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ACTUALIZACIÓN

PUNTOS CLAVE

Artritis reumatoide Concepto. La artritis reumatoide es la principal

(I)
enfermedad inflamatoria crónica articular de
origen autoinmune. Tiene una incidencia elevada,
afectando aproximadamente al 1% de la
población mundial, con preferencia por mujeres.
A.I. Sánchez Atrio, A. Pérez Gómez, A. Movasat, Su distribución es mundial, pero llama la atención
A.I. Turrión Nieves y M. Álvarez-Mon Soto la elevada incidencia de artritis reumatoide en
Servicio de Enfermedades del Sistema Inmune/Reumatología. Departamento de poblaciones concretas como los indios Pima
Medicina. Hospital Universitario Príncipe de Asturias. Universidad de Alcalá. norteamericanos y los esquimales.
Madrid. España.
Etiopatogenia. La teoría mayoritariamente
aceptada es que se trate de una enfermedad de
origen multifactorial, en la que se implicarían
Concepto factores genéticos y medioambientales que
serían los desencadenantes de las complicadas
alteraciones inmunes aparecidas en estos
La artritis reumatoide (AR) es la enfermedad inflamatoria
pacientes.
articular de origen desconocido por excelencia. Su órgano
diana es la articulación, produciendo una sinovitis crónica en Clínica. Se caracteriza por afectación simétrica,
la que intervienen mecanismos inmunes. Dado que se trata con dolor e hinchazón de articulaciones, sobre
de una enfermedad sistémica, se acompaña con frecuencia de todo de manos y pies, progresando a deformidad
manifestaciones extraarticulares que van desde nódulos sub- y discapacidad de las mismas si no se interviene
cutáneos y alteraciones oculares hasta lesiones cardiovascula- de forma temprana. Dado que se trata de una
res. Esta enfermedad dejada a su evolución natural produce enfermedad sistémica, asocia con frecuencia
en poco tiempo una gran discapacidad, no sólo porque dis- manifestaciones extraarticulares como los
minuye la calidad de vida del paciente, sino porque además nódulos subcutáneos, alteraciones oculares,
conlleva una elevada morbilidad y una disminución de la ex- síndrome seco, etc. Dejada a su evolución natural
pectativa de vida. conlleva rápida disfunción y deformidad articular,
La AR se conoce desde antiguo, ya en el libro Caraka así como elevada morbimortalidad; por ello es
Samhita, de origen hindú escrito entre el año 500 antes de fundamental un diagnóstico y tratamiento
Cristo y el año 100 después de Cristo, aparece una descrip- precoces.
ción bastante ajustada a la AR. Diversos autores desde Hipó-
crates hasta Galeno hacen referencia a dolencias articulares
semejantes a esta enfermedad, incluyendo alguno de ellos
descripciones detalladas de las deformidades articulares que
experimentaban los pacientes a lo largo de la evolución de la
enfermedad. Pero se atribuye a Landré-Beauvais la primera existencia de la enfermedad en gemelos monocigóticos de
publicación de una serie de nueve mujeres con poliartritis hasta un 30% y por la mayor incidencia en el sexo femenino.
que él denominó “gota asténica primitiva” y que fue su tesis Ya en 1970 se publicó la elevada frecuencia de aparición
doctoral publicada en 18001. de HLA-Dw4 en pacientes con AR comparando con contro-
les sanos2. Desde entonces hasta la actualidad existen nume-
rosos estudios en los que se observa asociación con determi-
Etiopatogenia nados subtipos HLA, entre los que destacan para la población
caucasiana el HLA-DRB1*0401 (previamente llamado Dw4)
Aunque la etiología permanece en la actualidad desconocida, y el HLA-DRB1*0404 (anteriormente Dw14), ambos pre-
la teoría más aceptada es que tenga un origen multifactorial, sentes en un elevado porcentaje de estos pacientes.
barajándose factores genéticos y factores medioambientales.

