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YOLANDA LOPEZ

SISTEMA ENDOCRINO

HORMONAS

Las hormonas son moléculas que actúan en el organismo como señales químicas liberadas por células
especializadas denominadas células endocrinas. Las células endocrinas están siempre muy próximas a
los capilares sanguíneos, que reciben las hormonas secretadas y las distribuyen por el organismo
diluidas en el plasma. Existen células endocrinas que producen hormonas que actúan a poca distancia, lo
que supone un tipo de control llamado paracrino. Otro sistema de control es el yuxtacrino, en el cual se
libera una molécula a la matriz extracelular, se difunde por esa matriz y actúa en las células situadas
muy cerca de donde se ha liberado. En el control denominado autocrino las células pueden producir
moléculas que actúan en las propias células o en otras células del mismo tipo.

Los tejidos y los órganos en los que actúan las hormonas se denominan tejidos u órganos diana. Sus
células poseen receptores que reconocen específicamente determinadas hormonas y sólo responden a
éstas. El organismo puede controlas la secreción de hormonas a través de un mecanismo de
retroalimentación y mantener niveles hormonales plasmáticos adecuados dentro de límites muy
estrictos.

HIPOFISIS

La hipófisis o pituitaria se localiza en una cavidad del hueso esfenoides, la silla turca.

Su origen embriológico es doble: nervioso y ectodérmico. La porción de origen nervioso se desarrolla a


través del crecimiento del suelo del diencéfalo en dirección caudal. La porción ectodérmica se desarrolla
a partir de in tracto de ectodermis del techo de la boca primitiva, que crece en dirección craneal
formando la bolsa de Rathke. Una constricción de la base de esta cavidad la separa de la cavidad bucal.

La hipófisis consta de dos glándulas: la neurohipófisis y la adenohipófisis. La neurohipófisis consta de


una parte voluminosa, la pars nerviosa, y su pedículo, el infundíbulo, que se continúa con el hipotálamo.

La adenohipófisis se divide en tres partes: la pars distalis, o lóbulo anterior; la segunda es la pars
tubularis; la tercera se llama pars intermedia. El conjunto de pars nervosa y pars intermedia también
reciben el nombre de lóbulo posterior. La glándula está cubierta por una cápsula de tejido conjuntivo.

Su irrigación se realiza por dos grupos de arterias procedentes de la arteria carótida interna: las arterias
hipofisiarias superiores, derecha e izquierda, irrigan la eminencia mediana y el infundíbulo; las arterias
hipofisiarias inferiores, derecha e izquierda, irrigan principalmente la neurohipófisis. Las arterias
hipofisiarias superiores forman un plexo capilar primario. Existe un sistema hipofisiario muy importante
para la regulación de las funciones de la adenohipófisis.

La hipófisis mantiene con el hipotálamo importantes relaciones anatómicas y funcionales. Existen


lugares en los que se producen tres grupos de hormonas:
Los núcleos supraópticos y paraventriculares.
Los núcleos dorsomediano, dorsoventral e infundibular del hipotálamo.
Células de la pars distalis
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ADENOHIPOFISIS

Pars distalis. El componente principal de la pars distalis son los cordones de células epiteliales
entremezcladas con capilares sanguíneos. Corresponde al 75 % de la masa de la hipófisis. Existen tres
tipos de células: las células cromófobas y dos tipos de células cromófilas llamadas acidófilas y basófilas

El mecanismo principal depende de hormonas peptídicas producidas por los agregados de células
neurosecretoras del hipotálamo y almacenadas en la eminencia mediana.

Un segundo mecanismo de control estriba en las hormonas producidas por varias glándulas endocrinas
que actúan sobre la liberación de péptidos de la eminencia mediana y sobre la función de las células
propias.

Pars tuberalis. La mayoría de las células de la pars tuberalis secretan gonadotropinas (hormona
foliculoestimulante y hormona luteinizante).

NEUROHIPOFISIS

La neurohipófisis consta de una pars nervosa y del infundíbulo. Está compuesta aproximadamente
100.000 axones amielínicos de neuronas secretoras situadas en los núcleos supraópticos y
paraventriculares. La neurosecreción se acumula en la pars nervosa. Sus depósitos forman estructuras
que se conocen como cuerpos de Hering.

Esta neurosecreción consiste de dos hormonas, la oxitocina y la vasopresina-arginina, también


denominada hormona antidiurética (ADH). Las fibras de los núcleos supraópticos están relacionadas
principalmente con la secreción de vasopresina, mientras que la mayoría de las fibras de los núcleos
paraventriculares está implicada en la secreción de oxitocina.

El principal efecto de la vasopresina u hormona antidiurética consiste en incrementar la permeabilidad


de los túbulos colectores renales de agua. En dosis altas impulsa la contracción del músculo liso de los
vasos sanguíneos, lo que aumenta la presión arterial.

