preciso. Si el


corte se va a comenzar a lo largo de la línea del frente, la retroexcavadora se coloca
paralela, con el cucharón extendido a las tres cuartas partes y descansando unos
cuantos centímetros más allá de la esquina.

Se excava ahora una zanja hasta el fondo con su orilla izquierda en la línea de la
excavación, y el material excavado se vacía al frente. El extremo lejano de la zanja
formará una curva de radio corto hacia adentro. Luego se hace retroceder la
máquina unos cuantos metros cortando el extremo izquierdo de la zanja hasta ser
casi vertical, debido a la posición más extendida del cucharón. La zanja de la pared
frontal se prolonga luego tan cerca de la máquina como sea posible y el material
entre ella y el corte central se corta en capas hasta el fondo. La línea central será
irregular.

El montón de material excavado tenderá a formarse con un talud muy inclinado en la


orilla del agujero, a menos que se empuje hacia atrás, lo que se puede hacer
regulando la oscilación del cucharón al alejarse durante la descarga para que pegue
en el montón en un lugar donde su impulso empuje una cantidad considerable de
material excavado hacia fuera, sin detener su propio movimiento. La maniobra de
empujar el material hacia atrás debe comenzarse pronto, porque el montón sube
rápidamente. La excavación se continúa en esta misma forma poniendo atención
para que se forme un fondo firme a nivel hasta que se llega el extremo derecho. La
pala puede probablemente cortarlo hasta formar una pared aproximadamente vertical
inmediatamente enfrente de ella, pero tendrá un borde irregular. Luego se hace girar
la pala y caminar a la sección del fondo que no se ha excavado y se excava en la
misma forma descrita para el frente y se completa la excavación.

La retroexcavadora puede cargar el material excavado en camiones en vez de


descargarlos en el terreno. Si se han preparado planes en los que tiene que utilizar
el relleno lejos de la cimentación, resulta más barato acarrearlo en camiones que
empujarlo después con un buldózer.

Se debe tener especial cuidado con las rampas. En la mayoría de los casos, la pala
del cucharón de brazo corta una rampa hacia abajo, dentro de las líneas que marcan
la excavación que deben tener la pendiente y ser de tal material que los camiones
cargados puedan subir por ella. La pendiente puede ser de uno en cinco a uno en
doce, según la potencia de los camiones y las cargas que se les pongan. La
pendiente se hace tan suave como la longitud y la profundidad de la excavación lo
permitan, para que puedan llevarse las mayores cargas.

Si el terreno está inclinado, la rampa debe cortarse partiendo del punto más bajo en
la orilla en la que los camiones tienen acceso.

Las rampas de tierra generalmente se quitan inmediatamente después de que se


termina la excavación para la que se utilizaran. Las rampas bajas pueden aflojarse y
quitarse parcialmente con la pala excavando detrás al ir saliendo.

Si el espacio lo permite, la rampa se puede excavar fuera de la superficie que


ocupará el sótano, para lo que es necesario hacer una excavación mayor y relleno,
pero que puede justificarse si la pala de cucharón de brazo es la única máquina con
que se dispone y si el extraído se puede apilar cerca, o cuando otro trabajo cerca de
estas propiedades vaya a producir suficiente material de desperdicio para hacer
rellenos.

Cuando la especificación del trabajo contempla la construcción de obras de


contención a medida que avance la excavación, el ritmo de la obra debe contemplar
los tiempos necesarios para la ejecución de estas obras, que pueden consistir en la
construcción de terrazas en terreno natural, muros de contención, muros anclados,
trabajos de estabilización en suelos poco cohesivos, tierra cocida, etc. Su ejecución
no está contemplada dentro del alcance de este documento.

También es necesario trabajar con sumo cuidado los fondos de las excavaciones. Lo
recomendable, como ya se dijo, es terminar las excavaciones a mano o con equipo
muy liviano para no alterar las condiciones del suelo.