Factores ambientales
Factores genéticos
La hipótesis es que sobre estas personas genéticamente pre-
La posibilidad de que influyan determinantes genéticos se dispuestas actuarían distintos elementos medioambientales
basa en estudios de agregación familiar, observándose la co- (virus, tabaco) como factores de riesgo asociado.

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Enfermedades del sistema inmune (II)

Probablemente las primeras alteraciones se produzcan pédesis y extravasación de los leucocitos hacia la sinovial in-
mucho tiempo antes de que aparezcan los síntomas, así se de- flamada.
tectan anticuerpos antipéptidos citrulinados o factor reuma-
toide en personas aún aparentemente sanas. Por tanto, la en-
fermedad sería el resultado de múltiples mecanismos que Citoquinas proinflamatorias
actuarían en paralelo y secuencialmente sobre la articulación.
Infinidad de citoquinas son producidas por macrófagos y fi-
broblastos en la sinovial, incluyendo interleuquina 1, factor
Células implicadas de necrosis tumoral α (TNF-α), interleuquina 6, interleu-
quina 15, factor estimulante de colonias granulocítico-ma-
Se plantea que el inicio sea la activación del linfocito T de- crofágicas, quimioquinas, etc. Estas citoquinas van a estar
pendiente de antígeno. Dicha activación induciría de forma implicadas activamente en el desarrollo de la sinovitis reu-
secundaria la activación y proliferación de sinoviocitos y cé- matoide, así el TNF-α desempeña un papel fundamental
lulas endoteliales, el reclutamiento y activación de otras tanto en la iniciación como en la perpetuación de la misma,
células proinflamatorias desde la médula ósea o la circulación regulando la expresión de genes para otras citoquinas y mo-
y la secreción de citoquinas y proteasas por los macrófagos y léculas de adhesión, generando expresión de colagenasa, es-
sinoviocitos tipo fibroblasto, así como la producción de au- tromelisina, prostaglandinas y de otros mediadores induci-
toanticuerpos. En el infiltrado inflamatorio sinovial inter- bles por el factor de transcripción nuclear kappa-beta9. El
vienen infinidad de células del sistema inmune, fundamen- TNF-α también induce la resorción ósea, inhibe la forma-
talmente los linfocitos T, de los cuales más del 50% ción del hueso in vitro y estimula la resorción de proteogli-
corresponden a linfocitos T, en su mayoría CD4+ con feno- canos, inhibiendo su síntesis en los explantes de cartílago10.
tipo memoria, y sólo un 5% o menos son linfocitos B o La interleuquina 6 es un proteína inducible por interleu-
células plasmáticas; estos últimos participan en la forma- quina 1 producida por los linfocitos T y los monocitos, además
ción del pannus, regulan la función de células dendríticas y de ser producida espontáneamente por sinoviocitos tipo fibro-
producen distintas citoquinas, además de autoanticuerpos. blasto en cultivo. Aparte de ejercer un papel importante en la
osteoclastogénesis, también estimula la síntesis de inmunoglo-
bulinas por linfocitos B y está involucrada en la diferenciación
Pannus reumatoide de los linfocitos T citotóxicos, siendo el principal factor de la
