Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
Cada cosa tiene un mal especfico que la destruye. El mal especifico del
cuerpo es la enfermedad, y del alma, el vicio. Pero el vicio no destruye el
alma, por lo tanto es indestructible.
El alma tiene un origen divino. Llega desde el otro mundo a encarnarse en un
cuerpo mortal, pero ansia volver a su verdadera patria. Esto solo lo
conseguir si se presenta totalmente limpia y purificada en el juicio al que
ser sometida tras la muerte. En el caso contrario volver a reencarnarse.
Quien corrompe y ciega al alma es el cuerpo con sus bajas pasiones y sus
necesidades. De ah que sea un obstculo para su salvacin, su tumba y su
crcel; y de ah la necesidad de dominarlo y el deseo de liberarse de el. Este
dominio y liberacin, que es en lo que consiste la purificacin, se realiza a
travs del conocimiento de las ideas. Por esto solo se salvarn las almas de
los filsofos.
Segn Aristteles:
Para Aristteles el hombre es un "animal poltico" por naturaleza. Slo los
animales y los dioses pueden vivir aislados. La fuerza natural hacia la
reproduccin y la conservacin inclina a los hombres a vivir unidos, primero
en la familia, luego en la aldea (unin de varias familias) y finalmente en la
ciudad-estado (ni muy pocos, ni demasiados habitantes). El buen
funcionamiento de una ciudad-estado no se asegura solamente por aunar
voluntades hacia un mismo fin; se requiere tambin de leyes sensatas y
apropiadas que respeten las diferencias y eduquen a los ciudadanos para la
responsabilidad civil dentro de la libertad (Aristteles, en su mentalidad
clasista griega, no concibe el derecho de ciudadana ni para las mujeres ni
para los esclavos).
Segn Scrates:
Para Scrates el hombre es un ser esencialmente moral y que, por lo tanto
debe ser respetuoso de las leyes. Su mtodo, la mayutica a travs del cual
Scrates indaga al interlocutor , tratando temas como el bien, la valenta, la
justicia, la piedad, va interrogando a sus discpulos tratando como tema
aquello en que cada uno cree que consiste su esencia. Por ejemplo, Laques
consideraba a s mismo un valiente. Scrates le haca preguntas, indagaba.
A
cada
respuesta
de
su
interlocutor
Scrates
la
refutaba
con