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Congreso SAM/CONAMET 2009 Buenos Aires, 19 al 23 de Octubre de 2009

UNA VEZ MÁS ACERCA DEL MODO DE SOLIFICACIÓN DE LA FUNDICIÓN DE


HIERRO GRIS

Alicia Norma Roviglione


0B

Departamento de Ingeniería Mecánica, Facultad de Ingeniería, UBA


Av. Paseo Colón 850, (1063) CA de Buenos Aires.
.
E-mail (autor de contacto): arovi@fi.uba.ar
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RESUMEN
El crucial tema del modo como solidifican las distintas variedades de fundición gris (FG) no tiene aún un
marco conceptual único que logre “acomodar” la mayor parte de los hechos experimentales validados por
la comunidad en las últimas diez decenas de años. Este trabajo, sin ser acabadamente una revisión, intenta
dar respuesta a la pregunta ¿Qué sabemos, y con qué grado de certeza sobre este tema? Se señalan las
ideas que cuentan con mayor consenso, inconsistencias de teorías muy difundidas, aspectos controvertidos
que requirieron experimentos críticos para ser dilucidados y algunas cuestiones que permanecen oscuras
como el origen de la ferrita en halo ó bull-eye. Se propone un esquema global para la solidificación de las
distintas variedades de FG con acuerdo a la mayor parte de los hechos experimentales reportados.

Palabras clave: solidificación; fundición gris, laminares, vermiculares, nodulares.

1. INTRODUCCIÓN
Todavía hoy se polemiza acerca del modo de solidificación de la fundición gris. Cientos de reuniones y miles
de artículos tuvieron como objeto al “anciano” sistema tan sólo en el siglo pasado. La prueba experimental
ha saldado ya muchas polémicas. Algunos descubrimientos han sido corroborados por técnicas
independientes aumentando así su grado de credibilidad y, previsiblemente, teorías extensamente difundidas
han sufrido refutación. So pena de pasarnos redescubriendo cosas ya informadas pérdidas entre miles de
trabajos (a los que cuesta acceder) se impone establecer una visión unificada e integradora del estado del
problema en vistas a continuar el común esfuerzo por alcanzar conocimiento genuino.
La intención no es hacer un “review” del tema, para ello se requeriría una mayor extensión y una
disponibilidad de literatura difícil de soñar en tiempos de crisis en estas latitudes. En lo que sigue se usará
del poder de síntesis de las ilustraciones a los fines de superar el desafío impuesto por la gran amplitud del
tema y la disponibilidad de espacio y, en pro de la justicia, se intentará establecer el momento más remoto en
que fueron formuladas las ideas fundamentales que han sobrevivido.
La primera cuestión al abordar el modo de solidificación será: ¿La solidificación de cuál variedad de
fundición? Es decir, cuáles y cuántas clases de fundición gris acordaríamos en considerar que existen. El
criterio de clasificación siempre conlleva un grado de arbitrariedad pero, a la fecha, está claramente instalado
el que refiere a la morfología del G. Por ello se considerará la cuestión de cómo solidifican las variedades
laminares, las compactas ó vermiculares y las nodulares [1]. En lo que sigue el mayor énfasis se pondrá en la
solidificación de las estructuras eutécticas, es decir sin fases primarias, grafito (G) ó austenita (γ), aunque se
discutirá la extensión en que éstas últimas afectan a las primeras. La segunda cuestión desarrollada en el
siguiente apartado sería entonces ¿Qué se entiende por estructura eutéctica?

2. CRECIMIENTO EUTÉCTICO EN FUNDICIÓN


2.1 Laminar eutéctico
Las fundiciones laminares preceden temporalmente a las nodulares y compactas, luego será natural empezar
por ellas. Las ilustraciones que siguen; figura. 1a) y b) pertenecen a un trabajo de Morrogh [2] del año 1967.
Allí se ilustra la siguiente idea básica: el G solidifica en disposición globular formando una estructura
interconectada, continua, de láminas que ramifican desde un centro (en fig.1b) se acompaña por γ dendrítica).
El modelo es en realidad anterior a dicha fecha y se originó en evidencia obtenida interrumpiendo la
solidificación a distintas fracciones de sólido formado, revelando microsegregaciones con distintas técnicas y
con pulido secuencial.
a) b)

Figura1:a) Disposición globular de la red de G laminar; b) Idem con dendritas primarias de austenita (γ).