regulación de los reactantes de fase aguda en el hígado. En
Se han descrito múltiples anomalías que desencadenarían en pacientes con AR se ha encontrado correlación entre los nive-
conjunto el desarrollo del pannus; así, existen evidencias de les de interleuquina 6 y los de proteína C reactiva11.
que hay un exceso de moléculas coestimuladoras en el tejido La interleuquina 12 y la interleuquina 15 regulan la fun-
reumatoide de forma que la activación de linfocitos T podría ción de los linfocitos Th-1 e inducen la producción de TNF
llevarse a cabo sin necesidad de antígeno específico3. Otra e interleuquina 1 por los linfocitos T de forma antígeno-in-
observación es la existencia de deficiencias en la apoptosis dependiente. Los macrófagos sinoviales producen interleu-
normal secundarias a alteraciones subyacentes en los linfoci- quina 15, que a su vez induce a los linfocitos T locales a es-
tos T, las cuales ejercerían un papel fundamental en el desa- timular a los macrófagos a producir TNF-α. De esta forma
rrollo de un determinado tipo de artritis murina4. A esto se se establece una conexión crítica entre estas células y la red
suman mutaciones identificadas en el gen supresor p53 que de citoquinas que no requiere la existencia de respuestas es-
parecen interferir con la normal reparación del DNA y los pecíficas de antígeno. Otras interleuquinas proinflamatorias
procesos de apoptosis5. son la interleuquina 18 o la interleuquina 22, que van a inter-
venir en distintos pasos del proceso inflamatorio crónico y
en la destrucción del hueso y del cartílago.
Neovascularización sinovial
Uno de los procesos iniciales descritos en la sinovial reuma- Epidemiología
toide es la generación de nuevos vasos sanguíneos locales
(neovascularización). Esto favorece la trasudación de fluidos La AR tiene una distribución mundial, su prevalencia oscila
y la transmigración celular al líquido sinovial. Esta neovascu- entre el 0,3 y el 1,2%, destacando prevalencias mucho mayo-
larización es inducida por la transcripción del factor induci- res entre ciertos indígenas norteamericanos (indios Pima) y
ble por la hipoxia 1 (HIF-1) y por citoquinas generadas por esquimales. Las prevalencias más bajas corresponden a países
las células sinoviales; estas citoquinas incluyen: el factor de africanos y asiáticos. La AR es tres veces más frecuente en
crecimiento endotelial vascular (VEGF), prostaglandinas E1 mujeres que en hombres, observándose una mayor frecuen-
y E2, interleuquina 8, angiopoyetina 1, etc.6,7. cia de aparición en ciudades que en pueblos, sin que se co-
Además las células endoteliales de esos vasos neoforma- nozca la causa concreta de esta distribución. Su incidencia
dos producen moléculas de adhesión: ICAM-1 (molécula de anual está entre 28 y 36 casos por 100.000 habitantes en mu-
adhesión intercelular 1), VCAM-1 (molécula de adhesión de jeres y en torno a 14 por 100.000 en hombres.
la célula vascular 1), selectina P y selectina E8. Estas molécu- Se ha observado un descenso en la incidencia de AR en
las aceleran la activación de los procesos que facilitan la dia- algunos estudios epidemiológicos tanto americanos como

