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Seccién I OBJETO Y DIVISIONES DE LA ECONOMIA POLITICA Y SOCIAL Leccion 12 DEFINICIONES DE A. SMITH Y DE J.-B. SAY 1 tratado de economia politica, es definir la ciencia, su objet divisiones, su caracter y limites. No tengo intencién de eludir. SUMARIO.—1. Necesidad de una definicién. 2. Fisiocracia:°3- ie objeto asignado por Adam Smith a la economia politica: 1° Propercio= nar a la gente un ingreso o subsistencia abundante, 2.° Proveer al-Pstado con un ingreso suficiente. 4. Primera observacién. Ambos objetivos igualmente importantes, pero ninguno de ellos cs el objeto de. una ciencia propiamente dicha. Existe otro enfoque para. la..ecotiomia politica, 5. Segunda observacién. Dos operaciones igualmente tantes pero de distinto cardcter: una de interés material y justicia. 6. La economia politica considerada por J.-B."Say come: simple exposicion de la manera en que se forma, distribuye’y. consume la riqueza. 7. Punto de vista naturatista; permite una refutacion facil: socialismo, pero en parte inexacta. En materia de produccién © disteibucién de la riqueza, el hombre debe elegir las combinaciones mas tiles o equitativas respectivamente. 8. Clasificaciones empiricas:’ 9. Correcciones imperfectas de Blanqui y Garnier. Lo primero que hay que hacer, al comenzar un curso’: obligacién, pero debo advertir que ello es mas dificil y. requiere mas tiempo de lo que pueda suponerse. La definicién de econontia politica todavia no existe. De todas las definiciones disponibles; ninguna ha logrado el consenso general y definitivo que.constitti- ye el signo de las verdades cientificas. Citaré y criticaré, las definiciones mas interesantes, y trataré de proporcionar una. A. Jo largo de esta tarea, tendré ocasién de mencionar algunos nom: bres, titulos de libros y fechas que deben conocerse. 2. Quesnay y sus discipulos constituyen el primer grupo importante de economistas. Poseen una doctrina’ com forman una escuela, Ellos mismos Ilaman a su doctrina Fisioera- cia, es decir, gobierno natural de la sociedad; y esta es la raz6ti por la que hoy dia se les lama fisidcratas. Los prifcipates fisi6cratas, aparte de Quesnay, auter del Tableau économique (1758), son Mercier de 1a Riviére, autor de L’ordre naturet'et essentiel des societés politiques (1767), Dupont de Nemours, aiitor de Physiocratie ou constitution naturelle du governement-te* plus avantageux au genre humain (1767 y 1768), el abad Baudeaw y'Le 139 140 Léon Wairas . Trosne. Turgot pertenece a otra categoria. Se observa, por los titulos de sus obras, que los fisiécratas ampliaron el dominio dela ~ ciencia en vez de reducirlo. La teoria del gobierno natural de la sociedad es menos economia politica que ciencia social. La palabra fisiocracia sera, por tanto, una definicién demasiado amplia. 3. Adam Smith en su Recherches sur la nature et les causes de ia richesse des nations, publicada en 1776, fue el primero que intent6, con un notable éxito, agrupar en un cuerpo de estudio los temas de la economia politica. Sin embargo, hasta llegar a la introduccién al Libro IV, intitulado Des systémes @économie politique, no se-atrevié a dar una definicién de la ciencia, siendo esta la propuesta: «La economia politica, considerada como una de las ramas de la ciencia del legislador o del estadista, persigue dos objetivos distintos: primero, proveer a la . gente de unos ingresos o subsistencia abundantes 0, hablando con mas propiedad, ponerles en situacién de que los consigan por si mismos; segundo, proveer Estado o a la comunidad de ingresos suficientes pata los servicios pablicos. Trata de enriquecer tanto al pueblo como al Soberano®» Esta definicién, dada por quien ha sido Hamado «padre de la. economia politica», no al comienzo, sino hacia la mitad de ‘sii obra, en un momento en que debia tener plena inteligencia dél tema, merece una consideracién cuidadosa. Esta me parece que’ da lugar a dos observaciones principales. 4. Proporcionar a la gente unos ingresos abundantes y al’ ~ Estado unos ingresos suficientes constituyen dos objetivos muy. valiosos; y si la economia politica nos ayuda a lograrlos,. prestara un notable servicio. Pero no me parece que constituyan. objeto de una ciencia en sentido estricto. En efecto, el caracte! la ciencia ptopiamente dicha es la indiferencia total respecto.a consecuencias, ventajosas o perjudiciales, que se derivan de busqueda de la verdad pura. Asi, cuando el geémetra enunci: el tridngulo equilatero es al mismo tiempo equidngulo, o cuando. astrénomo afirma que los planetas se mueven en una érbita elip Elementos de economia politica pura 14 uno de cuyos focos es el Sol, estan. haciendo ciencia propiamente dicha. Es posible que la primera de estas verdades, al: igual que las otras verdades de la geometria, conduzca a resultados:de’ gran valor para la carpinteria, para la canteria y para toda la‘arqui- tectura y la construccién; es posible que la segunda verdady:y todo el cuerpo de verdades de la Astronomia, sean de la-tayor importancia para la navegacién; pero ni el carpintero,; el albafiil, ni el arquitecto, ni el navegante, ni siquicra qu hicieron Ja teoria de la carpinteria, de la canteria, dela: arqui tectura o de la navegacion son cientificos o creadores de en el sentido estricto del término. Los dos objetivos de que: A. Smith no son andlogos a los del gedmetra y el mo, sino a los del arquitecto y el navegante. Por tanto, economia politica es lo que dice A. Smith, y nada mas q constituiria con seguridad un estudio muy interesante, ‘pero ‘no una ciencia en sentido estricto. Por esto es preciso afirmar: la economia politica es otra cosa de lo que dijo A: Smith.:-El economista, antes que proporcionar .a la gente unos’ ingresos abundantes o al Estado unos ingresos suficientes, debe: persezuir y captar las verdades puramente cientificas. Esto es lo que: el economista al enunciar, por ejemplo, que el valor de las cosas tiende a aumentar cuando la cantidad demandada aumenta o cuando la cantidad ofrecida disminuye, y que dicho valor tiende a disminuir en los dos casos contrarios; que el tipo de interés disminuye en‘tma sociedad progresiva; que el impuesto que grava la renta de la-tiérra recae en su totalidad sobre el propietario sin afectar al precio-de los productos de la tierra. En todos estos casos, y en muchos otres,:el economista trabaja en el campo de la ciencia pura. El mismo:A. Smith lo hizo asi. Sus discipulos Malthus y Ricardo, el primero:en su Essai sur le principe de population (1798) y et segundo ¢n:siis Principes de économie politique et de limpét (1817)-lo-hiciéron en mayor medida. La definicion de A. Smith es, por tanto, ‘incom- pleta porque omite mencionar el objeto de la economia politica como ciencia propiamente dicha. En efecto, decir que et objeto:de la economia politica es proporcionar. a la gente unos ingresos abundantes y al Estado unos ingresos suficientes, es como'decir que la geometria tiene por objeto construir casas sélidas y:queda astronomia tiene por objeto navegar con seguridad.por los: mares. Esto es, en una palabra, definir una ciencia por sus aplicaciones. oo 142 Léon Walras » 5. Esta primera observacién sobre la definicién de A. Smith se refiere al objeto de la ciencia; tengo otra, no menos importante, que hacer respecto a su cardcter, Proporcionar a la gente unos ingresos abundantes y al Estado ingresos suficientes son dos operaciones igualmente importantes, igualmente delicadas, pero de muy distinto caracter. La primera consiste en situar la agricultura, la industria, ef comercio en tales © cuales condiciones determinadas. Segiin estas condiciones sean favorables 0 desfavorables, la produccién agricola, industrial y comercial sera abundante o escasa. Asi, se ha observado que en €pocas pasadas, bajo el sistema de corporaciones, gremios. y maestrias, reglamentaciones comerciales y aranceles, la industria languidecia y se estancaba; y es evidente hoy dia que bajo el régimen opuesto de libertad de empresa y de comercio, la industria crece y prospera. Digamos lo que digamos sobre los defectos de la primera situacién y las ventajas de la segunda, nuestro juicio se apoya en ambos casos tan solo en consideracio. nes de interés material, que ha sido dificultado o favorecido; pero la justicia no se ha visto afectada por ello. El problema és totalmente distinto cuando se trata de Proporcionar al Estado: un ingreso suficiente. En efecto, esta es una operacion que consiste en deducir de las rentas individuales lo necesario pata constituir el ingreso de la comunidad. Esto tiene lugar bajo condiciones buenas o malas. Pero segén que estas condiciones sean buenas 0 malas, no se concluye solamente que los ingresos del Estado sean. suficientes 0 insuficientes, sino también que los individuos: son tratados con equidad o sin ella: con equidad si todos contribuyen, cada uno segiin sus posibilidades, y sin equidad si unos resultan sacrificados y otros privilegiados. De este modo, en el pasado; algunas clases fueron eximidas de cargas fiscales que pesaban. exclusivamente sobre otras clases. Hoy dia esto constituye und: injusticia flagrante. Por lo tanto, Proporcionar a la gente. unos: ingresos abundantes constituye un problema de utilidad practica;: mientras’ que proveer al Estado de un ingreso suficiente, es:um- problema de equidad. La utilidad practica y la equidad, el interés: material y la justicia, son dos consideraciones de orden muy: distinto®, y A. Smith deberia haber puesto en evidencia. esta’ diferencia diciendo, por ejemplo, que el objeto de la economia politica es, en primer lugar, mostrar las condiciones para‘ Elementos de economia politica pura $43 produccién de un ingreso social -abundante y, después, ‘las condiciones precisas para un reparto equitativo del. itigreso Pproducido entre los individuos y el Estado. La definicion' habéia sido mejor; pero todavia seguiria dejando de lado- la ‘parte verdaderamente cientifica de la economia politica®, 8 6. Jean-Baptiste Say quien, en el orden historico es, después de Adam Smith, el nombre més ilustre de la economia politi dijo refiriéndose a la definicién de su predecesot: «Prefiero que el objeto de la economia politica e8 dar a conocer los mi por los cuales ja riqueza se produce, distribuye y consumes. ¥, en efecto, su obra, cuya primera edici6n aparecié en 1 mientras que la segunda, detenida por la censura del Cons u no fue publicada hasta la caida del primer Imperio, se Traité Péconomie politique ou simple exposition de la maniere dont se formen, se distribuent et se consomment les richesses®. Bi definicién, y tas divisiones que ha consagrado, han sido ‘amy mente aceptadas y seguidas por los economistas. Son las seguramenté, uno se siente mas tentado a considerar | clasicas. Pero me atrevo a no aceptarlas, y precisamente motivo que les ha proporcionado su éxito. 7. Es evidente a primera vista que la definicién de J.-B: Say no sdlo es diferente de la de A. Smith sino que es, en cierto sentido, exactamente la opuesta. Mientras que siguiendo aA: Smith toda la economia politica seria un arte mds que una cientia (84), segin J.-B. Say seria una ciencia natural. Parece después' de esto que las riquezas se producen, se distribuyen y se consumen;’si no espontaneamente, al menos de una manera de alguna’ fotma independiente de la voluntad humana, y que toda la econoniia Politica consiste en la simple exposicién de esta manera dé produccién, distribucién y consumo. ss Lo que ha seducido de esta definicién a los economistas es, precisamente, este exclusivo cardcter de ciencia natural’ que proporciona a toda la economia politica. Este punto de -vista'les ayuds, en efecto, particularmente en su lucha contra {os socialis- tas. Todo plan de organizacién del trabajo, todo plan: de organizacion de la propiedad, fue rechado a priori por: ellos--y; 144 Léon Walzas por asi. decirlo, sin discusi6n, no porque estos planes fuesen contrarios al bienestar econédmico o a la justicia social, sino simplemente porque eran arreglos artificiales encaminados a sustituir lo que es natural. Ademas, este punto de vista naturalista fue tomado por J.-B. Say de los fisidcratas inspirandose en la formula laissez-faire, laissez-passer, que resumia su doctrina en materia de produccién industrial y comercial. Esta es la causa que le ha valido a esta escuela econdémica el epiteto de fatalista por parte de Proudhon, y, en efecto, no es facil creer hasta qué extremo han Hlevado sus conclusiones. Para percatarse de ellos es preciso leer ciertos articulos del Dictionnaire de Péconomie politi- que tales como los titulados Concurrence, Economie politique, Industrie, redactados por Charles Coquelin, 0 el articulo Morale de André Cochut®, donde se encuentran los pasajes mas significativos. Desgraciadamente este punto de vista es tan falso como comodo. Si los hombres no fueran mds que animales de una especie superior, como las abejas que viven y trabajan juntas de forma instintiva, la descripcién y explicacién de los fendmenos sociales en general y de los fenédmenos de la produccién, distribuci6n y consumo de ia riqueza en particular, constituirian una ciencia natural que no seria, a decir verdad, mas que una rama de la historia natural, una simple consecuencia de la histo- ria natural de las abejas. Pero todo esto es erréneo. El hombre es una..criatura dotada de raz6n y libertad, capaz de iniciativa y de progreso. En materia de produccién y distribucién de la riqueza, como en general en todo tema de organizacién social, elige entre - lo. mejor y lo peor y tiende cada vez mag a elegir lo mejor. Es asi. como. el hombre ha progresado desde un sistema corporativo, de reglamentaciones comerciales y precios regulados, a un sistema de libertad. industrial y comercial, a un sistema de laissez-faire.-y. laissez-passer, de la esclavitud a la servidumbre y de ésta al trabajo asalariado. Las formas mas recientes son superiores a las antiguas no. precisamente por ser més. naturales (ambas son artificiales, y las iltimas atin mds que las antiguas, puesto que surgicron més tarde), sino por ser formas més favorecedoras del interés. material y la justicia. Sdlo tras la demostracién de esta mayor-adecuacion puede justificarse la adhesién al laissez-faire, laissez-passer. Y sdlo si se demuestra, en su caso, que son Elementos de economia politica pura EAS contrarias al interés material y a la justicia, pueden recharzarsé las formas socialistas. Z 8. Inferior a la definicién de A. Smith, que sdlo es incomple- ta, la de J.-B. Say es, pues, inexacta. Y afiado que las divisiones:del tema que resultan de la definicién de Say son absolutamente empiricas. Aunque las teorias de la propiedad y de la imposicién no son en realidad mas que las dos mitades de la teoria la distribucién de la riqueza social entre Jos hombres en considerados en la primera como individuos y en la colectivamente como Estado; y pese'a que ambas dependen esencialmente de los principios éticos, Say. separa. ambas, do una, la teoria de la propiedad, a la de la produccién, y la: otra, la de la imposicién, a la teoria del consumo, elaborando:-ambas desde un punto de vista exclusivamente econdmico. Por ‘otra parte, la teoria del valor de cambio ‘que tiene claramente: el caracter de un estudio sobre fendmenos naturales, resulta it por Say en la teoria de la distribucion. Es cierto que los discipulos de Say no han considerado con demasiada seriedad estas cat rias, y algunos de ellos, con un grado ‘no inferior de arbitras clasifican la teoria del valor de cambio dentro de la teoria produccion, mientras que otros incluyen ladela propiedad ¢ de la teoria de la distribucién. Es asi como" hoy dia se ha ensefia la economia politica; pero {no hay motivos: sufi para sostener que esta estructura esta rota, que no subsiste que su apariencia, y que en tal estado’ de cosas el derecho primer deber del economista es formular Ia filosofia de su 9, El defecto de la definicion de J.-B. Say ha sido ol do por algunos de sus discipulos, pero nada han hech remediarlo. Adolphe Blanqui ha dicho: «Es en Alemania y Francia donde los economistas se han separado. medida del verdadero terreno que boy dia generalmente se asigna a la politica. Algunos economistas han tratado de hacer de ella una ciencia' otros han intentado constrefiirla a limites exiguos y vilgares. La lucha que. existe en Francia entre estas dos opiniones extremas se centra en la cuestion de si la economia politica debe considerarse como la exposicion de lo que es 0 coma. el programa de lo que deberia ser, es decir, como una ciencia natural o conio.una ciencia moral, Nosotros creemos que participa de ambos caracteres...»™. : | | | 146 Léon Wairas Es por este motivo, excelente para condenarla, por el que Blanqui aprueba la definicion de J.-B. Say. Después de Blanqui, Joseph Garnier ha dicho: «La economia politica es, a Ja vez, una ciencia natural y una ciencia moral; “ desde estos dos puntos de vista, la economia politica constata qué es y qué deberia ser segiin el curso natural de las cosas y en conformidad con la idea de justicia.» En consecuencia, J. Garnier propone modificar la definicién de J.-B. Say mediante una pequeiia adicion, diciendo que: «La economia politica es la ciencia de la riqueza, es decir, la ciencia que trata de determinar cémo es la riqueza y cémo deberia ser mas racionalmente (natural, equitativamente) producida, intercambiada, distribuida y utilizada en interés tanto de los individuos como de la sociedad en su conjunto™,» J. Garnier hace en este texto, para salir del atolladero de su escuela, un esfuerzo serio y verdaderamente meritorio. Es de todos modes singular que no se percatara enseguida de cudn bizarro ¢ incoherente es el resultado de esta amalgama que nos propone, mezclando dos definiciones en una sola. Este es un ejemplo curioso de las deficiencias filoséficas de los jovenes. economistas franceses que compensa y anula muchas de: sus cualidades intelectuales y, entre las mas importantes, su claridad y_ precision, », ~Como puede ser la economia simultaneamente. una. ciencia natural y una ciencia moral? iCéomo puede entenderse una. ciencia tal? Existe, por una parte, la ciencia moral cuya finalidad es.determinar como deberia distribuirse la riqueza lo mas equitativamente posible y, por otra parte, una ciencia natural cuya finalidad es determinar cOmo es producida la riqueza de la forma mas natural posible. En suma, de la definicion de J.-B..Say. retrocedemos, como se ha visto, a la de A. Smith (§ 5), y por ello la verdadera ciencia natural siempre se nos escapa. La buscaremos por nuestra propia cuenta. Si es preciso, separaremos la economia politica en uma ciencia natural, ciencia moral y un arte. Y para ello debemos primero distings i entre ciencia, arte y ética™, Leccién 2.? DISTINCION ENTRE CIENCIA, ARTE Y ETICA SUMARIO.—10. El arte aconseja, prescribe, dirige; la ciencia observa, describe, explica. 11. Una cosa es la distincién entre ciencia y arte, otra, la distincién entre teoria y prictica. 12. La ciencia ilumina al arte;.el arte aplica la ciencia. 13. Los resultados suministrados por una: iluminan muchas artes; un arte puede aplicar los resultados suministra- dos por muchas ciencias. 14-15, Distincién excelente pero insuficiente. 16. La ciencia, estudio de hechos. 17. Primera distincién; los fendmenos naturales tienen su origen en el juego de las fuerzas de la na fendmenos humanos se derivan del ejercicio de la voluntad del hombre. Ambos tipos de fenémenos son. objeto de la ciencia pura (ciencia propiamente dicha e historia). 18. Segunda distincién: los, fenomenos humanos industriales, o de relaciones entre personas y cosas; fos fendmenos humanos morales, o de relaciones entre personas. 19. Les fendmenos industriales, objeto de la ciencia aplicada o del arte. ‘Los fenémenos morales objeto de la ciencia moral o de la ética. 20..La veracidad, la utilidad y la bondad, criterios respectivos de la ciencia, el arte y la ética. 10. Hace algunos afios, Charles Coquelin, autor de ‘un excelente Traité du crédit et des banques" y uno de los colabora- dores mas activos y estimables del. Dictionnaire de Péconomie politique™, constataba en el articulo «Economie politique» de dicho diccionario que la economia politica aun estaba por definir. En apoyo de esta afirmacién citaba las definiciones de A. Smith y J. B. Say, ya comentadas, y las de Sismondi, Storch y Rossi, mostrando sus diferencias, sefialando que ninguna de ellas habia logrado una aceptacion general y demostrando incluso que obras. Tras esto Ch. Coquelin puntualizé juiciosamente que antes de definir la economia politica, era preciso preguntarse si é a ciencia 0 un arte, si puede ser simulténeamente ambas cosas. y que, antes que cualquier otra cosa, era preciso distinguir entre el arte y la ciencia. Sus consideraciones sobre este tema son de una exactitud sorprendente, y puesto que el problema se encuentra hoy dia en el mismo estado, nada mejor que citarle: «El arte (dice) consiste... en una serie de preceptos o reglas que deben, cumplirse; la ciencia en el conocimiento de ciertos fendmenos o' ‘relacidies observadas o descubiertas... Fi arte aconseja, prescribe, dirige; la ciencia observa, 147 148 Léon Walras describe, explica. Cuando un astronomo observa y describe el curso de los astros, hace ciencia; pero cuando de sus observaciones, una vez realizadas, deduce reglas aplicables a ta navegacién, esta haciendo arte... Por tanto, observar y describir los JAenémenos reales es ciencia; dictar normas, prescribir reglas, es arte.» 11. El autor afiade en una nota una observacién que acaba de precisar esta diferencia y que también merece citarse: «La verdadera distincién (dice) que establecemos entre ciencia y arte no tiene mada que ver con la que, correcta o incorrectamente, se hace entre teoria.y Piictica. Existen teorfas tanto del arte como de la ciencia, pero sélo de las primeras puede decirse que en algunos casos se encuentran en conflicto con la prdctica. El arte dicta reglas, pero reglas de cardcter general, y no es irrazonable suponer que estas reglas, aunque sean correctas, puedan estar en desacuerdo con la practica en ciertos casos particulares. Pero no puede decirse lo mismo de la ciencia, que nada ordena, que nada aconseja, que nada prescribe, que se limita a observar y explicar. {En qué sentido puede decirse que 1a ciencia entra en conflicto con la prictica?» 12. Habiendo distinguido el arte de la ciencia, Coquelin indica claramente sus respectivas funciones ¢ importancia: «Estamos lejos (dice) de quejarnos o de encontrar extrafio que se trate ‘de inferir de las verdades cientificas, una vez bien observadas y deducidas, reglas aplicables a la conducta del quebacer humano. No es bueno que las verdades cientificas permanezcan estériles, y la tinica forma de utilizarlas es hacer de ellas el fundamento de un arte. Existen, entre la ciencia y cl arte, como ya hemos dicho, estrechos parentescos. La ciencia ilumina al arte, corrige sus procedimientos, alumbra y dirige su camino; sin la ayuda de 1a ciencia el arte no podria caminar més que a ciegas, tropezando a cada paso. Por otra parte, es el arte el que:hace fructiferas las verdades cientificas que, sin ef mismo, resultarian estériles. Casi siempre e] mévil principal del trabajo de los cientificos es la aplicacion. prdctica, de sus descubrimientos. El hombre no estudia, més que en raras ocasiones, por: el puro placer del conocimiento; generaimente trabaja buscando una utilidad’a sas trabajos, y esta utilidad s6lo puede lograrse a través del arte.» 13. Pero Coquelin no insiste menos en la distincién que debe mantenerse entre la ciencia y el arte, y en apoyo de la misma hage una Ultima observacién digna de mencionarse: 128 «Es esencial (dice) insistir en la distincion que acabamos de hacer, porque si bien es cierto que la ciencia y cl arte tienen numerosos puntos de contacto, no lo es menos que sus radios y circunferencias sc encuentran lejos de ser idénticos. Las aportaciones de una ciencia pueden ser utilizadas algunas veces por distintas artes. Elementos de economia politica pura ~ + 149 Asi la geometria, o ciencia de las relaciones espaciales, ilumina‘o dirige ¢f trabajo del agrimensor, del ingenicro, del artillero, del navegante, del constructor.de buques, del arquitecto, etc. La quimica ayuda tanto al boticario.como. al y a un gran ndmero de profesiones industriales. {Qué podria decirse tam! distintas artes que se benefician de los descubrimientos generales de |: Reciprocamente, un arte puede utilizar informacion proveniente de varias ck y este es el caso, por no citar mas que un ejemplo, de la medicina o arte de’curar, que utiliza simulténeamente los logros de la anatomia, la fisiologia, la cronies Je fisica, la botdnica, ete.» 14. Por iltimo, Ch. Coquelin trata también de demi ia como la distincién entre ciencia y arte puede ser de apl afortunada y fecunda para la definicién de la economia politi y para la clasificaci6n de los temas econdmicos, afiadiendo: «gTrataremos... a partir de ahora de establecer una separacién mds neta la ciencia y el arte, dandoles distintos nombres? No; es suficiente para fines hacer que la diferencia sea clara: el tiempo y una mejor comprensién det! ‘ema hardin el restos» Esta reserva es sorprendente. Es singular el hecho-de:q escritor, tras haber tenido una idea tan certera, renuncie-volunta- riamente al honor y la satisfaccién que habria conseguido desarrollandola. Pero hay algo mas curioso atin: el autor: tratacen realidad, aunque diga lo contrario, de separar el arte de la'ciencia econémica en su discusi6n sobre el verdadero objeto: dela economia politica, pero lejos de eliminar la confusion sobre'la:que Ilama la atencién, la agudiza ain mas considerande :como cientificos elementos pertenecientes a. la esfera del arte»-por adherirse a una concepcion de los fendmenos industriales:.dema- siado imbuida del punto de vista naturalista y fisidcrata que‘he reprochado a J.-B. Say (§7), y del que sus discipulos .no:son capaces de desembarazarse. Asi sucede ciertamente-.cuando:se pregunta, jes la riqueza el objeto de la ciencia econémica, o:le-es:la industria, fuente. de la riqueza?, y cuando se interroga, {por qué se ha considerado como objeto de estudio de la economia. politica’ la riqueza en vez de la industria humana? y, jcudles. han sido:tas Consecuencias de este error?, 0 cuando sefiala por ultimo come:el Cardcter definitivo de la ciencia econdmica set una ramasdé-a historia natural de la humanidad. Es imposible llegar mas. lejos en el error tras precauciones tan minuciosas. 150 Léon Walras 15. Este resultado es como para hacer creer que la idea misma de la distincién entre ciencia y arte no es apropiada para nuestro objetivo. Y, sin embargo, la distincién es perfectamente aplicable a la economia politica. Es suficiente un instante de reflexi6n para convencer a cualquiera que se encuentre libre de prejuicios sectarios de que existe una teoria de la riqueza, es decir; de valor de cambio y del intercambio, que es una ciencia, y una teoria de la produccién de la riqueza, es decir, de la industria agricola, manufacturera y comercial, que es un arte. Solamente debe afiadirse que esta distincién, aunque valida, es al mismo tiempo insuficiente porque no tiene en cuenta la distribucién de’ ja riqueza, Para convencernos de inmediato, recordemos la observacién de Blanqui cuando formula que ja economia politica puede consideratse a la vez como la exposicién de lo que es y como el programa de lo que debe ser. O que lo que debe ser puede considerarse bien desde el punto de vista de la utilidad o- del interés material, bien desde el de la equidad o la justicia. Lo que debe-ser desde el punto de vista del interés material es el objeto de la cieneia aplicada o arte; lo que debe ser desde el punto de vista. de ta justicia, es el objeto de la ciencia moral o ética. Es evidente. que lo que preocupa principalmente a Blanqui y a Garnier es:lo que debe ser desde el punto de vista de la justicia, ya que hablan: de la economia politica considerada como ciencia moral, de-la idea del-derecho y de la justicia, de la forma en que la riqueza debe ser mas equitativamente distribuida (§9). Es, por el contra: tio, evidente que este punto de vista escapo a la considcracién de. Coquelin que, en tanto sefialé la distincién entre arte y ciencia;:no apunt6 la necesidad de distinguir entre arte y ética®. Pues. bien nosotros nada olvidamos, y consideramos la cuestién en todos‘sus' aspectos haciendo la distincién de una forma racional, completa. y definitiva®. 16. Hemos de distinguir entre la ciencia, el arte y la ética. Se trata, en otras palabras, de trazar un esquema de la filosofia deda ciencia en general, para asi llegar a la filosofia de la economia politica y social en particular. Es una verdad hace mucho tiempo demostrada por la filoso! platonica que la ciencia no estudia entidades corpéreas sino-iés. Elementos de economia politica pura 451 fenédmenos que tienen lugar en -ellas. Los cuerpos pasan; los hechos permanecen. Los universales, sus relaciones-y: sus -teyes; ese es el objeto de todo estudio cientifico. Ademas, las ciencias'sélo pueden diferir en razon de la diferencia entre sus objetos'o eiitre los fendémenos que estudian. Por tanto, para distingwit’ las distintas ciencias, es preciso diferenciar los fendmenos de: que’ Se ocupan. 17. Lo primero a tener en cuenta es que los fendmenos-que se producen en el mundo pueden clasificarse en dos. categorias: unos tienen su origen en el juego de las fuerzas de la naturaleza que son ciegas e ineluctables; los otros se originan en el ejercicio de la voluntad del hombre que es una fuerza cognitiva y librey Los fendmenos del primer tipo tienen por escenario la naturaleza’y por ello los Ilamaremos fenémenos naturales; los del seguado'tipo tienen por escenario la humanidad y por eso los clasificarenies como fenémenos humanos. Junto a las fuerzas ciegas e ineluctables de la naturaleza, existe en el universo una fuerza autoconsciénte’e independiente: la voluntad humana. Puede que esta fuerza niw'sea tan consciente y duefia de si como ella misma cree: Sélo tras.su- estudio lo podremos decir. Por el momento, poco importa? to esencial es que es consciente y duefia de si misma, al -meriés dentro de ciertos limites, y esto implica una profunda diferencia entre los: efectos de esta fuerza y los de las demas. Es claro qixé, por lo que respecta a los efectos de las fuerzas naturales, no puede hacerse otra cosa que identificarlos, verificarios y explicatlos mientras que, por lo que se refiere a los efectos de la voluritad humana, por el contrario, no sélo es posible identificarlos, verificarlos y explicarlos sino que, una vez hecho esto, pueden controlarse®. Esto se deduce claramente del hecho de qué-las fuerzas naturales no son conscientes de sus acciones y, mucho menos atin pueden actuar de otra forma de la que:lo“hacen, mientras que la voluntad humana, por el contrario, es consciente de sus actos y puede actuar de muchas formas. Los efectos de‘las fuerzas naturales seran, por tanto, el objeto de io que se llamara ciencia natural pura o ciencia propiamente dicha. Los efectos -dé'la voluntad humana seran objeto, en primer lugar, de un estudio que se denominara ciencia moral pura o historia, y después; de“un andlisis que tendra otro nombre, bien arte, como véerémos 152 Léon Walras enseguida, bien ética. Asi se justifica ya la distincion de Ch. : Coquelin entre la ciencia y el arte §10) El arte «aconseja, prescribe, dirige» porque tiene por objeto los hechos que se originan en el ejercicio de la voluntad humana, y siendo ésta, al menos hasta cierto punto, cognitiva y libre, cabe aconsejarla, prescribirla tal o cual conducta, y dirigirla. La ciencia «observa, describe, explica» porque tiene como objeto los hechos originados por el juego de las fuerzas de la naturaleza y, siendo éstas ciegas e ineluctables, no puede hacerse otra cosa que observar, describir y explicar sus efectos. 18. Volvemos asi de nuevo, no empiricamente como Coque- lin, sino de forma metddica por medio de ia consideracién del cardcter libre y cognitivo de la voluntad humana, a la distincion entre ciencia y arte. Se trata ahora de distinguir el arte de la ética. La misma consideracion de la cognicién y libertad de la voluntad humana, o al menos una consecuencia de este cardcter, nos proporciona el principio que permitird hacer una division de los fendmenos humanos en dos categorias. El hecho de que la voluntad humana sea cognitiva y libre divide a-todos los seres del universo en dos grandes clases: las personas y las cosas. Todo ser que no se conoce y no es duefio de si mismo, ¢s una cosa. Todo ser que se conoce y es duefio de si mismo es una persona. El hombre se conoce y es duefio de si mismo; es una persona. Sdlo el hombre es una persona; los iminerales, las plantas, los animales, son cosas. El fin de las cosas esté racionalmente subordinado al de las personas. La cosa no se conoce a si misma, no se pertenece, no es responsable de la biisqueda de su fin, de la realizacién de su destino. Igualmente incapaz de vicio y de virtud, la cosa siempre ~ es.totalmente inocente; puede asimilarse a un puro mecanismo: En. este sentido los animales son como los minerales y los Yegetales: su instinto no es mas que una fuerza ciega e ineluctable, como toda fuerza natural. La persona, por el contrario, por el hecho de conocerse y ser duefia de si misma, se encuentra obligada a la bisqueda de su fin y es responsable de la realizacién de su destino, ser meritoria si lo lleva a cabo, y censurable en el caso opuesto. Tiene, por tanto, una capacidad ilimitada de subordinar el fin de las cosas al suyo propio. Esta capacidad, esta Elementos de economia politica pura 153 libertad, reviste un cardcter particular: es un poder moraly:in derecho. Este es el fundamento del derecho de las personas-sobre las cosas. x Pero si bien el fin de todas las cosas est4 subordinado “ald todas las personas, en cambio el destino de una persona-cualquie- ra no esta subordinado al de ninguna otra. Si no existiera-mids que un hombre sobre la tierra, seria el sefior de todas: las’ cosas. Pero no es asi, y todas las personas que existen, siendo“tan personas, unas como otras, son igualmente responsables‘de ‘la busqueda de su fin y de la realizacién.de su destino. Todos estos fines, todos estos destinos, deben coordinarse los unos :con.los otros. Este es el origen de la reciprocidad de los derechos"y deberes entre las personas. MERE 19. De todo lo dicho se deduce que existe una diferencia profunda dentro de los fenémenos humanos. Pueden distinguirse, por una parte, los que resultan de la voluntad, de la actividad:del hombre ejercida con respecto a las fuerzas naturales; ditho:.de otra forma, las relaciones entre personas y cosas. Por otra parte se encuentran los fenémenos humanos que resultan de la voluntad, de la actividad del hombre ejercida con respecto a la-voluntad;:a Ja actividad de otros hombres; dicho de otra forma, las relaciones entre personas. Las leyes de estas dos categorias de fendémenos son esencialmente distintas. El objetivo de la voluntad del hombre ejercida sobre las fuerzas naturales, es decir, el objeto deslas telaciones entre personas y cosas, es la subordinacién del: fin de jas cosas al de las personas. El objetivo de la voluntad del hombre ejercida sobre la voluntad de otros hombres, es decir, el objeto de las relaciones entre personas, es la mutua coordinacion de sc emplean en su general de escaso y escasez. Véase Leccién 8.*, nota del traductor (7) y $101. * Los simbolos entre paréntesis que siguen a cada cita de la correspondericia no publicada son nimeros de referencia que identifican los manuscritos conserva- dos en los Fonds Walras clasificados de la Bibliothéque Cantonale ct Universitaire de Lausanne (Suiza), tal y como aparecen en un «Inventaire Sommaire» escrito a maquina. Las cartas a Walras son las que realmente recibié; las de Watras son sus propios borradores que conservé y que siempre resultan dificiles de descifrar, En las citas de estas ultimas cartas, aqui s6lo se da su versién final, ignorandose los pasajes tachados. (Véanse mis notas describiendo estos manuscritos ‘en «La, correspondance compléte de Cournot et Walras», Economie Appliquée, vol. V, nim. I, enero 1952, pags. 5-7.) we 174 William Jaffe ® Véase §75. ©) Cf Francis Bacon, Novum Organum, I, 129, «Naturae cnim non imperatur, nisi parendo», LECCION 42 ® Véase §19. © CE John Stuart Mill, Principles of Political Economy, Libro I, Capitulo 1, L ® P. J, Proudhon, Systéme des contradictions économiques ou philosophie de la misére, 2.* edicion, Paris, Garnier Fréres, 1850, vol. I, pags. 63-64: «Pour le surplus, je suis prét a reconnaitre les effets heureux du mécanisme propriétaire; mais Jobserve que ces effets sont entiérement couverts par les miséres qu'il est de la nature de ce mécanisme de produire: en sorte que, comme Pavouait naguére devant le parlement anglais un illustre ministre, et comme nous le démontrerons bientét, dans la societé actuelle, le progrés de la misére est paralléle au progrés de la richesse./.», Frédéric Bastiat, Harmonies économiques, Paris, Guillaumin, 1850, traduci- do. al inglés de la 2.* edicién (1851) por Patrick James Stirling bajo el titulo Harmonies of Political Economy, Londres, J. Murray, 1860: «.... los intereses legitimos estén en armonia. Esta os la idea predominante de mi trabajo...», pag. 1. COTEJO DE EDICIONES* LECCION 1" @ Final de la Leccion 17 en la 1.* edicién. _ © En la 1. edicién la frase dice: ‘Et, pour cela, nous allons, au préalable, distinguer Fart de la science et la science morale de la science naturelle’. El cambio se introduce en la 2.* edicién. Final de la Leccion 2.* en la 1 edicion. LECCION 2° @ En la 1." edicién ia cldusula final de esta frase dice: ‘..i1 oublie compléte- ment de signaler aussi celle[la distinction] 4 faire entre Part, la science et la morale’. El cambio se introduce en la 2* edicion. () Final de la Leccion 3.* en la 1." edicién. © En la 1.* edicién sc lee: ‘Il est claire que, pour ce qui est des effets des forces naturelles, il n’y a rien autre chose 4 faire qu’a les reconnaitre, les constater, les expliquer, et que, quant aux effets de la volonté humaine, au contraire, il y a lieu de les gouverner.’ El cambio se introduce en la 3.* ediciGn. ) Final de la Leccién 4." en la 1." edicion. LECCION 32 © En fa 1. edicién, en vez de las dos frases precedentes puede leerse: ‘Dé méme ici la rareté et fabondance ne s’opposent pas Pune aTautre: ta rareté n'est * Véase pig. 173, nota a pie de pagina. N Notas 175 ywune abondance moindre, ou, pour mieux dire, _Pabondance rest. qu'une thoindre rareté. Une chose est rare, en économie politique, dés qu’ elle est utile et limitée en quantité, exactement comme un corps a de la vitesse, en mécanique, dés gil parcourt un certain espace en un certain temps.’ El cambio se introduce. en la * ediciér in. (b} Final de la Leccién 5." en la 1* odicion. 2° edicié (©) Esta frase aparece por vez primera en la 2.° edicion. . ©) £n la 1 edicién, en vez de las dos frases precedentes puede leerse: “Les sciences naturelles propement dites décrivent purement et simplement la nature, elies ne sortent pas de l'expérience.’ E1 cambio se introduce en la 2° edicién. © Final de la Leccién 6.* en la 1." ediciéa. LECCION 4” (@) En la 12 edicién el resto de la frase se lee: ‘jusqu’d un certain point. Eliminado en la 4° edicién. ; (6) Final de la Leccién 7.” en Ja 1* edicién. _. . : © En la 1* edicion se lee: ue je ne veux pas dissimuler’; cambiado en la 4. edicién por ‘que je veux signaler’. . @ Final de la Leccion 8" en la 1* edicién. Seccion TL TEORIA DEL INTERCAMBIO DE DOS MERCANCIAS Leccion 5.* . DEL MERCADO Y DE LA COMPETENCIA. . PROBLEMA DEL INTERCAMBIO DE DOS MERCANCIAS SUMARIO.—40. Riqueza social, conjunto de cosas valiosas:¢ anter- cambiables. 41. Valor de cambio, propiedad que poseen las cosas. de-ser obtenidas y cedidas en proporciones cuantitativas determinadas. las unas por las otras, Mercado, lugar donde se realizan los intercambios. Anilisis del mecanismo de la competencia. 42-43. Mercado bursatil: Demanda y oferta efectivas. Igualdad de ta oferta y la demanda;’prévio corriente estacionario®). Exceso de la demanda sobre la oferta, elendcién [[del precio corriente estacionario}}. Exceso de oferta sobre.la deman- da, disminucién, 44, Mercancias (A) y (B). Ecuacion mv,=nv», Preck ¥ Po. 45. Demandas y ofertas efectivas Ds, Oz, Ds, Os. Teoretni: =DazPs, Oa=Dyp». La demanda, fendmeno principal, la oferta no accesorio, 46. Teorema: D./O,=0,/Ds. 47. Hipotesis de la igualdad. de la oferta y la demanda, o de equilibrio. 