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Es menester tener en claro que “iluminar” no es sólo conseguir que los objetos se
vean. La iluminación puede enfatizar los detalles importantes o eliminarlos por
completo. Puede favorecer a un sujeto realzando sus rasgos o características más
positivas, así como ocultar las negativas. Puede alterar distancias y crear atmósferas.
La iluminación técnicamente apropiada asegura un nivel de luz y una escala tonal de la
escena, que cae dentro de los límites de operatividad de la cámara. Tanto como
artísticamente, la iluminación nos permite controlar la apariencia del sujeto y de la
escena.
En efecto, del tipo de luz existente, o que podamos emplear, va a depender la clase de
imagen que obtengamos y su calidad.
Tanto la imagen de TV, como la cinematográfica o fotográfica, son una convención que
transforma la realidad tridimensional en una visión plana en dos dimensiones. La
perfecta comprensión de este argumento es absolutamente fundamental puesto que la
obtención de la “tercera dimensión aparente” viene dada por una serie de factores
(composición, perspectiva, empleo del color, iluminación, etc.), de cuyo correcto uso
depende que nuestras imágenes sean efectivas o no, y de las que el manejo de la luz es
uno de los más importantes. Es que la iluminación influye directamente sobre la
interpretación y reacciones del espectador. Puede modificar sus ideas sobre tamaño,
forma y distancia. Puede atraer la atención sobre un elemento o distraerla por completo,
crear un ambiente, así como predisponer psicológicamente al espectador en el sentido
que le convenga al director.
Sin embargo, una de las cosas más importantes que se deben tener en cuenta respecto a
este tema es la diferencia esencial que existe entre la forma en que los ojos y el
cerebro registran la escena, y la forma limitada y literal en que la cámara la
reproduce.
Los ojos y el cerebro compensan (en ocasiones sobre compensan) de forma muy sutil la
iluminación variable de los alrededores. Los humanos podemos ver detalles en las
sombras; las variaciones de color nos pasan inadvertidas e incluso podemos ver una
extraordinaria porción de la escena aunque las condiciones de luz sean muy precarias.
La cámara, por su parte, no puede interpretar las cosas de la misma manera. Si una
superficie refleja demasiada luz para el sistema de vídeo, o bien un tono de luz muy
intenso, esa parte de la imagen se bloqueará y se verá toda blanca. Así como el caso de
muebles y ropas de tonos más oscuros, igual que las sombras, que a menudo aparecen
en la pantalla como negro total.
Dirección de la luz: Los efectos de la iluminación cambian según el ángulo con que
incide la luz sobre el sujeto, en relación con el punto de vista de la cámara. No sólo
determina qué partes del sujeto están iluminadas o no, sino también cómo se reproduce
su textura.
Si la luz procede de un punto cercano a la cámara, es decir, si el ángulo “eje de cámara-
eje de luz” es pequeño, el efecto conseguido sobre el sujeto será de escaso relieve, la
imagen será plana, sin sombras y sin profundidad. A medida que se vaya aumentado el
ángulo conformado entre cámara y fuente de luz, irán apareciendo sombras y
acrecentando el grado de visibilidad de la textura del sujeto.
Dirección de la luz
Según varíe la posición de la iluminación
respecto al
punto de vista relativo de la cámara, su efecto
alterará
la visión del sujeto. La dirección seleccionada
dependerá
de los rasgos que se deseen enfatizar o suprimir.
Temperatura de color: La temperatura de color se refiere al color dominante de las
diversas fuentes que podemos usar en iluminación.
Aunque a simple vista la luz del sol y la de una bombilla pueden parecer igualmente
“blancas”, si las observamos juntas se pueden apreciar diferencias.
Bajo condiciones normales tiene lugar un ajuste de la percepción humana llamado
“consistencia aproximada de color” que hace que se ajusten las distintas fuentes de luz
que el ojo asume como blancas. Sin embargo, la cámara de video no se comporta de la
misma manera. Aquel papel que aparece blanco bajo la luz de sol, se ve rojizo en la
grabación cuando se ilumina con una bombilla (en caso de no haber hecho
anteriormente las correcciones pertinentes como “el balance de blancos” –white
balance-).
Aunque la luz puede ser de cualquier color entre el infrarrojo y el ultravioleta, hay dos
estándares básicos de color: 3.200 K (grados Kelvin) para lámparas incandescentes de
estudio, y 5.500 K para la luz diurna. A mayor temperatura de color, los tonos son
más azulados. A menor temperatura, los colores son rojizos.
ILUMINACIÓN DURA
Debido a que el sol está tan distante, se comporta como una fuente de luz puntual.
Sus rayos son muy direccionales y nos llegan en línea recta. Produce sombras duras
(fuertes y bien definidas) que destacan la textura y el contorno de cualquier sujeto,
especialmente cuando la luz se proyecta en ángulo oblicuo. Al ser direccional, esta luz
se puede bloquear fácilmente para evitar que caiga directamente sobre cualquier
superficie.
Muchas fuentes de luz artificiales, tales como cerillas, velas o bombillas, también se
comportan de esta manera, en efecto actúan como fuentes de luz puntuales y producen
una luz dura, sin tener en cuenta lo potentes o débiles que sean.
ILUMINACIÓN SUAVE
La “luz difusa” se dispersa en todas direcciones. Se produce, por ejemplo, de manera
natural cuando el sol queda tapado por una nube, y siempre que la luz del sol se refleja
en superficies rugosas de tonos claros.