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Artritis reumatoide (I)

europeos, así la incidencia en Rochester disminuyó un 50% TABLA 1


Criterios diagnósticos de la enfermedad de Still
entre los años 1950 y 197412, y datos parecidos se obtienen
en el estudio realizado en Reino Unido. Criterios mayores Criterios menores
Temperatura > 39 °C durante más Dolor faríngeo 
de una semana
Formas de comienzo Leucocitosis > 10.00/mm3 con un
80% de polimorfonucleares
Linfadenitis 

Erupción cutánea típica Esplenomegalia


La AR puede presentarse con distintos patrones: comienzo Artralgias > 2 semanas Alteración de las pruebas de función hepática
insidioso, agudo o intermedio y, mucho menos frecuente, Factor reumatoide y anticuerpos antinucleares
como enfermedad de Still o reumatismo palindrómico. negativos

Comienzo insidioso ra manifestación de diversos procesos orgánicos o bien auto-


limitarse. El comienzo es más o menos agudo con dolor
Lo más frecuente (60%) es que el paciente presente un inicio
acompañado de hinchazón generalmente de una o dos arti-
insidioso y lento a lo largo de semanas o meses en donde van
culaciones, todo ello remitiendo espontáneamente en las si-
a predominar síntomas sistémicos no específicos, como fati-
guientes horas o días. Durante los períodos intercríticos ini-
ga, malestar, febrícula y una llamativa rigidez matutina; a ello
ciales el paciente se encuentra totalmente asintomático.
se irán sumando artralgias y distintos grados de inflamación
Hasta un 50% de los pacientes con reumatismo palindrómi-
articular con patrón generalmente aditivo y simétrico.
co desarrollan con el tiempo una AR, no existiendo en la
actualidad ningún factor pronóstico que prediga la progre-
sión o no hacia AR, salvo que es más frecuente el desarrollo
Inicio agudo o intermedio de la enfermedad en los portadores de HLA-DR414.
Se produce en el 8-15% de los casos. Los síntomas se instauran
en pocos días, hay un incremento de las articulaciones doloro-
sas e inflamadas de una forma más rápida y, con frecuencia,
Artritis reumatoide de inicio tardío
menos simétrica que en el comienzo insidioso, lo cual dificulta
La AR que comienza después de los 65 años presenta unas
el diagnóstico en fases muy precoces; a ello se añaden con fre-
características especiales, asemejándose a la polimialgia reu-
cuencia síntomas inespecíficos como intensa astenia y fiebre,
mática. En estos casos predominan los síntomas sistémicos
teniendo que descartar procesos infecciosos o vasculitis.
junto con dolor y rigidez en la cintura acompañados de hin-
chazón difusa de manos, muñecas y antebrazos; posterior-
mente se irá añadiendo hinchazón de distintas articulaciones.
Inicio como enfermedad de Still del adulto A diferencia de la AR clásica, estos pacientes tienen menos
probabilidad de presentar nódulos subcutáneos y títulos altos
La fiebre como síntoma predominante aparece rara vez al
de factor reumatoide.
inicio de la AR clásica, y cuando aparece suele asociarse a
complicaciones como vasculitis o serositis acompañantes. En
la enfermedad de Still la fiebre es llamativa tanto en niños Manifestaciones clínicas
como en adultos. La enfermedad de Still del adulto suele
comenzar durante la tercera o cuarta décadas y afecta a hom-
musculoesqueléticas
bres y mujeres por igual. De forma ocasional aparecen má-
culas asalmonadas en el tronco y las extremidades, que clási- Rigidez matutina
camente son visibles durante los momentos febriles. No es
infrecuente la aparición de pericarditis, derrames pleurales y La rigidez matutina puede iniciarse incluso antes del dolor y
alteraciones de la función hepática. De forma muy caracte- para considerarse específica de inflamación articular debe
rística se encuentran muy elevados los niveles de ferritina, persistir al menos durante 45 minutos.
niveles muy por encima de lo esperado en comparación con
otros reactantes de fase aguda. El diagnóstico de enfermedad
de Still sigue siendo de exclusión, y tras excluir otras enfer- Poliartritis simétrica
medades resultan útiles los criterios diagnósticos elaborados
por Yamaguchi et al13, pudiéndose considerar la enfermedad La poliartritis de la AR es típicamente simétrica y afecta más
si se cumplen cinco criterios, dos de ellos mayores (tabla 1). frecuentemente a pequeñas articulaciones, siendo las meta-
carpofalángicas e interfalángicas proximales del segundo y
tercer dedos de las manos las que en un inicio se ven afecta-
Inicio palindrómico das de forma preferente (el 60% del total de pacientes). A
estas articulaciones se irán añadiendo de forma progresiva
El reumatismo palindrómico fue descrito por Hench y Ro- otras pequeñas articulaciones de manos y pies, pudiéndose
senberg principios de los años cuarenta. Puede ser la prime- afectar cualquier articulación, si bien es raro que se vean

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Enfermedades del sistema inmune (II)

comprometidas las interfalángicas distales y las de la colum-


na dorsolumbar.
Durante las fases de actividad de la enfermedad las arti-
culaciones son dolorosas a la palpación y movilización, pu-
diendo aparecer eritema, aumento de la temperatura local e
incremento gomoso de partes blandas, así como la palpación
de líquido sinovial.

Atrofias musculares
No es un hecho infrecuente observar atrofias musculares en
estadios precoces en músculos cercanos a las articulaciones
Fig. 1. Afectación de ma-
inflamadas, lo cual contribuye a la disminución de la fuerza y nos en artritis reumatoide.
la alteración de la capacidad funcional.

