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AN fe uly Renee be ieker y i Los autores ponen a disposicién de las personas de habla castellana este texto que se caracteriza, como consecuencia de la experiencia de muchos ahos de docencia, investigacion y practica hidrogeoldgica, por su caracter didactico. Esta escrito en lenguaje Paral Merete Mine) a MM EN) eee ele ie Ta teed eered rer) ) Cor tedricos. Es un libro especialmente indicado para alumnos de licenciaturas e ingenierias y para los titulados que se inician en el estu- dio del agua en la naturaleza. A lo largo del texto, estructurado en cinco capitulos, se aborda el estudio de la fase externa del ciclo hidrolégico, el comportamiento del agua en el subsuelo -tanto en la zona saturada como en la no saturada- los procesos que condicionan la calidad quimica de las aguas naturales y su contaminacién como consecuencia de las actividades humanas. Finalmente se explican algunos métodos utiles para el tratamiento de datos hidrogeoldgicos. Pedro Emilio Martinez Alfaro es Doctor en Geologia Econémica y Catedratico de Hidrogeologia en la Facultad de Ciencias Geoldogicas de la Universidad Complutense desde 1991. Silvino Castaho Castano es Doctor en Ciencias Geoldgicas. Tras haber trabajado en temas hidrogeoldgicos durante mas de veinte anos en la empresa privada, pertenece actualmente a la Escala de Investigadores del Instituto Geoldgico y Minero de Espana. Pedro Martinez Santos es Ingeniero Civil y Masters of Technology Management por la University of New South Wales de Sydney (Australia). Actualmente desarrolla su actividad investigadora en la Universidad Complutense de Madrid. Pedro E. MARTINEZ ALFARO Pedro MARTINEZ SANTOS Silvino CASTANO CASTANO Fundamentos de Hidrogeologia Ediciones Mundi-Prensa Madrid ¢ Barcelona * México 2006 — Grupo Mundi-Prensa. — + Mundi-Prensa Libros, s. a. Castalié, 37 - 28001 Madrid Tol, 914 36 37 00 - Fax 915 75 39 98 E-mail ibroria@rmundiprensa.es + Internet: www.mundiprensa.com + Mundi-Pronsa Barcelona * Editorial Aedos, s. a. Consol! de Cent, 391 - 08009 Barcelona Tel. 934 86 34 92 - Fax 934 87 76 59 E-mail: barcelona@ mundiprensa.es rensa México, s. a. de C. V. inuco, 141 - Col, Cuauhiémoe (08500 México, D. F. Tol. 00 625 55 593 56 58 - Fax 00 525 55 514 67 99, E-mail: mundiprensa@mundiprensa.com.mx © 2005, Pedro B. Martinez Alfaro Pedro Mattinez Santos Silyino Castaie Castatio © 2005, Ediciones Mundi-Prensa Depésito legal: M. 47.044-2005, ISBN: 84-8476-239-4 [No se permite la reptodeeidn total o parcial de este fibro ni el almacenamiento cch'un sistema informético, ni ke transmisiOn de cualquier forma 0 cualquier me~ do, cleetrsnico, mecdnico, fotocopia, registo u o1ros medios sin el permiso pre: vio y por escrito de los ttulares del Copyright IMPRESO EN ESPANA - PRINTED IN SPAIN ‘Artes Graficas Cuesta, S, A. ~ Sesefia, 13 - 28024 Madrid | | INDICE Presentacién Capitulo 1. El agua en la Naturaleza Contenido general del capitulo 1.1. Distribucisn del agua en la Naturaleza 1.2. Movimiento del agua en la Naturaleza .. 1.3, Bl balance hidrolégico : La. ificacién de las componentes del balance hidrolégico . La precipitacion . 14.1.1. Medida de la precipitacién 1.4.1.2, Validacién de los datos y obtencién de series de Precipiiacion| ete 1.4.1.3. Determinacién de secuencias de afios secos y hi- medos . 1.4.1.4. Caileulo del yolumen de agua precipitado sobre una cuenca La evapotranspiracion oe eee 1.4.2.1, Contenido de agua en el suelo 1.4.2.2, Caileulo de la evapotranspiracién 1.4.3. La escorrentia eee oo 1.43.1. El hidrograma y sus caracteristicas 1.4.3.2. Caracterizacién del régimen de un rio Capitulo 2. El agua en las rocas . Contenido general de! capitulo . pub sbensocca. 2.1. Clasificacion de las rocas desde el punto de vista hidrogeol6gico 2.2. Tipos de acufferos ...... Genpanbocaneecanacs 2.3, Energia del agua en los acuiferos 2.4. Pardémetros que definen a una roca como acuifero 2.4.1, Capacidad de una roca para almacenar agua : 2.4.1.1. Coeficiente de almacenamiento en los acufferos li- b . a Coeficiente de almacenamiento en acufferos confi. nados y semiconfinados . . = 15 | 17 ee 24 24 38 44 45 47 59 59 65 5B 75 75 79 81 81 81 86 2.4.2. El movimiento del agua a través de las rocas . . s 89 Homogeneidad y heterogeneidad, isotropia y anisotropfa. ....-... 91 Generalizacién de la Ley de Darey . . feces L983 EI agua en la zona no saturada a of 27.1. La energia del agua en la zona no saturada eves 95: 2.7.2. El flujo del agua en ja zona no saturada i +. 100 Capitulo 3. La ecuacién general de flujo subter neo y su resolucién .. 103 Contenido general del capitulo... a . : wee 105 3.1. La ecuacién sonera de del fh te en régimen transitorio y en régimen p manente ... wee. 105 3.2, La resolucion de la ecuacién general del flujo... veers s 108 3.2.1. Resolucién grafica de la ecuacién general de flujo, ...... 109 3.2.1.1, Detinicién de red de flujo... .. . 109 3.2.12, Obtencién de una red de flujo en un medio homo- géneo e isstropo : 112 3.2.1.3. Redes de flujo en medios heterogéneos y anis6tro- pos... aan A 4 Transformacion de un medio heterogéneo y anisé- tropo en un medio homogéneo y anisstropo 116 Transformacién de un medio homogéneo y anis6- tropo en un medio homogéneo e is6tropo 120 3.2.2. Soluciones analiticas de la ecuacién general del flujo ..... 