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SISTEMA ENDOCRINO
HORMONAS
Las hormonas son moléculas que actúan en el organismo como señales químicas liberadas por células
especializadas denominadas células endocrinas. Las células endocrinas están siempre muy próximas a
los capilares sanguíneos, que reciben las hormonas secretadas y las distribuyen por el organismo
diluidas en el plasma. Existen células endocrinas que producen hormonas que actúan a poca distancia, lo
que supone un tipo de control llamado paracrino. Otro sistema de control es el yuxtacrino, en el cual se
libera una molécula a la matriz extracelular, se difunde por esa matriz y actúa en las células situadas
muy cerca de donde se ha liberado. En el control denominado autocrino las células pueden producir
moléculas que actúan en las propias células o en otras células del mismo tipo.
Los tejidos y los órganos en los que actúan las hormonas se denominan tejidos u órganos diana. Sus
células poseen receptores que reconocen específicamente determinadas hormonas y sólo responden a
éstas. El organismo puede controlas la secreción de hormonas a través de un mecanismo de
retroalimentación y mantener niveles hormonales plasmáticos adecuados dentro de límites muy
estrictos.
HIPOFISIS
La hipófisis o pituitaria se localiza en una cavidad del hueso esfenoides, la silla turca.
La adenohipófisis se divide en tres partes: la pars distalis, o lóbulo anterior; la segunda es la pars
tubularis; la tercera se llama pars intermedia. El conjunto de pars nervosa y pars intermedia también
reciben el nombre de lóbulo posterior. La glándula está cubierta por una cápsula de tejido conjuntivo.
Su irrigación se realiza por dos grupos de arterias procedentes de la arteria carótida interna: las arterias
hipofisiarias superiores, derecha e izquierda, irrigan la eminencia mediana y el infundíbulo; las arterias
hipofisiarias inferiores, derecha e izquierda, irrigan principalmente la neurohipófisis. Las arterias
hipofisiarias superiores forman un plexo capilar primario. Existe un sistema hipofisiario muy importante
para la regulación de las funciones de la adenohipófisis.
ADENOHIPOFISIS
Pars distalis. El componente principal de la pars distalis son los cordones de células epiteliales
entremezcladas con capilares sanguíneos. Corresponde al 75 % de la masa de la hipófisis. Existen tres
tipos de células: las células cromófobas y dos tipos de células cromófilas llamadas acidófilas y basófilas
El mecanismo principal depende de hormonas peptídicas producidas por los agregados de células
neurosecretoras del hipotálamo y almacenadas en la eminencia mediana.
Un segundo mecanismo de control estriba en las hormonas producidas por varias glándulas endocrinas
que actúan sobre la liberación de péptidos de la eminencia mediana y sobre la función de las células
propias.
Pars tuberalis. La mayoría de las células de la pars tuberalis secretan gonadotropinas (hormona
foliculoestimulante y hormona luteinizante).
NEUROHIPOFISIS
La neurohipófisis consta de una pars nervosa y del infundíbulo. Está compuesta aproximadamente
100.000 axones amielínicos de neuronas secretoras situadas en los núcleos supraópticos y
paraventriculares. La neurosecreción se acumula en la pars nervosa. Sus depósitos forman estructuras
que se conocen como cuerpos de Hering.
La oxitocina estimula la contracción del músculo liso de la pared uterina durante el coito o el parto, las
células mioepiteliales que rodean los alvéolos y los conductos de las glándulas mamarias durante la
lactancia. El reflejo neurohormonal estimulado por la succión del pezón se denomina reflejo de eyección
de la leche.
Las lesiones del hipotálamo que destruyen las células productora de ADH producen la enfermedad
diabetes insípida, la cual se caracteriza porque el riñón pierde su capacidad de concentrar la orina.
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SUPRARRENALES
Se denominan también adrenales. El órgano está encapsulado y dividido claramente en dos capas
concéntricas: una periférica, de color amarillo, llamada capa cortical o corteza de la suprarrenal, y una
central, grisácea, la capa medular o médula de la suprarrenal.
La corteza procede del epitelio celómico y, por tanto, tiene un origen mesodérmico, mientras que la
médula se origina en las células de la cresta neural y tiene un origen neuroectodérmico.
Una cápsula de tejido conjuntivo denso recubre la glándula y envía tabiques delgados hacia el interior de
la glándula. El estroma está compuesto por fibras reticulares.
Circulación. Un plexo subcapsular del cual emergen tres grupos de vasos arteriales: las arterias de la
cápsula; las arterias de la corteza que forman capilares sanguíneos que drenan en los vasos capilares de
la médula; y las arterias de la médula.
