Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
/ B
El tema de este XXVII Domingo es el matrimonio. La primera
lectura comienza con las bien conocidas palabras: Dijo el Seor
Dios: No es bueno que el hombre est slo. Voy a hacerle una
ayuda adecuada. En nuestros das el mal del matrimonio es la
separacin y el divorcio, mientras que en tiempos de Jess lo era el
repudio. En cierto sentido, ste era un mal peor, porque implicaba
tambin una injusticia respecto a la mujer que an persiste,
lamentablemente, en ciertas culturas. El hombre, de hecho, tena el
derecho de repudiar a la propia esposa, pero la mujer no tena el
derecho de repudiar a su propio marido.
Dos opiniones se contraponan, respecto al repudio, en el
judasmo. Segn una de ellas, era lcito repudiar a la propia mujer
por cualquier motivo, al arbitrio, por lo tanto, del marido; segn la
otra, en cambio se necesitaba un motivo grave, contemplado por la
Ley. Un da sometieron esta cuestin a Jess, esperando que
adoptara una postura a favor de una u otra tesis. Pero recibieron
una respuesta que no se esperaban: Teniendo en cuenta la dureza
de vuestro corazn [Moiss] escribi para vosotros este precepto.
Pero desde el comienzo de la creacin, Dios los hizo varn y
hembra. Por eso dejar el hombre a su padre y a su madre, y los dos
se harn una sola carne. De manera que ya no son dos, sino una
sola carne. Pues bien, lo que Dios uni, no lo separe el hombre.
La ley de Moiss acerca del repudio es vista por Cristo como
una disposicin no querida, sino tolerada por Dios (como la
poligamia u otros desrdenes) a causa de la dureza de corazn y de
la inmadurez humana. Jess no critica a Moiss por la concesin
1