122 3.2.2.1. Acuffero confinado en régimen permanente. Ecua- cidn de Thiem (1906) bon noa0e 125 Acuifero semiconfinado en régimen permanente, Ecuacién de De Glee (1930) ....... + 128 Acutfero libre en régimen permanente. Bewacidn de Dupuit (1863)... vee 131 Acuifero confinado en régimen transitorio. E cidn de Theis (1935) ...... 134 3.2.2.5. Acuffero confinado en régimen transitorio. Ecua- cién de Cooper y Jacob (1946) .....- 138 3.2.2.6. Acuifero semiconfinado en régimen transitorio. Ecuacién de Hantush (1964) .......... 140 3.2.2.7. Acuffero libre en régimen transitorio, Ecuacién de Neuman (1975) wee 144 3.2.2.8. Ensayos de bombeo en poz0 tinico: los «slug test» 146 3.2.2.8.1. Método de Hvorslev (1951) ....-... 147 3.2.2.8.2. Método de Cooper-Bredehoeft— Papa dopulos (1967) .... 6.45 150 3.22.83. Método de Bouwer y Rice (1976) y Bouwer (1989) 151 3.2.2.9. Interferencia de pozos ...... 04.4.5 , is C pitulo 4. Quimica y contamin: 3.2.2.10. Ensayos de recuperacion 3.2.2.1]. Pozos en acuiferos limitados 3.2.3. Resolucién de la ecuacién general del flujo por métodos nu- méricos j6n de las aguas en el subsuelo . Contenido general del capitulo . 4A 42. 43. 44, 4S. 4.6, 47. 48. 4.10. Propiedades fisico-quimicas de la molécula de agua Medida de los elementos disueltos en el agua EL andlisis fisico-quimico . . Utilidad y manejo de los resultados de los andlisis fisico- quimicos Evolucién del quimismo de las aguas subterréneas en Ja naturaleza Leyes y factores que © regulan el contenido quimico de las aguas sub- terraneas |. is 4.6.2. El producto de solubilidad 4.6.3. Efecto del ion comtin 4.6.4, Energia libre de los elementos quie intervienen en las reac. ciones . 4.6.5. El potencial redox 4.6.6. Hidrdlisis ...,. pocenoonouceanac 4.6.7. Intercambio iénico Is6topos ambientales en Hidrogeologta 4.7.1, Is6topos estables 4.7.1.1, Is6topos estables del Oxigeno y del Hidségeno 4.7.1.2. Is6topos estables del Carbono 4.7.2. Isétopos ambientales radiactivos en las aguas naturales La contaminacién de las aguas subterrineas 4.8.1. Concepto y peculiaridades de la contaminacién de las aguas subterrdneas v2... : 4.8.2. Bl transporte de masa de contaminantes en los acuifer0s 4.8.3, La ecuacidn general del transporte de masa. 4.8.4, Reacciones bab poon one 4.8.4.1, Reacciones de sorei6n . . . 48.4.2. Reacciones de desintegracién radiactiva . 4.8.4.3. Reacciones de biodegradaci6n : 4.8.5. Resolucién de la ecuacién general del transporte Transporte de masa en la zona no saturada Contaminacién de acufferos por fases Hiquidas no miscibles con el agua (NAPL) 4.10.1. Conceptos y definiciones . 4.10.2. Comportamiento en el subsuelo dou una L NAPL. 4.10.3. Comportamiento en el subsuclo de una DNAPL, 154 155 157 163 165, 165 166 168 174 180. 182 182 183 184 184. 185 187 188 190 190, 190 192 192 195 es) 199 202 202 202 207 207 208 209 211 2u) ao 214 9 Capitulo 5. Caracterizacién de acuiferos y tratamiento de datos hidro- eclogite Contenido general del capitulo 5.1. Identificacién de unidades acufferas 5.2. Inventario de puntos de agua... ... 5.3. Elaboracion de datos hidrogeolégicos 5.3.1, Geometria de las unidades hidrogeolégicas. Condiciones en jos limites Modelo conceptual de flujo . Calidad quimica de las aguas subterrdneas y sus usos ; poten- ciales ‘Tratamiento estadistico de datos hidrogeolbgicos 5.3.4.1. Caracteristicas exigibles a una muestra ¢ ident cidn de la poblaci6n a la que representa Comparacién de muestras Relacién entre poblaciones . 5.4. Valor socioeconémico de las aguas subterrdneas 5.4.1. Uso intensivo de las aguas sublerraneas 5.4.2, Beneficios y problemas asociados al uso intensivo del agua subterranea . a 5.4.3, Cileulo del coste del m* de agua subterrinea . Fuentes de informa Anexos 217 219 219 220 223 223 227 239 240 244 247 248 260 260 261 263 269 ea PRESENTACION Cuentan de un viejo profesor que cada afio comenzaba sus clases la trayectoria docente pasa por tres etapas claramente diferenciadas: diciendo que En la primera etapa, de més energia e ilusién que experiencia, identificaba al pro- fesor con Sancho el Fuerte. En la segunda, de plenitud del conocimiento, con Sancho el Grande; y en la tltima, en la que la experiencia y el sentido comiin estén a la par de la ciencia, con Sancho Panza. Yo, personalmente, ya estoy en esta tiltima etapa, E] segundo de los autores, Pedro, formado en la New South Wales University de Sydney (Australia), con un inglés envidiable, con dominio pleno de la informé- tica, capaz de trabajar 25 horas diarias (se levanta una hora antes) y ciudadano del mundo, es, actualmente, Sancho el Fuerte. El se ha encargado de elaborar todos los problemas y los grificos de este libro, de corregir los originales y de animarme y empujarme continuamente a escribir la parte que me ha correspondido a my. El tercer autor, Silvino, Investigador del Instituto Geol6gico y Minero de Es- pafla, es amante del estudio, de la Geologia de campo y de la fotografia cientifica (tiene un don especial a la hora de elegir los «encuadres»). El ha revisado el texto y las figuras originales «matizando y precisando» conceptos. Esté claramente en Ja plenitud det conocimiento: es Sancho el Grande, Entre los tres hemos preparado estos Fundamentos de Hidrogeologia, que tni- amente pretenden hacer més fécil al estudiante castellano parlante su introduc- ci6n al mundo de las aguas subterréneas. Nos