Afectación de manos y muñecas


La mano y muñeca son localizaciones prácticamente cons-
tantes en esta enfermedad. La muñeca se puede ver afectada
en todas sus articulaciones: radiocubital inferior, radiocarpia-
na, intercarpiana y carpometacarpiana. Con frecuencia la
afectación más precoz se produce en partes blandas próximas
a la apófisis cubital, con implicación de la vaina de los tendo-
nes extensores de los dedos, lo cual conlleva limitación de la
extensión de la muñeca. La persistencia de inflamación en la
muñeca lleva consigo el peligro de que se produzca la des-
trucción del ligamento triangular del carpo, lo cual ocasiona
una luxación dorsal de la cabeza del cúbito, reductible me-
diante presión (“signo de la tecla”). No es infrecuente, dada
la situación anatómica, que la inflamación de la muñeca dé
lugar a síndrome del túnel carpiano. La afectación de las meta-
carpofalángicas con subluxación volar y desviación cubital es la
deformidad más típica de la AR. Las articulaciones interfalán-
gicas proximales adquieren un aspecto fusiforme por la infla- Fig. 2. Afectación de pies
mación, pudiendo aparecer en fases avanzadas varios tipos de en artritis reumatoide.
deformidad: boutonnière o deformidad en ojal, con hiper-
flexión de la interfalángica proximal e hiperextensión de la
interfalángica distal, o deformidad en cuello de cisne con hi- de forma secundaria, junto a la afectación de la bóveda plan-
perextensión de las proximales e hiperflexión de las interfa- tar, a la deformidad de pie plano-valgo. Las articulaciones
lángicas distales. metatarsofalángicas son también diana de la AR, provocando
Los tendones también se ven afectados, apareciendo a dolor a la deambulación y pudiéndose observar erosiones
veces como primeros signos tenosinovitis de extensores o de tempranas en las cabezas de los metatarsianos y bases de las
flexores de los dedos, tendinitis de De Quervain o dedos en primeras falanges. Es frecuente la desviación peroneal de los
resorte. dedos, más marcada en el primero (hallux valgus); además de
la deformidad en garra de los dedos. Las figuras 1 y 2 nos
muestran típicas lesiones radiográficas de AR que afectan a
Afectación de los pies manos y pies.

La articulación tibioperoneo astragalina se daña en las for-


mas más graves de AR, apareciendo inflamación detectable Afectación axial
en las zonas perimaleolares y dolor e impotencia para la
flexoextensión del tobillo. En el tarso, las articulaciones que La afectación axial más frecuente se produce en la columna
con más frecuencia se ven afectadas son la subastragalina y la cervical, sobre todo en las vértebras cervicales primera y se-
astrágalo-navicular, apareciendo dolor al caminar sobre todo gunda. Ello se debe a que existe con frecuencia inflamación
por terreno irregular. Como consecuencia de esta afectación en la membrana sinovial que se encuentra entre el ligamento
se produce un espasmo de los músculos peroneos que tien- transverso del atlas y la cara posterior de la odontoides. La
den a inmovilizar la articulación subastragalina, conduciendo cronificación de este proceso puede conducir a erosiones lo-

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Artritis reumatoide (I)

cales y la laxitud patológica del ligamento, lo cual favorece la Nódulos reumatoides


