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Jorge Basadre
Me he permitido analizar el mensaje contenido en estas siempre vigentes reflexiones
de nuestro historiador, e identificndome con ella como un simple ciudadano,
ensayar algunas ideas (tal vez recurriendo a lugares comunes), pero que surgen
desde la experiencia personal que le dan cierta validz, y con el nico nimo de
contrastarla en nuestra vida diaria.
Estamos inmersos, desde la niez, en un mundo enfocado en los DERECHOS y
prioritariamente en los derechos, los cuales estamos prestos ha reclamarlos, ha
ejercerlos y defenderlos ya!
Asimismo, tenemos polticas de estado y organismos nacionales e internacionales,
celosos guardianes y garantes de estos valores. As es en una sociedad civilizada;
pero eso, ES UNA PARTE DE LA ECUACION.
Como lo entiende Basadre y como deberamos entenderlo todos, cual imperativo
categrico, el otro elemento de la ecuacion son LOS DEBERES INELUDIBLES,
ejercidos con la misma energa y presteza con que se ejercen los derechos. Pero
como no existe una Organizacion que se ocupe de los DEBERES HUMANOS (pocos
se interezan por la deontologa, ya que no es rentable ni para polticos, juristas ni
ONGs), entonces, estos se reducen como tarea importante para ser ejercitados,
aunque sea, de manera prctica, emprica y voluntarista desde la sede de nuestras
respectivas Familias, en primera instancia.
Por lo tanto, es vlido afirmar que: quien descuida u olvida, abandona, vulnera,
maltrata y violenta a la Institucin Fundamental y BASE DE LA SOCIEDAD que
constituye la Familia, est contribuyendo, perversamente, ha originar los grmenes
de los problemas que lo aquejan. Por ejemplo, la pobreza y la miseria (material y
moral), la ignorancia, la delincuencia..., que luego se convierten en los problemas
sociales vigentes. Aqu est la causalidad.
Cuando en las Familias (pobres o ricas), ejerciendo nuestra autntica autoridad de
padres (que nunca deberamos perderla!), inmunizamos a nuestros hijos con las
vacunas de los VALORES transmitidos con el ejemplo vvido, llos, as noms, NO
SERAN PRESAS FCILES Y VULNERABLES DE LAS ENFERMEDADES
SOCIALES. En ese sentido y basado en la experiencia personal y como testigo de
ejemplos admirables en muchas modestas familias, niego y rechazo, tajantemente, la
falaz teora que sostiene que: "el hombre nace bueno y la Sociedad lo
corrompe". Engao en toda su dimensin, porque eso es alimento corrosivo de la