hemos esforzado, en la medida de Jo posible, en definir con claridad y sencillez los conceptos, acompaisindolos con ejemplos que ayuden a su comprensién. Este no es un libro para especialistas en Hidrogeologfa. Queremos hacer un modesto homenaje a los pioneros de esta ciencia que, a partir de que Henry Darcy (1856) enunciara su ley, definieron por primera vez. los Conceptos que aqui se exponen, En la medida de lo posible hemos preferido citar los trabajos originales de estos autores como recuerdo dedicado a ellos. Nos han sido muy ttiles, en este sentido, los trabajos de Freeze y Back (1983) y Back y Freeze (1983). También queremos tener un recuerdo agradecido a Alberto Benftez (1972) que escribi6 el primer libro de Hidrogeologfa en castellano con criterios modernos, y muy especialmente a todos los autores del tratado Hidrologia Subterrdnea (1976 NW y 1983). Con su ayuda nos hemos formado la inmensa mayoria de los hidroged- logos de habla castellana en los tiltimos casi treinta aflos, Yo, en conereto, cuando era Sancho el Fuerte, aprendi en sus dos voltimenes multitud de conceptos y de- finiciones que con el paso del tiempo he asimilado y he hecho «mfos». Es posi- ble que si las paginas que siguen son lefdas por alguno de los autores de! tratado original, encuentren alguna frase que les suene familiar 0 que consideren como suya, Si es asf, les ruego Jo tomen como un homenaje Heno de agradecimiento. El libro consta de cinco capitulos, que son el resultado de agrupar conceptos homogéneos: E] primer capitulo se dedica especialmente a la fase externa del «ciclo hidro- logico» y sirve para situar dentro de él a las aguas subterréneas En el segundo capitulo se estudian las rocas desde el punto de vista de su ca- pacidad para almacenar y dejar pasar el agua a su través, También se estudia el movimiento del agua a través de las rocas. En el tercer capitulo se aborda la ecuacién general del flujo, que caracteriza y cuantifica los procesos hidrogeolégicos, y su resolucién El cuarto capitulo se dedica a la fisico-quimica de las aguas subterraneas, a su contaminacién, y al estudio del transporte de contaminantes en los acuiferos El quinto capitulo quiere ser un compendio de aplicaciones précticas ttiles en los estudios hidrogeolégicos. Se habla del Inventario de Puntos de Agua como base fundamental para la caracterizacién de las unidades hidrogeolégicas, del tra- tamiento de los datos hidrogeolégicos, de la importancia econémica de las aguas subterréneas y del céilculo del coste de su puesta en explotacién. Queremos agradecer a nuestros amigos Fermin Villarroya Gil (Universidad Complutense de Madrid) y Luis Martinez Cortina (Instituto Geol6gico y Minero de Espafia) sus sugerencias y el tiempo dedicado a revisar los manuscritos originales. Gracias al orden gue viven Esperanza Montero (Universidad Complutense de Madrid) y Juan Fornés (Instituto Geolégico y Minero de Espafia) hemos podido recuperar los enunciados de algunas practicas que dibamos por perdidos y que nos han sido muy titiles a la hora de desarrollar muchos conceptos. Asimismo, la laboriosidad y dedicacién de MR. Llamas, maestro y amigo, a la Hidrogeologya, ha sido un constante acicate para seguir adelante y terminar el trabajo. Finalmente queremos agradecer a las generaciones de alummos que han cur- sado la asignatura de Hidrogeologia en la Universidad Complutense de Madrid sus preguntas, a veces «ingenuas», que nos han hecho reflexionar y nos han ayu- dado a aprender a exponer los conceptos de manera més inteligible para ellos. Madrid, enero 2005. Pedro Emilio Martinez Alfaro Catedritico de Hidrogeologta 1 EL AGUA EN LA NATURALEZA CONTENIDO GENERAL DEL CAPITULO Se inicia este primer capitulo comentando, como introduccién, la distribucién del agua en la hidrosfera. A continuaci6n se pasa al estudio del movimiento del agua en la Naturaleza accionada por ta fuerza de la gravedad y por la energia procedente de la radiacién solar, Finalmente se aborda el concepto de balance hi- drolégico y se estudian en particular cada una de sus componentes: precipitacion, evapotranspiracién y escorrentia, En resumen, se analiza el ciclo hidrolégico en su conjunto y se presta especial atencién a su fase externa, 1.1. Distribucién del agua en la Naturaleza La mayor parte del agua que existe en la Naturaleza, el 97.5 %, es agua sa- ada almacenada en los océanos y algunos lagos (Foto 1.1). Sélo el 2.5 9 restante es el agua dulce que se encuentra almacenada en las rocas, en casquetes polares y glaciares, rfos, lagos, biomasa y atmésfera en forma de vapor. E] agua dulce en la hidrosfera se reparte de la siguiente manera (Shiklomanov, 1997), ver figura I.1 * Glaciares y casquetes polares 68.7% + Aguas subterrdneas dulces 30.1% + Lagos de agua dulce 0.26% + Rios 0.006% * Biomasa 0.003% * Vapor en la atmésfera 0.04% + Ciénagas y suelo 0.891% Segtin este mismo autor el tiempo medio de permanencia de una molécula de agua en los océanos es de 2 500 afios, en los glaciares y casquetes polares de 9 700 aiios, en los acuiferos de decenas a miles de aiios, en los lagos de agua dulce de unos 17 afios, en los lagos de agua salada unos 150 afios, en los rios de unos 15 a 20 dias, en la atmésfera de 8 a 10 dias, y en la biomasa de algu- nas horas. Foto 1.1. El mayor volumen de agua en la Naturaleza se encuentra en los mares y océa- nos. Sin embargo, su elevada salinidad no permite su aprovechamiento directo por parte del hombre, Foto: Comillas (Cantabria), 1996. LAGOS, fIOS, VAPOR DE AGUA, BIOMASA. [AGUAS SUBTERRANEAS DULCES GGLACIARES ¥ CASQUETES POLARES agua ou.ce 25% > Fig, 1.1. El agua on la hidrosfera. EL volumen de agua dulce en la Naturaleza es, pues, muy inferior al de agua sa- lada, alrededor de 40 veces. Ademés, la mayor parte del agua dulce se encuentra congelada en glaciares y casquetes polares por lo que el volumen de agua dulee «disponible» es atin menor, pero se est regenerando continuamente (Foto 1.2). 