Por consiguiente, la médula tiene una irrigación doble tanto arterial (por las arterias medulares) como
venosa (por las arterias corticales. Las venas medulares se unen para constituir la vena adrenal o
suprarrenal.
La corteza suprarrenal puede subdividirse en tres capas concéntricas: la zona glomerular, la zona
fascicular y la zona reticular.
La zona glomerular, inmediatamente por debajo de la cápsula, está compuesta por células piramidales o
columnares, organizadas en cordones y rodeadas por capilares sanguíneos.
La zona reticular contiene células dispuestas en cordones irregulares que forman una red
anastomosada. En estas células los gránulos de pigmento de lipofucsina son grandes y bastantes
numerosos.
Hormonas de la corteza y sus acciones. Los esteroides secretados por la corteza pueden dividirse en tres
grupos: glucocorticoides, mineralcorticoides y andrógenos. La zona glomerular secreta
mineralcorticoides, principalmente la aldosterona, que contribuyen a mantener un equilibrio adecuado
de electrolitos (sodio y potasio) y de agua en el organismo. La zona fascicular y probablemente la zona
reticulada secretan los glucocorticoides cortisona y cortisol; estos glucocorticoides regulan el
metabolismo de los carbohidratos, de las proteínas y de los lípidos. Estas zonas también producen
andrógenos (principalmente dihidroepiandrosterona) y posiblemente pequeñas cantidades de
estrógenos.
Los mineralcorticoides actúan principalmente en los túbulos contorneados distales de los riñones y
también en la mucosa gástrica y en las glándulas salivales y sudoríparas, estimulando la absorción de
sodio por parte de las células de esos puntos.
El control de la secreción por parte de la corteza suprarrenal se realiza por la liberación de la hormona
liberadora de corticotropina, a lo que sigue la secreción de hormona adrenocorticotropa (ACTH).
La médula suprarrenal está compuesta por células poliédricas organizadas en cordones o aglomerados
redondeados, sustentados por una red de fibras reticulares. Hay células ganglionares parasimpáticas.
Todas estas células están rodeadas por una abundante red de vasos sanguíneos. Las células
parenquimatosas poseen abundantes gránulos de secreción; contienen una catecolamina, ya sea la
adrenalina o la noradrenalina. Los gránulos de secreción también incluyen ATP.
Las células que secretan adrenalina poseen gránulos más pequeños y de contenido menos electrodenso,
que llena por completo el gránulo. Las células que secretan noradrenalina tienen gránulos más grandes.
La adrenalina representa aproximadamente el 80 % de las catecolaminas presentes en la vena
suprarrenal.
Una de las disfunciones de la médula suprarrenal, feocromocitomas, que son tumores de sus células que
provocan hiperglucemia e incrementos pasajeros de la presión arterial.
Las disfunciones de la corteza suprarrenal pueden clasificarse en hiper o hipofuncionales. Los tumores
de la corteza pueden llevar a una producción excesiva de glucocorticoides (síndrome de Cushing) o de
aldosterona (síndrome de Conn).
ISLOTES DE LANGERHANS
Los islotes de Langerhans son la porción endocrina del páncreas, en el que se observan como grupos
redondeados de células, inmersos en el tejido exocrino.
Existe una pequeña tendencia a que éstos sean más abundantes en la región de la cola del páncreas.
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Están constituidos por células poligonales o redondeadas, dispuestas en cordones, alrededor de las
cuales existe un abundante entramado de capilares sanguíneos. Alrededor del islote y separándolo del
tejido pancreático restante hay una fina capa de tejido conjuntivo.
Las células de los islotes se tiñen menos intensamente que las células acinares, lo que implica el aspecto
más claro de los islotes cuando se observan al microscopio óptico. Por medio de tinciones especiales y
de métodos inmunocitoquímicos se distinguen cuatro tipos de células en los islotes: A, B, D y F.
TIROIDES
Su función consiste en sintetizar las hormonas tiroxina (T4) y triyodotironina (T3), que controlan la tasa
metabólica del organismo. Se halla en la región cervical, anterior a la laringe, y está constituida por dos
lóbulos unidos por un istmo.
Está integrada por miles de folículos tiroideos, formados por epitelio simple y su cavidad contiene una
sustancia gelatinosa llamada coloide. La glándula está recubierta por una cápsula de tejido conjuntivo
laxo de la que salen tabiques hacia el parénquima; los folículos están separados entre sí principalmente
por fibras reticulares. Es un órgano sumamente vascularizado.