48. Hipotesis. de. la desigualdad de la oferta y la demanda. El alza o la baja del. hacen disminuir o aumentar la demanda. {Efecto sobre la’ ofert 40. En nuestras consideraciones generales preliminares(§20), habiamos definido la riqueza social como el conjunto.de-las cosas materiales e inmateriales que son escasas, es decir, que son-a‘la vez utiles y limitadas en cantidad, y demostramos que todas‘las cosas escasas, y sdlo ellas, tienen valor y son intercambiables: Aqui actuaremos de forma diferente. Definiremos la riqueza social como el conjunto de cosas materiales ¢ inmateriales que tienen valor y son intercambiables, y demostraremos que todas las‘cosas valiosas ¢ intercambiables, y solo ellas, son a la. vez “utileg: y limitadas en cantidad. Ibamos, en el primer caso, de la causa“al efecto; iremos, en ei segundo, del efecto a la causa. Es claro’ tie; una vez que hemos establecido el encadenamiento de los fendtiie: nos de la escasez y el valor de cambio, somos libres. pata razonar en la direccion que deseemos. Pienso, sin embargo, que’ en'‘el estudio sistematico de un fenémeno general como el del-valorde cambio, el examen de su naturaleza debe preceder a la investiga- cién de su origen. et 41. El valor de cambio es la propiedad que tienen: ciertas cosas de no ser obtenidas o cedidas gratuitamente, sino ‘de ‘ser compradas y vendidas, recibidas y entregadas en proporeiones 179 180 Léon Walras Cuantitativas determinadas a cambio de otras cosas"), E] compra- dor de una cosa es el vendedor de aquella que da a cambio. El vendedor de una cosa es el comprador de aquella que recibe a cambio. En otras palabras, todo cambio de dos cosas entre si se compone de una doble venta y una doble compra. Las cosas valiosas e intercambiables se aman también mercancias. El mercado es el lugar donde se cambian las mercan- cias. El fendmeno del valor de cambio se manifiesta en el ~mercado, y alli es donde hay que ir para estudiar el valor de . cambio, Ei valor de cambio, dejado a si mismo, aparece espontanea- mente en el mercado bajo el imperio de la competencia. Como compradores, los participantes en el intercambio demandan pujando al aiza, y como vendedores ofrecen pujando a la baja, ysu actuacién conjunta genera de esta forma un valor de cambio determinado de las mercancias, a veces ascendente, a veces descendente y otras estacionario. Segiin que esta competencia funcione mejor o peor, el valor de cambio se generar de una manera mds 0 menos rigurosa. Los mercados mejor organizados desde el punto de vista de la competencia son aquellos en que las ventas y las compras se hacen mediante subasta, a través de agentes tales como los agentes de cambio, corredores de comercio © voceadores que las centralizan, de tal forma que ningin cambio tiene lugar sin que sus condiciones sean apunciadas y conocidas y sin que los vendedores tengan-la oportunidad de rebajar sus precios y los compradores la de aumentarlos. Asi funcionan las bolsas de valores publicos, las bolsas de comercio, los mercados de grano, de pescado, etc. Al lado de estos mercados existen otros donde la competencia, aunque no tan bien organizada, funciona todavia de una manera bastante adecuada y satisfactoria: tales son los mercados de frutas y legumbres, de volateria. Las calles de una ciudad donde se encuentran almacenes y panaderias, carnice- tias, tiendas de ultramarinos, sastrerias, zapaterias, constituyen mercados con una organizacion un poco mas defectuosa desde el punto de vista de la competencia pero, sin embargo, ésta esta presente de forma suficiente, Es de nuevo la competencia la que, incuestionablemente, preside la determinacién del valor de las consultas. médicas y de los abogados, de los recitales de los misicos y los cantantes, etc. En una palabra, el mundo puede Elementos de economia politica pura 181 considerarse como un vasto mercado. general, compuesto'de‘di- versos mercados especiales, donde la-riqueza social se compra: y se vende, y nuestro objetivo es descubrir las leyes que Tas’ ventas y las compras tienden a seguir. Para esto, supondremos siempre‘un mercado perfectamente organizado desde el punto de vistadé-la competencia, de igual forma que en la mecdnica pura sesupone que las maquinas se encuentran libres de rozamientos. ak 42. Veamos ahora cémo actiia‘la competencia en un ‘merca. do bien organizado y, para ello, estudiemos ia bolsa de valores de un gran mercado de capitales tal como el de Paris 0 Londres, Lo que se vende y compra en estos lugares son partes de ciertas clasés muy importantes de riqueza social representadas por-sus'titulos de propiedad: fracciones de créditos sobre los Estados: dos municipios, o fracciones de ferrocarriles, canales, fibricas metalix gicas, etc. A primera vista, cuando se entra en un mercado de éste tipo, no se escucha mas que un confuso clamor, no se percil que un movimiento desordenado; pero, una vez ‘puesios'al corriente, este ruido y esta actividad se explican de maravillac*: Consideremos, por ejemplo, aislandolas de todas ‘las dertids, las operaciones de la Deuda francesa:al 3 por 100 en la Bolsa:de Estos valores se encuentran cotizados a 60 francos.:Aquelios agentes que tienen ordenes de vender-a 60 francos 0 menos:ofrecen una cierta cantidad de Deuda al 3 por 100, es decir, un-ciérto nimero de titulos que proporcionan anualmente. 3 francos'‘de renta pagados por el Estado francés al precio de..60°fraticos! Llamaremos oferta efectiva a la oferta asi realizada de: “una determinada cantidad de la mercancia a un precio detérminaito. Por el contrario, los agentes que tienen érdenes de comprara'60 francos 0 mds, demandan una cierta-cantidad de Deuda. al 3:por 100, al precio de 60 francos. Llamaremos demanda efectiva aesta demanda de una cierta cantidad de la mercancia a un precio determinado. et g Tenemos ahora tres hipotesis que hacer, segtin que la denian- da sea igual, superior o inferior a la oferta. OEE 1." hipotesis. Se demanda a 60 francos una cantidad i la que se ofrece a dicho precio. Cada agente, vendedor: comprador, encuentra exactamente lo que se Hama su contraparti- 182 Léon Walras da®” en otro agente comprador 0 vendedor. El intercambio se lleva a cabo, El precio de 60 francos se mantiene: existe un estado estacionario © equilibrio de mercado. ° 2. hipotesis. Los agentes compradores no encuentran su contrapartida, lo que prueba que la cantidad de 3 por 100 demandada al precio de 60 francos es superior a la cantidad ofrecida al mismo precio. Tedricamente el intercambio debe detenerse™, ; Los agentes que tienen érdenies de comprar a 60,05 francos 0 . mds, demandan a este precio. Pujan ai alza. _ Esta subasta produce un doble resultado: 1.° los compradores dispuestos a pagar 60 francos pero no 60,05, se retiran; 2.° los vendedores dispuestos a percibir 60,05 francos, pero no 60, aparecen. Unos y otros daran sus érdenes a los agentes si no las habian dado todavia. De esta forma, por un doble motivo, existe una teduccién de la diferencia existente entre demanda efectiva y oferta efectiva. Si Ja igualdad se restablece, el alza del precio se detendra; en caso contrario habrd un encarecimiento de 60,05 francos a 60,10 de 60,10 a 60,15, hasta que se restablezca la igualdad entre oferta y demanda. Se alcanza un nuevo estado estacionario a un precio mas alto. 38 hipotesis. Los agentes vendedores no encuentran su contrapartida, lo que prueba que la cantidad de 3 por 100 ofrecida al Precio de 60 francos es superior a la cantidad demanda al mismo precio. Se suspende el intercambio®. Los agentes que tienen 6rdenes de vender a 59,95 francos o menos, ofrecen a este Precio. Pujan a la baja. x Doble resultado: 1.° abandono delos vendedores dispuestos 4 vender a 60 francos pero no a 59,95; 2.° aparicion de compradores dispuestos a adquirir a 59,95 pero no a 60 francos. Reduccién-dé la. diferencia entre oferta y demanda. Reduccién, si es preciso,’ def precio de 59,95 a 59,90 francos, de 59,90 a 59,85 francos, hasta‘el testablecimiento de la igualdad. En este instante, nuevo equilibria @ Un precio inferior. 3 Supongamos que la misma operacién que se lleva a cabo como hemos descrito sobre la Deuda francesa al 3 por 100, tiene lugar al mismo tiempo sobre las Deudas de todos los Estados: ; inglesa, italiana, espafidla, turca, egipcia; sobre las acciones y. obligaciones de los ferrocarriles, minas, fabricas de gas y de otras. Elementos de economia politica pura £83 clases, bancos e instituciones de crédito, mediante variaciones acordadas del precio de 0,05; 0,25; 1,25; 5 y 25 francos, segtin'la importancia de los titulos; que al mismo. tiempo que operaciones de venta y compra al contado, se realizan operaciones de. venta y compra a plazo, unas firmes y otras opcionales; el tumulto dela Bolsa se convierte en un verdadero concierto en el que-cada“tno juega su papel. . 43. Vamos a estudiar el valor de cambio que se produce bajo estas condiciones competitivas. Los economistas, en general; ‘han cometido el error de considerar con demasiada frecuencia: exeh vamente el valor de cambio producido en circunstancias exéepei nales. No hacen mds que hablarnos de diamantes, cuadros’de Rafael, recitales dados por tenores y divas de moda. El sefior De Quincey, citado por John Stuart Mill™, supone a dos individuos yiajando por el Lago Superior en un barco de vapor. Uno .pasee una caja de musica, el otro, que se encuentra «de camino: hacia una regién no habitada situada a 800.millas de la civilizacién», se da cuenta de repente de que al salir de Londres olvidé comprar uno de esos instrumentos que tienen «el poder magico de-calmar las inquietudes de su alma»; y compra al primero su caja‘de misica, en el momento en que suena la ultima campanada, al precio de 60 guineas. A buen seguro, la teoria debe cubrir todos estos casos particulares; las leyes generales del mercado. deben aplicarse al mercado de diamantes, al de cuadros de Rafael;:al-de tenores y divas. Deben también aplicarse a un mercado que;.como el del sefior De Quincey, se compone de un solo vendedor,:de un solo comprador y de un unico objeto a cambiar, con un minuto disponible para-efectuar el intercambio™. Pero, en buena: légica, debe irse del caso general al particular; y no del: particular al general como un fisico que, para. observar el cielo,-eligiera deliberadamente el tiempo nuboso en lugar de preferir-undia despejado®. 44, Para dar una primera idea del fenémeno del intercambio y del mecanismo de la competencia, he puesto el ejemplo de ventas y compras de fondos publicos que se hacen en la Bolsa a cambio de oro y plata. Pero estos titulos son una mercancia de un tipo muy particular, y la intervencién de la moneda en los 184 Léon Walras | intercambios es también un fendmeno particular, cuyo estudio se Hevara a cabo mas adelante y que no debe mezclarse, desde el Principio, con el fendmeno general dei valor de cambio. Volvamos ahora un poco sobre nuestros pasos y, para dar a nuestras observaciones un caracter cientifico, consideremos dos mercancias cualesquiera que podemos suponer son avena y trigo, que incluso designaremos mas abstractamente atn por (A) y (B). Pongo las letras A y B entre paréntesis para que no se pierda nunca de vista que no representan cantidades, que son la unica categoria , Susceptible de aparecer en las ecuaciones, sino géneros 0 especies 9, como se diria en términos filoséficos, esencias. - Imaginemos, pues, un mercado al que Uegan por una parte personas que poseen la mercancia (A) y que est4n dispuestas a dar una parte de ella para procurarse la mercancia (B), y por otra — parte personas que poseen 1a mercancia (B) y que estan dispuestas a.dar una parte de ella para procurarse la mercancia (A). Como = hace falta una primera base para la subasta, supondremos que un agente ofrece entregar n unidades de (B) a cambio de m de (A), conforme, por ejemplo, a la situacién de cierre precedente del mercado, y siguiendo la ecuacién de intercambio: “ mv,= nv, Hamando », al valor de cambio de una unidad de (A) y vy al val de cambio de una unidad de (B) (§ 29). Llamando precios en general a las relaciones entre valores de cambio, o valores de cambio relativas, y designando mediante p, ¥: Pa los. precios de (B) en términos de (A) y de (A) en términos (B) respectivamente, y mediante » y 1/n los cocientes de relaciones m/n y n/m respectivamente, se sigue de la ecuaci precedente: Elementos de economia politica pura : £85 y se obtiene, de ios dos tltimos: Po=1/Pa, Pe=1/py Por tanto: los precios o las proporciones entre valores de cambio, son iguales a las proporciones inversas de las cantidades de mercancias intercambiadas. : Los precios [[de (A) en términos de (B) y de (B) en términos de (A)]], son reciprocos entre si. Si (A) fuese la avena y (B) el trigo, y un agente propisiera cambiar 5 hectolitros de trigo contra 10 de avena, el precio propuesto por el agente del trigo en términos de avena seria 2:y el de la avena en términos de trigo 1/2. De la misma forma’-que existe siempre en un intercambio,-como ya hemos dicho, una doble compra y una doble venta, habra siempre también un doble precio. Este caracter reciproco invariable es la. relacion -mé importante de comprender en el fendmeno del intercambio,.y-el empleo de simbolos algebraicos es particularmente valioso“aqui porque hace aparecer esta relacin tan clara como-es. posible. Presenta ademas, como se ha visto, el mérito de conducir-a-una formulacion clara y precisa de proposiciones de caracter general. Este es el por qué de seguir empleando los simbolos algebraicos. 45. Sean Dj, O., Dy y O» las demandas y ofertas relativas: de las mercancias (A) y (B) a los respectivos precios pa=1/u y pi=B. Existe, entre estas cantidades demandadas y ofrecidas -y. los precios, una relacién esencial que es preciso sefialar antes.de seguir adelante. . La demanda y la oferta efectiva son, lo hemos dicho,-la demanda y oferta de una cantidad determinada de mercanciaa.un precio determinado. En consecuencia, decir que se demanda-una cantidad D, de (A) al precio p, es decir, ipso facto, que se ofrece una cantidad O, de (B) igual a Dap,. Asi decir, por ejemplo; que:se demandan 200 hectolitros de avena al precio de 1/2 en términos de trigo es, por si mismo, decir que se ofrecen 100 hectolitres de trigo. Por tanto, existe con cardcter general la ecuacion.que relaciona D,, Pa y Ov: . Oy=DaPa seas “que relacionan D,, Os, Pb; Ou y Da: 186 Léon Walras Elementos de economia politica pura 187 De igual forma, decir que se ofrece la cantidad O, de (A) al Precio pg, es decir, ipso Facto, que se demanda una cantidad D, de (B) igual a O.p,. Asi, decir por ejemplo que se ofrecen 150 hectolitros de avena a un precio de 1/2 en términos de trigo, es lo mismo que decir que se demandan 75 hectolitros de trigo. Por y tenemos tres posibles hipétesis segtin que a= 1 0 que sea @31.6 a<1. Pero enunciemos primero un iltimo teorema: 2 Si en la ecuacién anterior sustituimos los valores de De¥OD, obtenidos de las ecuaciones: . tanto, existe con cardcter general la ecuacion que relaciona 01; Pa Da=Oopr y Dy: Ou=Dope “ Dy=OzPa obtendremos: : Podria probarse de la misma forma que existen las ecuaciones O;=aD, Por tanto: Dadas dos mercancias, la relacién entre la demanda efectiva de una y su oferta efectiva es igual a la relacién entre la oferta efectiva de la otra y su demanda efectiva. oe Este teorema puede deducirse de la siguiente forma”: O1=Dopy Da=Onpr Pero no es preciso porque se obtienen de las dos primeras y de la ecuacién pap, = 1. Da=Osps Por tanto: La demanda o Ia oferta efectivas de una mercancia Dy=O.Pu que se intercambia con la otra es igual a la oferta o la demanda D,D;,=0,05 eectivas de esta ultima multiplicada por su precio en términos de la . 1 primera. © bien asi: Se ve que de estas cuatro cantidades D,, O,, Ds y Os, dos de O.=Dspr ellas determinan las otras dos. Supondremos, hasta que se diga lo O,=DePa contrario, que son las cantidades ofrecidas O; y Og las que 0,0,=D,D, resultan respectivamente determinadas por las cantidades deman= dadas D, y Dy y no al contrario. En efecto, en el fendmeno dél intercambio en especie entre dos mercancias, la demanda debe: considerarse como el fendmeno printipal, y la oferta como ain fenémeno accesorio. No se ofrece por ofrecer; se ofrece tan sol porque no se puede demandar sin ofrecer; la oferta no es mas que la consecuencia de la demanda. Nos contentaremos consiguienté: mente por ahora con la relacién indirecta entre la Oferta yk precio, y no investigaremos més relacién directa que la existeti entre demanda y precio. A los Precios pz Y Pp se demandan D; D,, de donde resulta que se ofrece O,=D,yp, y Oy= Dap, y en definitiva, tanto de una forma como de la otra: Or _Ds _, D, 0, Se ha visto que si la demanda y la oferta efectivas de (A}sen iguales, la oferta y la demanda efectivas de (B) lo seran también; que si la demanda efectiva de (A) es superior a su oferta efectiva;la oferta cfectiva de (B) sera superior en la misma Pproporcién-a:su demanda efectiva; que si, por ultimo, la oferta efectiva de (A) es superior a su demanda.efectiva, la demanda efectiva de (B) sera superior en la misma proporcién a su oferta efectiva. Tal-esél sentido del ultimo teorema enunciado. 46. Dicho esto, sea: D,=40, 188 Léon Walras 47. Supongamos ahora que w=1; D,=O,, Dy=Q,, las cantidades respectivamente demandadas y oftecidas de ambas mercancias (A) y (B) a los precios relativos Pa=1/ ¥ py=p son iguales; cada comprador y vendedor encuentra exactamente su contrapartida en un vendedor o en un comprador. Hay equilibrio de mercado. A los precios de equilibrio 1/u y p, la cantidad D,=O, de (A) se intercambia por la cantidad O,= Dy, de (B) y, cuando el mercado cierra, los poseedores de mercancias se van cada uno por su lado. * 48. Pero sea %21, D,20,, O52D5. iComo conseguir ahora la igualdad entre la oferta y la demanda de ambas mercancias?, La primera idea que se ocurre es Tepetir pura y simplemente el razonamiento que hemos hecho para el caso de la Deuda en la Bolsa [[§42]]. Esto seria un tremendo error, En el caso de la Bolsa teniamos compradores y vendedores de Deuda, es decir, de titulos cuyo valor depende a la vez de la renta que de ellos se deriva y del tipo general de rendimiento del capital. Como ve- remos mas adelante™), un alza en el precio de la Deuda no puede mas que disminuir la demanda y aumentar la oferta; una baja no puede mas que aumentar la demanda y disminuir la oferta. En el ejemplo actual tenemos dos comerciantes que cambian (A) y (B), que suponemos dos mercancias con utilidad directa y las umicas existentes en cl mercado. Esta circunstancia modifica todo. Sin duda sera siempre necesaria el alza de Pa (0 la reduccién de px) si D, es mayor que O,, 0 al contrario, el alza de p, (0 la reduccién de p,) si D, es mayor que O,. Sin duda también, el razonamiento precedente subsistira por lo que respecta a la demanda. A medida que el precio aumente la demanda no puede aumentar; no puede mas que disminuir®. Y mientras que el precio disminuya, la demanda no podra disminuir, no podra sino aumentar“, Supongamos, en efecto, que el comerciante que ofrece 5. hectolitros de trigo a cambio de 10 de avena, es decir, que demanda 10 hectolitros de avena al precio de 0,5 en términos de trigo, posee 12 hectolitros de trigo. Al precio de 0,5 de Ia avena en términos de trigo podria comprar 24 hectolitros de avena, pero sus propias necesidades de trigo le obligan a limitarse a 10. A un precio de 0,60 podria adquirir como maximo-20 hectolitros de avena, y debera admitir que sus necesidades de trigo le obligan a Elementos de economia politica pura 82 limitarse a una cifra como maximo igual y probablemente inferior a la de 10 hectolitros que podria haber adquirido cuando era. mds rico. Por tanto, un alza de p,, que'serd-una baja de pg, no! mas que hacer disminuir D, y aumentar D,; por el contrari¢ alza de py, que sera una baja de p., no puede mas que. hacer disminuir D, y aumentar D,. Pero, qué sucedera con 0, y 0:2 No es posible decirlo. O, es igual al producto de D, por py. Si uno de los dos factores, p,, disminuye o aumenta, como consecuencia: de ello el otro factor, Ds, aumentara o disminuira Tespectivamente, De igual forma, O, es igual al producto de D, por Pa Segin que:pe aumente o disminuya, D, disminuira o aumentara como conse- cuencia de ello. gComo saber, por tanto, si nos estamos aproxi- mando al equilibrio?®. Leccién 6.* CURVAS DE DEMANDA Y OFERTA EFECTIVAS DETERMINACION DE LA IGUALDAD ENTRE LA OFERTA Y LA DEMANDA SUMARIO: 49. Fenémeno de la disminucién de la demanda efectiva en razon del aumento dei precio. 50-51. Curvas o ecuaciones de demanda parcial [[individual}] en funcién del precio, $2. Curvas o ecuaciones de demanda total. 53. Las curvas de demanda son, al mismo tiempo, curvas de oferta. 54. Las hipérbolas de cantidad existente. 55. Posicién intermedia de ias curvas de demanda entre los ejes de coordenadas y fas hipérbolas de cantidad existente. 56. Solucién al problema del intercambio de dos mercancias. 57. Solucién geométrica mediante la inscripcién en las curvas de demanda de rectangulos de ‘bases_reciprocas cuyas alturas son inversamente iguales® a sus superficies. 58. Solucién algebraica. 59, Combinacién de ambas solucio- nes mediante la construccién de curvas de oferta en funcién de los Precios. 60-61. Ley de la oferta y de la demanda efectivas o del establecimiento™ de los precios de equilibrio. que la relacin directa o inmediata tiene lugar entre el precio y la demanda efectiva, es esta ultima la que debemos estudiar. Consideremos para ello uno de entre todos los poseedores de trigo. Este individuo tiene trigo pero no posee avena; desea guardar una cierta cantidad de trigo para si mismo, y esta dispuesto a ceder una cierta cantidad a cambio de avena para sus caballos. Cuales sean las cantidades respectivas que conservara y que cedera, dependera del precio de la avena y de la cantidad de avena que demandara a la vista de su precio. ;Cémo? Esto es lo que hace falta analizar. Pues bien, a un precio nulo (si ha de dar 0. hectolitros de trigo para obtener 1 de avena, o dicho de otra forma, si la avena es gratuita) nuestro hombre demandarA avena a -discrecién, es decir, en cantidad suficiente para todos los caballos que tiene ¢ incluso para todos los que podria tener bajo: la hip6tesis de que su alimentacién nada le cuesta. No tendra que. dar cantidad alguna de trigo a cambio. A precios sucesivos de. 1/100, 1/10, 1/5, 1/2 (si hace falta entregar 1/100, 1/10, 1/5, 1/2: hectolitros de trigo para obtener 1 hectolitro-de avena), reducira més y mas su demanda. A precios de 1, 2, 5, 10 (si ha de entregar: 190 49. Dado que hemos considerado aqui que solo existe una | relacién indirecta o mediata entre el precio y Ia oferta efectiva, y © Elementos de economia politica pura $91 1, 2, 5, 10 hectolitros de trigo para obtener 1 hectolitro de:avena); reducira atin mds su demanda. Al mismo tiempo, la-cantidad de trigo por él ofrecida en el intercambio. sera siempre-i producto de la cantidad de avena que demanda por-el-precio: ésta. Por Ultimo, para un cierto precio mas o menos elevado; por ejemplo, para un precio de 100 (si hace falta entregar..100 hectolitros de trigo para obtener 1 hectolitro de avena); nuestro hombre no demandara en absoluto avena porque, a dicho: precio, no podra o no deseard alimentar un solo caballo. Es claro;: por otra parte, que en este momento nuestro hombre no_ ofrecer’ cantidad alguna de trigo en el intercambio. Es por. tanto. cierto que a lo largo dei proceso descrito, la demanda efectiva de avenia, disminuye siempre a medida que el precio aumenta: parte de.una cierta cifra, a un precio nulo, Ilegando.a hacerse cero. pata: ~ cierto precio. En cuanto a la correspondiente oferta efeetiv trigo, parte de cero, aumenta, alcanza al menos un maximo, después disminuye y vuelve a ser nula. 5 50. Todos los poseedores de trigo, y no sdlo ellos:sino también todos los poseedores de avena, presentan una disposicion andloga, aunque no semejante. Y, de forma general, todo..pdsee- dor de una mercancia cualquiera que: acude al mercado. para cambiar una determinada cantidad de ella contra cierta cantidad de otra mercancia, lleva consigo unos planes de intercambio'S? virtuales o efectivos, susceptibles de una determinacién rigurosa. Para pasar a notacion algebraica, todo poseedor (1) de-una cantidad q, de la mercancia (B) que acude al mercado para cambiar una cierta cantidad a, que ofrecera de este mercancia.a cambio de una cierta cantidad d,, que demandaré, de la mercan- cia (A), cumplira la ecuacion: ,V_= Opp por lo que abandonara el mercado con una cantidad d, de-(A}-y- una cantidad Y=dn—0=Gs—da de (B). De una u otra forma ‘b Siempre existira entre las cantidades qp, va/v» O Pa da € y;-la _ relacién qw=Y+dedu /192. Léon Walras Nuestro hombre conoce la cantidad gq, No conoce, antes de llegar al mercado, lo que serd v,/vy 0 pa pero esta seguro de saberlo en cuanto llegue al mercado y de que ante este valor de p,, una: vez conocido, debera inmediatamente decidir el valor de d, del que finalmente resultar4 un cierto valor de y en virtud de la ecuacion precedente. Si nuestro hombre [poseedor de q,] va en persona al mercado, sus planes de intercambio seran virtuales y no efectivos, es decir, no habra de determinar su demanda d,, hasta que conozca el _ Precio p,. Mas incluso bajo estas circunstancias, no por ello dejan “ de-existir unos planes de intercambio. Pero si, por ejemplo, no pudiera acudir en persona al mercado, o si por una u otra razon tuviera que dar su representacién a un amigo o sus érdenes a un agente, deberia prever todos los posibles valores de p,, desde cero hasta infinito, y determinar en consecuencia todos los valores correspondientes de d,, expresandolos de alguna forma. Como todas las personas algo habituadas al cdlculo saben, existen dos formas de representar esta expresion matematica. 51. Sean dos ejes de coordenadas (Fig. 1), un eje de precios horizontal Op y un eje de demandas vertical Od". Sobre el primero sitio, a partir del origen O, las distancias Op, Opi ..: CANTIDAD PRECIO OF Pare Bo pil ap Figura 1° “ Blementos de economia politica pura correspondientes a los distintos posibles precios de la avi D términos de trigo o de (A) en términos de (B). Sobre el otro’ eje” sitio, a partir del mismo origen O, la: distancia Oa,,; corre: diente a la cantidad de avena, es decir de (A), que deman nuestro poseedor de trigo, es decir de (B), a un precio nulo; sobre paralelas a este eje de demandas, trazadas por los puntos’ pa, pa... sitto, a partir de estos puntos, las distancias pi, pa@i.... correspondientes a las cantidades respectivas de avena, es decir, de (A), que seran demandadas a los respectivos precios pi, pa.:. La distancia Oa,,, representara el precio al que nuestro poseedor de trigo, es decir de (B), no demandara avena, es decir (A). hs Hecho esto, los planes de intercambio dei poseedor (1) dé: @ se expresan bien geométricamente mediante la curva aq, 1p. tha zada por los puntos aa,1, 41, a} ... dpi, bien algebraicamente por ja ecuacién de dicha curva d,=f.1(p.). La curva aaidy1 y: la ecuacién d,=/,,1(Pa) son empiricas. Se obtendrian de la misma forma las curvas a4,24y,2, @a,34p,3 -.. ¥ Sus ecuaciones d, =f, 2(pi),. d,=fo,3(Pa).., Que expresan geomeétrica © algebraicamente: los planes de intercambio de todos los demas poseedores de (B): (2), @).... [EFig. 21]. 52. Si ahora se retnen, por asi decitlo, todas estas: carvas parciales aa,1dp,1, @4,24p,2, da,3p,3 ..., Sumando todas sus ordena~” das para una misma abscisa, se obtiene una curva total AeA y (Fig : 3) que expresa geométricamente los planes de intercambio -de. todos los poseedores de (B). O; si se reanen todas las ecuaciones individuales [de demanda], se obtiene una ecuacidn total: Da=Far(Pa)+ fa2(Pa) + fasa(Pa) + ».. =FalPa) que expresa algebraicamente dichos planes. Estas son. la: curva: rola ecuacién de demanda de (A) en términos de (B) en funcién def: precio de (A) en términos de (B). De forma similar se obten curva o la ecuacién de demanda de (B) en términos de fancién del precio de (B) en términos de (A). - Nada indica que las curvas o las ecuaciones parciales ag ps : y 4,=f.,1(p.) y Jas restantes sean continuas, es decir, qi aumento infinitamente pequefio de p, produzca una dismiim infinitamente pequefia de d,. Por el contrario, estas fun Léon Walras PRECIO Po Pa Pa Pe 43 P Figura 2°) * seran a menudo discontinuas. Por lo que concierne a la avena, por ejemplo, nuestro primer poseedor de trigo reducira su demanda no gradualmente a medida que el precio se eleve, sino que lo hard de una forma en alguna medida intermitente cada vez que decida tener un caballo menos en su cuadra. Su curva de demanda individual tendra por tanto en realidad la forma de Ja curva escalonada que pasa por el punto a (Fig. 4). Y lo mismo suceder4 con las curvas de los demas individuos. Sin embargo, la curva de demanda total AA, (Fig. 3) puede, en virtud de la llamada ley de los grandes mimeros™, considerarse como apreciablemente continua. En efecto, en el momento en que se produzca un aumento muy pequefio del precio, al menos uno de'los poseedores de (B), de entre un gran mimero de ellos, Negara al limite que le obliga a prescindir de un caballo, y se produciré por tanto una disminucién muy pequefia de la demanda total. 53. En estas condiciones, la curva A,A, (Fig. 3), representa la cantidad efectivamente demandada de (A) como funcién continua dei precio de (A). Por ejemplo, para un precio pg, m Tepresentado . por la abscisa Op,.m del punto A, la demanda efectiva es Da, representada por la ordenada OD,,,, de dicho punto A,,. Por otra Elementos de economia politica pura CANTIDAD parte, cuando la demanda efectiva de (A) en términos de (B)'sea.. Da,m al precio Pa m, 1a oferta efectiva de (B) a cambio de (A) sera, por ello, Os.n=Da,mPum (§45), representada por el Area ‘del tectangulo OD, mAmPo,m de coordenadas OD,,m ODe,m De esta’ forma, la curva A,A, representa a la vez la demanda de {A\ : oferta de (B) en funcién del precio de (A) en términos. de'(B é igual forma, la curva BB, (Fig. 5) representa simultaneamente:la : demanda de (B) y la oferta de (A) en funcién del precio de (B) términos de (A). : 54. Sea Q, la cantidad total de (B) existente en el mercado:en ° manos de los poseedores de esta mefcancia, y sea la curva’ que > pasa por el punto Qs (Fig. 5) la hipérbola equildtera cuyas’ 196 Léon Walras Figura 42 asintotas son los ejes, de ecuacion xy=:Q». Prolonguemos 1a linea Pa,mAm hasta que intersecte a dicha hipérbola en al punto Qs y tracemos una paralela al eje de la x o de los precios, tal como BQ». Qs es el area del rectangulo OfQ»pa,m que representa la cantidad de (B) existente en el mercado; la superficie Da, mPa,m del _ rectangulo OD, mAmPa,m representa la parte [[de (B)]] que sera cedida a cambio de (A) al precio Poni Y, en consecuencia, Ta superficie Y del rectangulo Da, mBQvAm, & decir, Q»—Da, mPa, ms representa 1a parte [[de (B)]] que no se cambiara en el mercado y. serd mantenida por sus propietarios al precio Pa,m. O, dicho de otra manera, entre las cantidades Q,, pa, Dae Y existira siempre la telacion: Qn=Y¥4+DePa Por tanto, xy =Q,, es decir, 1a curva que pasa por el punto * sla -hipérbola de la cantidad existente de (B), AaAp es la curva q! descompone esta cantidad entre 1a que se entrega a cambio de y'la: que se conserva, segin los precios de (A) en términos de.(B} ‘Naturalmente, se obtendria la misma relacion entre la curva ByB y la hipérbola de la cantidad existente de (A) cuya ecuacién xy=Qa. : S .55..Las curvas de demanda [[total]] se encuentran, “tanto, limitadas por las hipérbolas de cantidad. Puede * Blementos de economia politica pura también con caracter general que estas curvas cortan a los coordenadas y no son asintéticas a-ellos. Estas curvas cortan generalmente al eje de las demandas efecto, la cantidad demandada de una mercancia cualq por un individuo al precio cero es generalmente finita. Si la:avena: es gratuita, algunos individuos tendrian quizA decenas o centena- res de caballos; pero no un nimero infinito, y en consecuencia demandarian una cantidad infinita de avena. Por tanto, la sui total de las demandas a un precio ‘cero, siendo la suma cantidades finitas, seria una cantidad finita™. Las curvas de demanda cortaran generalmente al eje de fo: precios. En efecto, se puede imaginar en general un prods suficientemente elevado, aunque no infinito, al que una mercancia cualquiera no seria demandada por nadie, ni siquiera en ina cuantia infinitamente pequeiia®. No podemos, sin embargo, enunciar algo definitivo sobre este punto. Puede perfectamente- presentarse un caso en que la mercancia (B) se ofrece, en todo.o.en parte, a cualquier precio y, en consecuencia, la curva de demanda’ A,Ay se confunde, en todo o en parte, con la hipérbola que pasa por Q, 0 con cualquier otra hipérbola mas cercana a los ejes: Esta es la raz6n por Ja cual, a fin de no prejuzgar, consideraremos las curvas de demanda como susceptibles de. tomar todas: las . posiciones comprendidas entre los ejes de coordenadas y las hipérboias de cantidad existente®. 56. Conocemos la naturaleza de la relacion directa e inmé- diata que liga la demanda efectiva de una mercancia con su precio en términos de otra mercancia, y también la expresién mate: ca de dicha relacién. s Por tanto, para la mercancia (A), esta relacion se expresaria’ geométricamente mediante la curva 4,4, 0, en términos algebr: cos, por la ecuacién de dicha curva: Di=Faps) (852) Para Ia mercancia (B), dicha relacion se expresaria. geont mente mediante la curva B,B, 0, en términos algebraicos, ecuacion de dicha curva: Dy=F fp)" 198 Léon Walras | Ademas, también conocémos la naturaleza de la relacién © indirecta y mediata que existe entre la oferta efectiva de una mercancia a cambio de otra y el precio de esta ultima en términos | de la primera, asi como la expresién matemitica de esta relacion. _ Para la mercancia (A) la relacion mencionada se expresaria 5 geométricamente por la serie de rectangulos inscritos en la curva 3 BaB, 0, en términos algebraicos, por la ecuacién: O.=Dppo=Fr(ps)pe ($53) CANTIDAD Figura 5 Eliementos de economia politica pura Para la mercancia (B), se expresaria geométricamente por la. serie de rectangulos inscritos en la curva AgA, 0, en términos. algebraicos, por la ecuacién: Ov= Dapa=FalPa)Pa Nada mas sencillo- ahora que deducir de estas ultimas expresiones las correspondientes a la relacién que liga la oferta. efectiva de cada mercancia con su propio precio en términos dela © otra mercancia. No hay mas que sustituir, en las dos iltimas, ecuaciones, el precio ps por 1/p, y el precio pa por 1/p, en virtud de la relacién pap,=1, de donde se obtiene: 0.= ri(2) A Pa} Pa 1 onr.(e) Po 'b/ Pb Con todos estos elementos estamos en condiciones -de resolver matematicamente el problema general del intercambio entre dos mercancias que puede formularse asi: Dadas dos mercanctas (A): y (B), y las curvas de demanda de cada una de ellas en términos de la otra, o las ecuaciones de estas curvas, determinar los precios’ respectivos de equilibrio. 57. Geométricamente el problema consiste en inscribir en. las dos curvas 4A, y B,B, (Fig. 6), dos rectangulos de bases reciprocas, OD,Ap, y OD,Bp», tales que la altura del primero, OD, sea igual al area del segundo, OD, x Op,, y que, inversa= menie, la altura del segundo, OD,, sea igual al area del primero;. OD, x Op,. Las bases de los dos rectangulos, Op, y Op», represen- taran los precios de equilibrio, ya que, a dichos precios;:la.- demanda de (A), representada por la altura OD,, sera iguala la’: ~ oferta de (A), representada por el area OD, x Op,, y la demanda de (B), representada por la altura OD,, scra igual a la oferta de.(B), representada por el area OD, x Op, (§ 47). - La expresién de que me he servido, alturas inversameni iguales a dreas, no es homogénea. Pero esta homogeneidad, en __plethintos de economia politica pura - «CANTIDAD CANTIDAD sigue, por tanto, de los datos del problema, que las: bases ambos rectangulos son inversamente iguales a la proporcién sus alturas” y directamente iguales a la proporcién entre superficies®. 58. Algebraicamente, el problema consiste en hallar las’ raices del par de ecuaciones: : FAs) =F o(Po)Po PoPo=1 1 o las dos raices del par de ecuaciones: F (Pa) Pa=F v(Po) Papo=1 © bien las dos raices del par de ecuaciones: Fap=Fs (*) que expresa D,=O,, y: que expresa O,=D,. LLL > QEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEXEZHEEEE, 59. Los dos métodos pueden ademas combinarse. en’-unt > solo, Conocemos ya las curvas: wee Du=F {Pa)s Fs(p») o Figura 6' D= " nuestras circunstancias, no es necesaria porque la condicién: de. reciprocidad de las bases implica la determinacién de una unidas comin, OI, que se ha utilizado en la construccién de ambas’ curvas. Podria decirse, por tanto, si'asi se desea, que la altura . ada rectangulo debe contener la unidad tantas veces en longitu como la superficie del otro la contiene en superficie; 0, dicho dé. otra forma, que Ia superficie de cada rectangulo debe ser igual ala superficie del rectangulo construido sobre la altura del otro y co ‘una. base igual a la unidad [véase dreas rayadas de la Fig. 6]. que serdn las curvas KLM y NPQ cuyas intersecciones: con® primeras [[AaA, y BaBp]] en los puntos A y B nos proporciona- 202 omens los rectangulos de que hemos hablado antes CANTIDAD CANTIDAD OIN Pimps Bp p PRECIO Figura 7 __Es facil darse cuenta de lo que son las curvas KLM y NPO. que en la Figura 7 se representan punteadas, y de la forma en qu se-han construido. . : Léon Waltas coincidente con la curva de demanda' de (B), que. representa: - dos sobre los ejes de coordenadas en funcién de pz, sino-una: Elementos de economia politica pura oferta de (A) por medio de jas Areas de los rectangulos distinta que indica la oferta de (A) mediante sus ordenade funcion de pa. Esta curva parte de cero para un precio infinitamente‘grande de (A) en términos de (B), correspondiente a un precio: infinita-.’ mente pequefio de (B) en términos de (A), es decir, es asintotica al eje de los precios. La curva se eleva a medida que se aproxima al. origen para precios decrecientes de. (A) en términos-de: correspondientes a precios crecientes de (B) en términos: Alcanza un maximo L para una abscisa correspondiente precio de (A) en términos de (B) tal que su inversa ‘es representada por la abscisa Ops,m del punto Bp, para la cual el rectangulo inscrito en B,B, es maximo [[en su drea]]. Después fa curva decrece a medida que sigue aproximandose al origen; para anularse a un precio de (A) en términos de (B) representado: OK, que es la inversa del precio de (B) en términos ‘de'(A): correspondiente a la abscisa OB, del punto B,, en que la curva: B,B, corta al eje de los precios. : De igual forma, la segunda curva, NPQ, es la curva de ‘oft de (B), ya no coincidente con la curva de demanda de (A) que- representa la oferta de (B) mediante el drea de los rectangulos construidos sobre los ejes de coordenadas en funcién de‘p, sino una curva distinta que indica la oferta de (B) mediant ordenadas; en funcién de p,. . Esta curva parte de cero para un precio infinitamente de (B) en términos de (A), correspondiente a un precio“i mente pequefio de (A) en términos de (B), es decir, es asintéi eje de los precios. La curva se eleva a medida que se aproxini origen para precios decrecientes de (B) cn- términos de, ( correspondientes a precios crecientes de (A) en términos de: Alcanza un maximo en P, para una abscisa corresponidiente'a un precio de (B) en términos de (A) tal que su inverso €3: palms representado por la abscisa Op,,m del punto A,,, para: el:cual’el [[aérea de]] rectangulo inscrito en AsA, es maximo [fa}} Después la curva decrece a medida que sigue aproximandosé, origen, para anularse a un precio de (B) en términos Tepresentado por ON, que es la inversa del precio’ de:(A)'en Léon Walras que-la curva A.A, corta al eje de los precios. Es -evidente que esta forma de las curvas KLM y NPQ depende de manera crucial de la forma de las curvas BaB, y AgA, Tespectivamente. Si hubiésemos supuesto que estas ultimas eran distintas, las primeras también habrian sido diferentes. En todo caso, con los datos que tenemos, la curva BzB, siempre corta en su sentido descendente y después de haber pasado por By a la _. curva de puntos NPQ (Fig. 7) en el tramo creciente de esta ultima [[considerada en el sentido Q@PN]] que va desde cero hacia su “'mdximo P. En. consecuencia, la curva 444, corta también en su ~ sentido decreciente y antes de alcanzar A,, a la curva de puntos KLM en el tramo decreciente de esta ultima [[considerada en el sentido MLK]] que va desde su maximo L hacia cero. 60. Tras todos estos preparativos, es evidente que si las dos curvas AgA, y KLM se cortan en el punto A, a la derecha de este punto la curva A,A, ira por debajo ~y a la izquierda por encima~ dela curva KLM. Y, de la misma forma, si las curvas BaBp y NPQ se cortan en el punto B, a la derecha de este punto fa curva B.B, ira por debajo ~y a la izquierda por encima— de la curva NPO. Por tanto, siendo por hipdtesis los Precios pz=1/u y pp=p aquellos para los que D,=0, y On=Ds, para todos los precios de », (A) en términos de (B) superiores a Pa, Correspondientes a precios de (B) en términos de (A) inferiores a P», sucedera a la vez que O.