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En el mundo pareciere existir la inseparable conjugación de hombre y mujer, en donde ambos registros dan sentido al otro y que sin uno el otro no podría existir, e incluso se va mas allá, teniendo la creencia que sin la presencia de este binarismo hegemónico la sociedad no se podría sostener.
En el mundo pareciere existir la inseparable conjugación de hombre y mujer, en donde ambos registros dan sentido al otro y que sin uno el otro no podría existir, e incluso se va mas allá, teniendo la creencia que sin la presencia de este binarismo hegemónico la sociedad no se podría sostener.
En el mundo pareciere existir la inseparable conjugación de hombre y mujer, en donde ambos registros dan sentido al otro y que sin uno el otro no podría existir, e incluso se va mas allá, teniendo la creencia que sin la presencia de este binarismo hegemónico la sociedad no se podría sostener.
Contextualizacin En el mundo pareciere existir la inseparable conjugacin de hombre y mujer, en donde ambos registros dan sentido al otro y que sin uno el otro no podra existir, e incluso se va mas all, teniendo la creencia que sin la presencia de este binarismo hegemnico la sociedad no se podra sostener. Existen dispositivos de poder tan finamente establecidos en la estructura social, en donde la a interpretacin masculina de la mujer se filtra incluso en los textos crticos en cuestin de gnero. Queda claro que la construccin del gnero se da gracias a la cultura, por supuesto, pero entender eso es el primer nudo desecho de la realidad y el papel de la construccin del gnero como dispositivo de control. Previo a esto es menester determinar o acercarnos a una definicin de cultura, de acuerdo a Canclini (1990) es una posicin de otro para referir los conjuntos de signos preponderantes de aquellos que son observados por este otro. Teniendo esto, podremos llegar a la feminidad como gnero y a este gnero como construccin de un OTRO: lo masculino, en este sentido la pregunta fundamental que plantea Norma Mogrovejo: Es la femineidad un producto de la naturaleza de las mujeres?, o es una interpretacin del hombre, es una invencin de lo masculino; es acaso que la mujer y lo femenino es una exacerbacin del registro imaginario sobre lo real de lo masculino y que esto que creemos ser femenino es tan solo una perversin de lo que en su momento fue por natura mujer. Claro con esto, tenemos que la historia que ha sido construida est dada por una sola postura, entonces la historia esta trunca y es menester recuperar los discursos de lo otra parte escindida: la historia de la mujer. La subordinacin y el gnero/sexo ambos como registros polticos, presentes un en ejercicio, que llevan a las mujeres a ser presentadas como accesorio o un complemento en el mejor de los casos, pareciere que los rasgos dieran la explicacin necesaria para volver funcional y lgico ambos registros. Ms all del plano sensorial, lo imaginario es lo que determina la ubicacin poltica y social del que ejerce el poder, la racionalizacin es el mecanismo por el cual se logra disminuir la resistencia al ejerci de poder del cuerpo instaurado en el punto ms alto de la maquinaria jerrquica. Tesis- Argumentos No solo es sexo, tambin es raza, estatus y clase, tener en cuenta que el sexo no viene solo en los dispositivos de poder impuestos por la hegemona de una interpretacin de la cultura masculinizada y potenciada por el capitalismo y el liberalismo econmico es necesario para evidenciar los mltiples ejercicios logrados para la subordinacin y repudio de lo femenino en la sociedad. En lo anterior es menester identificar los conceptos tomados, pues es lo femenino no implica directa, nica e inequvocamente a una mujer, as como lo masculino no lleva de
igual modo a un hombre. En este sentido, se le observa a la mujer necesaria, pero no
