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SEGUNDA ParTE TEORIA GENERAL DEL DELITO CAPITULO XI El concepto de delito El concepto de delito Elementos y estructura del concepto de delito Clasificacién de los delitos La Teoria General del Delito como teorfa democritica de la imputacién penal Beppe La Teoria General del Delito estudia las caracteristicas comunes que debe tener cualquier conducta (accién u omisién) para ser considerada delito, sea ésta en el caso concreto un homicidio, una estafa, una agre- si6n sexual 0 una malversacién de caudales ptiblicos. Hay caracterfsticas que son comunes a todos los delitos y otras por las que se diferencian los tipos penales unos de otros; un asesinato es distinto a una estafa o un hurto; cada uno de estos hechos presenta particularidades diferentes y tiene conminadas, en principio, penas de distinta gravedad. Sin embargo, tanto el asesinato, como el hurto o la estafa tienen unas caracteristicas que son comunes a todos los delitos y que constituyen la esencia del concepto general de delito. La verifica- cién de estas caracteristicas comunes corresponde a la Teoria General del Delito, que es una de las materias de la Parte General del Derecho penal; mientras que el estudio de las concretas figuras delictivas, de las particularidades especificas del hurto, de la violacién, de la estafa, etc., es materia de la Parte Especial. 1, EL CONCEPTO DE DELITO La primera tarea a la que se enfrenta la Teoria General del Delito es la de dar un concepto de delito que contenga todas las caracteristicas comunes que debe tener un hecho para ser considerado como delito y ser sancionado, en consecuencia, con una pena. Para ello se debe partir del Derecho penal positivo. Todo intento de definir el delito al margen del Derecho penal vigente es situarse fuera del mbito de lo juridico, Para hacer filosofia, religién o moral. , Desde el punto de vista juridico, delito es toda conducta que el legis- lador sanciona con una pena. Esto es una consecuencia del principio de 198 do porel aforismo latino nullum crimen sine lege cho penal y concretamente el espafiol — any 35.1 de la Constitucidn—, que impide consi, ¢ no haya sido previamente determ legalidad, conoci rige el moderno Dere 2 del Cédigo penal y como delito toda conducta qui por una ley penal. iead El concepto de delito como conducta castigada por la ley con una pena es, sin embargo, un concepto puramente formal que nada dice sobre los elementos que debe tener esa conducta Para ser castigada con una pena. El Cédigo penal espafiol de 1995 dice en su art. 10 que «Son delitos o faltas las acciones y omisiones dolosas o imprudentes pena. das por la ley». Ciertamente no es una definicién puramente formal, ya que en ella se destaca que las acciones y omisiones penadas por la ley (concepto formal) deben ser «dolosas o imprudentes», lo que implica ya unas valoraciones materiales que van mas alla de lo puramente for mal, Pero, para afirmar la existencia de un delito y poder imponer una pena no basta con que haya una acci6n u omisin dolosa o imprudente penada por la ley. Estas caracteristicas son s6lo una parte de las caracte- risticas comunes a todos los delitos. Corresponde al jurista, a la Ciencia del Derecho penal y mas exactamente a la Dogmatica juridico-penal (véase supra capitulo X), elaborar ese concepto de delito en el que estén presentes las caracteristicas generales comunes a todos los delitos en particular. Para ello hay que partir de lo que el Derecho penal posit vo considera como delito; no sdlo de Ia definicién general del mismo contenida en el Cédigo penal, sino de todos los preceptos legales que se refieren al delito, deduciendo las caracteristicas generales comunes a todo delito (concepto dogmitico de delito). ideray nada 2. ELEMENTOS Y ESTRUCTURA DEL CONCEPTO DE DELITO ‘Tras un minucioso andlisis del Derecho penal positivo, la Dogmét a juridico-penal ha llegado a la conclusién de que el concepto de delit® responde a una doble perspectiva que, por un lado, se presenta a) com? lun juicio de desvalor que recae sobre la conducta; y, por otro, b) com? un juicio de desvalor que se hace sobre el autor de ese hecho. Al ptr mm mito de desvalor se le Hama ilctud 0 antijuricidad. Al seguni sete idad 0 responsabilidad. Anijuricidad es Ya desaprobaci6n ute uentFas que la culpabilidad es la atribucién de dicho a0 * Para hacerle responsable del mismo, | | | 199 Enestas dos grandes categorias, antijuricidad y culpabilidad, se han igodistribuyendo luego los diversos componentes o elementos del deli- to Eola primera se incluyen