>D, y Dy>O,. Y, por el contrario, para todos los precios de (A).en términos de (B) inferiores a Po, correspondientes a precios de (B) en términos de (A) superiores a Ps, se tendra a la vez Da>O,y O»>Ds. En el primer caso solo se legara a un precio de equilibrio a través del alza de ps, que sera una baja de p,. En el segundo caso mediante un alza de p,, que sera una baja de ps. “>: Lo.anterior nos permite formular en los siguientes términos la ley,de la oferta y la demanda efectivas, o ley de-establecimiento [o emergencia]® de los precios de equilibrio en el caso de intercambio de dos mercancias entre si: Dadas dos mercancias, para que el mercado se encuentre en equilibrio, o para que el precio de una en términos de la otra sea estacionario, es necesarie y suficiente que la demanda efectiva de cada una de las mercancias sea igual a su oferta “-t6tminos de (B) correspondiente a la abscisa. OA, del punto A, en. Elementos de economia politica pura fectiva. Si esta igualdad no se cumple, es preciso, para ai oo de equilibrio, un alza en*el precio de la mereancia demanda efectiva es superior a su oferta gectiva, yunar cee precio de aquélla cuya oferta efectiva es superior a la dei efectiva™, . Sash os Esta es la ley que estuvimos tentados de formular inmediata mente después del estudio del mercado de la Bolsa (§42)69 era necesaria una demostracién rigurosa (§ 48). la competencia en el mercado; es la solucién prictica, a tras las alzas y bajas en los precios, al problema del intercambio, ¢@ que hemos dado una solucién teérica y matemética. Pero = der: r otra parte, que nuestra in 1 es en Sbsoluto sustituir una solucién por la otra. La solucién practica es de una rapidez y seguridad tales que no deja nada que desear. . Puede observarse, en los grandes mercados que funcionan incluso. sin corredores ni agentes, que el precio corriente de equilibrio. seo determina en pocos minutos y que cantidades consideral _ mercancias se cambian a dicho precio en media hora o° tres. & cuartos. Por el contrario, la solucion teérica seria en casi todos’ los: casos absolutamente impracticable. Pero tampoco seria: oa objecién valida hablar de la dificultad de determinar Jas curvas de° : intercambio o sus ecuaciones. El saber si puede representar alguna ventaja el construir, en ciertos casos, en todo o en’ pa t curva de demanda o de oferta de una mercancia determinada,, posibilidad o imposibilidad de hacerlo, es un tema cuya. i nos reservamos. Por el momento, estamos estudiando el ma del intercambio en general, y la concepcién simple y las curvas de intercambio nos es, a la vez, suficiente ei sable, Leccién 7 ~ DISCUSION DE LA SOLUCION DEL --PROBLEMA DEL INTERCAMBIO D MERCANCIAS BDOS SUMARIO: 62-63. Discusién limitada al caso en que las curvas de oferta son curvas continuas y tienen un solo maximo. 64. Las curvas de oferta no cortan a las curvas de demanda; no existe precio corriente. 65. Las curvas de oferta cortan en tres puntos a las curvas de demanda; tres Precios corrientes. 66-67-68. Dos precios de equilibrio estable; un precio de equilibrio inestable. 69. Una de las dos curvas de demanda coincide con la hipérbola de cantidad existente. 70. Ambas. 62, En resumen, dadas dos mercancias, (A) resumen, » (A) y (B), para las que la relacién entre la demanda efectiva y el precio viene dada por las ecuaciones: Di=F (Pa), Ds=F ols) el precio de equilibrio viene dado por la ecuacién: Dyta=Dyvy y sustitayendo Day Dy por sus valores [obtenidos de las primeras :. ecuaciones]: F ,(Pa)ta=F s(ps)v» que puede expresarse de la forma: F.=F 7) be tw 206 Elementos de economia politica pura (=) 1 = Fx(ps) bf Po segtin que deseemos resolver el problema para pz 0 ps. La de estas dos ecuaciones expresa D,=0O,; la segunda O,= Habiamos resuelto esta ecuacién, en sus dos formas. (§ 59), * : mediante la interseccién de las curvas: s : Di=F.,(P.), onr,(~) 4 o bien de la forma: Pa y de las curvas: 1\ 1 ov=r.(+) —, Dy=Frlps) 0) Pe pero es preciso discutir esta solucion [[geométricamente]}}-~ 63. No discutiremos todos los casos posibles, porque: seria demasiado extenso y, por otra parte, prematuro, sino tan -s6lo‘et caso general, relativamente sencillo, representado en. nuestra figura (Fig. 7). En ella supusimos que las curvas A,A;‘y ByB, eran continuas, no existiendo mas que un solo rectangulo de:drea = — maxima de coordenadas (p2, Da) y (pp, D,) entre el punto en'el'que. D,=OAg y pa=0 y aquel en el que p2=OA, y Du=0; y entre el punto en el que D,=OB, y pp»=0 y aquel en el que px=OB;'y : D,=0. No hemos de considerar, por lo demas, sino la parte de estas curvas comprendida en el primer cuadrante y, dentro: dé’. éste, s6lo la comprendida entre los puntos A, y A, paraound curva y By y B, para la otra. Esto se deriva evidentemente dela propia naturaleza del problema del intercambio. Bajo estas: hipotesis, las curvas KLM y NPQ son continuas y s6lo presentan _ un maximo respecto a. las ordenadas. Pero, incluso en este easo, tan definido y limitado, hay materia para una discusiOn“intere- sante. o_— adie Léon: Walras |= 64. Hemos razonado [[§ 59] como si AgA, y KLM por una parte, y BzB, y NPQ, por otra, no se cortaran mas quc en un solo punto; A y B respectivamente, Pero debemos destacar, en -primer lugar, que estas curvas pueden no cortarse. En: efecto, si la curva BzB, converge hacia el eje de los precios en un punto a la izquierda del punto N, nunca intersectard a la curva NPQ. En este caso la curva KLM partira del eje de los precios en un punto situado a la derecha del 4,, y nunca encontrard a la curva AaA,™. No existira solucion. . _ Esta eventualidad nada tiene de sorprendente. Corresponde al - Gaso en que ningin poseedor de (B) esta dispuesto a entregar A, _ de (B) a cambio de 1 unidad de (A), es decir, a entregar 1 unidad »->, de (B) a cambio de 1/A,[+ON] de (A), mientras que, por otra parte, ningtin poseedor de (A) esta dispuesto a entregar 1/A, [=ON] de (A) a cambio de 1 unidad de (B), es decir, a entregar 1 , unidad de (A) a cambio de A, de (B)®. Es evidente que, en este caso, las pujas serdn tales que no tendrian reflejo alguno en el mercado. Si se empieza {[la subasta]] a un precio de (A) en términos de (B) inferior a A,, es decir, a un precio de (B) en -términos de (A) superior a 1/A,[ = ON], existiran muchos deman- ‘dantes de (A) que ofrecen (B), pero no habré demandantes de (B) que ofrezcan (A). Y si se comienza con un precio de (B) en términos de (A) inferior a 1/A,[=ON], correspondiente a un precio de (A) en términos de (B) superior a 4,, existiran muchos demandantes de (B) que ofrecen (A), pero no habra demandantes de (A) que ofrezcan (B). :,,65. Tras el andlisis de este caso, un examen cuidadoso de la forma de las curvas revela la posibilidad de que entre ellas existan varios puntos de interseccién, En efecto, si las dos mercancias, 4A) ¥-(B), son tales que la demanda de (A) en términos de (B) sigue estando representada por la.curva 4,4A, y la demanda de (B) en términos de (A) lo estuviese por la BiB, (Fig. 8(b)], esta tltima curva intersectaria a la NPQ en tres puntos B, B’ y BY’. En este caso, la curva inicial de oferta de (A) a cambio de (B), KLM, resultaria sustituida por la curva K'L’M’ [Fig. 8(a)] que cor- ‘. taria-a la curva AaA, en tres puntos A, A’ y A”, correspondiendo el-punto.A al B, el A’ al BY y el A” al B’. Habra, por tanto, tres soluciones diferentes al problema del intercambio de dos mercan- lementos de economia politica pura CANTIDAD. clas (A) y (B), puesto que existiran tres sistemas de pares de rectingulos inscritos en las curvas AaAp y BB, con, hep reciprocas y alturas inversamente iguales a sus areas. ¢ estas tres soluciones la misma relevancia? j 66. Entre los tres sistemas, si examinamos en primer jugar los representados por los puntos A’ y B’ y A” y B 210 Léon Walras CANTIDAD Figura 8b) . encontraremos en condiciones idénticas a las del sistema relativo: a los puntos A y B (de la Fig. 7) del caso de solucion tinica (§ 60) Ala derecha del punto A’ en que se cortan las curvas 4,A, K'L'M’, la primera va por debajo ~y a la izquierda por encima la segunda. Y, de igual forma, a la derecha del punto B’ en que: cortan las curvas B;Bi, y NPQ, la primera va por debajo —y a 1: izquierda por encima— de la segunda. A la derecha del punto A”; curva AgA, va por debajo —y a la izquierda por encima— de’l: K’L'M’; y, de igual forma, a la derecha del punto B” la curv: BiB, va por debajo —y a la izquierda por encima~ de la NPO, = Blementos de economia politica pura _ de (A) tiende hacia el precio de equilibrio p’, abscisa del punto. B’; En ambos casos, a la derecha del punto de equilibrio, :la.of¢ de la mercancia es superior a su demanda, lo que debe dar: lugar una reduccidn de su precio, es decir, a un-regreso hacia el punt y equilibrio. En ambos casos, a Ia izquierda del punto de equi la demanda de la mercancia es mayor que su oferta, lo que debe lugar a una elevacién de su precio, es decir, a un camirio® que’ conduce hacia el punto de equilibrio. Puede compararse exacta-": mente este equilibrio al de un cuerpo cuyo punto de suspensién’ encuentra por encima de su centro de gravedad sobre una-verti de forma tal que el centro de gravedad, si se desplaza de vertical, volveria a su posicién original por la fuerza de su Este es un equilibrio estable™. : 67. No sucede lo mismo con los puntos A y B (de la Fi |: A la derecha del punto A, la curva AaA), va por encima de la curva: K'L'M’, y a la izquierda de dicho punto por debajo de.ella. De igual forma, @ la derecha del punto B, la curva ByB, va por encima de la curva NPQ, y a la izquierda de dicho punto por debajo de: ella. Por tanto, en este caso, a la derecha del punto de equilibrio‘la demanda de la mercancia es mayor que su oferta, lo que debe conducir a una elevacién del precio, es decir, a un alejamiento * del punto de equilibrio. Y, también en este caso, a la izquierda del punto de equilibrio [a oferta de la mercancia es superior a'su’.: demanda, lo que debe producir una reduccién del precio, es decir; de nuevo, un alejamiento del punto de equilibrio. Este equilibrio es, por lo tanto, exactamente comparable al de un cuerpo cuyo punto de suspensién se encuentra por debajo de su centro:de. gravedad sobre la misma vertical, de forma tal que si el centro de gravedad pierde dicha vertical, se alejara progresivamente de st — posicién inicial por la sola fuerza de la gravedad, hasta que alcance una posicién por debajo del punto de suspensién. Es.un equilibrio inestableS”, 68. En realidad, los sistemas de rectangulos [[definidos por | los vértices]} A’, B’ y A”, B”, constituyen las dos unicas solu ” del problema, y el sistema A, B sélo determina un punto” separacién y el limite del campo respectivo de cada una de estas soluciones. A la derecha de p,=1® el precio de (B) en términos ae ae . Léon. Waltas | “asla-izquierda tiende hacia el precio pi, abscisa del punto B’.: Correlativamente, a la izquierda de p,=1/u, el precio de (A) en” ~~ términos de (B) tiende hacia el precio de equilibrio Pa, abscisa del’ punto A”; a la derecha tiende hacia el precio p;, abscisa del punto. Ae Esta eventualidad corresponde, como es facil reconocer, al caso en que, por fa naturaleza de las mercancias, nos encontramos © con que una elevada® cantidad de (A) demandada a un precio de - .-, {A)-en términos de (B) bajo puede valer igual que una cantidad; --, ~ pequefia® de (B) demandada a un precio de (B) en términos de (A). -* @levado, al mismo tiempo que una pequefia cantidad de (A) | demandada a un precio de (A) en términos de (B) elevado puede © también tener el mismo valor que una gran cantidad de (B)” demandada a un precio de (B) en términos de (A) reducido. Por} tanto, si la subasta comienza por un precio de (A) en términos de (B) reducido y de (B) en términos de (A) elevado, o por un precio: de.{B) en términos de (A) reducido y de (A) en términos de (B) | elevado, acabara respectivamente en el primer © segundo de los dos. equilibrios. Veremos mas adelante“) si esta eventualidad es.’ todavia posible para el caso de varias mercancias que se intercam: bian con intervencién de numerario y dinero®, 69. . Hasta aqui hemos supuesto en toda la discusién que las curvas de demanda AzAp, ByB, y BiB, cortaban a los dos ejes-de. coordenadas. Falta por analizar el caso extremo en que las curvas. dedemanda coinciden con las hipérbolas de cantidad existente; siendo asintéticas a los ejes, . Si, por ejemplo, AzA, coincidiera con la hipérbola D.pa=Qs; de. forma que la mercancia (B) se ofreciera [[cn su totalidad]} cualquier precio", la ecuacion [1] (§62) se convertiria en): 1 i\ i —=F,{—}— Q Pa (=) Pa ‘ que representa la interseccion en x, de la hipérbola que pasa por el punto Q, con la KLM [Fig. 9]. No considero ia solucién dada 1 _ Por la ecuacion = 0, es decir, f,= a Elementos de economia politica pura La ecuacién [2] [§62] se convertitia, en tal caso"? Qs=F(p2) que representa la interseccién en 7 de la curva ByB, y de la recta. ne N'P’Q' trazada paralela al eje de los precios a una dis ON’=Q,. 70. Por ultimo, si las dos mercancias se ofrecieran {| totalidad]] a cualquier precio, se tendria a la vez": L 1 Q» pe 2 y Q,=2, Pb CANTIDAD CANTIDAD 214. : Léon Walras ~ que daria como valores de pa y Ps: 2.) 4-9 =a? b= Q. Qe Por tanto, en este ultimo caso, las dos mercancias se intercam- biarian pura y simplemente en raz6n inversa a las cantidades existentes, es decir, siguicndo la ecuacion: Pa Qava=Qors Y, en efecto, como puede verse facilmente, esta igualdad entre las cantidades existentes, y las intercambiadas representaria la igualdad de ja oferta y demanda efectivas de las dos mercan- ciasixs2, Leccion 8.* CURVAS DE UTILIDAD O NECESIDAD ...... TEOREMA DE LA UTILIDAD MAXIMA. DE LAS MERCANCIAS SUMARIO: 71. Circunstancia ‘determinante del punto de: [[ordenada en el origen, eje de cantidades]] de las curvas de.det parcial {[individual]}: utilidad extensiva. 72. Circunstancia.determinan- te de la inclinacion y det punto de ilegada [[abscisa en el ori precios]]: utilidad intensiva. 73, Influencia de la cantidad poseida. Hipotesis de una unidad de medida de la ulilidad o Construccién de las curvas de utilidad o de necesidad. 75. curvas de utilidad efectiva y de rareté en funcion de las poseidas. 76. El intercambio se realiza con el objeto de. of maxima satisfaccion de las necesidades. 77. El intercambio. ¢ cantidad 0, de (B) por una cantidad d, de (A) es ventajoso cuando, 1, la proporcién de la rareté de (A) respecto a la rareté de (B) se igual . al precio p,. 78-79, Este intercambio es mas ventajoso. que cuz er. - otro de dos cantidades mayores o menores que 0, y d,. 80. Asi pies, la maxima satisfaccion de las necesidades tiene lugar cuando elcociente entre raretés es igual al precio. 81. Ecuacién de la curva de der deducida de la condicién de maxima satisfaccién. 82. Solucién simal. 83-84. Caso de curvas de nevesidad discontinuas. 71. El estudio que hemos realizado hasta aqui sobre Ja ° naturaleza del fenédmeno del intercambio, nos permite: ahora estudiar la causa de dicho fenémeno. Si, en efecto, los precios:sé derivan matematicamente de las curvas de demanda, las. causas'y condiciones primarias del establecimiento y variacién. elas’ curvas de demanda, son también las de establecimientoy variacion de los precios®, Hee Volvamos, por tanto, a las curvas de demanda individual,:por ejemplo, a la curva @4,14,,, de la Figura 1 (§51) que representa geométricamente los planes de intercambio de (B) por (A) por.” parte del individuo (1) poseedor de (B); y consideremos en primer” lugar la circunstancia que determina la posicion del punto-ag,+en. que la curva corta al eje de demanda. La distancia \Oag,s°. representa la cantidad efectivamente demandada de (A) por: este individuo a un precio nulo, es decir, la cantidad que consumiria si la mercancia (A) fuese gratuita. Ahora bien, {de qué depende en general esta cantidad? De un cierto tipo de utilidad dela: mercancia que Ilamaremos utilidad de extensidn 0 extensiva 215 216 Léon Walras porque consiste en la capacidad que posee el tipo de riqueza _ analizado de satisfacer necesidades mas o menos generalizadas o numerosas, seglin que sean experimentadas por mayor o menor numero de personas y que las experimenten en mayor o menor medida“; porque, en una palabra, no siendo preciso sacrificio alguno para obtener la mercancia, ésta sera consumida en mayor omenor cantidad. Este primer atributo de la utilidad es simple y absoluto, en el sentido de que la utilidad extensiva de (A) no *. influye mds que en las curvas de demanda de (A) y que, de igual forma, la utilidad extensiva® de (B) no afecta mas que a las curvas de demanda de (B). Ademds, se aprecia que, siendo la utilidad extensiva la cantidad demandada a un precio nulo, es una magnitud susceptible de medicién®". -72, Pero la utilidad extensiva no es toda la utilidad, sino sdlo un factor de la misma. Existe otra utilidad que se nos hace presente si estudiamos la circunstancia que determina 1a inclina- cién de la curva a4,1d),1 y, por tanto, la posicién del punto ap; en que la curva toca al eje de los precios. La inclinacion de la curva no es otra cosa que la relacién entre dos cantidades: el aumento del precio y la disminucién de la demanda provocada por dicho » aumento. ~De qué depende en general dicha relaci6n? De otro tipo de utilidad de la mercancia que Ilamaremos de intensidad 0 intensiva porque consiste en la capacidad que posee el tipo de riqueza analizado de satisfacer necesidades mas 0 menos intensas “o. urgentes segtin que persistan, pese a su carestia, en mayor o menor nimero de personas y segin que sea mayor o menor la ipersistencia con que cada persona’ las siente; porque, en una palabra, la importancia del sacrificio necesario para obtener la _Mercancia influye mas o menos sobre la cantidad consumida de la “misma. A. diferencia del primero, este segundo atributo es complejo o relativo, en el sentido de que la inclinacién de las curvas de demanda tanto de (A) como de (B), dependen a la vez de la.utilidad intensiva de (A) y de la de (B). Por tanto, la inclinacién «de Jas curvas de demanda, definida como el limite dei cociente : entre la disminucién de la demanda y el aumento del precio, que es un atributo matematico facil de determinar, representard una relacion compleja entre la utilidad intensiva de las dos mercan- cias.- Elementos de economia politica para 73. Existe atin otra circunstancia adicional que influye Ja inclinaci6n de la curva de demanda de-(A) ag,1@y,11 lacan! qv de la mercancia (B) que posee. ef individuo (1): Deana: general, las curvas de demanda individual van por debajé hipérbolas de cantidad existente individual, de igual for las curvas de demanda total van por debajo de las hipérbolas cantidad total existente. A medida que la hipérbola de-canti individual varia, aproximdndose 0 alejandose del -origen: coordenadas, la curva de demanda individual variara dela forma, por efecto de los cambios en las utilidades intensi Figura 10 no hace sino representar.fielmente.en ambos ¢ casos’ exigencia. ‘ 74. El analisis precedente es incompleto, y, a primera’ parece imposible Ilevarlo mas lejos a causa del hecho de-que. utilidad intensiva absoluta se nos va de las manos al no tene1 relacién directa y mensurable ni con el espacio ni con el tiempo, » tal como la existente entre la utilidad extensiva y la cantidad poseida. Pues bien, esta dificultad no es insalvable. Supongamos que existe dicha relacién [[directa y mensurable]] y Podreimos CANTIDAD Figyra 10 218, Léon Walras “proporcionar una explicacién exacta y matematica de la influen- “:Gla-Tespectiva de la utilidad extensiva, la utilidad intensiva y la cantidad poseida sobre los precios. Supongo, por tanto, que existe un patrén de medida de la intensidad de las necesidades 0 de la utilidad intensiva, comin no sélo a unidades similares de una misma especie de riqueza social, sino también a unidades distintas de tipos diferentes de riqueza™. A partir de esto tracemos dos ejes coordenados (Fig. 11), uno vertical Oq y otro horizontal Or‘), Sobre el primero, Og, y a partir . del punto O, indico las sucesivas distancias Oq’, q'q”, q’q’” ... que representan las unidades de (B) que el individuo (1) consumiria sucesivamente, en cierto periodo, si dispusiera de ellas. Supongo que, durante este periodo de tiempo, las utilidades extensiva e intensiva se mantienen fijas para cada individuo; y esto es lo que me permite no hacer aparecer mas que implicitamente el tiempo CANTIDAD Figura 11° Blementos de economia politica pura en la expresion de la utilidad. Si, por’el contrario, la-utilidad’ se hubiera supuesto variable en funcién del tiempo, éste.deberia: figurar explicitamente en el problema; y saldriamos, por tant e la estdtica econémica para entrar en la dindmica. Pero todas estas unidades sucesivas de (B) tienen,: par el individuo (1), una utilidad intensiva decreciente desde la primera; que satisface ia necesidad mas urgente, hasta la ultima, tras cuyo. consumo se produce la saciedad; y el problema consiste:-cn expresar matematicamente este decrecimiento. Si la mercancia(B) es tal que se consume por su propia naturaleza en unidades, como. los muebles y los trajes, llevo al segundo eje (Fig. 1), Or, sobre. las paralelas al mismo trazadas por | los puntos q, q”... y a partir del punto O y de los puntos q’, q”... las distancias ‘OB, b qr, qr’... que representan las utilidades intensivas de cada sucesiva unidad. Construyo los rectangulos Oq'R’B,1, gq’ Rr’, qq" R"r'” ... Obtengo de esta forma la curva f,,,.R'r" RY rR! Esta curva es discontinua. Si, por el contrario, la mercancia: (B) fuese susceptible de consumirse en cantidades infinitesimalmente pequefias, como es el caso de los alimentos, la utilidad intensiva decreceria no sélo de una unidad a otra, sino desde la ‘primera hasta la ultima fraccién de cada unidad, y la curva discontinua . ByaRr’R’r’R”... se convertiria en la curva continua B17?" ...Bq1. De igual forma se obtendria la curva op; 16/1 relativa a la mercancia (A) (Fig. 12). Tanto en el caso--de. continuidad como en el de discontinuidad, enuncio que’ as utilidades intensivas son decrecientes desde la primera unidad:o fraccién de unidad hasta la dltima unidad o fraccién de unidad consumidas®). : Las distancias OB ,.:, Oo4,1 [Fig. 12] representan las utilidades extensivas de las mercancias (B) y (A) respectivamente para (i), es decir, la importancia de las necesidades que (1) tiene respecto a las: mercancias (B) y (A). Las areas OB ,,18,,1 Y OG4,1%,1 Tepresentan - ; las utilidades virtuales de las mercancias (B) y (A) respectivamente - para el mismo individuo, es decir, la suma de sus necesidades tanto intensivas como extensivas respecto a las mercancias. Las curvas %,1%_.1 ¥ B,184,1 Son, por tanto, las curvas de utilidad 0 de necesidad de las mercancias (A) y (B) respectivamente para el individuo (1). Pero esto no es todo, porque estas curvas tienen, de nuevo, un doble caracter. “220 Léon Walras: “732 Liamando utilidad efectiva a la suma total de las “necesidades. satisfechas, tanto en extensién como en intensidad, *.por-una cantidad consumida dada de la mercancia, la curva B,,1B4,1 sera la curva de utilidad efectiva en funciOn de la cantidad consumida de (B) por nuestro individuo. Por tanto, para una cantidad consumida q, representada por la distancia Og, la ‘utilidad efectiva vendria representada por la superficie Og,pB,,1: Y: silamamos rareté™ a la intensidad de la ultima necesidad satisfecha por una cantidad consumida de la mercancia, la cur- «va-B,1B,1 sera la curva de rareté en funcioén de la cantidad consumida de (B) por el mismo individuo. Por tanto, para una cantidad consumida q, representada por la distancia Og», la rareté seria py representada por la distancia q,p = Op». De igual rareté en funcién de la cantidad consumida de (A). Esta es la razon por la que puedo llamar también a los dos ejes de coordenadas eje de raretés y eje de cantidades. Es preciso admitir CANTIDAD forma, la curva 9,,1%,1 sera la curva de utilidad efectiva y de | ‘lementos de economia politica pura para esto, lo repito, que la rareté crece.cuando la cantidad: decrece y teciprocamente. Analiticamente, si las utilidades efectivas vinieran dadas funcién de las cantidades consumidas por las ecuaciones. =%,,1(q), u=®,1(q); las raretés lo estarian. por sus deriv. .,1(9), ®;,:(g). O bien, si las raretés estuvieran dadas..en cién de las cantidades consumidas por las ecuaciones r= $4,1(q), r= »,1(g), las utilidades efectivas lo estarian por las int definidas entre O y q: ., [ basldg [ doaldg Y tendriamos para u y r las expresiones correlativas: u= (4) = [' $a)dq r=0(@)=$(0- 76. Una vez establecido lo anterior, si la utilidad extensiva.e). intensiva de (A) para el individuo (1) poseedor de la mercancia (B),.. viene representada geométricamente por la curva: continua: 0,,1%4,1 Y algebraicamente por la ecuacién de dicha curva = a,1(q); si la utilidad extensiva e intensiva de (B), para el mismo... individuo, se expresa geométricamente por la curva contini BeaBaa ¥ algebraicamente por la ecuacién de dicha curva®: = $»,1(q); si, por otra parte, la cantidad q, representada -por:la distancia Og,, es la cantidad de (B) poseida inicialmente por:el...: > individuo (1), veamos si podemos precisar cual sera su demande on de (A) para cualquier precio”. . En raz6n de la forma en que hemos determinado: fi curvas de necesidad, y las propiedades que ‘hemos obteni ellas al construirlas, si nuestro hombre guardara para‘con: en su totalidad las qp unidades de (B), satisfaria una suma total, necesidades representada por el drea Og, 8,1. Esto no sera haga normalmente el individuo porque, en general, po tisfacer una mayor suma total de necesidades consumiendo. una parte de su mercancia y cambiando el excedente .poi 222 cierta cantidad de la mercancia (A) al precio corriente. Si, pe ejemplo, al precio de (A) en términos de (B) p,, guarda y unidad de (B), representadas por Oy (Fig. 12), y cambia el resto o, =4»—Y, representado por yq», por d, unidades de (A) represent das por Qd,, podra satisfacer una suma total de necesidade: representada por las dos areas OyBB,,1 y Od,0e@,,1, cuya sl puede ser superior a la precedente [[drea Og, pf,,1]]. Suponiend que el individuo lleva a cabo el intercambio de manera tal q satisface la mayor suma de necesidades posible, es seguro. qui + estando p, dado, d, se determinard por la condicién de que | suma de las dos dreas Oy8f,.1 y Od,aa,,, sea mAxima®. Ahor; bien, esta condicién exige que la proporcién entre las intensidade: Tai ¥ p,1 de las ultimas necesidades satisfechas por las cantidades | d, @ y, es decir, que la proporcidn entre las raretés tras intercambio, sea igual al precio p,®. ; 77. Suponiendo que esta condicién se cumple, tendremo: simultdneamente: 0=Go—Y=daPa a1 =Dalb,1 de donde, eliminando p,, obtendremos™: daha = Oh a,1 y reemplazando d,, 0», ra,1 Y T»,1 por las distancias que las Tepresentan respectivamente Od,, gy, d.a e yB (Fig. 12): Oda x dat =Goy X yB Por tanto, las areas de los rectangulos Od,#ra1 € yqoBB son iguales. Pero, debido a la naturaleza de las curvas 1041 Y B,.1Bq.1, tendremos, por una parte: area Od,au,,1 >Od, x daa y,, por otra: qoy* yB> area yqopB “filementos de economia politica pura area Od,xa,,; > area yqopP Es, por tanto, evidente que el intercambio de una cantidad:o;: de (B) por una cantidad d, de (A) es ventajoso para nuestro: individuo, porque el area de satisfaccion que obtiene es mayor el area de satisfaccién a que renuncia. Pero esto no es suficiente,y es preciso demostrar que dicho intercambio es mas ventajoso que = cualquier otro consistente en el cambio de una cantidad de (B) menor o mayor que 0, por una cantidad de (A) respectivamente, menor o mayor que d,. 78. Para conseguir esto, representaremos el intercambio- total de 0, de (B) por d, de (A) como si estuviese formado por-s: intercambios parciales iguales y sucesivos. Vendiendo sucesiva- mente s veces la cantidad o/s de (B) y adquiriendo sucesivamente« s veces la cantidad d,/s de (A) segin la ecuacién de intercambio: Oy da == Pa s s nuestro individuo ha disminuido la rareté de (A) y aumentado. la de (B). De esta forma, la proporcién entre raretés, inicialmente: superior al precio p,, se ha igualado al mismo. Ahora bien, afirmo, ” en primer lugar que, en estas condiciones, todos los intercambios: parciales han sido ventajosos, si bien progresivamente menos: ventajosos, desde el primero hasta el s-ésimo. . Sean, en efecto, Od’, y qny’ (Fig. 13) dos distancias sobre Od,-y.'- qsy’, la primera medida por encima del punto O y la segunda. por, debajo del gy, que representan las cantidades d,/s de (A) y 03/5 dé (B) respectivamente trocadas en el primer intercambio parcial: Una: vez realizado este primer intercambio, la proporcion entre las. raretés, aunque menor que al comienzo, es aun, por hipotesis, superior al precio; y Hamando r, y r, a las raretés, tendremos: Ta> Palo 224 Léon Jo que da, en virtud de la ecuacién precedente. d, 26 — a> — Pp s s Es decir, sustituyendo d,/s, 05/8, ra y *» por las distancias que la representan respectivamente Od‘, q,y’, d,x’ e y’B’, tendremos: Od, x dao! > qny' x yB CANTIDAD Be "st pareve &t Figura 13° Pero, en virtud de la propia naturaleza de las curvas de necesida: se tiene, por una parte: area Od,a'a,,; > Od, x dia’ y, por otra parte: qny x YB > area ¥qup8" lementos de economia politica pura De donde se sigue, a fortiori: area Odic'a,,.>area y’'qupB" Por tanto, el primer intercambio de 0,/s de (B) por d,/s de'(A},, sido ventajoso. Se demostraria de la misma forma que a cont cién de cada uno de los s—2 intercambios siguientes sucesivamente, la proporcién entre raretés habra disminuide, sera aun, por hipétesis, superior al precio, por~lo’. qui intercambios seran ventajosos. Es, por ejemplo, evidente ventaja de cada intercambio parcial sucesivo disminuird propia disminucién de la proporcién entre las raretés, - Sean ahora d,dj e yy” (Fig. 13) dos distancias sobre’ d,0'€ ja primera medida por debajo de d, y la segunda por encima: que representan respectivamente las cantidades d,/s de (A):'y-@% de (B) trocadas en el primer intercambio parcial. Una realizado este ultimo, la proporcién entre raretés disminuye hipétesis, se iguala al precio, por lo que: Tat = Palo lo que, en virtud de la ecuacién de intercambio, da lugar: a: d, Oo = tai=— Tor s s y sustituyendo d,/s, 04/8, Ta, Y Ts,1 port las distancias que representan respectivamente djdz, yy", dane yB: d,di, x dau = yy" x yB Pero, en virtud de la propia riaturaleza de las curvas necesidad, tendremos, por una parte: area dd,oc’ > dgdj x dat y, por otra parte: yy" x yB> area yy" BB © 96 . . . Léon Wair “Por lo que: area dzd,uo" > area yy” BB Por tanto, el Ultimo intercambio de 0,/s de (B) por d,/s de (A) ha sido todavia ventajoso. Como podemos suponer que s es tan grande como queramos, es cierto que todos los intercambios parciales sin excepcion, incluyendo el ultimo tan pequefio como quetamos, han sido beneficiosos, aunque de forma decreciente, desde el primero hasta el s-ésimo. En consecuencia el individuo (1) no ofrecerd una cantidad de (B) menor que 05, ni demandara una ‘cantidad de (A) inferior a d,. 79. Demostrariamos de la misma forma que el individuo (1) no ofrecera una cantidad de (B) mayor que 0», ni demandara una cantidad de (A) superior a d,, por la razén de que todos los intercambios parciales sin excepcidn, incluyendo el primero tan pequefio como queramos, realizados mas alla de dicho limite serian desventajosos, y lo serian de forma progresiva. Pero esta demostracién se halla contenida logicamente en la que acabamos de hacer. En efecto, si continuara disminuyendo la rareté de (A) y « aumentando la de (B) por un cambio cualquiera de (B) por una cantidad equivalente [[en valor]] de (A) mas alla del limite establecido por la igualdad entre la proporcién de estas raretés y el precio pa, se llegaria a la desigualdad: Fa Dota” Ahora bien, en virtud de la demostracién realizada [[§78]], es cierto que, en estas condiciones, nos aproximariamos al maximo de satisfaccion cambiando una cierta cantidad de (A) por una déterminada cantidad de (B) hasta que se alcanzara el limite: Tri =Pola,1 es decir: Ta,1=Pold,1 Elementos de- economia politica pura 80. os y d, seran, por tanto, las cantidades exactas.de(B)-y e (A) que respectivamente ofrecerd y demandara el individuo (1) 2 > poseedor de (B) a un precio de (A) en términos de (B).tal qui para dichas cantidades se cumple 4,1 =Dal'b,1- Y, generalizando: Dadas dos mercancias en un merci satisfaccién maxima de las necesidades, o ef maximo de-util @ectiva se alcanzaré, para cada individuo, cuando la proporci entre las intensidades de las tltimas necesidades satisfechas; proporcion entre raretés, sea igual al precio. Mientras que: di igualdad no se logre, seré ventajoso para el individuo vender parte : de la mercancia cuya rareté es menor que el producto de su precio. por la rareté del otro bien para adquirir parte de la otra merci cuya rareté es mayor que el producto de su precio por la rareté primera mercancia, Puede, por tanto, ser ventajoso para un individuo | te ofrecer toda la cantidad de la mercancia que posee inicialm como no demandar cantidad alguna de la otra. Volver inmediatamente sobre este punto), 81. Reemplazando en la ecuacion: Vai =DPalb Ya,1 Y ?s,1 por sus valores, se. obtiene™*): ba.1(d.) =Pabo,1(9) = Pubs, 1(Gr— 00) = Par, 1(go— Aaa) Esta ecuacion expresa d, en funcion de ps. Si suponemos que resuelve en términos de la primera variable, toma la forma: da=fo,1(Pa) Esta es precisamente la ecuacién de la curva @4,1@p,,1 de de! ss de (A) a cambio de (B) por parte del individuo (1). Esta ecuacaién seria matematicamente determinable si lo fueran las ecuaci S T= a, 19) ¥ r=¢0,1(g); y como estas ultimas no lo S01 ecuacién d,=f.1(pa) es de caracter empirico®. De esta forma se resolveria el problema consistente en: n: Dadas ze dos mercancias (A) y (B) y las curvas de utilidad o necesidad’ de 228. Léon Walras: - ainbas para cada uno de los participantes en el intercambio, ast -'“eomo la -cantidad inicial poseida por cada uno de ellos, determinar. Jas.curvas de demanda®). 2 $2. Es conveniente dar la formula de esta solucién en términos de la notacién habitual del calculo infinitesimal”. 3 Sean d, la cantidad demandada de (A) y 0y=d,p, la cantidad © lementos de economia politica pura -ofrecida de (B), al precio de (A) en términos de (B) pq; y, por tanto, © qo—0z la cantidad de (B) retenida, de forma que: s dapat (qo—00)=40 i siendo q» la cantidad inicial poseida de (B) por el individuo. Sean, por otra parte, u=®, 1(q) y u=®,,1(q) las ecuaciones que expresan las utilidades efectivas de (A) y de (B) para el individuo considerado en funcién de las cantidades consumidas y, én consecuencia, ®,, :(da)+P»,1(q»— 0») la utilidad efectiva total a miaximizar. Las derivadas de las funciones son esencialmente «. _ decrecientes, por lo que el maximo buscado por nuestro individuo se lograré cuando la suma algebraica de los incrementos diferen- ciales de utilidad respecto a las cantidades consumidas de cada una-de las dos mercancias sea nula ya que, si se supone que estos ‘\inicrementos son distintos y de signo opuesto, sera ventajoso .demandar mayor o menor cantidad de la mercancia cuyo. © incremento diferencial sea respectivamente mayor o menor, y ..: ofrecer mayor o menor cantidad de aquella que lo tenga respectivamente menor o mayor. La condicién de maxima satisfaccion de las necesidades puede, por tanto, expresarse por medio de la ecuacién"; —- i, (daldda + D4, 1(46—01)d(qn— on) =0 Ahora bien, por una parte, las derivadas de la funcion de utilidad. efectiva respecto a las: cantidades consumidas no son otra cosa qué Jas raretés [§ 75]; y, por otra parte, la suma algebraica de los “productos de los precios de las mercancias en términos de una de éllas* por las: diferenciales de las cantidades consumidas es, en virtud de la ecuacién [1], nula segin la ecuacién®> Pall, + d(qy—0r)=0 Por tanto", e,1(de)= Pa ,1(4o—4aPo} He explicado la diferenciacién para aquellos lectores gi estén familiarizados con la misma. Quienes si lo estén enseguida que diferenciando una de las dos siguientes exp a, 1(da) + ®p,1(ds — dopa) da~ hPa f $a, saa [ o(gdq con respecto a d,, se obtiene"”). bo,1(de) — Patho. 1(4s—dap2)=0 oe es decir: 4 Ga,1(de)= Pabs,1(0— 4aPo} y la raiz de esta ecuacién siempre corresponde a un maximo;-y:no: = aun minimo, porque al ser las funciones ®, 1(q) 0 $a, 1(q) ¥ Pb, i(@} © &»,1(q) esencialmente decrecientes, la segunda derivada: “ $4,1(da) + Pa, 1(do—4aPa) es esencialmente negativa™. 83. Nuestra demostracién ha supuesto que las curv: utilidad son continuas; y hemos de analizar los casos en puedan ser discontinuas®). En rigor, existirian tres casos’ ef intercambio de una mercancia con’ curva’ continua poi mercancia con curva discontinua; el’ de intercambio™ de mercancia con curva discontinua por otra mercancia con continua; y el de una mercancia con curva discontinua’ por mercancia con curva discontinua. Péro como, y asi lov mas adelante, la mercancia elegida respecto a cuyo valor se'1 los valores de todas las demas y con la que se adquieren todas restantes mercancias, puede y debe tener una curva de necesidad . continua, podemos limitarnos al primer caso“, CANTIDAD Figura 14°?) Sea pues, como siempre, f, 18,,1 [Fig, 14] la curva de utilidad : de (B) para el poseedor (1) de la mercancia (B) y q, la cantidad de - (B) por él poscida inicialmente. Y sea la curva de utilidad de (A para el mismo individuo una curva escalonada que pasa por los puntos a y a”. La mercancia (A) sdlo puede comprarse por : unidades, por lo que siendo p, su precio en términos de (B), esta | Ultima mercancia no podra venderse mas que en cantidades -” iguales a p,. Si las distancias dad; y dad’ representan, respectiva- : mente, la ultima unidad adquirida y la primera no adquirida de © (A), y si las distancias yy” e yy” representan, respectivamente, la Ultima cantidad vendida y la primera no vendida de (B) cuando el individuo haya alcanzado la maxima satisfaccién, se cumpliran las dos desigualdades*)- area yy" BB dita” Jementos de economia politica pura Designamos por m’ y m” dos -distancias intermedias,: ‘la primera entre yf ¢ yp", y la segunda entre:yf ¢ y"B” talesq multiplicarlas por yy’=yy”=p, se obtengan dos areas: -ij respectivamente a yy’BB e yy'’B’’B. Dichas distancias seran intensidades medias de la utilidad de la Ultima unidad vendi de la primera no vendida de (B) respectivamente; y podr: : expresar las ultimas desigualdades, que de forma conjunta.” determinan la demanda de (A), d,, en la forma: oo d,a=pam" +8" dial” = pgm” —2” De estas dos ecuaciones, se obtiene facilmente*” dat dita” eve” st = pt ee m’ +m" mm Ahora bien, m’+m'" es una cantidad muy proxima a 2yp@%. : eel es muy pequefia?”, Por tanto, la ecuacién anterior. puede expresarse como: d,a+dy'a” 2 yB Por tanto: En el caso de intercambio de una mercancia con curva de utilidad continua por otra mercancia con curva de utilidad discontinua, cuando se obtiene la maxima satisfaccion, la proporcién: entre la media de las intensidades de ia ultima necesidad satisfecha:y de la primera no satisfecha por la mercancia comprada: y' la intensidad de la ultima necesidad satisfecha por la mercancta vendida, es casi igual al precio™. Hemos dicho casi igual, no s6lo porque el producto del precio.’ - de (A) en términos de (B) por la intensidad de Ja ultima necesidad. satisfecha por (B), pa x yB, puede no ser igual a la media de las intensidades de la Ultima necesidad satisfecha y la primera no satisfecha por (A), sino también porque puede suceder que este = Pa os) “ Elementos de economia politica pura producto sea mayor o menor que cada una de las dos cantidad [sobre las que se obtiene la media]]. En efecto, necesariamente cumple: : ‘A medida que p, disminuye, los dos priméros miembros de desigualdades disminuyen®. La primera desigualdad no problemas; pero llega un momento ‘en que la segunda cat de sentido y d, aumentaré al menos en una unidad. A medida lead p. aumenta, los dos primeros miembros de ambas desigualdades: aumentan. La segunda desigualdad no plantea problemas; ‘pero’ eS Hlega un momento en que la primera cambiard. de sentido y d,_ disminuira al menos en una unidad. La curva de demanda de (A) es, por tanto, a la vez decreciente y discontinua. ‘ Analiticamente, voceado. un precio cualquiera de (A) en’ términos de (B), p., a medida que nuestro individuo demande 1, 2... unidades de (A), respondiendo a necesidades de intensidad: Th, r, ..°* obteniendo de esta forma las utilidades efectivas de (A} medidas por las mismas magnitudes rm, r2..., retendra. las. area yy"B"Barea yy" B"B pero no es necesario que: d,a>pax yB y si, por el contrario, se cumple: dja — 2Pa , - area yy"B'"B> pa yB Y la demanda d, que le proporcionard la maxima satisfaccién..... vendra determinada simultaneamente por las dos desigualdades: : * dial” ta+1 to (dat L)pa y si, por el contrario, se cumple: De esta forma se determinaré matematicamente d, ‘para. cualquier valor de p,, y se construira la curva decreciente.y discontinua de demanda de (A) a cambio de (B) en funcién deb... precio®®), dia’ > pa YB dja" y d,a, que es >dj’a'”, seran ambas mayores que p, x yp. 84. Retomemos las desigualdades: area yy"B"B d's” : Leccion 98 Elementos de economia politica pura ‘DISCUSION DE LAS CURVAS DE DEMANDA .; CANTIDAD CANTIDAD FORMULA GENERAL DE LA SOLUCION 4 4 MATEMATICA DEL PROBLEMA DEL - INTERCAMBIO DE DOS MERCANCIAS SUMARIO: 85. Demanda a precio nulo; igual a utilidad extensiva: :; 86. Precio al cual la demanda de (A) es nula. 87. Precio al cuai la oferta’ % de (B) es igual a la cantidad poscida. 88. Condicion para que la oferta. iguale a la cantidad poseida: interseccién de la hipérbola de cantidad poseida y de la curva de demanda. 89. La hipérbola es curva de’ | demanda entre los puntos de interseccién, 90. Disminucién de fa cantidad poseida, 91. Aumento. 