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Patata caliente
El ATC vendrá a resolver un problema que los diferentes gobiernos han ido
postergando pese a estar calculado con precisión matemática desde finales de
los 80, cuando se pusieron en marcha las últimas plantas nucleares españolas.
En la actualidad, los residuos de alta actividad se conservan en piscinas de
agua pesada dentro de las propias centrales, que llegarán a su punto de
saturación entre 2013 y 2020.
Algunas plantas, como la de Trillo, ya han llenado sus tanques, por lo que
tienen su propio «mini ATC» o almacén en seco dentro de sus instalaciones.
Distinto es el caso del reactor I de la central de Vandellós, que sufrió un
incendio en 1989 que obligó a su cierre y a enviar los residuos a Francia. El
acuerdo firmado con el país galo implica la devolución en 2011. En caso
contrario, el Estado afrontará una cuota diaria de unos 60.000 euros, ejemplo
de lo cara que resulta la gestión del uranio usado.
El VI Plan General de Residuos Radiactivos –que implica la construcción del
ATC por 600 millones de euros y el desmantelamiento de las centrales que se
vayan cerrando– calcula una inversión entre 1985 y 2070 de 13.000 millones.
En 2007 ya se había consumado un cuarto del gasto y elevado la estimación a
15.000 millones.
La producción española de residuos de alta radiactividad, los que irán al ATC,
es de 160 toneladas al año. Cada recarga supone 25 toneladas, que duran
entre 3 y 4 años. El ATC albergará las 6.700 que se estima habrán producido
las centrales al final de su vida operativa estimada (40 años), que no coincide
con la real, ya que se suelen conceder prórrogas.
http://www.larazon.es/noticia/3357-almacen-nuclear-no-cementerio
En primer lugar, nadie puede decir qué ocurrirá después de los 60 años que, en
teoría, debe funcionar el ATC. Si no hay determinada una solución definitiva
para la gestión de tales sustancias en ese momento ¿dónde se llevarán los
residuos? En ese caso, lo más probable es que continúe la política de hechos
consumados y se busque una forma de ampliar la vida del ATC. En segundo
lugar, se trata de una instalación que, en sí misma es un riesgo por las
peligrosas sustancias que alberga. Además de la propia seguridad de la
instalación hay que considerar el riesgo que supone su asunción, puesto que
nos enfrentamos a nuevos peligros tras los sucesos del 11-S en EE UU o del
11-M en Madrid.
Estos riesgos, nada desdeñables, hacen que el ATC sea una hipoteca de futuro
para los municipios que se han ofrecido a albergarlo. Es claro que esta
instalación va a espantar cualquier otra actividad económica que se produzca
en el municipio y que, lejos de traer el progreso, el ATC va a significar la
condena al monocultivo económico, que generará pocos puestos de trabajo y
no distribuirá la riqueza entre los habitantes del pueblo. La actitud del Gobierno
en este tema resulta decepcionante, puesto que, en lugar de abrir el debate
sobre residuos radiactivos y energía nuclear, continua realizando estas
actividades a hurtadillas.
http://www.ecologistasenaccion.org/spip.php?article11924
Protestas en Yebra
Diversos medios sitúan el futuro cementerio
nuclear en Guadalajara
Redacción / Lunes 16 de febrero de 2009
Según Francisco Castejón, estos riesgos tienen que ver con la posibilidad de
que los contenedores que albergarán los residuos se rompan, con que el ATC
sufra un atentado y con que las chimeneas que refrigerarán el interior del
almacén se vengan abajo en caso de vendaval o fuertes tormentas.
http://www.forocastellano.org/spip.php?article212
Cementerios nucleares: no,
gracias
Raúl SAAVEDRA López (Ingeniero industrial) - Boadilla del Monte, Madrid - 27/01/2010
Por cierto, que en esa tecnología no se está trabajando, porque la fisión nuclear,
la actual, será sustituida por la fusión nuclear, que carece de inconvenientes
excepto el coste, al menos de momento.
http://www.elpais.com/articulo/opinion/Cementerios/nucleares/gracias/elpepiopi/
20100127elpepiopi_6/Tes