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Joss Reweltas, Mabral de cucies, Cie, México, 590, obras cempletas L 10 Cama 15 Relate autcbiagrafica A pets Manan Cavite ya doctor Mans Qian Me pregunto por Lote; en qué panto dol mundo esteré, su osenra negativa a volverme a querer, la lima ver ce aio y medio, calealo—, ¥ que volvta mat dem sea 2 inabordables las sombras con que rodeabs tna parte de sa vida desde cierto tempo hasta enforces (ex ol periods anterior de nuesras relaciones me core 416. que te habia iniciado en el homosexualismo eon tuna de las muchachs peinsdores de un salén de be Meza que tuvo) y luego la forms triste y deshabiteds fen que acepté esa negativa, como tin viajero que ce queda solo en una estacin de fecrecsrril vaca por campleto. Han dejado desemnear mi cuerpo dos dias, tin dolor, sin exploracores. Lo dltimo ka sido alge que te llama peritoncomia; una veatanita que el cit jino abre arriba del ombligo y por donde introduce Algo como resplandecientey siouose anguila de siquel fem la que averigua cimo van las cosas abt dentro, Uno sienie of tacto ciego de ca inteligencia metdlies que invade la noche subeutinea, su ensangrentado it ¥ venir en derrefor de las maces anatimiens, olfstein dolas, miréndolas en las tinieblas con su sistema 27 Braille, haste tocar el higado como a un planeta sxcu ze que'dl schnomo ya lence previsto dentro de a iedble Gana vinul. La sorplets Bo nigel pts tm interior, reflesione, mide, sc desing, ronda cau tdowa en tornp 4 au anlclads manzane del Paraio, son Ta tensa precisén de uh agente seereto, mas de pronto frranea en vivo el pequefo peda, una muestra gue se tesa pre os sn de ert, Lao as Filo que parece de jlo, con la misma purezs ino tanto y aoalégiea del doble alarido que habrén lan ede Adin y Eva al moder el fruto del bol de le Goncia. Me doy events que es im perro dentro de mis talrafae, ls mordida den perro sbsricio © ingpina wcrte enero, —Ye vamos a trminar, yo vamos 8 Jedi —tata‘de calnmeme cl cindjano. —No i Davia pore Inga ialgiice omen contts dolor — Ve pide, Late puede eaar en Nera York, en Toklo o Simplemente en Fayetteville, North Caroling, Ia base multar ala que ain es posible que se encuentre ads tito Esa, ou marido, que era eargerto cuando Late y ye nos eatocimes, pero que hace afo y medio ya ha Ii Megado a tesienie, segin los infornes ques 1s asda Lote mo propordonara la iltima ves que sot viene En México no cal, imposible. Me. busouie y tne eheontrara aungue fue en el fondo del inferno, feamo siempre lo ba hecho, pese « que nunca ene ml Gireceidn, tt ndmero de telefono al cual Hamarme, ni famigos comunes, pues no tenemos ninguno per cuyo inlermedio padiese obtener el menor dato de dénde cenontarme, No; en México no ext, pues de lo con fearla darta conmigo, tbe Dioe cbmc, pero daria cam ae 28 Por esos meses yo ocupaba un pequ unos amigos me cedieran en sa casa, sin eosto algumo —y con alimentos—, nede més por para camaraderia ‘Tabayabs bien, del mismo modo en que me ernbortachae bo biea. Inopinadamente se abre ls puerta y- ahi esti Late, Temblé un poco. Ya sabia yo lo ques reencuentro, el desalmado abismo que. éremos el una para el oro y donde nos hundiamos sin misericord hasta los cabellos, natriéndonos, como a dentalladas, dle nacstro propio rédigo sin tcgue, patoligicn, cuyas auces nos Wituraban centiactio a centimere hasta la més agobiadora desesperanza, sin dejarios salir. Ba- jamos 4 le calle. No entiendo de automoviles, pero Late treia tno de Nueve York del que dijo era un Galaxie, =No, ya no puedo volver a quererte —balbuces oon tuna Yor sorda— Soy por campleto otra mujer. Aque: Mo de nosotros ya no me pertensce y, conmigo, tam- ooo puede ya pertenconrte ti. Marta Espaia, la delieada eniermerita cuyo rostro tiene resgos tin finos, ha dado vuelta sla monivela de la came y abora me encuentro erguide hacia adelante, cn una inclineeién como de euarema y cinco grados, junto a la espléndide ventana de ausstro sexto piso, desde In cual se dominaa todos los rascacielos del Cen: tro Médico, y en derredor, hasta el horizonte, una gran frea de le ciudad. Los iranvias y los autobubes circu Tan encima de las azcteas, a To lejos, arriba y ab en lox mis divers « inverosimiles planoe, © brotan del cuerpo de leo edifisice para en soguida introdu- tirse en otros y resurgir mde adelante on un vuclo ab- tolutamcnic irveal, Al principio ‘un tanto. nebuloso, como en una doblé expesicién cinematogréfica, el ros. 29 tro de Lote se insinja sobre exe telin de fondo de la feometria urbana. Veo sus ojos oblicuos y erueles, tn a menudo sobrenaturalmente iaméviles, hemicidas, en particular cuando sient mis amor, destello maligno ele eangve asidiea y Intinoamericane que Ta estrome- ce por dentro. (La imagine con toda exactitud cuando ‘quite maiar al padrote-pintor del que en algimn tiempo Creyg estar enamorada,) Naclo en Okinawa, de madre chilena y wn dentista japonés que después fue asesina- do en un pueblo de Colombia para rebarle el oro eon que montaba sus piezas odontolégicas.. Veo Is naria ancha y ligersmente respingsda de Lote, ou mentin, su cabsllera extravagant, Detuvo a] eoche frente « Ciudad Universitaria: tenla una enorme ne cesidad de mirarme y de contar cosas, Exas enmas, ms (© mets oxiraordinatias, tan en absoluto peculiates a si ser, que no son sino especificamente Ls costs que sélo pueden ocurrirle a ella. Me cont5 que habia tra- bajado de mesera en una especie de turhio bar de Fi yettevlle, llamado Rendez-vous. No quiso —tan sdlo Dorepie no queria, clare esti— datle la menor opor- thnidad al tipo que la molestaba queriendo scostarse con lla, un gigantasco y vigoroso verdolagén de vein- ticuatre aioe, hermoso y engreido, —Sifstate ¢ bebor conmigo —le pedia el tipo eade yer, todos los die tereo e inexorable igual que una maldiciin bibles. Let Hevaba metida entre ceja y erja, gotearte e incurable ‘como 1a antiguas gonorreas anteriores a la penicilina, tunw venadera enfermedad olisesiva. Por supuesto Lote Sesentaba mtn a 6 pore, aparte mescra, en el har era también algo asi como taxigirl, lo que significab i gresos adicionales en muchas ocasiones superiores a su 30 ee ee isp alin ee 9 raat ete an pctea ie sol, bests que Lots tora una wets por ee Bib bois de Grom ade eum kenpeaet ae, Ear pasleves (oooes Be aaa chel Sols Glam, Sete maclen Sorls elt Lae fs, iin. Gue lo habia ben sla erfoce, Fare tar ela ca noche a au cam —1 see las de Fu Sucre tore sab gua ly ler Tal ees fr tsa ib Coe’ ue nom raat Tecoma ener Faby imi eprint eel aS, soe citnte cleeer aires gos alg ey tl ad mana Tea tag I cin cubits apenas con unt ger interoe, Lote ulrabadeeladameme al tec det curs, La noche parels rpitar con peqeton shar {pila aon gb pater ln planed be aed STbutce del campo conven « pune de penne [orl tenes; de mats eyetuneo Bn nee ee a Lote le parecié escuchar en el porche un rumor dife- fais ly ata ele haplee gust eote al Spy canoe din lee bapa tes oe ec sles eee iesant ell geeracee oe ilu aguo sa diel mane sis poe te nies Glia Gowen eee ins plndenconcalas & Hpon eniaul unm epee fate mig sin dod, Mir por enna dl otic, de alc, ak more I eabest mado ls co lo clog tomo lech deals que inden py a ingle 0 derecha en las carreteras desde Jo alto de un poste Guo y eet tempor, que nase compromets con a el destino de Los auiomosiiatas. Ahi en el porehey al ‘iro lado de Ia eentrapuorta de transparent te Malic, etaba el tp del Rendecaons, cmp ianente lesrudo. —2Qué carajs haces agut, hijo de pera? tote evi, sn cabins patra, eon to anda pero vot ut esfuerao enorme, casi indeibe, para no seplegaise sobre su propio cuespe y salar de 4a cama en atitud defensiva, Sie tipo In adwn astsiada las cosas tban a resutar peor. —sQue 4 hago? —repuso tipo con una especie de indolenela Ti nisms me tajste en te propio carro sum le bios se entreabrieron ccndesconenes eit sntna honachoms y einica--, Me escond en la eajuela desde anton dee poco anes que i salieras del at, Ht