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El diseño se realiza cuando se está frente a un problema científico, sobre el que se decide
desplegar un proceso de investigación para darle solución, pero no presupone un derrotero
inflexible al cual haya que ajustarse exactamente. Las investigaciones educacionales poseen
siempre un grado de flexibilidad, pues abordan un campo dinámico, sistemas abiertos, y
pueden surgir durante la actividad de búsqueda científica situaciones que inicialmente no
fueran concebidas, a las cuales necesariamente hay que atender con el propósito ser lo más
objetivos posibles en la búsqueda de la verdad.
Debe tenerse en consideración, además, que los diseños se corresponden con las posiciones
paradigmáticas y epistemológicas asumidas, el mayor grado de rigidez flexibilidad varía si nos
situamos en posiciones puramente positivistas, interpretativas o interrelacionamos
dialécticamente ambos posiciones buscando la dinámica de lo cuantitativo con lo cualitativo.
El diseño teórico comprende las conceptualizaciones del proceso investigativo. Estas son: el
problema científico; el objeto de estudio; el campo de acción; el objetivo general; los objetivos
específicos; la hipótesis, idea científica defender o interrogantes científicas y los resultados que
se obtendrán.
El problema científico.
Sin problema científico no se puede hablar de investigación científica, puesto que constituye lo
que determina su realización, su por qué se investiga. La ciencia se desarrolla sobre la base de
la identificación y solución a problemas científicos. Tanto la identificación como la solución
evidencian progresos en las ciencias. La importancia de la identificación reside en que
direcciona los rumbos de las ciencias, informa sobre lo que se debe investigar en una disciplina
o un campo del conocimiento; la solución, por el incrementos del conocimiento.
Con alguna frecuencia se identifica problema científico con necesidad, carencia, dificultad.
Cuando el investigador se enfrenta a situaciones desconocidas, a necesidades en la práctica,
no se encuentra de hecho frente a un problema científico. Esto puede deberse a múltiples
razones: desinformación sobre resultados científicos que dan solución a esa problemática, falta
de capacitación para implementarlos, imposibilidad de aplicar esos resultados en el presente
debido a causas ajenas, etc. Es decir, que es necesario, además, constatar un vacío en el
conocimiento, al que se llega revisando una amplia y actualizada bibliografía sobre el tema,
que permita aseverar la existencia real ese vacío, que el problema no ha sido resuelto en su
totalidad, que le quedan aspectos por resolver o que puede resolverse con mayor calidad
desde otros enfoques.
Sin embargo, el reconocimiento de tales atributos en un objeto no conduce obligatoriamente a
que sea investigado científicamente. Constatar la necesidad se sitúa como un paso previo a la
formulación del problema y se denomina situación problémica.
No todas las comunidades científicas consideran que el problema científico deba formularse a
través de una pregunta de investigación y no deseamos caer en cuestiones formales que
podrían desvirtuar la naturaleza creativa de la investigación. Estos estiman que solo basta con
formularlos a través de una exposición o descripción.
Álvarez Zayas (1997), sitúa las siguientes fuentes de los problemas científicos:
Para que un problema sea científico debe precisar ciertos requisitos, dentro de los cuales se
encuentran:
2. Los problemas científicos han de ser pertinentes. Ellos responderán a las exigencias y
retos del desarrollo socio-educacional en un momento determinado, abordarán las
prioridades que se necesitan resolver de manera inmediata y perspectiva para lograr el
perfeccionamiento de la praxis educativa.
3. La solución que se alcance del problema estudiado debe contribuir al desarrollo de del
conocimiento científico, a partir de contribuciones teóricas, metodológicas o prácticas en
sentido general. Es decir, ha de ser relevante en el orden teórico y metodológico.
Teniendo en consideración lo planteado en el capítulo anterior sobre los paradigmas, es
conveniente recordar que puede hacerse investigación científica sin pretender realizar
aportaciones al conocimiento científico de una disciplina o rama, sino resolver un
problema en su carácter único e irrepetible.
5. Debe resolverse aplicando los conceptos, categorías y leyes de la rama del saber que
se investiga, algunas de las cuales los aporta el investigador en el desarrollo del trabajo.
Este aspecto se encuentra muy relacionado con la sustentación científica que se planteó
en el aspecto 1 y contribuye al rigor, coherencia y calidad del proceso y resultado
científico.
El objeto de investigación.
Todas las ciencias tienen sus objetos, las esferas de conocimiento y, por consiguiente, de
investigación. En la investigación educativa constituyen objetos: la historia de la pedagogía, el
proceso de enseñanza aprendizaje, la educación extraescolar, la educación posgraduada, la
gestión de los procesos escolares, la investigación educativa, etc.
A nuestro entender las investigaciones deben tener un solo objetivo general y uno o varios
objetivos específicos que contribuyan a su logro.
