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Acostada
"Cap a la part del Pirineu
vora del mar i dels serrats
s´alça una plana riatllera
nés l’Empordá...”
AIGUABLAVA
Y su Parador
S uele insistirse a la hora de señalar los orígenes de la genealogía
catalana en los volúmenes de la montaña, en sus valles fértiles y
en sus ríos escurridizos como la fuente primera. Es bien cierto, además,
que de allí las gentes descendieron hacia el mar así colonizando el país en
ciclos sucesivos. Y que desde muy temprano, se decantó Cataluña en el
papel de intermediaria entre la península y Europa, como atestigua la Vía
Augusta que comunicaba Roma con la Tarraconense y la Bética. Sin
embargo, antes de entonces fueron los griegos quienes por la vía menos
obstinada del Mediterráneo desembarcaron y, con la sagacidad que les era
propia, se asentaron en la única llanura existente de todo el Principado.
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En esto que Barcelona es destruida, avasallada y otra vez recuperada. algo después, con la reconquista de Valencia y fue, así lo recoge "El
Los ánimos no terminan de calmarse hasta el siglo X, con el despegue del Romancer Català", la medalla con la que El Conquistador premió la
cristianismo oficial, entre cuyas primeras erguidas demostraciones de hazaña del caballero Merola: rescató a las esposas e hijas de los caballeros
fuerza y vocación reguladora debe incluirse la fundación del monasterio de que, sabedoras de la victoria valiente de la cristiandad, salieron a su
Ripoll, en el año 1032, al que siguen Montserrat, Sant Miguel de Cuixá y encuentro para celebrarlo, con la mala suerte de ser apresadas por los
Sant Pere de Rodes, en el Alt Empordá. infieles, liberándolas, pues, Merola "de la esclavitud, de la humillación y
hasta de la muerte".
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En Cataluña, la Generalitat sigue al cargo del gobierno del Principado Aunque Cataluña se ha declarado independiente de España el 8 de
hasta finales del siglo XVI. Pero el gobierno español, absolutista, siembra Marzo de 1873, con vistas a un modelo federal. En 1914 se forma la
un descontento en el Principado que al cabo de medio siglo desemboca en Mancomunidad de Cataluña, con la firme intención de promover su lengua
guerra, conocida como la "Revolta dels Segadors", en la que el pueblo y su sensibilidad cultural; la dictadura española de Primo de Rivera vuelve
catalán recibe el apoyo de las tropas francesas. Será la última vez. a colocarla bajo su dominio. A lo que sigue, tras, el breve reconocimiento
Inmediatamente, Cerdaña y Rosellón pasan a formar parte irreversible de durante la República de la Generalitat de Cataluña, la dictadura
Francia, consecuencia de un pacto entre los dos grandes Estados franquista mantiene su estricto sometimiento hasta el surgimiento de la
fronterizos. democracia en el año 1975. A partir de ese momento, Cataluña adquiere el
reconocimiento de su cultura y sigue luchando y ganando terreno en la
Lentamente, –el golpe de la pérdida del territorio, sentido como una adjudicación de su autodeterminación.
usurpación, ha sido muy duro– Cataluña va poniéndose en marcha, en
solitario. Pequeñas industrias se abren camino, renuevan las bases
económicas. Una vez más, la participación de la llanura del campo del
Pequeño Empordá: Tierra
Empordá es decisiva. La viña reemplaza al trigo. Es en este momento en Trabajada
que el comercio del trigo se sacrifica en pro de la producción y exportación
de grandes remesas de vino y aguardiente a Holanda, Inglaterra y
y Mar Agradecido
Alemania, cuando se asientan las bases del futuro mercado catalán.