la cajucla de nt mismisima careacka —con esta Fila sin pests, hizo glrar la cantrapuerta de tela mes ‘ales y traspuso el umbral del cuario. Akt exaa des tudo, plantato jento a la cama de Lote como un Cos Toso de Rodis, contenide, casi se ditia que carts, inc tencionadamente in queter avannar on paso mi, como tun amigo que estviewe de visite, sin ze ning pata ti ademén traieionaran In manor bestialidady el wenn impuso birbaro de echarce bre Lote y posed de aualguiee modo y sia taidanza en exe mist intant, 4 como si ada eauviese mis Icjato de lo que conte infan su: verdaderas intenclones, que la inusica de que aquella mujer pudiera sujorerio igual a todos esos tose etal, donde de vgs. dan en las carroterasy las alqeriay y para quie tes por ia fora vss grenade ue lh mn, entrar en el otro sexu viene 2 ser lo misme que masturbarse'# medie calle. Can una especie de astm 32 brada y aterrorizada fassinacién, Lote mirabsen Pidas ojeacas, sin detenerse, el enorme t6tem iroqués se deve, an rnin, usd el tp cab ti end porebe, y pee a la atenuaciin ds los eontornoe (« catlo de In escuela impresionista de pintura) que le daba Ta tela metiliea de la contrapucrta, ella virtiore, ya tony y hrutalmente erguide, entte lex pe ludas picenas del hombre y que ahors, tan cerca y tan realy veiase en dala tail desnuer de wu alarmtante eecién apoplées. Dento de su attoe comedinniento cinico el infeli tipo debia sufeir en la forma més ab- surda (;Dios santo! ;Ba la misma forma horrible de los mistieos espaitcles dl siglo xv, reeando inmcula damente estremecilos de seereto pavor, ante Ta. pee Sencia que ve estorzaban por ignorar de sa propio t6 tem iroquds ol que, sin embargo, era el quo lon hac crear sas pecras y lancaba hacia las alturas sus ora siones al Sefer!) —Mirs, mujer —dijo el tipo en tin sofoliento arras- tear de la palabras con el que teataba de dat st yoo tono més desinteresadamente persuasive posible; si melo propongo, me basta taparts Is aati y la boca on una sola de mis manos para que preferas abr lax jeemas antes que morirasfixiada. Pero exo mo vn cone migo, no forms parte de mis recursce; munca he tenido ecsidad de aero, Es cficente con sue ‘sto —iefalé con indice hacia ou chiscpierpa—y sn soguide se chiflan, si —teond los dedos—, al x funds, y eawovees wo bay seneatal que Las aguante y yo tenmino yor festdianme de yeras Flas son las que ine pagan por bimbedrmelas, Todas. Can decite que tengo una millonaria en Nueva Or i la visito unas ee uiaeedes sree eer one beeey race fly gah ht et er ee cae Nae Sl ‘contrapunto semiexcluyente eatre una y la otra, epee reper ses Lab a nn more eae for a Te ee ere ees {Stas ca agate Ses fa ee a ee * 1 at lo des. No estaba muerto. Camo se habia dex fuiiado dent de la cajucla del ceche, ali estaba 20 ropa. La puse a st lado, Ahera comensaba a seni Sms pected eri por 8 Entrada la tebe ale garage. Ya ctaba despiets, pero un poco. at dido todavia. No me ruardala renror, Entonees (pare tsar na frase que a a le gusa) me le art do rer tas con tedo mil conrtintentn, Mey siono que ‘ca te vuelve ln. Me dijo que sc Mantaba Wilke Tn medio dela fanaa doble iz del erepiseul, lag Tineas de Ciudad Universitaria. se desdibefen cont tea el cosmos de mbes negas que se dedroza en el ciclo, Un segundo anes do que se encienda el alun- Frado, In Torso de Is Restora, lac paredestatades dein Bibitee, el ala de Hemanidades, le expla: tadaa y lon pradon, we eneombrecen y marci’ en tie agian previo, Aone here lee Soran panes yim Ga ae Tote me repte amorosamente, apenas con ditnas palabras, la oecarasentencia con que inicg su chala, Aespuss do tts meses, en este ruevamente encon tramos de hoy por la tarde, “Ya es imposible volver- os a meter ino dentro el cre, como antes, Toshue™ (esi prenuncia mi nombre. 7 deer en cando, ain dare cuenta, hubla exe lengnje de un etignes por tar del Lejeno Oriente: “volvernon a enter we dest dh otra"). Ea Ie panalla Ge sad wennnal ed acca Fins, el retro de Lote se dilaye peo «poco sabre 0. Yale Gy Menica Saspondde iolavta for un ka tants mi ene los voleane, pesmanece I alma | fy quicin micaia de sur ojos ajnos, una mirada Sedna, contitental,asatca, que ain ignoco al 8 35 habré perdido para siempre, ni cn qué remoto sitio de la Geers, Lote, la mujer de Lot. En Le sala del hospital —ura entre tras muchas— somos" cuatro camas, Moctezums I ocups la came doce; el sefior V., Contador Pablico Titulado, la tre- te; Teno, joven cbeero de una fabrica de refrigera ores, a eatoree, Yo soy In cama once. En los primeros dias se gimié mucho on nuestra tala; es decir, omimos terca 7 desconsoladoramente tees de las cuatro camas franos de recieate ingreso —pues trafamos nus tro dolor desde Ta calle—y ya que ain no entrdbamor fet ese laps de calms transitoria en que, diferidos para mas Adelante los sufrimientos primigentos y ori grnales con que uno viene, el enferme ageards, du: ranie dos o tres dias easi slegres, el momento ex que seri conducido a los quiréianos para que se le prac tique la intervencién quirigiea que =u eas0 requiera La cama restante, 1a canrte, no tenia por qué gomir, visto que el sefior V., el Contador Piblien, que es quien la ocupa, operad con anterioridad en tres fren tes —extraocion de la vesteala, uleera duodenal y una hernia en La parte superior del sbdomen—, despues de trasponer Ia etapa dolorosa de sus padecimientos, ida mis se encuntraha en ese dulee periodo bos pparecido al limbo, que es el “estado de "EL asior V. ex tin hombre bondadoso {de cincuenia afin, comunieativo, eno de inimo, op- timiste, con un cuerpo macizo y una cabezs pelirrojs aureglada & la brosse, Ho-advertide que hay momen: fos en que no puede poner resistencia a la evasién de su espirite y 1a mirada se le osifics, amargam=nte 36 inmévil sobre an solo panto, hundido todo au ser on auien sabe que abismo de profundas desdichas. Vvclio de espaldas a la puerta de la sala vacia, creyéndose solo, la otra mafiana en que regresaba yo de Reyes X ‘orprend sus sollozos inmensamente tristes. Algo muy intimo debe ocarvrle de lo que 10 quiere hablar cot nadie. Era tan temprano, cin el jardin, alld abajo, Teno de las blaneas parvadae de las jovencitas, esta diantes de enfermeria, que el sollozar del sefor V. re- tullabe enionoes de una exteata incongruencia, contra ature, como si uno s€ viewa forzalo por razones todo 0% ‘a ser el omplice de un ominose crimen ‘ontra It humanidad entera. ‘Nuestros gemidos una ver se allernan y otras se em parejan, durante esta segunda larga roche de hospital. A Moctezuma Il, eon el colon per- forado, y a Tofo, a quien ayer mismo, casi al Hegar, le operaron de urgencia una oclusién en el inte fos calmantes.ayenas les sieven de leve amortigua nienty y el dolor no los abandona ai abandonard por ‘muchas horas. Amo basta la abdicseion de mi ser a a maravillosa enfermera que viene a inyectarme para que orsen mis delores, y aguardo unciosa y paciente- trente aque se produzzan los efectos sedatives, en tanto to dejo de eacuchar el ritmioo y mondtono quejarse, Ja cas! profesional, de mis compaferos, Sin embargo tre yoy sintiendo cade vez mis y mis culpable a me- dida que dejo de suftir. No sé si tengo Sabre. Entzo en un duermevele fantasmegético, entre raros especies fe inaden y se combaten cin sala, micniray yo hoy guspentit camo am aoreade que perdine de tra dimensiGn, En mi mente eonfusa, con incompren- 31 bles moviofentes en zigzag, que me bailan dentro lc la cabera igual que gruesis municiones, de uno ¥ stro Iemiserio del cerebro sabre puso Ie ida on rica de un cuento abrupio que estoy ela obliacicn ions cree een Monies Gsa8 consleraciones morales que no pedo soslayar sin que traicione con elle del moro mit vergensoeo « nai cansa. La matansa-de Toe loson dice la vor de mt Fiebre: asi debe llamaree « find deanctar’ ese i fame, ose abominable exterminio de locas quo hub, Tgnere do qus matanza ae trate, dude y cukndo fue Tengo el delor de escribir el cuenta, eo es To nico claro