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Experiencia sensorial,
materialismo y verdad
Este captulo se propone proseguir el examen del programa
fuerte, discutiendo con ms detalle la relacin entre las compo
nentes empricas y sociales del conocimiento. El captulo ante
rior apuntaba hacia los presupuestos errneos que subyacen a
las objeciones al programa fuerte; aqu intentaremos consoli
dar aquellas conclusiones proponiendo un desarrollo ms posi
----- --
brn dejado de ser justos tanto con la ciencia como con ellos
batirlos.
cientlicos
se
/---
teresante; retengmosla.
percepciones errneas.
visto?
sionada, ello podrfa dar razn del error de juicio que le llev a
obviar la evidencia que tena ante sus ojos. (El carcter cons
proc e dimiento expe rim e n tal que descanse en los frgiles regis
Blondlot encontr que los rayos t enan toda una suerte de pro
es dudoso .
--
-- -
e::;
mo monwnt.o un que
piedades: podan ser almacenados por los o bje tos, emitidos por
--
cruciales.
Aqu slo hay unos cuantos procesos empricos que sean objeto
en ellos
fiabili
1972;
yYalPS, 1972).
Ofrecer ahora una breve caracterizacin positiva del papel
de la experiencia, que mostrar cmo puede hacerse justicia a
su influencia sobre la creencia sin rebajar por ello las preten
siones del programa fuerte. As, lo que acabo de decir sobre la
fiabilidad de la experiencia se enlazar con las observaciones
anteriores referentes a la insuficiencia de una concepcin em
pirista del conocimiento.
jf
c ree. cia
anterior
Experiencia y creencia
:....,
1
------------ -
Experiencia
Figura 7
--
__ _ //
Creencia
resultante
a11aloga con ('] efecto de una fuerza que incide sobre un siste
mn
m ovim i e n to
del Sol
cobard a.
7.5
es lo que ejemplos como ste nos dicen sobre el papel que juega,
d el mundo mate
ue explican el xi
sal y simtrica.
aptando y reflejando
Minium
//
rechazar o de apo
comn de la ver
con
fluidez. El indicador de
se
interpretada a la luz
las dems.
1
1
rando su teora. Una vez ms, no fue la realidad la que aqu sir
en absoluto
9ue tambin lo nuestro no pasa de ser una teora. Sin duda, es-
manera de poner un signo ele i nte rrog a cin sobre aquello que
del flogisto.
es
82
83
de verdad?, no pregun
_ tamos para saber la verdad y no afirma,
aquella manera, que las cosas son de manera tal que puede ha
Liebig y Thomson.
estos hombns
se
ta poltica.
arquimediano.
psicolico.
la propia sociologa
impone hoy
n\ismos lmites de
deja de
se r una convencin.