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También se simplifica la tarea de gestión del espectro por parte del regulador
dado que las propiedades (a saber, las emisiones espectrales, la potencia de
transmisión, la separación de canales, etc.) de las tecnologías que se van a
instalar, ya se conocen en la fase de concesión / mejora de la licencia. A su
vez, se facilitará el establecimiento de normas técnicas específicas destinadas
a evitar la interferencia perjudicial entre operadores, con la imposición de
límites para las emisiones fuera de banda, la densidad de flujo de potencia o la
intensidad de campo en el borde de las zonas de servicio o fronteras, bandas
de guardia, así como la imposición de requisitos de coordinación.
En ese sentido, la CMR 2007 reunida en Ginebra, Suiza, constituyó un hito en la
asignación de espectro para futuros desarrollos de 3G y 4G. El encuentro
permitió a la UIT comenzar a identificar y atribuir espectro para las
Telecomunicaciones Móviles Internacionales (IMT, por sus siglas en inglés)
avanzadas, que incluye el desarrollo futuro de sistemas posteriores a las IMT-
2000.
LA CMR 2007 recomendó el uso de las bandas 1.885 2025 MHz y 2.110 2.200
MHz para IMT Avanzadas, considerando que ya se han implantado o se está
implantando el componente terrenal en esa porción de espectro. A su vez,
plantea la posibilidad de revisar la disponibilidad del componente de satélite en
las bandas 1.980-2.010 MHz y 2.170-2.200 MHz, lo que mejoraría la
implantación global y el atractivo de las IMT. También propone que se estudie
las consecuencias de la compartición de las IMT con otras aplicaciones y
servicios en la banda 2,3 2,4 GHz y la introducción, compartición y
disposiciones de frecuencias en esa banda, dado que es utilizada por algunos
estados para otras prestaciones de banda ancha y radiodifusión por satélite.
El componente satelital
La porción de WiMax
En ese sentido, las bandas de 850 MHz, 900 MHz, 1800 MHz, 1900 MHz, 1710-
1770 y 2110-2170 MHz y 2.500 2.690 MHz son las que tomaron relevancia para
el despliegue de servicios de 3G. El caso particular de la región es que se
espera un fuerte impacto de 3G a partir de aplicaciones diferentes a las
predominantes en otras regiones. Particularmente, la expectativa está
centrada en que 3G se convertirá en motor de la expansión de la banda ancha,
que en América latina sigue en promedio en torno al 5% de la población.
La situación de las bandas es disímil. Estaría disponible en un mediano plazo la
de 2.500 2690 MHz, recomendada por GSM LA, utilizada en forma marginal
para servicios de MMDS. También está en estudio la banda de 700 MHz. Sin
embargo, para que se libere, deben migrar a TV digital las emisoras de
radiodifusión que operan en esas frecuencias. Y justamente, en Latinoamérica,
el proceso se encuentra demorado, debido a que aún no se definió el estándar
para TV digital en la mayoría de los países, por lo que la posibilidad de contar
con esa banda en la región se posterga hasta 2015 por lo menos.
La tendencia que se vislumbra es que las bandas más bajas (800 MHz, 1.800
MHz, 1.900 MHz) quedarán para soportar servicios de 2G, en tanto que se
destinará a 3G en primera instancia el espectro disponible en 2.100 MHz y
2.600 MHz.