la conducta, Sea por accién u omisi6n, los mnedios y formas en que se realiza, sus objetos y sujetos y la relacién fhusil y psicologica con el resultado, En la segunda se encuentran las facultades psiquicas del autor (la Hamada imputabilidad o capacidad de culpabilidad), el conocimiento por parte del autor del cardcter pro- ribido de su accidn u omisién y la exigibilidad de un comportamiento distinto. . Ambas categorias tienen también una vertiente negativa; asf, por cjemplo, laexistencia de una fuerza fisica irresistible excluye la conduc- ta (aceidn u omisién); la absoluta imprevisibilidad elimina la relaci6n psicol6gica con el resultado; las causas de justificacién (por ejemplo: ja legitima defensa) autorizan la comisién del hecho prohibido; la falta de facultades psiquicas en el autor (por ejemplo: el trastorno mental) excluye la imputabilidad, etc. Esta distincién sistemdtica tiene también un valor prictico impor- tante. Para imponer, por ejemplo, una medida de seguridad o correc- cidn (internar en un centro psiquidtrico a una persona con trastornos mentales que ha cometido un hecho considerado delito) es suficiente con la comisién del hecho antijuridico, aunque su autor no sea culpable del mismo; para imponer una pena es, sin embargo, necesario, ademas de que el hecho sea antijuridico, que el autor que lo ha cometido sea culpable del mismo. No hay culpabilidad sin antijuricidad, aunque st hay antijuricidad sin culpabilidad. Normalmente la presencia de un hecho antijuridico es el limite minimo de cualquier reaccién juridico-penal. Asi, por ejem- plo, la legitima defensa presupone una agresi6n antijuridica, aunque el autor de la agresién no sea culpable. Sin embargo, frente a un acto licito, y por tanto no antijuridico, no cabe legitima defensa. Igualmente la participacién a titulo de inductor o de cémplice en el hecho cometido Por otro slo es punible cuando este hecho es por lo menos antijuridico, aunque su autor no sea culpable; por ejemplo, quien induce a un menor de 14 afios de edad a cometer un delito responde por induccién, aunque ¢1 menor de edad no sea responsable o culpable del hecho cometido, por no tener la edad que requiere la responsabilidad penal. Pero no todo hecho antijuridico realizado por un autor culpable es Un delito, De toda la gama de conductas antijuridicas que se cometen, el legistador ha seleccionado una parte de ellas, normalmente las mas Braves ¢ intolerables, y las ha conminado con una pena Por medio de 200 penal. A este proveso de selecciGn en sign en la ley oe cripcidn en acdor quicre sancionar penalmente go j. 9) % su des st legisl sonductas que ef eg) adecuacion de a Wats as oad. La tipicidad eS. pues. 1 adecua¢ von de un hecho comet” tet cripeisn que le ese hecho se hace en la ley penal. La Nicidag ¢ a de c jel principio de leyalidad, Ya que S6l0 por megiy conductas prohibidas en tipos penales se em el principio mulfum crimen ie lege. al ae Ya ates aludanos com el principio vinculante par: e concep! rs ‘ nm le delito, Peto también del principio de intervencidn minima, Por cuanto Cneralmente solo se tpifican los ataques verdaderamente graves a los bienes jug, cos més importantes (véanse supra capitulos IV y V). La tipicidad, la antijuricidad y la culpabilidad, cuyo contenido ice bamos someramente de describir, son las caracteristicas comunes 4 todo hecho delictivo. El punto de partida es siempre la tipicidad, pueg solo la conducta tipica, es decir, la descrita en el tipo legal, puede seryir de base a posteriores valoraciones. Sigue después la indagacién sobre la antijuricidad del hecho, es decir, la comprobacién de si la conducta tipica cometida fue realizada 0 no conforme a Derecho. Una conducta tipica (por ejemplo, A mata a B) puede no ser antijuridica si existe una causa de justificacién que la permita (por ejemplo, A mata a B en legitima defensa). Una vez comprobado que la conducta es tipica y antijuridica hay que ver si el autor es 0 no culpable, es decir, si posee las condiciones minimas indispensables para atribuirle ese hecho (por ejemplo, si est4 sano mentalmente o si conoce y comprende la antijuri- cidad del hecho). Normalmente, con la constatacién positiva de estos elementos, tipiidad, antijuricidad y culpabilidad, se puede decir que existe un delito y su autor pue- de ser sancionado con la pena asignada por la ley en cada caso concreto. En algunos supuestos se exige, sin embargo, para poder calificar un hecho com punible la presencia de algunos elementos adicionales que no pertenecen ni? |a tipicidad, ni a la antijuricidad, nia la culpabilidad. Asi, por