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Paz
Por: William Ospina | Elespectador.com
Pero seis millones de hectreas arrebatadas a sus dueos, seis millones de ciudadanos
desplazados, una aterradora lista de masacres desde 1946, la mayor cifra de desaparecidos en la
mayor impunidad, una guerra de guerrillas de 50 aos y diez millones de colombianos en el exilio
demuestran que las soluciones para un pas como Colombia no son ni fueron nunca militares.
La funcin de ese inmenso ejrcito no parece ser la defensa de las fronteras. Es ms,
recientemente hemos perdido una parte considerable de nuestro mar territorial. Su misin es la
de defender el orden pblico, que sin embargo ha padecido violencia por 80 aos. La porcin del
presupuesto nacional que consume es elevadsima, y la principal justificacin de ese presupuesto
son los ocho, o diez, o veinte mil guerrilleros alzados contra el orden legal. Por qu no han
podido exterminarlos en 50 aos? Porque la guerra de guerrillas es imposible de controlar. No es
una guerra regular: atacan y desaparecen. Y si nadie pudo acabar con el Ira en ese campo de
flores que es Irlanda, y si nadie pudo acabar con Eta, en ese bosque sereno que es el pas vasco,
cmo acabar con las guerrillas en esta selva equinoccial, en estos pramos de niebla, en esta
jungla inaccesible? Nada como el gobierno de Uribe Vlez, con su guerra total, demostr que era
necesaria una negociacin.
Lo ms alarmante es que este ejrcito descomunal a partir de cierto momento no consigui
proteger a los ciudadanos amenazados por una lucha guerrillera que, lejos de atacar el poder
central, termin cebada con los pequeos propietarios y con la clase media que viajaba por las
carreteras. Este ejrcito acab permitiendo y a veces propiciando la formacin de ejrcitos
paralelos, y todos vimos inermes en Colombia cmo la justicia constitucional ceda paso a la
justicia por mano propia, al crimen disfrazado de justicia, armando ejecuciones atroces en las
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sociedad millones de ciudadanos que sepan que merecemos una paz verdadera, no apenas
decretada por las lites militaristas sino construida por los ciudadanos. Que el pas no necesita
limosna sino empleo, que los jvenes no necesitan armas sino horizontes de futuro en dilogo
con el mundo.
Porque hasta ahora todos, incluida la izquierda parlamentaria, seguimos viviendo de las migajas
del bipartidismo.
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