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medicina borra la posicin del anunciador del discurso, que es el enfermo mismo
en el enunciado de su sufrimiento, y la del mdico al retomar ese enunciado en un
discurso mdico.
4. Es natural el instinto de curar?
Para el autor, este mito no resiste en modo alguno el anlisis de los hechos. Solo
en funcin de una ilusin retroactiva miramos y aislamos ciertas prcticas
atribuyndoles una funcin teraputica. Nada nos permite aislar un instinto de
curar que sera natural.
Si hubiese que hablar de un instinto de curar, sera ms viable considerar que la
naturaleza ha conservado las soluciones ms favorables para la conservacin de
la especie, pero no las ms favorables para la conservacin del individuo. La
especie est interesada en conservar slo a los individuos mas vigorosos, a los
mas aptos para defenderse, y no a los enfermos, a los lisiados, a los que por el
contrario tiene que eliminar.
El deseo de curar no es, en modo alguno, una evidencia natural. Al menos no
podemos hablar de l, sin establecer un paralelo con las incontables
circunstancias en las que nos vemos obligados a constatar hasta que punto las
sociedades se muestran desprovistas de piedad para con los enfermos, al menos
cuando no pueden recuperarlos.
5. Cul es la relacin entre historia de la medicina e ideologa?
Los historiadores de la medicina, como los historiadores de la ciencia, construyen
la historia en funcin de su ideologa. De manera que todo depende de lo que en
los escritos se quiera demostrar.
Solamente se trata de construir un mito de los orgenes conforme con la ideologa
del momento, que pueda inscribirse en los paradigmas comprensibles para la
comunidad cientfica. Lo dems que es preciso reconocer, se atribuye a la suerte
o al genio de un precursor.
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es retomado en el discurso
medico, que afirma que puede encontrarse un sentido, en lo que hasta entonces
era un puro no- sentido. Y el mdico afirma que domina ese sentido nuevo, o que
puede llegar a tenerlo bajo su dominio.
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