5.7. CARGUE DEL MATERIAL SOBRANTE:

Los camiones que acarrean el material excavado por la retroexcavadora pueden


cargarse lateralmente a la pala o retroexcavadora, por seguridad, o por la parte de
atrás por comodidad. Si los costados de las cajas de los camiones son muy altos, la
carga será incómoda y se tirará una cantidad excesiva de material. Esta dificultad
puede reducirse cargando directamente atrás de la máquina, de manera que tenga
que caminar sobre el material que se ha tirado, lo cual lo elevará facilitando la carga.

Otro método de cargar los camiones con facilidad es empezar el corte en la


banqueta, formando una rampa descendente para los camiones, suficientemente
amplia para que los mismos puedan caminar en reversa hacia la parte del frente que
se va a cargar, mientras que la retroexcavadora excava a un lado.

5.8. TERRAPLENES:
Consiste en la construcción de llenos con materiales extraídos de la excavación, de
zonas de préstamo y de las explanaciones, de acuerdo con los alineamientos,
pendiente, perfiles transversales, dimensiones indicadas en los planos y en la libreta
de topografía. Los materiales para terraplenes y rellenos no podrán contener
desperdicios como raíces, césped y otros materiales parecidos, o en cualquier caso,
orgánicos. Antes de proceder a la colocación de los materiales para terraplenes se
deberá haber efectuado el trabajo de desmonte o descapote. Toda la superficie de
suelo existente sobre la cual se ha de colocar el terraplén deberá ser escarificado de
manera que el suelo que se usará como material para llenar se ligue bien con la
superficie existente. El fondo del suelo sobre el que se hará el terraplén debe ser
conformado de tal manera que asegure que no se forme una superficie de falla entre
el terreno natural y el lleno. En superficies de alguna importancia se deben conformar
escalas y llaves que aseguren la estabilidad del lleno. Si el material del suelo natural
está muy suelto, se debe hacer una compactación antes de iniciar el lleno.

El material para construir el terraplén deberá colocarse en capas horizontales


sucesivas del espesor máximo indicado en las normas del contratante. Deberán
humedecerse u orearse hasta lograr el contenido de humedad adecuado y uniforme
para obtener las densidades de compactación especificadas de acuerdo con las
características del material y del proyecto. Estas capas deberán ser construidas con
pendientes suficientes para permitir en todo momento el escurrimiento de las aguas
superficiales.

Al ensanchar un terraplén existente deberá cortarse previamente el talud de dicho


terraplén en forma escalonada en un ancho previamente definido por el director de la
obra.

Cuando se deban construir terraplenes a través de terreno pantanoso que no


soportaría el paso de camiones y otros, la parte inferior del terraplén deberá tratarse
mediante el retiro de material inadecuado, construcción de filtros y refuerzo de la
capacidad portante con geotextil, o atendiendo las especificaciones aprobadas.

Las tolerancias admisibles para la aceptación de la aceptación de los terraplenes


serán de acuerdos a las especificaciones del proyecto. Las tolerancias admisibles
para la aceptación de la explanación serán las especificadas en el proyecto, teniendo
en cuenta las cotas de cualquier punto de la sub-rasante, la distancia desde el eje del
proyecto y el borde superior del terraplén y la compactación de cada una de las
capas del terraplén.

Cualquier tipo de tierra mineral o de roca se puede utilizar para el terraplén, pero la
arcilla y el limo son generalmente malos. Se ablandan cuando se mojan, cambiando
con frecuencia el volumen. Pueden actuar como mechas para elevar el agua a la
superficie. El humus debe evitarse, igualmente que la tierra vegetal, que es una
mezcla de suelo mineral y de humus. La arena y la grava suelta y limpia tienen una
excelente resistencia pero proporcionan una mala tracción, son difíciles de
compactar y deben mezclarse con otros materiales. Los mejores terraplenes son
mezclas de dos o más de los tipos de materiales sencillos. La arena y la grava son
mejores cuando están mezclados con suficiente arcilla o limo para que les sirva de
cementante. Los suelos ligeros con un elevado porcentaje de arena o grava son
buenos cuando el trabajo debe hacerse en lugares o en estaciones lluviosas,
absorben y drenan grandes cantidades de agua y no se hacen resbalosas con
facilidad.