Hasta finales del siglo pasado no se habían obtenido muestras de las redes interconectadas reales extraídas de
la matriz metálica sin destruir la integridad del arreglo espacial [3, 4]. En las figuras 2a), b) y c), más de
treinta años después, se observó el fino ajuste entre el modelo y la realidad.

Figura 2. Redes de G totalmente extraídas a) Interdendrítico tipo D; b) Roseta tipo B; c) laminar A; SEM[3].

El examen de las interfaces sólido/líquido de las experiencias de solidificación interrumpida reveló que
dichas unidades globulares son dos cristales interpenetrados de γ y G que crecen desde el fundido en forma
cooperativa y acoplada. Esto último significa que cada fase al solidificar reyecta hacia su par eutéctico
adyacente el elemento mayoritario que lo constituye generándose flujos cruzados recíprocos. El mecanismo
de difusión de corto alcance tiene lugar en una pequeña región del fundido adyacente a la interfaz bifásica y
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ocurre en dirección paralela a la misma (es decir normal a la dirección de crecimiento del arreglo globular).
Este arreglo es lo que comúnmente se identifica como estructura ó celda eutéctica de la variedad laminar.
La microestructura de la interfaz bifásica fue registrada en múltiples experiencias de congelado tanto en
solidificación libre como en solidificación restringida encontrándose características coincidentes: la fase G,
minoritaria en volumen, lidera el frente bifásico siendo acompañada por γ hasta una línea de triple contacto
con el líquido. El ángulo de contacto θGγ < 90º indica mojado del G por la γ. Ver figuras 3 a), b) y c).

a b c
Figura 3. a) Interfaz congelada en solidificación restringida [5];b) idem libre [6];c) detalles con SEM [7].

El tamaño y espaciado entre las láminas, así como la disposición de las mismas respecto de fases primarias,
dendritas γ ó G masivo según la concentración de partida fuera hipo ó hiper-eutéctica respectivamente, ha
dado lugar a una sub-clasificación en cinco sub-variedades de laminar conocidas como A, B, C, D y E. Sin
embargo, la idea de Oldfield (ver en [2]) de que la escala de tamaño del entramado bifásico estaba regido por
la velocidad de solidificación (ó el subenfriamiento) permite volver a la simple idea de que sólo existe una
variedad laminar que puede solidificar en presencia ó ausencia de fases primarias con distintas velocidades
de solidificación. Por ejemplo, la variedad C es la variedad laminar solidificada en presencia de fase G
primaria ante pequeños subenfriamientos (baja velocidad).
Lo anterior es independiente de la aparición de fases primarias fuera del rango de concentraciones donde el
diagrama de fase de equilibrio predice su existencia. Siendo éste último, un efecto derivado de la cinética de
solidificación. Mediante la introducción del concepto de ZONA ACOPLADA (ZA) se explica, sistematiza y
cuantifica el fenómeno. La ZA es el rango de composiciones y de velocidades dentro del cual es posible
obtener una estructura 100% eutéctica ó, dicho de otra manera, las condiciones de solidificación bajo las
cuales dos fases eutécticas con una interfaz común pueden crecer más rápido que cualquiera de los
componentes por separado. En 1975 Fredrikson lo aplica por vez primera a la fundición gris [8].
La Nucleación de las celdas eutécticas merece una digresión. Es muy interesante observar que ya en el
trabajo de Morrogh se incluye una fase primaria (en este caso γ). Pero, tal ocurrencia no fue vinculada al
inicio del crecimiento eutéctico, excepto en el sentido de señalar que el enriquecimiento por segregación del
fundido remanente aproximaba su composición hacia la eutectica y propiciaba la transformación.
Recientemente, sobre la base de evidencia lograda con nuevas técnicas el tema ¿Qué tipo de protagonismo
tienen las fases primarias en la nucleación del ensamble eutéctico? ha retomado interés [9].
Es posible sistematizar la capacidad de nucleación recíproca de las fases eutecticas mediante el uso del
criterio de potencialidad nucleante no recíproca debido a Sundquist y Mondolfo (1961) [10, pag.698].Para
ello sólo hay que comparar σγl con σGl (donde σ indica la energía interfacial). Si σGl >σγl entoces θγG< θGγ
(donde θ es el ángulo de contacto) y G podrá nuclear γ sin que la recíproca tenga lugar. En las condiciones
químicas que producen las variedades laminares (más de 200 ppm de S y O) σγl es del orden 200-300 erg/
cm2 [11,12] y σGl aunque depende de los planos, está en rango de 1120 a 1170 erg/cm2 [13]. Según esto
podríamos afirmar que el G nuclea a γ y no la inversa. A partir de la nucleación recíproca ambos cristales
proceden al crecimiento acoplado manteniendo estrictas relaciones cristalográficas en la interfaz común que
van generando en la línea de triple contacto con el líquido.
Se verifica experimentalmente que el subenfriamiento con el que crece la celda eutéctica se puede introducir
por dos vías: 1) por sobrecalentamiento intenso del fundido antes de la solidificación y 2) por aumento de la
velocidad de remoción del calor latente. En el primer caso, debido a la destrucción de los sitios de nucleación
evolucionan pocas celdas de gran tamaño que dominan la microestructura dando los subtipos D y E (un
ejemplo se puede ver en fig 2 a). En tanto que, el efecto de aumento de la velocidad de enfriamiento, si el
número de sitios nucleantes no ha sido disminuido (ó se ha aumentado ex profeso por inoculación con
distintos métodos) se traduce en un mayor número de celdas con núcleos subenfriados y una periferia de
laminar con mayor espaciado. Esto es la típica estructura de roseta de fig. 2 b). Finalmente, si la velocidad de
extracción calórica es lenta bajo estas últimas condiciones desaparecen los núcleos subenfriados y la
micrestructura final es tipo A (fig. 2c).
Por el año1969, Double y Hellawell [14], estudiando con MET en el sistema Ni-C la cristalografía del G
eutéctico extraído de la matriz metálica establecieron que las superficies de las láminas eran los planos
{00.2}.Extrapolado ésto al crecimiento libre de laminar se obtiene el difundido esquema de figura 4a) [15].

