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La elaboración de esta matriz de indicadores sobre formación en convivencia democrática y cultura de paz se vincula a un esfuerzo anterior de la UNESCO para evaluar las cinco dimensiones de calidad de la educación: pertinencia, relevancia, equidad, eficacia y eficiencia, las que se presentan en el informe “Situación de la Educación en América Latina y el Caribe: garantizando educación de calidad para todos".
La elaboración de esta matriz de indicadores sobre formación en convivencia democrática y cultura de paz se vincula a un esfuerzo anterior de la UNESCO para evaluar las cinco dimensiones de calidad de la educación: pertinencia, relevancia, equidad, eficacia y eficiencia, las que se presentan en el informe “Situación de la Educación en América Latina y el Caribe: garantizando educación de calidad para todos".
La elaboración de esta matriz de indicadores sobre formación en convivencia democrática y cultura de paz se vincula a un esfuerzo anterior de la UNESCO para evaluar las cinco dimensiones de calidad de la educación: pertinencia, relevancia, equidad, eficacia y eficiencia, las que se presentan en el informe “Situación de la Educación en América Latina y el Caribe: garantizando educación de calidad para todos".
La elaboracin de esta matriz de indicadores sobre formacin en convivencia democrtica y
cultura de paz se vincula a un esfuerzo anterior de la UNESCO para evaluar las cinco dimensiones de calidad de la educacin: pertinencia, relevancia, equidad, ecacia y eciencia, las que se presentan en el informe Situacin de la Educacin en Amrica Latina y el Caribe: garantizando educacin de calidad para todos(4) Dicho informe fue publicado por el Sistema Regional de Indicadores Educativos (UNESCO, 2007b), con una propuesta metodolgica para evaluar el grado en que los pases haban avanzado en el logro de una educacin de calidad para todos, es decir, en qu medida los sistemas educativos han asegurado el derecho a una educacin de calidad. La construccin de esta nueva visin sobre la calidad de la educacin, ha intentado traspasar el ltro nico sobre la ecacia y eciencia con que tradicionalmente haba sido evaluado el cumplimiento de los objetivos por parte de los sistemas educativos, y prestar atencin a las perspectivas axiolgicas desde las que se plantean estos objetivos, con sus correspondientes correlatos en los sentidos que se atribuyen a la prctica educativa. (UNESCO,2007b:27). De este modo, el nuevo marco de anlisis de calidad de la educacin entronca con el anlisis de las condiciones particulares de las personas, su pertinencia, y con los desafos de desarrollo que deben afrontar, su relevancia; y tiene, a su vez, una relacin no incidental, sino sustantiva con la forma cmo las personas operacionalizan algunos objetivos en la poltica educativa, su ecacia, y consagra principios de operacin propios de la sociedad contempornea, que incluyen la eciencia en el uso de recursos pblicos. Asimismo, se vincula a una nocin contempornea del universo de los derechos civiles, polticos y sociales que ataen a la vida de los ciudadanos, su equidad. En un esfuerzo por alcanzar este objetivo de seguimiento del progreso educativo en la regin se desarroll un trabajo en torno a dos dimensiones de la calidad: pertinencia y relevancia. Estas dimensiones fueron el punto de partida en la elaboracin de esta matriz dada su alta relacin con el concepto de convivencia y cultura de paz. Sin embargo, dado que los indicadores desarrollados provienen de un plano de observacin referido al aula y a la escuela, los indicadores derivarn seguramente en informacin que tambin alimente el anlisis de las otras dimensiones, a saber: equidad, ecacia y eciencia. Necesidades y demandas a la educacin en la poca actual La necesidad de construir una cultura democrtica en la escuela y la gestin del aprendizaje en torno a valores de paz y fraternidad, obedece a mltiples necesidades y demandas dirigidas a la educacin en el siglo que vivimos, lo que nos obliga a pensar de manera amplia en el tema. Por un lado se presentan necesidades propiamente educativas, como la de adaptar los procedimientos de enseanza y aprendizaje a los actuales cambios sociales; ir develando incongruencias en el currculum oculto, explicitando normas escolares consistentes con posturas democrticas; distribuir el poder en la organizacin educativa, extendiendo dicha distribucin tambin a la disciplina; romper la conspiracin del silencio sobre la violencia escolar; promover nuevos esquemas de colaboracin entre la escuela, la familia y el resto de la sociedad y poner a disposicin del profesorado los medios que permitan lograr las condiciones anteriores (Daz Aguado,2002). Por el otro, se presentan demandas sociales crecientes a la escuela como: luchar contra la exclusin y marginacin de grupos vulnerables; superar las representaciones contrarias a los
valores democrticos: el sexismo, el racismo, la xenofobia, a travs del respeto a los
derechos humanos; prevenir, no reproducir y disminuir los altos niveles de violencia social, tanto de violencia reactiva como de violencia instrumental desde ambientes protegidos y normalizados de resolucin de conictos (Daz-Aguado,2002). En conclusin, uno de los cuatro desafos que se plantean a la educacin es el de contribuir a una mayor cohesin social y a la prevencin de la corrupcin y la violencia. La educacin para la paz y la democracia debiera ayudar en el futuro a tener un sustrato humano ms favorable para reducir y sancionar la corrupcin, exigir los derechos sociales y culturales, fortalecer la participacin social y consolidar una cultura de la igualdad, elemento bsico para alcanzar sociedades ms solidarias. En denitiva estos desafos se pueden resumir en cmo incorporar en las polticas educativas un enfoque de la educacin como derecho humano que posibilite el ejercicio de los dems derechos humanos (ONU, 1948), ample las capacidades de las personas para el ejercicio de su libertad y consolide comunidades pluralistas basadas en la justicia.