El agua contenida en los suelos determina en gran parte su comportamiento en un


terraplén. Cada suelo se compacta mejor cuando su proporción de agua es la
óptima. Con menos agua los granos quedan en libertad para moverse entre sí, con
más, el suelo puede deformarse o deslizarse bajo el efecto de las presiones. Un
suelo que contiene mucha agua puede presentar características elásticas, baja con
el peso de las aplanadoras y cuando han pasado vuelve a subir a su posición
original.

Un suelo puede contener el agua necesaria para su mejor compactación y aparecer


bastante seco. Cuando se aprietan los granos juntándolos, las películas de agua
intersticiales se desalojan tendiendo a salir hacia la superficie mojándola. Este
proceso puede tener efectos acumulativos cuando son varias las capas de que está
formado el terraplén. Los suelos elásticos se compactan algo bajo el efecto de las
aplanadoras. En la operación se calienta el terreno y se expulsa el agua hacia
arriba, con lo que se acelera el secado. Si el suelo está muy seco, se moja con carro
tanque cuando se está extendiendo y aplanando.

Si la tierra vegetal se ha empujado bastante atrás, es posible conformar el material


del relleno al mismo tiempo que se empuja hacia afuera del sótano, o
inmediatamente después. Ordinariamente es más fácil extender varios montones
pequeños que uno grande, por lo que es prudente suspender la excavación
ocasionalmente y extender los montones que se hayan formado con un buldózer que
es el equipo idóneo. Si la excavadora contiene agua, el material excavado podrá
estar muy lodoso para extenderlo luego por lo que debe procurarse que la
excavación esté correctamente ordenada. Las capas se colocan en espesores entre
15 y 25 cm, según las especificaciones y son compactadas inmediatamente.

Es conveniente que los terraplenes queden bien unidos a la superficie sobre la que
descansan para evitar la formación de zonas saturadas, canales de agua y
posiblemente el abatimiento de los taludes. Esto se puede lograr generalmente
quitando la vegetación , la capa vegetal y arando surcos en dirección transversal al
talud del terreno. Cuando el área que se va a terraplenar está mojada, irregular o
que de alguna manera impida el paso de la maquinaria, la primera capa se construye
descargando la carga de los camiones de volteo en el terreno y emparejando el
material con buldózer hasta una altura que sea cuando menos suficiente para
soportar las unidades de acarreo sobre los lugares blandos o sobre los obstáculos.
Después de que se ha formado un piso transitable, el resto de las capas se forma por
medio de camiones, traíllas o cualquier otro tipo de acarreo.
Si la superficie es irregular pero transitable, se pueden rellenar los lugares bajos con
capas compactadas o quitar las salientes, antes de colocar la parte principal del
terraplén. El manejo y compactación del material de relleno se dificulta con la
presencia de piedras sueltas. Las rocas, aun las de tamaño pequeño, interfieren con
la conformación. Si su diámetro es mayor que el que va a tener la capa de terraplén,
sobresaldrán arriba, entonces puede hacerse necesario el tamizado del material
proveniente de la excavación.

Los suelos en su estado natural probablemente han permanecido en su misma


posición por largos períodos. Las partículas se han acomodado entre sí, dejando
poco espacio. Los cementos naturales pueden haberlas unido. Cuando un suelo de
estos se excava o se altera, se rompe en terrones o granos que se hacen chocar
entre ellos quedando con una estructura desordenada, con espacios de aire o
huecos interiores, lo que aumenta el volumen del suelo y aumenta su capacidad para
absorber y conducir agua. Un suelo suelto así, se convierte en un lodo blando si se
moja. El proceso constituido por el mojado y el secado alternativos junta un poco los
granos, reduciendo los huecos. Si el proceso de mojado y secado se repite, el
material puede compactarse hasta llegar a tener su volumen original.