para m 1s Beate au I tan podria, stuane 8 So lem, aquel sinietro pueblo del Ande gustemalteco donde este hace muchos aos. Viene a mi memoria el recuerdo de Ios indios humiladisimos,wstos ote ‘que corrian como animales ciogou on todas las Aireceones, ante In embestida rabiosa de la seldades. a, sin podor eseapar de la plaza de Scloma, en cada una do exyas salidas lov eeperaban mds sldades, que Jos recibian a besiiales golpes de cilsta en la sara, en os fomos, en el vientre. Iban de un lado para otto, enos de pico, como oles desamparadas, pero lo tis sobrecogedor, sin anzar ua grito sin proferir una «queja, con el silencio insuperable de los sordemados © apenas con el chillido inarticlada do lee men Terminaron por abardonarse 4 ea impotencia y, pre ciramesto como esis erloquocidas familias de toons a la que redea una inundacién se abrezaron y enla- zaron tmos a otter, formando un racimo de. querpos cen el contro de la’ plaza, dispuestos a morit. De ahi ” los areaneahan lot verdagos, a tajos de machete cobre Jos, manos y los brazos, para después levarlor 9 ras 12 piedrac de la calle, basta las puertss de tro sobre la creel. Si, debo tener fichee, Prefiguro 1a matanza de los locos cn los mismos raspos eseniales de lo ccucrido en Solama hace tants aos, cuando Tos indiososar0n redamer de sus usurpadores Ls tierras comunales que pertenesfan al pueblo desde los tiempos del empera- dor Carlos V. Lee locos han escapade dsl manicomioy un edificlo aque ce lo mismo de Ia cases! de Soloma, com s por X6n de hiero hecrumbrose y sus muro, ‘contrafuetes Y garitnes cabierios por dna pétina de lepra. Son también los mismo iadios, Is mismos monos que han perdido el hablo. Los soldades disparan scbre ellos sin conmiseracién sin remordimiento, pues ex fin ie exertas os indies estén locas y matar & un loco es gam mula ml, mos ate mater ¢ un Eta Esto les permite considerar Ia matanza a la par de an simple dretnietey iets soceeon Sonata y ap tar desordenada, como en medio. de. los leetcimos Slreulos do Ia Cammabis Indica, do una suse de tantes ectos sonimbulos que parceen no seeder, de tal modo que deciden exterminae de una vex a todos, 4 fin de no dejer un solo loco vivo sobre la tierra Pracican dferenes formas de darles muerte: de Tees, on un tro, y de cerea destrzinéoles el eréneo & ex. Jatuzos. Echerls una soge al cuello resulta bastante iis complicado y dificil, yor le desosperada y furiosa resistencia que ofreoen Ia mayor parte de ello; que los locos pacifico, dciles ycheddo eamo nif, 39 te dejan ahorear sin difieultad alguna Ahora bien: si toda el problema moral es ligico y claro para los verdugee, no veurre del mismo mode can us vietimas. Careates de aleances reciuneles, los ces no logran comprender euda del sentido y de te causa de esta locura No obstante si se les castiga de manera tan cruel, acavo sea cierto y verdadero que habran comerido en realidad algiin espantoso eimen sin nombre, del qual les resulta imposible acordase, pero de cuya comisién Geren que asumir en toda su integridad la terribles consecuencias. Les locos que uedan, ocaltos en las cavernas de las montafas, adi vvinan con un delirante sexto sentido ouya asistencia es pronto lor ausilia, que cebro todos alles y sobre todos sus_congénercs demenciales poss. una oscars culpa ativica, un misterioso pecado original que ‘eamene puede expiarse y cedimirse con la muerte Reflexionan —en rigor, ian silo porque estan enaje rnados— en la nevesidad de un Cristo de Tos locos. Mas st culpa es tan grande y universal, que no es bastante ‘eon que haya nada mis un solo Crisio. Elles —los Teeas de las eavernas, Io tribu perdida de Israel— sin excluir ni al més insignificante de sus mierabros, sberin ser todos Cristo, su propio Cristo colectivo, tin que singuno falte 4 Is cite ea el Calvario, [Los locos bajan de la montafia y comparccen en Ta plaza, semidestudos y miserables. Han perdido ya el mas Teve rastro de conciencia humana; abora som san: tes y ofrecen el neiando especticala ‘de su santidad ‘con le més escandalosa y bestial de las impudicias, Bailan horzipilantes danzds estrafalarias oon ademanes Iibriess, a los que scompaian de lox mas. groseros y 40 visajes: se lamen las ages del cuerpo unos 4 ctros, se derriban en el suelo, se azotan, eomen sus propios exerementos y pocoon a sus mujeres a a vista Ae toda Ia gente El castigo sera ejemplar e inmisericorde. Result Jan evidente de que lado esti la causa de 1a justicia, que hasta les mismos sacerdotes, magistrados, jucees, ¥ los jerareas todos de la mas diversa eonicidn, acaden lambién a las armas para no perderse nadie Ia honca de haber participado en el saerosante aniquilamiento. Ae lor réproboe. Es asi camo se consuma, sin que ni fano sola de ellos quede vivo, In matanz de lor locos: Ln matansa de los inoomntos, EL doctor Tanimoto, clinico en jefe de nuestro sexto piso, me anuneia, «on su alegre sonrisa japoaesa, que mafiana, 4 las primezas horas habiles, seré scmetido 4 an eitedin de bemodindmica, —Que lo preparen —indiea a 1a enfermera—. Suspension de cualquier dlase de alimentos « partir de hoy al mediodia y que lampoce tome nada de agua —se vuelve hacia mi—. No es una operacién propiamente dicha. Le haremos ‘ato punciones en diferentes partes del cuerpo. Mix que nada es un estudio largo y eansado, pero no do. reso —me palmes en ol hombra y ae rotira, Miro largamente a través de Ia ventana, Mi pueso de vigia comprende en un arco de eircalo desde las montafss del noreste y loc voleanes, hasta el Ajuseo tn el sur, y asi, he vesido registrando cada uno de los tambios de luces que se producen durante el dia en ‘oda la amplitud del Valle de Méxivo. Es como si un distante hechieera de inesperada inspiraciéa manejara a Gesde le altura de una tramoya celeste los mis di- vers0s, complicados y caprichoses reflestores, para ilu- rinar aqui tna parie o ensombrecer alld otva del mé- fico eseonario. Cuando se despeja un trezo da cielo hacia el ete ios yaleanse aparecen, descomunsles y probos, cual viejon jucces de la antigicdad quo presi ievan Ia asambles de un senado de tarbulenias mon- tafas, a fin de apadguar sus céleras e imparts entre celles ia belleza de lz mas pura justica geoligica. Pero fen el mayor niimero ée las veoes los voleanes pronto 0 esfuman hacia atras, se retiren sin dar las espaldas hasta las puertas de sus habitaciones y su entiguo sitio ce ocupade por las nubes en tropel que estacionan ea el horizonte. los carro, Ins ruedas, Ins lanaas, Tos texcudos y Tos corseles de ax trepidante ereita vieto- aso. Es agef cuando el hechiooro celeste interpone fante aus reflectores una gata sombria, Me apanto del palssje y reflexiono sobre cul po dr ser In materia de que se ocapa In hemodinémica, Henodindmica. De In composiciin de In palabra trato de deducir su significado, « tientas. Debe de ser_al que #2 refiere a cosas tales como la fluencia de le las aventuras que tiene este fluir a través de wrerins, qué eambios, qué reaceiones 0 qué desea Ineimientos patolégicns se producen cnn tna al prveada a stme eaneinn: EG, in aah, ea médicos ton muy poco explictes pa Tos profance. Hoy Ie han dicho al sefor V. que seré sometide « tuna nueva intervencidn quirirgica. Estamos solos y el sefor V. se vuelve sobre su cama, vocina de la mia, fem &nimo de conversar. Como desde hace unos mo: 2 ‘mentos me daba Ta expalda, yo lo erefa dormido, pero por Ia expresién ankelaniey resulta con qua ta he Yurllohacis rf comprendo que tan s6lo ludheba co tra In neceidad de confiarme algo quo sin dude debe ceasiderar grave y tarcendenie. — Pues ya ye used Iau in fs etn canon con une Welln sontisa do disculpr—, Amit ya me habian éado de fay ea de Fees tml a, tanga y be nisaso, pero rec 8 eausa de una gran deageidn fa pla [Ay er ily en trnble despa yack hadita de tuceder, come auion dice. No se cumplen ni siquiera los quince dias de que pas6.