La delimitación del objetivo general es la consecuencia de un proceso de análisis por parte
del investigador a partir del problema científico y expresará el logro que se ha de obtener para
resolver la contradicción existente, y en consecuencia llegar al estado deseado. Hurtado de
Barrera (2005) considera que él debe incorporar los mismos aspectos que el problema
científico.
Carlos Álvarez señala (1997) señala que las cualidades del objetivo son las siguientes:
4. Se declara en forma clara y precisa donde no quede lugar a dudas el resultado al cual
se quiere arribar como conclusión de la investigación y tan prolífero como sea necesario.
5. El objetivo debe de quedar limitado a los recursos humanos y materiales con los que se
cuenta para realizar la investigación.
6. Debe de ser evaluable; ya que la evaluación a toda investigación tiene que estar
encaminada a la solución o no del problema formulado a resolver y por lo tanto debe ser
mesurable ese resultado.
Como se aprecia el objetivo es orientador porque indica el resultado que esperamos alcanzar: una
estrategia metodológica, con la cual se superará el problema existente en séptimo grado
relacionado con la expresión oral. Se inicia con un infinitivo y está redactado de forma sintética,
generalizadora, clara y precisa; no deja lugar a dudas sobre cuál es la finalidad de la investigación.
Es de suponer que el investigador cuenta con los recursos humanos y materiales necesarios para
realizar el trabajo. El objetivo es evaluable ya que puede valorarse si efectivamente la estrategia
propuesta contribuye a perfeccionar el trabajo con la expresión en oral.
Los objetivos específicos.
Una investigación puede tener uno o varios objetivos específicos, los cuales se subordinarán al
objetivo general, son resultados parciales que se han de obtener para alcanzar el resultado que
propone el objetivo general.
De manera que los objetivos específicos, como el general, están vinculados directamente con los
resultados de la investigación. El resultado de los objetivos formulados por el investigador se
plasma en el resultado de la investigación, mientras que la información de estadios cubiertos por
otros investigadores se recoge en el marco teórico conceptual de la investigación. (Hurtado de
Huerta; 2005: 107).
En ocasiones se identifican objetivos específicos con tareas científicas. Estas últimas son los
pasos lógicos del proceso investigativo y están presentes de una u otra manera en todas las
investigaciones; no necesariamente aluden a resultados científicos y en consecuencia lo que se
obtiene a través de ellas no se expresa en las conclusiones, al no constituir aportación. Se ubican
dentro de las tareas: determinación del problema, objetivos y objeto de estudio, determinación del
marco contextual, elaboración del marco teórico, el arribo a conclusiones y recomendaciones,
entre otras.
Veamos un ejemplo que pudiera ilustrar lo anterior. La revisión bibliográfica para contextualizar
y elaborar el marco teórico. Esta tarea permite conocer lo que ya está resuelto del problema;
que conceptos, leyes y principios pueden ser usados en la investigación que se desarrolla; qué
argumentos son insatisfactorios; cuántos aspectos quedan aún por resolver. En resumen, con
esta revisión bibliográfica se identifican los vacíos en el conocimiento que imposibilitan
solucionar los nuevos problemas, se determinan los antecedentes y se crea el marco teórico-
conceptual de la investigación.
Como puede apreciarse nos encontramos frente a un paso lógico de una investigación, pero no
hay aportación por parte del investigador, no se ofrece un conocimiento nuevo. Sin embargo, si
el investigador se propusiera sistematizar las posiciones teóricas sobre el objeto de estudio a
partir de la revisión bibliográfica, constituiría un aporte al identificar esas posiciones,
estructurarlas jerárquicamente, establecer interrelaciones, etc. Entonces sería un objetivo
específico.
El campo de acción.
El campo de acción constituye en una investigación la delimitación de la parte del objeto sobre la
cual se va a trabajar. Al diseñar la investigación hay que abstraer la parte de la realidad sobre la
que se pretende actuar; por eso, no se trabaja todo el objeto, sino una parte de él, un campo. En el
objetivo aparece concretado el campo de acción.
Coincidimos con Ruiz Iglesias (2001:40) en discordar con aquellos autores que plantean que en
el diseño de la investigación no hace falta el campo, ya que él sí es necesario pues investigador
siempre se mueve en un campo concreto que particulariza para accionar sobre él.
Continuemos con el ejemplo que hemos venido analizado: si asumimos que el objeto lo constituye
el proceso de enseñanza aprednizaje en la asignatura Lengua Española de séptimo grado,
observaremos como el objetivo restringe ese objeto. No plantea trabajar todo el proceso de
enseñanza aprednizaje de la asignatura, sino solo la expresión oral en la asignatura Lengua
Española de séptimo grado: ese es el campo de acción.
Por eso, siguiendo una lógica investigativa el campo debe ir después del objetivo, quien es en
realidad el que lo precisa.
Las hipótesis.
Las hipótesis consideran al menos la relación entre dos elementos, a los cuales se les llama
variables. Ellas son atributos, la propiedad que puede variar y cuya variación es mesurable.