La oxitocina estimula la contracción del músculo liso de la pared uterina durante el coito o el parto, las
células mioepiteliales que rodean los alvéolos y los conductos de las glándulas mamarias durante la
lactancia. El reflejo neurohormonal estimulado por la succión del pezón se denomina reflejo de eyección
de la leche.

Las lesiones del hipotálamo que destruyen las células productora de ADH producen la enfermedad
diabetes insípida, la cual se caracteriza porque el riñón pierde su capacidad de concentrar la orina.

Cuando existe una síntesis excesiva de somatotropina en la infancia o en la adolescencia aparece el


gigantismo. Cuando ocurre en el adulto, tiene lugar un crecimiento de las extremidades que se
denomina acromegalia. El déficit de secreción de la hormona de crecimiento en la infancia produce el
enanismo hipofisario.

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SUPRARRENALES

Se denominan también adrenales. El órgano está encapsulado y dividido claramente en dos capas
concéntricas: una periférica, de color amarillo, llamada capa cortical o corteza de la suprarrenal, y una
central, grisácea, la capa medular o médula de la suprarrenal.

La corteza procede del epitelio celómico y, por tanto, tiene un origen mesodérmico, mientras que la
médula se origina en las células de la cresta neural y tiene un origen neuroectodérmico.

Una cápsula de tejido conjuntivo denso recubre la glándula y envía tabiques delgados hacia el interior de
la glándula. El estroma está compuesto por fibras reticulares.

Circulación. Un plexo subcapsular del cual emergen tres grupos de vasos arteriales: las arterias de la
cápsula; las arterias de la corteza que forman capilares sanguíneos que drenan en los vasos capilares de
la médula; y las arterias de la médula.

Por consiguiente, la médula tiene una irrigación doble tanto arterial (por las arterias medulares) como
venosa (por las arterias corticales. Las venas medulares se unen para constituir la vena adrenal o
suprarrenal.

La corteza suprarrenal puede subdividirse en tres capas concéntricas: la zona glomerular, la zona
fascicular y la zona reticular.

La zona glomerular, inmediatamente por debajo de la cápsula, está compuesta por células piramidales o
columnares, organizadas en cordones y rodeadas por capilares sanguíneos.

La zona fascicular contiene células con disposición de cordones rectores y regulares.

La zona reticular contiene células dispuestas en cordones irregulares que forman una red
anastomosada. En estas células los gránulos de pigmento de lipofucsina son grandes y bastantes
numerosos.

Hormonas de la corteza y sus acciones. Los esteroides secretados por la corteza pueden dividirse en tres
grupos: glucocorticoides, mineralcorticoides y andrógenos. La zona glomerular secreta
mineralcorticoides, principalmente la aldosterona, que contribuyen a mantener un equilibrio adecuado
de electrolitos (sodio y potasio) y de agua en el organismo. La zona fascicular y probablemente la zona
reticulada secretan los glucocorticoides cortisona y cortisol; estos glucocorticoides regulan el
metabolismo de los carbohidratos, de las proteínas y de los lípidos. Estas zonas también producen
andrógenos (principalmente dihidroepiandrosterona) y posiblemente pequeñas cantidades de
estrógenos.

Los glucocorticoides, principalmente el cortisol y la corticosterona, influyen intensamente en el


metabolismo de los carbohidratos, al igual que en el de las proteínas y los lípidos. En el hígado
promueven la eliminación de ácidos grasos, de aminoácidos y de carbohidratos de la sangre. También
estimulan la gluconeogénesis y la glucogénesis. Fuera del hígado, en órganos periféricos los
glucocorticoides inducen un efecto catabólico.
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También inhiben la respuesta inmunológica destruyendo los linfocitos circulantes e inhibiendo la


actividad mitótica en los órganos formadores de linfocitos.

Los mineralcorticoides actúan principalmente en los túbulos contorneados distales de los riñones y
también en la mucosa gástrica y en las glándulas salivales y sudoríparas, estimulando la absorción de
sodio por parte de las células de esos puntos.

La dihidroepiandrosterona (DHEA) es la única hormona sexual secretada en cantidades fisiológicamente


significativas por la corteza suprarrenal.

El control de la secreción por parte de la corteza suprarrenal se realiza por la liberación de la hormona
liberadora de corticotropina, a lo que sigue la secreción de hormona adrenocorticotropa (ACTH).

La médula suprarrenal está compuesta por células poliédricas organizadas en cordones o aglomerados
redondeados, sustentados por una red de fibras reticulares. Hay células ganglionares parasimpáticas.
Todas estas células están rodeadas por una abundante red de vasos sanguíneos. Las células
parenquimatosas poseen abundantes gránulos de secreción; contienen una catecolamina, ya sea la
adrenalina o la noradrenalina. Los gránulos de secreción también incluyen ATP.

