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Ue rc ee Dee Lrg Ermes AUS ae ie a a ATC ET Tiny De Tye [PL Be aa PS ETE TW 74 PEO ata ETERS TT) PVT eM tn ay Te RU OC L) Pee TEE PED TATE Te PEL crea CET Ele COTS RRC OC CTE EST TEL PSU B EOE Te TST Tad SS at Oe PTT U NBs ae % PE PTD TES EMT CUr) ARO 4-6" 8 - MARZO - JUNIO 2005 ermes riallo REVISTA DE CRITICA Y DE TEORIA LITERARIA ULTURAL © Ed. La Gotera & Hebert Benitez Pezzolano Direccisn postal: Arizona 261 B / Barra de Carrasco CP. 14002 Canetones / Uruguay Tel. 601 5087 E-mail: hecrioll @internet.com.uy ISSN: 1510-4842 Director: Hebert Benitez Pezzolano Tapa’ Reptiles. 1943 Litograffa de M. C. Escher Disefio: Claudio de los Santos Distribuye GUSSI Libros Yaro 1119 Tel. 413 61 95 -413 3038 Montevideo - Uruguay Director: Hebert Benitez Pezzolano Asistentes de Direccién: Ana Laura Ro Paolini, Rodolfo Panzacchi Promocién cultural y comercial: Gabriela Sosa, Horacio Botta Editores: Jorge Morén, Claudia Carneiro Viana Consejo Asesor " Fernando Ainsa (CRICCAL, Sorbonne, Patis) Martha Canfield (Universita degli Studi di Firenze) Belén Castro (Universidad de fa Laguna) Radil Dorra (Benemérita Universidad Auténoma de Puebla) Roberto Ferro (Universidad de Buenos Aires) Enrique Fierro (The University of Texas at Austin) Angel Gabilondo (Universidad Auténoma de Madrid) Ester Gimbernat Gonzalez, (University of Northern Colorado) José Ramén Gonzilez (Universidad de Valladolid) Norah Giraldi Dei Cas (Université Charles de Gaulle - Lille II} Noé Jittik (Universidad de Buenos Aires) Monica Lettieri (University of Colorado at Boulder) Eduardo Milin (Universidad Nacional Auténoma de México) Mabel Moraiia (University of Pittsburgh) Maria Antonieta Pereira (Universidade Federal de Minas Gerais) Enrique Pérez Castillo (Benemérita Universidad Auténoma de Pucbla) Michel Pierssens (Université de Montréal) José M* Pozuelo Yvancos (Universidad de Murcia) Luisa Ruiz Moreno (Benemérita Universidad Auténoma de Puebla) Gianni Vattimo (Universita degli Studi di Torino) Claudio Hugo Verani (University of Notre Damme) Emil Volek (Arizona State University) Horacio Xaubet (North Carolina Central University) Consejo Asesor Nacional Hugo Achugar (Universidad de ka Repiiblica) Yamandii Acosta (Universidad de la Reptblica) Roberto Appratto (Instituto de Profesores “Artigas”) Jorge Arbeleche (Academia Nacional de Letras) Washington Benavides (Universidad de la Repiiblica) Luis Bravo (Instituto de Profesores “Artigas”) Fernando Butazzoni (Montevideo, Uruguay) Gerardo Ciancio (Universidad de la Repiiblica) Rafael Courtoisie (Centro Regional de Profesores, Florida) Rémulo Cosse (Biblioteca Nacional) Roberto Echavarren (New York University) Leonardo Garet (Ministerio de Educacién y Cultura) Nicoliis Guigou (Universidad de la Republica) Sylvia Lago (Universidad de la Reptblica) Aldo Mazzuechelli (Centro Regional de Profesores del Sur) Roger Mirza (Universidad de la Republica) Ricardo Pallares (Academia Nacional de Letras) Pablo Rocea (Universidad de la Reptiblica) Monica Salinas (Universidad de Montevideo) Silvia Viroga (Instituto de Profesores “Artigas”) HERMES CRIOLLO es una revista cuattimestral, arbitrada y de cardcter independiente, publicada por Ediciones La Gotera. Las colaboraciones deben ser diri Hebert Benitez Pezzolano, Arizona 261 b. Barra de Carrast Direccién electrénica de contacto: hecrioll @internet.com.uy as a: P 14002, Canelones, Uruguay. Por suscripciones, canje y publicidad, dirigirse a: Gabriela Sosa, tel.: (598 2) 506 85 60, e-mail profgabrielasosa@adinet.com.uy Se ruega consultar las condiciones y pautas para colaboradores publicadas en las tiltimas paginas de este numero. SUSCRIPCION ANUAL PARA URUGUAY (Tres nuimeros, no incluye gastos de envio) Individuales $330 Instituciones $360 Estudiantes $300 SUSCRIPCION ANUAL INTERNACIONAL (Tres nimeros, gastos de envio incluido) AMERICA LATINA Y AFRICA Individuales U$s40 Instituciones USS55 Estudiantes USS 30 EEUU, CANADA Y EUROPA. Individuales USS 50 Instituciones USS 65 Estudiantes uss 40 RESTODEL MUNDO Individuales USS60 Institu USS 75 Estudiantes USs50 INDICE Editorial Don Quijote, caballero ocioso Carlos Mellizo ... Don Quijote y la palabra Jorge Arbeleche 22 De Camelot a la Mancha Gustavo Martinez. Bw La narrativa de Paul Ricoeur Nicolas Guigou.. 