A la primera promoción de Licenciados/as en Creatividad

Mendoza - Argentina

Barcelona 1 de diciembre de 2003

Como Presidente de la Asociación para la Creatividad, con sede en España, y en

nombre propio, me enorgullece haceros llegar este mensaje de satisfacción, estímulo y
compromiso, en un día en el que la Creatividad se viste de gala para recibir a la
primera promoción de Licenciados en Creatividad.

Al profesorado que ha hecho posible este sueño, por su ilusión, empeño y constancia,
pero sobre todo por su fe en el poder transformador de la creatividad. Un sueño que
comenzó a tejerse en Santiago de Compostela para arraigar en una de las más bellas
ciudades del Planeta, ejemplo de creatividad paradójica. Mi reconocimiento y
admiración a Marisa Porcar, Rosa Fader, Jovita Kemelmajer, entre otras que
consiguieron polinizar la creatividad construyendo un hermoso entorno de frutales y
plantas de gran belleza creadora formado por todos aquellos que han convertido la
creatividad en una forma de vida. Mi felicitación también al MICAT y David del Prado,
estimulador principal de este proyecto.

Espero que lleguen a todos vosotros estas palabras dictadas por el sentimiento. Desde
aquel coloquio improvisado en Mendoza a raíz del Congreso de Educación, me he
sentido más comprometido con vuestas inquietudes. La excursión a las cumbres, dejó
en mi profunda huella al descubrir el origen creativo de la ciudad. Casi atrapado por la
magia de ir sabiendo de vuestros progresos a través del entusiasmo de Grace ( María
Graciela Socaire Alderete), siento que comparto vuestra alegría como algo propio,
porque donde encuentro creatividad, allí estoy yo para seguir aprendiendo.
Si algo pudiera transmitiros lo condensaría en estos tres pensamientos:

La creatividad y la educación son los dos remos que permiten avanzar a las
sociedades, a las organizaciones y a las personas. Los dos se complementan y
debieran ir a la par. Educar en la creatividad representa algo más que dar una
formación en contenidos y técnicas creativas. Comporta sobre todo educar en
actitudes y valores para el cambio constructivo, para la tolerancia y comprensión de
otros puntos de vista para la diversidad cultural. Educar en la creatividad es hacerlo en
la complejidad y la incertidumbre, sacando lo mejor de cada persona.
La creatividad tiene una dimensión social y ética: Creatividad no es solo
originalidad, fantasía, novedad. Es transformar en base a unos valores. Es un bien no

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solo de las personas sino también de las sociedades de los pueblos, de las
organizaciones, de los grupos humanos. Tengo la certeza de que los que hoy
celebráis la promoción de los primeros Licenciados en Creatividad, tenéis un sello
como grupo que le hace distinto del de otros licenciados. Tenéis una misión añadida
de transformación y mejora. Creatividad es hacer algo nuevo y valioso para el bien de
los demás.

Una caja llena de besos: Quienes conozcan mi historia del nacimiento del beso no se
sorprenderán. El tercer punto es con otro lenguaje. Para algo estamos en creatividad
¿no?.
La historia cuenta que hace algún tiempo un hombre castigó a su hija de 5 años por
desperdiciar un rollo de papel dorado para envolver regalos. Estaban muy mal de
dinero y se molestó mucho cuando la niña pegó todo el papel dorado en una cajita que
puso debajo del árbol de Navidad, la niña le trajo la cajita envuelta con el papel dorado
diciendo:
- Esto es para ti, papi.
El padre se sintió avergonzado por haberse molestado tanto la noche anterior, pero su
molestia resurgió de nuevo cuando comprobó que la caja estaba vacía y le dijo en tono
molesto - ¿no sabes, hija, que cuando uno da un regalo debe algo dentro del paquete?
La niña se giró con lágrimas en los ojos y le dijo:
- Pero papi, no está vacía. Le puse besitos hasta que se llenó.
El padre entonces, conmovido, abrazó a la niña y pidió que le perdonara su horrible
manera de proceder.
Un tiempo después, un accidente se llevó la vida de la niña y el padre conservó la
cajita dorada junto a su cama por el resto de su vida. Cuando se sentía solo y
desanimado, metía su mano en la caja y sacaba un beso imaginario de ella.
A todos vosotros, mi admiración y aplausos. Os quiero.
Saturnino de la Torre
Maestro de algunos y alumno de todos