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VIDA Celebración

Miércoles de Ceniza

IN T R O D U C C I Ó N
Hoy es Miércoles de Ceniza. Comenzamos la Cuaresma y muchos
cristianos nos reunimos para ir a «imponernos la ceniza».

«Echarse ceniza» no es un acto folclórico más, como si fuera el


último disfraz de carnaval. La ceniza nos indica el inicio de un tiempo
largo de conversión.

La ceniza es una disposición de corazón, nada más. Cuaresma y


ceniza no son el tiempo de la tristeza, sino de la gran alegría. La
alegría que brota de un corazón renovado. «Echarse ceniza» sobre la
frente es señal de disponibilidad para reconocer la propia realidad y
dejar sitio en la propia vida a la realidad de Dios.

A lo mejor lo hacemos como un gestode superstición, o como una


rutina de cada año o, tal vez, como un gesto especial y distinto dentro
de la monotonía de las misas de cada domingo. El verdadero sentido
de este gesto no es otro que hacer un acto de reconocimiento de lo
que es nuestra vida y de la cantidad de cosas que no valen la pena,
pero a las que les damos demasiada importancia.

El gesto de la ceniza que hoy vamos a hacer, indica que re-


conocemos y aceptamos entrar en un tiempo y en un proceso de
descubrimiento de la verdad y de lo verdadero: El Tiempo de Cua-
resma, es el tiempo de la «vuelta a lo importante de la vida
cristiana».

¡E s c u c h a c o n a t e n c i ó n !
PREGÓN
LECTOR 1:

Un día Dios puso toda la confianza en el hombre. A Dios le gusta la


libertad y dejó al hombre libre.

El día en que el hombre se sintió libre, miró por todas las rendijas de la
tierra a ver si Dios le estaba espiando... ¡Y el hombre vio que Dios se
había ido!

Al hombre le cuesta siempre mucho ver a Dios aunque Dios esté


presente. Así que cuando se dio cuenta de que Dios se había ido de
verdad, el hombre se puso a vivir como si Dios no existiera.

Y entonces el hombre se dio cuenta de que le gustaban cosas que a


Dios no le gustaban. Se dio cuenta, el hombre, de que no era Dios,
pero le entraron ganas de ser Dios y le declaró la guerra. El hombre se
puso de pie y dijo a Dios:
«¿Qué te has pensado tú? ¡Yo me quiero medir contigo!.

Aquel día fue uno de los peores días que pasó Dios desde siempre. No
sabía muy bien qué hacer, si aniquilar al hombre que había creado o
no. Se paró a pensar un poco... y a Dios le entró un cariño enorme por
el hombre. No lo borró de la tierra, no. Le invitó a caminar por la tierra y
le dio la posibilidad de arrepentirse.

LECTOR 2:

Esta historia del hombre es muy vieja, pero también es muy nueva.
Muchos hombres hacen lo que hizo el primer hombre.

Y Dios hace siempre lo que hizo con el primer hombre: Dios no hace
nada más que querer y perdonar y abrir los brazos y acoger y hacer
fiesta cuando alguien, después de ser un desalmado con Él, le pide
perdón.

Hoy todos somos invitados a doblar la cabeza y a reconocer que la


hemos levantado demasiado, pronunciando gritos contra Dios.

Hoy es un día inmensamente alegre: A pesar de todo, Dios no nos va a


borrar del mapa. Dios quiere que nos convirtamos. Hoy es el día en que
todos tenemos que levantar la cabeza y ponernos a caminar juntos
hacia Dios.
EVANGELIO

El Padre misericordioso

Dijo: Un hombre tenía dos hijos, y el menor de ellos dijo al padre:


"Padre, dame la parte de la hacienda que me corresponde". Y él les
repartió la hacienda. Pocos días después el hijo menor lo reunió todo y
se marchó a un país lejano donde malgastó su hacienda viviendo como
un libertino. Cuando hubo gastado todo, sobrevino un hambre extrema
en aquel país, y comenzó a pasar necesidad. Entonces, fue y se ajustó
con uno de los ciudadanos de aquel país, que le envió a sus fincas a
apacentar puercos. Y deseaba llenar su vientre con las algarrobas que
comían los puercos, pero nadie se las daba. Y entrando en sí mismo,
dijo: «¡Cuántos jornaleros de mi padre tienen pan en abundancia,
mientras que yo aquí me muero de hambre! Me levantaré, iré a mi
padre y le diré: Padre, pequé contra el cielo y ante ti. Ya no merezco ser
llamado hijo tuyo, trátame como a uno de tu jornaleros
Y, levantándose, partió hacia su padre. Estando él todavía lejos, le vio
su padre y, conmovido, corrió, se echó a su cuello y le besó
efusivamente. El hijo le dijo: «Padre, pequé contra el cielo y ante ti, ya
no merezco ser llamado hijo tuyo. Pero el padre dijo a sus siervos:
«Traed aprisa el mejor vestido y vestidle, ponedle un anillo. en su mano
y unas sandalias en los pies. Traed el novillo cebado, matadlo, y
comamos y celebremos una fiesta, porque este hijo mío estaba muerto
y ha vuelto a la vida; estaba perdido y ha sido hallado». Y comenzaron
la fiesta.
Su hijo mayor estaba en el campo y, al volver, cuando se acercó a la
casa, oyó la música y las danzas; y llamando a uno de los criados, le
preguntó qué era aquello. Él le dijo: «Ha vuelto tu hermano y tu padre
ha matado el novillo cebado, porque le ha recobrado sano. Él se irritó y
no quería entrar. Salió su padre, y le suplicaba. Pero él replicó a su
padre: «Hace tantos años que te sirvo, y jamás dejé de cumplir una
orden tuya, pero nunca me has dado un cabrito para tener una fiesta
con mis amigos; y ¡ahora que ha venido ese hijo tuyo, que ha devorado
tu hacienda con prostitutas, has matado para él el novillo cebado!. Pero
él le dijo: «Hijo, tú siempre estás conmigo, y todo lo mío es tuyo; pero
convenía celebrar una fiesta y alegrarse, porque este hermano tuyo
estaba muerto, y ha vuelto a la vida; estaba perdido, y ha sido hallado»
(Lc 15,11-32).
GESTO: IM POSIC IÓN DE LA CE NIZ A

Nos manchamos las manos con muchas cosas...


Tener las manos manchadas se ha convertido en doble signo:

• El que hace algo por los demás, el que trabaja.


• Tener las manos manchadas puede significar también hacer lo
que no teníamos que hacer, manchas de sangre...

Hoy, en este momento, mancharnos las manos o mancharnos la


cabeza de ceniza es signo de que hemos hecho lo que no teníamos
que hacer y que lo reconocemos y comenzamos a caminar hacia la
conversión, hacia la vida.

Si alguien se decide a venir, que diga en el camino hacia la


ceniza, desde el fondo de su corazón:
«Deseo convertirme y creer en el Evangelio».

DES PEDIDA- ENVÍO

Hemos celebrado el comienzo de un camino. Hemos dado el


primer paso que nos conduce hacia la Pascua. Detrás de este primero,
tienen que venir otros. De la celebración hay que pasar ahora a la
vida.
Con este deseo de conversión y de perdón podemos ir en paz.
Ojalá llevemos el perdón y la acogida de Dios Padre a cuantos
comparten la vida con nosotros.

VIDA

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