42 Una puerta entre Oriente y Occidente (Averroes segiin Borges) Ramiro Podeuti a7 El absurdo como resistencia a la Dictadura uruguaya en el teatro de Carlos Manuel Varela y de Ricardo Prieto Claudio Paolini... o Exilio y otras cosas. A propésito de La Noche abierta, de Fernando Butazzoni Horacio Xaubel Modelos de la ficcién uruguaya Romulo Cosse. 3 POLEMICAS Més alld del latinoamericanismo y otros turismos accidentales/occidentales: Guatemala en busca de la Teoria Cultural, y mas Emil Volek El sonido de Ia ilusién Luis Bravo Insistir en la resistencia Marcos Canteli Amor, muerte y transgresin Alfredo Alzugarat LA NARRATIVA DE PAUL RICOEUR Nicolas Guigow Universidad de la Reptiblica 1. Introducci6n. Este articulo podria comenzar por una vieja discusi6n, en un tiempo en que el ser y el parecer mantenfan todavia cierta distancia, y las preocupaciones por el sentido tocaban diversas dreas: produccién simbélica, sentido social, “si mismo y otro”, identidad y alteridad, sujeto y practicas. Tal vez comenzar con “Habfa un tiempo. ticularmente tratindose de Paul Ricoeur. En ese “habfa un tiempo” el cfrculo de estudios de Paul Ricoeur discutfa seriamente las consecuencias de un libro extrafio. Extrafio por el material que trataba, por los efectos sobre el lectorado, por, en fin, proponer otra manera de pensar el pensamiento. Es dificil encontrar en Ia sobresaturacién contemporinea una irrupcién que al menos distraiga por un momento y habilite tantos debates, preguntas, aceptaciones incondicionales y rechazos frontales. Pero vayamos al libro: La pensée sauvage de Claude Lévi-Strauss ingresaba a las preocupaciones de Ricoeur en varios niveles. Lejos de cualquier postura mesocrati teflexiones del filésofo rondaban sobre el sentido. Porque al final, ,qué sentido era ese que se contentaba con “disolverse en Ia nada”, proponiendo una indagacién que nada decfa del telos del sentido, de la comprensién del sf y de los otros? Sobre todo, nada de comprensi6n ni interpretacién en ese estructuralismo agnéstico e hiperinteligente. La necesaria conjuncién entre el narrar, el tiempo de narrar, la configuracién de este tiempo llevardn a Ricoeur a afirmarse en la posicién semantica y en la consideracién del simbolo por encima de la postulacién saussureana del signo y de sus interrelaciones en sus dimensiones sinerdnicas y diacrdnicas, Pero esta virtualidad de la lengua sera Ile’ al habla, vuelta esta tiltima por Ricoeur en discurso, para diferenciar en buena parte semidtica de seméntica. Esta diferencia es colocada por Ricoeur para “limitar” tica a su indagacién sobre el signo (virtual), estableciendo que “...no hay ninguna progre- sién lineal del fonema al lexema y de ahi a la oracién y a totalidades lingiifsticas mas grandes."(Ricoeut, 1995a, p.21) Por otra parte, la semdntica en tanto ciencia de la oracién (real) y del discurso, es tomada por Ricoeur como parte de la tarea hermenéutica de busqueda de sentido, Tanto la semiologia ckisica como el estructuralismo, al extrapolar su modalidad de anilisis sobre un objeto (el signo, de cardcter virtual) a unidades mas amplias (Ikimese oracién, discurso, relato, narracién e inclusive mitos) vacia de sentido a los mismos, privi- legiando su configuracién formal “... en lugar de su desarrollo temporal. De ahi que el 42 ” nos Hevarfa a un inicio adecuado, par- las ja ja semid- anilisis estructural del relato tienda a descronologizar todo lo posible la historia contada, al reducir sus aspectos temporales a las propiedades formales subyacentes."