92. El caso general es el de un poseedor. *: de las dos mercancias. Dos ecuaciones 0 curvas de demanda efectiva | parcial [[individual]]. 93-94-95. La ecuacion o curva de demanda de? cada mercancia es también ecuacién 0 curva de oferta de la misma’ mercancia en funcién det precio. 96. Sistema general de ecuaciones que: ~ reflejan los planes de intercambio en el caso de dos mercancias. 97-98, Resolucién de las ecuaciones. Ps RARETE(O PRECIO) B,,. 85. Puesto que la ecuacion de demanda individual: da= fa,r(Pa) Figura 15% Esto ha de ser asi por §71. La curva @a,14,,1 parte del punto” * no es otra cosa que la ecuacién: | at. a 86. Hagamos ahora en la ecuacién de demanda d,=0, por lo $a,1(da)= Poh b,1(4s —4aPa) 2 que se convierte en: resuelta para d,“, podemos discutir dicha ecuacion en esta ultima forma. : Hagamos, en primer lugar, ».=0, con lo que Ia ecuacién se = reducira a: | 2,1(0}= Pubs, 1(4o) $4,110) a bed v1») Po ecuacion cuya raiz es py= = Oa,,: [Fig. 15]: a.x(de)=0 por tanto: La cant or tanto: La cantidad demandada de una de las dos mercani cuya raiz es dg=04,1=Oa,1 [Fig. 15]. : por un poseedor de la otra es nula cuando el precio de di Por tanto: Dadas dos mercancias en un mercado, cuando el ~ mercancia es igual © superior al cociente entre la intensidad-de su precio de una de ellas es nulo, la cantidad demandada de dicha © necesidad maxima y la intensidad de Ia tiltima necesidad que puede mercancia por cada poseedor de la otra es igual a la cantidad satisfacer con la cantidad poseida de la mercancia a ofrecer. necesaria para satisfacer todas las necesidades a discrecién, 0 Esto ha de ser asi, en efecto, porque en este caso la iltima utilidad extensiva. porcion de (B), por ejemplo o;/s, consumida por el individuo ( te: 234 “236 : procura una satisfaccion % P», Inientras que esa misma porcidn, s cambiada por d,/s de (A), al precio p,, le procura sélo una sofa ath 0 satisfaccion > % 1 = 2b St » igual o inferior a la primera. S Pa 87. Después de haber identificado la condicién de precio necesaria para que nuestro poseedor (1) de (B) no demande cantidad alguna de (A), vamos a identificar la condicién necesaria ‘para que no conserve cantidad alguna de (B). Es preciso, en la ecuaci6n: $a,1(da)= Pabv,1(4o—4aPa) [1] sustituir: d,Pu=4> [2] por lo que [1] se convierte en: $o,1(da) = Pav, 1(0) ar(da) _ Pe $010) Bea” Por tanto: La cantidad demandada de una de las dos mercancias — ofrecida por un poseedor de la misma es igual a la cantidad poseida cuando el precio de la mercancia a denandar es igual o inferior al cociente entre la intensidad de la tiltima necesidad que puede ser satisfecha por dicha mercancia y la intensidad de ia necesidad méxima satisfecha por la mercancia ofrecida. Esto ha de ser asi, de nuevo, porque en. este caso la primera dosis de (B), por ejemplo o,/s, consumida por el individuo (1) le i ecuacién cuya raiz es py = . sop ie 8 : . procura tan sdlo una satisfaccién — 8,,,, mientras que esa misma s dosis intercambiada por d,/s de (A), al precio p,, le procuraria una sae 0 satisfaccién > Po= 2 mn igual o superior a la primera. a Elementos de economia politica pura 88. Multiplicando las ecuaciones:[2} -y (3). mi miembro y dividiendo ambos. términos. por: p,,:para-el dicho precio, resulta: daPa,r(da)= Goho,1 (0) y sustituyendo q, y @,,1(0)=8,1 por las distancias Og, y Of, que respectivamente las representan (Fig. 15): ae, 1(da) = Ogn x OB, Esta ecuacién expresa una condicién que puede tradu los siguientes términos: Para que la oferta de una de las. mercancias pueda ser igual a la cantidad poseida, es preciso inscribir en la curva de necesidad de la mercancia demai rectangulo de drea igual a la del rectdngulo que tenga: poral cantidad poseida de la mercancia ofrecida -y por base la inte de la maxima necesidad de dicha mercancia, Ahora bien, esta condicién no siempre se cumple: mente no se verifica en nuestro ejemplo, Sin embargo, sustituirla por otra. La solucién de las ecuaciones [1].;¥ representa, en definitiva, la interseccién de 1a hipérbola cantidad poseida de (B), d.pe=qs, con la curva de dema individual de (A), d.=f;,1(P.). Estas dos curvas no. siemy intersectan: no lo hacen, concretamente, en el caso dem individuo [Fig. 10] [[§ 731]. 89. Esta observacién conduce.a.otra muy important pongamos que la condicién definida por la anterior. 2 puede satisfacerse y que la curva de demanda intersecta' ada. -. hipérbola de cantidad poscida cn los puntos 4, y qi feurva: puntos de la Fig. 10]. La oferta de (B) seria igual ata: : poseida, qo, para los precios representados por las abscisas: los ae puntos gi, y gs. Y también para todos los precios inti : Parece incluso que, tras la combinacién de las ecuaciones: 6. curvas, para precios intermedios, la. oferta de (B) deberia. superior a la cantidad poseida qy. Pero como un-individuo: puede ofrecer mayor cantidad que. la que posee, es: pre evidentemente introducir la restricci6n de que q,—d.p¢ ne pi 238 Léon Walras, . Ser-upa cantidad negativa, lo que puede hacerse enunciando la condicién en los siguientes términos: Para que la oferta de una de ~ las dos mercancias pueda ser igual a la cantidad poseida, es preciso ~ que la hipérbola de cantidad poseida de dicha mercancia y la curva de demanda de la otra se intersecten. La hipérbola de cantidad es curva de demanda entre los puntos de interseccién. 90. Si las curvas o,.1%41 ¥ Br1B4.1 (Fig. 15) no varian y qy disminuye, p, aumenta y, en consecuencia, «,,1/p4=Od,,, dismi- auye, Cuando g,=0, ps=f,,1, y la relacion «,,1/p, coincide con @,,1/B;,1=On. Entonces la curva de demanda a,,;a),1 coincide con'los segmentos a,,0 y Ox de los cjes de coordenadas. Por tanto: Si las utilidades de dos mercancias para el poseedor de-una de ellas no varian, y si la cantidad poseida de ésta disminuye, el: punto de interseccién de la curva de demanda de la primera mercancia con el eje de los precios se aproxima al origen de coordenadas, Cuando ta cantidad poseida es nula, la curva de » demanda (de la otra mercancia] coincide con la parte de los ejes de . coordenadas formada, sobre el eje de demandas, por la utilidad extensiva de la mercancia demandada y, sobre el eje de precios, por . luna distancia igual a la proporcién entre las intensidades de las necesidades mdximas de las dos mercancias. 91. Por el contrario, si q, aumenta, p, disminuird y, en consecuencia, 0,,1/p»= Ody,, aumentara, Cuando 4, =8,.1, ps=0, y la proporcién 4,,1/p» se hara infinita. Entonces el punto a,,1° Se encontrara infinitamente alejado del punto O. : Por tanto: Si las utilidades de las dos mercancias para el poseedor de una de ellas no varian, y si la cantidad poseida de esta tiltima aumenta, el punto de interseccién de la curva de-demanda de la: primera mercancia con el eje de los precios se aleja del origen de eoordenadas. Cuando la cantidad poseida sea igual a su utilidad extensiva, la curva de demanda [de la otra mercancia] serd “ asintética al eje de los precios, “Se explica perfectamente ¢l que esto deba ser asi. Se observa, por otra parte, cuanta razén teniamos para no hacer afirmaciones prematuramente sobre la forma de las curvas de demanda total (§.55). Podemos ahora afirmar que dichas curvas cortan siempre al'eje de demandas, puesto que ninguna mercancia tiene utilidad Elementos de economia politica pura extensiva [[agregada]] infinita. En cuanto a la asintoticidad pecto al eje de precios, debe considerarse como un hecho’ co: y frecuente ya que se presenta en cuanto entre todos poseedores de una mercancia existe uno que tiene de la mi cantidad suficiente para la satisfaccion discrecional de todas: necesidades®. De ello se deduce que las curvas de oferta parten con frecuencia del origen*®”. 92. Hemos supuesto siempre hasta ahora que los participan-. tes en el intercambio no poseian inicialmente mas que ‘una .: mercancia, bien la (A), bien la (B). Sin embargo, es preciso tener'en: cuenta el caso particular en que un mismo individuo posee'ambas. : mercancias (A) y (B) y expresar matematicamente los planes ‘de. intercambio de este individuo. Estamos obligados a hacer’ ae porque, considerando todos los aspectos, este segundo caso general, y de él se obtiene el primero suponiendo nula una dos cantidades iniciales poseidas. No hemos planteado este: caso general desde el comienzo del problema del intercambio de dos mereancias entre si a causa de la complicacién que ‘habria ocasionado en nuestros razonamientos. Pero el teorema ’ maxima satisfaccién permite ahora tratarlo de una forma sencilla y facil. pes Supongamos, por tanto, que el poseedor (1) de (B), estando’ siempre sus necesidades de (A) y (B) expresadas por las. dos ecuaciones r=¢2,1(9) ¥ r= $5.1(q) de las curvas de necesidad %,1%9,1 Y Bri B41 respectivamente (Fig. 16), en lugar de tarse en el mercado con una cantidad nula de (A) y una ca q» de (B), representada por Og, (Fig. 12) [[§74]] cor también con una cantidad q,,,; de (A) representada por O% * Esta discusién sobre las curvas de demanda y oferta resultaria adecuada~. mente completada con la demostracién de una doble proposicién, deducida. del decrecimiento de las curvas de utilidad, cuya primera parte se planted:como ‘un. postulado ($48), deduciéndose la segunda de aquélla ($49): que la curva demanda es siempre decreciente y que la curva de oferta es sucesivamenté ct y decreciente, desde cero hasta cero (para infinito), cuando crece el encontraran estas dos demostraciones generalizadas, es decir, para intercambio de un nuimero cualquiera de mercancias y de poser a mercancias, en el Apéndice 1, Teoria geométrica de la determinacién de los precios, § 1: Del Intercambio de varias mercancias. [Esta nota aparece por primera vez én la 4? edicion.] ao Léon Walras tratemos de expresar su demanda de (B) en funcién del precio p, y-su. demanda de (A) en funcién del precio p,. CANTIDAD CANTIDAD PRECIO Figura 16 | Si para un precio p, de (B) en términos de (A), representado por la distancia q,,1 p21, el individuo demanda una cantidad d, de -{B), representada por la distancia qp,1d», deberd ofrecer una cantidad 0, de (A) representada por la distancia q.,10, tal que se cumpla entre pp, ds y 0, la ecuaci6n: O=4pPy : Entonces, siendo la intensidad de su altima necesidad satisfecha por (B) r;, representada por la distancia d,8, y la intensidad de su ultima necesidad satisfecha por (A) ra, representada por la : distancia 0,%, se tendra, en virtud del teorema de la satisfaccién maxima (§80): To= Pola Elementos de economia politica pura y reemplazando ry y r, por sus valores: $o,1(4o,1 + de) = Poa, 1(qa,1 — 9a) = Poa, 1 (4u,1 —ZbPi) ecuacién de la curva bg,:bp,1 de demanda de (B) en funcid: precio de (B) en términos de (A), referida a los ejes 4,,14°¥* De igual forma-si, al precio p, de (A) en términos de nuestro hombre demanda una cantidad d, de (A), debera una cantidad o, de (B) tal que se cumpla entre pa, da y Oy ecuacion: 0n=dgPa Entonces, siendo la intensidad de la Ultima necesidad satisk por (B) rz, se tendra: Ta=Pold es decir: Pa,1(Ga,1 + de) = Par, 1(4»,1 — 04) = Pao, 1(40,1 — FeDa) ecuacién de la curva ag,1@p,, de demanda de (A) en funcidn, del precio de (A) en términos de (B), referida a los ejes ga,19 ¥ da, 93. La discusién de las dos ecuaciones [4] y [5] para ‘tos: distintos casos, de demanda a precio nulo, de precio para demanda nula, de oferta igual a la cantidad poseida, de disminu: cién o aumento de las cantidades iniciales poseidas, sera andloga, a la precedente [§§85-91]. Por ello no la llevaremos a cabo; excepto en un punto concreto que es esencial establecer: .: Si se hace, en la ecuacién [4], d»=0, se convierte en: 0,1(40,1) = PoPa,1(4a,1) Como siempre se cumple la relacién paps = 1, esta ecuacion pi expresarse de la forma: zi $a,1(Ga.1)= Pabo,1(4o,1) 242. Léon Walras que seria la ecuacién que se obtendria también haciendo, en la ecuacién [5], d,=0. Por tanto: Si la demanda de una de las dos mercancias es nula para un cierto precio, la demanda de la otra es igualmente nula para el precio correspondiente [de la segunda mercancia en términos de la primera]. 94, Pero esta proposicién no es mas que un corolario de un teorema mas general. Para transformar la ecuacién [4] de demanda de (B) en funcién del precio de (B) en términos de (A), en ecuacion de oferta de (A) en funcién del precio de (A) en términos de (B), seria suficiente sustituir dy por OP. Y Po por 1/ps. Con ello obtendria- mos: Ga,1(4a,1 — Oa) = Patho, 1(40,1 + OaPa) ecuacion que no es otra cosa que la ecuacién [5] en la que se ha sustituido d, por —o,. Asi, la ecuacién [5] de demanda de (A) es ecuacién de oferta de (A) para los valores negatives de d,. Se demostraria de la misma forma que la ecuacion [4] de demanda de (B), es ecuacién de-oferta de (B) para los valores negativos de d,. Ahora bien, siendo los precios esencialmente positivos, cuando d, es positivo, 0,=dppp es positivo y, en consecuencia, d,= —0, es negativo; y cuando d, es negativo, 0,=dspp es negativo y, en consecuencia, d= —o, es positivo. Se demostraria de igual forma que, cuando d, es positivo, d, es negativo y que, cuando d, es “negativo, d,, es positivo. Por tanto: Si la demanda de una.de las dos mercancias es ‘positiva para un cierto precio, la demanda de la otra es negativa, o su: oferta es positiva, para el precio correspondiente [de la segunda mercancia en términos de la primera]. Y, en efecto, un poseedor de ambas mercancias no puede demandar una mas que a condicién de ofrecer la otra, y reciprocamente. De donde se sigue que, si no demanda ni ofrece cantidad alguna de una, ni ofrece ni demanda cantidad alguna de la otra. Este es, como es facil de ver, el caso en que la proporcién entre las rarerés de las dos mercancias es precisamente igual al precio de la una en términos de la otra, y se obtienc un maximo de utilidad efectiva [[para las dotaciones iniciales]]. Elementos de economia politica pura 95. Las curvas (Fig. 16), son pues. curvas de demanda: desde’ au,1 hasta ap; y desde 4,1 hasta b,,1, siendo los puntos ap) s'y-8 reciprocos®. Desde ay, hasta ao; y desde bp, hasta 6,1, en'la’- parte punteada de la Figura 16, que va por debajo de los ‘ejes 4a,1P Y 4v,1P, son curvas de oferta. Tomadas en sw. conj referidas al eje Or, cada una de ellas es curva de cantidad: al: conservada y obtenida de cada una de las dos mercancias ‘en funcién de su precio. Estas curvas tienen un minimo correspon-~ .. diente a la oferta maxima de cada mercancia a cambio de la otra: 96. En resumen, si designamos con mayor sencillez por. J; las cantidades, positivas o negativas, de las mercancias (A):y:(B) que el individuo (1) afiadira respectivamente, segin los precios, a las cantidades gz,1 Y q»,1 de las mismas que posee inicialmente, los planes de intercambio de este individuo resultaran de dos: ecuaciones, una de intercambio y otra de satisfaccién maxima: XyVat y10,=0 $asdat+%1) Ye ¢s2y boi(Go1+) o% de las cuales puede o bien eliminarse y, para obtener x, en® funcion de p,, o bien eliminar x, para obtener y, en funcién de. Pr: Las formulas asi obtenidas”: 3 Pa,1(a,1 +%1) = Pas, 1(do,1 — X14 Pa) v.1(40,1 + ¥1) = Poba, 1 (Ga, 1 ~ Y1 Do) son las formulas generales que no tendremos mas que desarrollar’ adecuadamente para expresar los planes de intercambio “del mismo individuo en el caso de intercambio con varias mercancias:” Es esencial destacar que la primera de estas dos ecuacionés;® para valores de p, que hicieran x;.negativo y mayor [en valor ° absoluto) que g.1, deberia ser sustituida por la ecuacién x= =—44a,1, CM cuyo caso y; vendria determinada por la ecuacion: YiPo*4a,1; y que, de igual forma, la segunda ecuaci6n, para valores de py, que hicieran y, negativo y mayor [en valor absoluto] que q;,1, deberia ser sustituida por la ecuacién. y= Aq cS +4p,1, eM cuyo caso, x, vendria determinada por la. ecuacion: = XPa= qo. 97. Estas ecuaciones, resueltas para x1 e y, y adecuadamente adaptadas para satisfacer la restriccion precedente, tomarian la forma®: x1 =Sa,1(Po) yi =f o.1(P) : ‘Se haria lo mismo para obtener las expresiones de los planes de sintercambio de los individuos (2), (3)... X2=fo2Pa). Y2=F,2(P») xs=faa(Pa) Ys =Fv,3(P») Y la igualdad entre ta oferta y la demanda efectivas de cada una ‘de las dos mercancias (A) y (B) se expresaria por una u otra de las “ecuaciones!™. X=fo,s(Pd+fa,2(Pa)+fo,3(Pa)+ --. =FalP)=O Y=fsiPtSo,2(Po)+Sv,3(Po)+ ... =F ope) =9 Se despejaria, por ejemplo, p. de la primera ecuacién y py de Ja -ecuaciOn: Papo=1, y este valor.de p, satisfaria necesariamente la segunda ecuacién, por la razon de que, evidentemente: Xva+ Yo, =08 de donde se sigue que si F,(p.)=0 para un determinado valor de Pa, entonces F,(p,)=0 para el correspondiente valor de p,( = 1/pa). Esta solucién es analitica. Podria expresarse en forma geomé- trica. La suma de las x positivas [para valores dados de p,] daria -dugar a la curva de demanda de (A), y la suma de las y positivas Elementos de economia politica. pura [para valores dados de p;] a la curva‘de demanda’de.(B) estas dos curvas de demanda se deduciran las dos curvas de de las mercancias que no serian por otra parte mas que la: de las x e y negativas tomadas en valor absoluto”). terseccin de las curvas determinaria los precios de equil 98. Esta seria la soluci6n matematica del problema. solucién en el mercado se alcanzaria de la siguiente forma: Habiéndose voceado dos precios reciprocos cualesquiera, Ps, las cantidades x1, x2, X3.-.Y1, Ya, Y3-.. Se determinarian. recurrir al cdlculo mateméatico, pero pese a ello, cumpli condicién de satisfacci6n maxima. Por tanto, X ¢ Y result determinadas. Si X=0 se tendria también Y=0 y los serian de equilibrio. Pero generalmente se obtendra X20-y, tanto, YS0", La primera desigualdad puede expresarse de forma: D,20, lamando D, a la suma de las x positivas y 0, a la suma-de. negativas tomadas en valor absoluto. Se trata de lograr igualdad entre D, y Oz. Por lo que respecta a D,, esta cantidad es positiva para} decreciendo indefinidamente a medida que p. crece y anula para un cierto valor de p, comprendido entre cero e infinito. cuanto a O,, es nula para pa=0, e incluso para ciertos: va positivos de p,, después crece si p, aumenta, pero no indefinida- mente; pasa por un méximo al menos, después decrece.:st contintia creciendo, y se hace nula para pa=0o. En condiciones y a menos que D, no se haga nula antes de haya dejado de serlo, en cuyo caso no. hay solucién, xi cierto valor de p, para el cual O, y D, son iguales. Para encont este valor es preciso aumentar p, si Da>O, y disminuislo. s Da--- es decir, las intensidades de las dltimas necesidades satisfechas los individuos (1), , @),--. (): Tat Tot para el individuo (2): Pa Ta2 To,2 para el individuo (3): Ya,3 To,3 =Pa tras y asi sucesivamente. Por tanto: a= Po= Pot Tot Po Tar a m2 1,2 eb? Ta,2 las raretés de estas mercant el intercambio. En virtu Ta,3 — 1e3 3 — hed Tas Léon Walras 248 ‘que puede reescribirse de la siguiente forma®: Ua 2 Up Tart Poa Ta,2 * bz Ta,3 * F,3 » Debe destacarse que si cualquiera de esas mercancias solo pueden consumirse, por su propia naturaleza, en unidades enteras “-y.sus curvas de utilidad son discontinuas, algunos de los términos de la tabla precedente de raretés seran términos proporcionales, explicitamente subrayados para indicar, como ya hemos visto (§83), que son aproximaciones a la media de las intensidades de las ultimas necesidades satisfechas y de las primeras insatisfe- chas®, Es posible también que uno de los dos términos desaparezca en una o més de las proporciones entre raretés. Por ejemplo, puede suceder que al precio p, el individuo (2) no demande (A). Entonces no éxistira rareté de (A) para (2), porque ninguna necesidad suya ‘puede satisfacerse, y el término ra,2 deberd ser reemplazado por un término pots,2, mayor que ,,2, intensidad de la primera necesidad que el individuo (2) siente por (A) (§ 86). También puede suceder, por ejemplo, que al precio pq el individuo (3) demande toda la cantidad que pueda de (A) a cualquier precio; en otras palabras, que ofrezca toda la cantidad’ poseida o existente de (B). En este caso no existira rareté de (B) para (3) porque este bien no «..atisfara necesidad alguna suya, y el término r;,3 deberia ser gustituido por el término p,r.3© que seria mayor que f,,3, _- intensidad de la primera necesidad que el individuo (3) siente por (B) (§87)©. Adoptaremos la convencién de escribir los términos “: Pal's,2 Y Peas, cuando aparezcan en las tablas precedentes, entre paréntesis®, Esto seria equivalente a definir la rareté como la intensidad de la Ultima necesidad que es o podria haber sido ‘satisfecha. . ‘ Teniendo en cuenta las dos salvedades mencionadas, podemos formular la siguiente proposicién: Elementos de economia politica pura Los precios corrientes o de equilibrio. son iguales al-cociente. las raretés. En otras palabras: s Los valores de cambio son proporcionales a las raretés. 101. Hemos alcanzado el objetivo que nos habiamos en lo que concierne al intercambio de dos mercancias cua comenzamos el estudio de la teoria matematica del intercan (§40), que era llegar a la rareté partiende del valor de cambi lugar de Hegar al valor de cambio partiendo de Ja rareté: como habiamos hecho en la primera. Seccion, consagrada:. objeto y divisiones de la economia politica y social. En efect rareté, tal y como la consideramos aqui, es decir, come. intensidad de la ultima necesidad satisfecha, es rigurosamente igual a la escasez tal y como la definimos anteriormente (§2 términos de la doble condicién de utilidad y limitacién en: cantidad. No podria existir ultima necesidad satisfecha. si hubiese necesidad, si la mercancia no tuviese utilidad intensi extensiva, si fuese imtitil. Y la intensidad de la Ultima ne satisfecha seria nula si la mercancia, teniendo curva’ de: ut existiera en- cantidad superior a su utilidad extensiva,-si ilimitada en cantidad. Por tanto, nuestra rareté actual es la que la escasez anterior. Tiene de mas tan sdlo el ser una may mensurable que no sélo estd inevitablemente asociada valor de cambio, sino que es proporcional a dicho valor misma forma que el peso se relaciona con la masa. Ahora es cierto que la rareté y el valor de cambio son dos fenémm concomitantes y proporcionales, sera cierto que la rareté causa del valor de cambio®), El valor de cambio, como el peso, es un fendmeno relati rareté, como la masa, es un fendmeno absoluto. Si de entre mercancias consideradas (A) y (B), una de ellas se convi inutil o, aunque siga siendo Util, se hace ilimitada en canti no sera escasa y dejara de tener valor de cambio. En este:caso:la. otra mercancia también perderia su valor de cambio, aunque: dejaria de ser escasa; tan sdlo seria mas 0 menos escasa y. t¢ una u otra rareté concreta para cada uno de los poseedores; misma. 250 Léon Walrai He dicho para cada uno de los poseedores de la misma. Y, en efecto, es esencial destacar este punto: no existe algo como la rare- * té de la mercancia (A), o de 1a mercancia (B), menos aun en consecuencia algo como la proporcién entre las raretés de (A) y (B), 0 su reciproco; lo que existe son las raretés de (A) o de (B) para los poseedores (b, (2), (3)..., de esas mercancias, y solo para ellos existen proporciones entre las raretés de (A) y (B), o entre las raretés de (B) y de (A). La rareté es personal o subjetiva: el valor de cambio es real u objetivow. Sdlo en lo que concierne a un individuo concreto podemos, mediante la asimilacién rigurosa de la rareté, de la utilidad efectiva y de la cantidad poselda por una parte, con la velocidad, la distancia recorrida y el tiempo utilizado -en-recorrerla por otra parte, definir la rareté como la derivada de la utilidad efectiva respecto a la cantidad poseida, exactamente como se define la velocidad: la derivada de la distancia recorrida respecto al tiempo empleado en recorrerla. Si estuviéramos tratando de encontrar algo que fuese la rareté de la mercancia (A) o de la mercancia (B), tendriamos que considerar la rareté media, que seria la media aritmética de las raretés de cada una de esas mercancias para todos los agentes una vez realizados los intercambios, concepto que no tendria de extraordinario mas que los de estatura media o vida media en un “pais determinado, y que en ciertos casos es de la mayor utilidad. Estas rareiés medias serian proporcionales a los correspondientes valores de cambio, 102. El teérico tiene derecho a suponer que los elementos determinantes de los precios son constantes en el periodo de tiempo que ha elegido para formular la ley del establecimiento de los precios de equilibrio. Pero su obligacion, una vez que esta ley ‘se ha formulado, es recordar que las fuerzas que determinan los “precios son, esencialmente, variables y, en consecuencia, debe formular una ley de variacién de los precios de equilibrio, Esto es ~4o que nos queda por hacer aqui. Y, por lo demas, la primera formulacion conduce inmediatamente a la segunda. En efecto, los factores que se encuentran tras el establecimiento de los precios “son. también los que se encuentran tras la variacion de los mismos. Estos factores de establecimiento de-los precios son las utilidades y jas cantidades poseidas de las mercancias. Tales son, Elementos de economia politica pura por tanto, las causas y condiciones primarias de variacion de: precios), Si suponemos que en el mismo mercado donde (A) y han intercambiado previamente a los precios corrientes’ a tes. mencionados 1/ de (A) en términos de (B) o » de (B)-en t de (A), el intercambio se realiza a continuacion a distintos : corrientes, tales como 1/y' de (A) en términos de @) oy de (B)en. . términos de (A), podemos afirmar que esta variacion en el:precio: provendra de una, de varias, o de las cuatro causas qu expresan a continuacion: 1." Un cambio en la utilidad de la mercancia (A). 2." Un cambio en la cantidad de esta mercancia poseida uno o mas individuos. a 3." Un cambio en la utilidad de la metcancia (B). 4? Un cambio en la cantidad de esta mercancia poseida:p uno o mas individuos. Estos factores son absolutos y podrian determinarse: en condiciones ideales. En la practica, esta determinacién puedeé'ser mas o menos dificil; pero nada nos obliga a considerarla. teéricamente imposible. Una encuesta por medio de la cui interrogara sucesivamente a todos los individuos sobré : elementos que determinan sus curvas de demands - pareial, aclararia el problema. Puede darse el caso de que la primera causa de la variacién del precio se imponga de alguna: forma. como la principal para los observadores. Si suponemos, “por ejemplo, un aumento del precio de p a p' acaecido al - tiempo que el descubrimiento de una nueva ¢ importa propiedad de Ja mercancia (B), o que una catastrofe que destru; parte de las disponibilidades de la misma, no podriamos otra cosa que asociar entre si estos sucesos con la subida: precio. Estos acontecimientos no se encuentran mas alla de fronteras de lo posible, y gracias a ellos pueden determinarse’a menudo las causas y condiciones primarias de las variaciones: de los precios. 103. Supongamos establecido el equilibrio, y [[por et tan toJ] que los diversos participantes en el intercambio poseenlas cantidades de (A) y (B) que a los precios 1/4 de (A) en térmis os de 48 © Léon. Walras “@): © p de (B) en términos. de (A), Jes proporcionan la maxima las ‘proporciones entre las raretés y los precios, y desaparecer si esta igualdad deja de cumplirse. Investiguemos, por tanto, como jas variaciones en la utilidad y en la cantidad poseida pueden perturbar la situacién de satisfaccién maxima, y cuales deben ser Jas consecuencias de esta perturbacién®. En cuanto a las variaciones en la utilidad, pueden producirse -por dos vias muy distintas: puede producirse un incremento en la . .utilidad intensiva y una disminucién de la utilidad extensiva, o viceversa, etc. Por tanto, debemos tomar ciertas precauciones al enunciar proposiciones generales sobre este punto. Esta es la raz6n por la que reservaremos las expresiones aumento y disminu- ‘cién de la utilidad para desplazamientos de la curva de necesida- des que dan lugar a un aumento o disminucién de la intensidad de la ultima necesidad satisfecha, o de la rareté, tras la realizacion ~, del intercambio. Teniendo en cuenta esto, supongamos un aumento en la utilidad de (B), es decir, un desplazamiento de la curva de necesidad de (B) del que resulta un aumento en la rareié de'(B) para ciertos.individuos. Estos ya no obtendran la satisfac- cion* maxima. Por el contrario, encontraran ventajoso, a los precios’ corrientes 1/0 y, demandar (B) ofreciendo algo de (A). Por-lo tanto, y en la medida que la oferta de las.dos mercancias ‘era igual a su demanda a los precios 1/u o » [fantes de la ruptura del equilibrio]], existira ahora para dichos precios un exceso de demanda sobre la oferta de (B), y un exceso de oferta sobre la demanda de (A). Por lo que se producira una elevacion de pp y ‘una’ reduccién de p,. Pero entonces tampoco obtendran la maxima .satisfaccion los otros individuos. Por el contrario, encontrarén ventajoso, para un precio de (B) en términos de (A) perior a 4 y-un precio de (A) en términos de (B) inferior a t/p, oftecer algo de (B) y demandar (A). El equilibrio se restablecera ‘cuando’ a este precio: de (B) superior a y y de (A) inferior a 1/p, se igualen las demandas y ofertas de las dos mercancias. Por tanto, el aumento de la utilidad de (B) para algunos individuos tendra “como resultado una elevacién del precio de (B). Una disminucién de Ja utilidad de (B) habria dado evidente- fe como resultado una disminucién en el precio de (B). ‘Noves’ preciso ‘mas que observar las curvas de necesidad para satistaccion. Esta situacién se produce en razon de la igualdad de ; Elementos:de economia politica pura ver que un aumento o una disminucién-de la cantidad: traerd consigo, respectivamente, uh descenso'o un aumenta de rareté. Por otra parte, acabamos de ver.cémo la dismi aumento de la rareté provocan, respectivamente, una’ rediic una elevacién del precio. Por tanto, los efectos de los las cantidades poseidas son pura y simplemente los opuestos: producidos por las variaciones de la utilidad, y podemos én la ley que hemos estado buscando en los siguientes térm Dadas dos mercancias en un mercado en situacién de equ si, manteniéndose iguales las demds cosas, la utilidad de una: dos mercancias aumenta o disminuye para uno o varios individuos, valor de esa mercancia en relacién al de la otra, es decir, su-pre respectivamente aumenta o disminuye. Si, manteniéndose iguales todas las demds cosas, la cantidad de. una de las dos mercancias aumenta o disminuye para uno o vari los individuos, el precio de esa mercancia respectivamente dis © aumenta, Destaquemos, antes de seguir adclante, que aunqui ie los : cambios en los precios indican necesariamente una’ variaci las fuerzas que subyacen tras los mismos, el mantenimiento mismos no indica necesariamente la constancia de dichas fuerzas: En efecto, podemos, sin necesidad de demostracién, enunciar a siguiente doble proposicion: Dadas dos mercancias, si tanto la utilidad como la cantids una de ellas poseida por uno o mds participantes en el inter: varian de tal forma que sus raretés se mantienen constantes, el de esa mercancia en relacién a la otra, 0 su precio, no. vari Si la utilidad y la cantidad de dos mercanctas poseidas por’ més participantes en el intercambio varian de tal forma. proporciones entre sus raretés. se mantienen: constantes, los:p. de esas dos mercancias: no variardn®, NOTAS DE W. JAFFE A LA SECCION II LECCION 5a. Ss _© OF V, Pareto, Manuel économie politique, Paris, 1909, reiimpreso Giard, 1947, pags. 342-246; Antonio Osorio, Théorie mathématique’de és 254 Paris, Giard, 1913, pags. 194-195. La definicién de «valor de cambio» dada por. Walras fue criticada por Pareto como carente de sentido porque define una: “jnedgnita, «valor de cambio», en términos de otra incdgnita igualmente descono da, “propi . Pareto encuentra imutil referirse a esta entidad metafisica cuando su festacion concreta, el precio, es decir, la relacion de intercambio, es todo lo que se necesita para el desarrollo teérice subsiguiente. Esto no ¢s completamente Gerto porque, como Cournot destacé, mientras que el valor de cambio «implica tiecesariamente la idea de una proporcién entre dos términos... un cambio en dicha proporcidn ¢s un efecto relativo, que puede y debe explicarse a través de los cambios absolutos en los términos de la proporciéms, Augustin Cournot, Resear- ches into the Mathematical Principles of the Theory of Wealth, pag. 24, Pero aparte del problema de Ia exactitud de la critica, lo acerbo del comentario de Pareto ‘Sirigido contra la definicién de Walras parece totalmente gratuito. Walras no fue el responsable de la introduccién de este término en la literatura econémica, pero demostré concluyentemente, como puede versc cn §§ 101-102, que el tinico sentido que podria tener la expresién «valor de cambio» era el de un elemento de una proporcién sin existencia propia fuera de dicha relacion. A csto Pareto nada afiadié con su critica. % John Stuart Mill, op. cit. Libro ILL, Capitulo H, §1. ® En el caso del amado monopolio bilateral, el precio es indeterminado tal y como sefialé por pri vez F. Y, Edgeworth en su Mathematical Psychics, Londres, C. Kegan Paul & Co., 1881. (Reimpresion nimero 10 publicada por la London School of Economics and Political Science, 1932), pag. 20ff Papers Relating to Political Economy, Londres, Macmillan, 1925, vol. 1, pags. 315-317, Alfred Marshall, Principles of Economics, 8.* edicién, Macmillan, 1920, Apéndice F y nota 12 bis del Apéndice matematico; Knut Wicksell, Ueber Wert, Kapital und Rente, Jena, Gustav Fischer, 1893. (Rein i6n numero 15, publicada por la London Schoo! of Economics and Political Science, 1933), pags. 36-43; Lectures on Political Economy, Londres, Routledge, 1934, vol. I, pags. 49-51. . °. Este concepto de valor de cambio como un término de un cociente inversamente proporcional al cociente de las cantidades intercambiadas fue bosquejado muy tempranamente por Achille Nicolas Isnard en su Traité des richesses, Lausanne, Frangois Grasset, 1781. Por ejemplo, se lee en las paginas 16 y 17 de este tratado: «Si l'on suppose que la monnaie n’existe pas, 'échange est plus difficile, il est néanmoins possible. Jl arrive alors qu’une certaine quantité de marchandises d’une espéce équivaut 4 une certaine quantité de marchandises une autre espéce; qu’un nombre a de mesures déterminées d'une marchandise équivaut 4 un nombre b de mesures déterminées d'une autre; on peut conclure que la valeur de la premiére est a la valeur de ja seconde dans le rapport de b a a. Si les marchandises ont un rap) entre elles prises deux A deux, elles ont aussi des ra] prises ensemble. Si on a trois mesures, M, M’, M” telles que M:M’=1:2 et ‘M°M"::35 on aura M:M"M"::3:6:10. Ces rapports sont les valeurs de ces mesures. ‘Le mot de valeur exprime donc le rapport de deux choses que l'on compare pour les échanger.» Y de nuevo, en la pagina 18: «Nous considérerons ici les échanges ~inmédiats des marchandises en ral contre marchandises dans un méme lieu, rechercher quelles valeurs elles ont entr’elles sans Pinterméde des monnaics... i est facile de voir que ce qui arriveroit dans un échange entre propriétaires isolés de-deux marchandises, dont les besoins du superflu de l'un equivaudroient aux besoins du-superfiu de Fautre. Si fon suppose, par exemple, que le superflu des premiers est une quantité a de mesures M d’une marchandise, et que celui des seconds est une quantité b de mesures M’ d'une autre; ces choses ne pouvant étre © échangées que l'une contre Pautre, puisqu’on les suppose seules, la quantité a de mesures M equivaudra 4 la quantite b de mesures M’: ainsi on aura aM =bM’, et Notas par conséquent M:M’::I/a:17b, La valeur de chaque mesure sera donc en. raison: inverse de la quantité qui est exposée en échange» : La definicion de precio de Walras se corresporide mas con la de «valer isnard expresada «sans linterméde des monnaies» que con el’ cone Cournot de precio. Que la definicién de Walras es mas amplia que la de ha sido demostrado por el doctor Lilly Hecht en su estudio z Cournot Walras, ein formaler und materialer Vergleich wirtschafistheoretischer Abhandban- gen, Heidelberg, Verlag der Weiss’schen Universitatsbuchhandlung, 1930, vol. nim. 6, del Heidelberger Studien aus dem Institut fiir Sozial-u, Staatswissens ten, pag. 41. Cournot creyé preciso inventar un «médulo ficticio e invariable», ycomo Jo lamé (op. cit., pag. 27) respecto a cuyo valor estuvieran definido: s demas al determinar los valores relativos entre mercancias, «Pero», nos dice {pag. 26) «si no existe un bien que tenga las condiciones necesarias de 1 podemos y debemos imaginar uno que; con seguridad, tendrisél6. existencia abstracta». Cournot sugirié un «dinero. corregido» para esté procedimiento de Walras es mds general y hace innecesario, en su teoria intercambio, recurrir al cot to de dinero, que introduce més adelante: (5 vi) ea el lugar adecuado en el desarrollo metodolégico de la teoria del equilil __No existen, sin embargo, diferencias esenciales entre ambos conceptos. imaginamos una mercancia (Z) que sea el tertium comparationis de Cournot, se ve en §111ff . Pad PaysiPe Yoo =Pb,5/Pa,z- ‘5} Multiplicando las dos primeras ecuaciones que siguen en el texto.obt mn mos: DaDy=Ov0aPoPas y como papp=1, se obtiene la tercera ecuacién. We ©) Cf. Cournot, op. cit, pag. 46: «Decimos que, en general, las ventas ‘ola demanda aumentan cuando el precio disminuye.» Ni la proposicion de Cournot la de Walras son de naturaleza absolutamente general tal y como parece deducir: de su formulacién. Sélo admitiendo ciertas excepciones el que Ja curva’ de demanda «tiene inclinacién negativa en toda su extensién» es una re universaly (Alfred Marshall, op. cit, pig. 99, nota 2). Desde muy antigu gonocen casos. de curvas de demanda con segmentos crecientes, como ‘areto en su Cours @économie politique, Lausanne, F. Rot Paris, F. Pichon; 1897, vol. II, §§977-978. Pareto demuestra, ademas, que ened caso de..bienes: ”: sustitutivos, «cuando el precio sube, Ia demanda puede aumentar y después: disminuir...» (Manuel, pag. 273, Apéndice §§ 47-48, 121-125), Por otra parte, Hicks en su Value and Capital, 2.* edicion, Oxford, Clarendon Press, 1946, pag: demostré con claridad que las excepciones a la curva de demanda decrevientes «escasas y poco importantes», teniendo lugar tan sélo cuando el bien’ en cuesti6n es inferior, ¢ incluso asi, bajo circunstancias muy restrictivas. " _ © La cléusula «..quand il était plus riche», se refiere evidentemente situacion del demandante individual antes de la elevacién del precio, y bosqueja: forma sorprendente fa posterior teoria del efecto de renta derivado del cambie: los precios. Vide J. R. Hicks, op. cit, pag. 32 y Henry Schultz (que atribuye'el concepto a Eugenio Slutsky)®”, The Theory and Measurement of Demand, Chicago, University of Chicago Press, 1938, pags. 41-42. -< palabra emergence me fue sugerido por la lectura del siguiente pasaje de Philip: LECCION 6." “Las as de Walras, al contrario que las utilizadas normalmente cn a literatura. anges oe angloamericana, miden ef precio en el eje horizontal y. cantidad en el vertical. En este punto Walras siguié a Cournot, cuya ley de demanda: D=F) dientes figur: resentan ai comprador individual en condiciones: gompet votigons come aeaticdoee ose a través de cambios en la cantidad. Las fi ras de, Walras reflejan esta concepcién de forma mas clara que las de Marshall. “..Sin-embargo, puesto que Pareto y la mayoria de los economistas europeos continentales siguieron el ejemplo de Cournot en lo relativo a las figuras, es. conveniente tener en consideracién la observacién de a iat ce anton 4 “mayor importancia no de ninguna convenci6r > Ps, st, Br ae curtaa” (liphabet of Econonte Selene, London, Macmillan, 888, ag. 1 oe 3 ea igure 1 de la 4 edicién. En esta y todas las subsiguiontes figuras,-cl TOtulo de los ejes corresponde al traductor. . @) CL. Cournot, op, cit., pags. 49-50; «Supondremos que la funcién F(p), que expresa la ley de la demanda o del mercado, es una funcion continua, cs decir, caprichos existentes entre los consumidores, mas cercana se encontraré la funci6y F(p)'avariar en forma continua con p. En este caso, por pequefia que sea variacién de p, habré algunos consumidores cuya situacién sea tal que ~ pequeiia subida o bajada del precio-afectard a sus adquisiciones y les condu * bien/a limitar de alguna forma su consumo o a reducir su output, o a sustituir algo del bien que se ha hecho mas escaso, come por ejemplo, la lefia por el carbon, 0-4 carbon bituminoso por la antracita» “5 De la Figura 2 de la 4" edicién, . © & Igual nel sentido descrito en el siguiente parrafo del texto. * © Deda Figura 2 de la 4? edicién; afiadiéndose las areas sombreadas. Ba §45 hemos visto que Op—D,p,. Alli donde O, y Dy sean igu: podemos sustituir O, por D;, obteniendo Dy =D,Ps, de donde p2=Dz/D,, siendo io di ilibrio. a TO De nuevo, empezando con fa ecuaciéri O,=D,pa, se obtiene pa= Or/Dg Sustituyendo Os por. Daps y Ds por Opps (§ 46) se obtiene pe=DzPe/OrPs. Cu ando: Dg=Q, resulta D,po/O,p,=D.Po/D ps, expresion correcta siempre que Pa ¥ Ps : io. Pe ee cates del término utilizado por Walras «établissement» por Wicks de su The Common Sense of Political Economy, editado por Lit Robbing Londres, George Routledge & Sons Ltd, 1933, vol. IL, pag. 516 (Libro HL Capitulo IV): «En el regateo del mercado el precio emerge como resultado: {juego de un conflicto entre compradores y vendedores, que no es relevante desc ito. de vista de los hechos y fuerzas primarias que constituyen dicho precio.»:] / de emergencia o establecimiento del precio de equilibrio se reficren a Jas que'rigen las operaciones del mercado que conducen al equilibrio, mientras que. “Teyes de la determinacién del precio de equilibrio tienen en consideracion: « . hechos y fuerzas primarias que constituyen dicho precio». Notas °° CE Alfred Marshall, op. cit., Libro. 