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INDIGNACIN:
cartas pedaggicas en un mundo revuelto
por
Paulo Freire
Artculo:
Denuncia, anuncio, profeca, utopa, sueo
Siglo veintiuno editores, argentina
Guatemala 4824 c1425BUP, Buenos Aires, Repblica Argentina
Freire, Paulo
Pedagogia da Indignao, 1 ed.
Buenos Aires: Siglo XXI Editores Argentina, 2012.
176 p.; 14 x21 cm.- (Educacin)
Traduccin: Ana Laura Granero
Diseo de cubierta: Peter Tjebbes
Ilustracin de cubierta e interiores: Mariana Nemitz
ISBN 978-987-629-228-3
Impreso en Elas Porter Talleres Grficos,
Plaza 12024, Buenos Aires,
Alfabetizacin y miseria
Hace poco, una maana como slo los trpicos conocen, entre
lluviosa y soleada, en Olinda, regin del nordeste brasileo, tuve
una conversacin, dira que ejemplar, con un joven educador
popular que, a cada instante, a cada reflexin, revelaba la
coherencia con la que vive su vocacin democrtica y popular.
Danilson Pinto y yo caminbamos con el alma abierta al mundo,
curiosos, receptivos, por las calles de una favela donde pronto se
aprende que slo a fuerza de mucha obstinacin se consigue tejer
la vida con su casi ausencia o su negacin: con privaciones, con
amenazas, con desesperacin, con ofensas y con dolor. Mientras
andbamos por las calles de aquel mundo maltratado y ofendido,
iba acordndome de las experiencias de mi juventud en otras
favelas de Olinda o de Recife, de mis dilogos con faveladas y
favelados de alma despedazada. Cuando tropezbamos con el
dolor humano, nos preguntbamos sobre una infinidad de
problemas. Qu hacer como educadores cuando trabajamos en
un contexto de esas caractersticas? Hay, en realidad, algo que
hacer? Cmo hacer? Qu hacer? Qu precisamos saber nosotros,
los llamados educadores, para llevar adelante incluso nuestros
primeros encuentros con mujeres, hombres y nios cuya
humanidad est siendo negada y traicionada, cuya existencia est
siendo oprimida? Nos detuvimos en medio de un puentecito
angosto que conduce a una parte menos maltratada del barrio
popular.
Mirbamos desde arriba un brazo del ro
contaminado, sin vida, cuyo barro y no el agua empapa las
casas precarias casi sumergidas en l. Ms all de las casas
me dice Danilson hay algo peor: un gran terreno donde se
arroja la basura pblica.
Los que habitan esta rea
Bibliografa