(Ricoeur, 1999, p.110). La “recronologizacién” hermenéutica de Ricoeur supone que el sentido ya esti instalado en el discurso. Pero lejos de la concepcisn aristotélica del “instante”, la tempo- ralidad discursiva o el narrar suponen que el sentido ya es parte de la narrativa, y ese sentido instalado también supone una temporalidad, que en tanto reconfiguraci6n narrati- va del tiempo, produce (a la vez que es parte) de otra temporalidad. Es asi que la narra- cién implica un trabajo sobre el lenguaje, en el cual los segmentos de sentido se amplian reconfiguriindose en la narracién. Es importante destacar que el “excedente” de sentido que habilita miltiples inter- pretaciones se afinca, de acuerdo a Ricoeur, en la tradici6n. Esa tradicién estard presente en la narraci6n en tanto trama a través no de cualquier “habla” como una actualizacién “singular” del sistema, sino a través del cardcter polivalente de los simbolos. El excedente de sentido que en el estructuralismo implica el grado cero del signo, el signo cero que habilita el resto de las configuraciones simbélicas o bien ese “espacio de incompletud simbélica” (artistico, poético, religioso)- toma en la indagacién de Ricoeur una configura- cién central. De allf el estudio de esa complejidad de sentido que esta constituido por la metdfora, o bien la peculiar visién que hace a la hermenéutica del simbolo y, claro esta, la narracidn ~inevitablemente semantica- cuya distancia de la actualizacién de un “sistema” a la semiologia, estriba en el ingreso del tiempo, expulsado del campo semiolégico y estructuralista y sometido aqui al trabajo del lenguaje mediante la narracién. En cuanto a la hermenéutica del simbolo, Ricoeur recurre a una hipotesis audaz supone un cardcter “confinado” del mismo. Mientras la metéfora es creacién del discur- so, “...e1 simbolo esti ligado al cosmos [....] En el universo sagrado, la capacidad para hablar se funda en la capacidad del cosmos para significar Por lo tanto, “la l6gica del sentido procede de la misma estructura del universo sagrado."(Ricoeur, 199Sa, pp.74-75). Es precisamente la labor hermenéutica - asi sea minima- la que permite cualquier simbolismo. Ese cosmos que significa, adquiere su co- rrelacién humana mediante la actividad hermenéutica. En la segunda parte de Tempo ¢ narrativa (Ricoeur, 1995b) al referirse a una de las fases del simbolo en tanto arquetipo, sustenta esta concepcién basada en el esquematismo que emerge del sedimento de la tradicién, Tradicién ésta que conlleva al niicleo duro del tiempo y a un discurso — sino el discurso- llamado narrativa. La capacidad del cosmos de significar, se expresa en el nivel semdntico del simbolo y el simbolismo en el lenguaje y otras expresiones culturales. Pero no se agota en éstas: el nivel no-seméntico del simbolo “...lo que pide ser Hlevado en simbolos al lenguaje, pero que nunca pasa a ser lenguaje completamente es siempre poderoso, eficaz, enérgico.”(Ricoeur, 1995a). Este cardcter preverbal del simbolo y lo simbélico -un simbolismo al mismo tiem- po “cosmolégico y antropolégico”— parece arraigarse en experiencias fundamentales de specie “...ya sea asunto de lo alto y lo bajo, los puntos cardinales, el espectéculos de los cielos, la localizacién, terrestre, casas, caminos, fuego, viento, piedras y agua.” (Ricoeur, 1995a, p.78). 43 I. Lametéfora y la narrativa. Sie simbolo es en Ricoeur bidimensional (seméntico y preseméntico), la metifo- ra establece los puentes entre ambos niveles: “Las metéforas son sélo la superficie lin- gliistica de los simbolos, y deben su poder de relacionar la superficie seméntica con la presemantica que yace en las profundidades de la experiencia humana..."(Ricoeur, 1995a, p.82), Esta superficie lingitfstica metaférica, posee conjuntamente con la narrativa, la capacidad de producir una innovacién semantica dentro del discurso. (Ricoeur, 1994; 1995b). La primera, conforma su innovacién mediante el desvfo que impide la interpreta- cidn literal de la frase o de construcciones mas amplia. La segunda, produce “lo nuevo” en el discurso a través de la creacién de una intriga. Ambas, gestadas por la imaginacién productora (basada en un esquematismo) operan en términos de asimilacién Si““A imaginagdo produtora, em obra no processo metaférico, é assim a competéncia de produzir novas espécies ldgicas por assimilagao predicativa...»