32 ESCUELA Núm. 3.

857 (368) 4 de marzo de 2010

Entrevista
JOSÉ TORREBLANCA PRIETO

“Vistos los resultados, la ampliación de la

comprensividad ha sido un proceso fallido”
José Torreblanca ha sido, entre otros car-
gos, subsecretario de Educación en la eta-
pa de Maravall y secretario general de la
Organización de Estados Iberoamericanos.
Conocedor como pocos de los entresijos ción en los últimos años. Torreblanca es
de nuestro sistema educativo, se pres- un firme defensor de una escuela pública,
ta en esta entrevista a desgranar alguno social, cultural y territorialmente integra-
de los conceptos clave para su construc- dora, además de laica

MANUEL MENOR CURRÁS ¿Crees que se ha cumplido este objeti-

vo?
En los primeros años 80, su firma Solo en parte. Desde el primer
aparecía con frecuencia en el BOE: momento y hasta nuestros días, la ba-
era subsecretario de Educación en el talla de la enseñanza privada es com-
Ministerio Maravall. Luego, tuvo mu- plementar la financiación pública con
cho que ver con los primeros pasos el máximo de aportaciones que pue-
del Consejo Escolar del Estado y con dan obtener de las familias, con lo que
los programas educativos de la Orga- salvo en muy pocos centros concerta-
nización de Estados Iberoamericanos. dos la gratuidad no existe. La segunda
No se quedó varado ni es ajeno a los batalla, íntimamente relacionada con
debates actuales, como prueba el que, la primera, es la de seleccionar a sus
además de que su firma sea asidua de alumnos, selección en que siempre
algunas revistas como Temas para el salen favorecidos los alumnos más go-
debate o Revista internacional de filo- bernables, normalmente, de clase me-
sofía política, haya sido ponente prin- dia o alta. Los inmigrantes y los menos
cipal, hace poco, en uno de los docu- favorecidos, para la escuela pública.
mentos más conocidos del Colectivo Estos son los religiosos y empresarios
Lorenzo Luzuriaga sobre la enseñanza de la enseñanza que -salvo honrosas
pública. Ha tenido tiempo sobrado excepciones- tenemos... Eso del servi-
para ver y reflexionar sobre casi todo cio público de la educación les debió
lo sucedido en el sistema educativo es- provocar en su momento alguna car-
pañol en estos últimos 30 años. Sabe cajada de la que todavía quedan ecos.
-como nadie- de sus logros y debilida-
des, pero más de sus dificultades para LOGSE-LOCE-LOE.
sacarlo adelante y, consiguientemente, Si por comprensividad entende-
de las consistencias y resistencias de mos el período educativo, normal-
los materiales de que está hecho. Tan mente, obligatorio, en que todos los
de cerca lo vive todavía que podría es- alumnos comparten esencialmente
cribir en primera persona un inexcu- las mismas enseñanzas o, para decirlo
sable diccionario sobre los términos de otra forma, comparten tronco co-
en que se ha librado el encuentro y mún, en España se produjo una im-
desencuentro educativo en estos aje- portante ampliación de la comprensi-
FOTO: TERESA RODRÍGUEZ

