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Un perro andaluz

Un perro andaluz es un cortometraje de carácter surrealista realizado por el artista más excéntrico del siglo XX; Salvador Dalí y el
cineasta más famoso del mismo siglo; Luis Buñuel. Un día, estas dos mentes soñadoras se juntaron para realizar una pequeña
película que tenía como fin directo escandalizar al público y romper con las formalidades de la época, cosa que Dalí ya hacía a
menudo en sus cuadros. Las emociones más internas de la audiencia de la época y la de nuestro siglo salen a flote con la
apreciación de esta producción cinematográfica.
Éste cortometraje fue objeto de numerosas interpretaciones y críticas. Jamás se había visto algo semejante. Sin embargo, Un perro
andaluz, es una joya del cine surrealista y del cine en general, más allá de lo incoherente que pueda ser su contenido.
Pero, ¿por qué examinar lo que es en esencia el fruto de la demencia? ¿Por qué encontrar explicaciones a lo que no tiene otra
meta que la libre expresión?
Un perro andaluz no es un mensaje profundo oculto detrás de un desfile de imágenes incoherentes, ni es el resultado de una
exhaustiva investigación científica. Este filme no es más que un sueño filmado.
Un sueño que va por caminos violentos, brutales y sexuales y se convierten en las escenas de una vida que parece ser la de
Buñuel o la de Dalí, e inclusive nuestras vidas propias. Las escenas que se presentan en este cortometraje son aún mayores si
recordamos que estamos todavía en la época del cine mudo. Se dice que fue el propio Dalí quién robó de un cadáver la mano
cortada que aparece en el cortometraje, afirmación que nunca ha sido demostrada.
Después de esta breve introducción, quisiera contarles un sueño, un sueño llamado “Un perro andaluz”, para poder entender como
es una película surrealista. De seguro les digo, que al escuchar esta sinopsis del cortometraje, nos dejará el mismo sabor que nos
deja apreciar una obra de Dalí, “confusión”.
El cortometraje comienza con el rótulo "Érase una vez". Un hombre afila una navaja de afeitar mientras observa, asomándose al
balcón, cómo una filosa nube corta la luna. Del mismo modo, él secciona el ojo a una mujer. Una escena que nace de los
sentimientos más violentos del artista en donde quiere encontrar una similitud de acciones. Para él, la nube es una daga que pasa
sobre la luna cortando su luz. Está soñando.
Nuevo intertítulo: “Ocho años después”. Un ciclista pedalea por una calle desierta. Está ataviado con unos ridículos complementos:
manteles blancos, tocado de monja, una caja a rayas diagonales a modo de colgante sobre el pecho. En tanto la joven, que antes
era cortada su ojo, se encuentra leyendo un libro, siente algo y se levanta, tirando un libro al suelo. Se asoma por la ventana y
angustiada observa al ciclista que se acerca. El ciclista se detiene y cae golpeándose la cabeza bruscamente contra el canto de la
acera. Ella corre escaleras abajo y lo besa frenéticamente. ¿Pensará acaso que es ella la que se encuentra tirada en la acera y
quiere por todos los medios salvarse?, ella está soñando.
De vuelta a la habitación, dispone las ropas del ciclista encima de la cama, como recomponiendo la imagen del cuerpo. Al darse la
vuelta, ve al mismo hombre mirando las hormigas que surgen de un agujero negro de su mano. Mediante fundidos encadenados,
se transforma en el vello axilar, un erizo de mar y en un grupo de personas que rodean a lo que parecería ser un andrógino (mujer
parecida a un hombre) que tantea con un bastón una mano cortada que yace en medio de la calle. Un policía recoge la mano, se la
entrega al andrógino quien la mete en la caja de rayas diagonales que llevaba el ciclista. La gente se disuelve y un coche atropella
al andrógino, dejándola en el suelo inerte.
El hombre y la mujer han visto toda la escena desde la ventana de la habitación, y la muerte y atropello del andrógino causa al
hombre una gran excitación sexual, que le lleva a perseguir a la mujer al ritmo de un tango para acariciar sus pechos, que se
funden en nalgas. Cuando le vemos, sus ojos están en blanco, su rostro en éxtasis y de su boca chorrea una baba sanguinolenta.
Para defenderse ella le amenazará con una raqueta triangular, y el hombre busca algo a su vez, encontrando una cuerda en el
suelo, pero al tirar de ella están atados dos trozos de corcho, dos frailes maristas y dos pianos de cola con sendos burros
putrefactos encima. La joven emprende la huida, pero al cerrar la puerta atrapa la mano del hombre de la que brotan hormigas. El
cuarto al que accede la muchacha es idéntico al de antes y tumbado en la cama aparece el ciclista con los ropajes de antes. La
construcción perfecta de un sueño que se convierte en pesadilla.
Nuevo rótulo: “Hacia las tres de la madrugada”. Un hombre con ademán autoritario ordena al hombre de las ropas extravagantes
que las arroje por la ventana. Después, como en un castigo escolar, lo pone de cara a la pared y carga sus brazos en cruz con
libros, que pronto se transforman en revólveres con los que tirotea a su doble, que cae contra la espalda desnuda de una mujer en
un parque, de donde es recogido por transeúntes que por allí pasean. Se trata de matar al ser consciente, a la razón, y dejar en pie
a la locura, a la libre expresión de los sentimientos reprimidos del ser.
La mujer entra en la habitación y ve en la pared una mariposa cuyo tórax tiene un aspecto semejante a una calavera; y también al
hombre, que carece de boca y que es sustituida por el vello de la axila que acaba de desaparecer de la de la muchacha. Esta abre
la puerta y accede directamente a una agreste playa, donde aparece un nuevo joven con el que pasea, encontrando a su paso los
objetos del ciclista.
Un nuevo rótulo “En primavera” aparece sobreimpresionado en el cielo donde se ve un paisaje desierto en el que están enterrados
hasta el pecho el hombre y la mujer, según concluía el guión original: “ciegos, con los vestidos desgarrados, devorados por los
rayos del sol y un enjambre de insectos”.
Así concluye esta historia, hemos intentado analizar algunas escenas, pero en verdad, ¿quién puede descifrar un sueño o una
pesadilla? ¿se puede acaso analizar una obra de Dalí?. De todas maneras las respuestas a estas preguntas se encuentran dentro
de nuestro subconsciente y únicamente tenemos que abrirnos paso del consciente para responderlas.
“Quisiera vivir en un lugar en donde los sueños y las pesadillas se puedan construir, talvéz así podamos ser más humanos”

Santiago Nieto
4to Diseño Gráfico

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