ejemplo Pa en aoe a que afectan a ta intimidad, al honor 0 a een pare ofendids, ’ Sed Atel de una denuncia 0 una al Se esegide de fle aan noe este requisito el delito en oe oor tic aniuriicoy eee sue constiuya un delito (ese po obligaciones familiares Gaur njurias 0 le incumplimiento een Sbices procesales, como por eje Sone Igualmente ae erin Uipico,antijurdiey oan le resign, que impide % ret desde que oe cemplo, un hurto) pueda =a ‘08 imados requisitos de penaliaua Sea Po tambien oe de penal 28 3 Penalidad o punibilida es 7 est de Pereguibilidad, condicionan Ia Pe isma. Se considera, por ello, qUe secuencia una cor ta descripcidn de las 0 clementos, denomi Aiciones objetivas Por tanto, presupy ant también ain elemento autnome de ta Teoria ¢ me al del Deiter al que se Hann puibritichal, li de los anteriores es an elements Ho He difere penatidad 0 que solo se plantes 1 ATMOS cane Después de todo to dicho hasta ahora, podemos detinir al delite como Ia conducta (aceitin 1 omisién) tipica, anijuridica, culpable y punible. Esta detinicidn tiene carcicter seeuencial,cs decir, el peso de Ia jmputaci6n va aumentando a medida que se pasa de una categoria a otra (de la tipicidad a la antijuricidad, de ta antijuricidad a ta eulpabilidad, etc.), teniendo, por tanto, que tratarse en cada categoria los problemi que son propios de lt misma, Si del examen de lox hechos resulta, por ejemplo, que la accisn w omisisn no es tipica, ya no haba que pl se sies antijuridica, y mucho menos si es culpable o punible Hear DEL! TC 3. CLASIFICACION DE LO: El Cédigo penal distingue, en los arts, 2 y 10, entre delitos y faltas (clasificacién bipartita), aunque ambos conceptos pueden englobarse bajo la expresién genérica de «hecho punible» o de «infraccién pe que es también la utilizada a veces en el Cédigo penal para referirse tan- to al delito, como a la falta (cfr., por ej., arts. 456 y 457). El contenido de ambos términos responde a la misma estructura elemental gener: ya descrita en el epigrafe anterior. Es decir, tanto el delito como la falta son hechos tipicos, antijuridicos, culpables y punibles, La distincién terminolégica se hace excl sivamente en funcién de la gravedad de Pena que tienen prevista. El delito esté castigado con pena grave o me- nos grave, la falta con pena leve. Esta distincién es completada a su vez.en el art. 13 del Cédigo penal, ue clasifica los delitos en delitos graves y delitos menos graves, segdn Se trate de delitos castigados con pena grave 0 con pena menos grave, Tespectivamente. El art. 13 dice, en efecto, que: «1, Son delitos graves ‘as infracciones que la Ley castiga con pena grave. 2. Son delitos menos Braves las infracciones que la Ley castiga con pena menos grave. 3. Son faltas las infracciones que la Ley castiga con pena lever. Es decir, la distincién depende del marco penal que abstractamente se asigne a la infracci6n en cuestién en el correspondiente tipo penal. Luego, para Yer lo que son penas graves, penas menos graves y penas leves, hay que Scudir al art. 33, que clasifica las penas en funcién de su naturaleza y furecién en graves, menos graves y leves (véans ¢ infra Tercera “ne, capitulo XXX). La definici6n del art. 13 establece en realidad una Jas infracciones penales, que en e] fondo i ita de 5 i s fas diferencias tanto materiales como Proc, ie ejemplo, en lo relativo a la punibiy jpcion y reglas de aplicaci dela prescripeiOn 5 ea a co 7 i6n dela Medi, de libertad (arts. 99, ; u, * ). También tiene son las de ‘ina wuencias de orden procesal, como eterminar la com, consect de los distintos érganos judiciales encargados de enjuiciar Iq petencia dimiento, etc. Para saber cuando esta * delitos, el tipo de procedimicn' MOS ante « rave, o ante una falta hay que ver, un delito grave © menos grave, . sar » POF tanto, Ja pena que en el precepto penal correspondiente se asigna al hecho eq cuestién y luego ver si esa pena se califica -sonforme al art. 33 como pena grave, menos grave 0 leve (consideracién abstracta). Esta distin. cidn es, por consiguiente, puramente cuantitativ: si, por ejemplo, el mismo hecho, un hurto, puede ser delito o falta seguin el valor de la cosa hurtada (cfr. ats. 234 y 623,1). El delito de lesiones puede ser deo menos grave (art. 147) 0 delito grave, si concurren las circunstancia del art. 149,1. Y todavfa puede ocurrir que la pena, por su extensién, pueda incluirse a la vez en la categoria de grave y en la de menos grave (cit. pore}. la pena del delito del art. 260,1), estableciendo el apartado 4 del art. 13 que entonces el delito se considerard, «en