—estasetado sobre la cama al modo yora y baja lon efor, como Dara mivarse at rodilla. Sin levanter la made para Tae. palabras de un tiega No tena, ye. ot semana de haber salide del hospital, cuando vino mt tera « Ia eaia pera arlinract que tl hilo Jorg el mayer, e habia suicidade cor una toma de arsinioo hace una pausa, Las lagrimas racdan por sts met ln a plea sch abajo a cma de ain al dolor Is de una curiee expresin de enojo— Un bijp de veintiocho afot! 1Cudntas ‘lusiones, cuinios rovectos, adntas esprancas que se pierden de reper. tel {Ay sefor, no sabe lo que decle la tmuerte do un ip que ya ee hombre formde, que ya ee loge’ en la vida y mis cuando no musre do enfermedad, sino por thre: de vt propia mene! {Catats debi6 suite mi por fe Jorge. pars decidite a coneter un crioen tan grande! ‘Now intrrumpe Ja presencia de Moctezuma fl, que n estos momentos entra en la sala, Camina encorva- do, camo st un tensoalambre tiara de eu tronco hacia 43 addante —Ia enfermedad del ealon—, can mendes fatites tester, el ciespo hecho por completo de ma deta dentro de le pijems limpia y arrugada quo cada ig se tos proporciona = los pacientes, con su babi tual ace indigene digny y abtido, de emperador de tmetado y prisionero. Sebemos que viene de los sani- larios. El Scior V. cn seguiéa se reoonecta al mundo de la vide exterior, con fa misma chia de. siempre sus ojos agile’ y_afectuosos. —2Ya pudo obrar Bien, efor don Angelito? —le pregunta ean gran de- ferencia y since inert. Aqut todos conoesos, ciprocamente, al detalle, una’ ana de lax fases dl proceso hosptalario de cada quien, 1o que le pas, lo Afr bace, el ealado de ov organise, cose que com “Hluye el tems central de Tos eanveraciones ye el “acl ms in qu: ns ena #uros con os sin Ddor alguno, en la lida confines y el honrado apre- to mutuo que nos texemos. Habiamos levado Ia cue ta, dia por ds, dl estrenimiento de don Angelito. (El seior V. y yo convinimes desde el primer dia en dasle Gl inocent wobrenombre de Mocteruma Il, porque don Kagel no podsta ce, de ningin modo ni cieunstanc sino una copia sigerceaments fil de lo que imaging ames el hombre que habia sido el emperador de los aaiecas despues de su calde.) —Si, gracias Dios = yesponde Moctezura II stisiecbo—, scabo de cbrar may bien y sin hacer hartas iuezas, con todo y be dias que lleveba yo de no ir al excusedo —pero su informe ain incampleto: el sefor V. desea mis pre- 2Y cima hizo usted, senior don Angel dro 0 Bande? —Moctozami Il eacude la cabeca y tnica reflenivamente hacia el sucle. —Pos ora hice “ Dlanditos yo erlogue por ser la primers vee Gado To se deve dl gata tegree 4 Ja sla (lo han tenido que operar una segunda ve), alguro de noscros dos lo recibir con Ta buena nueva Fetal dom Aneel ya" fee al excused, Obes En al décimo piso del hospital, la camille de rvedas me introduce et uva sala que me da la ides de algo semejarte a un taller de eregia radiogrsfica, Lov ex- trai aparatos, Las miquinss desconoeas que pare- cen cimaras de cine del futuro, los tumerosos spot lights, los tableros de inrumerables switches, la pantalla de television, los cables, low distintos aparatos de ra yox X, me hacen sentir que esloy en yn se cinemato~ {rifien de algin nuevo planeta babitado que bubiera Sido doccubiero en la segunda mitad dal siglo XX. Unos seis médics, a 1d que alcanzo a eoniar, se oat pan'del manejo do mi cuerpo, me inyestan, me pun- 2an, me sacan venus y avtefias a la superficie de la Piel, en los antebrazos yen la regién iaguival, y las Conedar luego # ens dlgadbs condutor tabulares Anidos « eu ver « todo el grupo de méquinas y apara- ton, de las mas diversas formas, que han aproximado 1 la mesa de operaciones. Fn torno de las extrema. deg como st dspusieran a veatarme on la silla léstrch me atan unas correes de cuero con Tas que fe sujetan conica mi piel las planchuclas metiicas de los edtolos, que cones mi cucryo a un sstemna com Minado’de'rayos %X, elecogramas y levis. Los Irazos abjeros en cruz, un San Sebastin atravesado por lis fleebas del martirio, esioy tendida en Is plan- 45 cha de operaciones. Se trata de mi crucifiién hemo- indmica, + la. que ni siquera falta In lanza en el costado, cuando el doctor Tarimoto me introduce. on el bazo’una larga aguja de mix de veinte conimation ada altura del noveno espacio intercostal. Veo de Pronto en el visor de los elecirogramas una brillane estrelliin aml, que sale de evadro por Ty derecha reaparece al instante por la iaquierda, seguida por tuna ines luminose, paca trazar el desigual perfil de una srifica de galopantes angulos abrupios y desordena: dos. gLe gusta? —me pregunta le linda doctera que atiende ls caéteres, es dec, lo tubos que hretan de ‘mi brazo derecho—: Es la grifia de st presin terial —aiiede, Sin que acierte a explicarme el absor. dbo, irrampe ex mi memoria auditiva el ecaerdo de tuna frase musical del Dox Juan de Richard Strouss, yy me entran unas ganas terribles de silber la melodia, Pro no aparto Ia mirada de mi presién arterial, ane: rita por el electrograma a los més aniiguos carscieres de le escritera cuneiforme, y poeo a poro empiezo a maravillarme, aunque, quién sabe por qué, no. sin tristeza, Aletin Tejano posta asrio, do los tiempos del Aserlanfpal tedido on Ty toate “de te palacio & la orillas del Exfratee, habrd cecuchado ya, come yo hoy lo cseucho, el minmo poema universal que es d teanscucrir de Ta sangre por las venas del horsbre. Yo soy les hombres en esta escrtura que desde Ninive pre. yeata el elecrograma y canto y tio y me amo, Mas, dosmo no ersombreserse al pensar en el porvenir de fuestra gran y dolorida cass terrenal, si cualquier clase de guerra alémica 0 nuclear 0 termoniclear puede 46 romper para siempre 1a atadura que nes une al Len- uaje de la sangre humana? Siento ol vago impulso de Ianzar un escupitajo robre el visor y luego larger. me muy lejos. Pero, gpodrfa hacerlo de yeras? Nos lgano de mis personajes literaries, si, Yo sey dems. siado rezonable como para poder permitirme esas co- ‘as, Comprendo que nada mé estoy jugando conmigo ‘mismo. ;Ah, pero seria tan maravilloso! En Ja pantalla de televisién aparecen mis entrafas, el milagro de mi fisiologia viviente, el mapa en re. Tiewe de mi estructura orgénica intema. Higado, nes, intestines, palmones, corazin, In vista aérea de. tun continente de montefias palpitantes, todo ello es un hecho sageads y jubiloso. Sobrevuclo encima del nado el Cepoaltépetl y do Tas cordilleres andinas, ales q36, igual que un dios omnipotente, soy yo al que insufla el aliemto eon el que respiran, Pero en este panto la yoz del doctor Tanimoto me stea del interior de la infinita catedral de mi cuerpo. —No vaya 1 alarmarse, Dentro de un momento experimentari sen- saciones may raras. Vamos « introducirle una carga de nitrite de etilo. Esté preparado, Entro en agents. Mi sorazin enloquese y se dex boca, palpita con ol tabletear alucinentc de una ame- tralladora que roventari en pedazor si sigue disparan- do un segundo més. Mi respivacién adquiere el ritmo velozmente entrecortado de las transmrisiones de signos telegraficos y hace que mi pecho salte con la procipi- tada rapider de una pelicula que se proyectara « me. nos de doce cuadros por segundo, Por dentro de mi cuerpo, de un extremo al otro, se desata un hnracén de violencia inaudita, con granizos y alfileres que hic. a7 ren de-un modo lncerante, en un impuleo inseportble ven ge Miseracion lida y fra, cade una do mit fl se Trego'a Ia angustia limite en Ta que uns ilies 105 dele ya no hay nada sino 1a muerte. "hgat ee iaterrumpen los efectos del nitrite de 1 pentose ansedad, se repiogs foro = poco eo ie Geumar de calma, Termira el estutio de hemo- indica, "Alguice me desciende de la cruz, 48 SINFONIA PASTORAL A Meurido Macddero i pitimide horizontal de Iu opacs euyo vértice a dispnraba desde In caseta de_proyecein, atria un lado y por encima de sis esbrsas, ra como la reirada dle un ciclope euyo nico ojo, de répidoe pérpados Jnmumerales, sleteaca en Ia cesuidad 'y la psiora en un har do cambianies bandas gr