'V, Capitulo H. Ek tipo: devs descrito por Walras sélo puede compararse.cén el: «equilibrio: temporal. y demanda» de Marshall en virtud del -cual se: determinan tos mercado». En esta etapa de sus argumentaciones, tanto. Walras COmG: tratan exclusivamente con fondos totales fijos.de bienes ya existentes. ¥, por no tienen en cuenta ni la tasa de output zi el coste de prod 16 del mercado dé maiz Marshall describe 36 cheli sautibrio poraue si se fij desde un ine iO ¥ mantuviera igualaria la anda y la oferta (es decir, la canti que OF oc meee desearian adquirir a ese precio seria exactamente igual a la que los vended desearian entregar a dicho precio);...» (op. cit., pa ig. 333). En una-carta: Edgeworth, Marshall explica por qué no ilustra el equilibrio de mercado. curvas: «Como sabe, nunca utilizo ni curvas ni aparato matematico valores de mercado. Porque no creo que sean de ayuda. Los valores de son, creo, © absolutamente abstractos o terriblemente concretos y_ elementos secundarios y variables (aunque individualmente vitales). Ademas: [es decir, el eje de cantidades] para los valores de mercado mide un fondo:y “flujo”; y he visto que, si induzco a la gente a utilizar curvas de Oferta y Demanda cuando se discuten casos en que el eje de las x mide fondos, es dificil introduzcan la nocién de fondo cuando lo esencial ¢s el flujo» (Mer Alfred Marshall, pig. 435), OO Bl m lo de plata londinense constituye quizé un ejemplo mas caro. Ja Bolsa de un mercado teal en el cual la determinacion del precio se mucho ai establecimiento tedrico de los precios de equilibrio : estéticg: condiciones competitivas. El funcionamiento de este mercado se ha descrito: siguientes términos: «El precio de Londres se fija una vez al dia por. cuatro: de cambio que durante muchos aiios han formado el mercado. Representantes: estas cuatro empresas se retinen hacia las 2 de'la tarde de hunes.a viernes:¥ S las 11 de la mafiana los sabados. Todas las érdenes de venta o compra se tramitan a través de estos agentes. Estos cotejan las érdenes y fijan el precio que. llevar a cabo la mayor cantidad posible de dichas érdenes “al mercado” resumen, el precio se determina con arreglo a la demanda y la oferta. Esto se’ “fijar” el precio. Como presumiblemente el tmico interés de ios agentes radica en da comisién de ¢ del 1 por 100 sobre las compras (no hay comisién sobre: las:ventas: de plata), éstos no tienen interés en fijar el precio mas que a su nivel de equilibrio: Una vez fijado el precio, es inmediatamente cablegrafiado a los centros bancatios de todo el mundo» (H. M. Bratter, «Silver-Some Fundamentals», . Journal: Political Economy, junio 1931, vol. XXXIX, nom. 3, pags. 362-363). LECCION 7° determinar un ainico precio de equilibrio. Es posible, y asi lo demuestra: exista solucién o que haya mialtiples soluciones. Léon Walras. no deberia seguridad incluirse entre aquellos economistas que «Gleichungen bloss aifgestellt: haben, obne sich um Existenz und Tindeutigkeit ihrer Lésungen zu kiimmern, bestenfalis darauf sahen, dass die Anzahl der Unbekannten mit der Gleichungen lbereinstimme (was fiir Existenz und Unizitat von. natiirlich weder notwendig noch hinreichend. ist)» (Karl Menger, Ergebnisse mathematischen Kolloquiums, Heft 6, Leipzig y Vienna, Franz, Deuticke; 1935, 258 William Jafié 20; cita que concluyé Ia discusién del trabajo de Karl Schlesinger, «Uber die Produktionsgleichungen der Skonomischen Wertlehre», y del de Abraham Wald, | Ober: die-cindeutige positive Lsbarkeit der neuen Produktionsgleichungen»), * Wéase Leccién 10%, nota (1) --@ Estas curvas toman Ja forma indicada en la Figura 1. OK es el reciproco de UB,; y ON el reciproco de OAy. CANTIDAD CANTIDAD q q Aa PRECIO DE (A) PRECIO DE (B} IN TERMINOS DE (B} EN TERMINOS DE (A) Figura la Figura 1b ~ ©) En otras palabras, y refiriéndonos a las figuras de la nota precedente, por muy deseoso que esté e] individuo que posee (B) de adquirir (A), no podra entregar més de (: cunstancias, puede haber mas de un Punto de interseccién». entre. las.curvas. fer ta y demanda, o «s6lo en cada uno de | alternados de:interseccidn ‘puc- de permanecer el} valor de cambio en eqn estable: en los otros: shay un equilibrio incstable». Posieriormente, en la primera edicion de.sus Principles: of Economics (1890), en los que Marshall formulé una versién definitiva.de:su:teoria nuestro). Mas recientemente, el profesor Paul Samuelson ha calificado de. hist6rico» la identificacién con Walras de «las lamadas condiciones de.cstabilidad walrasiana» («The Stability of Equilibrium: Comparative Statics and-Dynamics», Econometrica, vol. IX, nim. 2, abril 1941, pag, 103, nota 9). Es cierto que; como = sefiala cl profesor Samuelson «ya en la Pure Theory of Foreign Trade Marshall ° definié el equilibrio estable, en el cual aparecia una curva de oferta creciente hacia atras, exactamente igual a como sucede en el caso walrasiano». Sin embargo; én Ja". Pure Theory of Foreign Trade de Marshall, impresa originalmente circulagion privada en 1879 y reimpresa en 1930 por la London School of jomics and Political Science, nos encontramos con que, por ejemplo, en la Figura 4 un interesante par de curvas de demanda reciproca, cada una de ellascon-un: segmento que representa una demanda ineldstica de’ una de las dos intercambiadas, y es facil ver que cuando dichas curvas se transfornian camente en las correspondientes curvas de oferta-precio referidas: a marshallianos, cada una de ellas se convierte en una «curva de olerta-creciente hacia atrds» de la otra mercancia. Sin ¢mbargo, antes de negar la Prod Walras respecto a este tipo de estabilidad, deben tenerse en cuenta dos’ Primera, que Marshall publicéd por primera vez su formulacién de. la: teoria de Ta inestabilidad en una edicién que se imprimié por vez primera cn 1879, rhienitras. que la version definitiva de Walras fue publicada por primera vez en-el primer medio volumen de los Eléments (8§66-67) en 1874, Segunda, que. et realizado por Marshall de sus figuras del Capitulo II de su Pure ‘Theory, of Foreign’ Trade revela una confusién que se tefleja de nuevo en la nota a pie de pagina:antes citada de la primera edicin de sus Principles donde manifiesta que su teoria y 1a. - de Walras son idénticas, En la Pure Theory Marshall no se da cuenta:de:que:el . criterio de exceso positivo o negativo de beneficios, que es. adecuade:para:la . determinacién de un tipo de estabilidad caracterizado por Ja interseeci6n:de‘ena. curva de oferta decreciente hacia adelante (realmente una curva de costes:adargo 6°? plazo) con una curva de demanda decreciente menos inclinada, no es sin < el adecuado para Ia determinacién de un tipo de estabilidad caracterizado:por la interseccién de una curva de oferta creciente hacia atras (realmente-una curva de: «oferta») con una curva de demanda decreciente de mayor inclinacién. En-‘initigtin lugar se refiere Marshall al criterio de excese de demanda positivo © negative:que~“ ¢s cl aplicado correctamente por Walras. al segundo tipo de estabilidad..Waitas, por otra parte, nunca mencioné el primer tipo de inestabilidad, pero formulé.una. teoria consistent para el segundo tipo que puede, por tanto, calificarse| con rR R. Ef ‘ean che Elasticity of Substitution and the Relative Share of the : Factor, Review of Economic Studies, vol. I, 1933-1934, pigs. 74-75; no constituirian fendmenos autonomos, Notas porque la «utilidad extensiva» de cada bien tia de las condiciones: obiencién del otro. Cf. Vilfredo Pareto, Manuel économie politique, Capitulo: EV; §§9-20; Henry Schultz, The Theory and Measurement of Demand, pigs: 569:582. © De la Figura 1 de la 4 edicion, Véase §55. © Debe observarse que la unidad arbitraria de medida de la: imponderable de los bienes que utiliza Walras ¢s una unidad de intensidad. necesidad. Esto no es siempre adecuado. La intensidad de una. necesidad; representada n las curvas de utilidad de Walras por Ja abscisa, es una dimension: no basica sino derivada. Como puede verse un poco mas adelante (§75).se: mi patron aplicable «no sélo a unidades similares del mismo ) también na diferentes lunidades de diversos tipos de riqueza>, su patron en términos de una magnite por ejemplo, la. propia’ ntiledad. Esto es lo que hace Wicksteed cuando considera un peqneio cuadrado: tamafio dado como unidad de medida de las diferentes satisfacciones, J tanto, ibles de comparacién geométrica. (Philip H. Wicksteed, The Ce Sense of Political Economy, editado por Lionel Robbins, vol. Il, pags. 440-441, W. S. Jevons Theory of Political Economy, 4.* edicién, London, Macmillan, 1911, pags. 61-69, sobre «Theory of Dimensions of Economic Quantities», y-el- articulo de P. H. Wicksteed «Dimensions of Economic Quantities» del Dictionary. Political Economy de H. I. Palgrave, London, Macmillan, 1926. © De la Figura 3 de la 4" edicién. ™ Tras un cuidadoso andlisis de las alternativas posibles, el traducts decidido respetar en francés el término ‘rareté’ empleado por Walras, -utilizando: bastardillas cuando la palabra se usa en su seatido técnico que es el de derivada:: la utilidad total de una mercancia respecto a Ja cantidad que el individuo > poses de la misma, En inglés este concepto matematico fue llamado «final degree of ut 7 por Jevons y «marginal degree of utility» por Marshall; pero traducir ‘raret®: por - cualquiera de las expresiones anteriores, o su abreviaciOn usual «marginal utility»; habria implicado hurtar al texto el caracteristico aroma walrasiano. En casi Jas referencias a la teoria de la utilidad de Walras realizadas en inglés la palabra: ‘rareté se conserva en francés, por lo qe puede afirmarse que hoy dia este términe:. se encuentra asociado con Walras. Sélo cuando se utiliza ‘rareté’ en el sentido vulgar, tal y como se hace en §21 de los Eléments, la he traducido por «scarcity»: ~ ‘Véase Leccién 3.*, nota (1) y §21, Puede opinarse que Léon Walras habria. hecho mejor eligiendo. una::palabr: menos imprecisa y ambigua para expresar su muy: preciso concepto : pero fueron obviamente razones de fidelidad.filial las que le..condujeron:a Perpeluar en su propia obra el término favorito de su padre ‘rareté’.: Auguste.” ‘Walras utilizé significativamente esie término en su De la nature de-la: ri $ donde lo definid como la ion naturelle entre la somme de ces. [limités dans leur quantité] et la somme. des. besoins qui’en séclament: possession» (pag. 41}, © Cuando sc emplea para significar la intensidad de Ja tiltima satisfecha, o la derivada de la utilidad total respecto a la cantidad. d término ‘rareté’ tiene exactamente el mismo significado que cl «inal -de; utility» de Jevons, que éste define como el coeficiente diferencial de la utilidad: considerada como funcion de la cantidad. (W. S. Jevons, The Theory of Pe 262 Economy, pag. 51.) Walras reconocié la prioridad de Jevons en Ta utilizacién det “eoncépto en una carta a éste de 23 de mayo de 1874®, publicada en la Théorie mathématique de la richesse sociale, Lausanne, Corbaz, 1883, pas 28-31, Sin lugar: a dudas Wicksteed tiene raz6n cuando identifica el termino utilizado por Gossen. «Werth der letzten Atome» con el de ‘rareté’ de Walras. (Véase el articulo de P. H. Wicksteed, «Final Degree of Utility», en el Dictionary of Political Economy d Palgrave), puesto que Gossen queria indicar con esta expresién «die Grisse der Geniisse bei ihrem Abbrechen» (Hermann Heinrich Gossen, Entwickelung der Gesetze des menschlichen Verkehrs und der daraus fliessenden Regein fiir menschli- ches Handeln, Berlin, R. L. Prager, 1927, 3.* edicion, pag. 15), o mejor «der Differential-Coéfficient dW/dE’», donde W es la suma de las satisfacciones y E’ el i durante el cual la fuente de las satisfacciones se consume a un ritm: uniforme (ibid. pag. 18). Es, sin embargo, erroneo afirmar cémo hacen Wicksteed loc. cit.) Lilly Hecht (op. cit, pag. 46) y el propio Walras (vase Apéndice 1, § 1) que el termino austriaco «Grenznutzen» significa exactamente lo mismo que |: “vareté de Walras o el «inal degree of utility» de Jevons. La primera aparicion det concepto austriaco de «Grenznutzen» se encuentra en la obra de Carl Menger Grundsdtze der Volkswirtschafistehre, Vienna, Braumiiller, 1871. (Reimpresion mini: 17 de la London School of Economics and Political Science, 1934), pag. 99. Aqui Menger explica que el valor de cualquier porcién dada del stock de una ‘mercancia poseido por un individuo es igual al «Bedeutung, welche die am wenigsten wichtigen der durch dic Gesamtquantitat noch gesicherten und mit emer gliechen: Teilquantitit herbeizufiihrenden Bediirfnisbefriedigungen fiir [diese Person} haben», Que este es el concepto aceptado por la escuela austriaca de «Grenznut: zem> puede verse en la aprobacién con que Eugen you Bohm-Bawerk cita el pasaje:” anterior en apoyo de su propia teoria del valor. El propio Bohm-Bawerk define el ‘Grenznutzerm de un bien como «dic an der Grenze des dkonomisch zulassigen stehenden kleinsten Nutzen» (Grundziige der Theorie des wirtschaftlichen Guter-.: werts, Jahrbiicher fir Nationalékonomie de Conrad, Neue Folge, Band 13, 1886; reimpresion nim. 11 publicada por !a London School of Economics and Political Science, 1932, pag. 29). En la misma obra Bohm-Bawerk se refiere también a Ia: pagina 128 del libro de Friedrich von Wieser, Uber den Ursprung und die. Hauptgesetze des wirtschaftlichen Werthes, Vienna, Holder, 1884, en la que’ cl término «Grenznutzen» se utiliza y define de la siguiente forma: «Ich werde im! Folgenden den fur den Werth des Giitereinheit entscheidenden Giiternutzen, weil “eran der Grenze der wirtschaltlich zugelassenen Verwendungen steht, defi wirtschaftlichen Grenznutzen oder auch kurzweg den Grenznutzen nennen (very dic: Ausdriicke ‘final degree gf utility’ und. ‘terminal utility’ bei Jevons)» -evidente que «Grenznutzen», tal y como las propias palabras austriaca y alem indican, significa el incremento marginal de utilidad derivado de «Teilquantitat der-verfiig! Giitermenge» (Menger), de un «Giitereinheit» (von Wieser) 0 un «Gilterexemplar (Bohm-Bawerk). Aunque von Wieser dice que su «Grenzm zero» ¢s lo mismo que el «final degree of utility» de Jevons, y aunque incluso afirma: «Der Nutzen miisste graphisch durch eine Linie... dargestellt werden» (op. ci pag. 129), se deduce claramente del contexto -matematicamente hablando— qi no significa la derivada de la utilidad respecto a la cantidad, sino el increment diferencial de utilidad, y que por una «Linie» que representa la «Grenznutzen? grdficamente, von Wieser no significa una nea recta matematica sin grosor sit més bien lo que Marshall, utilizando un lenguaje mas cuidadoso, llamé «ur paralelogramo muy fino» o «una linea recta gruesa» cuya anchura mide la uni que proporciona la satisfaccidn marginal (Marshall, op. cit., 8." edicion, pag. 121 nota 1). Silos austriacos hubieran realmente deseado designar el grado de utilid: ‘-.por: la «Grenznutzen», Bohm-Bawerk deberia al menos haberla i Notas términos del «Wichtigkeitsgraden» que utiliza en su famoso cuadro (op. 25-3), CL Marshall, Principles, 8." edicién, Apéndice matematico, non, oa Lectn. lemostracién matemiatica de esta proposicién, véase nota (1 © Partiendo de 0,=d,p, y sustituyendo btiene =4yfgs/re,1 de donde simplificando se Cbucne [f eeuncéa del teue _ &®' Multiplicando cada miembro de la desigualdad r. > pats pot los cores dientes miembros de la igualdad d,p,/s=o3/s, se obtiene d,p,r'a/s> Pars0r/s, donde, puede eliminarse p., resultando la ecuacién a que se refiere el texto. | De la Figura 3 de la 4“ edicién, afiadiéndosc las lineas de’ trazos discontinuos. 2) Vase §§ 86-89. om pabemes por §76 que ro,1=$aslda) ¥ Poi =o. ¥ por. §F ¢® Para probar que esta ecuacion es la condiciOn de satisfaccion maxin tenerse en cuenta que en ia expresion ©,,3(d_)+Ps,1(go—02) que mide ia ub efectiva total a maximizar, las unicas variables son d, y os. Por tanto: P.,1(da) +P o,1(4n~ On) =f (ds, O%) : pare A un maximo (© minimo) la diferencial total de esta ecuacion debe anula Af lda, On)=@;, (d}dd, +O, 1(Gn—01)4(q,—0,)=0 * Podemos ahora demostrar la proposicién del texto (§ 76) de que r, es Ia condicién de maxima satisfaccion. Sustituyendo ©, se ree ~05) POF rs. en [Ib] se obtiene: wpendo Wa) Porras Y ra 1dda+rs,14(go—0y)=0 : de donde: Tax _ —4ao—%) Tos dd, Tomando ahora la diferencial de la ecuacién [1] del texto: Pa + (Qo —0s)= do donde 4» y p, son constantes, obtenemos: Pod, +d(qy—04)=0 de donde: _ an —on) * dd, Puesto que p, ¥To,1/fs,1 son iguales a la misma expresién en [2b] seni te, a y [3d] se obtiene que Po=rei/Fo1 cuando se maximiza P,:(d.)+®s,s(qo— ida’ San a . ando) se may 14.) +95,1(Go— 04) sometida’ a” ta. fe ferenciando la ecuacién [1] siendo p, constante. La diferencial de g, es cero porque 4; es, por hipétesis, constante. En el segundo término de la ceuncion no aparece el precio, porque el precio de (B) en términos de (B) es Ia. Esta ecuacion se obtiene de las dos precedentes sustituyendo ®%, ,(d,) por 264 William Ja Gaald.), ©,.2(q,— 0%) por bs,1(ge— daa) (8875 y 77) ¥ dlgy~or) por —padda. Tr esto, solo hace falta cambiar de miembro y dividir por dd. a, eal) _ gamba sd H®s,1(4e— 00) AGqy— Pods) _ . da, dd, 43) Puesto que los sucesivos incrementos de (A), ded, dads’ son iguales a la =©%,1(¢>—daPe) —Paho,s(qn—daPa) ‘unidad por hipotésis, se sigue que d,a y di’a designan respectivamente los valotes: snuméricos de las areas d,d7xd,a y dod! xdi’a. Las desigualdades del texto, significan, Por tanto, que ef decremento de utilidad efectiva que resulta de la entrega’ de la ultima porcion de (B) yy”, es menor que el incremento de utilidad efectiva obtenido por recibir 2 cambio 1a ultima unidad de (A), dada ; y tambi que el decremento de ulilidad efectiva que se produciria por entregar otra dosis de’ B): ig que fa anterior, yy”, seria aim mayor que el aumento de utilidad derivado de obtener una unidad mas de (A), d,dz’ a cambio. 49) Sumando las dos ecuaciones precedentes y dividiendo ambos miembros por m” +m". . 2 Pyesto que m” es un @0 Dado que el num rie ) De Ja Figura 3 de la 4.* edicion. ©) Porque pa=yy"=yy". 4) Los simbolos r estan impresos en negrilla en el texto original de estos parrafos para indicar, puede conjeturarse, que las raretés de (A) son constantes en; intervalos finitos en el caso de que la funcién de rareté de la mercancia sea = discontinua, @5) Puesto que la seric g,—Pa qe—2P2-.. es acumulativa, habria sido mas consistente escribir los limites de las integrales que expresan las utilidades efectivas de (B) que se pierden cuando se obtienen a cambio 1, 2... unidades de (A), de la | siguiente forma: a ‘a 40 { b,1(g)dg { gril aq... MP 4s —20y ~ 2) Para una discusion del efecto sobre la determinacién del precio de las. ~curvas de rareté discontinuas, véase §§ 133-137. a co menor que yf y m’” un poco mayor que yB. jor ¢”—2”" cs la diferencia entre dos cantidades muy LECCION 9.* “WD Véase § 81. 2) De la Figura 3 de la 42 edicibn, aiiadiéndose las lineas discontinuas. 2 8) En todas las ediciones aparece dz,1, 10 que constituye un error tipografico evidente. 4 ® De la Figura 4 de la 4* edicién. “ ) Bs decir, los segmentos qa,1p,1 Y 42,10p,1- . ‘Esto no es mas que otra forma de Ja ecuacion: dyv_=050y avy = Oat. Si sustituimos d, por un x; positivo uo, por un: x, negativo, ¥ si sus ‘por un y; positive y oy por un y; negativo, las ecuaciones anteriores: ambas a x,0,+y10,=0. eee. Recordando que v./t»=Pe ¥ que %6/Pa=Po POF 844, y que: ye x1=— Yipes por §94. ® [ncluso si ef precio de uno de los bienes; por ejemplo. (A), fuese: hiciera que el individuo descara vender mayor cantidad de la que posee, no: evidentemente hacerlo. Por lo tanto, se veria obligado a parar sus ventas: bien antes de que o,1(ga,1 +%1)= Pots, (do,i —X1 Po). De hecho, pabs:s(48: le ser mayor que $o1(da.1+%1) ef una cuantia indeterminable..:En: palabras, resulta inutil en estas circunstancias formular la solucién: del: pr en términos de las raretés, ya que las umicas relaciones’ existentes, cuantitativas X1=—qu1 © Yipo=det- - ©) Esto tan sdlo hace explicito ef hecho dé que en la primera. ecuaci podria escribirse como $,1(4a,a + ¥1) — Poe, 1(G0,1 —%4P a) =O we donde 4,1 ¥ 4»,1 Son constantes, x, es una funcién implicita de p,. De igual: forma; en Ja segunda ecuacién y: ¢s funcién implicita de py. Véase §81. - 9) Siendo pz precio de equilibrio, la-suma-de.las f,(p.) positivas;:es: decir ide: ~ las d,, debe ser igual en su valor numérico ala. suma de las fa(pa) negativas, ¢s decir, de las 0,, por lo que la suma algebraica-debe ser pula. De igual: es precio de equilibrio, la suma algebraica total de las funciones f2(Ps), las cuales son positivas (las d,) y otras negativas (las 0»), debe ser mila. “D Las distancias x positivas se miden por encima de los ejes-qq: a,3P... para valores dados de p,, y las distancias y positivas se maiden por: de los oes 4o,1P, 4»,2P, 4»,3P-.. pata valores. dados de py. como puede verse: ‘igura 16. . s _ 4) Las distancias x e y negativas se miden respectivamente por debajo de tos: 2 cies daP Y dep en la Figura 16. oS Cf JR. Hicks, Value and Capital, 2." edicién, pag. 63, donde «la-dil entre demanda y oferta para cualquier precio» se denomina «exceso-de- Las X e Y de Walras son, por tanto, en la terminologia de Hicks, los «exes demanda» de (A) y (B) respectivamente. (9) Véase §64, LECCION 10* © Wicksell interpreta que este pasaje significa que: «en competencia F dajo las leyes sobre la propiedad existentes,:cada uno de los parlicipantes en el: intercambio obtiene el maximo de satisfacci6n de sus necesidades con- sistema de precio uniforme en el mercado». ‘Eras esto. Wicksell -procede esta doctrina de la maximizacién de la utilidad. bajo libre. competencia: gumentos: primero, dado. que son posibles equilibrios multiples como: ¢l Walras admite (§§65-68}, no todos pueden’ representar : posiciones'-de: satisfaccién; y, segundo, existiendo diferencias sociales y una distribucion de la propiedad, es posible mediante un intercambio realizado a: precios. determinados por las autoridades obtener una mayor suma total dé sati de la que se obtendria bajo libre competencia (Knut Wicksell Lectures on’ Economy, vol. I, pags. 73-83). : La primera critica no es tan fuerte como aparenta. El deseo ‘de ona unica (véase nota (1) de la Leccion 7.*) no es-fatal tanto teoria econémica. Para juzgar ta validez de William J obtenidas en forma matematica, existen casos en que puede ser muy erroneo:: autoconfinarnos en el ccriterio de que se trata de conclusiones puramenie’ matematicas. El profesor Edwin B. Wilson, en su revisién del Manuel d’économie politique de Pareto, explicaba la diferencia entre la matemdtica pura y sus. aplicaciones de Ja siguiente forma: «Para muchos matematicos modernos, el temor a que las ecuaciones puedan ser reduadantes o incompatibles, es probablemente lo _ Suficientemente fuerte como para impedirles ver el valor del andlisis. Pero debe recordarse que no hace mucho tiempo el método de contar constantes era ampliamente utilizado en las matematicas puras pese a que la ciencia se eacontraba ya mucho mas desarrollada en el campo de las ecuaciones aritméticas de..lo que ahora se encuentra la economia. Ademas, en una ciencia fisica. la Cuestion del rigor es muy distinta que en las matematicas; ser matematicamenté: ultrarrigutoso puede suponer ser fisicamente infrarriguroso. Despreciar la teoria de las fases de Gibbs porque su prueba, al consistir esencialmente en un recuento de constantes, no cotstituye en absoluto una demostracion, seria tanto buenas matematicas como mala fisica. Por otra parte, formular relaciones matematicas exactas, compatibles y con solucién unica para todo el rango de variacion de las. variables puede ser un hermoso tour de force matemitico y, al mismo tiempo, una ‘fisica erronea en el entorno de ciertos puntos criticos en los que un pequeiio cambio en las variables trae consigo variaciones tan fuertes en las funciones como para hacer tan indeterminado desde el punto de vista fisico el problema como eg matematicamente determinado» (Bulletin of the American Mathematical Society, junio 1912, pag. 470, citado por el profesor Henry Schultz en su revision del «Mathematical Introduction to Economics» de Griffith C. Evans, en ef Journal of the American Statistical Association, diciembre 1931, pag, 487). El que ta segunda critica de Wicksell sea o no valida, depende de la interpretacién del oscuro texto que estamos discutiendo. Si, tal y como Wicksell Parece interpretar, el texto significa que cuando se suman las utilidades de todos dos individuos, dicha suma es mayor bajo competencia perfecta que bajo cualquier. otro sistema, la generalizacion de Walras es claramente errénea. Solo si todas las Tentas fuesen aproximadamente iguales (y slo si se supone que todas las: utifidades son comparables interpersonaimente, y todas las funciones de utilidad en términos de la renta son iguales para todos los individuos), el maximo discutido se conseguiria bajo el libre juego de la oferta y la demanda. En otras circunstancias podria generalmente hallarse un sistema de precios uniformes administrados bajo el cal el intercambio daria lugar a una suma mayor de utilidad para la sociedad en su conjunto. Sin embargo, Walras no hizo supuesto alguno res; a la igualdad de jas rentas o de las “quantités posédées’, sino que S consideré la distribucién de la propiedad o de la renta tal y como existia en la. 2 sociedad. Por tanto, la generalizacién de Watras, formulada sin jas cualificaciones .” discutidas, constituye un error —«casi tragico», segin Wicksell. 3 -Desde otro punto de vista, puede sostenerse que Walras no se equivocd. De » hecho, resulta pee justificable aceptar la interpretacion que Wicksell hace de Walras segin la cual este dltimo actuaba bajo la hipdotesis de comparabilidad interpersonal de utilidades. Aunque Walras supone que la rareté puede definirse como una mangitud cardinal (§74), en ningiin lugar alude a la suma de utilidades obtenidas por distintas personas; y aunque mas adelante se refiere a la media de las raretés para el mercado en su conjunto (§101) y utiliza este concepto en su teoria monetaria (§279), la aditividad que implica dicha medida cs siempre puramente formal y no real. Parece, por tanto, mds en consonancia con el curso general del andlisis de la utilidad de Wairas suponer que excluye las comparacio- | nes interpersonales. Si_rechazamos la interpretacién de Wicksell, quedan dos 2 posibilidades abiertas. O bien Walras significaba con maximo de la utilidad para ja sociedad cn su conjunto una situacion én-la-que es imposible aumenta utilidad de cualquier individuo sin disminuir Ja de-algin otro una ‘vez 2k equilibrio competitivo, o bien queria decir algo: tan vago que hace-imposib intento de interpretacién nitida. La aceptacién de la primera “pos presupone que Walras tuvo una premonicién del criterio de bienestar (Vilfredo Pareto, Manuel d'économie politique, pigs. 617-618). Nada sé esta generosa interpretacion. Dada cualquier distribucién predeterminada’ dé propiedad o de la renta, bajo competencia perfecta se alcanza autométicameénte: una posicién de «éptimo» en la cual ningun individuo puede mejorar sin qué'otro” - empeore, En la medida en que no se admitan las comparaciones interpersonales, es imposible sumar algebraicamente variaciones positivas y negativas de utilidades de distintos individuos resultantes de un cambio en el estado de la economia: Es seguro que alguna otra distribucién de la propiedad o de la renta podriant jugar a un «6ptimo» mejor, pero Walras no'se ocupé de este tipo de-prol aqui. Ademis, ia critica de Wicksell relativa a la existencia de equilibrios multiples: desaparece también puesto que éstos pueden coexistir bajo el criterio de bicnestar paretiano. ° Cuando ef término perdido 15,3 ¢s sustituido por (psra.3) en el cuadri proporciones entre raretés, se obtiene O41 bp 2: Fe,3 2 (Pele.a) que se reduce a la identidad: Va a3 1 = — = Pa ($44) % Pores Po Esto mantiene la simetria en ef sistema de ecuaciones, pero el sigtiifieada’ econdmico de esta solucién no es claro. det : El problema sefialado es importante porque la ampliacién del principio’ tistaccton maxima a las teorias dela produccién y formacién de capital depen parte, de su solucién. Pareto analiz6 este problema en relacién con dichas ti : pero su razonamicnto, al igual que el de Walras, se desarrollé en términos de la teoria del intercambio (Vilfredo Pareto, Cours @économie politique, vol. TE; 212-214, §859, nota 3). Wicksell también trata este problema en sus Lectures J, pags. 68-69, en relacién con su discusién sobre la discontinvidad que ss en aquellos puntos de las curvas de demanda y oferta que corresponden a precios: del bien en cuestion «tan elevados que algunos compradores dejan de adquirir el bien, o algunos vendedores ofrecen ia totalidad de su stock» o «tan reducidos que. algunos vendedores no ofrecerin nada de sus stocks, no convirtiéndose- ati: compradores...». Wicksell conchiye que «en estas condiciones, por supuesto; la utilidad marginal deja de regular las cantidades de biencs demandadas u ofrecias Por estos individuos. No obstante, el tratamiento matematico del- probk plantea dificultades, porque ahora estas cantidades aparecen como constantes». Por tanto, el tratamiento de Wicksell no es distinto’ I adoptado por Pareto en la nota mencionada anteriormente, segin la cual, cuando. la cantidad de cualquier bien o servicio productivo que podria haber sido off por un individuo sin intercambiar a precios mayores que los prevalecientes. é considera como una constante, la «ophelimité ponderada» de dicho bien o servicio : productivo no se incluye entre las ecuaciones hasta que Ja cantidad vuelve: de’ nuevo a hacerse funcién del precio. Véase mas adelante, Leccién 12.", notas Oy. ). ‘ ‘Este pasaje provocé un comentario critico de Pareto, que cit6 solo 1a hima: Parte de la Fase de Walras, «...il est certain que la rareté est la cause de la valeur 268 William Jad féchange», como:si-constituyese ta frase completa (Vilfredo Pareto, Manuel, paj _246;-nota: 1). Pareto penséd que ‘Walras se habia extraviado, abandonando. sa “estricto. y:puro campo del equilibrio general, Porque sintié la tentacién momenta=:. nea de'seguir el mas laxo y concurrido camino de los economistas literarios qt buscaban vanamente la causa causans del valor. Parece, sin embargo, mas hacia su respetado padre que fue quien primero formuld ta doctrina de que la rareté.era la «cause de la valeur» en 1831 (Auguste Walras, De la nature de la richesse et de Porigine de la valeur, pag. 41 (1831) o pag. 95 (1938). Cuando se tiene en cuenta la cldusula condicional de Walras, «Or, s'il est ‘certain que la rareté et la valeur d'échange sont deux phénoménes concomitant ef Proportionnels...», que Pareto omitié en su cita, el pasaje que estamos consideran- do no resulta menos vulnerable. Subsisten dificultades porque, en general, aunque: tstemos seguros de que no existen mas que dos fenémenos totalmente indepen-. .- dientes: y ligados por una relacién de concomitancia y proporcionalidad, en un modelo estatico nada podemos decir respecto a la direccién del nexo causal entre: ambos. Es imposible decir cual de los dos fendmenos es la causa y cual el efecto: Ademis, cuando no estamos seguros de que sdlo existen dos fendmenos. independientes en el sistema, o cuando, como es el caso que nos ocupa, sabemos que existen elementos adicionales intimamente relacionados con Jos dos fenéme- nos considerados, la simple concomitancia y proporcionalidad no nos proporcio- nan clave alguna respecto a la naturaleza de la relacion causal si no existe algin. indicador de presencia de una secuencia légica sujcta a verificacién empirica. No sdlo las raretés son invariablemente proporcionales a los precios en un mercado de .: competencia perfecta en equilibrio, también lo son los costes de produccion, y no s6lo en estas condiciones. {Cual de los tres fendmenos rareté, coste de produccién. y valor-es la causa y cuales son los cfectos? Es una pregunta carente de sentido: porque bajo supuestos estaticos no existe forma de refutar ninguna de las tres. posibles respuestas. La devota reformulacién hecha por Walras de la doctrina de su_padre-es, por tanto, indefendible; pero afortunadamente no juega un papel esencial en su sistema. En realidad no pasa de ser un obiter dictum. Mas adelante, ~ Walras. deja perfectamente claro que «tedricamente todas las incognitas del ©“ problema econdmico estan determinadas por todas las ecuaciones de equilibrio. general» (§266). En un sistema de este tipo, el concepto de causalidad es una as A COTEJO DE EDICIONES SECCION II ,@ En la 1° edicién se ice: ‘Théorie Mathématique de FEchange’; cambiado "7 ‘en. la’ 2.* edicién por: ‘Théorie de FEchange.’ En las tres primeras ediciones, la © teoria.del intercambio de dos mercancias (Seccién Ii de la 4. edicién) y ia teoria ‘def intercambio de varias mercancias (Scccién Hl de la 4." edicién) se trataban jlintas en la Seccién IL. LECCION 5.* © Esta frase aparece por primera vez en la 2." edicion. ©) Final de la Leccién 9." en la 1.* edicién, Notas. (© ‘d’échange’ aparece por vez. primera’ en'la 2." edicién.’ (@) Esta frase aparece por vez primera: en la 4" edieién. oo. | © En la 17 edicién el resto de este se:lee:.“Nous avions ala. acheteurs de rente et des vendeurs de rente, des demandeurs. et des’ hausse dans le prix de la rente ne pouvait que diminuer la demande et. foffre; une baisse ne pouvait qu’augmenter la demande et diminver Vofire:: avons des échangeurs, des demandenrs de (A) contre (B) et des, demaz contre (A), pour qui cette demande est le fait principal, et pour qui lofire, comme”... nous l'avons fait remarquer, n'est qu'un fait accessoire. Or cette circonstance: modifie tout. Este cambio se introduce en. la 2.* edicién. ws ® (© El pasaje compuesto por las tres proximas frases aparece por vez primcra:en: la 42 edicin. 8 @) Final de la Leccién 102 en la 1* edicion. LECCION 6.2 @ En la 1* edicién se lee: ‘La courbe a1a),1, Sobtient par le. procédé graphique, Yéquation d,=J.,1(p2), Sobtient par la méthode @interpolation; Tune: et Tautre sont empiriques.’ Cambio introducido en la 2* edicion. 8 tb} La siguiente frase se lee en la 1.* edicién: ‘Si, par example, Iavoine ¢ milliard en blé, if est A crore qu’d moins de circonstances trés‘¢: personne ne nourrirait plus de chevaux.’ Eliminada en las siguientes € {) Final de la Leccion 11.* en Ja 1. edicién. @ Final de la Leccién 122 en al 1. edicion. LECCION 7." @ En la 12 edicién Jas cuatro frases siguientes se expresan dela forma: ‘Lorsqu’on cherche Téquation empirique d'une courbe. par: Ja interpolation, on essaye successivement de Fobtenir algébriquement du: du second, du troisiéme é, et ainsi de-suite. Nous avons: supposé, dans: figure, les courbes AuAy, ByB, algébriques du second degré, par consequent continues, et n’offrant aussi qu’un seul maximun pour les: r 8 coordonnées Dap, Dp; cntre le point pour léquel D,=OAa, pa=0, et:¢e lequel pa= OAp, B,= entre le point pour lequel D,=OB,, p)=0, et oa lequel p,=OB,, D,=G. Nous n’avons dailleurs 4 considérer que fa partie: So courbes comprises dans Tangle des coordonnées positives, et, dans cet.angle, que. ba. partie comprise entre les points Ag et A>, entre les points B, et B,. Cela thes évidemment de la nature méme du fait de Péchange. Dans celte: bi tes courbes KLM, NPQ sont des courbes algébriques du-troisi¢me degré, coi et r’offrant qu'un seul maximun pour les ordonnées.’ Cambio intr edicién. . ee (®) En la 1. edicién se tee: ‘Maintenant, aprés le cas ou il ya; courbes de demande et les courbes doffre, qu'un seul point Wintersection, ov il n'y a aucun point intersection, l'ispection attentive dea forme: des: fait ay oir le cas oi il y aurait trois points d’intersection.’ Este-texto'se: para fas 2 y 35 ediciones en las que puede leerse: ‘Maintenant, aprés 1 ay a, entre les courbes de demande et les courbes de Toffre, qu'un .s¢ i intersection, et celui ou il n'y a aucun point d'interséction, Tinspection attentive : : de la forme des courbes fait apercevoir-Je cas ot il y aurait~ plusieurs: : intersection.’ Este texto fue alterado. de nuevo para la 4.* edicién en que y como aparece en la traduccion. 5290 William Jaffe © En la 1.* edicién no aparece ‘=. @ En la 1. edicién no aparece ‘= 1/p’. (@-En;la 1 edicién puede leerse: ‘relativement grand’; expresién cambiada en ja 4-edicién por ‘fort’. ©. En la 15 edicién puede leerse: ‘relativement petit’; expresion cambiada en la 4+ edicién por ‘faible’. En la 1.* edicién puede leerse: ‘Théoriquement, nous sommes forcés dadmetire Péventualité comme possible pour deux marchandises s’échangeant Yune.contre Pautre en nature; nous verrons plus tard si elle lest encore pour plusieurs marchandises séchangeant les unes contre les autres avec intervention de monnaic.’ Cambio introducido en la 4.* edicién. ) En la £.° edicién puede leerse: ‘Sans sortir des données de notre hypothése générale, it convient examiner le cas extréme ot les courbes de demande, se confondant avec hyperbole de la quantité existante, seraient asymptotes' 4 ces axes’ Cambio introducido en la 4° edicién. @ Final de la Leccién 13% en la 1.* edicién. LECCION 8." @ En la edicién este parrafo puede leerse: ‘L’étude que nous avons poursuivie jusquici de la nature du fait de Péchange rend possible étude de la catisé méme du fait de la valeur d’échange. Si, en effet, les prix ou les rapports des °_. valeurs résultent mathématiquement des courbes de demande, pour connaitre les eauses et conditions premiéres d’établissement et de variation des prix, il faut _ techercher les causes et conditions premiéres d’établissement et de variation des courbes de demande.’ Cambio introducido en la 4,* edicion. ) En la 1? edicién, el resto del parrafo se lee: ‘Sur le premier 0g, je porte, 4 : partir du point 0, des longueurs successives 04, gq, q’q'... représentant les nombres unités ou fractions Punités de (B),¢, q’, q”... Pune méme intensité Putilité que le porteur (1) consommerait successivement sil les avait a sa disposition. Et sur le seconde axe Or, et sur des paralléles 4 cet axe menées par les points 4, 4’, 4’... je . porte, 4 partir du point 0 et de ces points g, 7’, 4”... des longueurs Of, qr’, a'r”... Teprésentant les utilités intensives f,.1, 7’, P”... de chacun des groupes dunilés ou fractions d'unités q, 4, q’... Je forme les rectangles 0gRf,,1. 9q/R’r, q'q"R"r"... représentant les produits 48,197’, q’r"... Pobtiens ainsi la courbe B,,1Rr’R’r” RY2, By.1. Cette courbe est continue ou discontinue: elle est discontinue si ¢, 7’, 4”... ine sont pas de quantités infiniment petites; elle est continue dans le cas contraire, at se confond alors avec Ja courbe §,.11'r"...4.1. Pobtiendrais de méme ta courbe y, 4% 9,7 continue ou discontinue. Dans le cas de continuité, comme dans le cas de ; mtinuité, d'ailleurs, je suppose les intensités Putilité décroissantes depuis Pintensité ,. ou a,1 de la premiére unité ou fraction Punité jusqu’d Pintensité éro-de-la derniére unité ou fraction dunité consommée’ La Figura 3 de la 1.* edicién a que se tefiere este pasaje es la Figura | de este «Cotejo de ediciones». vo Beta-figura se cambié en la 2.* edicién en la que Walras ya no considerd incrementos sucesivos desiguales en cuantia (0q> qq qq’, et en général 9m—19m courbes), ainsi que la quantité possédée par chacun des porteurs, @ déterminer te: courbes de demande [ou leurs équations]. En-la edicién definitiva de :1926' palabras entre corchetes fueron omitidas. : (0 Esta frase esta incluida en el parrafo anterior en la 2." y 3." ediciones. 42 edicién constituye un pdrrafo aparte, el primero de §82. En la 4° édici siguiente parrafo se lee: ‘Soient d, la quantite 4 demander de (A), 0; la q1 offrir de (B), au prix p, de (A) en (B), conformément 4 Péquation daPa= Oo, go stant la quantité de (B) possédée par le porteur? Cambiado en la definitiva de 1926. fet t frase ‘en vertu de l’équation Aree rimera vez en’ definitiva de 1926. ‘a [HT ep pore 8 (a) Bl pasaje que constituye §82 de la 4° edicién no aparece fi independiente en la 2.* y 3.* ediciones, pero si en forma abreviada como parte-de-. §81, de la forma: ‘be.1(q) et »,1(q) étant les raretés décroissantes de (A) et (BY le porteur’(t) de (B) en fonction des quantités consommeées, les intégrales 4 fi [ bos(gag ct [ »,1(4)dq, sont, comme nous Pavons dit (§75), les’ util éffectives des mémes marchandises pour le méme porteur en fonction des: mémes quantités consommées. Aprés Péchange de 05 dap. de (B) contre d, de (4), & un prix pe de (A) en (B), c’est-a-dire avec des quantités d, de (A) et qs—04= 45 —dapide (B), Putilité effective totale des deux marchandises pour le portcur cn question: est ‘dy ‘do daPo f aslg)dg+ { Po.lada- Et cette utilité effective totale atteint son maximum guand sa dérivée par rapport a = d, est nulle, soit quand 9 eee a,1(de)—Paths,1(4r—dapa)=0 $e.1(d}=Pabs,r(4o—0r)” EI cambio final se introduce en la 4.