todo caso», como grave. Es, pues, una cuestién de politica legislativa el que un hecho se e a pol 2 q considere como delito grave o menos grave, 0 como falta. Desde el punto de vista terminol6gico, en la doctrina penal se suele emplear la expresi6n delito, en general, como equivalente a la infraccién punible, com prendiendo tanto los delitos graves y los menos graves, como las falta. Otss veces se emplean expresiones tales como «accién punible», «hecho delictivor. aes criminal», etc. Estos términos son equivalentes; pero es més com ular doctinalmente la expresién «telito», que es ln que normalment eo vieam#s eau Igualmente, cuando empleamos la expresién «delito» rs rele me omulmente ala conducta pica, anijuriica, culpable ¥ punible: P= como dela eptts fferimos al hecho tipico, es decir al deserito ony Por el contexto aay Prejuzgar todavia si es antijuridico, culpable 0 Pu" otra pane, june deducise cuéndo se emplea en uno u otro sentido. Jas que nos ocuparen a Licacion legal existen otras de caricter de aa estructura pica de es Adelante a la hora de estudiar Ia compo * delitos (cfr. infra capitulo XV). que mejor com de estas int Jatentativa, plazos © de seguridad privativa 4. LATEORIA DEMOCRATi El sistema mente y que f CAERAL DEL DELITo como THO8! E LA IMPUTACION PENAL de la Teoria Uego se s : ibi i | Delt que se acaba de describ Sys anali; Zar en los sucesivos capitulos €" m3 ios, es un sistema categorial clasificat. ge 05 8PP idafio a peldafio, se van elaborando a eg Le Ps 6n, los diferentes elementos esencial bésioo Ts de aparicin del delito, ae sistema se ha ido desarrollando €n los iltimos cien afios, du. te todo el siglo XX, nee a los esfuerzos Sobre todo de Ja Dog. nftice juridicopenal alemana, cuyos mas importantes Tepresentantes n ejrcido durante todo ese tiempo una considerable influencia en os penalistas espafioles y latinoamericanos. Los hitos mas importantes jest evolucion en Alemania, desde Von Lisct y Beling a principios del siglo XX, hasta Roxin y Jakobs a finales del siglo, pasando por las importantes aportaciones a mediados del mismo de Mezger, Welzel y Maurach, de cuya exposicién prescindimos en esta edicién por consi- derarla innecesaria a los fines meramente introductorios que tiene este capitulo (cfr., sin embargo, 4* ed., pp. 226 a 232), han tenido inme- diato eco y enorme influencia en los penalistas espafioles, muchos de Jos cuales han contribuido a su difusi6n a través de las traducciones al espafiol de los Tratados y Monografias de los mas importantes autores alemanes (véase, por ejemplo, las referencias en la Bibliografia General al comienzo de este libro y las citas frecuentes que se hacen de ellos a 'o largo del mismo) y han redactado sus obras siguiendo los modelos paralelos existentes en la Ciencia alemana del Derecho penal. En este sentido, somos herederos o tributarios, en mayor 0 menor grado, de una forma muy peculiar y refinada de elaborar la Teoria del Delito desde um punto de vista fundamentalmente sistematico sin parangén en otras cultura juridicas penales menos interesadas en esta concepcién siste- Métea. No cabe duda de que con ello se consigue un alto nivel de abs- Gn conceptual, aun a costa de darle a la Dogmitica juriicopens! i Petidlmente a la Teoria General del Delito un caricter purarst™ lin, Stidico y pretendidamente neutro desde el punto de Ve A a Tuchas veces, prescinde de! problema y del con aie Doreen’ °8Conde, y que lo mismo puede ser uaizade pao ie Penal de un régimen totalitario que el de uno ¢° me con los derechos humanos. ue sea importante ¥ . °StO no significa que dicha elaboracion no jones SObTE la Pasian Stl para fundamentar importantes ACY. prac Ly ia © impunidad de un comportamiento Ce no Teor OF eal dey peeottancia de las cuestiones que se de Tyas delie- "aS tesatng n° Y SU posterior aplicacién a las oars én al sistema dU "2 la importancia que hay que darle @™ esta Y Secuencia), Partir del concepts ‘S Comunes a todas ~~ 204 neral se ocupa de estas cuestiones, ordendndolas d y Iégico conforme @ determinados presupuestos, com, formalizado de control social, como Pri De n por encima del coyunturalismo y dela espontaneidad, del azar y la arbitrariedad. Es evidente que ello ° se consigue s6lo con la sistematizacion de la Teoria del Delito, pero no cabe duda que esa sistematizacion, especialmente elaborada en el caso de la Dogmatica juridicopenal alemana, ayuda en buena medida aconseguir ese propésito que es una de las metas mé importantes del Estado de Derecho (cfr. lo ‘dicho sobre el la importancia de la Dogmé- tica juridicopenal en