Cuando los sujetos están iluminados por una luz suave, no se distinguen sombras,
solamente ligeras variaciones en el brillo de las superficies. Así la textura y el contorno
de la superficie no quedan muy definidos en la imagen.
Existen distintos mecanismos diseñados para proporcionar luz suave. Algunos de ellos
se basan en “materiales de difusión”, tales como láminas de cristal esmerilado,
metalcrilato o papel vegetal, para dispersar la luz (los “difusores” se colocan sobre las
fuentes de luz dura para reducir su intensidad y suavizar su calidad). Otra manera de
obtener luz suave es hacer incidir la luz de un foco sobre un “reflector” para que rebote
y se difumine.
CONTRASTE
El “contraste” de una escena es simplemente la diferencia existente entre el brillo de las
zonas más claras y las más oscuras. Si el margen es excesivamente grande para el tubo
de cámara (que suele tolerar un máximo comprendido entre 20:1 y 30:1), en la imagen
producida se perderán los tonos extremos.
Si el contraste es excesivo se producirá un “efecto de velado” con las zonas más
brillantes quemadas, y los tonos oscuros sin detalle.
Cuando la iluminación está contrastada (por ejemplo, una potente iluminación dura sin
luces de relleno –suaves-), las tomas que se efectúen con la luz detrás de la cámara,
mostrarán a los objetos muy brillantes. Mientras que aquellas tomas que se generen con
la fuente de luz justo en frente de la cámara, harán que sólo queden iluminados los
bordes de los objetos, mientras que todo el resto quedará oscuro.
El extremo contrario se obtiene cuando la escena está iluminada por completo con
iluminación suave, que no produce sombras. Todos los objetos quedan modelados
sutilmente (a veces demasiado) con lo que la imagen resultará plana y sin interés, como
si las cosas se hubieran recortado y pegado sobre el fondo. Aunque se mueva mucho la
cámara, bajo iluminación suave, la calidad tonal de la imagen permanecerá constante.
En la fórmula de las tres luces, la “luz principal” debe situarse formando un ángulo
entre los 5 y 30 o 45 grados con el eje que forman la cámara y el sujeto, bien a la
derecha o a la izquierda de la cámara. Un ángulo de 45 grados es el que produce un
mayor modelado y resalta mejor las texturas del sujeto. Lo importante al respecto es que
la luz predominante (principal) se ubique ligeramente por encima y a un lado de la
cámara.
Cuando rodamos en exteriores, y de día, lo normal es que la luz del sol constituya la luz
principal. Sin embargo, la luz directa del sol en un día despejado produce sombras
oscuras y profundas sin detalle. Si el sol está directamente sobre el sujeto se produce un
efecto de “luz cenital” con sombras muy oscuras en los ojos (genera ojeras muy
determinadas). En principio, para evitar estos efectos lo mejor es rodar a media mañana
o a media tarde, cuando el sol esté a una elevación de unos 30 a 45 grados.
¾ LUZ DE RELLENO
La luz principal utilizada sola produce sombras muy duras que pueden distraer la
atención. La “luz de relleno” se usa para suavizar estas sombras, sin eliminarlas
completamente.
Respecto al ángulo vertical, debe estar sobre los 45 grados. La posición horizontal no es
muy crítica, en efecto muchas veces se la coloca justo al lado de la cámara, lo que hace
que esté ligeramente más baja que la luz principal. En esta posición es como más
fácilmente consigue su objetivo de rellenar las sombras creadas por la luz principal.
¾ CONTRALUZ
Situada sobre el sujeto y por detrás de él, apuntando hacia abajo, la “luz posterior o
contraluz” proporciona solidez. La función de esta luz es separar al sujeto del fondo,
creando un sutil borde de luz alrededor del sujeto.
El contraluz debe colocarse justamente detrás del sujeto con relación a la cámara.
Deberíamos poder trazar una línea recta imaginaria que parta del objetivo de la cámara,
pasa por el sujeto, y llega hasta la luz de contra. Si esta luz está demasiado desviada
hacia uno de los lados, arrojará mucha luz sobre ése, dejando el otro lado oscuro.
Para esta luz se suelen emplear fuentes más pequeñas y menos potentes que para la
principal, ya que generalmente se colocan más cerca del sujeto y el área a iluminar debe
estar más limitada.
Si usamos sólo el contraluz, sin luces frontales, crearemos un efecto de silueta.
¾ LUZ DE FONDO
Ilumina los fondos y añade profundidad y separación entre los elementos de la escena.
Se puede utilizar cualquier tipo de luz con este fin, siempre que proporcione una
iluminación uniforme del fondo, no afecte al sujeto principal y éste posea la intensidad
adecuada.
Triángulo de iluminación
Configuración básica- Tres focos se emplean de
la siguiente manera:
-Luz Principal, que modela al sujeto,
está situada a un lado de la cámara,
formando un ángulo entre 5° y 30° (con
un ángulo vertical entre 10° y 40°).
-Luz de Relleno, que ilumina las
sombras de manera difuminada,
formando un ángulo de 5° a 30° al lado
contrario de la luz principal.
-Foco de contraluz, que se coloca detrás
del sujeto para resaltar los contornos, a
unos 20° de lateral respecto al frente de
la cámara y con un ángulo vertical entre
25° y 60°.