sebre la pantalla se convertfan en espacio, en movi tient en formes y cuerpos wascendenales, Pero ell poder dar rienda suela a su desesperaciin, ve ne- aba a mirar con el ojo del cidope, tenia miedo de que, si miraba hacia Ia pantalla, esta insignifiancie Dastara para sacasla de quicio y hacerla enloquecer de histeria. ~;Te abure la pelicula? —escucko junto a olla la vor de su marido. La brsia inmanda, repel siva, infame, ria, inmob de su marido, No, estpida no: una timple hesta sidica mis bin. (Aum que —pensé al mismo tiempo tal vee la pregunt de ev marido habrla sido hecha, « pesar de todo, 0 incerm maturalided, sin segundos intenctones aviesas y tin el menor propdite de obtener aquella respuesta Tereladore que le confirmara alguna ie, preemee 51 bida scerea de cierto desarrollo ulterior, ex la direc cin perverse y traidora que, emoners, hebria eper rado, de suptestas premisas sospechosas contenidas en cella y que, de haberse él propuesto tal empefio real nnerte, irfan tomand> forma paso a paso, en el trane- cearso de estas horas, con sile que él taviera La habi- lidad de suscitarlas’ en la forma adecusda. Pudiera ter.) Lo cierto ers que —sin seguridad alguns respec- tea las tupoticiones reales de se marido— ella extabs Hlenada —si, condensds ora la palabre—« ma ‘mis absuido, rodeada de un expa- Go ciege, sin dimensiones ai referencias, como dentro fe una negra cada cosmica desprevista de muros. Por ‘re parieeslaba el hecho de que su marido se condu- cia hacis ella —exactamente desde quince minutos ar- tes, cuando A regresara del desyaho a casa con anti- paciin— en la misma forma sutil y de buscads in- diferencia de quien trata a una persona en proceso de volterve loca ya Is que, ean minuciose y tenso empe- Fo psicoldgio, evite iafundile la mie love sospecha ‘que pdiera coustuir un indicio de que él ya caté al tanto de su proceso de locura ni de la ciccunstancia de ‘ue, ademis, por ningin motive dejara de averigear, fii deba hacerlo con las mas desenyueltas precaucior res, a través de las acitudes, las palabras, los. gests yy los ademanes de dicha persine, Ia existencia de nue: tos datos suplementarios qve le sirvan para comprobar td estado de demencia completa en que aquélla ermi- fart por hurdiree incvitablemeste. En medio de este texpecit de Iuche inmizericordey sin atméefere, que Iitraran camo si ano al otto se persiguieran en elie finilo, el tico cecurso de que ella disponia para com Iejarse en el va 2 servarse dentro de las reacciones adecandas y mante- ner las spariencias co limitaba 4 la adopeicn, en cada ‘aso, de las acttudes mis logicas y cunsecacates que podia deducis de los diferentes grados de incettidume bbre a que su marido la enfrentabu. El haz de parpsr eante luz, encima de sus eabezas, parecia proyectarse ‘ex el infieino sobce la superficie lunar de sus dos al- mas anbelantes y furiburdas hasta el manirio, (C do menos, el alma de ella.) —No —repuse—; no es de las peliculas que me aburran de aingiin modo, por fl contrarin —le pareeia irdnico y_grolesco «queen ‘ito tiompe hukioran leido juntos la Sinfonia pastoral de Gide, y horrible como pare santir néusoas que hoy, tambien juatos, se encontraran aqui para yerla en cine: ‘Se empeiaba ea no volver los ojos a la pantalla. Ea el rio de movimientos Luminosos y abstrectos que na- cia de la easela de proyeccin, la novela de Gide cxtaha eserita en su Lenguaje cifrado, sin traducit a Fingiin idioma de los hombres, prefigurada en algo todavia no diche, como un libro que ag extuviers por ‘scribirse, ol texto acochante, agazupade en al claustro dela gestacin y vista por rayoe X a través de los hue 368 sel monstiunse eranen del propio Gide era toda via el destello iatermitente con el que, de un a otro, en alta mar, los barcos hablan entre tminencia de palabrss que todavia no ocurren, pero a las que, de la lente del proyeetor a su destino, ape- nas les falta Ja distancia de unos cuantos metros pura ser crucificadas ox Ia imagen. Mirar aquello para no tmirar nada, para eviditse, como si ninguna de todas Tas coeas dcl enunde hubiese salido alin del vientre ‘materno, Como no estar ya para siempre en sitio alg i i Sia aaa ama Galan Bick oes wee ea ee Boece y ies eee ce er Toe or seren el Selo per pou soy co De epee, | qrageie & a obre maveeee ec chet Gu forks ear eeu (pobibe tochana one ged nea be pel core te oped ete yee Geo ae te lense gee ee pees Cae ee Eh iano Sctivemee y apie ur Sarees tue co coe ire on ante detent oe Facets po, alee aot clear ie Bias (ude Go odes peed Seely ue Goniet we la belo ioe eu ua sak eerteza clara y absoluia: la de que el finieo deseo, en- tre todos Ins del mundo, que le estaba sacrstisimamen- ee ea ona eine sa ats Sy ne cl aes pee Mee Sone par Han wn efoero'y al fin se ates a mia. pore Pegs fagcnnpats ses tie i lnve Uagus teosue, Ul pies Bi iui tr cealchiapy eons he ae ob Tenguaje apenas. erate pegajosos ruidos guturales, la beseniela que escenas mas adelante termina por pre- Bare aan ane ane vee Te bee or cele oe ale sien 0 ue couenaunenna ne Cee oae auc te eae oe Bese 2 crs lle po eee ator Seo Sisiel pname teoaltcat geen en taillagro de Ia nifia ciega, del Iezarillociego, que pues Nate ct dei bls dee sguera al hombie que se eree superior porque puede rnirar, al hombre que tiene ojos pars ver pero que no hn visto nada todavia, La venisea arevia de tal modo aque el sacerdote eae reribido por un viclento 2arpaze de nieve. Desde el pais de las maravillas do tus ojos cigs, a nifa adverts ln susencia dl secerdate. Con 08 pequofas manos, que temblan azarones en el vaio tantea aqut y allé hasta que el fa To toeay Lo levanta y lo salva com su acto, La damente scbre el largo Via pens ella sobrecogida de pronto por algo que abode: ia motivaciones may aenas a Io que el ojo del cielope miraha en Ia pantalla. “Si la tormenta le im Dide seguir caminardo y Ios detiene en medio de Ta nieve, van a comenzar a hnlere los dos. Quién pos dea ayudarlos entone?” Hlolarse, mocir de fro, La invadi5 una piedad animal, el miedo prehistirico de Jes primeres hombres que poblaton le terra, "gCudnto tiempo podra vivir an hombre ames de hearse?" se Dregunto con ura desesperacion mis precise, mi ular y oonereta que todo la Instanta. pelicula duraria une hora cineueata Un hombre no se hiela 4 In hors cineventa o las dos horas y minutos =i se eontnha ol tiempo que el emplearin en legar dl cine a vu ena, terminada ln fanclde—y oa tl oe Siquiera a las tres horas de habor pormanscide ence rads on la cémara de un feigoritiey para conervar sce ci canal. Llogarfa a tiempo de salvar a Crisanto, 44 su Crloanto querido, El problema radicaba on esta: 35 Sibert nto bi do oa mer de sabin ony si lo brn sorrenideo wo en eh to. ‘eno precio en que ella cautaba a Cant en a Camara del refgerdor, Ea ent psto se asrabe, eo de los eslatonesde a cadena de tansarit Klos sacs, como ana terra de nadie de In con tara el brevicine y despa lapso que iba dee id cease ence lla euuim crane Ue peat tal [eigsttios Laan ol natn cet nado per tere que por oncima de tu hombre apereaié a Sele fags Weide daiel olor al y tote dade Gig vache a la llsve gue haba quedado prendida a (errsdera y lrgo a guar cl ball del cin to. 206 ett ibt a aout, qus palabras dba a de Sri stds Conds on eer Sewn wre! fared Kombo dab macs alguna de habese ered dena: Abin lata baa de sa csa Tes ds jun fle gran mele blanc del ehgerador zante, ste (dc grea lee dy avegen o laoe Capety low hee de Sopsieg imeoliees He pestle y Geena Seid d po maya cee as mento ae Sen, ice aicindey sun melas mofletaday, dor toatdo y ave ceory sa Vente ellie ysedondoy oo Tape ingles de circ unperabley tw Itc dal elope fador et el belsilo del halco, Silo en sus poquten or pees ares illiy wna clipe aie y blo ton fe que ingia,rnignementesatinfechy. Ade Inn aalde del Qnpache para vente a vac a Soe dje con tn daomfadids'e isp ook Sin eee ene de peste ows ee ent peers od vertrtde af ove tee cn la aiid ning rsble Empeie Vi evel piles que boy 6 ibe 56 la Sinfonia paxoral. Me acordé que hace aites leisies Ta novela juntos. Ojald Ia pelieala no nos decepcione, Arriglate mientras. yo me tomo un oof eruld su rostro con Ta inguietud yl ‘una pitonisa de teatro que teme desea ante un piblien eseéiticn y severo, duda To de a invitacion al cine no era un ardid del sltimo mo- mento, Se trataba, con toda exidencia, de un propésita reeuelio de antemano —antes de lo que habia sorpren: ide ex el refrigevador— con Lay nds nanan intenciones tle que pasaran un sat agradable. Pevo qucdaay i quictantey eargado de oscuras © Imprecises patbilda es, el asinto de la lave del sefrigerador. Por qué Ia kabia cogido al suelo, por sorpresa, le hdbia dado vuelta ex la cecridura y se la habia guardado en el Toile? Desde Tuego resultaba imposble hocerle la mevor observacisn ile exteafema. 