el Estado de Derecho supra capitulo X). De ahf que, sin detrimento de otras formas de abordar estas cuestiones, y sin perjuicio de hacer las modificaciones nsideren necesarias a la Fista de algunas particularidades que .cho penal vigente en Espafia, se adopte en esta parte de nuestrs © «posicién el modelo de la Teoria General del Delito elaborado por ja Dogmitica jurt -openal alemana, que constituye, al menos entre los penalist de habla hispana, una especie de lenguaje juridico comin, qu cientificamente y permite entendernos por encima de las peculiarid que presenta la jegislaci6n de los distintos paises. De todo lo dicho se deduce que no se Teoria del Delito Ja aspiracién maxima y casi ini Derecho penal, pero también que no se puede prescindir comple de é| dejando la interpretacion y aplicaci6n del Derecho pe 2 del azar y la arbitrariedad. En la medida en que el sistema de Ja Teor del Delito constituye un riquisimo caudal ordenador de los argumentaciones que Se pueden utilizar en la decision soluci6n 6 pacar ae para el penalista un jastrumento indisPe™ En realidad, una eae Denio eritien del Derecho Pet jas distintas y numerosas figur. ae pretenda validez 26m cial s6lo puede elaborarse a an le delito existentes en la Past aa como un discurso en el que las una teorfa de la imputacion. ponen de acuerdo sobre cudles Personas que integran una societ ea, que hay que tener en cuent son los criterios, objetivos ¥ subj mado delito a una ae para imputar un determinado suces? poder imponerle una pena (o, en responsable de! mismo a! © restablecer asi la vigenci (0, en su caso, una medida de seguti delito. No hay, pues, \cia del Ordenamiento juridi pore! cn iti ys por lo menos ico. conculca én isma, sino una imputaci6 en Derecho penal, una imp¥ : in que permite la aplicaci6n de 0" plicacién de un modo ge! modo racional n sistema corresponde a UI z recho penal, elevando su aplicaciol que se co presente el Dere: e nos acer jades del sistema dela ral past spe & : & a ete A 205 natorio, No obstante, las replay de fa imputacis f ite rto modo, de format autonoma y hast ita efecto sancio! e elaborarses en ciel igadas de la consecuenciat sancionatoria, aunque nunca olvi aaa final de kt impatacidn es sempre Ia impesicdn ts id Desde este punto de vist lt feonla de la imputavion no dena is que wn Proceso de progresiva individualizacién o depu in dela responsabilidad, en el que secuene ialmente se va pasando istintos grados, que, come filtros cada vez mas estrechos, permiten depurat la responsabilidad a través de distintas categorias 0 peldaiios, que van des de el Ambito mas gener [de la constatacién de un compor: faniento (activo 0 pasivO). hasta ef mas particular de la culpabilidad individual, pasando previamente por Ja constatacion de la tipicidad y de raantjuricidad de ese comportamiento. A cllo se le afiade, en algunos «aos, la comprobacién de Ia concurrencia del algunos presupuestos especiales de la punibilidad o la pers -guibilidad procesal del hecho en cuestiOn. Naturalmente, las distintas contenido vamos a exponer en los siguientes cap! se de un determinado contenido valorativo 0, si se quieres de una determinada concepcién del ser humano, de la socies ad y del Estado, por lo que su pretendida neutralidad debe ser aceptada con muchas fe Cierumente, como conjunto de reglas de ordenacidn de Tos presspuesy de |a imputacién puede entenclerse como unit especie de «gramatica universal valida para toda época y para cualquier Ordenamiento juridico, PEM el objeto 4 que se refiere exa gramatica, ef Derecho penal vigente © sada pais en una é0ca.0 momento histérico determinado, no cs en absolute NEU, sino quizais apart més ideologizada de todo el Ordenamiento, juridico, que, come la His: tora el Derecho comparado muestran, no slo ha servido 00 para protege ¥ aranzar derechos y libertades fundamentales sino wmbien PE reprimirlas 2 olenarias desde el propio Estado. No obstante, el grado, de rao a fan por la actual Teorfa General de! Delito permite enc ‘ cultura, mene penal dentro de unos pardmetros de tolerance Sai emgatis © menos asumidos 0 sumibles por tx 88 MO sy Jtridicos Imente, por aquéllas que han ds arollado sus SSE pe chy, po SObre las bases y principios del fico y “¢ a esta deme on Te ra de est es ee eral del Delite, claboruds & te marco, la Teorfa General del Delit. Or er De cierto 6 grados de la imputacidn penal, cuyo Jen desvincular ideolégico, es decir, Ys, NO Pena ing co, susceptible de ser util ara interpre ge puede convent evan enientemente de sus ‘dioraeiones y contend © PAC yas y temas dane? muy peligroso