(Ricoeur, 1994, p.10), en la sintesis que retine elementos heterogéneos bajo una unidad temporal, en el agenciamiento de elementos dispares bajo una unidad y totalidad, encontramos la capaci- dad asimiladora de la narrativa. Después de haber desarrollado conceptos tales como sentido, referencia y relevado el poder del enunciado metaférico, ya no se trata para Ricoeur de la “desesperacién” levistraussiana del sentido, sino de reduplicar el poder metaférico en dos niveles: el de crear sentido y el de “negar” el ingreso a la indagacién descriptiva y operacionalista. De este modo, Ia referencia metaférica deviene en una aplicaci6n particular denominada funcién mimética de la narrativa (referencia metaférica y redescripcién metaférica de la accién humana). La vinculacién entre mimesis narrativa y ese “poder” del enunciado metaférico, esa redescripcién metaférica constituyen una unidad («..a ponto de ser possivel trocar os dois vocabulirios e falar do valor mimético do discurso poético e do poder de redescrigdo da fico narrativa.» (Ricoeur, 1994, p.12). Esa unidad, con todo se bifurca: la referencia y redescripcin metaférica harin del mundo, un mundo habitable (su campo de aplicacién serdin entonces los valores axiolégicos, estéticos, sensoriales y pricticos). Queda para la funcién mimética de la narrativa el campo de la accién y los valores temporales. II. Tiempo y narrativa. (Por qué anudar la dimensién temporal con la produccién de narrativas? Es que el tiempo deviene en tiempo humano en cuanto se narra. Asimismo, las narrativas son las que dan cuenta de esa experiencia humana en tanto experiencia temporal. El recorrido que ejecuta Ricoeur para conseguir esa hilacién entre tiempo y narrativa, tiene como referencia principal (aunque no tinica) las Confesiones de San Agustin (libro XI) y la Poética de Aristételes. La conjuncién de estas dos obras (tan distantes desde sus respectivos contextos culturales e histéricos) permite que el proceso hermenéutico articule una obra dedicada al 44 tiempo (pero no a la narrativa) como son las Confesiones de San Agustin, y otra, dedicada ala narrativa (en realidad a la intriga, pero no al tiempo) como es la Poética de Aristételes. De las Confesiones, Ricoeur recorrerd la idea de San Agustin de un triple presente “que pasa” y cuya lugar ontol6gico est en el alma bajo el binomio distentio animi/ intentio. Esta relacién de un triple presente presente del pasado, presente del presente y presente del futuro- tendrd su correlacién directa en la memoria, la visi6n (attentio) y la espera. En la distensién del alma (que posee por tanto extensién) transcurre este triple presente. En la intentio, se encuentra el proceso de unificacidn del “hombre interior”, opuesto al otro proceso dilacerante de la distentio y el juego dialéctico de los tres presentes. Considerando la pregunta agustiniana “O que € afinal o tempo? Se ninguém me pregunta eu sei, se alguém me pergunta e quero explicar, nao sei mais”, (“narrativa inter- na”, a la cual se le opone el silencio externo de San Agustin “...se alguém me pergunta e quero explicar, no sei mais”), Ricoeur trata de responder anudando al citado triple pre- sente el concepto de intriga. La trama de la intriga recoge la herencia aristotélica : “A intriga, diz Aristételes, & a mimese de uma ago.” (Ricoeur, 1994, p.11). Ahora bien, mimese no quiere decir aqui copia de lo idéntico (0 lo més parecido a lo real). Ricoeur utiliza el concepto de trama de la intriga— que toma elementos heterogéneos y diversos para establecer una narracién- desde el lugar de a poiesis y la “inteligencia simbélica”. La trama de la intriga da cuenta de la mediacién tiempo/ narrativa, a través de latriplice mimese (mimese I, mimese II y mimese IID) Esta triple mimesis es el resultado de una peculiar lectura que Ricoeur toma del concepto aristotélico de mimesis y supone la prefiguracién del campo practico (mimese 1); 1a configuracién textual (mimese II) que media entre mimese II y IIL. Esta prefiguracién del campo practico (mimese 1) requiere de un conjunto de competencias preliminares: elaboraci6n de una significaci6n articulada de la accién (seméntica de la accidn); identificacién de las “mediaciones simbélicas” de la accién (que a su vez supone el reconocimiento de los recursos simbélicos movilizados en la acci6n tanto como Ia accién misma simbélicamente mediada). El pasaje del campo de la accién al campo de la narrativa también requiere, de acuerdo a Ricoeur, del buen entendimiento de las relaciones entre inteligencia practica e inteligencia narrativa. Mediante los “trazos discursivos”, reconozco una narrativa. Estos trazos discursivos, en tanto