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Salmo responsorial: 96
R/ Adoren a Dios, todos sus ngeles.
+ El Seor reina, la tierra goza, / se alegran las islas innumerables. / Justicia
y derecho sostienen su trono. R.
+ Los cielos pregonan su justicia, / y todos los pueblos contemplan su gloria.
/ Ante l se postran todos los dioses. R.
+ Porque t eres, Seor, / altsimo sobre toda la tierra, / encumbrado sobre
todos los dioses. R.
Da litrgico: lunes de la primera semana del tiempo ordinario.
EVANGELIO
Marcos 1, 14-20
Convirtanse y crean n la Buena Noticia
Cuando arrestaron a Juan, Jess se march a Galilea a proclamar el Evangelio
de Dios. Deca: Se ha cumplido el plazo, est cerca el reino de Dios; convirtanse y
crean en la Buena Noticia.
Pasando junto al lago de Galilea, vio a Simn y a su hermano Andrs, que
eran pescadores y estaban echando el copo en el lago. Jess les dijo: Vengan
conmigo y los har pescadores de hombres.
Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron. Un poco ms adelante vio a
Santiago, hijo del Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca repasando
las redes. Los llam, dejaron a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros y se
marcharon con l.
Palabra del Seor.
R/ Gloria a ti, Seor Jess.
Reflexin
Evangelio: Damos inicio al Evangelio de Marcos. Es la primera semana del
tiempo litrgico Ordinario. Sern treinta y cuatro semanas en las que la pedagoga de
la Iglesia, a travs de la liturgia, nos ir mostrando el plan de salvacin que Dios
tiene previsto para toda la humanidad.
Jess nos invita al arrepentimiento y a creer en la Buena Noticia. Hemos de
convertirnos al Reino de Dios. Esta es la tarea que apremia y la ms urgente en esta
hora histrica. A nivel personal hemos de darle el s definitivo a Dios. l espera de
nosotros que demos testimonio con nuestra vida de las maravillas que Dios hace en
la historia. Pero tambin es el tiempo de la conversin de toda la Iglesia y de sus
estructuras. Hemos de estar atentos a la voz de Dios en la historia y a vigilar sobre
nosotros mismos y sobre la vida eclesial que llevamos, a fin de que Dios vaya
haciendo su obra en nosotros y podamos decir al final como dijo alguna santa: Te
alabo Padre, Dios misericordioso, porque me has librado de m misma. (Evangelio:
www.servicioskoinonia.org)