de legitimaci6n de los mls Bi stem a A de la tatal contra fos derechos Huma’ 6 5 pig 2% General de! Delito no re Poribje jy SiN0 desarrollar las condiciones: requisitOs t *ancion MPutacién y, en consecuenca, I imposicieh te en un marco que posbilite I autores! i; © Ie soci '4 sociedad, en condiciones de igual Bibliografia: S y no puramente funcional, Burcritico, des Imani « hitos de la evoluci6n de Ia Teoria del Detito pay Sa espaiolas de 10s Tratados alemanes de Vow La care, Mavract, Wetzel, JESCHECK, RON) aRORS, y los Tratades, Ng eae obras de carder general en TengUa espailacitados en la bb fener y, como biliografiaespectice espaiiola, aparte de las obras generals Tntroduccién a la teoria juridica del delito, Vy, pueden verse: ALVAREZ GARCIA A fens ome Baio Lavi, Observaciones metodol6gicas sobre la conn. 1 delito, en Politica criminal y nuevo Derecho penal, Libro TEREZO Min, cign de la teorfa del Homenaje a Claus Roxin, Silva Sénchez (edit) Barcelona 199 Pe tnaticme hoy, ADP 1993; Cus.Lo Contreras, Fundamentos para un sistema {6eico-funcional de Derecho penal: Mas af del ontologismo y e! normativs- WER ECPC 2006; Fando SANCHEZ, El injusto penal y su prevencidn ant vv Cédigo penal de 1995, Madrid 1997: Garcta-Pantos pe: Moun, Pata 9 tendencias en Ia evolucién de la dogmética penal alemana postwelzetiana, 2 Homenaje a Ruiz Ant6n, Valencia 2004; Giwpexsat Oxpetc, El sistema del Derecho penal, en Estudios de Derecho penal, 3* ed., Madrid 199; Hasso Le persona, el mundo y la responsabilidad. Introduccidn a una tori sobre imputacién en Derecho penal, RDPC 1998 (\raduccién de M. Diaz Pit F smo, Persona, mundo y responsabilidad. Bases para una teor‘a de Ia impuls ‘ion en Derecho penal, Valencia 1999 (traduccin de Muvioz Conde y M. 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Hassemer a ar, conde M ‘ersion espaitola), Valencia 204; Derecho penal a; Mufoz Conde, coord, de lav a nest, Yai 204 a ‘aah ana integral del Derecho penal, Wol Vanios, El sist 2004, 20, Crit nbiv de siglo, (Arroyo Zapatero, CAPITULO XII Teoria de la accién ‘ento humano como base de la Teorfa del Delta L Be pmomporamiento humano penalmente eevantes 2 Fann enti estricto: el concepto significative de accién i aassencia de accién : sets de Ta accion: a supuests incapacidad de accién de las personas jurdica © yelactuar en nombre de otro panes 1. EL COMPORTAMIENTO HUMANO COMO BASE DE LATEOR{A DEL DELITO Lanorma, juridico-penal pretende la regulaci6n de conductas huma- tus tiene por base la conducta que intenta regular. Para ello tiene que partir de en la realidad. De toda la gama Jaconducta tal como aparece e1 de comportamientos humanos que ocurren en Ia realidad, Ia norma se- feeciona una parte que valora negativamente conminéndola con una pena. Es, pues, la conducta humana el punto de partida de toda reaccién jurdico-penal y el objeto al que se agregan det . erminados predicados (ipicdad, antijuricidad y culpabilidad), que convierten es conducta en punible. El Derecho penal es un Derecho penal de acto YM La distincin entre Derecho penal de acto y Derecho penal de autor ne s s6lo una cuestién sistemdtica sino también, y fundamentalmente, politica € ideol6gica, S6lo el Derecho penal basado en el acto © metido puede ser contro Jado y limitado demoeraticamente. El Derecho penal de autor se basaen de? ‘minadas cualidades de 1a persona de las que ést2. [8 fade hs veces. 106 responsable en absoluto y que, en todo se o formulate 10 de autor. Con tod bn pueden PEC oi toda nitidez en los tipos penaes. F ejemplo, es my Facil descr pos penales, ANP micido ode un Rue ae penal los actos constitutivos de un hon oe” imposible determinar con la misma Precis las cuaidades Ter un eladrén», Por eso el Derecho penal de autor permite limitar Punitive del Estado y favorece una concepeisn totalita? del mismo. De la . dedyec oneePeiOn del Derecho penal como samient= sat gue nunea pueden constituir delito el pensartiurcan tit a resolucin de Gelinguir,entanto m0 1° (cfr. infra capitulo XXVD- 210 ueden constituir un delito los hechos producidos Pora Tampoco pes puramente causes, como 1% fensmien dean i Tos sucesos “is ,esultados kina. males tos sees Puedan produit resultados lesivo (i mene acaba. BS tuna cosecha), Los actos de | te ccidn de 8 per rsona o la destruccion pcos ope Si una pel ociedades mercantiles, ete.) s6lo pueden a -as (asociaciones, mercantiles, etc. ie rincipio, constitutivos de un delito en la medida en que sean atribui ae fisicas individualmente consideradas, aunque tambiéq bles a personas ae dass 3 puede hablarse de una responsabilidad penal de las personas juridicy, con connotaciones propias en algunos Ambitos de la criminalidad, coms el econémico-empresarial ¥ el del medio ambiente (véase infra al final de este capitulo). 