Las células que secretan adrenalina poseen gránulos más pequeños y de contenido menos electrodenso,
que llena por completo el gránulo. Las células que secretan noradrenalina tienen gránulos más grandes.
La adrenalina representa aproximadamente el 80 % de las catecolaminas presentes en la vena
suprarrenal.

La secreción de catecolaminas a la sangre produce vasoconstricción, hipertensión y efectos metabólicos


como aumento de la glucosa en sangre.

Una de las disfunciones de la médula suprarrenal, feocromocitomas, que son tumores de sus células que
provocan hiperglucemia e incrementos pasajeros de la presión arterial.

Las disfunciones de la corteza suprarrenal pueden clasificarse en hiper o hipofuncionales. Los tumores
de la corteza pueden llevar a una producción excesiva de glucocorticoides (síndrome de Cushing) o de
aldosterona (síndrome de Conn).

La insuficiencia adrenocortical (enfermedad de Addison) es consecuencia de la destrucción de la corteza


suprarrenal que puede producirse en algunas enfermedades. Los signos y síntomas corresponden a los
de un déficit de secreción de glucocorticoides y mineralcorticoides.

ISLOTES DE LANGERHANS

Los islotes de Langerhans son la porción endocrina del páncreas, en el que se observan como grupos
redondeados de células, inmersos en el tejido exocrino.

Existe una pequeña tendencia a que éstos sean más abundantes en la región de la cola del páncreas.

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Están constituidos por células poligonales o redondeadas, dispuestas en cordones, alrededor de las
cuales existe un abundante entramado de capilares sanguíneos. Alrededor del islote y separándolo del
tejido pancreático restante hay una fina capa de tejido conjuntivo.

Las células de los islotes se tiñen menos intensamente que las células acinares, lo que implica el aspecto
más claro de los islotes cuando se observan al microscopio óptico. Por medio de tinciones especiales y
de métodos inmunocitoquímicos se distinguen cuatro tipos de células en los islotes: A, B, D y F.

TIROIDES

Su función consiste en sintetizar las hormonas tiroxina (T4) y triyodotironina (T3), que controlan la tasa
metabólica del organismo. Se halla en la región cervical, anterior a la laringe, y está constituida por dos
lóbulos unidos por un istmo.

Está integrada por miles de folículos tiroideos, formados por epitelio simple y su cavidad contiene una
sustancia gelatinosa llamada coloide. La glándula está recubierta por una cápsula de tejido conjuntivo
laxo de la que salen tabiques hacia el parénquima; los folículos están separados entre sí principalmente
por fibras reticulares. Es un órgano sumamente vascularizado.

El aspecto de los folículos tiroideos varía en función de la región de la glándula y de su actividad


funcional.

Las células epiteliales de los folículos tiroideos se sustentan sobre una lámina basal y muestran todas las
características de las células que simultáneamente sintetizan, secretan, absorben y digieren proteínas.

Otro tipo de célula, la célula parafolicular o célula C, su característica más notable es la presencia de
numerosos gránulos que contienen una hormona llamada calcitonina, y cuyo efecto principal es
disminuir la concentración plasmática de calcio por medio de una inhibición de la reabsorción ósea.

La tiroides es la única glándula endocrina que acumula su producto de secreción en una cantidad
considerable. Esa acumulación se efectúa en el coloide. El coloide tiroideo está constituido
principalmente por una glucoproteína denominada tiroglobulina.

El principal mecanismo regulador del estado estructural y funcional de la glándula tiroidea es la


hormona tirotrópica (TSH o tirotropina).

Síntesis y acumulación de hormonas en las células foliculares. Se llevan a cabo en cuatro fases:
1. La síntesis de tiroglobulina
2. La captación de yodo circulante que se realiza en las células foliculares
3. La oxidación del yodo
4. En el interior del coloide se produce la yodación de los radicales de tirosil de la tiroglobulina

Liberación de T3 y T4. Cuando las células foliculares de la tiroides son estimuladas por la tirotropina
captan coloide a través de un proceso de endocitosis. Posteriormente se liberan al citoplasma T4, T3,
diyodotirosina (DIT) y monoyodotirosina (MIT). La T4 y T3 atraviesan libremente la membrana
basolateral de la célula y difunden hasta llegar a los capilares sanguíneos.

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La T4 (tiroxina) es más abundante, constituyendo el 90 % de la hormona circulante de la tiroides. La T3


tiene una acción más rápida y es más potente.

La mayoría de los efectos de las hormonas tiroideas son consecuencia de su acción sobre la tasa
metabólica basal.