Se puede obtener una compactación considerable de un terraplén por medio del


equipo de compactación y de excavación. La presión producida sobre el terreno bajo
de las llantas de las traíllas cargadas puede llegar a ser de treinta a cuarenta libras
por pulgada cuadrada, y el efecto amasador de estas llantas y la vibración de las
orugas son muy efectivos. Sin embargo, la compactación tiende a disminuir con la
distancia al corte, pues todo el material del terraplén debe pasar por la porción más
cercana, y solamente una pequeña fracción sobre el extremo lejano. Además es
difícil y algunas veces imposible conseguir que los operadores cambien de ruta para
compactar sistemáticamente todo el ancho. Puede ser necesario para cambiar las
rutas tener operarios estacionados a lo largo del camino para decir o señalar a los
operadores por donde deben caminar, o con el uso de obstáculos móviles.

Generalmente, es inconveniente que una unidad muy cargada comience una ruta
nueva en un terraplén blando, porque la potencia y los esfuerzos producidos en la
máquina resultan excesivos. El primer recorrido lo debe hacer una máquina de vacío
en el viaje de regreso, después pueden caminar las unidades cargadas por esas
huellas. Se puede evitar que las huellas se hagan muy profundas apisonando con
máquinas vacías toda la faja que se quiera compactar, antes de utilizarlas cargadas.
Si se están utilizando en el acarreo tantas unidades que haya probabilidad de que
choquen, se deben separar los dos sentidos de la circulación y cambiarse las rutas
según sea necesario. Si con el tránsito en dos sentidos se puede utilizar con
seguridad, la misma ruta, se puede desviar gradualmente a un lado.

El terraplén se va compactando conforme se va construyendo. Se utilizan rodillos de


varios tipos en capas delgadas del terraplén para apretar y poner en un contacto más
estrecho que el que tenían en el banco, a sus granos. El peso de las unidades de
acarreo y las conformadoras o motoniveladoras ayudan a conseguir este efecto. Los
migajones pueden reducirse al noventa por ciento de su volumen en el banco con
una compactación cuidadosa. Un terraplén bien compactado no se contrae con el
tiempo, ni con su exposición a la intemperie, de manera que teóricamente es posible
colocarle encima una carga de manera inmediata. Además, tiene la mayor
resistencia posible que corresponde al tipo de suelo, de manera que las ruedas o las
orugas no se hunden mucho, la velocidad y capacidad del equipo de acarreo que
camina sobre él aumenta. Un terraplén compactado no absorbe el agua de lluvia con
facilidad, por lo que permanecerá lo suficientemente duro aun con las lluvias más
fuertes. El que la superficie se ponga resbalosa depende de su contenido de arcilla y
de la posible presencia de una capa de polvo seca, suelta, que no haya estado
compactada antes de la lluvia.

5.9. MANEJO Y OPERACIÓN DE ZONAS DE DEPÓSITOS O BOTADEROS:

Previa a la iniciación de los trabajos de disposición de materiales, se definirán y


construirán en las áreas asignadas para los depósitos las obras de conformación y
estabilización del futuro lleno como:

• Descapote
• Construcción de drenajes
• Obras de mitigación de impacto ambiental

Se deben extender los materiales y conformar y compactar las zonas de depósito de


manera que presenten apariencia aceptable. Estas zonas deben tener buen drenaje
natural y no obstruir los drenajes del terreno, bien sean naturales o artificiales. Las
protecciones relacionadas con las zonas de depósito, obras de contención, drenaje,
etc. serán señaladas por el contratante. Normalmente las municipalidades tienen
normas de gran exigencia para el adecuado manejo de estos sitios. El constructor
debe vigilar que el contratista de movimiento de tierras cumpla con ellas. Cuando se
copa la capacidad de algún botadero autorizado, el trabajo debe terminarse con el
cubrimiento del sitio con una capa vegetal, engramado y arborización.

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