2. FORMAS DE COMPORTAMIENTO HUMANO PENALMENTE RELEVANTES La conducta humana, base de toda reacci6n juridico-penal, se ma- nifiesta en el mundo externo tanto en actos positivos como en omisio- nes. Ambas formas de comportamiento son relevantes para el Derecho penal, de ahi la distincién que el art. 10 del Cédigo penal recoge entre acciones y omisiones. Sobre ambas realidades se construye el concepto de delito con la adicién de los elementos fundamentales que lo carac- terizan. Por eso, antes de estudiar estos elementos conviene analizar Previamente por separado el concepto de accién y de om cién y la omisin cumplen, por tanto, la funcién de elementos de la Teoria del Delito, aunque sélo en la medida en que coincidan co" la conducta descrita en el tipo de la correspondiente figura delictiva a bear a No hay una accién abstracta, prejuri lla acciéa Que e ae sino que sélo puede calificarse como tal pa del Cédigo penal, El la con la descrita en los respectivos artic cia juridico-penal en ee humano solo adquiere ae tipo delctvo (véase inf lida en que coincida con el correspon" | ‘a capitulo XV). Pero también hay que tene"* cuenta: " caso, omisionae tle que puede ser considerado como accién 0.2"! pues, el objeto de una he to de tipificacién. El concepto de on Posteriomnente es a aei6n, no la valoracién misma ave Temes, también en la deer cM eBOHIAS del dito, aunque, Om hay que recurtir a valorang ton & los conceptos de acci6n Y oni ‘al (chr. infra 3), faciones que le dan sentido o significad® © over au poctrinalmente, algunas veces se eny se emplea el t sninat, avin pune eluyend tambien en ta sony se que una Forma imprecisa de lenguaje ars revsamente se emplea términes como shech fee qe incluyen tanto a a avcin en sentido esti Sprello 38 equiparenainbos cancepos, qe sigien . Gas y con distinto significado, ‘Sendo realidades dis. La accidn positiva o accidn en sentido estricto es laf aniento hurmano miss importante en Dereeho penal, sinviende ane Je referencia ala omisisn, asf que emperamos por ella shinsmo tempo, (accion M. Peto Esta no es 4 LAACCION ENSENTIDO ESTRICTO: EL CONCEPTO SIGNIFICATIVO DE ACCION Se Hama accién a todo comportamiento dependiente de la voluntad 10 el acto voluntario puede ser penalmente relevante y la Lica siempre una finalidad, No se concibe un acto de la vriuntad que no vaya dirigido a un fin u objetivo determinado, El con- tenido de la voluntad es siempre algo que se quiere aleanzar, es decir, un fin, De ahi que la accién humana regida por la voluntad sea siempre una accién final, una accion dirigida a la consecucién de un fi La direccién final de la acci6n se realiza en dos fases: una interna y otra externa. a) En la fase interna, que sucede autor, éste se propone anticipadame! ejemplo realizar un viaje. Para llevar a cabo este dios necesarios (viajar en coche, tren, avién). Esta selec! pl hacerse a partir del fin. Es decir, s6lo ‘cuando el autor esti seguro’ de qué es lo que quiere puede plantearse el problema de cémo lo quiere. ES esta fase interna tiene también que considerar los efectos concomitan- tes que van unidos a los medios elegidos y 218 consecucién dF 1 se propone (si, por ejemplo, elige el coche como medio de es largo, sabe que tiene que parar para dormir, cuenta com ¢tc.). La consideracion de estos efectos concomitantes Pu ¢l autor vuelva a plantearse la realizacion del fin y ' chace algu! los los medios seleccionados para ello. Pero una V°? yes mbién SOs efectos com humana. Sél voluntad imp! en la esfera del pensamiento del ealizacién de un fin, por fin selecciona los me- én sélo puede nte la re 4 oo 0 probable produccién, ta! ‘i necen a la accii . Jos medios om eleccionades Is | aor comitamtess 7 comma archi, CO” = Fase externa, Una vez propuesto elit Su realizacién y ponderados los efectos ¢ cede a su realizacién en el mun 212 plan, el proceso causal dominado por la finatidag sm forme aun +. ‘0 alcanzar la met propuesta. La valoracién penal pued una vez que ésta a 1 fin principal sea irrelevante desde ¢| an los efectos concomitar Dug Je recaer sobre cualquiera de estos se ha realizado en el mundo co, lem de la accion, Punto Puede suceder que el cae vista penal doe ie realizarlo. Asi por eiemplo, cuandoay medios seleccionados P: l “ itida pued Cl auto, duce un coche a mis velocidad de la permitida puede pretender," finalidad absolutamente licita (llegar a