fundamental para la sociedad, solo para la procreacin del gen del hombre, he aqu el fundamento primordial de la cosificacin de la mujer, sin embargo, pese a esto queda algo inherente a todo humano, denominado por algunos como alma, espritu, Yo, sea como sea o se le denomine, este algo que lleva a crear, esa creacin que emerge de la mujer, lo femenino, eso es lo que ya no tiene cabida en la cultura delimitada por lo masculino. Ms all del plano sensorial, y ms all de lo reproductivo, existe un registro que se aborda fervientemente, lo sexual, los cuerpos sexuados tambin estn siendo formados y delimitados dentro del registro de la heterosexualidad, a fin de regular y llevar a cabo el ejercicio de poder, posicionando al hombre como el que da la satisfaccin a la mujer, motivo por el cual se justifica la sumisin de esta al hombre. Ya con esto, el vinculo, esa relacin inicial con la madre, que varios tericos determinan como lo fundamental para el futuro del hija/o esta probablemente en un tercer trmino, dado que es la mujer la que se le atribuye la responsabilidad y en caso de fallo la culpa vuelve a ser suya, asi como con la manzana de aquel adormitado Adn. Si es la mujer la que primordialmente sita el vnculo, vale analizar con que herramientas simblicas e imaginarias propone su relacin en lo real con ese nio. Y, claro, la madre no est sola cual isleta, esta junto al nio en convivencia a estos mecanismos de control social. Inclusive el OTRO es masculino y sexuado, con esto concertado el mbito de lo simblico en tanto que es el OTRO el que controla y determina de manera perversa a los cuerpos dciles, no el lo OTRO, es L. La moda, Simmel la define como la imitacin de un modelo que proporciona satisfaccin a la necesidad de apoyo social y conduce al individuo al mismo camino por el que todos transitan (en Mogrovejo, s/f). Ya es claro, que bajo todos estos mecanismos de control que estn actuando sobre el cuerpo de lo humano, existe un humano pero en qu condiciones esta?, es claro que sigue siendo, esta, pero endeble e inseguro, esto toma sentido cuando observamos el potencial que poseen las modas en su capacidad de atraccin de masas enteras de sujetos en busca del cobijo del apoyo social. Eso es lo que el sujeto busca, pero el que lo ofrece no busca caritativamente eso, es claro que la moda es el mecanismo perfecto bajo el cual se cobijan varia ideologas imperantes en nuestros das: capitalismo, neoliberalismo, patriarcado, para regular elecciones, repetir actos y conductas, es una modelacin, cual barro de las personas en receptculos de nuevas cosas que se puedan vender. Cierre A lo largo de nuestro recuento analtico presionamos bajo ciertos conceptos: Cultura, gnero, feminidad y masculinidad, mecanismos de control, moda, y el/lo OTRO. En ocasiones imperceptible y en otras de impacto abrumador lo masculino a dominado e intentado borrar a lo femenino, no a la mujer pero si a cualquier construccin que provenga de ella y que signifique un riesgo para el control de lo masculino. Vemos la epistemologa de la vida, pero en raras ocasiones las mentes se atreven a diseccionar y encontrar la tajada filosfica que justifica las teoras y nos quedamos con lo que positivamente es verdad, lo utilitario y funcional, bajo esto justificamos los actos en
tanto funcionales pero detenemos la posibilidad de identificar los significantes instaurados
en lo funcional. Lo cultural nos determina, pero quien determina lo cultural por qu y para qu. Somos neurticos en mayora, y no hemos logramos finalizar las funciones mas tiles de la neurosis: la duda, llegamos a conformarnos y nos conforman en torno a esquemas preestablecidos que proporcionan cierta estabilidad en distintos grados de acuerdo al nivel de los distintos registros de control. Es claro que la mujer ha sido la que ha salido peor gratificada si es que lo ha sido en algn momento en estos mecanismo de construccin y control, sin embargo ahora que genero no est bajo los mismos influjos de construccin perversa, en donde la modernidad impone su mejor arma: la moda. En conclusin y retomando la pregunta que plantea Norma Mogrovejo Es la femineidad un producto de la naturaleza de las mujeres?, es claro que no, la interpretacin y el vuelco del imaginario masculino sobre lo real de los cuerpos es lo que vemos como femenino y como lo que es y debe ser mujer. Referencias: Norma Mogrovejo. (s/f). La Femineidad construccin perversa de la masculinidad. Recuperado de: http://www.caladona.org/grups/uploads/2014/04/la-femineidadconstruccion-perversa-de-la-masculinidad-n-mogrovejo.doc Gargallo, F. (2005). Unos apuntes sobre la teora lsbica de Norma Mogrovejo, texto ledo en la presentacin del libro de Norma Mogrovejo, Teora lsbica, participacin poltica y literatura (Universidad de la Ciudad de Mxico, 2004), en la XVIII Semana Cultural LsbicoGay, Museo del Chopo, Ciudad de Mxico Canclini, N. (2001). Culturas hibridas, Estrategias para entrar y salir de la modernidad. Buenos Aires: Paidos.