16 Foto 1.2. La gran reserva de agua dulce en la Tierra la constituyen los hielos continenta- les de los casquetes polares y los glaciares. Se originan por acumulacién de precipitacion sélida. Foto: Argentiére (Alpes franceses), 1991. 1.2. Movimiento del agua en la Naturaleza La molécula de agua, aunque eléctricamente neutra, tiene las cargas positivas y negativas distribuidas asimétricamente en su estructura: es un dipolo. La conse- cuencia inmediata de este hecho es la atraccién de las moléculas entre si. Cuando la energia procedente de la radiacién solar actiia sobre la superficie de las masas de agua en estado sélido o Iiquido 0 sobre el suelo hiimedo, y es su- ficiente para romper esta fuerza de atraccién, el agua pasa a estado gaseoso me- diante los procesos de sublimacién (paso hielo a vapor) y evaporacién (paso li- 17 quido a vapor). Si no se indica lo contrario, a partir de aqui, s conceptos bajo el nombre de evaporacién. englobardn ambos El vapor de agua asciende en la atmésfera y se enfifa, lo que da lugar, por condensacién, a la formacién de las pequefias particulas de agua que originan las, nubes (Foto 1,3). Foto 1.3. El contenido de vapor de agua en la atmésfera es relativamente escaso. En de- terminadas condiciones el vapor de agua se condensa en pequefias gotas que se concen- tran formando nubes o nieblas. Foto: Altea (Alicante), 2000. Las nubes son arrastradas hacia el continente donde como consecuencia de un proceso termodinémico, en parte adiabatico y en parte no adiabatico, las peque- jias particulas de agua aumentan considerablemente su tamafio. Cuando éste es suficiente para vencer la resistencia del aire, caen hacia la superficie de la Tierra atrafdas por la fuerza de la gravedad. Es lo que se conoce con el nombre de pre- cipitacién. Segtin la magnitud y la velocidad del cambio de presién y temperatura durante el proceso termodindmico, la precipitacién puede ser en forma liquida 0 en forma s6lida cristalizada 0 amorfa (Foto 1.4). Parte del agua que precipita desde las nubes nunca alcanza el suelo porque queda interceptada en su trayectoria por algtin obstaculo (arboles, edificios, etc.) y vuelve otra vez. a la atmésfera por evaporacién. Del agua que aleanza la superficie del terreno una parte se evapora desde los charcos en los que queda detenida; otra parte atraviesa la superficie de la Tierra, 18 Foto 1.4. Cuando el peso de las gotas de agua de las nubes es suficiente para vencor la resistencia del aire se producen precipitaciones en forma liquida o sdlida. Foto: Aledntara (Caceres), 1988. es lo que se denomina infiltracién; y finalmente otra parte discurre siempre por la superficie de la Tierra, primero en pequeiios regueros y luego a través de Gau- ces cada vex més importantes hasta que alcanza de nuevo el mar, es la escorren= tia superficial (Foto 1.5). EL agua infiltrada penetra en la zona no saturada y humedece primeramente el suelo, entendiendo como tal la zona més superficial de la corteza terrestre donde la accién de una serie de procesos fisicos, quimicos y bioldgicos la ha he- cho apta para ser soporte de la vida vegetal. El desarrollo de las raices de las plan- tas limita esta zona en profundidad. El agua retenida en el suelo vuelve a la at- mésfera en forma de vapor bien por evaporacién directa bien por transpiracion de las plantas (Fig. 1.2). EI proceso de evaporacién acttia continuamente mientras es efectiva la ener- gfa que procede de la radiaci6n solar. En la préctica, es muy dificil separar el vo- lumen de agua que pasa a la atmésfera por evaporacién del que lo hace por trans- piracién, Ambos se suelen tratar en conjunto en un tinico concepto denominado evapotranspiracion. Una vez saturado el suelo, si contintia el aporte externo y existen condiciones favorables para el flujo, el agua percola hacia zonas més profundas a través de los huecos existentes en la zona vadosa donde coexisten materia mineral, agua, aire a Foto 1.5. Parte del agua liquida que cae sobre el terreno se puede acumular y circular a favor de la pendiente en forma de escorrentia superficial, cuyo destino final suele ser el ‘océano, cerrando el ciclo hidrolégico. En la formacién de este tipo de escorrentia también pueden intervenir la fusién de la nieve o glaciares y la descarga de agua de acuiferos. Foto: Garganta Mayor, en Garganta la Olla (Caceres), 2003. Precipitacién Evapotranspiracion | Intermedia} ZONA NO SATURADA Zona _. Capilar ZONA SATURADA, Fig. 1.2. Zonas en el subsuelo segtin el comportamiento del agua que se infiltra. 