tiempo al lugar de trabajo), per, los medios empleados para ello (conducir imprudentemente UN coche, 9 los efectos concomitantes (la muerte de un peatén atropellado) so, desvalorados por la ley penal. Por tanto, cuando se dice que la accién final es la base del Derecty penal no se quiere decir que slo sea el fin de esa accion Jo que interes, al Derecho penal, pues éste puede estar igualmente interesado en os medios elegidos para conseguir el fin 0 en los efectos concomitantes a la realizacién de ese fin. Por eso los tipos legales son, en definitiva, ks, que deciden qué partes 0 aspectos de la accién son 0 pueden ser penal mente relevantes. El concepto de accién que se acaba de exponer coincide en sus lineas generales con el de la teoria final de la accién, formulada por el alemin Hans We1zet a principios de los afios 30 del siglo XX y sobre la que construyé en afios posteriores todo un sistema de la Teoria General del Delito. Este es también el concepto de accién que se adopta aqui com punto de partida. Pero, como seguidamente se expondrd, este concep requiere de algunas matizaciones. Efectivamente, cuando el legislador describe una conducta en el tie penal (por ejemplo: «el que mata a otro») no describe un simple oe causal (también un rayo puede causar la muerte de una person’. te un proceso causal en la medida en que se deriva de la realizacion x accion final humana, Por ello también la finalidad, los medios a Hos para su realizacién y los efectos concomitantes deben Sf “oo! én cuenta ya en el primer estadio de la Teoria del Delito. en 10° ¢ engagements Ss su primera valoracién, en la tipi s de la accig, y valorando otros datos que caracterizan pall & ate ton en el caso concreto o que determinan Ja culpi 0p yo! ti Rie a partir de la accién final que sirve de a or que el | eeislader reaccién juridico-penal. Lo que rea iti hace pensando ae describe o tipifica las accione® ty yal en laaccién, no como un simple proceso © » . 213 rio, Sino Como un proceso cai it iri ie eiarantea tusal regido por la voluntad dirigida a un fin s 'e, 0 lo sean los medios elegidos izaci los efectos con legidos para su realizacién, 0 lo comitantes). De ello se de in ee ee se derivan importantes consecuen- i con ns ¥ Practicas que serén expuestas en su lugar. Por ahora as jue sin it final es ena sin recurir a la finalidad, al contenido de la volun- ; se pl stinguir, en efecto, la accién humana de matar a otro de la muerte producida por un rayo. Pero también para distinguir las eee umanas unas de otras hay que recurrir a la finalidad con la que éstas se realizan: un disparo puede ser una tentativa de homicidio o un simple acto de caza; una insolvencia puede ser producto de la ruina econdmica del deudor a consecuencia de un incendio, o de una maniobra fraudulenta de éste que oculta su patrimonio a la acci6n de los acreedores. Sélo la finalidad de su autor puede dar sentido a estos pro- cesos puramente causales. Igualmente hay que recurrir desde el primer momento, es decir, para tipificar la accién, a determinados elementos subjetivos que exige la ley en delitos tales como el hurto (intencién de apropiarse de la cosa) o el asesinato (ensafiamiento: intencién de provo- Pi car dolor a la persona a la que luego se quiere matar). El concepto significativo de accion Lo expuesto anteriormente no quiere decir, sin embargo, que el sis- tema de la Teoria de! Delito vaya ya prejuzgado por un concepto de accién prejuridico, ni que éste pueda ser establecido sin recurrir a nin- tin tipo de valoraciones. Como seguidamente vamos a ver, el concepto de accién no puede ser slo un concepto ontolégico, sino que depende también de valoracion: | _ ‘Asi, por ejemplo, si alguien conduce a més velocidad de la permiti- da y, al entrar en una curva peligrosa, pierde el control del vehiculo al tratar de espantar con la mano un insecto que le ha picado en la cara, lo que importa es la accién de conducir como un todo y no el acto con- creto involuntario, puramente instintivo o reflejo, ya que éste no es mas que una parte de la acci6n que como un todo interesa al Derecho penal (véase infra epigrafe 4). Lo mismo sucede con las acciones que se realizan de un modo in- consciente y rutinario, producto de un aprendizaje voluntario que, tras repetirse muchas veces, se Hevan a cabo automiticamente. Asi, por ejemplo, apretar el embrague y acelerar al arrancar el coche, cambiar de marcha frenar son acciones que se realizan cientos de veces por cualquier conductor experimentado, sin que ello suponga una accién

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