2A cuenta de qué iba a extafarse lla de que au marido hubiese hecho alge tan simple e intraseendente? 20 habia en esto de terminada cosa que Tn afestara de algin moto expe: Gal y de la que, Jor elo, ext extraeza saya no hueia sino revelar el carder misteriso y rar0 de su reac: ion? 2Qué turbios manejos se taia ella entre manos? iCoa eb geno y I ‘elicidad que se habsia encarado ‘a su marido, de tener las fueress y el valor para ba- berlo hecho! “No nos hagamos tontes. Dame la Have del refrigerador. Ti sabes tan bien como. yo. misma {que aki deatio acabo de ovultar al hombre con quien te engato.” Pero ro, Ahora ambor estaban sumorgidos cn Is ponumbra de la sala cinemetogrition,envuclos en ls ritmicastinioblas @ través de cays deesidad herida Tojo dela ctmara hacta palpitar arte ellos su magia 37 imponlreble Viigo sant ji a’ mena pda pe die, suplcars que tolviera a caeal Vatu a Cris prisonero deniro'de iniern helado de su teemetien oe pla minds def Hn bag do las paredes hata devolare las manos, sit que adie padera ero desde afvera porque cdma sel toligersdar ne dejabe esapar ef menor raid, 14h {em een mr nm fasten tn ienadate > wear goes in edie 4 Ie hrs? haf Bor espuan i equace. Bien Segre Tadlan. No orn sede ol oo malo uo de wi tre fle mitad de la pelicala, Hero ya de vcs en le ease, ins cus ta pecelie probrmas wes (Qe la aoe ai, pues, a su mujer aderada? La faqueca hab cndidn, pero sus nerve exaban rote, or qué sun seganio ant Ie daba tolas ls sezridades de eno. trase ys wanqila de pronto y con ella vehemen. cia no habia quero dejar iv al ele 8 jowar ana patidn de péquer, ni queria, por nada del rand, Soe Al apices in moma en lage? Ung ee pir ol cole, alps ue mabsal cas itn aims’ os Suntan sucedinds ones que pare elle run cata vex rads incrapremibles y faliy de sonido, ual que ttuviera dormila pero soars a waves de alra perso na. Fl stcerdote alucinado y Ia niha ciega © idiots Tegan ala purrta de ana shoza miserable hundide ¢ la iad ene Te aleve. El resto atommentad. del stoerdate es de lo mis tetinido que se puede imaginar fn el mundo, Pero tod, fnera entre lx pantalla, fm esp, vi, repugnant de una tonterte ince terrsurile, Ella, No toca confusion coon Seal mabe lo eanacee micah tio 58 men aterrador, dabslico, de haber encerado a Cricat- to de manera delibrada, y sin temblasle un méscule, en In cémara dal refrigerator. Aun en el caso do que su marido fuese inocente er realidad ella stabs sow tenciada a no mirarl sino como asin crimindl, a ne esperar de il sino las respuestas y las sottudes de un esminal inconmovibloment, seguro de que jamés, por dria haber nadic quz le olreriera el tesimnonio més insignificame de ou crimen, Nadie, a no ser ella tis tiny la inica ampli y testig. Por el to pola per mits Ts lara inauita de jugar el todo pore todo y aposar al yacio de aquella supuesta inoeoncia Una inoeencia mis eriminal que el propio erimen, Lo decisvo del asunto resdia ex In Have del rerigersdor, en Ia forma de achiciarse de os lave, Un problema Y estralgpion mix arduo que el de docidie loo mitodos para adueherse, durante una b porieién eave de ls que deperen la viet trota de dos ejgcios en pupna, Pedirsla a él mismo, sh faese con el protexto més veraz e intachable, ven: din ser alg ta delirante como que en estos tao rent, sii, la terra dejura de iran subre tje. Record le caja de champaria que un agente adua- nal de Tampico ohsequiara cietta ver a st marido en prema de spradeciniesto por quién sabe qo® ose. fs: gewiones ton que aquél lo hubris. beneficiado “Dame la lave del relsigerador. Quiero meter @ que se helen algunas botellos del champata que ror.” Absurdo, simplemente sbsurde. ;Bah ;Champac fa! BL que se helaba metido en esa tunba inensrrable eta Grisasto, La piel de sus matos, de su rosie, 4 info cubriendo d'un ligero lamo blanco, como et la 2 ara y las manos enyesidlas de los mimes. “Pebreito tio, fen pacienca, no te dejaré abundorado, ir «sale arte! Tedo es cuestin de tiempo. Todo es cues de que resists, jpobrecito mio!” Cuestin de tiempo. Cueation de que Te malta peltala terminsrs. Cams. in de que regresaran a le cast Cat arido fuera inooents.;Virgon santa! ;C Jeceria esa inoccneia! {Com que fervor ve inlinaia a besarle los pies! Fer no, por Dios. ;Ghampafal Era preciso rizenar de un modo igiee, no dejarse a por las inprovisncones. Bien! en cuanto regresaren a asa mandaris por algin seperiico fuerte, de acciin profunla, Ya docmido el homixe, les cosas marcharian Sobre rue. Ante esta idea sntis que una eal irra diame y ellida Te invadin ol cuerpo entero haa la punta de las étremidades. Su maria ae voli Higera tnente hacia ella, sin apariat Ia mirada dela panaliay cont una diverida soneisa builadore slvindndewele en tos labios, Por qué acabas de decir en voz ata la palabra champara? —Ella se qued de ana piesa a0: Fada, alerrada—: ;Dye champana? ;Cono pude decir ‘es0? ;Qué tontecia! —Alpuncs espectadores sisearon pidiendo silencie. Su marido baié la vor hasta un furro, —jLo. jo! Al final de un suspiro largo, he 4, de enlegiela. gn que estardspensano? —Solt tina esta cdmics, de ran. Lox espetadores velvieron a scar, Bl pastor protestant ahora entca en la chora mnita en ou dervedor con una eapresi lien y Zonserala La choza es un espantso nide de misria, de abyeesin, de mugre, Ue abundono, En un dngulo fpenas se disingue el camasro donde, wonfundido en- tre harapes amostonades, se eneuentra el cuerpo de una 60 nnujer. En la chimenea no bay fuego ni huellas de que lo haya habido nunca. FI pastor se persigna tr ‘urdide, Permancee de pie, mil’ mitad de In choua sia atreworse a dar tun pao adelante. Sus labior tiombian, al parceer como si musitaran una plogari fn la sala del cine reina un silenclo tenso, més pal Y singular que en otras eiccunstancias porque se trata de un silencio coneapiscente y eno de complici dades, un silencio de muchos, un silencio del porve: nir. El eido y la vista condensan al espectador dentro de un Gtien getounitario, sbeoletorio y oonforme, que fe pronto ya-es un acto del mundo, Ix sevidn sae Iuble, depravada,olimpica de Toe aot hombres, con 1a que se exprosa'y se hace comin, enol visio y on el bien, en la maldad y en la inl puresa, on Ia abmoluta falta de experanea, la awobiogeafia profunda de cada puede mirer nada sino es ea Ins tinieblas, En el principio eran Tas tinieblas y el caos y Dios flo- taba sobre las aguas como un hareo loco, inecnsciente y turbulento, antes siquiera de ser Dios, sin que sur fuerza y aus eapacidades infinites Io sirvieran, al me. fear ni la fndale ni cl origen do Ta tenaz que lo afligia. El sulrimiento de Dios era su autodevoracién sin Timi, mas alla del tiempo y del espacio, su solitarie y denespecada autor fagia que le impedia recrearse fuera de si misino, al fete del Edén, como eran sus més secreios, mistericxos inconfesados deseos, y su rotunda impotencia. para encontrar, mirarse, estableverse, en el reino del Dios iro cayo advenimiento aguardabs con el mismo ardor iimpaciente y la misma falta de sosicgy del esclavo que a espera, ya sin esperanza, cualquier inesperada liber tal, Dibawe cuenta, atribulado’y