* edicion. El cambio dela 4.* edicién contiene casi textualmente fa observacién realizada’ por L. von Bortkiewicz en una carta no publicada fechada ef 9 de mayo de-1888 enviada en respuesta a otra de Wairas del 5. de mayo” que inctuia las pruebas id imprenta de partes de la 2.* edicién de los Eléments ya en prensa. Von Bortkiewicz argumentaba que la frase «d,,:(q) et »,:(q) étant les raretés. décroissangésy: mencionada como lo era de pasada, podia producir en el lector poco docto 1a falsa. impresi6n de que la proporcionalidad entre las raretés y los precios .es un condicion necesaria y suficiente de satisfaccién maxima tanto si Jas funciones rareté eran como si no eran decrecientes respecto a la cantidad poseida. Por-eflo sugeria: «Or, quelques lignes insérées 4 la page 106 [de las 2." y 3.* ediciones] | suffiraient pour éliminer toute possibilité d’un pareil malentendu. L’équation. a,1(da) — Patbo,1(4a—FaPa)=0 correspond au maximum de da ab dae [ o,(9}dq+ [ $»,()44, ou quand 214 seulement a la condition que la dérivée du second ordre de te dade t dnstnda |" boaladq par rapport a d, soit une quantité négative. Donec le théoréme de la satisfaction mixima ne tient debout qu’a cette condition qui s’exprime par l'inégalité suivante: $a,1(d.) + Pa hb.1(do —daPa) <0. Il est évident que cette condition sera remplic si nous avons $1,1(d.)<0 et s,1(d0~ dap} <0, soit en général $'(g) <0, ce qui veut dire que la rareté doit étr une fonction décroissante de la quantité possédée» (F. W., II, 1335). Walras aceptd- esta correccion con gratitud, pero habiendo ya enviado la ultima prucba ‘al. I. Arbitrajes (B, A, ©), (A, C, B), (C, B, A). Disminucion (A) a cambio de (B), Dz, a la demanda efectiva de {B) a cambio de. {A), Pa,» al precio de (A) en términos de (B) y pp, al precio, de (B). en términos de (A). Tenemos, entre las 4 incdgnitas Da,2, Ds, a,'Pa,» Y Po, las 2 ecuaciones de demanda efectiva: Da,5= Fa, (Pa, ) Dy,a=F 6,clPo.0) y las 2 ecuaciones de igualdad entre la oferta y la demanda efectivas®: : Dp,a=Da, Pa. Da,b= D>, aP,0 279 ~ Léon Walras --Sabemos que las dos primeras ecuaciones pueden representar- ‘sé geométricamente mediante dos curvas, y las dos ultimas ‘mediante la inscripcién en dichas curvas de dos rectangulos tales que sus bases son inversamente iguales a la relacién entre sus alturas, o iguales al cociente entre sus superficies (§ 57). 105. Ahora, del caso de dos mercancias (A) y (B), pasamos “en primer lugar al de tres mercancias (A), (B) y (C). Para ello, * imaginemos un mercado al que llegan, por una parte, personas qué pdseen la mercancia (A) y que estan dispuestas a ceder una parte de ella para procurarse la mercancia (B) y otra parte para _* procurarse la (C); por otra parte, personas que poseen la mercancia (B) y que estan dispuestas a ceder una parte de la fisma para procurarse la mercancia (A) y otra parte para “S procurarse la (C); por ultimo, personas que poseen la mercancia ~ (©)_y. que estén dispuestas a ceder una parte de la misma para procurarse la mercancia (A) y otra parte para procurarse la (B). Supuesto esto, elijamos entre todos a un poseedor de, por - ejemplo, (B) y desarrollando nuestros razonamientos precedentes ($50) diremos de nuevo ahora que los planes de intercambio de éste individuo son susceptibles de determinaci6n rigurosa. En efecto, todo poseedor de una cantidad q, de la mercancia (B) que va al mercado para cambiar uan cierta cantidad 0,, de esta mercancia por una cantidad d.,, de la mercancia (A), Siguiendo la ecuacion de intercambio da, WVa= Od, ad, yuna determinada cantidad o,,, de 1a ntisma mercancia a cambio de la cantidad d,,, de Ja mercancia (C), siguiendo la ecuacién de -£ intercambio: d., WW = 0b, Poy + saldra del mercado con una cantidad d,, de (A), una cantidad d,,, de(C)y una cantidad y=q,—05,4—05,c= 4s —4a, bYa/Us— Ae, bof _ de (B). En cualquier caso, siempre existira entre las cantidades qo, Val? O Pa,b» da,b, Ve/P» O Pc,b» ac,» © ¥ la relacién: Qv=Yt da, Pat de, oPc,b Elementos de economia politica pura Nuestro hombre no sabe, antes de Hegar al mercado, cuales serdn los valores de v,/vy 0 Pa,» ni de v 1, Por ultimo, resulta que el verdadero precio de (Aye en términ: de {C) no es 1/6, sino 1/6x 1,33= 48, porque con 1/8 dée(C). obticne 1/8 x 4= 1/2 de (B) a un precio de (B) en términos de: de 1/4 en el mercado (B, Oo); y con 1/2 de (B) se obtienen 1/2: . = 1 unidad de (A) al precio de (A) en términos de (B) de 1/2.en. al mercado (A, B). Resulta de esta ecuacién que el verdadero precio de (C) en términos de (B) no sera p.,», sino Pz,o/, puesto que con pe, 5/a unidades de (B) se obtienen p,,,p5,./a unidades de (A) al precio de (A) en términos de (B) p.,,=1/po,¢ en el mercado (A, B), y que, CON Pc,oPv,/% unidades de (A) se obtienen pc,»Pp,ePa,/t=1 uriidad de (C) al -precio de (C) en términos de (A) Pca=1/Pa,< en el mercado (A, C). También resulta que el verdadero precio de (B) en tefminos de {A) no Sera Pu, SINO Pp, 4/a, puesto que con pp, 4/% unidades de (A) “se obticnen py, aPo,-/# unidades de (C) al precio de (C) en términos de (A) Pea=1/po,e en el mercado (A, C), y que con Ds, aDa, oft unidades de (C) se obtienen pp,.Pa, Pe,a/Pb,a el equilibrio del mercado no es definitivo o general, y que se Hevaran a cabo arbitrajes cuyo resultado sera una baja de « Pe,:un aumento de p..a y una baja de py,. Es también evidente .-que en el caso en que p,,, fuese se obtiene la ecuacién®: 1 Pa, 1(a,1 + X1) + 21 be. (Ge, +21) + +wihas(gart Wi) +... = 40,165,100) Esta es una ecuacién de condicién que puede traducirse en los ‘siguientes términos: Para que la oferta de una de las mercancias sea igual a la cantidad disponible de la misma, ha de ser posible inscribir, entre los segmentos de las curvas de utilidad que incluyen las areas que se encuentran justo por encima de las dreas acotadas que representan las necesidades satisfechas por las cantidades poseidas de las mercancias demandadas, recténgulos tales que la suma de sus areas Blementos de esonomia politica pura 998 sea igual al drea de un rectingulo:cuya‘ altura: seala catitidad disponible de la mercancia ofrecida.y cuya: base sea la intensidad: la necesidad maxima satisfecha por dicha mercancia®,.. 3 Esta ecuacién puede cumplirse ono. Si se cumple la ofertatde (B) del individuo (1) podra, bajo ciertas circunstancias®; ser igual a la cantidad g»,1 que posee inicialmente. En cualquier:caso, jamas podra ser superior a esta cantidad. Es, por tanto, éséricial destacar que, para todos los valores de ps, p., Pas--. que hagan.a y, Negativa y mayor [[en valor absoluto]] que qp,1, la ecuacion de demanda u oferta de (B) deberd sustituirse por la ecuacién NW —4,1- . aa 120. Pero esto no es todo. En primer lugar, Ja misma conclusion se aplica a las ecuaciones de demanda wu oferta’ , (D)... para los valores de py, Po, Pa-: que hagan 21, wy :.. negatives y mayores [[en valor absoluto}} que g.,i, ¢a,1-.. En segundo lugar, Precisamente en el caso en que estas ecuaciones “deban sustituirse por las ecuaciones 2: = —4..1, Wi= —Ga,1..., la‘ectia- cin de demanda u oferta de (B) debera cambiarse ‘en consect cia. . Asi, en el caso en que 2; = —gq.,1; por ejemplo, el sistema’ dé: ~ ecuaciones que determina la demanda u oferta de ‘(B) ‘del individuo (1), seria el siguiente: ; coy AS M$ Yi: Pe+Wipat «2. =GetPe 0,190.1 + Y1)=P5ba,1(Ge,1 +1) Ga,1(Ga.1 + W1)= Paha, 1(qa,1 +1) es decir, en conjunto, m—1 ecuaciones entre las que se’ podrian suponer sucesivamente eliminadas m—2 incdngitas tales corte x;, w,... de forma tal que no quede mds que una ecuacion ‘que exprese y; en funcién de po, p., pa...0. Lo mismo ocurriré en el caso en que Ww; = ~qa,1... Lo mismo sucederd en fin, se compren- de sin que sea preciso insistir de nuevo, si no sdlo la oferta de una de las mercancias (C), (D)... sino la de dos, tres, cuatro..., y en general Ja de tantas como se quiera, es igual a la cantidad poseida inicialmente. . % 296 Léon Walras ... 421, No hemos dicho nada de la ecuacién de demanda u oferta:de la mercancia numerario (A) que tiene una forma especial. Es evidente, en primer lugar, que esta ecuacién para los valores de po, Pc, Pa... que hagan x1 negativo y mayor [[en valor absolutoJ] que q,,1 también debe sustituirse por %:= —~ga,1. ¥ que, en este caso, el sistema de ecuaciones que determinan la demanda u oferta de (B) para el individuo (1) seria el siguiente: VPot+ZiPet+wipat ... =Ga,r Pode,s(de1 + Z1)=Pebs,1(Ge,1 +1) Poa,1(da,1 + ¥1)= es. decir, como siempre, m—1 ecuaciones de las que pueden suponerse sucesivamente eliminadas m—2 incOgnitas tales como 21,.W1.... de forma que solo quede una ecuacién que expresa y; en funcién de pp, Pe, pa... . 122@, Sera con seguridad mds o menos dificil que las ecuaciones de demanda o de oferta sean de forma tal que satisfagan las anteriores restricciones; pero no es menos cierto, y este es el punto esencial, que habiéndose voceado determinados precios pi, p, Pa... de-(B), (C), (D),... en términos de (A), las cantidades a demandar y oftecer de todas las mercancias, teniendo en cuenta el hecho de que la oferta iguala a la cantidad poseida, se encuentran perfectamente determinadas. Esto es lo que importa hacer ver. . Sean q=Wail), @=Vo.10), G=Wer(), = a.1(7)... las ecua- ciones de utilidad de (A), (B), (C), (D)... respectivamente para el individuo (1) que han de ser ahora resueltas para las cantidades y no para las raretés. Tras la realizacién del intercambio tendria- mos: . a1 + X4= Wa,1(T,1) Got Y= Wo,2) G4 + A= We,r(Fe,1) Ga. t= Wares) ~ Blementos de economia politica pura 207 y-también, en virtud de las condiciones de equivalenciaentrétos valores de las cantidades intercambiadas y los dé sutisieside maxima (§ 118): Gat + Pb40.1 + Pode t+ Pagar t = Wa, (a1) + Poo, 1 (Dora, + Poa We, were ai) +Pabas(Paras)+ -.. Esta ultima ecuacion puede resolverse para 1, ;®)..A través’ se obtienen 7.1, 7,1, 4,1... ¥, por consiguiente, xi, yi, Zi, WH) siendo las wnicas mercancias a conservar:o adquirir aquellas:para las cuales la intensidad de la primera necesidad a-satisfacer: mayor que el producto de su precio. por r, 1”. . Sirz,1 es mayor que la intensidad de la primera necesidad satisfacer con]] (A), el individuo (1). no demandaré: ni: reténdra cantidad alguna de la mercancia. numerario. 123. Habiendo sido debidamente determinadas por: Jas ecuaciones de demanda u oferta:de.(A), (B), (C), (D)::..devlos sujetos (1), (2), (3)... de forma tal que satisfagan las restricciones precedentes, designemos por X, Y, Z, W... las sumas x1 + x7 Fes Vt vetVst oy ZtZt23+..., Wi twetw3+ F,, F., Fa... as sumas de las funciones fy.1, fo,2, fo,3-» Seis fe2, Sa3--5 Sass fa.25 f4,3--- Tespectivamente. La condicién de igualdad entre la oferta y la demanda de las mercancias (A), (B), (©); (Dy: se expresa, en el caso general que nos ocupa, mediante:las . ecuaciones X=0, Y=0, Z=0, W=0... por lo que tendremdés; para la determinacién de los precios corrientes de eauilibri, las ecuaciones°: F ilps, Pos Pa-..)=O F (Ps, Po. Pa-:)=0 FAPo Per Pa-}=O es decir, m—1 ecuaciones. Es.por otra parte evidente que alsér ps, Pes Pa... por su propia naturaleza, positivos si las ecuaciones. 298 Léon Walras anteriores se satisfacen, es decir, si Y=0, Z=0, W=0... también secumplira”): X= —(Ypyt+Zpet+ Wat ...)=0 124, Asi se determinarian matematicamente los m—1 pre- cios de las m mercancias expresadas en términos de la m-ésima considerada como numerario, mediante la triple condicién: 1° © que cada individuo obtiene la satisfacci6n maxima de sus - necesidades, siendo las proporciones entre las raretés iguales a los precios; 2.° que cada individuo debe recibir en proporcién a lo que entrega y entregar en proporcién a lo que recibe, teniendo - cada mercancia un solo precio cn términos del numerario, aquel para el cual la demanda total efectiva iguala a la oferta total efectiva; 3.° que no se realiza arbitraje, porque el precio de equilibrio de cualesquiera dos mercancias en términos de una de ellas es igual al cociente entre los precios de equilibrio de ambas en términos de una tercera cualquiera®., Veamos ahora como este problema del intercambio de varias mercancias, del que aca- bamos de dar la solucién cientifica, es el mismo que se resuelve empiricamente en el mercado por el mecanismo de la compe- tencia. 125. En primer lugar, en el mercado, se reducen, por la adopcién de un numerario, los m(m—1) precios de las m mercancias entre si a m—1 precios de m—1 mercancias en términos de la m-ésima. Esta ultima es el numerario; y, en cuanto alos (m— 1)(m—1) precios de las restantes mercancias entre si, se toman-como iguales a los cocientes de los precios de las mismas efi términos del numerario, conforme a la condicién de equilibrio general. Sean pi, P., Pa,.. !os m—1 precios de (B), (C), (D),... en términos de (A) voceados al azar. A estos precios, asi voceados, cada individuo determina su demanda u oferta de (A), (B), (©), (D),... Esto se consigue tras alguna reflexion, sin calculo [[mate- mético]], pero exactamente igual a como se haria mediante el calculo en virtud del sistema de ecuaciones de equivalencia entre las cantidades demandadas y ofrecidas y las de satisfaccién maxima, completado con las restricciones adécuadas. Sean x1, x2, . @ x5 5.. Vts Vos Va. Zis Zh, Zh. WL, Wo, Wh... positivas 0 negativas, Elementos de economia politica pura a las demandas u ofertas individuales correspondientes alos precios Pin Poy Pa... Si la demanda y la oferta totales de cada ‘niercancia fuesen iguales, es decir, si tuviésemos. inmediatamente * Z'=0, W'=0... y, por tanto, X’=0, el intercambio se a esos precios y el problema estaria resuelto. Pero, general demanda y la oferta totales de cada’ mercancia serait diferentes; es decir, tendremos Y'20, Z’20, W’20..: y, por tanto, X’Z0e7Qué sucedera en este caso en el mercado? Si la demanda es.suy la-oferta, el precio de dicha mercancia en términos del nui subird; si es 1a oferta la que supera a-la-demanda, bajaré¢. debemos hacer para probar que la solucién teérica:y la‘solucion. del mercado son idénticas? Simplemente comprobar que: el alza:y: la baja [[de los precios] son una forma de resolucién por tatonnement?)S) del sistema de igualdades de las ofertas ’y tas demandas. 126, Recordemos que tenemos la ecuacion ">: XY +2 e+ W' pat ... =0 que, llamando Dj, Di, D., Dy... a las sumas de las x, y, z positivas, y O01, 04, O01, O4... a las sumas de las x, y, 2% negativas tomadas en valor absoluto, correspondientes a. precios p',, p., Pa... puede expresarse: oe Dy, ~ 05+ (Ds—O8)pb-+ (Di — OR + (Da— OF) Pak y, teniendo en cuenta que p}, po, Pa... son esencialmente p si entre las cantidades X’=Di,—0;, Y'=D,—O}4, Z’ W’=D;,—0\... algunas son positivas, otras seran nega’ reciprocamente™; es decir, que si a los precios pi, Po Ba demanda total de determinadas mercancias es supérior a oferta, las ofertas de las otras mercancias seran ‘superiores a § demandas, y reciprocamente. md 127. Consideremos ahora la desigualdad®: F(Ds, Pe, Pa...)20 300 Léon. Walras y-expresémosla en la forma: AvlPy Pes Pa--)® Qa(P Pos Pa) representando la funcién A, la suma de las y positivas, es decir Dy, y:la:funcién , la suma de las y negativas consideradas como: positivas, es decir O,. Hagamos abstraccién de p., pa... € investiguemos,. suponiendo dados esos precios y quedando por “3 determinar sdlo py, como seria necesario hacer variar p, entre 0 ¢ - infitito :para que la .demanda de-(B) fuese igual a su oferta. No eonocemos la funcién Fy, ni las funciones A, y Q;; pero de la propia naturaleza del fendmeno del intercambio, tal y como lo hemos. .estudiado, podemos obtener Tespecto a esas funciones indicaciones suficientes para demostrar como, en la operacién que estamos tratando, p, debe tomar, si existe, un valor tal que iguale -. a cero la primera funcién, o que haga iguales las dos ultimas. 128. En primer lugar, en lo que concierne a la funcién A,, que-es la de demanda de (B) a cambio de (A), (C), (D)..., es positiva para p,»=O, es decir, para precios nulos de (B) en términos. de {A), (©), (D).., En efecto, a estos precios, la demanda total: efectiva de (B) es igual al exceso de la utilidad total extensiva.” “ sobre la cantidad total disponible, exceso positivo si la mercancia. (B) es escasa y forma parte de la riqueza social. Si p, crece de forma tal que con él lo hacen proporcionalmente todos los: precios de (B) en términos de (A), (C), (D)..., Ja funcion decrecera; _ porque es suma de funciones decrecientes. En. efecto, ia mercancia. (B).se. va haciendo progresivamente.mas cara en relacién a las: mercancias (A), (C), (D),...; y no es admisible, bajo esta hipdtesis, que.su demanda aumente; sdlo puede disminuir. Ademas, siempre se‘puede suponer un valor de p> Suficientemnente grande, infinito si fuese necesario, es decir, unos precios de (B) en términos de (A), ‘(©), (D)... suficientemente elevados, para que esta demanda sé anule. En segundo lugar, en lo que concierne a Ja funcién Q, de oferta de (B) a cambio de (A), (C), (D)..., es nula para p,»=0, ¢ incluso para ciertos valores. positivos de p», es decir, para precios nulos ¢ incluso positivos de (B) en términos de (A), (C), (D)... Ea “efecto, de igual forma que siempre pueden suponerse precios de Elementos de economia politica pura (B) en términos de (A), (C), (D)..: suficientemente altos para demanda sea nula, se pueden también. siempre suponer precios de (A), (C), (D)... en términos de (B) lo suficientemente altos para que sus demandas [[de (A), (C); (D)...]] sean aulas;-en: caso la oferta de (B) es nuia. Si p, crece de tal forma qbe hacen proporcionalmente todos los precios de (B) en’ (A), (C), (D)..., la funcién es sucesivamente creciente y decrecienite, porque es suma de funciones sucesivamente crecientes y decrecien- tes. En efecto, las mercancias (A), (C), (D)... se van progresivamente mas baratas en‘ relacién a la mercanci: demandas de aquellas mercancias sé acomodan de forma: nea a la oferta de (B). Pero esta oferta no aumenta indefinidamen- te; pasa al menos por un maximo, que no puede ser superior ala cantidad total poseida; y tras esto disminuye para anularse sip, se - hace infinito, es decir, si (A), (C), (D).:. son gratuitas. 129. En estas condiciones y a menos que-D, sea ni de que O; deje de serlo, caso en el que: no existe solucion, ‘pero: que’ no se presenta cuando entre los individuos los hay que poscen’ : inicialmente varias mercancias,-existe.un- determinado ‘valor:de. ps. oe para el cual O, y D, son iguales™, Para encontrar este valor . falta aumentar pj, si a dicho precio Y’>0, es decir si-Dy: disminuir pj, si a dicho precio Y’ <0, es-decir 0, > Dj: Se de esta forma la ecuacion: Fi(pb, Po, Pa...) =O Una vez efectuada esta operacion, la desigualdad®: F. (Pos Des Pa--.)20 se convierte en: F.(Rb, Pos Ba--.)20 pero puede obtenerse la ecuacién: F pb, Pes Pu-:)=O aumentando o disminuyendo p, segiin que a dicho precio: es decir D, > 0%, 0 Z' Dy. 302 Léon Walras De igual forma se obtiene la ecuacién . F Db, De, Pa...) =0 y asi sucesivamente. 130. Una vez efectuadas estas operaciones se tiene: Filpt, pe, Pd---)20 y Jo que hace falta determinar es si esta desigualdad® se encuentra mas proxima a la igualdad que la desigualdad primiti- va: . Fi(p, Poy Pa-.-)20 Esto parece probable si se recuerda que el cambio de pj, a pj que convirtio esta ultima desigualdad en igualdad, tiene efectos directos y, al menos en lo que concierne a la demanda de (B) todos del mismo sentido [{hacia la igualdad]], mientras que los cambios de p, a pz, de pi a py... que alejaban de la igualdad la desigualdad precedente, tienen efectos indirectos y, al menos en los que concierne a la demanda de (B), de sentido contrario, compensandose hasta cierto punto los unos con los otros. Por este. motivo el sistema de nuevos precios Ps Pes Di... eS mas cercano al equilibrio que el sistema de viejos precios pp, Pc, Ba... ¥ no hay mas que seguir el mismo método para acercarse mas y mas al mismo), Por tanto, estamos en disposicién de formular de la siguien- te manera la ley de establecimiento de los precios de equilibrio en el caso de intercambio de varias mercancias con interven- cién del numerario. Dadas varias mercancias y haciéndose el * intercambio con intervencién del numerario, para que exista equili- brio. de mercado, o precios estacionarios de todas las mercancias en términos del numerario, es necesario y suficiente que a dichos precios la demanda efectiva de cada mercancia sea igual a su oferta efectiva. Cuando esta igualdad no se cumple, es preciso, para alcanzar los precios de equilibrio, un alza en el precio de las mercanctas cuya demanda efectiva es mayor que la oferta efectiva, y una réduccién en el precio de aquéllas cuya oferta efectiva es mayor que la demanda efectiva: J Leccién 13." LEY DE VARIACION DEL PRECIO DE LAS MERCANCIAS SUMARIO: 131. Definicién analitiea del. intercambie. de. mercancias. 132. Igualdad de la, proporcién entre las raretés, mercancias cualesquiera para todos los individuos en. sit equilibrio general. 133-134. Proporcionalidad ‘eritre ‘ios 4 cambio y las raretés, Salvedad relativa al caso de discontinuidad dé las curvas de necesidad. Salvedad relativa al caso de demanda ‘nula-ode oferta igual a la cantidad poseida. 135. Raretés medias. 136. : indeterminados y arbitrarios del valor de cambio. 137. Varia precios por variacién de la utilidad y por variacién’ de la’ Persistencia de los precios con variacién simultanea de'la utilidad de la cantidad. 138. De la ley de la oferta y la demanda. 131. Resulta claro de todo lo que precede que, tanto. para varias mercancias como para sdlo dos, los elementos necesirios y suficientes para el establecimiento de los precios corrientes:o'de equilibrio son las ecuaciones de utilidad o de nevesidad: de. Jas . mercancias para los individuos, ccuaciones siempre ‘susceptibles de ser representadas por curvas, y las cantidades de las mercan- clas poseidas por los individuos. De estos elementos constitutivos resultan siempre matematicamente: 1.° las ecuaciones de demanda. u_ oferta individuales y totales, y 2.° los precios corrientes o: de equilibrio. Solamente es preciso afiadir aqui a las condiciones de satisfaccién maxima y de consistencia de los precios dé dos mercancias cualesquiera con la igualdad de la demanda y la:oferta totales de una en términos de la otra, la condicién de equilibrio general de los precios. Por tanto: El intercambio de varias mercancias en un niereado regido por la libre competencia es una operacién por medio dela cual todos los poseedores, tanto de una como de varias 0 todas-las. mercancias, pueden obtener® la mayor satisfaccién de sus necesida- des compatible con la condicién no sélo de que dos mercancias cualesquiera se cambien entre si segtin una proporcién comin: idéntica, sino también de que estas dos mercancias se cambien por una tercera cualquiera en proporciones cuyo cociente sea igual:a:la proporcién en que se cambiaban aquéllas. : 303 304 Léon Walras, 132. Si se vocean los precios en términos del numerario, la - eondicion de equilibrio general se cumple ipso facto. De lo contrario, se cumplir4 mediante los arbitrajes. Es conveniente ~analizar el resultado exacto de estas operaciones. Sea el individuo (1) un poscedor de.(A), el individuo (2) un ‘poseedor de (B), el individuo (3) un poseedor de (C); sean 74,1, 7»,1, o Tests 1,1 ---Va,2y Tb,2 Me,2s 14,2 ++-Ta,35 T,3s Fe,3, Fa,3--- las raretés de - Jas. mereancias (A), (B), (C), (D)... para los tres individuos . fespectivamente; y sean, por un instante, estas raretés variables Sortespondientes a precios variables. Bajo la hipdtesis de que no ‘tendran lugar los arbitrajes, la condicién de satisfaccion maxima se expresaria de la siguiente forma: Poa" iffat, Pea=Ferltat, Paa=Tarltar + Pa,b="a,2/Tb,2, Pe,b=Ve,2/"b,23 Da,b=Ta,2/Tb,2- Poc="a,3/%e,3, Pb,c=T,3/te3, Pde =74,3/Fe,3--- ©... Supongames ahora posibles. los arbitrajes y consideremos « solamente las tres mercancias (A), (B) y (C) y los tres individuos ), (2) y (3). Antes de Ja realizacién de los arbitrajes tendriamos, en virtud de la reciprocidad de los precios: Tt p 1 Tp,2 <= Poa = =, Tar Pap Faz Pet 1 fea we —— * Pea = = Ts Fat Pac Fa,3 e2 1 a Fe,3 es T,2 Poe Tb,3 y tras los arbitrajes, en estado de equilibrio general, tendria- To,2 Pore _ b,3 —— = Poa = = a,2 Pa,e — Fa,3 Po Peo _ Te2 —- = Pea = —_ = Fat Pao Ta,2 Ped a Pea Mot ~ =Peb To.2 Pb,a © Pot Elementos de economia politica pura Si-se observa que el razonamiento relativo'a Jas“tres: mi cias (A), (B) y (C) y a los tres individuos: (1 (2) ampliarse para todas las mercancias:e: individuos; Cuando el mercado se encuentra en-estado de equilibria cociente entre las raretés de dos. mercancias cualesquiera; precio de una en términos de la otra; es el mismo para tot poseedores de esas dos mercancias. 133. Siendo v,, 0, U., vg... los. valores de cambiorde las mmercancias (A), (B), (C), (D)... respectivamente y t.1,°F) Pa,1+-Va,2s 1b,2s Ve,25 Ta,2++Ve,35 Mb,3) Te,3s Va,3--. las-raretés mercancias para los individuos (1); (2);:(3)... respectivameni vez realizados los intercambios, se tiene: Pot _ Tb,2 _ Fos Po= Tat a2 ba,3 Tet Ve,2 Pe= = Ta. -Ta,2 Tar Ta2 Pa= Se que se puede expresar también de la siguiente forma: Ve Det Bel Ud tow Tar 2 lb + Tet Pas Ta2 > Tp2: e.g: a2: Taj3 1176.3 28,3 0 Fag he Hasta aqui hemos considerado, al plantear y resob fas * ecuaciones de intercambio, siempre:el caso de mercaricias tibles de ser consumidas en cantidades infinitamente: Pocus cuyas curvas de utilidad o necesidad son -continuas.: Pero:es preciso también considerar el caso de mercancias’ que, propia naturaleza, se consumen por unidades y cuyas curvas de utilidad o necesidad son discontinuas. Este caso.es-muy frecuente.... 306 * Léon. Walras: a Es.el-de los muebles, vestidos, etc... Siempre existe una diferencia sensible entre la intensidad de la utilidad de una primera cama, de un‘ primer traje, de un primer sombrero, de un primer par de ~ “zapatos, y la de un segundo objeto de igual naturaleza; entre la utilidad del segundo objeto y la del tercero, etc. Esta diferencia es, a--veces, incluso considerable. Por ejemplo, el primer par de = muletas para un cojo, el primer par de gafas para un miope, el primer violin para un misico profesional son, por asi decirlo, indispensables; un segundo par de muletas o de gafas, un segundo B,,2Bq.2 B,,3B,3> 5r,154, 15 5r,259,2, 5r,304,3 (Fig. 17) las curvas continuas de utilidad o necesidad de dichas mercancias para los individuos (1), (2), (3) respectivamente. Sea, por otra parte, (C) una mercancia que Elementos de cconomia politica pura se consume por su propia naturaleza por unidades,.y sean: en consecuencia, ¥,,174,15 r.2V 4.2» 2+.37¢as tas curvas discontin de utilidad 0 necesidad de dicha mercancia para: los-indivi : (2), (3) respectivamente. Sean 2, 2,5 y 0,5.los precios: de (By. en términos de (A). INDIVIDUO (1) est : o MERCANCIA (A) MERCANCIA ‘B) MERCANCIA © MERCANCTA ©) Figura 17° En el ejemplo de nuestra figura, el individuo (1) es uri’ horibré: Tico que consume 7 unidades de (A), 8 de (B), 7 de (C) y 6 dé (D), obteniendo unas raretés pequefias de 2;4, 6 y 1 respectivament una suma total de utilidad.efectiva considerable, representada ‘por la suma de las dreas Ode, 17 a,1%,1, 08,17»,1Pr,1, OgerTerPet Y Oqa,174,15,,1. Las raretés de (A), (B) y (D), 2, 4 y 1 respectivamen- te, son rigurosamente proporcionales a los precios 1, 2 y 0,5:fen términos de (A)]. La rareté de (C), 6, debe sustituirse Por un : 308 a Léon: Walras. “@imero subrayado 5=2 x 2,5 intermedio entre la intensidad de veda: ultima: necesidad:: satisfecha,. 6, y la intensidad de la primera -necesidad no satisfecha, 4, por (C). El individuo (2) es un hombre ‘pobre que consume 3 unidades de (A) y 2 de (D), obteniendo unas raretés. elevadas de 6 y 3 respectivamente, y una suma total de utilidad-efectiva reducida representada por la suma de las areas | 0e,2¥a,2%r,2 ¥ Ode,2Fa,25r,2, pero se vera privado de (B) y (c porque los numeros 12=6x2 y 15=6x2,5® que deberian aparecer [[en Ja tabla] en su fila de raretés son mayores que las -intensidades de las primeras necesidades que pueden satisfacer estas.mercancias y que son 8 y 11 respectivamente [representadas por las distancias Of,.2 y Oy,.2 de la Figura 17]. Y el individuo (3) es un hombre simplemente satisfecho que consume 5 unidades de ~ (A), 4 de (B) y 2 de (D), obteniendo unas raretés medias de 4, 8 y Yh 2 respectivamente, y una suma total de utilidad efectiva de cuantia normal representada por la suma de las areas 04,,37a,3%,3, Oqe,31»,3Br,3 ¥ Oda,37 a,35r,3, pero que se ve privado de (C) porque el nimero 10=4 x 2,5 que deberia aparecer [[en la tabla] en su fila de raretés es mayor que la intensidad de la primera ‘mecesidad. que puede satisfacer dicha mercancia, que es 8 [repre- sentada por la distancia Oy,,5 de la Figura 17], Introduciendo entre paréntesis estos nimeros ajustados proporcionalmente que corresponden a raretés virtuales y no efectivas, se tendria la tabla: 1: 2:25:05 2:4 °5:1 6: (12) : (15): 4: 8 : (40): 2 1358, La proporcién entre las raretés medias resultaria, es sabido,.la misma que la de las raretés individuales. Seria preciso solamente tener en cuenta, al caicular dichas medias, los niimeros ajustados proporcionalmente tanto subrayados como entre pa- réntesis. Con esta condicién, y llamando Ra, Ry, R., Ra....a las raretés medias. de (A), (B), (C), (D)... respectivamente, se pueden sustituir las ecuaciones : Ps=Vr/Ua — Pe=Ve/Vy Pa Va/Va..- Elementos de economia politica pura por las ecuaciones: =R/Ry Pe=RfRa Pam RfRann. que son decisivas para la solucién de los Principales: ‘peoblemas cconomicos®. 136. El fenémeno del valor de.cambio, que es un: es tan complejo, sobre todo cuando-se-trata de. varias:mercancias, aparece por fin ahora en su-verdadero caracter. {Qué son ¥, pg...? No son otra cosa que términos indeterminados y- - de los que sélo su cociente representa-la proporcién:comin:e idéntica entre las raretés de todas ‘las: mercancias..para::todos: individuos en estado de equilibrio general en el:mercado que, en consecuencia, solamente sus: proporciones:.dos: iguales a ias proporciones dos:a .dos.de las. raretés. individuo cualquiera, son susceptibles de expresion: numérica®: Por tanto, el valor de cambio sigue:siendo un fen6men nial: mente relativo cuya causa es. siempre: la. rareté: que. es.'elunico fendmeno absoluto®*, Sin embargo; -subsiste siempre el-hechd de que como no existen para cada .individuo mas que: m.raretéside m mercancias, hay como mAximo,’en.un mercado.-en. estado: equilibrio general, m términos indeterminados de valor-de cambio ~ de esas m mercancias de los cuales su: combinacion.dos:a:dos. > proporciona los m(m— 1) precios de cada. mercancia:en: 4érminos de las demas. Esta circunstancia permite hacer..que:figuren; determinados casos, en nuestros calculos los valores: arbiter: si mismos en lugar de sus Proporciones®. Puede incluso: la tentacién de ir un poco mas lejos y sacar provecho:de: esto. enunciando que en el estado de equilibrio general cada: tiene un solo valor de cambio en relacién a todas las..d mercado®, Pero esta forma de expresarse quiza'™ nos: inelisia demasiado en el sentido del valor: absoluto;:: yes: preferible expresar el fenomeno en cuestidn sirviéndose de los.términos:: * La distincién entre valor de cambio, fenémeno relativo y objet fendmeno absoluto y subjetivo, es ta’ expresion rigurosa de la di valor de cambio y el valor de uso. [Nota afiadida en la 4* edicidw} 310 Léon Walras teorema del equilibrio general (§ 111) o de la definicion analitica del intercambio (§ 131)". 137. Puesto que las utilidades y las cantidades poseidas son. siempre las causas y condiciones primarias del establecimiento de los precios), son también, por ello mismo, las causas y condiciones primarias de las variaciones de éstos. .sSupongamos establecido el equilibrio de forma que los par- ticipantes. en el intercambio estan en posesién de unas canti- . dades de (A), (B), (C), (D)... tales que a los precios py, pe pa... de (B),{©), (D)... en términos de (A), les proporcionan la satis- faccién. maxima. .Ademés, reservemos como ya hicimos antes las expresiones aumento y disminucién de la utilidad” para los de la eurva.de-necesidades que traigan consigo aumentar o disminuir respectivamente la intensidad de la ultima necesidad satisfecha, o-rareté, tras el intercambio. Bien entendido esto, supongamos un-aumento de la utilidad de (B) del que resulta un aumento de la:rareté de (B) para algunos individuos. Estos individuos no obtendran ahora la satisfaccion maxima [manteniendo el status quo: Por el contrario, es ventajoso para ellos, a los precios po, Pa pas. demandar algo de (B) ofreciendo (A), (C), (D)... a cambio. Por tanto, puesto que a los precios ps, pc, pa--. habia igualdad entre las ofertas y las demandas de todas las mercancias, ahora, [[tras el aumento de la utilidad de (B)]] habra, a dichos precios; exceso.de demanda sobre la oferta’de (B) y exceso de las ofert: sobre’las demandas de (A), (C), (D)... por lo que se producira ut alza: de. pp. Pero también sucedera que los individuos [que no han experimentado aumento en la utilidad que les reporta (B)] no obtendran ya su satisfacci6n maxima. Por el contrario, sera venitajoso para ellos, a un precio de (B) en términos de (A). Superior a ps, ofrecer algo de (B) y demandar (A), (C), (D).2:% cambio: El equilibrio se restableceraé cuando la oferta y:la deimanda de todas las mercancias (A), (B), (C), (D)... sean de nuevo: iguales; De esta forma, el aumento de la utilidad de (B) para algunos individuos tendra como resultado una elevacion del precio de (B). Podra tener también como resultado un cambio en los precios de (C), (D)... Pero, por una parte, este segundo «resultado seré menos importante que el primero si las mercancias que no son (B) son muy numerosas en el mercado y si, en “resultados de un aumento de Ia utilidad de (B); una dismin Elementos de economia politica pura consecuencia, la cantidad de cada-uiia de ellas que: se-intercamibia. por (B) es muy pequefia. Y, por otra parte, nada indica qi ~ cambios de los precios de (C), (D).:: sean-al alza o:a‘la bajag siquiera que tengan lugar, como es facil observar estudiando:la. ° situacion de las raretés cuando. se ha establecido-. elmueve equilibrio tras la realizacién de los intercambios complementa= rios®°. En esta operacién, las proporciones de la rareté:de (B) respecto a (A) habran aumentado necesariamente para-todes tos individuos; habran aumentado debido al aumento de las de (B) y la disminucién de las raretés de (A) para’ individuos cuya utilidad de (B) no ha variado y que han parte de (B) y adquirido (A), (C), (D)..., y habran au debido al aumento de las raretés de (A) y al aumento mi: de las raretés de (B) para aquellos individuos cuya utilidac ha aumentado y que han comprado algo de (B) y revendido.(A), (©), (D)... En cuanto a las proporciones entre las raretés (D)... y las raretés de (A), unas habran aumentado, otras hal disminuido y otras se habran mantenido constantes; consecuencia, por lo que respecta a:los.precies de (C);(D).:cumes habran subido, otros habran bajado: y otros.-se..mantendran estacionarios. Es de destacar que, en resumen, las raretés de: (B) han aumentado para todos los individuos, de forma: que su rareté media ha aumentado, mientras que las raretés de (A), (©); (Dx han aumentado para unos individuos y disminuido para otr forma que sus raretés medias habran variado poco. Se pu desea, representar graficamente los fendmenos descritos caso de un solo individuo de cada categoria. Por cjempl nuestra Figura 17, habiendo aumentado la utilidad de (B)-p individuo (1), éste ha adquirido (B) y tevendido algo ‘de-(A). (D); el individuo (2) no se ve afectado; y el individuo tevendido parte de (B) y adquirido (A) y (D). Tales:so: de dicha utilidad tendria evidentemente los resultados contrarios, es decir, una reduccién del precio de (B) y una variacién' poco © sensible en los precios de (C), (D)...%. No hay mas que mirar las curvas de necesidad para ver‘cémo un aumento de la cantidad poseida inicialmente conduciria auna - disminucién de la rareté, y que una disminucién de esta Cantidad _ poseida conduciria a un aumento de la rareté"). .Ademas; 312 Léon Wairas Elementos de economia politica pura “.acabamos:de:ver cémo la disminucién-o aumento de la rareté provoca: respectivamente una reduccién o elevacién del precio. Los efectos de la variacién de la cantidad poseida son, pues, pura y:simplemente contrarios a los de la variacién de la utilidad, y podemos enunciar la ley que buscébamos en los términos siguientes: a veces: «El precio de las cosas esté-detérminads. per’ entre la oferta y la demanda», que se supone: explica ‘ek. miento de los precios; y otras veces: «El precio de las en razon directa con la demanda ‘y en taz6n inver: oferta», que se supone explica la variacién de los precios. Pero, ‘en primer lugar, para dar un significado cualquiera a amibas:expre- . siones, que no son mds que la misma, habria que definir la oferta y la demanda. Y, en segundo lugar, segin que se defina la oferta como oferta efectiva, o como la cantidad poseida o existente, y la demanda como demanda efectiva.o por la utilidad bien extensiva, bien intensiva, o extensiva e intensiva simultaneamente, bien virtual; segtin que se entienda la palabra relacién en el sentido matematico de cociente, sera cierto que el precio no.es. en mayor medida la relacién entre la demanda -y la oferta que la. relacion entre la oferta y la demanda, y que no varia en mayor medida en razon directa a la demanda y en raz6n inversa a la‘oférta que en razon directa a Ja oferta y en razén inversa a la demanda: Me tomaria, por tanto, la libertad de constatar que, hasta hoy, latey fundamental de la economia politica no-ha sido nunca -demostra- da y ni siquiera enunciada cortectamente®. Y me permitiria afiadir que, para restablecer la formula y la demostracién dea ley de que se trata, o de las dos leyes de que se compone, ¢s necesario definir la oferta efectiva, la demanda efectiva, y estudiar Ja relacion de la oferta y la demanda efectivas con el precio, definir — Dadas varias mercancias y un estado de equilibrio general en un mercado en el que el intercambio se realiza con intervencin del numerario, si, manteniéndose todas las demds cosas iguales, la * utilidad de ‘ina de las mercancias aumenta o disminuye para uno o varios de los individuos, el precio de dicha mercancia en términos de numerario aumenta o disminuye respectivamente. Si, manteniéndose todas las demds cosas iguales, la cantidad de ‘una de las mercancias aumenta o disminuye para ‘uno o varios de sus poseedores iniciales, el precio de dicha mercancia disminuye o aumenta respectivamente, Destaquemos el hecho de que si bien 1a variacién de los precios indica necesariamente una variacién en los elementos determinantes de dichos precios, la persistencia de los precios no indica necesariamente la de sus elementos determinantes. En efecto, podemos, sin demostracién adicional alguna, enunciar la siguiente doble proposicién: ~~ Dadas varias mercancias, si la utilidad y la cantidad de una de ellas para uno o varios individuos 0 poseedores iniciales varian de tal forma que las raretés no varian, el precio de dicha mercancia no varia. Si la utilidad y la cantidad de todas las mercancias para uno o varios de los individuos 0 poseedores iniciales varlan de tal forma que las proporciones entre las raretés no varian, los precios no método y a los principios matematicos®. Concluyo, por’ que la forma matematica es para la economia politica pura: no solo una forma posible, sino la forma necesaria e indispensable. Creo, ademas, que este es un punto Tespecto al que ninguno de los lectores que me hayan seguido hasta aqui tendra la menor duda. ce 138. Esta es la ley de la variacidn de los precios de equilibrio; y.combindndola con la ley de establecimiento de los precios de 4 equilibrio (§.130), se obtiene la formulacion cientifica de lo que se flama en economia politica la LEY DE LA OFERTA Y LA ‘DEMANDA, ley fundamental que hasta ahora ha sido formulada ‘con expresiones carentes de sentido o erréneas“”, Asi se ha dicho Leccion 14? TEOREMA DE.LAS DISTRIBUCIONES EQUIVALENTES DE-UN PATRON DE MEDIDA Y DE UN MEDIO DE CAMBIO ibucién de las mercancias entre 'S)) de las cantidades poseidas. 140, SUMARIO: 139. Cambio de la distri los individuos. Condicién de equivalencia' Condicién de igualdad de las cantidades totales existentes. Denianda u oferta parciales de ofrecidas por cada individuo son siempre equi demanda total y ja oferta total de todas las mercancias son siempre iguales. 143. Por tanto, los jos corrientes no alteran las condiciones de equivalencia de las cantidades poseidas y de igualdad de tas cantidades totales. 144. Necesidad de ambas condiciones. 145. Numera~ rio, patron, cambio de patron. 146. Enunciacién racional del precio; < enunciacién vulgar. Doble error de la enunciacién vulgar: 1.° el valor del patron no es un valor fijo ¢ invariable; 2.° no existe algo que sca el valor del patron. 