Constituyen los factores que explican los resultados y determinan las diferencias entre estos
para establecer comparaciones.
4. Interpretación: traza pautas para extraer inferencias de los datos obtenidos. La hipótesis
ofrece explicación de los hechos, haciendo legibles los datos que en bruto no nos
dicen nada.
Existen diferentes clasificaciones de las hipótesis de investigación, pero nos detendremos solo
en las hipótesis correlacionales y las que establecen una relación de causa efecto.
Hipótesis correlacionales.
Estas hipótesis establecen la relación entre dos o más variables. Por ejemplo: “el desarrollo de
la habilidad de argumentar está asociada con el hábito de lectura de los estudiantes”.
Veamos un ejemplo de este tipo de hipótesis: “La aplicación de una metodología para la
dirección del proceso de enseñanza aprendizaje del vocabulario con enfoque comunicacional,
sustentada en el enfoque histórico culural, que tiene en cuenta elementos sociolinguísticos y
sicolinguísticos, favorecerá el desarrollo del vocabulario en los escolares rurales de montaña”
En esta hipótesis la variable independiente es: “Metodología para la dirección del proceso de
enseñanza aprendizaje del vocabulario con enfoque comunicacional” y la dependiente: “el
desarrollo del vocabulario en los escolares rurales de montaña”. Se puede observar entre
ambas variables existe una relación de causa efecto, donde “la metodología” introducida es la
causa de que se produzca un efecto: “un desarrollo del vocabulario”.
Aquí no se pueden invertir las invertir las variables pues la causa ha de anteceder al efecto.
En toda investigación han definirse los términos o variables que están siendo incluidos en ellas.
Esto permitirá la delimitación conceptual, es decir, darle el mismo significado los términos
empleados en el desarrollo de la la investigación que los empleados en la hipótesis y comparar
nuestra investigación con otras y saber si estamos hablado de lo mismo, entre otras razones.
Siguiendo con el ejemplo de la hipótesis anteriormente referida se puede decir que en ella
precisan definición en un primer momento: vocabulario, enfoque comunicacional y desarrollo del
vocabulario.
Ahora bien, con lo anterior no basta se necesita operacionalizar las variables. Operacionalizar
las variables significa elevar las propiedades del objeto formuladas en las hipótesis en términos
abstractos a un plano que posibilite la medición y la observación en la práctica, es decir,
expresar qué actividades u operaciones deben realizarse para medirlas. Las variables se
descomponen en dimensiones e indicadores.
Las dimensiones son las diversas direcciones en que puede analizarse una propiedad.
Con respecto a las preguntas científicas existen diversos criterios. Hay autores que consideran
que el problema científico o pregunta de investigación se sistematiza a partir de un grupo de
preguntas relacionadas con el problema científico y en correspondencia con los objetivos
específicos, sin que ello implique la no formulación de hipótesis (Hurtado de Barreras; 2005);
otros, no plantean la sistematización del problema a partir de interrogantes científicas,
asumiendo solo la declaración de hipótesis (Tamayo, 2003); y, por último, nos encontramos
ante quienes estiman que desde determinadas posiciones solo es aconsejable utilizar
preguntas científicas (Smelkers; 1988).
Al asumir este criterio se parte del supuesto de que las hipótesis se formulan cuando el
conocimiento previo sobre el problema de investigación nos permite predecir una respuesta;
mientras que las preguntas científicas se plantean cuando el conocimiento previo no nos
permite predecir las respuestas, y estas se obtendrán como resultado del propio proceso
investigativo.
Las preguntas científicas arriban al conocimiento por la vía inductivo-analítica, es decir, de las
partes se llega al todo, a las elaboraciones teóricas y prácticas; mientras que en las hipótesis
como acabamos de exponer, se parte de un proceso inverso. Las preguntas científicas son más
propias de los diseños cualitativos de investigación.
Los resultados:
Toda investigación científica se realiza para alcanzar determinados resultados que darán
solución al problema científico; los resultados justifican el desarrollo del proceso investigativo,
los cuales pueden ser teóricos y /o prácticos.
Los resultados científicos son “productos terminados y medibles que debe aportar el proyecto a
partir de los recursos materiales y humanos disponibles y del empleo de métodos, técnicas y
procedimientos científicos, con vistas a alcanzar sus objetivos específicos y contribuir en
consecuencia , a la solución del problema” (Centro de Estudios Educacionales, citado por
Castellanos Simons. En: Martínez Llantada y Bernaza (Compiladores), 2005:66).
Las aportaciones teóricas de una investigación pueden estar dadas por la formulación de una
teoría, leyes, principios, conceptos, regularidades, sistematizaciones, clasificaciones, etc.
Los resultados prácticos pueden ser metodologías, programas, medios de enseñanza, sistemas
de acciones para perfeccionar determinado proceso, metodologías, estrategias, sistema de
orientaciones de carácter metodológico, etc