Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
http://www.udp.cl/derecho
Qué duda cabe, se trata de delitos. Pero eso es tan obvio. No explica por qué
nuestros pobres se transformaron tan rápido en nuestros bárbaros.
Es que pedir a tanto chileno que recibe el sueldo el mínimo, que no tiene
mayores derechos laborales ni quienes lo representen –en Chile los sindicatos
no existen-; que no tienen ni salud ni educación pública de calidad, que de
súbito muestre lealtad y compromiso –y no sólo miedo a la cárcel- con un
modelo que los excluye –respetando el sagrado derecho de propiedad- es
simplemente una ingenuidad que el terremoto ha hecho caer como la cúpula
de la Divina Providencia.
En ese sentido, no es difícil entender por qué los ganadores en nuestro modelo
–unos pocos- exhiben y exigen alta lealtad a las reglas –incluidas las que
protegen de mejor manera sus triunfos, como es la propiedad. Lo difícil es
pretender que los perdedores de siempre –nuestros eternos pobres- tengan
lealtad hacia reglas que no sólo no han diseñado sino que mirada nuestra
historia, han estado marcadas desde siempre a favor de los mismos.
Podemos –como lo hemos hecho por 200 años- cerrar los ojos y rasgar
vestiduras diciendo que lo que falta es virtud y que la solución es la clásica
mano dura.
Pero nadie podrá esconder la nueva víctima desnuda: el modelo chileno –ese
que hace inflar el pecho de orgullo a nuestra pequeña elite empresarial y
política- está pegado con barro. Sólo el garrote lo mantiene en buena parte de
nuestra sociedad.
Y nuestros bárbaros seguirán ahí esperando otra ocasión para que la ley se
retire y ellos vuelvan a hacer justicia por propia mano – con rabia y rencor-
para con un sistema al que poco le han importado durante mucho tiempo.
Demasiado quizás.