aparición de luxación atloaxoidea. Los nódulos reumatoides pueden ser únicos o múltiples, sue-
Cualquier articulación puede verse afectada en la AR, len localizarse en la periferia pulmonar, con preferencia por
produciendo dolor inflamatorio y limitación funcional pro- los campos superiores. En ocasiones desaparecen espontá-
gresiva, desde articulaciones grandes que se ven afectadas neamente. El síndrome de Caplan consiste en la asociación
con gran frecuencia como caderas, rodillas, hombros o co- de neumoconiosis, nódulos reumatoides y poliartritis.
dos, hasta articulaciones como las temporomandibulares, e
incluso las minúsculas articulaciones de los huesecillos del Neumonitis intersticial
oído. La neumonitis intersticial aparece en AR grave, con mayor
incidencia en varones fumadores, personas expuestas a pol-
vos inorgánicos y en síndrome de Felty o Sjögren. Cursa con
disnea progresiva, tos seca y síndrome constitucional. La ra-
Manifestaciones extraarticulares diografía de tórax muestra un patrón intersticial y las pruebas
de función respiratoria detectan un patrón restrictivo con
Nódulos reumatoides disminución de la difusión de monóxido de carbono. Su apa-
rición empeora gravemente el pronóstico, con una mortali-
Los nódulos reumatoides aparecen hasta en un 25% de los dad de un 50% a los 5 años.
pacientes con AR y son la manifestación extraarticular más
frecuente. Histológicamente están constituidos por una área Bronquiolitis obliterante
central formada por un vaso con necrosis fibrinoide, rodeado Una manifestación poco frecuente es la bronquiolitis obli-
de una corona de fibroblastos, histiocitos e infiltrado infla- terante con o sin neumonía organizada, que cursa con dis-
matorio dispuestos en empalizada, todo ello a su vez rodeado nea de comienzo agudo, tos no productiva, malestar general
de una cápsula de fibras de colágeno. A menudo son persis- y fiebre. La radiografía de tórax puede ser normal o mos-
tentes y, en ocasiones, pueden disminuir de tamaño e incluso trar hiperinsuflación pulmonar, y las pruebas de función
desaparecer. Los nódulos subcutáneos se localizan con fre- respiratoria muestran patrón obstructivo de vías aéreas pe-
cuencia en zonas de presión, como superficies de extensión queñas.
de codos, también en tendones como el aquíleo, occipucio,
etc. Incluso aparecen en áreas como el pericardio, la pleura y
el parénquima cardíaco o pulmonar. Son más frecuentes en Manifestaciones cardíacas
pacientes con factor reumatoide positivo y también pueden
aparecer en relación con metotrexato. Pericarditis
La manifestación cardíaca más frecuente es la pericarditis,
incluso puede ser el primer síntoma de la enfermedad. En
Manifestaciones oculares muchos casos cursa de forma asintomática y raramente evo-
luciona a taponamiento cardíaco o pericarditis constritiva,
Aparecen hasta en un 25% de los pacientes con AR, siendo esta última consecuencia de derrames pericárdicos de larga
la queratoconjuntivitis seca la manifestación más frecuente. evolución, cursando entonces con edemas y hepatomegalia.
Cursa con sensación de cuerpo extraño e intensa sequedad
que se puede confirmar con la prueba de Schirmer. Otras Endocarditis
manifestaciones son la escleritis y la epiescleritis. Ambas La endocarditis suele manifestarse como una valvulitis ines-
cursan con dolor, que en el caso de la escleritis se exacerba pecífica y la afectación valvular más frecuente es la insufi-
con la presión sobre el ojo. Como complicación de la escle- ciencia aórtica o mitral.
ritis puede producirse un adelgazamiento de la esclera, evo-
lucionando incluso en casos graves a escleromalacia perfo- Miocardiopatía
rante. La afectación miocárdica es menos frecuente, pudiéndose
presentar como insuficiencia cardíaca congestiva. En pacien-
tes de larga evolución puede encontrarse afectación miocár-
Manifestaciones pulmonares dica debida al depósito de amiloide, lo que se traduce en una
miocardiopatía restrictiva.
Derrame pleural
El derrame pleural es la manifestación más frecuente, descri-
ta incluso hasta en un 40-70% de los pacientes. Suele cursar Manifestaciones renales
de forma asintomática y el líquido pleural se presenta como
un exudado con niveles llamativamente bajos de glucosa, ni- Las manifestaciones renales pueden ser secundarias a fárma-
veles bajos de complemento y aumento de proteínas. Las cos antiinflamatorios no esteroideos, ya que pueden originar
células más frecuentes en el líquido pleural son los macrófa- la aparición de glomerulonefritis de cambios mínimos y ne-
gos gigantes multinucleados. No suele requerir intervención crosis papilar. Hasta un 10% de los pacientes con AR, nor-
quirúrgica, ya que lo más frecuente es que sea de tamaño malmente de larga evolución, presentan proteinuria secun-
pequeño y que mejore cuando lo hace la enfermedad. daria a la presencia de amiloidosis renal.