Políticamente, el país catalán tiene que esperar hasta 1705 para proclamar jena a demarcaciones políticas, a lenguas y a las culturas
al archiduque Carlos de Austria nuevo rey de Cataluña, aspirante a la A imperantes, el territorio natural que viene a conocer el huésped
corona española que ostentaba Felipe V. La guerra que enfrenta las dos del Parador de Aiguablava, comprende las comarcas vecinas de
monarquías, conocida como la Guerra de Sucesión, termina con el La Selva, el Baix y el Alt Empordá y el litoral francés del Rosellón, hasta
reconocimiento de Felipe V, que en este caso gozaba del apoyo francés, y las playas de Racó. Se trata de una geografía muy inspirada, variable,
la derrota de la alianza austro-holandesa por la que había tomado partido abrupta pero con recesos de una dulzura que desarma. Su historia
Cataluña, cuya guerra continúo, finalmente, una vez más, sin otro aliado turística es muy reciente, en parte impulsada por la feliz idea de un
que su vocación de independencia. Barcelona, último bastión de la nombre afortunado, si es que queremos dar fe al poder instigador de la
contienda logra rechazar el ataque pese a su inferioridad numérica. La palabra. Debemos el nombre universal del territorio a don Ferrán Agulló,
derrota, no obstante, es inevitable. En septiembre de 1714, el duque de periodista, que a los postres de un soberbio festín en Fornells, se refirió al
Berwick toma la ciudad. La "Nueva Planta" de la absolutista monarquía litoral objeto de la cuestión como "La Costa Brava".
española, en vigor dos años más tarde, es abolida la Generalitat, las Cortes La Costa Brava del Baix Empordá tiene sus peculiaridades, que, sin
y los consejos que otorgaban soberanía a Cataluña. Sin existencia efectiva demérito de otros tramos de este mismo litoral, lo señalan como muy
ni jurídica ni política ni moral, el territorio catalán es objeto, a relevante. Comprende las playas, calas, cabos y caletas que vienen desde
continuación, del asalto cultural que impone el castellano en los ámbitos Sant Feliu de Guíxols hasta el cabo Salinas por abajo, de Platja d´Aro a
municipales y jurídicos. Palamós; es la costa un dibujo suave, ligadas las rocas a los pinos, a las
arenas y las arenas a las poblaciones. El ascenso hasta Calella, uno de los
pueblos pescadores mejor conservados de la península, es un festival
botánico a su paso por La Fosca, Castell y el Cap de Planes. Pero el
mayor prestigio de toda la costa ha sido justamente adjudicado al
emplazamiento que acoge al viajero en este instante: las calas de
Aiguablava y Fornells, en el arco litoral de Begur, en razón del
desbordante asalto natural que las rodea, rebosante de almendros, de
algarrobos, de olivos...
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Rige en el aforo limitado y discontinuo de la Costa Brava un espíritu Uno se pasaría en Pals más tiempo pero ha de continuarse, ha de
íntimo, libre, degustable incluso en días destemplados, cuando sopla norte marcharse en la dirección abierta por este primer trago sustancioso; por
y las cosas se desnudan. De este mar al que es difícil y hasta sacrílego cierto, que antes de dejar definitivamente Pals es indispensable visitar su
volverle la espalda invitamos al viajero a separarse; sí, pero no de repente; Museo de Arqueología, donde, además de las verdades ocultas por las
no sin habernos embebido. Remando en círculo por las comarcas algas, hay una muy explicativa exposición de vinos y cavas, en sus
principales de la tierra payesa para desembocar en la costa luego de haber distintas clases y elaboraciones, de este país catalán.
apreciado los vinos donde se viñan y al payés en su masía.
Desde Pals hasta La Bisbal. ¿Qué tal si avanzamos en dirección norte
La ruta nos empuja desde Aiguablava a Pals y de ahí, por carreteras a hacia Torroella para girar a la izquierda en el primer desvío? Otro tanto
La Bisbal d’Empordá, para bajar hacia Sant Feliu de Guíxols y puede realizarse partiendo de Pals en dirección contraria pero
retornar costeando al Parador previa visita de Palafrugell. Doblando el emprendiendo la ruta de este modo sugerido, además de reservar un
cabo de Begur se halla Pals. Si el viajero tuviera ocasión, debiera alquilar mayor misterio al periplo en su desembocadura en Palafrugell, admite un
una embarcación, o tomar prestados servicios de un lugareño, para ver por inciso en Torroella, para todo el que prefiera ver más o acercarse hacia
la borda la costa. Hay quien lo hace en globo, pero esclarece menos y Figueres.
asusta más.