20 y otros gases. Esta zona puede no existir en regiones muy himedas o tener varios centenares de metros de espesor en las regiones dridas Si contintia el movimiento descendente el agua alcanzard la zona saturada en la que todos los poros de la roca se encuentran Henos de agua. Al limite superior de la zona saturada se le denomina superficie fredtica o nivel fredtico, que se de- fine como el lugar geométrico de los puntos en los que el agua del subsuelo se encuentra a la presién atmosférica. Inmediatamente por encima de la superficie fredtica el efecto de las fuerzas capilares origina una franja de terreno saturado en la que la presién es ligeramente inferior a la atmosférica: es la zona capilar. Por debajo del nivel fredtico la presi6n del agua es superior a la atmosférica (es la at- mosférica més el peso de la columna de agua que carga sobre el punto de la zona saturada que se considere). En la zona saturada el agua también se mueve como escorrentia subterrénea (Foto 1.6) en funcién de un balance de energias terminando su trayectoria en rio: manantiales, directamente en el mar, o evapotranspiréndose cuando el nivel fred tico esti muy préximo a la superficie del terreno El agua en la Naturaleza esti en continuo movimiento accionada por la energia de la radiacién solar y por la fuerza de la gravedad, describiendo un Foto 1.6. Las aguas subterrdneas constituyen la reserva natural de agua dulce liquida mas im- portante de la Naturaleza.En la imagen puede observarse una surgencia de agua subterrénea en el cauce del rio Jarama. Foto: Carretera Torrelaguna-Atazar (Madrid), 1997. 21 ciclo, ciclo hidrolégico, que suele explicarse considerando que empieza y ter- mina en el mar (Fig. 1.3). Es facil comprender que no todas las moléculas de agua recorren el ciclo completo. En Martinez Alfaro (2004) se hace una exposicidn de la evolucién del concepto de ciclo hidrolégico a lo largo de la historia. Precipitacién, evapotranspiracién y escorrentia son las componentes del ci- clo hidrolégico. Preciptacion OS _Gondensacion er agee : im ‘ | y ae § UN ‘ Evaporacion Escorrontia Superficial Transpiracion Evaporacion Fig. 1.3. Vision esquematica del ciclo hidrolégico. 1.3. El balance hidroldgico Admitiendo a efectos précticos que la precipitacién es la ti en la Naturaleza, ha de cumplirse, para cualquier cuenca cerrada y de tiempo determinado, el principio de conservacién de la masa (F Fig, 1.4. Balance hidroldgico en una cuenca cerrada para un interval de tiempo determinado (Ley de la Conservacién de la Masa). 22 Si las condiciones hidricas en la cuenca son las mismas al inicio yal final del intervalo de tiempo considerado, la variacién en el almacenamiento es cero y ha de cumplirse: PRECIPITACION = ESCORRENTIA + EVAPOTRANSPIRACION E] término escorrentia incluye, en ambos cas subterrénea, , tanto la superficial como la A la expresién de la figura 1.4, se Ia conoce con el nombre de balance hidro- logico en una cuenca, y es fel reflejo del principio de conservacién de Ja masa (ENTRADAS — SALIDAS = VARIACION EN EL ALMACENAMIENTO). La expresién puede complicarse si la cuenca no es tercambio de agua, natural o artificialmente, c nas. Un aspecto que siempre ha de quedar hidrol ida, es decir, si hay in- 1 otras cuencas mas 0 menos leja- a la hora de plantear un balance ico es el lugar para el que se realiza y el intervalo de tiempo que se con- spacio y tiempo. sidera. El balance s6lo es valido para esas condiciones de EJEMPLO: Una cuenca hidrogréfica tiene una superficie aproximada de 500 km%, y recibe una precipitacién anual (P) de 3x 10® mano. Tam- bién se ha estimado que la escorrentia total (E) asciende a unos 120 Mm? en un af. Si el volumen almacenado en la cuenca se man- tiene aproximadamente constante al cabo de dicho periodo de tiempo, calcular la evapotranspiracion real (ETR) en mm. Atendiendo a la Ley de la Conservacién de la Masa: Entradas ~ Salidas = AAlmacenamiento En este caso: P-E-ETR=AV=0 Para poder calcular la ETR sera necesario trabajar con unidades homogéneas (mm/aiio). Teniendo en cuenta que: 1mm = 1 Lim? La precipitacion en mm/aio sera: P= 3- 10° mano x 1000 Lim? = 3-10" L/afio 500 km? x 108 m2/km? = 5-108 m? 3-10" Liao P (mm) = 310 ee = 600 mm/afo Y la escorrentia: 2 120 Mm? x 10° x 193 Mn? m? E (mm) =~ ae = 240 > = 240 mm 500 km? x 10° m m Aplicando ahora la Ley de la Conservacién de la Masa, se calcula la evapotranspiraci6n real: 600 2M _ 249 MM _ eTR=0 afio ano ETR = 360 “™ ano 1.4. Cuantificacion de las componentes del balance hidrolégico 1.4.1, La precipitacion 1.4.1.1. Medida de la precipitacion Los «pluviémetros» son los aparatos destinados a medir la precipitacién que se produce en un intervalo de tiempo determinado (Foto 1.7). Segiin el intervalo de tiempo que se considere hay: Pluviémetros no registradores: registran la precipitacién caida en un punto durante un intervalo de tiempo generalmente diario. Proporcionan el volumen to- tal de agua precipitada pero no dan informacién sobre la distribucién de la prec pilaci6n en el intervalo de tiempo considerado. Pluviémetros registradores 0 pluviégrafos: proporcionan una grafica, pluvio- grama, que es una curva continua de precipitacién acumulada a lo largo del in- tervalo de tiempo que se considere. De un pluviograma puede obtenerse la si- guiente informacién: + Volumen total de agua precipitada. + Hora de comienzo y fin de cada aguacero, * Intensidad maxima de precipitacin (volumen maximo de agua eafda en la unidad de tiempo). Coincide con la maxima pendiente del pluviograma, * Intensidad para cualquier intervalo de tiempo registrado en el pluviograma. + Curvas de intensidad-duracién-frecuencia, que se utilizan para el cdlculo de periodos de retorno de duracién de aguaceros de diferentes intensidades. 