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Enfermedades del sistema inmune (II)

Vasculitis veces es difícil de diferenciar una articulación inflamada por


la propia actividad de una infectada, la fiebre puede ser más
Se puede considerar como una complicación de la AR, aparece discreta de lo que cabría esperar y no siempre se acompaña
hasta en un 1% de estos pacientes, afectando normalmente a de leucocitosis llamativa, todo lo cual contribuye a que se
pacientes con enfermedad grave que presentan niveles altos de pueda producir un retraso en el diagnóstico.
factor reumatoide. La afectación patológica de la vasculitis reu- Con la introducción de los agentes biológicos se observa
matoide es una panarteritis; se ven afectadas por tanto todas las también un aumento de la incidencia de infecciones banales,
cubiertas de la pared vascular, desempeñando posiblemente los sobre todo de vías respiratorias y genitourinarias. También
inmunocomplejos un papel relevante en su patogenia. Pueden existe relación entre la introducción de agentes anti-TNF y
verse afectados vasos de cualquier tamaño y, dependiendo de un incremento en el riesgo de infección tuberculosa. Por ello
ello, se producen diferentes síntomas que van desde petequias es necesario aplicar una estrategia estricta a la hora de detec-
o púrpura, hasta gangrena digital, infartos o polineuropatía. tar tuberculosis latente y tratarla en caso positivo antes de
comenzar con estos agentes biológicos16.

Otras manifestaciones
Bibliografía
El síndrome de Felty aparece en un 1% o menos de los pa-
cientes con AR, se caracteriza por esplenomegalia y neutro- •  Importante ••  Muy importante
penia, pudiéndose acompañar a su vez de infecciones de re- ✔ Metaanálisis ✔ Artículo de revisión
petición, úlceras cutáneas, poliadenopatías, hepatomegalia y ✔ Ensayo clínico controlado ✔ Guía de práctica clínica
nódulos reumatoides.
Otras manifestaciones son hematológicas, siendo la ane-
✔ Epidemiología
mia la más frecuente. Ésta puede ser anemia asociada a pro- ✔1. Morales-Torres J. Antiquity of rheumatoid arthritis. En: Hochberg MC,
ceso crónico y se correlaciona con la actividad de la enferme- Silmal AJ, Smolen JS, Winblatt ME, Weisman MH, editors. Rheumatolo-
gy. 4th ed. Vol. 1. Mosby-Elsevier; 2008. p. 751-4.
dad, aunque también es frecuente su asociación a déficit de
hierro. En muchas ocasiones se observa trombocitosis rela-

2. Stastny P. Association of the B-Cell alloantigen DRw4 with rheumatoid
arthritis. N Engl J Med. 1978;298(16):869-71.
cionada con el grado de actividad inflamatoria. ✔
3. Jenkins MK, Ashwell JD, Schwartz RH. Allogenic non-T spleen cells res-
tore the responsiveness of normal T cell clones stimulated with antigen
and chemically modified antigen-presenting cells. J Immunol. 1988;
140(10):3324-30.

Complicaciones infecciosas ✔ 4. Mountz JD, Zhou Tk, Long RE, Bluethmann H, Koopman WJ, Edwards
CK. T cell influence on superantigen-induced arthritis inb MRL-LPR/
lper mice. Arthritis Rheum. 1994;37:113-24.