Las células epiteliales de los folículos tiroideos se sustentan sobre una lámina basal y muestran todas las
características de las células que simultáneamente sintetizan, secretan, absorben y digieren proteínas.
Otro tipo de célula, la célula parafolicular o célula C, su característica más notable es la presencia de
numerosos gránulos que contienen una hormona llamada calcitonina, y cuyo efecto principal es
disminuir la concentración plasmática de calcio por medio de una inhibición de la reabsorción ósea.
La tiroides es la única glándula endocrina que acumula su producto de secreción en una cantidad
considerable. Esa acumulación se efectúa en el coloide. El coloide tiroideo está constituido
principalmente por una glucoproteína denominada tiroglobulina.
Síntesis y acumulación de hormonas en las células foliculares. Se llevan a cabo en cuatro fases:
1. La síntesis de tiroglobulina
2. La captación de yodo circulante que se realiza en las células foliculares
3. La oxidación del yodo
4. En el interior del coloide se produce la yodación de los radicales de tirosil de la tiroglobulina
Liberación de T3 y T4. Cuando las células foliculares de la tiroides son estimuladas por la tirotropina
captan coloide a través de un proceso de endocitosis. Posteriormente se liberan al citoplasma T4, T3,
diyodotirosina (DIT) y monoyodotirosina (MIT). La T4 y T3 atraviesan libremente la membrana
basolateral de la célula y difunden hasta llegar a los capilares sanguíneos.
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La mayoría de los efectos de las hormonas tiroideas son consecuencia de su acción sobre la tasa
metabólica basal.
Disfunciones tiroideas. Una dieta exenta de yodo disminuye la síntesis de hormonas tiroideas, lo que
provoca hipotiroidismo. La menor concentración de T3 y T4 circulantes estimula la secreción de TSH, lo
que produce hipertrofia de la glándula, llamada bocio por déficit de yodo.
En la tiroiditis de Hashimoto es posible detectar anticuerpos contra el tejido tiroideo en la sangre del
paciente.
El déficit tiroideo en el recién nacido puede llevar a hipotiroidismo, llamado cretinismo, que se
caracteriza por un desarrollo físico inadecuado y retraso mental.
El hipertiroidismo o tirotoxicosis puede estar motivado pos múltiples enfermedades tiroideas, de las
cuales la más común es la enfermedad de Graves o bocio exoftálmico.
PARATIROIDES
Son cuatro glándulas pequeñas que se localizan mayoritariamente en la cara posterior del tiroides, en
los polos superiores e inferiores de la glándula.
Formado por células epiteliales dispuestas en cordones separados por capilares sanguíneos. Existen dos
tipos de células: las principales y las oxífilas. Las células principales predominan y son más pequeñas;
secretan la parathormona.
En el ser humano las células son poligonales, aunque más grandes que las principales, y su citoplasma
contiene muchos gránulos acidófilos. Se desconoce qué función desempeñan estas células.
GLANDULA PINEAL
También llamada epífisis. Se localiza en el extremo posterior del tercer ventrículo, sobre el techo del
diencéfalo, con el cual se conecta a través de un pedúnculo corto.
Está recubierta externamente por la piamadre, de la que parten tabiques de tejido conjuntivo que
penetran en la glándula, dividiéndose en lóbulos de formas irregulares.
Predominan dos tipos de células: los pinealocitos y los astrocitos. Los pinealocitos constituyen el 95% de
las células de esta glándula, poseen ramificaciones numerosas y largas con los extremos dilatados. Estas
células producen melatonina y algunos péptidos todavía poco definidos con exactitud.
Entre los pinealocitos se observan núcleos alargados y más intensamente teñidos, que corresponden a
los astrocitos. Poseen prolongaciones y una gran cantidad de filamentos intermedios.
Inervación. Los axones pierden sus cubiertas de mielina cuando penetran en la glándula pineal y
terminan entre los pinealocitos. Las terminaciones axonales tienen un gran número de pequeñas
vesículas que contienen noradrenalina. La serotonina también está presente en los pinealocitos y en las
terminales nerviosas simpáticas.
La arena cerebral es un término que se asigna a los depósitos de fosfato y carbonato de calcio que se
encuentran normalmente en la glándula pineal del adulto.
Bibliografía
Gartner, L., & Hiatt, J. (2002). Texto Atlas de Histologia (2 ed.). USA: Panamericana.
Junqueira, L., & Carneiro, J. (2005). Basic Histology (11 ed.). Brasil: McGraw-Hill.