sombro, de que su onniseieneia era también el impedimento para poder treat nade, pes ats ereatiras, part exstit. ante todo Albian negarl no sentir To minmo que Fl, no eampar- tir on modo algune ai on minima parte Ie inguietud inmorta, mondtona y sin propésite deo enc, Lle- vado de eva atormentadora. nostalgia del ser, Dios Yolvis t Jas tiniclas para penetear en ellas con sas ojos nistlopes, que todo lo vefan, Pero las tniebl ya estaban habitadas dese antes; ya tedas las cosas staan hechas antes de su mirade. As, en el principio fer is ertenca de Dos y Dior de de lar sobee Tae aguas ‘Lapantalla remomaba por eada uno de sts mil poros esparcendolos por sobre la eabem de lon eect doves a semejama de une invisible Havin radietiw un olor yun subor dulzones pases, «tamina azs- rmelase revuelta con excremetos infants, ‘al everpo como ana fente pelicula de felatine tia y acariciante, euyos efectos sabre ef &ni- Io eran sna wenseiin do denmayaca congoja yun fgralable desio de Torar y hacer el bien. Pn sem Ia picdad, exe antiguo sentimionto del hombre, habi trespuesto tas Ins clades y todas las onvencioncs y no porgue dsjara de ser efniea la desmader y voluptoo- sad com gue se presentabe, hubiera podido haber na- fie ya que se averiera a denuncierie como obscene. ‘Ahi estaba en Ta pantalla aquel hombre perturbado por la miseriordia: el hombre de Neandertal. El sacrdote de Neandental permaneci largos aos sin moveran,alénito y-atemorizad, en medio de la 62 ceaverna prehistérica a donde habfo venido para deseu , para contemplar a uno de sus semejantes y rinistrarle les sacramentos en In hora de su muerte. Ta piedad avarzaba dentro de su corazin como una ‘ln vera» implacable y tarde o temprano acabaria por vemitar. Era imposible hcer nada contra esto. La Piledad era un sentimiento ingénito y de erigenes-som- bios, que habia bretado de la costilla del Pitecant pus Brectus, El sacerdote se apcoxims por fin a la am jer haste Hegar a In orilla del camastro donds estaba muerts. El everpo desnudo y esquelético del cadaver rnp x8 sino una comhinacién quirirgica de_prétesis ddescarnadas, oncima del rosteo un braze gemufleso con fl que tentahe de cubriree, nn brazo sin piel, un brazo de silex. Habia muerto de hambre y de frfo'sin ayuda fe nadie, sin aooorros, on la més desamparade sole ad, A eatas alfuras ye reeultaba indtil y absurdo ad> iministarle los saeramentos. La tierra entora no habia ‘sido desde el principio sino una inmease cimara he lada, un refrigerador de Dios, donde todos morisfan db ésfixia y de frfo. El santo de Neanderthal tom6 con ‘suma delicadeze en sus mans el braz0 genuilexo de Je mujer y lo restir) meticulosamente para colocarlo después jinto al eadiver y dejar al descubierto el ros- tro de la muerte, La mujer tenia los ojos abiertos fijos, como secunstrados por una inmensidad inabord ble, Era su eemajante a través del vacio helado de Ia historia, Esa la major de Neanderthal ante cuye vista estaba obligado a devolver el estémago, Pues entre lot hombres de Neanderthal la picdad no era sine In for- rma inversa de Ia antropofugia, el principio sagrado de tonservasién y reproduccion de Ia especie por medio 3 del mivericordioso mito del ser humano. El sacer- ddote flotaba granso en st propio elemento, como Dios tcbre Its aguas, deliente y abatido, el corsnén temblo- rrto de Piedad sobre el mar de todas las deyeeciones al patado, ol presente y ol futuro, acumiladae por el hombre a lo laggo del tiempo y de los cambios u versales, Pronto las yoritrta wie vee mis scbre el diver, en un ecto livirgico de la més profunda uncin. Gan los teémulos dedos de una mano cerrd los pérpa dos sabre les ojos de la majer muerta. Era el oftdante de Ia piedad. Estaba dicho que era el oficiante de la Reproducciin y de la Defeeaciin, Nunca habian estado ap onne tan i —iChampaia! pDijise champafe y habré champ fiat (Hay que divertimos juntos una gue otea vex qué caray! jBeberemos hasta emborracharnos! —Tiabta Mevido y les calles se mestraban relucientes, de cha- roly reflejadas, ditorsionedas por los espejos negros dle la noche y por la figura ondulante de los transetin- tes que iban y venian c cs de humo de ciga- ro bajo In luz mercurial. La distancia era infnita ‘come para poder mirar Int cosas toca i in vn ides maa’ silat de coer, de su marido, a quien habia smparedado dentro fe eter aerials ipsa uc a ura toma de sense rio, hacta fis guitos, ademanes, con algin propé sito racional y vehemente pero que nadie comprendia, Les’ edifices se desrudaban a Ie vuelta de cads es- ‘quina, imptdizos y rencorosos, protegides por la sole dlad de los terrenos baldios, al descubierto sus horci- Hes hierros subsutinecs. intestinales, iscerales, que sollozaban con el vierto. La multtud, sobre la avenida, ot acrasttaba en las aceras un centenar 9 mas de cordones tumbiicales, decidida # no avarzar un paso, como si caminara en un solo sitio, a le carrera y desenfrenade- ‘mente loca, sobre una banda sin fin puesta a correr fn sentido contrario, Del cielo sordo y mutilado habta caido sobre la ciudad neeturra ta ortopedia miitiple y terlamudeante do un insensato montin de anunclos ¥ de Iuees quo gesticulaban entre si, répidos y coleré ‘om, oon Ie prisa inguieta y clusiva de préfugor sqeienes pisa los talones una invisible legion de gua slanes distrazados de tiniebles. A cada momento se Je hacia mas problemitic y distante el comprender las palabras de sx marido, cayo rostro entraba y salia de I ovcuridad, en altemos destellos de luz y de sombra, ‘mientras manejeba el automdvil al parecer sin el pro- sito fijo de egar a una parte determinada, —Cham. is, champaia a raudales. La que ts quires, Bebere mos hasta caor —se adveitia une. intensidn rabiose y vengativa en la forma belads-y silbante con que lo decia. "No parece mala solucion”, pens ella, "si lo ‘que quiere es matarme”, Habis noiado que se dirigian hacia las salidas de Le ciudad. Imagins algin lugar solitario y apacibie, rodeado de colinas y junto a un arroyo, entre grandes irboles. Luego, el tire. que su marido le descargarfa en la cabeza. Tenia de ella. Des. de un principio se tratabe de esto, evidentementes lo lemés no hebia sido otea cosa que ls preparacién “mo. tun ponerla en atméefers dentro del aire cada vee més enrarceido de 1a sinucsa sospecha informulada del tiempo homicida que transcurria hoy mis que nunca sin detenesse, hoy mds que nunca quieto y eter no ea Ja Edad Glacial del refrigerader prebistrico 65 onde Crna se helaba peo 2 poco, tambiéa eada Semis Shean ceeant a esa doses dle tlle abrin vucho a dae por supe. cast deciiva Ta toal y conmiovedorainseencia de su marido Con to, era posible que no n el tipo, como el rosa de hee tee tas dems ures hanes, por eboney Un dian tresparan'y rlscorat fly gpnecnientor etre Tuiscies do eombres una vinul, un etig, lgernsao Lo que fen La nia medida ye tna SN Gempo n He lr ruts Posela cada tno de Mc Gd aco taconemo do tal moc eaiiate ebtado, que toc lo ue adler wonder ene Siar eee Sues Ganiis 7 slounte oat seit ara, cme ocr ene lone de lange re, Uinal de eapo tice» itermable {Gn cledo, e Gnico que realica cu toda 4a ox te) mes me: ede ei sols ee tar tui sla hcdn mencliey, compas intent, a eaye eto no habia nd robre el Tudou nd fesse rode Bio dl teligerado. Era cova de esperar, pend ella, De expera. Paes TES alps tte pcr, dite tee veo, tas se ce ete, Sa ae rio msaatin on Gor li alta Cote Wa cieodon a cto a lsboey vedas Gente tal i Sota e ate eet), ee nec gertrenilhs oes on Chrendr unease mapted tuna Oc oll ue Simei cona"@ dene hoy y hase el in Lo Manl'de saltyar ceue'lo\ wala ‘el ano paror Fionn uefa wena corre po hs ven per 66 cra imposible saber. Pendiente sobre el infinite aki es tabs entre los do, extafin como. un Tecko napeial el reloj de hielo ruyas agujas marcarfan en str momento al tiempo Timite de Te mucrie. N 00 apenas traspuexo ose limit, sin dd la matarias iba a set ma sclaciin sexual, Era cost de esperar. Lo que quieres «s beber. Te traicions tw subeons- encia, En el cine dijste champatia, Beberemos. Hare. ‘mos loceres, Serd una nocke inolvidable —habia algo desconcertante en él. Ese entusissmo, Igual que en lee Ihuenos tiempos estipidos. Si él era inocente mada os. tal perdido: su medida del tiempo no serie Ia muse do Crisant. Podsian regresar a cana_cen toda tan uilidad, como transparentes ingcles inficlesy cuando ella Iv pidiera. Isonginab ly escent, horvorose stl cl momento de abrie la puerta del refrigerador. El sgrito de falso espanto ante el hallazgo de un ladeéa Sscondido en la eimara de hielo. “De cualquier mode, 0 lo crees? (ira ella, vestida eon su bata de casa), hhabra que oftecerle un buen vaso de cof, El pobre cexté helado, aunque sea ratero.” Los ojos de Crisanto (n0 pedia remediarlo, los vein): aeusadoren y rence. 