147. El patron no es el valor de una cierta cantidad de numerario, sino esa cantidad misma. Medida del valor y de la siqueza por medio del numerario. 148, Dinero. 149-150. Intercambio de la tiqueza por medio del dinero. 439, -Las mereaneias (A), (B), (C), (D)..- poseidas respectiva- amiénte por los individuos (1), (2), (3)... 0 cantidades qa,1, 4b,15 Ge.15 Gat -++Fa,2s Yb,25 Fe,2s Fa,2--- Fa,3> b,3s Fe.3s Fa,3 ++ SE encuentran disponibles en cantidades totales: Qa=4a,1 + Ja2 + 4a,3 + - Qe=G0,1+40,2+ 4,34 + Q.=4e,1 F4e.244e34 -- Qa=GartGa2+ 4434 -- Y, bajo estas condiciones de cantidad poseida, unidas a las condiciones de utilidad virtual determinadas por jas ecuaciones de utilidad o necesidad, estas mercancias se cambian entre si a precios de equilibrio general pp, Pe Pa... Supongamos ahora que estas mismas mercancias (A), (B), (©), “(D)... se encuentran distribuidas entre los mismos individuos (0, 2), (3)... de una forma distinta, pero tal que Jas sumas de las 344 Flementos de economia politica pura nuevas cantidades poseidas por cada uno de ellos qo:'i;.q3i5 ‘¢ ts 4,1 Ga,2 To,2s Te,2 a,2-+-Ga,3s -Fb;3> Fe,3s Ya,3 s+ SOD: sen yalor a las sumas de las cantidades primitivas, es decir; deforma tal que’: a : Gat qo,1Po+Ge,1Pe+Ga,sPat ad =Qo,i+4o,1Ps+ Ge,1Pet Ga,1Pat - 4,2 + 48,2Po + 4e,2Pet Ga,2Pat = = qa,2+4b,2Pr+4e,2Pe+ Ga,2Pat «-- J 4a,3+96,3Pb+4e,3Pet 4a,3Part ... = a3 +%,3Pb+Ge,3Pe+ Ga,aPat ... Supongamos, ademas, que las cantidades totales existentes 10 han variado, © que las mercancias (A), (B), (C); (D)..- exist cantidades totales: Qc= Gr + 4a,24+4a3t ... Qn=4,14- db. 4b3t -. Q.=qe1t deat Gat Qs=Ga14+4a2t4a3t -.- ry Afirmo que, bajo estas nuevas condiciones de distribucién de las cantidades junto con las antiguas condiciones de utilidad virtual, los precios Py Pe pa... seguiran siendo, tedrica.y practicamente, los precios de equilibrio. - 140, Elijamos entre todos al individuo (1) y supongamos:.que a estos precios adquiere Jas mercancias (A), (B), (C.D) ° respectivamente en cantidades xj, yi, 71, Wi... tales que’ tiene: al.” final, en conjunto, las cantidades: bed Ga,t + 4 = Gar +1 dat Vi=dr th G14 4 =4er $21 dart Wi=da1+Wi “BH 316 Léon Walras Este individuo obtendria, de esta-forma, la satisfaccion maxima de ‘gus necesidades puesto que satisfaria, evidentemente, cl sistema de ecuaciones®; v,1d>,1 + Ys) = Poha,1(da,s +4) be,1Ge. + Zi)= Pea, 1(4a,1 + X41) Par0da,1 + Wi) = Paha, s(4a,1 + *1) Los individuos (2), (3)... obtendrian también la satisfaccién maxima de sus necesidades si adquiricran, a los precios antedi chos, las mercancias (A), (B), (C), (D)... en cantidades x2, y2, 22, Wh... X4 V5, Zs, WS... tales que tuvieran al final en conjunto las cantidades totales: Ga,2 + X2=Ga,2 +X2 5,2 + Y2=4o,2+Y2 G2 + =Ge2 422 Bi Gfa,2 + Wo = Ga + Wr Ga,3 + X3=Ga,3 +X qb,3 + Ys=45,3+ Ys Ge,3 + %3=4e,3 423 03] Ga,3 + Ws =qa3+Ws3 Queda’ sélo por demostrar: 1.° que, en Jas condiciones descritas, los individuos pueden demandar u ofrecer dichas cantidades; y 2.° qué; ‘en las mismas condiciones, la demanda total efectiva de cada mercancia es igual a su oferta total efectiva. S 141@; Ahora bien, tenemos en primer lugar, en virtud del 2’. sistema [1]; 1=e1)Pot a,1 — Ya, + (0,1 — 9,1) Po + (de + +(Ga1—Ga,1)Pat ¥. puesto que ya sabemos que®: ¥ que, ademas. Blementos de economia politica pura ecuacion que, en virtud del sistema: [3]. puede expresarse: da forma™: : < X41 — 1+ (Yi — Yi) Pot (24 — 21) De + (Wi — Wi) Pat... = y puesto que se cumplia”: 1 +YiPet2Pct+wipat ... =0 también se cumple: M+ VY Pot+Zipet+wipat ... =0 Por la misma razén, ademas: X2+YoPotZ2pet+Wopat ... =0 X5+Y6Po+ Z5Pc+Wapat ... =0 y, en consecuencia, la suma de Jas cantidades de las mer (A), (B), (©, (D)... demandadas por los individuos (1), (2),.(3) Jas ecuaciones antes definidas, es igual en valor a la sumia de’ las cantidades de dichas mercancias por ellos -ofrecidas. : 142. Se tiene, por otra parte, sumando convenientemerite las ecuaciones del sistema [3]: Eo KPAX AERA. = Gaye + 4a,2+Ga,3 ce = = Gat +90,2+Fa,3 + JEM AXA XE X=xXy+x2+x3+... =0 Ge,1 + 4,2 + a3 +. = Gast +4u,2 + Ga,3 Hn 318 . Léon Walras, jementos de economia politica pura yariacién correspondiente en las cantidades. poseidas.-por otro, no tendria sobre los precios influencia apreciable-y. 5 gonsiderarse que no cambia ni la,situacién particular. del- duo, ni la situacién general del mercado. Esta es una aplicacién Ja ley de los grandes nimeros de la que se puede-sacar. provecho en algunos casos. Pero aqui preferimos mantenernes. el terreno del rigor matematico; y para poder enunciar que los ios no cambian, es preciso suponer que se cumplen las dos condiciones de igualdad en valor de las cantidades poseidas {po cada individuo]] y constancia de las.cantidades totales®!S3) se.tiene, por tanto, también”: X=xitxe+x34... =0 Y, por tanto, de igual forma: HVtywtr Vt = Lan+nt+at. W=witwetwst. . 145. El teorema del equilibrio. general del mercado’ y, en consecuencia, la demanda total efectiva y la oferta total enunciarse en los siguientes términos: efectiva de cada mercancia son iguales. — En estado de equilibrio del mercado, los m(m—) pr regulan el intercambio de todos los pares de las.m mercancias. son determinados implicitamente por los m—1 precios que re, el intercambio de m—1 cualesquiera de esas mercancias. por esima. 143. Los precios pp, Pe, Pe... Son, por tanto, tedricamente, tanto antes como después del cambio en la distribucién, los precios de equilibrio. Y puesto que el mecanismo de la competen- cia en el mercado no es otra cosa que la determinacién practica de los precios determinados matematicamente, se sigue que: Dadas varias mercancias en un mercado en estado de equilibrio general, los precios corrientes de estas mercancias no cambiardn si se, redistribuyen las cantidades de éstas entre los individuos de una. forma cualquiera, siempre que la suma de las cantidades poseidas por cada uno de los individuos se mantenga igual en valor. : Por tanto, en estado de equilibrio general, puede completamente la situacién del mercado enumerando. los de todas las mercancias en términos del valor de una de‘ellas, iiltima mercancia se llama numerario [0 mercancia patrén: unidad de la misma se Ilama patron [étalon]. Suponien: valores de (A), (B), (C), (D)... expresados cn términos del 144. Hemos supuesto, a lo largo de toda esta demostracién, (A), se obtiene la serie de precios: . que Qa, Qs, Qc Qa... no variaban. En consecuencia, si las cantidades de las mercancias (A), (B), (C), (D)... poseidas por un individuo, el (1) por ejemplo, aumentan o disminuyen, cumplien- do, la condicion de igualdad en valor, es evidente que las cantidades de dichas mercancias poseidas por uno o varios de los restantes individuos, el (2) 0 el (3) por ejemplo, deben disminuir o aumentar respectivamente en las mismas cuantias para que se - cumpla la condicién de constancia de las cantidades totales. Es seguro que si existen en el mercado cantidades considerables de jas mercancias y si los individuos son muy numerosos, la . variacién correspondiente en las cantidades poseidas por algun : individuo, cumpliéndose la condicién de igualdad en valor, sin Paa=1, Pra=H, Pea=™ Paa= Si en lugar de expresarse los valores en términos, del va 2 (A), los expresdsemos en términos del valor de (B), obtendri 10S la serie de precios: Poo=Ve, Poe=l, Pe w=R/H, Pa o=plit--. Por tanto: Para cambiar de un numerario a otro, es, sufic dividir los precios expresados en términos del primer numerario por el precio del nuevo patron en términos del antiguo numerari * "(B), (©), (D)... y el valor de (A) se obtienen directamente del: 322 Léon Watras: - proporcién entre la primera longitud y la segunda, que es fa medida de la primera. Para que exista una analogia y para que sea, por tanto, posible medir un valor dado en un lugar dado y en uh momento dado, por ejemplo, el valor de ‘un hectolitro de trigo, _ haria falta que hubiese tres cosas: el valor de un hectolitro de trigo, el valor de medio decagramo de plata de 9/10 de ley, y la relacin entre el primer valor y el segundo, que seria la medida del.primero. Pero de estas tres cosas, dos no existen, la primera ¥ la‘segunda; no existe-mads que la tercera. Nuestro Ultimo andlisis lo ha demostrado perfectamente: el valor es algo esencialmente relativo. Sin duda, detras del valor relativo hay algo absoluto, a saber, las intensidades de las ultimas necesidades satisfechas, 0 raretés, Pero estas raretés, que son absolutas y no relativas, sot ‘subjetivas. o personales, y en absoluto reales u objetivas. Se encuentran en nosotros y no en las cosas. Es, por tanto, imposible sustituirlas por los valores de cambio. De donde resulta que no existe algo que sea ni la rareté, ni el valor de medio decagramo de plata de 9/10 de ley, y que la palabra franco es el nombre de alg que no. existe. J.-B. Say se habia percatado perfectamente de esta. verdad.que la ciencia debe tener siempre presente. 147. No se sigue de lo anterior que no podamos medir ¢ valor y la riqueza, se sigue solamente que nuestro patron’ de medida debe ser una cierta cantidad de una determinada mercan- ‘ela, y no el valor de dicha cantidad de la mercancia. Sean de nuevo (A) el numerario y la unidad de cantidad de (A) el patron. En cuanto a los valores, se miden por si mismos, puest ‘que-las proporciones entre ellos provienen directamente de las. proporciones inversas entre las cantidades de mercancias inter- cambiadas. De esta forma, las proporciones entre los valores de “puimero de unidades de (A) cambiadas por 1 de (B), 1 de (©), 1 de (D)..., es decir, de los precios de (B), (C), (D)... en términos de (A): /-Sea;-en estas condiciones, Q.,1 la cantidad de (A) que es igual ‘en valor a la suma de las cantidades de (A), (B), (C), (D)... poseidas por el individuo (1), de forma tal que, designando por Ps, Pc; Pa- fo8 precios de (B), (C), (D)... en términos de (A), se tiene: Qa, = 4a,1+40,1Pb+Ge,1Pet Ga 1Pat-- . especie (homogéneas). ~~'(B), (C), (D)... respectivamente en el mercado, y sea: podemios varial a1, 40.1, 4e.1¥ Gaj1++: Si las. nuevasc satisfacen la ecuacién anterior (y simultdneamente 1a’ jgualdad de las cantidades totales. de mercancias),. siempre al individuo (1) obtencr en ef mercado, a los Des pa, las mismas cantidades de (A), (B), (C), (D)...-q L proporcionan, a esos precios, la satisfaccién maxima. Q,,1 Tepre- senta, de igual forma, todas esas distintas cantidades, y también Jas cantidades de satisfaccién maxima y es, por tanto, la cantidad de riqueza poseida por el individuo. (1). : .. Sean, en las mismas condiciones, : Qa,2=4a,2 + 4o,2Pb+ Ge.2Pe+44,2Pa+ ... Qe.3=Ga,3+4b,3Pet Ge,3Pc+44,3Pat ... y Qz,2, Q.,3 seran las cantidades de riqueza poseida individuos (2), (3)... Estas cantidades seran comparables con. y, entre si, porque estan compuestas por. unidades de la. Sean Qu, Qs, Qe, Qa... las cantidades totales existentés de Qc=Qu,1 + Qa,2+Qe,3 + .. =Qa+ OoPot ede + Qapat«. - Qa sera la cantidad total de riqueza existente en el mercado y-esta cantidad sera comparable con Qa,1, Qa,2, Qa,3--- ¥ CON Qa, Opp, QWPe, QaPa.. , a 148. Este es el verdadero papel del instrumento de medida del valor y la riqueza. Pero, generalmente, 1a misma mercancia que sirve de numerario, sirve también de dinero, y juega el papel ° de medio de cambio. El patron de medida de valor {[numerario}] se convierte entonces en patron monetario. Estas dos funciones, aunque acumuladas en la misma mercancia, son distintas; y as haber explicado la primera, nos falta dar una idea de la segis da. «Sea todavia (A) la mercancia designada para servir de;medio de.cambio. Sean siempre py=p, Pe=T, Pa=p)... A estos precios de : equilibrio general corresponden, en virtud de la condicién dé 19s de economia politica pura cierta cantidad de dinéro: para ‘intercambios diciones, el uso de una mereancia como. di juencia sobre su valor que estudiaremos mas adelante’ que tealicemos este estudio, observamos. que: logia perfecta entre la intervencién del dinero y Ia interv s| numerario. En efecto, de igual forma que de las dos'e > de (BY 0, G, K.... de (©, S, J, L... de (D).... Bajo la hipotesis intercambio- directo [[trueque]], éste se hard siguiendo |: ecuaciones: Nv,=Mv,, Qv.=Pr,, Svg=Roz... Go,=Fo,, Jvg=Hos, Log=Ko,... : 29/Va= Hy Deva 149. . Pero, bajo la hipétesis de intervencion del dinero, que acerca en definitiva mas a la realidad de las ‘cosas, el intercambio | 's¢ hace de otra forma. Sean (A) plata, (B) trigo, (C) café, etc. En =. Ja realidad, el productor de trigo vende éste a cambio de plata, el productor de café hace lo mismo; y con la plata obtenida asi, ef . primero compra café, el segundo trigo. Esto es fo que vamos.a. suponer ahora. Los poseedores de (A) van a erigirse en interme- Giarios-por el hecho: de poseer la mercancia que sirve de diner Los poseedores de (B) les venderdn, al precio y, toda la cantidad de (B) que deseen' venderles para comprar lo que desean de (C) precio z, lo que desean de (D) al precio p... Estas operacionés: pueden ‘expresarse mediante’las ecuaciones®: v-/¥y=7/p, de las dos ecuaciones: (Fu=Gn)ve=Go., (Gr=Fp)v,=Foy se. obtiene: Gue= Fy... Por.tanto, de igual forma que cuando queramos podemo de los precios indirectos a los precios directos haciendo abst gion del numerario, podemos cuando. lo deseemos pasar intercambio indirecto al intercambio directo [[érueque]]. g do abstraccién del dinero®. (N+F+H 4 ...)ve=(M+ Fut Apt os Vay (Fu=Gr)v.=Gre, (Ha=Jp)va=Jog... “Eos poséedores de (C), (D)... levaran a cabo operaciones andlogas que pueden expresarse mediante las ecuaciones: (Q+G+K+ ww J0e=(P+ Gat Kat ...)va, (Ga=Fp)va=Fo, -. (Ka=Lp)a=Ly... (S+I4L+ ...)va=(R+Jpt+Lpt ..)va, Up=Hy)v.=Ht,, (Lp=Kn)u=Ky... - 150. Supongamos ahora que las compras y reventas de (A}: como medio de cambio se-efectiian de forma tal que no influyen eh absoluto sobre el precio de dicha mercancia. En el mundo real: : vlads eosas'suceden de Torina muy distinta. Cada individuo mantie Leccién 15." . CURVAS DE COMPRA Y VENTA CURVAS DE PRECIO DE LAS MERCANCIAS de economia politica pura O° individuo ofrece una caritidad 0; de (B) obten ovuna cantidad d,=opp, de (A); y, eonociende: i 56:de (C), (D)... en términos-de (A), puede decidir con SUMARIO: 7 Caso fe varias mercancias simplificado al caso imiento de causa como distribuira esta cantidad de.(A) entre s general entre (A), (C) (D)... Aparicion de ( ©), (D)... En otros términos, el individ I Curvas de demanda individual de (A), (C), (D)... en términos de (B), AY (©), (D)... Os, viduo conoce.los precios Curvas de demanda individual de (B) en términos de (A), (C), (0)... los 7, p... y desconoce el precio a determinar ‘ps; Caso de un poseedor de (A), (C), (D)... y de (B). Curvas de compra y dé puede hacer sobre este precio todas las hipdtesis posibles, expt venta. 152. Condicién de reduccién proporcional. 153. Caso en que la planes de intercambio bien mediante una curva de. oferta de oferta de (B) iguala a la cantidad total existente, 154, Curvas de precio, 8) cn funcién de ps, bien por medio de una curva agdy de 155, Las curvas de compra y de venta pucden deducirse de lag. Re we i. ecuaciones de intercambio. 156. Un solo precio corriente. demanda de (A) en funcién de 1/p, (Fig. 18). CANTIDAD 151. Se deduce de nuestra solucién de las ecuaciones de intercambio (§§127, 128, 129, 130) que® la adopcién de una mercancia como numerario trae consigo simplificar 1a determina: cién de los precios corrientes de equilibrio general, haciendo posible hasta cierto punto encajar el caso del’ intercambio de varias mercancias en el caso del de solo dos. Es preciso ahora ‘volver sobre este punto e insistir sobre esta simplificacion, que ¢s miy importante tanto desde el punto de vista de la teoria pura aplicada, como del de la prdctica; y es fundamental insistir en est: hipotesis de la utilizacion del numerario, porque nos aproxim: cada vez mas a la realidad. Sea, por tanto, (A) el numerario. Sean, por una parte, P’, Q’ R’, 8S’, K’, L’... las cantidades de (A), (©), (D)... cfectivamente. demandadas, iguales a las cantidades efectivamente ofrecidas cambiadas o disponibles para cambiarse entre si a los precio: concretos de equilibrio general pe=%, Pa=p--. de (C), (D)... en | términos de (A). Y sea, por otra parte, la mercancia (B) la qui aparece como nueva en el mercado para cambiarse por la! mercancias (A), (C), (D)...°. : Con todo lo anterior establecido, consideremos un poseedor inicial cualquiera de (B). Si a un precio de’(B) en términos de (A) “Ps, correspondiente a un precio de (A) en términos de (B) 1/p; PRECIO Figura 18) Es asi como suceden las cosas en Ia realidad. Cuando aparece. ua nueva mercancia en el mercado, los poseedores de la‘misma regulan su oferta en funcion de su precio, decidiendo simultanea- mente las cantidades que desearian sacrificar y las que desearian Adquirir de las otras mercancias. eo 326 | determinar ps; pero puede hacer sobre este precio todas las. = . a Léon Waleaig entos de economia politica pura. dores de las otras mercancias regulan la demanda:dé:agi en fncion de su precio, decidiendo simult4neamente la cantidad que desearian adquirir y las cantidades que desearian sacrificar restantes mercancias. No hemos discutido el caso de un individuo que sea. si neamente poseedor inicial de (B) y de (A), (C), (D)... Pero estes esta’ previsto también por la teoria del intercambio de. dos mercancias. Un individuo de este tipo, tendria que construir:dos curvas: una de demanda de (A) u oferta de (B) para det precios, y otra de demanda de (B).u oferta de (A) para los. p reciprocos (§94). Estas curvas se afiadirian a las: anteriores. : Las curvas de demanda individual se sumarian [verticalmen-. te], dando las curvas de demanda total 4zA,, BaBp... (Fig. 20). la curva de demanda de (A), AgAy, se deduciria la'curva de.oferta. ~~ de (B), NP, que podria también obtenerse directamente . * suma [vertical] de las curvas de oferta individual. de : mercancia. La curva drecreciente BzB,, que es la cu ; demanda de (B) a cambio de numerario, puede Ilamarse curva de compra, y la curva NP, primero creciente desde. cero, yluego: decreciente hasta cero (para un precio infinito), que es.la curv: Hi oferta de (B) a cambio de numerario, puede [lamarse. curs : venta. La interseccion de estas dos curvas en el punto: B determinara el precio pp =p. ae “Sea, por otra parte, un. poseedor cualquiera de (A), (OC, Dye Siaun recto de (B) en términos de (A) pp este individuo demanda na’cantidad dj, de (B), debera entregar a cambio unas cantidades de (A), (©), (D)... por valor o,=dspp; y, conociendo por of 3 oes aan de (C), (D)... en términos de (A) puede decidir con pleno conocimiento de causa como formara dicha cantidad 0, de (A) con (A), (C), (D)... En otros términos, el individuo conoce: los precios. ya determinados 7, p... y desconoce el precio a hipotesis posibles y,'para cada una de estas hipotesis, expresar sus -. ‘planes de intercambio mediante la curva bab, de demanda de (B) en funcion de p» (Fig. 19). CANTIDAD d@ 152, Pero, esta primera determinacidn, {sera la definitiva?. Aqui se plantea un problema que no existia en el. caso.:del intercambio de dos mercancias. En el equilibrio general ante la aparicién de (B) en el mercado, existian entre los precios: z, y las cantidades a intercambiar a dichos precios P’, Q'):R':S., L’... las relaciones: P=Qn, R=S'p, K'n=Lp... PRECIO Para que este equilibrio subsista tras la aparicién de (B), es preciso que entre los precios y, 2, p... y las cantidades M, NP, Q, R, S,-F,. G, H, J, K, L... (§ 148) existan no sélo las relaciones: ee Figura 19°" o.Fambién ahora es asi como las cosas suceden en fa realidad. . ©uando aparece una nueva mercancia en el mercado, los posee- M=Nu, FusGn, Hy=Jp... 46330 {Bfeméntos de economia politica pura CANTIDAD CANTIDAD por la igualdad entre su demanda‘en: términos de“numerari< No sélo la condicion que acabamos de discutir no se: complird fi casi nunca de forma exacta; sino que incluso si suponemos'el caso...’ en que la mercancia (B) puede jugar el papel y ocupar el puesto de” : alguna otra mercancia como (C) o (D) [[ser sustituto cercano: aparicién de (B) en el mercado hara. caer considerablemente: el precio de aquélla. Esto es algo que observamos todos los-di: sin embargo, si se exceptiia este caso especial y se supone ¢ imercancia (B) es una mercancia sui generis, o si consideramos entre las mercancias ya existentes sdlo aquellas que no compiten - -directamente con (B) [[no son sustitutos]], es facil ver“quesi dichas mercancias son numerosas y existen en cantidades conside- -rables, el precio 4 determinado por las curvas de venta y“de © compra de (B) en la forma que hemos descrito antes, serd\un precio muy préximo al definitivo. En este caso, en efecto, las cantidades de (A), (©), (D)... retiradas para formar la:-oferta‘de dichas mercancias a cambio de (B) seran muy pequefias’ por lo que respecta a cada mercancia al ser éstas muy numerosas,-¥ fepresentaran fracciones tanto menores de las cantidades.totales disponibles cuanto mayores sean éstas; por tanto, no se alteraran ‘de forma significativa las anteriores proporciones en que. imiercancias se intercambiaban. que, en efecto, se cumplen por la.forma en que se determina #, sino también las relaciones: P=Qn2, R=Sp, Ku=Lp... De la comparacién de estas tltimas ecuaciones con las primera: se obtiene facilmente: P/Q=P/Q', R/S=R/S', K/L=K’/L'... Por tanto: Si aparece una nueva mercancia en un mercado ei estado de equilibrio general y el precio de la mercancia se determin “382 ces Léon Wa * e553... Existe-un caso particular del problema que nos o: ‘que-.es. extremadamente. sencillo y merece una conside especial:..el-.caso en- que todos les poseedores de la m mercancia que: aparece en el mercado, tanto si sdlo poseen mercancia como si poseen también otras, ofrecen a cualquier precio toda la cantidad de que disponen de la nueva mercancia, * ofréce. simultaneamente la totalidad de la mercancia. Matematica- mente, el precio corriente se determina, por tanto, (Fig. 21) por-la CANTIDAD Figura 21 s:de economia politica pura 6n en m, de la curva de ‘compra BuB, con lat nado de tal forma que OQ; sea la cantidad t ). Esta paralela es ahora: la: curva de ventas. z, este caso es muy frecuente:en el mundo real, por que la mayoria de las mercancias son producidas, } amente los productores ponen a.la venta: la cantidad total: roductos, no guardando para su propio uso’ mas: ion. insignificante. En estas condiciones, la: cutva de uiere un significado completamente relevante: se convierte en: de precio en funcién de la cantidad total existente, ya que proporciona cn sus abscisas el precio de la mercancia en 7 le la cantidad total existente representada por sus ordet 154. En lugar de suponer 1a‘ existencia de un entre (A), (C), (D)... para hacer luego intervenir (A), (B), (D)... para hacer luego intervenir a (C) y determinar ; entre (A), (@), ©... para hacer luego intervenir a(D)y determinar ‘eonsiderada como teniendo su curva. de compr mnvierte en curva de precio. si se, supone que la ofert cantidad total existente y si, en virtud de la ley de los. nimeros, se hace abstraccion de la condicion de proporcit x entre las demandas y ofertas anteriores y posteriores [fa:la aparicién de la nueva mercancia]]. La ecuacion general dé esta. curva considerada como curva de compra seria D=F' “ ecuacion general de esta misma curva considerada coma ‘0 curva: de precio seria Q=F(p), es decir: p=F(Q) » Si se resuelve para el precio. Esta es exactamente la ecuacién que Poe €ournot, en sus Recherches sur les: principes mathématiqueside la: théorie des richesses (1838), plantea a priori ya la que Hara” ecuacién de la demanda o de venta‘). Esta ecuacién es susceptible de muchas aplicaciones. 4 . :, 155°. También se pueden relacionar las curvas de:v compra con las ecuaciones de intercambio de la siguiente: 334 Sea (A) el numerario. Y sean, por una parte, (A), (C), (DB): Mercancias que se cambian o van a intercambiar a pri ‘determinados de equilibrio gencral p.=2, pa=p... de (C), (D): en términos de (A). Y sea, por otra parte, la mercancia (B) la q aparece en el mercado para intercambiarse con las mercancias ( (©), )... Teéricamente la aparicién de (B) haria preciso el establ miento de un nuevo sistema de ecuaciones de intercambio (§ 12: con: Ja introduccién de una nueva incdgnita, pp, y de una ecuaci adicional: jas en el mercado es muy elévado, ‘la ‘ curva de una de ellas, incluso aunque’ no coincida ni en t con la paralela de cantidad. total existente, se ap: evidentemente a ésta para la mayor parte de los precios; icular para los comprendidos entre los mds bajos y los: de forma que no habra en. general para el. caso. de jatercambio de varias mercancias. distintos posibles:.precios corrientes de equilibrio, como sucedia en el caso del intercantbio 3 dos mercancias entre si (§ 68)@?), F (Db, Pe, Pa--.)=0 que, denotando como hemos hecho antes (§§ 127, 128) mediante la funcion A, la suma de las y positivas, es decir Dy, y mediante la funcién Q, la suma de las y negativas tomadas en valor absoluto, és decir 0, puede expresarse de la forma: AvlPos Poy Pa--.)=Q4(Po, Pes Pa---) Peéro si hacemos abstraccién de las variaciones de los precios y de las “demandas y ofertas efectivas determinadas antes de la aparicion de (B), considerandolas como constantes, el primer miembro de esta ecuacién, Aso, 1 p...) “eg una funcidn decreciente de una sola variable, p,, susceptible de . Tepresentaci6n geométrica por medio de una curva de compra como la B,B, (Fig. 20), y el segundo miembro: Qul(Po, Hp...) es una funcion primero creciente desde cero y luego creciente “hasta cero (para un p, infinito), de la misma variable py, susceptible de representaci6n por medio de la curva de venta NP. La interseccién de ambas curvas B,B; y NP en el punto B determinard, al menos aproximadamente, el precio p,=w. . ss Relacionaremos de la misma forma mds adelante las curvas de . precio. y las ecuaciones de produccion®"”, Leccién 16." . EXPOSICION Y REFUTACION DE LAS DOCTRINAS DE A. SMITH Y J.-B. SAY SOBRE _ EL ORIGEN DEL VALOR DE CAMBIO SUMARIO: 157. Tres soluciones principales al problema del origen del valor. 158. Doctrina de A. Smith o dei trabajo. Esta doctrina se. limita a enunciar que sélo el trabajo tiene valor, no explica en absoluto, por qué el trabajo tiene valor ni, en consecuencia, de dénde proviene: con caracter general el valor de las cosas. 159-160. Docirina de J.-B. Say: + ode: la:-utilidad:.La utilidad es una condicién necesaria, pero. no: suficiente, del valor. 161. Doctrina de la rareté. 162. Condicién de. satisfaccién mAxima de Gossen:.el maximo de utilidad al que se refiere. no es el de la libre competencia. 163. Ecuaciones de intercambio de = Jevons: no son aplicables mas que al caso de dos individuos. 164. Grenznutzen, 157, Existen en la ciéncia tres soluciones principales al pro- blema del origen del valor. La primera, de A. Smith, Ricardo y McCulloch, es 1a solucién inglesa, que situa el origen del valor en el trabajo. Esta solucién es demasiado estrecha y se niega a -. \ atribuir. valor a cosas que, realmente, lo tienen. La segunda, la de . Condillac y J.-B. Say, es la soluciOn francesa: situa el origen del valor én la utilidad, Es demasiado amplia y atribuye valor a cosas a ‘que, en realidad, no lo tienen. Por ultimo, 1a tercera, que es la correcta, es la de Burlamaqui y mi padre, A-A. Waltras: sitha el origen del valor en la rareté. es 158. A. Smith formulé su doctrina en los siguientes términos “en el Libro I, Capitulo V, de su Richesse des Nations. que quiere adquirirla, son las penas y fatigas que supone su adqu ‘realmente vale para quien ya la ha adquirido y desea disponer de ella, o cambiarla por otras cosas, son las penas y fatigas de que prescindiré y podrd imponer a otros individuos. Lo que se compra con dinero 0 con otros bienes, se adquiere con el trabajo, lo mismo que lo que adquirimos con nuestro esfuerzo. El dinero, otra clase de bien, nos dispensa de esa fatiga. Contiene el valor de una cierta cantidad de trabajo que cambiamos por las cosas que suponemos incorporan, en un ‘momento determinado, la misma cantidad de trabajo. Por tanto, el trabajo fue el 336 entos de economia politica pura la moneda original, que sirvid. para pagar y: comprar: odas mn ef oro ni la plata, sino .con’el Urabajo, .con: lo ‘que’ se. iamente en cl mundo todo tipo de‘ riquezas; su, valor para y desean cambiarlas por otras cosas és precisamente igual a la jo que pueden adquirir con cllas» Esta teoria ha sido generalmente mal refutada. Lae Ig.teoria descansa en la afirmacién de que todas las. tienen valor y que se intercambian, constituyen trabajo. d forma u otra; por lo que sélo el trabajo constituye el-conj Ja‘tiqueza social. Los criticos.de A. Smith destacan: que: tas cosas que tienen valor y qué se iritercambian- per coritienen trabajo, cosas distintas del trabajo y que forman: dela -riqueza social. Pero esta respuesta es poco..filosdfica. yroblema de si el trabajo constituye la totalidad o sélo una. dela riqueza social poco importa aqui: Tanto en un. caso;Co) otro, gpor qué el trabajo vale y. se. intercambia?. Este “problema relevante que A. Smith ni formuld ni-resolvid:. Ci smenite, si el trabajo tiene valor y se intercambia es porque: vez! util y limitado en su cantidad, es -decir, porque es: ¢s (§101). El valor proviene, por tanto; de.la rareté y todas las escasas distintas del trabajo tendran ‘valor y se intercambiaran, igual que éste. Por tanto, la teoria que situa el origen det ‘valk el trabajo es, mas que una teoria demasiado ‘estrecha, -una. completamente vacia, mds que una afirmacién inexact, ‘una afitmacién gratuita. 159. En cuanto a la segunda solucion, he aqui los termi ef que J.-B. Say la formula en su.Catéchisme: ‘«ZPor qué la utilidad de una cosa hace que tenga. vator?. ‘Porque 1a utilidad hace la cosa deseable.¢ incita a los hombres a ficios para poseerla, Nadie dara algo a cambio de una cosa que fiditiefo de monedas, por ejemplo), para’ Obterier” aquello: ‘por’ lo’ necesidad. ‘Esto es lo que have que una cosa tenga valor»? ‘Al menos en esta cita hay un intento de demostracién, ‘pero hay que reconocer que bastante desdichado. «La utilidad _.068a:la hace deseable.» Con certeza: «Incita a los hombres* 2 340 Si algo pasa:de moda, 0 es.déseado por poea gente; se abarata por caro’ haya:-sido en el-pasado. Al contrario, tan pronto. como una coéa. corriente; | ghesta poco o nada, escasea, empieza a subir de precio y algunas veces llega a: . mby cara, como es por ejemplo el caso det agua en las zonas Aridas 0, determinadas citcunstancias, como puedan ser un asedio o un largo viaje por ete: . SS »En una palabra, todas las circunstancias particulares que concurren hacer.alto ¢l precio de una cosa, pueden agruparse bajo el rétulo de escasez. Tale son, por ejemplo, la dificultad de fabricar Ja cosa, su especial complejidad .0::4 Feputacion del artesano que ‘la crea. »Puede emplearse la‘misma explicacién para lo que se llama precio sentir a @fectivo, que existe siempre que alguien, por. motivos personales, estima unad “Tas cosas. ‘que. posee en: un precio mayor del que se.pagaria normalmente por eli si, por-ejemplo, fe ha evitado un grave peligro, o es un recuerdo de . acontecimiento ‘excepcional, o una distincién honorifica, eteétera..», - “Esta es Ja doctrina de la escasez. El abate Genovesi®.'} ensefid en Napoles a mediados del siglo xvut y Nassau we © en Oxford hacia 1830. Pero fue mi padre qui realmente la introdujo en la economia politica, exponiéndola’ una forma especial, con todos los desarrollos necesarios®, en obra intitulada De la nature de la richesse et de Torigine de valeur * (1831). Nadie ha empleado mejor que él en este libro | recursos, de la légica ordinaria, y habria necesitado para llegar poco mas lejos ‘utilizar, como he hecho yo, los recursos del andlisis matematico”, 1628. Pero no soy el unico que ha utilizado las matematicas.. con estos fines. Otros autores lo hicieron antes que yo: el primero: fue-el.aleman Hermann-Heinrich Gossen, en una obra publica en: 1854: intitulada. Entwickelung der Gesetze des_menschilichen Verkehrs und der daraus fliessenden Regeln fir menschliches ‘Handlen; después te siguio el inglés William-Stanley Jevons en ; ~ Una.obra intitulada Theory of Political Economy, cuya primera edicion data de 1871 y la segunda de 1879. Gossen y Jevons, ségundo sin.tener conocimiento alguno del trabajo del primero, . 234; Capitulo, _* Vease especialmente itulo III, pag. 41; Capitulo XVI, 5, 236-237 y 267, XVII pag. 279, [Estos roar se encuentran en las pags. 95- ite, de la nueva edicién de la obra de Auguste Walras De la-nature de. da richesse et de Porigine de la valeur, Paris, Alcan, 1938, con anotaciones del . profesor Gaston Leduc y publicada.en Ja Collection des principaux économistes, ed: Gaétan'Pirou y Francois Simiand.] de economia politica pura z forbularon la. curva -decreciente dé ‘utilidad:o' de’ ni on matematicamente,; Gossén ‘las’ condiciones del’ utilidad y Jevons-las ecuaciones' dé: intereambi 2 Gossen formulé su condicién en los siguientes términos: ealizar el intercambio, las dos mereancias deben ‘ene: repartidas entre los dos individuos de forma tal que el ultimo: ido de cada mercancia tenga: el mismo. valor «pe participantes en el intercambiow (pag. 85). Para traduc -enunciado en términos de nuestras propias formulas, Ik (A) y (B) a los dos bienes y (1) y (2) a los individuos. =..1(g) ¥ t=$»,1(q) las ecuaciones de las curvas de utili (A) y (B), respectivamente, para (1),-y.7= 0,219) Yr= ‘ecuaciones correspondientes para (2). Sean g. la cant de (A) poseida por (1), gz la cantidad inicial de (B) poseida per di y dy las cantidades de (A) y de (B).a intercambiar. En’ ndiciones, el principio de Gossen puede traducirse siguientes ecuaciones: $0,1Ga—4a) = - a,2(da) o,s(ds)= eialgs—do) que “determinan dq y d,-para los individuos () y . Bs ‘que el maximo de utilidad alcanzado no es el maximo felat da:libre competencia, compatible con: la condicién. dea Jos:individuos compren y: vendan-las. dos. mercaneias Ii ‘éhuna proporcién comin. e idéntica, sino un maximo. qué-no tiene en cuenta la doble condicién .de- unifor “/ypeecio en el mercado y de igualdad entre la oferta y:la: ‘efectivas a dicho precio, por lo -que se: elimina la pr _privada*. 1639. Jevons, por su parte, formuldé sus ecuaciones ‘tercambio de Ja siguiente forma: «La relacion de. interc dos mercancias serd el reciproco de'la proporcién entre los ‘iiales de utilidad de las cantidades de estas mercancias disp para-el consumo tras la realizacidn del intercambiow (23. * Véase mis Etudes déconomie sociale [pags. 209-213]. Théorie'de | [Esta nota aparece por primera vez en la-4* edici6n:] 2.) entos de economia politica pura cancias y, después, un numero cualquiera de mercancias: Esto. Jo que Jevons no puede hacer por mantener. la-desafortunada. jdea de considerar las cantidades intercambiadas en vez k precios como las incégnitas del problema. pag. 103). Y, siendo (A) y (B) los bienes, (1) y (2) los individu “1 ¥ Wi los simbolos de las funciones de utilidad para el individi (1)-de (A) y (B), respectivamente, $2 y W2 los simbolos corresp dientes del individuo (2); a la cantidad inicial de (A) poseida por ef individuo (1), y b la cantidad de (B) poseida por el individuo Q ¢ ylas cantidades de (A) y (B) a cambiar, el enunciado @& expresado por el propio Jevons mediante la doble ecuaci: daa) _y 2 #0) Wo) = x Y2(b—-y) 164, En la misma época en que Jevons publicaba: por primera vez su Theory of Political Economy (1871-1872),. Cart ‘Menger, profesor de la Universidad de Viena, publicabassus — ndsatze der Volkswirtschaftslehre, que constituye. la era a, previa a la mia, en la que se formularon’ de pendiente y original los fundamentos. de la ‘nueva jntercambio. El sefior Menger, al igual que nosotros, © gna teoria de la utilidad, partiendo de la ley del decrecimiento Jas necesidades con 1a cantidad consumida, basando en esta idea su teoria del intercambio. Siguid el método deductivo, pero.no. el imatematico, y si bien no utilizé funciones ni curvas, si: us6 al menos tablas aritméticas para expresar tanto la utilidad « nanda. Esta circunstancia impide comentar su teotia’ Iineas, como he hecho con las de Gossen y Jevons. Diré tan. - . Carl Menger y de sus discipulos, los sefiores Wieser y Bohm- Bawerk® que, en mi opinién, su negativa a utilizar el métedo ¥ lenguaje matematicos, les privd de_un instrumento no i sino. indispensable, en el tratamiento.de un tema que es-€ . #iente matematico. Debo admitir, sin embargo, que pese’'a su lenguaje y método imperfectos, estos autores realizaron. Ut. pro- fando andlisis del problema del intercambio®. Lo. cier sresentaron inteligentemente la’ teoria de la rareté, \ lamaron Grenznutzen (utilidad-limite) a la atenci economistas™. Esta teoria, tal y como ha sido desarre fivestra ciencia, parece tener un inmejorable porvenir. Dé deducido una teoria abstracta de Ja ‘determinacion de Jos, de:las mercancias en términos de: numerario®; “En ‘las: pr paginas me propongo deducir: 1.° la teoria de la det ultanea de los precios de los productos y de.los preci icios de la tierra, trabajo y capital, 2° la teoria determinacion del tipo de rendimiento neto y, por tant precios de los distintos tipos de capital™, y 3.° la te determinacién de los precios en términos de dinero. Tt teorias son abstractas, pero a medida que se articuk ~ que en nuestra notaci6n resultaria: GarGa—4a) dy _ a,2(da) $v, 1(do) d, — $5,2(gs—4») y serviria para determinar d, y dp. Esta formulaci6n difiere de nuestra en dos aspectos. En primer lugar, los precios, que son. inversa de las proporciones entre las cantidades intercambiadas: de las mercancias, son sustituidos por las relaciones de intercambi qué’ son las proporciones directas entre dichas cantidades, qt vienén dadas siempre por la relacién entre d, y d,, que son los di términos de la proporcién). En segundo lugar, Jevons consider el problema resuelto una vez encontrada la solucién para el caso: ... “de'dos individuos. El autor s6lo se reservé el derecho a consider: - .-a'eada uno de los participantes en el intercambio (trading bodie “-gomo formado por un grupo de individuos, por ejemplo, todos k jyabitantes de un continente, o todos los fabricantes de una cierta -andustria en un pais determinado (pag. 95)°°), Sin embarg Jevons admitié que haciendo esta hipétesis, abandonaba --fhundo de la-realidad para entrar en uno ficticio (fictitious mea {pag..97)". Deseando por nuestra parte, mantenernos dentro primer mundo, consideraremos !a formula de Jevons valida sélo, para el caso simplificado de dos individuos. Para este caso, _ formulacion de Jevons es jdéntica a la nuestra, salvo en lo que sé “refiere a la sustitucién de las cantidades intercambiadas por los precios. Resta atin por considerar el caso general en el que un ‘numero cualquiera de individuos intercambia, primero, sdlo dos mediante un: proceso sistematico de sintesis, nos conduciran: niundo-de la-realidad*. “NOTAS DE W. JAFFE A LA SECCION IIT LECCION 11" “Ta Figura 2 ilustra dos de las seis posibles superficies referidas a un wifiverso de tres mercancias. La superficie MLRST de la Figura 2a representa ntidad de (A) demandada a cambio de (B) como funcidn de los precios de (A) : ‘en términos de (B); mientras que la superficie M'L'R'S'T’ de la Figura “ yépresenta la cantidad demandada de (B) a cambio de (A) como funcién de precios:de (B) y (C)‘en términos de (A). Las ecuaciones de estas dos superficies so: respectivamente: _. «: sLas.curvas MS y M’S' son las secciones verticales obtenidas por la intersecciéa, » de las superficies con planos perpendiculares a los.¢jes Op.,» ¥ Ope. que pasan por. fos puntos K 'y K' determinados arbitrariamente. Las ecuaciones de las curvas y M’S':son. respectivamente: _ La curva MS'es, por taitto, la funccién de demanda de (A) a cambio de (B) cuandd: el precio de-(C).en términos de (B) es K; mientras que la curva M’S’ es la de demanda de (B) a cambio de (A) cuando el precio de (C) en términos de (A).¢s "J Laséurvas RST y R’S'T' son simplemente el lugar geométrico de pares de: precios a los cuales en un caso.no. se demanda (A) a cambio de (B), en el otro case demanda (B).a cambio de (A). Ambas tienen inclinacion negativa respecto Su éje horizontal (de Este a Oeste) porque, tomando como ejemplo el primer caso, -citanté mayor sea el precio de (C) en términos de (B), menor sera el precio de (A it cual ta demanda de (A) a.cambio de (B) se anula. ‘Bajo estas condiciones el equilibrio se alcanza cuando la base del rectanguk sombréado ‘insctito ‘en MS en el plano MSK és el reciproco de la base del srect&ngilo sombreado inscrito-ea-M’S’ en el plano M’S’K’, y al mismo tiempo ef mero de-unidades de altura de.un rectangulo es igual al nimero.de unidades.de. i {otro rectangulo de acuerdo con fas ecuaciones Da.y=ds.eP9,« ¥ Dey Tal y como Wailras indicé en §111 i equilibrio Hustrado con esta’. - figura-.no es. general porque se ha establecido s6lo entre las mercancias (A) y (B); =:* Creo que debo repetir, para ovitar malentendidos, que los tres altimos’ epigrafes.de.esta Leccién aparecieron por primera vez en la 2." edicion de mi libro; y que sino cité en la primera, de 1874, las tres obras previas a la mia, fue porque. totalmente su existencia. [Esta nota fue incorporada por primera vez en’ Sste‘hugar en la 4* edicion..Véase nota (c) de la Leccion 16."