24, Foto 1.7. Los pluviémetros en su forma mas simple (pluvidmetros no registradores), con- sisten en un receptaculo de forma cilindrica que finaliza en un embudo por el que el agua llega a un depésito disenado para reducir la evaporacién. Foto: Estacin meteorologica del Centro de Visitantes de la Laguna de Fuente de Piedra (Malaga), 2004. Pluviémetros totalizadores: son pluviémetros no registradores de gran capa- cidad que se instalan en lugares de dificil acceso, por ejemplo en lugares que van a estar aislados por la nieve durante largos periodos de tiempo. Se les sucle afia- dir un fundente, para evitar la congelacién del agua recogida y facilitar la fusion de la nieve, y una pequeiia cantidad de aceite, que al flotar por encima del agua recogida, impide su evaporacién. El desarrollo tecnolégico y en comunicaciones experimentado en los tiltimos afios ha permitido que en la actualidad sea posible la instalacién de pluviémetros registradores en estas areas de dificil acceso, Las medidas de precipitacién, que han de referirse a un intervalo de tiempo concreto, suelen expresarse en unidades de altura de agua sobre una superficie plana horizontal, generalmente mm o em, y més raramente m. Un mm es la altura que alcanza un litro de agua sobre una superficie de un m2, por lo tanto | mm de lluvia equivale a 1 L/m?, 25 Al ser la precipitacion una variable discontinua en el espacio y en el tiempo, los valores medidos en una estacién sélo son representatives para el punto de medida y su entorno. Bs por esto por lo que para caracterizar la precipitacién de una zona es necesario contar con una red de plaviémetros. La densidad de la red pluviométrica depende de la orograffa. La Organizacién Me- teorolégica Mundial recomienda un pluviémetro cada 250 km? en zonas de to- pograffa suave 1.4.1.2. Validacion de los datos y obtencion de series de precipitacién En toda red pluviométrica existen estaciones especialmente cuidadas en lo que se refiere a la fiabilidad de sus datos. Son las denominadas habitualmente es- taciones base, que se utilizan para validar los datos obtenidos en otras estaciones. de su entorno. Esta validacién es la primera tarea a realizar con los datos obteni- dos en un pluviémetro, Se hace mediante el método de las dobles masas 0 dobles acumulaciones, comparando la serie pluviométrica de 1a estacién problema con la misma serie medida en la estacién base. Sean: + bj, by «.. By, los datos de precipitacién para la estacién base, correspondien- tes a los aftos 1,2... 1 #4, 2 «+ Ap l0s datos de precipitacién en el pluviémetro X (a validar) para los mismos afios. Se representan en unos ejes de coordenadas cartesianas kas parejas de puntos: (x), by) (0) + x3, b + Bs) (x) toe Fay Dy He + B,) Si esta nube de puntos se alinea segtin una recta, los datos de la estacién X se validan como fiables. Un cambio de pendiente en Ia recta implica la aparicién 0 desaparicin de un error sistematico, tal como el cambio de pluviémetro, el cam- bio del operario encargado de medir, un cambio en Ja horizontalidad del pluvis- metro, etc. Detectada la causa es facil corregir este tipo de error adecuando la pendiente de Ia recta a su valor libre de error. Una nube de puntos a Ja que no se le puede ajustar una recta implica errores aleatorios, y por lo tanto Ja invalidez de los datos de la estacién problema (Fig. 1.5). 26 Acumulada Estacién Problema Acumulada Estacién Problema i {c) Error aleatorio i Acumulada Estacién Problema Acumulada Estacién Base Fig, 1.5. Validacidn de datos de precipitacién por el método de las dobles masas. EJEMPLO: Durante el periodo 1973-2002 se midieron los siguientes da- tos de precipitacién (en mm). Suponiendo que las medidas de la esta- cién base B puedan ser consideradas fiables, se pide analizar y corre- gir si fuera necesario los datos medidos en la estacién problema X. a n problema (X) n base (B) Esta 1973 801 687 1974 783 589 1975 899 700 1976 778 620 1977 804 690 1978 786 592 1979 902 703 1980 718 623 1981 782 502 1982 1077 1205 1983 908 959 1984 677 635 1985 812 969 1986 861 792 1987 727 889 1988 901 790 1989 930 1048 1990 947 895 1991 955 1046 1992 710 718 1993 903 956 1994 672 632 1995 807 966 1996 856 789 1997 722 886 1998 896 787 1999 925 1045 2000 942 892 2001 950 1043 2002 705 718 En primer lugar, es necesario calcular para cada aio las precipita- ciones acumuladas de todos los antecedentes de la serie en la esta- cién base y en la estacion problema: ‘Afio PPT acumulada Base PPT acumulada Problema 1973 801 687 1974 + 1973 1584 1276 1975 + 1974+ 1973 2 483 1976 1976 + 1975 +. 3258 2596 1977 +. 4.062 3 286 1978 + 4848 3878 1979 +. 5 750 4581 1980 +. 6 528 5 204 1981 7310 5706 1982 +. 8387 691 1983 + . 9295 7870 1984 9972 8505 28 ‘Afto PPT acumulada Base PPT acumulada Problema 1985 + 107384 9474 1986 + ... 11 645 10 266, 1987 + 12372 11155 1988 +... 13.273 11945 1989 +... 14 203 12 993 1990 + 15 150, 13 888 1991 + 16 105 14934 1992 +. 16815, 15 652 1993 + 17718 16 608 1994 +. 18 390 17-240, 1995 + ... 19 197 18 206 1996 + 20 053 18.995 1997 + 20775 19 881 1998 + 21671 20 668 1999 +... 22 596 21713 2000 + .. 23 538 22 605 2001 + 24 488 23 648, 2002 +... 