a) b) c)

Figura 4. a) Modelo de celda laminar; b) idem sin {00.2} “curvados”; c) Celda compacto/vermicular.
Entonces no se pudo establecer la relación cristalográfica existente entre G y γ pues la información se pierde
totalmente con la extracción de la matriz efectuada en dicho trabajo. Hacia 1990 para determinar las
relaciones de crecimiento del eutéctico laminar se usó en Fe-C-Si-Ni la técnica de extracción masiva del G
que preserva la orientación espacial [4], asociándola a la técnica de solidificación restringida y a la difracción
de rayos X (esta última técnica provee información cristalográfica masiva y estadística)[16].
La fundición usada, merced a estar aleada con Ni, retenía suficiente γ a temperatura ambiente como para
permitir estudiar su textura de crecimiento en los lingotes completos. Posteriormente, el G fue extraído de
entre la matriz metálica sin que perdiera su orientación derivada de la solidificación y se pudo estudiar la
textura de crecimiento de esta fase sin interferencias. Combinado ambos resultados se obtuvo la relación
cristalográfica entre los sólidos eutécticos que resultó ser: mayoritariamente de <100>γ//<11.0>G// a la
Dirección de Crecimiento (DC). Además, una proporción significativa de <10.0>G //DC y en menor
extensión {10.1}G ┴ DC [16]. Con este resultado el modelo de celda eutéctica laminar debió modificarse
según muestra la fig.4b) [17]. La nueva interpretación no invalida los hallazgos de los estudios previos por
MET (una técnica puntual) sino que por el contrario corrobora dichos resultados independientemente y en
forma estadística (masiva) ya que se confirma que los {00.2} forman la mayor superficie de las láminas pero
hacen innecesario su “curvado” para ajustar cambios de dirección curvaturas ó ramificaciones.
El mecanismo de ramificación que provee el cambio de escala del espaciado ha sido objeto de mucha
especulación teórica. La teoría dominante es la de crecimiento limitado por dificultades de ramificación del
G (Branching Limited Growth Theory; BLG, Fisher y Kurz (1983) y decenas de artículos derivados) [5 y 10
pag.763]. La hipótesis fundamental es que la fase minoritaria crece controlada por defectos (Facetada) y no
por difusión (NoF). Contradictoriamente proponen un mecanismo de comienzo de la ramificación análogo al
que se observa en las fases NoF que ocurre en el espesor de las láminas. Predice además que la dirección de
crecimiento del G en una solidificación restringida oscilaría permanentemente a un lado y otro de la DC.
En 1980 Subramanian [17] muestra con TEM que los planos prismáticos de G están en contacto con el
líquido durante el crecimiento y son facetados sólo en ausencia de S, sufriendo una transición a NoF en
presencia de dicho elemento. La figura 3 c) de [7] confirma aquel hallazgo a nivel atómico por el aspecto
ondulado del extremo de las láminas muy típico de fases NoF, en frentes sólido/líquido congelados durante
solidificación restringida. Además, en estas últimas experiencias fue posible observar que la ramificación
necesaria para el ajuste del espaciado ante mayores subenfriamientos (velocidades) procede en la dimensión
mayor de las láminas, no en el espesor [19,20]. Sobre la base de la refutación de sus hipótesis fundamentales
y del fallo en sus predicciones la teoría BLG pareciera no corresponderse con la realidad. Actualmente existe
una nueva teoría cualitativa, en curso de formalización matemática, sobre el mecanismo que controla el
espaciado eutéctico. En ella el G es NoF y el inicio de la ramificación está determinado por la aparición de
inestabilidades del tipo de Plateu/Raleigh (dinamizadas por la tensión interfacial) que ocurren en la fase
vecina γ a nivel de la línea de triple contacto (G/γ/liquido) [19, 20]