sintacticos, son de cardcter sincrénico y pertenecen al orden paradigmitico y la relaci6n entre las dos inteligencias de da en ese pasaje del orden paradigmitico (términos sincrénicos, intersignificantes y directamente relacionados con la accién) al orden sintagmatico de la narrativa (cardcter diacrénico de la narrativa, com- prensién de las reglas de composici6n de una narrativa basadas éstas en la tradicién). Ricoeur nos dice (Ricoeur, 1994, p. 103) que el trinsito de este orden paradigmati- coal sintagmitico va de la prefiguracién ala configuracién (pasaje de mimese [a Il). Este pasaje del mundo al texto 0 a la narraci6n oral -a la vez, otro mundo- tiene su tiltimo paso (iiltimo en el sentido de la trama, no de que puedan haber nuevas lecturas 0 “escuchas”) en mimese III. 7 Sial inicio Ricoeur coloca el énfasis en el discurso y no en el signo, se tratara aqui de las modalidades de recepcién del oyente o el lector. La relacién entre mimese II y III, establece esas modalidades de recepcién creativa del lector/oyente. {Se trata nuevamente de la apuesta a un lector o oyente “ideal) y por tanto homo- 45 géneo? El mundo del texto/ discurso narrativo y el mundo del lector/oyente presuponen una reconfiguracién creativa (mimese III) y el pasaje de mimese If a mimese III (que marca ese plano de confluencia entre narrativa y reconfiguracién creativa en la recep- ci6n). Esta presuposicién sin embargo, no postula la “idealidad” de un lector/escucha “ho- mogéneo” sino una reconfiguracién a partir de un esquematismo basado en la tradicién Parte de esa tradicién es la que nos ha acostumbrado a diferenciar la narrativa de ficcién de la narrativa hist6rica, Pero es en el “giro hermenéutico” que esa misma tradi- cidn nos puede dar los elementos para descontituir esa diferencia, En primer lugar es en el entrecruzamiento de historia y ficcién que se da la “...refiguracién efectiva del tiempo, convertido asf en tiempo humano...” (Ricoeur, 1996, p. 901). Este tiempo humanizado esta configurado por el cuasi pasado de Ia ficcién, en tanto “...posibles escondidos en el pasado efectivo.”(Ricoeur, 1996, p.917). Pero también la historia es cuasi ficcién porque frente al lector, son las estrategias textuales -el relato animado diria Ricoeur- que consiguen justamente reanimar ese pasado. Ambos, por tanto, lanarrativa ficcional ¢ hist6rica, se encuentran imbricadas “...en el nivel de la elaboracién de la trama.”(Ricoeur, 1999, p.180). ¥ es en dicho nivel, que se constituye esa separa entre ficcionalidad narrativa e hist6rica, asignado “inventarios” diferentes a una y otra. Pero ambas, serdn ilegibles sin la trama, concretamente la trama de la intriga, que activa en sus diferentes grados de mimesis la posibilidad de diferenciacién. Queda por preguntarse: pero quignes son los sujetos concretos que elaboran esas narrativas? {Quiénes son los sujetos que se apropian de ésta: Emerge entonces Ja temdtica de la identidad: una identidad narrativa que “...el sujeto humano alcanza mediante la funci6n narrativa.”(Ricoeur, 1999, p. 215). Se trata de una identidad vista como ipseidad. Ipse y no idem (un mismo). Lejos del dilema de Lo Mismo y lo Otro, la ipseidad significa “El si del conocimiento de si ...”(Ricoeur, 1996, p.998). Esta ipseidad resulta en una reconfiguracién del si-mismo mediante configuracio- nes narrativas en sus aplicaciones reflexivas a este s{-mismo. Este aplicacién que implica una temporalidad — y también una sabidurfa- enriquece ese “frigil vastago, fruto de la union de la historia y la ficcién...” (Ricoeur, 1996, p. 997) — sea una comunidad o un sujeto individual- en el que hacemos la inscripcién de la identidad. De esta manera, la hermenéutica de la sospecha no devuelve al sujeto en tanto “dominante” del sentido, sino como constructor de una trama en la cual los posibles de sentido requieren de su reconstitucién constante —por tanto de creatividad- en esa reapropiaci6n de la tradicién en un tiempo que exige la labor humana para devenir justa- mente eso: tiempo humano. café-libro-café-libro-café-libro-café-libro-café-libro-caté-libro-café-libro-caf i de la ZB, Golo & Deli Lunes a viernes de 11 a 19.30 hs. 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