25 193 24 363 Llevadas ambas a unos ejes cartesianos: 25000 - 20000 35000 a.000 acién ecumulada en la Estacién Problems (P) 5000 Prec Precipitacién acumulada en la Estacién Base (B) Fig. 1.6. Grafico de precipitaciones acumuladas para las estaciones Base y Problema, En la figura 1.6 puede observarse un cambio acusado de pendiente entre las series de ahos 1973-1980 (pendiente = 0.80) y 1981-2002 (pen: 29 diente = 1.03). Llegados a este punto se haria necesaria una vista a la estacién problema con el fin de verificar si se dio algun cambio signifi- cativo que pudiera justificar esta alteracion de pendiente (a efectos del presente ejemplo, se supone que el pluviémetro utilizado hasta 1980 presentaba fugas, por lo que fue reemplazado por uno nuevo, y que desde entonces los valores se vienen midiendo correctamente). Por lo tanto, serfa necesario aplicar un factor de correccién a los datos 1973-1980 igual a: Pendientesoo1.2002 _ 1.03 = Ge Pendienteserareco 0.80 ~ '-° Aplicando dicho factor a la tabla de valores Afio Estacion Estacion PPT acumulada PPT acumulada Base (B) Problema (X) Base Problema SEES 801 879 801 879 1974 783 754 1584 1 633 1975 899 896 2 483 2529 1976 775 794 3 258 aoe 1977 804 883 4062 4206 1978 786 el 4848 4964 1979 902 900 ao. 5 864 1980 778 Eu 6528 6 661 1981 782 502 7310 7 163 1982 oa 1205 8 387 8 368, 1983 908 959 9 295 9327 1984 677 635 9972 9 962 1985 812 969 10 784 10 931 1986 861 te 11645 11723 1987 727 889 a 12 612 1988 901 ae 13 273 13 402 1989 930 1048 14 203 14 450 1990 947 895 15 150 15 345 1991 epee 1046 16 105 16 391 1992 710 718 16 815 17 109 1993 903 956 17718 18 065 1994 672 632 18 390 18 697 1995, 807 966 19 197 19 663 1996 856 789 20 053 20 452 1997 apes 886 20775 21338 1998 896 787 21671 22125 1999 ee 1045 22 596 23170 2000 942 892 23 538 24 062 2001 950 1043 24 488 25 105 2002 705 715 25 193 25 820 Ahora la representacion grafica de la correlacin entre la estacién base y la estacién problema quedaria como en la figura 1.7: 30 25000 5 2000 2 15000 2 100m é a o 000 10060 15000 20000 25000 Precipitacién acumulade en la Estacién Base (B) Fig. 1.7. Validacién de datos para las estaciones Base y Problema una vez aplicado el factor de correccién. Validados los valores de precipitacién de las diferentes estaciones correspon- diemtes a una misma cuenca hidrogréfica y a su entorno préximo, se esté en dis posicién de caracterizar la precipitacién sobre esa cuenca. En primer lugar hay que seleccionar la serie pluviométrica que se va a utilizar a tal efecto. En este sen- tido la Organizacién Meteorolégica Mundial recomienda el uso de series phivio- métricas de al menos treinta afios de duracién. Los afios que constituyen una serie pluviométrica han de ser los mismos para todas las estaciones a utilizar en el trabajo. Es frecuente la necesidad de comple- tar los datos correspondientes a Ia serie en algunas estaciones en las que pueden existir lagunas en las medidas, E} método mis habitual para resolver este pro- blema es establecer una correlacién lineal (ver Capitulo 5) entre una estacion y otra, de andlogas caracterfsticas climaticas, que cuente con los datos correspon- dientes a las lagunas en la estacién problema. La fiabilidad de los datos obtenidos puede medirse a partir del coeficiente de correlacién entre las dos series. Al no ser la precipitacién una variable continua ni en el espacio ni en el tiempo, no cabe ka aplicacién de métodos geoestadisticos de interpolacién EJEMPLO: Como se muestra en la tabla siguiente, la serie de preci- pitaciones anuales para la estacién pluviométrica de Mora de Toledo 31 esta incompleta entre los ahos hidroldgicos 1954/55 y 1961/62. Com- pletar dicha serie a partir de la de la cercana estacion de Toledo, cu- yos datos se estiman fiables. Ao eer rT | Ano rer PPT hidrol. Toledo (mm) Mora (mm) hidrol. Toledo (mm) Mora (mm) 1952/53, 255 226 | 1969/70 322 291 1953/54 215 192 1970/71 353 430 1954/55 430 1971/72 422 369 1955/56 617 . 1972/73 360 307 1956/57 332 ol 1973/74 390 435 1957/58 273 - 1974/75 427 439 1958/59 512 ol 1975/76 328 432 1959/60 329 _ 1976/77 459 410 1960/61 482 = 1977/18 505 507 1961/62 387 . 1978/79 445 535 1962/63 389 467 1979/80 ae 266 1963/64 415, a 1980/81 355, 304 1964/65 245, 286 1981/82 360 338 1965/66 399 421 1982/83 262 280 1966/67 323 265 1983/84 479 350 1967/68 398 289 1984/85 283 265 1968/69 457 474 Antes de completar los datos que faltan, es necesario comprobar el grado de correlacién existente entre los datos de ambas estacio- nes. Aunque esto de ordinario se lleva a cabo mediante una hoja de calculo, es conveniente recordar algunos conceptos basicos de esta- distica (ver Capitulo 5). Para el caso concreto de las estaciones de este ejemplo, el coefi- ciente de correlacion es de 0.78, lo cual se considera suficiente para completar la serie de Mora de Toledo. Como puede observarse en la figura 1.8, la ecuacién de la linea de regresion es: y = 0.973x Donde Ia variable independiente x es la precipitacién en la es- tacién de Toledo, a partir de la cual puede calcularse la variable dependiente y, que corresponde a la precipitacién en Mora de Toledo. 