2.2 Compacto ó Vermicular


Esta variedad también tiene su modelo de solidificación eutéctica esquematizado en la celda “intrusa” de
fig.4c), donde se esquematiza el crecimiento libre (aunque tiene su correspondiente extrapolación para el
crecimiento restringido). La técnica puntual MET [21] aplicada sobre fragmentos de G compacto totalmente
extraído de la matriz metálica aporta el primer indicio acerca de la posible inexactitud de la propuesta
mostrando que la superficie de los vermes también está mayoritariamente constituida por planos {00.2} y,
sólo eventualmente prismáticos ó piramidales, en abierta contradicción con el modelo. En este esquema
existen varias hipótesis subyacentes; a saber: 1) en común con las variedades laminares se considera que la
fase G es F; 2) existe un cambio en la dirección preferencial de crecimiento de G de las de tipo <10.0> y
<11.0> a direcciones tipo <00.1>; 2) Existen defectos autoperpetuantes (dislocaciones de hélice propuestas
por Hillert y Lindblom originalmente en el año 1954) emergentes en los planos{00.2} que sostienen el
crecimiento según <00.1>; 3) dichos defectos se activan al envenenarse defectos que sostienen el crecimiento
según <10.0> y <11.0> ; 4) por lo anterior se requieren mayores subenfriamientos para crecer la variedad
vermicular; 5) aún subsiste una interfaz común con γ y la línea de triple contacto con el líquido.
Para testear la validez de cada una de estas hipótesis, y el modelo, se idearon experimentos críticos dando
lugar al siguiente esquema experimental [7]:
a)Solidificar unidireccionalmente la variedad proveyendo una simiente de grafito laminar; b) producir la
modificación morfológica agregando las aleaciones modificadoras in situ, directamente enfrente de las
simientes y hacerlo sin interrumpir el crecimiento y manteniendo el mismo gradiente delante de la interfaz y
la misma velocidad; c) Mediante difracción de Rayos X y una secuencia similar a la descripta anteriormente
para las laminares analizar la textura de crecimiento de ambas fase para corroborar el cambio de dirección de
crecimiento; c) Congelar el frente sólido/líquido para confirmar la existencia de la linea triple G/γ/liquido.
Se confirmó que: a´) el G vermicular puede evolucionar con continuidad del laminar simiente refutando la
hipótesis de inactivación ó envenenamiento de los defectos que proveen crecimiento según <10.0> y <11.0>;
b´) que lo hace ante las mismas condiciones de crecimiento con lo cual se refuta la hipótesis de la necesidad
de mayores subenfriamientos para crecer esta variedad; c´) La textura de crecimiento reveló distribución al
azar de orientaciones cristalinas a pesar de la direccionalidad macroscópica de los vermes refutando la
hipótesis de crecimiento preferencial según <00.1>; d´) Se observó que la línea de triple contacto no existe
en esta variedad y que el G solidifica como delgados cristales planos facetados (denominados dendritas
foliadas) que crecen libremente en el líquido entre bordes de grano, células ó dendritas de γ. Hacia el final de
la solidificación dichos cristalitos son “compactados” por las paredes sólidas de la γ vecina; ver Figura 5a) y
b). Los resultados obtenidos indican que la celda eutéctica de la variedad vermicular propuesto en 4c) no
existe. El crecimiento de la variedad es divorciado y la única hipótesis que sobrevive es el carácter F de G.
Consecuentemente se ha propuesto un nuevo modelo esquematizado en figura 5c).