Los pacientes con AR tienen una mayor predisposición a pa-


✔ 5. Firestein GS, Echeverri F, Yeo M, Zvaifler NJ, Green DR. Somatic mu-
tation in the p53 tumor suppressor gene in rheumatoid arthritis syno-
vium. Proc Natl Acad Sci USA. 1997;94(20):10895-900.
decer infecciones y episodios de hospitalización por infec-
ción grave. No está claro si es la propia enfermedad la que
✔ 6. Nagashima M, Asano G, Yshino S, Imbalance in production between vas-
cular endothelial growth factor and endstatin in patients with rheumatoid
arthritis. J Rheumatol. 2000;27(10):2339-42.
predispone a ser más susceptible a infección o es secundaria
a los tratamientos recibidos. Lo más probable es que exista ✔ 7. Gravakkese EM, Pettit AR, Lee R, Madore R, Manning C, Tsay A, et al.
Angiopoietin-1 is expressed in the synovium of patients with a rheuma-
una suma de factores de riesgo, pudiendo relacionarse una toid arthritis and is induced by tumour necrosis factor alpha. Ann Rheum
Dis. 2003.62(2):100-7.
predisposición genética o la propia susceptibilidad principal- ✔ 8. Gerritsen ME, Kelley KA, Ligon G, Perry CA, Shen CP, Szczepanski A,
mente debida a las alteraciones inmunes que conlleva la en- et al. Regulation of the expression of intercellular adhesion molecule 1 in
cultured human endothelial cells derived from rheumatoid synovium. Ar-
fermedad. A todo ello se le sumarían comorbilidades que con thritis Rheum. 1993;36(5):593-602.
frecuencia acompañan a estos pacientes como son la diabe- ✔•9.   Brennan FM, Maini RN, Feldmann M. TNF-alpha a pivotal role
in rheumatoid arthritis? Br J Rheumatol. 1992;31(5):293-8.
tes, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, etc. Lo que
parece claro es que los tratamientos utilizados, desde la pred-
✔10. Sklatvala J. Tumour necrosis factor alpha stimulates resorption and inhi-
bits synthesis of proteoglycan in cartilage. Nature. 1986;322(6079):547-9.
nisona al metotrexateo pasando por los nuevos agentes bio- ✔11. Houssiau FA, Devogelaer JP, Van Damme J, de Deuxchisnes CN, Van
Snick J. Interleukin-6 in sinovial fluid and serum of patients with rheu-
lógicos, todos ellos exponen a los pacientes a cierto grado de matoid arthritis and other inflammatory arthritides. Arthritis Rheum.
1988:31(6):784-8.
inmunosupresión añadida que favorece los procesos infec-
ciosos15. La utilización de dosis bajas de prednisona (iguales
✔12. Linos A, Worthington JW, O’Fallon WM, Kurland LT. The epidemiolo-
gy of rheumatoid arthritis in Rochester, Minnesota: study of incidence,
prevalence, and mortality. Am J Epidemiol. 1980;111(1):87-98.
o inferiores a 10 mg/día) no parece suponer un aumento de
riesgo. En cambio, dosis de 0,5 mg/kg/día o equivalentes,
✔ ••
13.   Yamaguchi M, Ohta A, Tsunematsu T, Ksukawa R, Mizushima
Y, Kashiwagi H, et al. Preliminary criteria for classification of adult
Still-s disease. J Rheumatol. 1992;19(3):424-30.
utilizadas durante más de tres semanas, se asocian a una ele-
vada incidencia de infección, especialmente a tuberculosis, ✔14. Guerme PA, Weismann MH. Palindromic rheumatism: part of or apart
from the spectrum of rheumatoid arthritis. Am J Med. 1992;93(4):451-60.
nocardiosis y neumonía por Pneumocystis. ✔15. Doran MF, Crowson CS, Pond GR, O’Fallon WM, Gabriel SE. Predic-
tors of infection in rheumatoid arthritis. Arthritis Rheum. 2002;46:2294-
Las manifestaciones clínicas de las infecciones en pacien- 300.
tes con AR son similares a la población general, aunque hay ✔ ••
16.   Gómez-Reino J, Carmona L. Recommendations to lower the
risk of tuberculosis in patients treated with tumour necrosis factor
que tener presente que los fármacos utilizados, como antiin- alpha antagonists. Acta Reumatol Port. 2006;31(3):201-3.
flamatorios o corticoides, pueden enmascarar los síntomas.
La incidencia de artritis séptica en pacientes con AR varía Páginas web
entre un 3 y un 10%, afectando generalmente en estadios www.rheumatology.org
avanzados de la enfermedad. Hay que tener en cuenta que a www.ser.es

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