Disfunciones tiroideas. Una dieta exenta de yodo disminuye la síntesis de hormonas tiroideas, lo que
provoca hipotiroidismo. La menor concentración de T3 y T4 circulantes estimula la secreción de TSH, lo
que produce hipertrofia de la glándula, llamada bocio por déficit de yodo.

En la tiroiditis de Hashimoto es posible detectar anticuerpos contra el tejido tiroideo en la sangre del
paciente.

El déficit tiroideo en el recién nacido puede llevar a hipotiroidismo, llamado cretinismo, que se
caracteriza por un desarrollo físico inadecuado y retraso mental.

El hipertiroidismo o tirotoxicosis puede estar motivado pos múltiples enfermedades tiroideas, de las
cuales la más común es la enfermedad de Graves o bocio exoftálmico.

PARATIROIDES

Son cuatro glándulas pequeñas que se localizan mayoritariamente en la cara posterior del tiroides, en
los polos superiores e inferiores de la glándula.

Formado por células epiteliales dispuestas en cordones separados por capilares sanguíneos. Existen dos
tipos de células: las principales y las oxífilas. Las células principales predominan y son más pequeñas;
secretan la parathormona.

En el ser humano las células son poligonales, aunque más grandes que las principales, y su citoplasma
contiene muchos gránulos acidófilos. Se desconoce qué función desempeñan estas células.

La hormona paratiroidea o parathormona se una a receptores presentes en los osteoblastos.


Constituyen una señal promoviendo así la reabsorción de la matriz ósea calcificada y la liberación de
calcio a la sangre. La calcitonina sintetizada en la glándula tiroides también influye en los osteoclastos,
inhibiendo tanto su secreción tanto su acción de reabsorción ósea como la liberación de calcio. La acción
conjunta de ambas hormonas es un mecanismo redundante encaminado a regular con precisión el nivel
de calcio en la sangre, que es un factor importante para el funcionamiento de varios tejidos y órganos.
Disminuye la concentración de fosfato en la sangre.

En el hiperparatiroidismo disminuye la concentración en sangre y aumenta la de Ca. Se caracteriza para


un mayor número de osteoclastos y múltiples cavidades óseas, se reconoce como osteítis fibrosa
quística. En los pacientes que la padecen los huesos son más frágiles y más propensos a sufrir fracturas.

En el hipoparatiroidismo están elevadas las concentraciones de fosfato en sangre y disminuidas las de


calcio. Los huesos se vuelven más densos y más mineralizados. La menor concentración de calcio en
sangre provoca contracciones espasmódicas de los músculos esqueléticos y convulsiones generalizadas,
lo que se denomina tetania.
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GLANDULA PINEAL

También llamada epífisis. Se localiza en el extremo posterior del tercer ventrículo, sobre el techo del
diencéfalo, con el cual se conecta a través de un pedúnculo corto.

Está recubierta externamente por la piamadre, de la que parten tabiques de tejido conjuntivo que
penetran en la glándula, dividiéndose en lóbulos de formas irregulares.

Predominan dos tipos de células: los pinealocitos y los astrocitos. Los pinealocitos constituyen el 95% de
las células de esta glándula, poseen ramificaciones numerosas y largas con los extremos dilatados. Estas
células producen melatonina y algunos péptidos todavía poco definidos con exactitud.

Entre los pinealocitos se observan núcleos alargados y más intensamente teñidos, que corresponden a
los astrocitos. Poseen prolongaciones y una gran cantidad de filamentos intermedios.

Inervación. Los axones pierden sus cubiertas de mielina cuando penetran en la glándula pineal y
terminan entre los pinealocitos. Las terminaciones axonales tienen un gran número de pequeñas
vesículas que contienen noradrenalina. La serotonina también está presente en los pinealocitos y en las
terminales nerviosas simpáticas.

La glándula pineal interviene en el control de los biorritmos circadianos y estacionales. Responde a


estímulos lumínicos recibidos por la retina. La glándula pineal es un transductor neuroendocrino que
convierte los impulsos nerviosos en modificaciones en los niveles de producción de las hormonas.

La arena cerebral es un término que se asigna a los depósitos de fosfato y carbonato de calcio que se
encuentran normalmente en la glándula pineal del adulto.

Bibliografía

 Gartner, L., & Hiatt, J. (2002). Texto Atlas de Histologia (2 ed.). USA: Panamericana.

 Junqueira, L., & Carneiro, J. (2005). Basic Histology (11 ed.). Brasil: McGraw-Hill.

 Pansky, B. (1998). Anatomia Humana (6 ed.). Mexico: McGraw-Hill Interamericana.

 Quiroz Gutierrez, F. (2006). Anatomia Humana (40 ed.). Mexico: Porrua.

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