32 700 500 500 cipitacién Estacién Mora de Toledo (mm) 100 Pr ° 100 200 300 400 500 00 700 Precipitacién Estacién Toledo imm) Fig. 1.8. Correlacion de las series de precipitacién en las estaciones de Toledo y Mora de Toledo. Por lo tanto, a partir de dicha ecuacién es posible completar los valores que faltan de la tabla inicial: Alo PPT PPT Aiio PPT PPT hidrol, Toledo (mm) Mora (mm) | hidrol. Toledo (mm) Mora (mm) 1952/53 255 226 1969/70 322 291 1953/54 215 192 1970/71 353 430 1954/55 430 418 1971/72 422 369 1955/56 617 600 1972/73, 360 307 1956/57 332 323 1973/74 390 435 1957/58 273 266 1974/75 427 439 i 1958/59 512 498 1975/76 328 432 h 1959/60 329 320 1976/77 459 410 1960/61 482 469 1977/78 505 507 : 1961/62 387 377 1978/79 445 535 1962/63 389 467 1979/80 337 266 1963/64 415 392 1980/81 355 304 y 1964/65 245 286 1981/82 360 338 1965/66 399 421 1982/83 262 250 1966/67 323 265 1983/84 479 350 1967/68 398 289 1984/85 283 265 1968/69 457 474 33 Es usual representar los datos de prec n de una serie, en una estacién, mediante un grifico de barras en unos ejes ianos (afos/mm de precipita- cidn), denominado yetograma, Sobre este grafico se suele dibujar una linea hori- zontal indicando la precipitacién media del periodo. FE muy ttil para comparar visualmente la precipita nar afios himedos (precipitaci6n por encima de Ia media) y aios secos (precipi- tacién por debajo de la media). EJEMPLO: Conocida la precipitacién anual en la estacion meteorolo- gica de las Tablas de Daimiel para el periodo de tiempo 1950-2000, representar el yetograma para dicho periodo, senalando los afos hu- medos y secos. ‘Aft 1950 1951 1952 1953 1954 1955 1956 1957 1958 1959 1960 1961 1962 1963 1964 1965 1966 1967 1968 1969 1970 1971 1972 1973 1974 1975 El yetograma para la estacién correspondiente se representa en un grafico de barras, de la siguiente manera: 34 1000 00 fF cy Precipitacién Media 447 mm 700 600 500 400 Precipitacién anual (mm) 00 200 100 Fig. 1.9. Yetograma de la Estacion Meteorolégica de las Tablas de Daimiel (1950-2000). Los afios hiimedos son aquellos que quedan por encima de la pre- cipitacién media (por ejemplo: 1957, 1959, 1960, 1989 y 1996), mientras que afos secos son los que quedan por debajo (como 1950, 1954, 1970, 1983 y 1994). Se pueden denominar «anos medios» a aquellos que quedan préximos a la precipitacion media (como 1966 y 1982). 1.4.1.3. Determinacion de secuencias de afios secos y hiimedos En pafses dridos y semiéridos es frecuente la alternancia de secuencias de aflos secos seguidas de otras de afios hnimedos, ambas de amplitud variable. Es necesario, a la hora de valorar e interpretar las aportaciones de agua a una cuenca como consecuencia de la precipitacién, conocer dentro de que tipo de secuencia se encuadran esas aportaciones, Para ello se puede utilizar la Hamada curva de desviaciones acumuladas con respecto a la media, que se obtiene para cada es- tacién pluviométrica de la siguiente manera: 4) Se preparan unos ejes coordenados cartesianos. En la parte positiva del je de abcisas se colocan, a intervalos regulares, cada uno de los afios que imtegran la serie pluviométrica, En el eje de ordenadas se iran colocando, como se explica a continuacién, las desviaciones acumuladas de precipi- taci6n con respecto a la media teniendo en cuenta su signo. La desviacién cero, correspondiente a 1a media, es el origen de coordenadas, 35 b) Se calcula la precipitacién media anual como suma de la precipitaci6n de todos los afios de la serie dividida por el ntimero de afios considerado c) Se resta esta media del primer afo de la serie. Si esta diferencia es po- sitiva (desviacién positiva) este aio ha lovido més que Ja media y por Jo tanto es un aiio htimedo, De Jo contrario la diferencia seré negativa y el afio sera seco. El valor de la desviacién es la ordenada, con su Signo, correspondiente al primer aio de la serie, y asi se Neva al gri- fico. d) Se procede exactamente igual que en el caso anterior obteniendo Ia des- viaci6n con respecto a la media para el segundo aio. Este valor se acu~ mula, con su signo, al calculado para el ao anterior, obteniéndose de esta manera la ordenada correspondiente al segundo afio. Se acttia de la misma manera con el resto de los afos de la serie, De esta manera se obtiene una gréfica en la que Jos tramos en Jos que la pen- diente tiene tendencia positiva corresponden a secuencias htimedas de ta serie plu- viométrica, siendo el grado de humedad mayor a mayor pendiente del tramo. Los tramos con pendiente negativa se corresponden con secuencias secas y el grado de sequedad seré mayor a mayor pendiente. Los tramos en los que la pendiente tiende a ser nula sefialan secuencias con precipitacién en torno a la media. Los aiios marcados en el eje de abcisas sefialan el inicio, el final y la duracién de cada secuencia. EJEMPLO; Para los datos del ejemplo anterior (Tablas de Daimiel), re- presentar la curva de desviaciones acumuladas respecto de la preci- pitacidn media, identificando las secuencias himedas y secas. Para identificar las secuencias himedas y secas es necesario ir calculando una por una las desviaciones acumuladas de precipita cién anual con respecto a la media: i. Precipitacion Precipitacion Desviacion Desviacion anual (mm) media (mm) simple (mm) —_acumulada (mm) 1950 328 AAT 119 -119 1951 472 4a7 25 94 1952 514 4a7 67 -27 1953 353 4a7 -94 “121 1954 348 4aa7 -99 -220 1955 577 4a7 130 -89 1956 339 4a7 108 ~197 1957 637 4a7 190 7 1958 478 447 31 24 1959 576 4a7 129 153 1960 601 4a7 154 307 36

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