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No son una ni dos las bodegas que aquí tienen su imperio, hemos de haciendo acopio de sus testimonios y de las rutas en los folletos que se
contarlas por decenas, la mayoría de ellas visitables, aunque conviene suministran, el viajero hallará las claves de la sensibilidad del pueblo,
comprobar los horarios. El interés de muchas de ellas es también multiplicando el gozo del tránsito del extraño por esta tierra.
arquitectónico. Hay abundante información para orientar al recién llegado
en la organización de la visita. Para cuando el viajero haya acometido el
recorrido por las alquimias del especial vino, ya habrá caído en la cuenta
de un puñado de edificios interesantes, de casas nobles, de dotadas
construcciones modernistas, obra de Puig y Cadafalch, de torres, casonas y
hospitales decimonónicos y, claro está, de sillares románicos sobre los que
se levanta la iglesia de Sant Benet.
Aflojemos el ritmo, hagamos un interludio entre cimas: monumental e Si el viajero se da una vuelta por Bergur, Pals y los alrededores, advertirá
industrial. Reparemos en el suelo que pisamos. Aquí pervive el labrador enseguida la posición que ocupa la alta cocina, la nueva vanguardia que sin
todavía, el hombre de su tierra. Conocer al payés es quizá la satisfacción necesidad de deconstruir los platos innova, colorea, sutiliza y mezcla. El
mayor y el colofón del recorrido de estos parajes. Calonge, pueblo liderazgo de esta élite de la cocina profesional, emplazada a menudo a
riquísimo en su modestia, arriscado y amigo, es idóneo al propósito. edificios históricos, se alza, ni más ni menos que un par de vueltas de tuerca
Cualquier tasca un poco buscada tiene entre sus botellas el vino cosechado sobre la base de la cocina tradicional, basada en los elementos (porque así lo
en el mismo pueblo, y entre su clientela, a los hombres y mujeres del demanda el siglo XXI).
campo.
No hay comensal que se precie que a su paso por estas comarcas deje
Luego de este encuentro íntimo y humano, otra vez embravecidos por el de probar alguno de sus peces de roca que aquí son muy numerosos,
son mediterráneo, pasamos Palamós arribando en Palafrugell. La variados y exquisitos. La Barda, la Dorada, la Oblada, el Sargo, la
importancia de la población, sin menoscabo de su desdoblada barriada Salapa son algunos de ellos con el común denominador de su gusto
costera de Calella, sus museos, su teatro y su plaza, su festival de jazz, su roquero. Ello se debe, como cabe suponer, a su alimentación en los
jardín botánico, su playa diáfana y su cocina, procede, no obstante, de arrecifes y en los escollos de superficie.
haber visto nacer, crecer y envejecer entre sus enseres, a Josep Pla, máximo
pensador de esta tierra y su insuperable poeta. Pla es una de las antorchas
mediterráneas más grandes que nunca hayan lucido y en esta su ciudad
natal el perfume de su recuerdo está terriblemente vivo. La fundación que
lleva su nombre es mucho más que la casa museo de un escritor: allí,
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El agua pura y bravía es lo que imprime el sabor a las carnes y
texturas de estos pescados. Cuando esos mismos peces o sus parientes
cercanos, optaban por la alimentación en el bajo fango, el sabor de su
cuerpo ha perdido su furia; es otro, la carne se siente deshecha,
"hormiguera" pasando a ser bocado de segunda o tercera categoría.
Los Vinos, son tantos que escapan sus aromas y bouquet a estas líneas
aquí apalabradas. Tintos, blancos, rosados, cavas, secos, El viajero lo ha
comprobado; lo ha saboreado en las bodegas y lo ha comprendido en los
museos. De manera que no lo fatigaremos. Aún así, ya que estamos,
mencionar con entusiasmo el Vinillo de l´Escala por su ligereza alegre,
tanto el blanco como el rosado de las uvas "Macabeu" y el rosa de
"Carinyanes".
LA RECETA SECRETA
“LUBINA DE TEMPORADA”
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