0 оценок0% нашли этот документ полезным (0 голосов)
576 просмотров3 страницы
El documento resume el ensayo "Todos Santos, Día de muertos" de Octavio Paz. Paz describe cómo el mexicano usa las fiestas para sobrepasar su sentimiento de soledad. Ve las fiestas como una exhibición de abundancia que permite violar las reglas y comunicarse con lo divino. También contrasta las concepciones indígena y católica de la muerte, y sugiere que para el mexicano moderno la muerte carece de significado y es enfrentada con humor e indiferencia derivada de su propia indiferencia
El documento resume el ensayo "Todos Santos, Día de muertos" de Octavio Paz. Paz describe cómo el mexicano usa las fiestas para sobrepasar su sentimiento de soledad. Ve las fiestas como una exhibición de abundancia que permite violar las reglas y comunicarse con lo divino. También contrasta las concepciones indígena y católica de la muerte, y sugiere que para el mexicano moderno la muerte carece de significado y es enfrentada con humor e indiferencia derivada de su propia indiferencia
El documento resume el ensayo "Todos Santos, Día de muertos" de Octavio Paz. Paz describe cómo el mexicano usa las fiestas para sobrepasar su sentimiento de soledad. Ve las fiestas como una exhibición de abundancia que permite violar las reglas y comunicarse con lo divino. También contrasta las concepciones indígena y católica de la muerte, y sugiere que para el mexicano moderno la muerte carece de significado y es enfrentada con humor e indiferencia derivada de su propia indiferencia
Todos Santos, Da de muertos es el tercer ensayo del libro El Laberinto de la
Soledad, escrito por el Premio Nobel mexicano Octavio Paz y cuya primera publicacin la realiz la editorial Cuadernos Americanos, en 1950. En l, Paz trata el crculo de la soledad de los mexicanos que se hace evidente en el abuso de las fiestas y reuniones pblicas. Paz presenta al mexicano, adems de solitario como ya estaba descrito en captulos anteriores, como amante de las fiestas y las reuniones pblicas. Seala nuestro calendario completamente poblado de fiestas y nos atribuye la costumbre de considerarlo todo ocasin para festejar, desde los feriados de la Iglesia y la Repblica, a las fiestas anuales de los barrios y los gremios, los cumpleaos y dems festividades populares que, en cantidad, segn Paz, miden nuestra pobreza. Paz infiere que los pases ricos tienen pocas fiestas, argumentando que las masas modernas son aglomeraciones de solitarios que no tienen tiempo ni humor para ellas. Afirma tambin, que las fiestas son el nico lujo que poseemos, esa eventualidad que da oportunidad a revelarse y dialogar con la divinidad, la patria, los amigos o los parientes; tiempo para emborracharse, hacer confidencias o llorar penas. En el texto, el autor sugiere la idea de que el mexicano no hace estas fiestas con el fin de divertirse, sino que pretende sobrepasarse y saltarse el muro de soledad que cotidianamente lo rodea. Toma al derroche del festejo como una exhibicin de abundancia y poder, le otorga la funcin de desperdiciar para atraer abundancia, como un tipo de inversin, para adquirir potencia, vida y salud en un da de excepcin a las reglas: cuando la lgica se convierte en una que difiere de la que nos rige todos los das, el tiempo es otro tiempo, el espacio es de fiesta y todo pasa como si no fuera cierto. Se aligera la carga de tiempo y razn en un estado en el cual todo se permite, violando reglamentos, hbitos y costumbres. Paz sentencia a la Fiesta a ser un exceso, un desperdicio ritual de los bienes que penosamente son acumulados a lo largo del ao; le da la intencin de abrir al mexicano, hacer que participe y est en comunin con sus semejantes y con los valores que dan sentido a su existencia religiosa o poltica. Considera que,
aparentemente, sin ellas no sobreviviramos, suponiendo que en la vida diaria
nos ocultramos y en el remolino de la Fiesta nos disparramos. Describe nuestros festejos como violentos, de aquella manera en la que nos cerrara vas de comunicacin con el mundo, rompiendo lo antiguo o lo establecido: afirma que cuando algo nos asfixia o cohbe, cuando algo nos impide ser, recurrimos a la Fiesta. De aqu, Paz procede a tratar el tema de la muerte. Explica a la muerte como un espejo que refleja la misma vida con la frase cada quien tiene la muerte que se busca, la muerte que se hace. Cree que si una muerte carece de sentido, la vida tampoco lo tuvo, y si no se muere como se vivi, es porque realmente no le perteneci la vida que vivi. Paz resalta las diferencias entre la concepcin de la muerte de nuestros antepasados indgenas y nuestra concepcin actual. Seala cmo ellos crean que ni su vida ni su muerte les perteneca o tena algn propsito personal, que todo se encontraba trazado por anticipado, que la religin y el destino regan su vida y que nica y exclusivamente los dioses eran libres. El catolicismo, en cambio, lleg a modificar la cosmovisin de los indgenas para hacerles creer que la libertad era cosa de humanos. De cualquier manera, ambas actitudes, indica Paz, se orientan a la perspectiva de una muerte que es, en cierta forma, una nueva vida, referenciada a realidades invisibles. De acuerdo con Paz, la muerte para el mexicano moderno carece de significado. Tienta que quiz con su actitud demuestra tanto miedo como los dems, pero difiere al enfrentarla con humor y casi indiferencia, misma que extrae de su indiferencia ante la vida. Paz nos acusa de pocas veces abandonar la idea de morir y matar, pero al mismo tiempo de pensar qu es la muerte? y de respondernos qu me importa la muerte, si no me importa la vida? pues en la muerte hallamos el mismo significado liberador que la Fiesta, y aunque todos nuestros gestos tiendan a ocultar las llagas de nuestra soledad, el mexicano no trasciende de ella, y as oscilamos entre la fiesta y el velorio, cerrndonos al mundo.
Valeria Lastra Filosofa I Viernes 6 de mayo, 2011.