080%, con talicioso agradecimiento. De cualquier mo do habian pasado ya tes horas y media. Ella hubicre querido preguntarle al hombre de Ta gasoline eudao Hempo puode durar sin mrirse la persona sometida wna temperatura de tantos rads bajo cero, Cast cesino a punto de hecerlo mientras eu maride cos tute inveterada de todos los automovilistas, pense daba reflexives y calouladores puntapiés a las Mantas traseras del coche, EL hombre de la gasclina Ia exa ‘ming oon una resbaladiza mirada de experta y Tuege o hizo hacia sw marido un disimalady guifo de envidioss rrobaciin. Buena changs que ol sor ae habla levan tide en la calle; eso era tener suerte. Fnfilaron rumbe al sur de la ciudad, hocie la carretera de Cuecnavaca ‘Todo esto resultaba tanto mis injust, inmeredido y cruel, cuanto. Crisanto era un amante anterior a st fasemionto. En realidad ella traicionaba a Caisanto fon at morid, no a la inversa, Si matid fuese un Tombre de verdad, eyeosnrian en seguida a ln ase y, ‘pusto ante Loe hecho cl no podria menos que aceptar Sno satstactorio cl cuento que ella ardivia respecte Al ladr6n encerrado en cl frigorifcs. A cambio de et a cambio de Ia vide de Crisento, Io esperaba Ta grax titud sin Himtes de su mujercita yen adelate, sin que ‘apiera duda, une vide fei, incomparablemeate feliz. Pero no era un hombre; era’an monstruo. EL may ex bron la tenia agarrada de las verijas, de eco ni eblar, ‘e los ovarios como a una prostate de persario médico, No iran por la autopisa, dijo 6, sino por le carsotors vieja; de noche era fantisies. EI no Sela una impresign de rahia, sino do titers. Como Set lo honds de su ser suplicara con wn impulse der lamparado y lasieevo que la vies fuese diferente y las fists no ceurreran de este modo ruin y feo. Sin em bargo, no. Producia esta impresién equiroca a causa de las sombras de Ia noche, 2 causa del jusgo de pe hnumbras que los fanaes del auioméilproyectaban tontralu sobre su rostro deseompaniéndoselo en deste los vepresives —la fijeza melanodlica de la mirada, tun rictus de dolor en lon labios — que al pareoet To hnumanisaban, Pero no eva un hombre. Habis pisade dl acclerador hasta cl fondo y los érbeles dal Bosque 8 pasaban como relimpagos ante el parabrisss, cieta danza circaler e iluminada en derredor de una emetra- adora que los hacia eaer uno por uno, et vertiginos fusilata, al precipicio oseuro de los lados de la carre- tera, Fi eabaret de Cuernavaca, decfa. Toco sonaba ler; l cabaret de Cuereavacs, | propSsitos sobrenstu aia, la cena. Ese eorrer al encuentro del tiem- potestad de acelerar su ritmo « medida en que lejaban del refrigeralor aproximérdese a ta mucr thy la intempestira masscte de los daboles, sir oe endo en la tumba abierte de la noche igual que en las matansas eolectivas de judios. (Agitaban los bra- zs desasesegados, movian las manos implorantes en tl aire, sabfan que era un pogrom.) Elia habia oido hablar de 1s muerte por congelamienta, ana muerte dosa_y suave después de los insoportables calam- ies 7 el dolor de muclas en todos los hucsos del ever po. Es una muerte que sebreviene cuando la vicsima fomienza a sofar que muere. Cuanlo e! suet de la tnuerie es li vida, De promo su marido suavizi la marcha del avionéril, El bosque hizo un movimiento de compas y los ables s¢ detuvieron en semicireulo slrededor de un claro medianameate distante de Ie ca- fretera. Passron largos minutos ineomprensibles antes de que ex marido apagara el motor y Tos faros del toch, Libros de competercit acistiea, comenzaren & tcicharse lo ruides con que el silencio ce express en Ta noche de los campos y los bosques. Aves imiomnes que monten su guardia invisible y tranamiten loo. gr tos de su consigna de uno a otro centinela de 1a oscu- ridad: el follae que se frote las manos; las cigarras, que 10 hallando todo de comprimir 1a longiiud de 0 4 arto, ly terminan confusamente y asustadas, Su rarido ne hablabas la agredia con si silencio aten zante y compulsivo, “Abora esperaré a que lo confiese toro; 8 que se Io liga todo. Eso es lo que buses con ‘oa ta fara reprimida de au alma”. cdijo ella, Un {mjuisidor de la Fdad Media. Fn el mundo > en el tiempo eterio no. le impertaba sins la vanteséey ta tortura de a vicima en el potro del torments gore ‘ovis para nada ai tubia eapitity, acorazado oon te Dasienein de Tas hormiges que eonstruyeron la Mell China. Su dnien voluatad y su drico propéito conc tfan tan slo en «que ella no muriert sin eonferion “Nada mis espesa mis palabras; nada mis que yo lo dign que alld queds mi am nte escondido: nada’ mi ue yo me arroje a sus pies para implorarle que seve ‘mos su vida. Nada mas espera eso para despucs mater me” Pero ninguno de los dos hablaba, Ninguno do los dos eedia. “:En qué momento me materd, aun tatando no legre arrancarme una sola palabra en toda In noche?”, se pregunta, El tiempo pasabe nada mds como un eorrer vacto, Ella ya no queria ninguna oira cose en Ja vida sing font, serair simplemente: ahora se clavaba las hes cen Ja palma de las mancs eon el propssila de experi, ‘mentar un sufrimiento fisies, pero ets initil. Fl ston fo la habla anestesiado, Jamis pudo imagirarse el poder birbaro y aniquiledor del silenci algo que decirse y ya no quedan sino inicamente laa palabras de eso, de eso y nada mas. Se legu a este silencio enloquecedor como en tuna marche atrds de la memoria y del longuaje: éton ce van despajanda’ de torlo lo que tue rouca, las situaciones deseritas con un 0 calor y un entusiasmo que Ia vox vacia denuncia desde Iwego como sospechosda; las escenas que. desfllecen ex al momento mismo de coarse; los recuerdos qr 4 modida que evanvan pierden consistencies las, pre funns vagus 0 tomas 0 idles 6 maquineles, que ter tninan por no ser ya sino una desesperaciin que nad nguiere. Palabra a palabta, hoja a hola, a semejanza ae ven con Ie les, Slee despa memoria y al Ienguaie de todo le inesercal de su ma teria se tend ena fra rill dl male toa en cadaver al que ban de prsciear la autopeia, Silo som tir alge, ella lo. queria sentir algo. Advi la sar are on In palma de sus manos, pero no estaba segura de estar viva. Le era imposible medi 0 darce eventa del tompe transeurido, Podris estar & punto de ama. sccery 61 cominaaba en s1 punto, inexjignable como tana fortalens, denso y conereto como un pedaco més de Ia noche, sin hablar, sin ieterrogar, sin decir una Palabra. Ell por su part, hubiera querido romper al silencio ("Qué signifies esto? l-emos 0 no fre mos a Cueravaca?"), pero. ys, espanlocemente, no «qusdaban palabres aestraes. Bien; In aetopsin de Ine oss: conlar el pormenor ds lo ocurrdor deseabrit imo y quia ect cu amante (por supuestn a través dun retrato de contornos vagos y desiavorables) ; nat ar las entrevistas haidas con él (volvigndolas nim. poriantes y cada yer mis forzadas y tonta, jpero qué fastdio de tedos modos, Dios mol]; en fins relatar, inyentar una historia absurda, tadx una miserable no. vela karate, Peto ne, :por Cristal, no Io haria jaméa en In vida, jjamés! Ni siqniern porque ain pudieran gar a tiempo para Ia salvacion de'ou amaste. (Ya a

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