Figura 5. a) Interfaz congelada durante la evolución de un verme (MO), Nital 2%; b) ) idem a) SEM con
ataque profundo 20% v/v HNO3/etanol c) Nuevo Modelo de crecimiento de las variedades vermiculares.

2.3 Nodular
La solidificación de la variedad nodular es, sin duda, la más controvertida. Recientemente se ha vuelto a
confirmar la fuerte dependencia de la morfología con la tensión interfacial del líquido hasta el punto que el
control sobre ese único parámetro asegura la producción industrial exitosa de la variedad [22]. La primer
idea sobre control por la tensión interfacial de la morfología se remonta al menos a 1951 [23]. Esto ha sido
confirmado [7]. En cuánto a la nucleación existiría consenso en cuanto a que sería independiente para el G y
γ, y que el crecimiento sería divorciado. En el Apéndice de [7] se demuestra que una interfaz común G/γ, a
los niveles de desulfuración requeridos para nodularizar, resulta termodinámicamente imposible. Luego
ambos sólidos sólo se podrían vincular por flujos difusivos de largo alcance a través del líquido.
Sin embargo generalmente se acepta que γ rodea al G en algún momento temprano de la solidificación y que
lo haría por dos vías: 1) Por nucleación de γ sobre el nódulo seguido de un breve crecimiento acoplado por
difusión de corto alcance en inmediaciones de una linea triple G/γ/liquido de existencia efímera. Tal
crecimiento perinodular acabaría con el esferoide totalmente rodeado y aislado del líquido y: 2) Cuando una
dendrita de γ se aproxima suficientemente al nódulo desnudo lo “atrapa” encapsulándolo. Acerca de cómo se
produce dicho atrapamiento no hay descripciones detalladas hasta hoy. En un artículo que acompaña al
presente en estas Jornadas se intenta dar mayores precisiones sobre esos momentos de la solidificación.
Acerca de cómo crece el ensamble esferoidal de G ha habido docenas de teorías. Todas ellas coinciden en
señalar que los {00.2} se ubican normales al radio y forman la superficie exterior. Con técnicas locales TEM
y HREM se ha confirmado una estructura estratificada de cristales planos hexagonales y rombohédricos (el
G alótropo formado por fallas de apilamiento del hexagonal) con la dirección <00.1> paralela al radio.
Ocasionalmente se detectan óxidos y sulfuros de elementos nodularizantes entre dichos cristales [24]. Por
otra parte nódulos fracturados en ensayos Charpy muestran una estructura de finas capas concéntricas (figura
15 en [7]). El modelo propuesto en [7] da cuenta de toda la evidencia experimental previamente citada
describiendo la formación del nódulo por el colapso, bajo la presión metalóstatica de dendritas foliadas de
grafito (las mismas unidades básicas que forman los vermes). Se indica que los delgados cristales se curvan
por maclado envolviéndose sobre sí mismos a la manera de “hojas de repollo” minimizando la relación
superficie a volumen cuando la energía libre interfacial G/liquido adquiere su máximo valor por la
desulfuración y desoxidación del fundido. Las maclas serían responsables del aspecto radial característico en
microscopìa óptica (MO) y luz polarizada y, eventualmente pueden producir por disociación una falla de
apilamiento donde se forma la secuencia del G romboédrico reportado.
REFERENCIAS
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