}. i Figura 2b siendo el precio de (C) tanto en términos de (A) como de (B) arbitrario. En-esta apa del razonamiento esto es todo lo que puede decirse, porque ef con tres mercancias no puede determinarse hasta que las seis precio de equilibrio se hayan derivado del teorema de Ja satisfaceidn + dadas las curvas de rareté de las tres mercancias. (véase Leccion. 12:*): _..2) Bs decir, suponiendo que pz,» es mayor que el cociente.entre. p< ®) p..o/t es menor que Pp.» puesto que %> 1. a ® En la ecuacion pe» alPoa Si Pew=4, Pea™6 ¥ Po, 6/2, de donde a= 4/3 6 1,33. ° CEE. Y. orth, Papers Relating’to Political Economy, SILL. «Describe FWalras] un canine mas que-el camino @ Haves ¢ alcanza el equilibrio. Esto cs asi porque rio s¢‘dispone de una’ teork general que determine la senda que sigue el sistema econdmico desde ‘punto determinado alcatoriamente hasta fa posicin de equilibrio. ». mos de las propiedades estaticas de esta posicién;... La laboriosa /, Walras de cémo se «subastan» fos precios:en el mercado esta’ cal distraer la atencidn de un tipo de regaiéo que debe considerarsé fiindamental que su concepcidn, el proceso de recontratacidn...». Pars ‘admitiendo que Walras s6lo describe ua camino para alcanzar ‘él ‘sostiene que «el camino indicado por el sefior Walras es sin lugar adi ‘tépresenta la mayor parte de los fendmenos econdmicos» (Cours, pag. 2 ‘defensa de Walras es débil, porque lleva-la discusion al plano empirico; “que Ia critica de Edgeworth es de cardcter: esencialmente fornia. ‘Edgeworth objeta a Walras es su supuesto implicito de qué la senda se 2 Tas: eparaci s de arbitraje no afecta al resultado final. $116. William Jatt -Por'ejemplo, suponiendo sélo tres mercancias en nuestro sistema, (A), (B) ‘(M), tendremos: a,5/P b+ Dre,» PalPo Danse t Dn,b =De,m/Pm+ Do.mPo/Pm Multiplicando ambos miembros de la segunda ecuaciOn por Ps y de la tercera por Pray 8€ obtiene: DoaPo+Do,mPo=Da,o+ Dm,bPm Daa Pm + Dm,sPm=Dam+ Do.mPo Sumando ambas ecuaciones y cancelando los términos iguales de amb saiembros de la suma, obtendremos: DyeP0-+ Dm.aPm= Dao Dam Dub +Dem=Dt.aPe+ DrnaPm que es la primera ecuacién del sistema jnicialmente formulado. Por tanto, la: ‘primera ecuacion es redundante. LECCION 12° - (DW, Yéase- §§ 79-82. Puesto que $5,1gn1+Y)=To1 ¥ Pas(do.1 ta)= Fa debe ser igual a r5.1/Po,1 0 @ Da,r(dv1 + Ys/Po.r(dan1 +s) Tas © intercambi las. Para simplificar, supongamos que s6lo existen tres mercancias en nuest¥é ‘sistema: (A), (B).y (C); y denominemos mediante x1, y1 Y Z1 respectivamente. las: Caitidades de dichas mercancias que el-individuo (1) entrega o recibe en: jntercambio. Las m ecuaciones de partida son: Xi +yYipet zpe=0 $0,1Go.1 +Y=Po be.1das +21) de alde,s +21)=Peha,r(da,1 +*1) de fa ‘primera ecuacién se obtiene: x= —(ViPo tad “expresion que sustituida en Jas dos siguientes ecuaciones y pasando las mismas primer miembro permite obtener: 0,140.1 +91) — PoGa.s(da,3 — Y1Ps—21P)=O beiGe +21) —Peba,1(da.t ~ VPv—21P)=O este sistema de dos ecuaciones con dos.incdgnitas.podemos eliminar una de éstas. En el primer.caso; por cjemplo 21, 6s una ita de y1, que puede expresarse en forma explicita como. Wr,x(yi): SI ‘en la segunda de las ecuaciones anteriores: ed ealdes + ¥os(s)] ~Pepa,alde, —91 Po Peo. Gall ‘Resolviendo para y, y recordando que py y Pp. Son variables mientras que gi. gz, Son constantes, se obtiene: Vi=forPo Pd ‘De forma similar se observa que y; € funcién’ implicita de 2, qi c en forma explicita como (21): Sustituyendo en Ja ptimera ‘ecuaciones de nuestro sistema: Gerla tHo,1(21)] — Pear Ege, — PaWe,121) ~ Pez] =O" ‘Resolviendo ahora para 2, y recordando que psy P< son variables Ga. ¥ 4,1 Son constantes, obtenemos: 21= Se. Po) ® Partiendo de x; +yiPo+Z1Pe+WiPat... =O y sustituyendo yi por gb, tenemos: X142Petwipat ... =Fd1Po y sustituyendo ps, pe por sus valores pr=r.1(O/ba1dar +X) Pe= L y multipiicando ambos miembros de la ecuacton. po) la ecuacién del texto. ® Cf la propo: en bastardilla de §88 que es simplemente un..caso especial de este teorema. Las areas que han de igualarse son, por una parte, la suma de las areas rectangulares de utilidad de las mercancias (A), (C); (D) como el drea sombreada qa,1+%1go,190” correspondiente a la mercancia.(A) de la ‘Figura 3a y, por otra parte, el area de utilidad q,10,1B de la Fi 3b. yelativa a la mercancia (B) de la que se ofrece la totalidad de las disponibilitiades. ©) EI sentido de la cualificacién ‘dans certain cas’ es muy vago. En toque ‘Walras podria estar pensando es en el caso de una mercancia que no tione utlidad directa para el individuo en cuestin. En este caso el individuo entregaria todo:lo: que tiene de dicha mercancia. Esta interpretacién puede inferirse no del texto sino ‘de una carta no publicada enviada por Walras a Pareto el 3 de junio de En ella se contiene una contestacion a un problema que se trata mas “ eonsistente en como calculaba Walras Ja-rareté de los bienes de capital producen servicios no consumibles y que no poseen rareté por si mismos. Pareto: pensaba que en el sistema de ecuaciones de produccién eran indispensables ‘ecuaciones que incluyeran funciones de rareté de este tipo de bienes. Walras, por “su parte, argumentaba de la siguiente forma: «Por vous donner explication que: ‘vous me demandez. je dois m’apuyer sur l’observation que je vous ai déja faite, quelques jours, au sujet du processus exact de la détermination du prix eburant ‘et qui est celle-ci: “La considération de la rareté et T'équation de satisfaction ‘maxima dans laquelle entrent la rareté et le prix ne déterminent . pas les: prix. 348 / William’I cétirgnis: mais.la’ quantité demandée ou offerte d um prix crié au. hasard. Le.4 courant est déterminépar Téquation exprimant Tégalité des quantités tote ° demandées et offertes.” Cela posé, lorsque Putilité est nulle, i y a c nm offre (et non demande) et offre égale 4 la quantité ée. Cette offre s’ajoute. att autres offres pour fournir l’inégalité puis Pégalité des quantités totales dema et offertes d’oa résulte le prix-courant, I ne manque donc aucune équation pour résolution du probléme. Cette observation est générale ef s’applique aux servic * comme aux produits et aux services producteurs comme aux services consomme- les. »Por vous mettre 4 méme de vous édifier 4 fond sur ce point, je dois vous remarquer: (1) que le cas particulier de offre égale 4 la quantité possédée par st autil fe, est compris dans le cas génecal offre égale 4 la quantité poss avec ¥ Te coer ony te max chunise & demavder est dal ou inf ieur rapport dé Pintensité du dernier besoin qui peut etre satisfait de cette marchandis “Pintensité du besoin maximum de la marchandise 4 offrir et (2) que ce dernier ca traite mathématiquement en vertu de la théorie et de la formule de la satisfac maxima. »Dans mon volume jai fait cette discussion aveg soin pour Péchange de det marchandises entre clles (pags. 111-112 [de la 2.* edicién; §§ 85-87 de la 4+ edick definitiva]) et pour Péch. dun nombre quele handises entre elk (pags. 145-146 [de la 2.* edicién; §§ 119-120 de la 4.* edicion definitiva]). Mais - question devient beaucoup plus simple et plus claire si l'on emploie por fétablissement dune théorie de la satisfaction maxima, dans le cas de Péchan; fun nombre quelconque de marchandises entre elles, le mode gé petit mémoire américain (pags. 49-50). [Véase Apéndice 1, §2.] Je vous engage’ beaucoup 4 le traiter ainsi. CANTIDAD CANTIDAD RARETE. Figura 3b ique de mon qpathématiques dans Fétablissement de Péquilibre. économique» (F. "La esencia de esta réplica es que una mercancia que carece de utilida para un individuo dado es un caso especial de aquellas mercancias que tienen: areté inicial tan reducida que la proporcién entre Ja rareté de la mercancia y de la ofrecida es igual-o-mayor que: el. precio: (§87) ‘En ‘@ndiciones, seria superiluo. invocar la-condicién-de satisfaccién ‘determinar Ja cantidad que nuestro individue ofrecera. < es aw fetes ’-Bgta es una constante predeterminada “por: la cantidad:poseida. EL uilibrio de tal mercancia es, no obstante, perfectamente. determinado;" ‘etprecio al-cual la cantidad demandada total se iguala.a Ja cantidad ofrecida. es fija. Seria un error incluir una-ecuacién que tuviera que: ver-con: la: Se rareté, porque en esc caso el sistema seria sol nado. ¥ Pareto parecié conformarse con. esta contestacién, porque el escribio a Walras la siguiente nota: «Merci, Crest trés clair, et est bien ainsi que. fentends la résolution du probleme. Mais je craignais de n’étre pas Paccord i ee que vous disiez de la production. Je suis maintenant hereux de-voir qué suivais entiérement votre maniére de voir».(F. WIL, 1777. ©) La ecuacion $.,1(ge,1 +1) =PePa,1 (Gai +%1) no tiene cabida enum. ‘el-que z1=—421, en la medida en que. ¢l individuo (1). considera: obtener el mAximo de satisfaccién al. precio: p,;.deberia: ofrecer -mas. que. estas condiciones 24 = —e,1 Porque es materiaimente imposible-que-z sea: En este caso be.1(dc,1 +21) 0 la rareté de (C) tras Ja realizacién de los i indeterminada, y ha de permanecer. -indeterminada:: hasta. que: pz ie disminuya) a un nivel tal ue el individuo (1). obtenga la. satisfaccion. entregando tan solo la cantidad total de (C). Entonces -;:(0) seria determinada, p. seria igual a b.:(OYGe.1(do.1 + Xt) ¥ be.0)=Pebaaldar +4) jugaria.su- pal ‘el sistema de ecuaciones. : . 2 ‘Pareto describe un caso andlogo y adopta una solucién similar eh. st: $859, nota 3 (véase nota 2 de la 10.*: Leccién). Considera un jotnalero que: horas diarias, pero que habria deseado trabajar.7 horas al salario existenite:: fairas) U,,,-6 7 horas representa la cantidad de trabajo-que chindividye (1) _ ia deseado ofrecer para obtener la maxima salisfaccion dada: la estructura de.” GD) representa trabajo y (traduciendo la notacién.de Pareto en términos dei la« ha precios existeate, mientras que —q.,: 66 horas representa ta cantidad: Tealmente efectuado, que por la razén que'sea- no: puede ser mayor, entor harde reducinse hastat Pa 4 : ist Oya= 4 U,,=6 horas U,,1 fuese igual a 7 horas: $1.4 + U1) =P ar(Ge.t +1); 350, pero:-cuando U,, se reduce a 6 horas: Get) Sfanté, HpsJp. ¥ asi: sucesivamente. “sMolviendo a $44 y haciendo N+F+H+...=", y M+FutHyt arenas: °°" . M+Fu+Hpe. 2 N+F+H+ Las ecuaciones del tipo (F4= Gx)o,= Gu, expresan tan sdlo el hecho de que {intércambian iguales valotes de cambio. Si Fy unidades de (A) se cambian por, | unidades de (C) al precio de n unidades de (A) por una de (C), podemos escrl .-Veanse Lecciones 29.* y 30%, cf, Arthur W. Marget, «The:Monitary. Walrasian System», op. cit., pags. 179-186; LECCION 15% edi ® De la Figura 8 de la 5 edicién. ©) Cf. Cournot, op. cit, Capitulo TV, especialmente las paginas 47-52, LECCION 162 ® Adam Smith, op. cit, vol. I, pags. 32-33. : ©) Oeuvres diverses de J. B. Say contenant: Catéchisme déconomie politi Guillaumin, 1848, pag. 9. Qeuvres completes de Condillac, tomo IV, Le commerce et le ge ‘Delestre-Boulage, 1821, pags. 211-213. § : Antonio Genovesi, Lezioni di -commercio:o: sia: d'Economia. Civile eta Tipogr. de’Classici Italiani, 1824 (reimpresin cotejada de las edick 'y 1768), parte II, Capitulo E. © Nassau William Senior, An Outline “ofthe Science of Politice ta de la Encyclopaedia Metropolitana), London; W. Clowes:& Sons, i odicion de la Library of Economics, London, George Allen & Uns ¥ 5 ’ «Es ‘muss jeder der beiden Gegenstande nach dem Tausche urder.A h'verteilt finden, dass das letzte Atam, welches jeder von einem jeden at gleich grossen Werth schafft» Hermann Heinrich Gossen’ op. cit ‘Gossen llegé a esta sicon a través de un tortuoso razonai tra en las paginas 83-85 de su Entwickélung. Supone un unis ividuos intercambiando dos mercancias mediante trueque:.Tras est elacion de intercambio entre ambas mercancias de 1:1 y demuestra ividuo,. considerado cn si mismo, puede intercambiar. con: ventaja: -en.que «el valor del iiltimo atomo» (es. decir,.el marginal-degree: of, de cada uno de los dos bienes es el mismo. Es posible, sin embarga,’ de los dos individuos alcance este punto de méxima satisfaccion antes qué olro a la relacién de cambio dada. En. este caso, él individuo que desea segs [eintercambio aislado, porque existe una'-variedad infinita de sendas: dé ‘Wansaccion dependiendo de las concesiones realizadas. por el individuo'que .. de. intercambio. inicial no. alcanza::primero un maximo’ rélative’ on. Los tinicos elementos ‘dcterminages.son Jos limites dentro:de: ‘se_han. de encontrar las posibles transacciones terminales. Gossen define dos © mites, uno para cada individuo..'Tanto-para :uno como: para ‘oteo, el 354 William: Yimite se halla cuando et individuo considerado ha adquirido suficiente canti de la mercancia que recibe en el intercambio come para saciar completamente’ deseos de la misma a una relaci6n tal que no habria ni mejorado ni empeora caso de no haber adquirido cantidad alguna de la misma en cl intercambio. Este razonamiento es una anticipacion de la teoria de la curva de contrato Edgeworth (F. Y. Edgeworth, Mathematical Psychics, pes. 20-30; Papers Relati to Political Economy, vol. Ii, pags. 306-307; 315-348). En notacion de Wi (8§81, 82 y 163), la ecuacion de Edgeworth del lugar geométrico de Jas posil transacciones finales, es decir, la curva de contrato, seria: AD, 1(ga— 4a) BD a. 2l ds) @d, éd, OB ,1(4s) Ds,2(06 ad. ads donde los simbolos ©, recuérdese, son las integrales de las funciones de rar Este resultado no depende de posibles comparaciones interpersonales de utilida Gossen no se encontraba satisfecho con este resultado porque no s6lo est: interesado en el problema de definir el maximo relativo de utilidad que individuo podia alcanzar en el proceso de trueque, sino también en el problema definir la maxima suma de utilidad alcanzable por ambos individuos conj mente mediante el reparto entre ellos de la cantidad total existente de miercancias. Mientras que la solucién dada por Gossen al primer pro implica suponer una medida cardinal de utilidad que sdlo se usa para comparaciones entre fas dos mercancias para el mismo individuo, su solucié segundo problema exige un suipuesto mucho més atrevido, como es fa exi ‘de una’ medida cardinal de utilidad adaptable a comparaciones int Sin este supuesto mucho mas fuerte, Gossen no podria hablar det valor Ultiitio Atomo {es decir, de la’ rareté) de cada mercancia como igual B, ambg individuos. Bajo este supuesto se obtione matematicamente que la iguald interpersonal es la Condicién necesaria para obtener la maxima suma de utili ‘Si expresamos la suma de utilidad a maximizar como: Pa, sa da) + Bp, (ds) + Po 2d) + Bo,2(4s— ah), “donde qa-¥ ds son constantes, la condicién necesaria (pero no suficiente} a ‘maximo se cumple cuando las derivadas parciales respecto ad, y dy se anulan;! 1 a % 28, 2(d.) ad = SCdy, Aaslds) , @aalay—d) _ ade ad loque nos conduce a la representacion que Walras hace de la conclusién*< Gossen en § 162, Ademas, si cambiamos de miembro los segundos términos : cada-ecuacion de [2] y dividimos la primera entre la segunda, se obtiene | ecuacion [1] de esta nota. La ecuacién asi obtenida seria, pues, un caso i de la ecuacion [1] porque la proporcionalidad que-manifiesta proviene del hee » de que ambos mumeradores y ambos denominadores son iguales, una condick ‘suficiente pero no necesaria para que sé verifique dicha ecuacién. Vemos, ‘pK que la condicién de maxima satisfaccion agregada-de.Gossen s¢ vetifiéa en din punto de la curva de contrato, aunque no existe.razon’ para.suponer Gu fio punto se encuentra dentro de los limites: de;la.curva. que: incluye ‘bles transacciones finales que pueden obtenerse con ef mutuo.consent partes contratantes. Gossen concluye, poco: convincentemente;,.que: deben intercambiarse cantidades desiguales de las dos mercancias: -gicanzar un punto de maximo agregado. 2 ‘Walras, por su parte, ahonda con mayor profundidad en el problema €9. un. ipasaie de sus Enudes économie sociale citado en la nota 1 del epigrafe 162,delos ‘fldments. Alki destaca que para asegurar el logro de una suma maxima de. utilidad,. niecesaria la intervencién de la autoridad.. Todo to que ef ‘trueque-voluntario- conseguir bajo el supuesto del consentimiento mutuo.de ambos indivadtios: permitir que cada uno de ellos alcance deforma simultanea: unt de snaximo relativo de utilidad. Sélo por casualidad dicho punto coincidira'con aquel ‘que implica la maxima suma de las utilidades de ambos individuos. Si este attimo. waximo se considera como un objetivo social, la unica posibilidad de aleanzarlo x medio de la intervencién de la autoridad, que puede: obligar:a. ‘log juos a aceptar la divisién precisa de los bienes entre ambos, al margen de s itimiento sobre los términos en que se realiza el intercambio. Esto Wols ‘opneepeion de Walras sobre ei derecho a Ia propiedad privada. ®W, Stanley Jevons, Theory of Political Economy, 4.* edicion, pag: ‘@Cuando hablamos de ia relacién de intércambio entre ek lingote de: yel bro, no puede haber duda alguna de que nos referimos a la proporcién mero de-unidades de una mercancia y el niimero de‘unidades de Ia otra e's¢ intercambia, siendo las unidades magnitudes arbitrarias concretas,’ gieute'un nimero abstracton, ibid, pags. 81-82: » /49)E pasaje pertinente de Jevons dice: «Por bloque de intercambio't ng ‘enticndo, con la mayor gencralidad, cualquier bloque de’ cofipradoreso’ ye lores. E] bloque de intercambio puede estar formado por un bnico ifidiv g uin'caso; por todos los habitantes de un continente en otro; por los indi que’comercian en un pais en un tercer caso», ibid., pag. 88. S »#0CaEn estas condiciones, las leyes medias que les son aplicables'Ta ‘personas ‘que difieren ampliamente en sus poderes, deseos, habitos 'y ‘propi feren a lo que en otro lugar (Principles of Science, 1" edicion facmiitian, 1874), vol. 1, pag. 422; 32 edicién (1879), pag. 363) "he denominido fedia' Ficticia», es decir, constituyen resultados numéricos guc ‘no’ iri F tepresentar ¢l caricter de algo que existe en la realidad. Pero las leyes’ medias’ Bor ell menos ites si podemos obtenerias, porque los’ movinten in ia dey len de medias y a di ividuos», ibid, pig. 90. Yagregados y no de los Bae }O DE EDICIONES SECCION II ©) Viase nota (a) de Ja Seccién I. : LECCION iL" Ea Ia 12 edicion se lee: ‘Tl va nous sufire, pour cela, de. géneralis enablement nos formules’ Cambio introducido en'la 2° edicion. @ *. introducide en la:2.* edicién. » O Bn la 1 edicion. se lee: ‘et tes 2 equations d’échange...’. “(8 En ia 12 edicion ef siguiente parrafo se encuentra al principio dé (correspondiente a § 110 de la 42 edicion definitiva): “> *Qn peut done poser le probléme général de léchange d’un nombre qu de marc ises entre elles en ces termes: *Etant données m marchandises (A), (B), {C), (D)... et les équations de ces m marchandises Tune en Pautre, déterminer les prix respectifs d’équilibre. *Et, en principe, ce probléme est toujours susceptible d'une solution pat, 1 résdlution vations 4 2m(m— 1) inconnues qui sont les m(m— 1). 356 ~ William: des:7 matchandises les unes'en les autres et les m(m— 1) quantités totales de xg % marchandises ‘éch: les unes contre les autres.’ * Estos tres fos. fueron omitidos en la 2.* edicién, _ se lee:“équations’, expresién cambiada en la 2.* edicién: ~-(@-En ia 1. edicién se lee: ‘deux variables’, expresion sustituida en la 2." edicig por ‘une. variable’, . (0 En-la 1° edicion se lee: ‘trois variables’, expresién sustituida en la 2.* por.‘deux variables’. . ® Final de la Leccién 19. en la 1.“ edicion. La siguiente frase aparece po: primera en.la 2. edicién. ©) 'La descripcién del mecanismo de arbitraje de la 1." edicién difiere: radicalmente del de las ediciones posteriores que resulta imposible incluir | version de la 1.* edicién en nuestro coteja de ediciones porque se relaciona ey todos los restantes epigrafes de esta Leccién. Por ejemplo, en la Leccién 20." 1:* edicion, el proceso por el cual se alcanza el equilibrio general por medio de! operaciones -de, arbitraje se describe en forma muy somera, utilizindosé:: notacién.empleada posteriormente en § 148 de Ja edicion definitiva. No se ~en-este texto. a la simplificacién expositiva de suponer mercados aislados ‘en: que:se-intercambian. pares de mercancias. Mas importante que lo anterior. hecho de que en la 1" edicin Walras no introduce el numerario hasta ‘i adelante, en la Leocién 25.*, que corresponde a la Leccién 14.” de las edicion posteriores. Véase Arthur W. Marget, «Monetary Aspects of the W: System», op. cit, pag. 179, nota 67, El resultado final fue que en la 1* ralras pasa inmediatamente de la conclusién de que un estado de equilibr general del intercambio exige que el precio de un par cualquiera de mercancias: términos. de la otra debe ser igual al cociente entre ambos precios en términ wna tercera cualquiera, al corolario de § 132 de la edicién definitiva de qu Proporciones entre Jas raretés de cualesquicra dos mercancias deben ser igi ara todos 1o8 individuos, Walras pudo hacer este salto sin la ayuda de m1 suponiendo tres individuos en el mercado, el (t) que poseia (A), el (2) que ®) y ef (3) que poseia (C). Tras esto supuso que el intercambio se realiza lorma aislada entre pares de individuos hasta el punto en que, en virtud “*teorema de satisfaccion maxima: Toa la segunda cadena del sistema [1].sabemos que rea/ro1=Tes/fas ¥ SE: en la tercera cadena de [1] r..3 por Ie,a?»,3/"s,2 y ca la pritnera: = sistema 74,3 POl To,27b,2/Tp,3, obtenemos: : Fer Veo Tos Paz observarse ademas, que en la Leccién 20," de la 1.* edicién:. Walras: tio- bind, como hizo en posteriores ediciones, el sistema de ecuaciones defiaitoric: ‘equilibrio general tras ¢l arbitraje con ¢l sistema obtenido previamente: de ‘oferta y demanda (véase, por ejemplo, §116 de la edicién aqui traducida). Véase (@) de la Leccién 124, . La Leccion 20.* de la 1.* edicién finaliza en un momento de la argumenta- con las frases: ‘Que si, maintenant, on voulait qu'il n’y eit pas liéw a. atrages sur le marché ct que Lequilibee des prix des m marchandises deux a * it.-en. méme temps équilibre général, il faudrait alors. introduire: : exprimant cet état du marché dans le systéme des équations de: Péchange. C'est ce que nous allons faire.cn fournissant la formule. générale: mathématique du probléme de Péchange:de plusieurs marchandi Cambio introducido en Ja 2.* edicién, se Be <°@-En la 2.* edicién se lee: *..égalité dé la demande et de. Toflre de. chaque maachandise contre chacune des autres...’; cxpresién sustituida en. la: 4” .) ‘ Wy wp eg Pad. Pye Pay. 358 Esta ecuacion recuerda a la. primera de § 118 de la edicién aqui traducida, nica di ia de que los precios estan expresados en términos de mi: mercancias en vez de cn términos del numerario. Ademis, la demanda indivi de cada mercancia se expresaba originalmente como funcién de los precios: dicha mercancia en términos de las demas y no como funcién del precio de: restantes mercancias en términos de numerario. Las m ecuaciones de oferta Fe(Pa,os Paes Pad F(Po,a Panes Boe F Pear Peds Ped) =O FAP as, Par Pése “se reducen a m—1 ecvaciones en virtud de: Xoet Vout Zoe+ Woat .. > A este sistema de m—1 ecuaciones Walras le aiiade (m—1}(m— 1) ecuacions de equilibrio general resultantes de la realizacion de arbitrajes: UP ,a obteniendo, cn conjunto (m—1)+(m—1)(m—1) 0 m(m—1) ecuaciones determinar los. m(m—1) precios de las m mercancias cada una en términos de: demas. El- sistema conjunto de ecuaciones de oferta y demanda y de precios.« equilibric -general resultantes del arbitraje de §§122 y 123 de la 1." ediciél encuentra su contrapartida en §§115 y 116 del final de la Leccién 11* dee edicién aqui traducida, pero difiere en que el sistema de la 1." edicién no conti mencién alguna ni a las m(m—1) cantidades intercambiadas totales incégnitas del sistema [1] ni a ia introduccién implicita de un numerario sistema [2]. (6) La 2+ edicién reza: ‘le rapport des raretés de deux marchandises’, frase a que se afiadié ‘quelconques’ en la 4* edicion. © La frase ‘pendant un certain temps’ fue aiiadida en la 4* edi : @ En la 2* edicién, el texto inmediatamente posterior a la ecuacion = ‘soit m—1 équations formant avec la précédente un systéme de m équations’ entre: lesqueiles on peut éliminer successivement m—1 des inconnues Xx:, Y4, Zig wy.0de maniére 4 n’avoir plus qu'une équation ...’. El cambio se introduce en la: édicién. donde se formula en forma condicional la posibilidad de eliminaciony probablemente por tener en. cuenta la posibilidad de que no todos los sistemas:de ecuaciones simultaneas tienen solucién, aunque el nimero de ecuaciones sea igual al de incdgnitas. ae © En la 2° edicién, el texto inmediatamente posterior a la ecuacién rez “soit en tout m—1 équations entre lesquelles on pourrait éliminer m—2 inconnues telles que x1, #1... de maniére 4 n’avoir plus qu'une équation.... cambio se introduce en'la 4* edicién por las razones de la nota precedente (d).i: © En la 2. edicién, el texto inmediatamente posterior a la ecuacion reza:) \..soit toujours m—1 équations entre lesquelles on pourrait éliminer m—2 inconnues telles que z;, ¥;... de maniére 4 n’avoir plus qu'une équation...’. inteSduce-en la 4.* edicion, de nuevo por las razonés adutidas én l Leccién. " L | texto que. constituye §122 aparece: por ver primera en la.4* edieién. } El punto correspondiente de la Leccién 21. de la 1.* edicion-continta: e ya mencionado en ja nota (a), y tras ello la Leccién termina. La Leccién 22.* de la 1.* edicion debemos climinarla del cotejo dé text infinito, manteniéndose constantes los demés, El equilibrio. general se pa mediante un ajuste adecuado de todos estos factores simultaneamente srados. Por tanto, si todos los mercados excepto el de (A) estén en. equilibri FkBazis Pact Pade) 2ZO decir, si los precios de (4) son tales que la oferta de (A) no iguala a su demanda, ‘entonces multiplicando pz,t, Pac) Pa,d--- Pot un a adecuado, se obtiene: F(OPa,b APasey Maja, =O : toda seguridad, este cambio hard que se pierda el equilibrio original de (B) y, por tanto: . Pe : nl 25, Pe Pass.) 20 ‘imtdiante la utilizacién de un 8 adecuado obtendremos: (ee Abe» BDo,a. =I equilibrio general se logra mediante una serie de ajustes simultaeas' tos factores. Tales ajustes se producen:en.la realidad en-el metéado, fecios:.0, utilizando Ja ficcion, walrasiana..de Ja 17 edicién, :los. ables de: ajuste, aumentan.o disminuyen segiin que la cantidad dema O.tmenor que la cantidad. ofrecida. ® En-la 2." y 3.* ediciones esta frase. se cierra con la siguiente cita que-indic: existe arbitraje cuando el precio de equilibrio de una de cualesquiera do: eicancias en. términos de fa otra es igual al-cociente entre los precios:de:1 ‘lcrcancias en términos de una tercera cualquiera, ‘soit au rapport inverse des. ibre d'une troisiéme quelconque en Pune et l'autre’. Esta frase'se.omite enla (clon. t 2 En la 2° y 3% ediciones, las conclusioncs que siguen a. lac! icional rezan; “...les autres sont nécessairement négatives, et réciproquier ‘@kpresién de ta que se elimina la palabra ‘nécessairement’ en la 4° ediciéa: 360 0)En la 2.* y 3." ediciones se lee ‘fonction’, expresién sustituida por ‘ing; en la 44 edicién, 60) -B1 inciso ‘...mais qui ne se présente pas, quand parmi les échangeurs, il parmi ‘@.qui sont porteurs de plusicurs marchandises...’ fue afiadido en la 4.° edicién LECCION 13* 4 © En la 1 edicion se lee ‘obtiennent’, sustituido en la 2." edicién por ‘peuvey obtenir’. ©). $132 por vez primera como §130 de la 2.* edicién, convii en:§132 en la4* edicién. La substancia de esta seccién se encuentra en § 115 _ Eeocion 20° de la 1. edicién (véase nota (h) de la Leccién 11°) s En la 12 edicion, el pasaje que va desde el: principio de § 133 hasta‘ to) Feza: “vs, yy Ve, Va... tant les valeurs échange des marchandises (A), ( {©), (D)... dont les rapports constituent les prix courants déquilibre; ro.1, 75.1. 7e Fa, vesTa,2570,24 ¥e,25 Pa,2 »-Ta.3; b,35 Te,3,¥a,3.--. 6tant les raretés de ces marchandig ‘ou-les-intensites des ‘derniers besoins satisfaits, chez les échangeurs (1), 2,6 ‘aprés-Péchange; on a dans ces conditions (115): Bf By t Ue t Ba ft Tot 2 Toa i Tet 2 haa faa Fast "Ici encore il est possible qu’un ou plusieurs termes manquent parmi les uri échangeur donné. Cela arrivera toutes les fois que cet échangeur, n’étant p: porteur Pune marchandise, n’en sera pas demandeur au prix courant, o qi étant porteur, il en sera offreur de toute la quantité possédée. Les riches sero ceux chez lesquels les derniers besoin satisfaits seront nombreux et peu intenses;. Jes pauvres ceux chez lesquels ils seront peu nombreux et intenses. "A cette premicre réserve il en faut joindre une autre relative au we discontinuité des courbes d'utilité ou de besoin. Ce cas est trés fréquent. C’ @abord fe cas de toutes les marchandises qui se possédent et qui se consor par uuntités naturelles, telles que meubles, vétements, ctc.” El cambio se introduce:é _ la ‘2. edicién. La clausula ‘dont les rapports constituent Jes prix Wéequilibre’-y‘las palabras ‘ou les. intensités des derniers besoins sati ientes a la primera frase, se omiticron-en la-4.* edicién. 4. En.la' 1 edici6n, el pasaje-que va desde este punto hasta el final del ‘pera: "Meme pour les mtren andises qui se:passédent et se consomment par: unit artificielles, telles que les aliments par exemple, le cas de discontinuité des cous! ‘de besoins est un cas fréquent. Ainsi, pour un homme sobre, une certaine quanti de ibouchées de pain et de. viande, de gorgées de vin, nécessaires 4 sa subsistang . Gquotidienne, sont d'une urilité tres intense et & peu prés uniforme, et, cxte li -atteinté, toute bouchée ou gorgée supplémentaire est inutile. Dans tout ces cas, tapport des raretés ne sera pas rigoureusement égal au prix, il sera seulement aust approche que possible de egalité. On rentrerait dans les données mathémati it aux .courbes discontinues des courbes continues en ifierai infaiment peu. Aprés cette substitution, les quantités cédées ou acquises ser: sensiblement les mémes qu’auparavant, et les termes de rateté seraient rigour ionnels aux termes de valeur @’échange.’ EL cambio > $e intro da: ste plrrafo aparece por vez primera en’la 2." edicio ‘Este: epigrafe aparece por vez primera:en la 2.* edi Este igrafe aparece por vez primera en'la 2.* edicién. & usula final ‘qui sont tout -4 -fait. décisives pour la solution aux problémes économiques’ se afiade.cn la 4.* edicién. : ei edicién, la clausula traducida aqui como una frase aparte par 1 consequent, les rapports seuis, égaux aux rapports commit §dentiques des raretés de deux marchandiscs quclconqucs chez up orton: quelconque, soit au prix de oes deux: marchandises Pune ‘en Tautie; susceptibles de recevoir une expression numérique’. El cambio sé introdvee enti > edicion. & “La frase ‘ayant toujours sa cause dans la'rareté qui seule est ‘in fait por vez primera en la 2* edicion. ‘La siguiente frase puede leerse en la 1." eer conti o pee ae Sain ate ‘se afiadicron tras la palabra ‘échange™ en la 2° edicién. (@)La palabra ‘peut-étre’ se afiade en fa 2.* edition. jours les expressions d’augmentation et de. diminution de Cutilité aux déplace- ‘Tareté, on voit que ies variations de l'utilité ont des effets contraires A ceux’ des: ‘Wariations de la quantité. D’aitleurs, ta rareté d’une niarchandise augmentant:ou: diminvant chez un ou plusieurs échangeurs, et devenant, par conséquent,” plus grande ou sande ou pls petite que les produits de ses prix par la rareté de toutes les‘autres a avantage pour ces échangeurs a acheter ou a vendre de cette ise. en *vendant ou cn achetant de toutes les antres Ge. De: ie ou_une offre effective de la méme marchandise, aocompagnte demande effective de toutes les autres, d’ou résulte vine baisse des prix de Pune en toutes ies autres. On peut, ‘done enone ‘double proposition: 5 Plusieurs marchandises étant données, si, toutes les choses. restant: ‘égales Heurs, Putilité d’une de ces marchandises augmente o diminue pour -un:ot. pour: plusieurs des échangeurs, la valeur de cette: marchandise par rapport dla valéur-de- (es les ‘autres, ou son prix en chacune des autres, augmente ou diminue. %: ‘quginente ou diminue chez un ou chez plusieurs des porteurs, les pri de® cette ‘Warchandise diminuent ou augmentent. s “Hrconvient de remarquer que lutilité ou la quantité Pune marchandise variant ainsi Ia variation de sa valeur ou de ses prix en toutes les. autres, qui:Scr: ne principal, sera nécessairement accompagnée, comme d’'un-p! A ‘gecesoire, de variations des prix de toutes les:autres marchandises les uneég:ctt Jes. En effet, les raretés de ces marchandises étant changées, ct les raj de. ‘raretés J'étant aussi, le plus souvent, tes prix ‘devront changer, aes de la courbe de besoin qui ont pour résultat @augmenter ou de diminuer ta’ Si: toutes choses restant égales @ailleurs, ia quantité @une des marchunilisés.: = » done supposer un changement de valeur d’une marchandise, sur le marché, Supposer €n méme temps un changement de valeur de toutes les march ‘Nous teviendrons sur ce point un peu plus loin. *On peut ajouter aux deux propositions ci-dessus les deux suivantes: — Plusicurs marchandises étant données, si Putilité et la quantité Pune: marchandises 4 Pégard dune ou de plusieurs des échangeurs ou porteurs telle sorte que les raretés ne varient Pas, la valeur de cette marchandise par rapp, la valeur de toutes les autres, ou son prix en chacune des autres, ne varie pas: ‘Si futilité et la quantité de toutes les marchandises & Pégard Pun ou de des échangeurs ou porteurs, varient de telle sorte que les rapports des ré varient pas, les prix de toutes les marcl ises ne varient pas. El cambi introduce en fa 2.* ediciéa. ‘ou virtuelle’ se afiadié en la 2 edicién. wit En la 1 edicin se lee: ‘scientifiquement’. El cambio se produce en |; icin. 2 «@ Final de ta Leccién 23* de la 1." edicién. Las dos frases siguien aparecieron por vez primera en la 2.4 edicién. ee LECCION 14.* @ En la 1.” edicién los precios de equilibrio general se denotaban ‘pz 5; Prd :5> Phas, Posey Ph,d--- Pests Pe.ty Pe,d+-+Pé,ar Pa,by Pe,e-.. El cambio se introduce’ la_2.* edicion en que los precios se expresan en términos de numerario (A). En la 1? edicion el sistema de ecuaciones [1] es: Ga1Vat Goa09+ Getbet Gada t ... = Ga. at GhrVet Geet Garbat ove $o,20at Gp,20+4o.20e + Qu20—t = Ga,20at G,200+Go.2Uet Ga20at ... Ga,30at Gp,300t Ge,sVet Gaa0at Yat Go,s0o+GeaVet Ga.s0et oo. is Modifican en ta 2." edicién en que se introduce el numerario. Ambas versione sistema son convertibles entre si sin mas mids que dividir las ecuacioné anteriores por v, y sustituir v»/v, por Ps, Ue/De POF Pe, afte POF Pa, etc. ("En la 1? edicion el sistema de couaciones es. Pe Pato. +X1)=Po,0b0,1(46,1 +41) Po1(Go,. +¥4) = Pare Poa +24) (Go. + ¥4) = Po, a alGa,s + WA) modificdndose en la 2 edicién en que se introduce el numerario. ‘. En el epigrafe correspondiente de la 1.* edicin (§139) r, se encuentra en fugar-del p,=1 implicito, y vp, v., va... en los lugares de ps, pe, Pa... El cambio introduce en la 2" edidéa. Bares O° Po Pos Pe v © Final de la Leocién 24," en la 1.° edicién, a © Fala 1.* edici6n esta serie reza: ‘1, Ps, P-, Pa...’. El cambio se introduce cn la rita 1." edicidn, en lugar de esta frase se-pucde leer:“De ces prix, on gcsivement les suivants: p.»=2/p) Pac 1/x, Paa= Vp, “Pew R/tts: cH, Poa U/P...Pac= P/M, Pea=T/p... A tous ces mace pt Hee ie ee cbidico ds salitacton Q, S...M, P, R..G, J...F, WL oK EL ice en la 2." edicion. ‘Final de la Leccién 25.* de la 1.* edicién. LECCION 152 @) En la 1. edicién, el texto que va desde el principio de § 149 hasta este punto. ‘Pour définir le réle d'un instrument de mesure et d'un inte 7 de ja richesse sociale, nous avons ‘supposé les prix courants dé al déterminés antérieurement au choix de cet instrument el de cet ame Estas lineas se omitieron en la 2.* y 3.* ediciones, pero la 4.* edicion: Ps jenza con las palabras: ‘Il ressort déja de notre résolution des équatiohs sage (§§127, 128, 129, 130) que Padoption.... El resto de este’ pértafo istancialmente el mismo en todas las se aunque la itt fraee : nes distinta respecto a: ‘C'est cette simplification qu'il nous faut & , d’autant plus qu’en nous plagant dans cette hypothése de Tusa ire et d'une monnaie, nous novus rapprochons de plus en plus de ta ss! choses.” . . : “18) En § 150 de la 1.* edici6n este parrafo reza: «Soit donc (A) le numiérait ie. Soient 4 présent, d'un céte, les marchandises (A), (B), (C),.. 'échangeaat a protes a vechanger entre elles aux prix. déterminés Péquilibre général 1, p.., dé , (0)... en (A), suivant les équations — (Qt K+.) SPF KEt Wa (S +L +..)0, (Lip=K'n)o.= iit, Pun autre céte, la marchandise (B) se présentant sur le marché “pour. . contre les marchandises (4), © 0)... Fa la 28 edicion; el pasdje que | a las ecuaciones se cambié por: ‘Soit donc (A) le numéraire et la 2 ta présent, d’un céte, les quantites effectivement demandées; égales: yantités effectivement offertes: P, R’...0', K’...5S', L'... des marchandises(A}, (C), x. Séchangeant ou prétes a Séchanger entre elles aux prix déierminés ilibre général p,=7, pa=p... de (C), (D)... en (A), suivant les équations... En edicion el parrafo completo fue objeto de una revisién final y pasé: parte de §151. - O. ia 1? edicién se lee pp,« ¥ Pa,», ¥ en las ediciones posteriores pj yt largo de este parrafo. ; : -(@) En la 1.* edicién se lee ‘monnaie’, sustituida por ‘numéraire’ en-las' ‘ediciones en todo el parrafo en bastardilla. 7 (© Este epigrafe aparece por vez primera en la 2. edicién, : : En la 1 edicidn el epigrafe correspondiente (§ 154) empieza-con el. te parrafo: ‘Enfin, au lieu de supposer déterminés les prix de m—1 queloonques ‘entre les marchandises, pour déterminer ie prix de la mime nous ‘pourtions “Supposer les m marchandises se présentant a la fois sur le marché. L’adoption d'tin William. numéraire et, d'une. monnaic équivaudrait alors. purement. et_simplement: Xintroduction. de la. condition. d’équilibre général, .et-les prix courants ‘détermineraient d'ailleurs conformément aux deux conditions de satisfacti Maximum des besoins et W’égalite de la demande et de Poffre totales effectives - chaque, marchandise, Liintervention du numéraire et de la monnaie ne cl donc rien 4 la loi de Toffre et de la demande, dont l'énoncé reste tel quel, sauf qu’ lieu de parler des prix des marchandises en toutes les autres, il suffit de parler de prix en numéraire.’ Este texto se omite en la 2." edicién. ® Final de la Leccién 26.* en la 1. edicién. LECCION 16. la 1.*, 2." y 3." ediciones se lee: ‘et en la défendant contre toutes doctrines ‘opposées’..Esté texto se omite en la 4." edicién. . 3 ~() Final de la Leccion 27.* de la 1.* edicién. El resto de esta Leccién aparece PO Ea ta 2" y 3? ediciones aparece ta de este 9 la 2." y 3.* ediciones aparece la siguiente nota a pie pagina en ‘punto: “Je répétc, pour éviter tout malentendu, que j'ajoute ce paragraphe 4. [a onde édition de. mon livre et que si je n'ai pas cité, dans la premiére édition, em ~ 1874, Tes trois. Guvrages ici mentionnés parus antéricurement au mien, cest qi ‘ignorais entitrement leur existence.’ Este texto se omite en la 4,* edicion. ~ (0) Bi resto de este pirrafo ‘...ct d'égalité de Lollre et de la demande effectives cn iX-et qui, ainsi, supprime la propriété’ aparece por vez primera en la 42 icin. “© Este parrafo fue un epigrafe separado (§ 163) en la. 4. edicion. . ~ © En la 2°-y 3. ediciones las palabras iniciales de esta frase son: ‘C’est ce qué Jevons wa pas fait et cest précisement ce qu’il s’est interdit de faire... Cambio introducido en la 4." edicién. En la 2.* y 3.* ediciones aparece en este punto el siguiente parrafo: ‘Ie n’ai critiqué qu’un point spécial de la doctrine de mes devanciers. Je dois ajouter tout de suite que la conception de Pintensité du dernier besoin satisfait par Gossen sous te nom de Werth des letzten Atoms et par Jevons sous le nom de Final Degree of Utility leur a permis d’éclaircir Pautres points importants, et que leurs ouvrages doivent étre lus avec le plus.grand soin par les économistes désireux de travailler ee ‘constitution définitive de économie politique pure.’ Texto omitido en la 4% . =) @). Este parrafo fue por vez primera pensado como un epigrafe i fiente. (§ 164) en. fa. 44 edicion. pm indepencien @:Emla 2." y 34 ediciones, los autores citados Io son mas extensamente conto: ~ sigue: “Je-dirai: seulement. que lui et les auteurs qui Yont suivi, comme M. le professcur Frédéric de Wieser, de Prague, dans son ouvrage: —Ucber den Ursprung. tnd die Hauptgesctze des wirtschaftlichen Werthes (1884) et M. le professeur Eugéne te Eactim aver, dans ses .Grundziige der Theorie des wirtschaftlichen Giiterwerts 0)-Bnr la-2.*.y 3." ediciones se lee ‘peut-étre’, que se omite en la 4." edicién. (© En la 2.* y 3.* ediciones se lee ‘économistes en Allemagne’, omitiéndose las dos ultimas palabras en la 4. edicion. =) En Ja 2.° y 32 ediciones esta frase reza: ‘Pen ai tiré, comme on Ia va, la théorie de la détermination des prix des marchandises, Cambio introducido en la ) Ebresto de. este pirrafo se afiadié en la 4° edicién.

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