treados años. Y probablemente algún vidad al implantar la Ley General de

día -si los hados le son propicios y no
hay pactos coyunturales que lo des-
aconsejen- se atreva con ello: los his-
toriadores del ramo se lo agradecerán.
Las entradas que siguen solo son un
apetitoso aperitivo...
LODE.
Hay siglas que mejoran lo nom-
brado. Otras lo empeoran. Este es
el caso de la LODE. Un espanto, en
lugar del hermoso nombre de “Ley
Orgánica Reguladora del Derecho
a la Educación”; nada más ni nada
menos. La ley, así la llamaremos para
evitar, de una parte, las siglas y, de
otra, el largo título, alcanzará el curso
Educación, en 1970, la “Educación
General Básica” (EGB). Aquella ex-
tensión de la educación obligatoria en
tronco común de los 10 años a los 14
“La coincidencia en la determinación de los problemas favorecería mucho fue objeto de las consiguientes críticas,
el acuerdo sobre las soluciones” pero terminó siendo asumida por la
sociedad. La LOGSE, como es sabido,
extendió a los 16 años la comprensivi-
próximo los 25 años de vigencia. Un una ley, poco se puede decir de su pro- mediante simples órdenes ministeria- dad y creó un nuevo nivel educativo
prodigio, si se tiene en cuenta el des- ceso de gestación y del grado de con- les, en el servicio público de la educa- obligatorio de los 12 a los 16 años: la
gaste a que están sometidas las leyes flictividad que lo acompañó. Quizá ción. La aceptación de esta oferta debía complicada Educación Secundaria
administrativas en general y las edu- sea esa la causa de su pacífica vigencia implicar para los centros privados al- Obligatoria (ESO). Un nivel educativo
cativas en particular: “Motorización posterior: la ley asumió la conflictivi- gunas obligaciones de las que las más de tan difícil organización, que termi-
legislativa” llamaba a este fenómeno dad y a la vez la desactivó; fue una ley importantes eran -y siguen siendo- el naría siendo el causante principal de la
un prestigioso jurista. muy pactada. Pretendía, entre otros impartir enseñanza gratuita y la con- contrarreforma popular de la LOCE y
Después del libro de Mariano objetivos, insertar la red de centros pri- currencia con los centros públicos en de la vuelta a un punto intermedio
Pérez Galán, La LODE. Intrahistoria de vados, hasta entonces subvencionados la admisión de alumnos. mediante la vigente LOE.

Y... el pacto educativo

Como sabes, las modas no solo reinan en el mundo de la costura.
También hay modas en el mundo de la política y, también, en el
de la política educativa. La moda que se lleva ahora en educación
es la del Pacto. Hubo intentos anteriores de introducirlo pero no
fructificaron. Mala suerte. ¡Ojalá ahora la buena suerte acompañe
al Pacto!
A primera vista, las razones esgrimidas para hacer el llama-
miento al Pacto son un tanto insuficientes, lo que no quiere decir
que no las haya sobradas para impulsarlo. Parecen insuficientes
porque es cierto que puede existir malestar social y educativo a
causa de la reforma LOGSE, la contrarreforma LOCE y la centro-
rreforma LOE, pero también lo es que esta última ley no debe ser
tan perversa cuando el PP ha tenido que concentrar toda su ira en
un aspecto tan concreto e irrelevante de la ley como la inclusión
de la Educación para la Ciudadanía como asignatura.
Por esa razón, al centrar la necesidad del Pacto en la proli-
feración de leyes educativas, se corre el peligro de que al final se
acuerde modificar la LOE, con lo que nos encontraríamos con
una cuarta ley educativa. Tachada esta razón por insuficiente,
existen otras muchas que por sí solas justificarían el Pacto. Las
has leído en el documento del colectivo Lorenzo Luzuriaga que
hemos puesto recientemente en la red, titulado Un pacto de Es-
tado por la Educación en el Estado de las autonomías. Al margen
de las consideraciones que a cada lector le pueda suscitar, permí-
teme que insista en dos aspectos que considero de la mayor im-
portancia. Lo primero es que -si su finalidad es mejorar nuestra
educación nacional- es una lástima que en el Pacto no se prevea
como medida previa el hacer un diagnóstico: la coincidencia en
la determinación de los problemas favorecería mucho el acuerdo
sobre las soluciones.
Y, en segundo lugar, que hay muchos problemas de la edu-
cación sobre los que merece la pena abrir un diálogo entre parti-
dos políticos, organizaciones sociales y comunidades autónomas,
aunque no se previera por ahora la más mínima posibilidad de
acuerdo. Este diálogo contribuiría a clarificar posiciones y hacer
visibles a la sociedad los problemas reales de nuestra educación.