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RED DE POLÍTICAS DE EMPLEO - CIES

EL EMPLEO DE CALIDAD

Norberto E. García (*)

LIMA, OCTUBRE DEL 2001

Investigador Asociado del IEP e Investigador Líder de la Red de Políticas de Empleo.


El autor agradece la colaboración de Diego García en el procesamiento de información.
EL EMPLEO DE CALIDAD

1. Introducción.

El énfasis de la medición del problema del empleo, descansa en el Perú


esencialmente en un enfoque cuantitativo. Los ocupados versus los desocupados y el
indicador clave es la tasa de desempleo abierto. Un aspecto relevante, al que no se
presta suficiente atención , es la importancia de medir tanto el desempleo como su
duración. También se utiliza el subempleo visible – ocupados que trabajan menos horas
de las deseadas – y el subempleo invisible, medido como el porcentaje del empleo por
debajo de una cierta línea de ingreso – la línea de pobreza extrema dividida por el
número de perceptores por hogar. Esta última medición incluye un sesgo ya que es
difícil definir una linea de ingreso que responda a un criterio de subutilización, y , por lo
tanto, la medición mezcla problemas de subempleo invisible con problemas de pobreza
y distribución de los ingresos. Más recientemente, se ha desarrollado otro enfoque de
subempleo – no implementado en el Perú - que descansa en la falta de correlación entre
las calificaciones de la persona y las del puesto de trabajo que ocupa. Pero en esencia, el
problema del subempleo, surge de la noción de que si fuera factible reasignar los
recursos productivos con criterios de mayor eficiencia social, una fracción de los
actualmente ocupados en puestos de baja productividad pasarían a ocupaciones de
mayor productividad. Esta fracción puede ser considerada entonces como el subempleo
invisible potencial. Este enfoque conduce a medir como subempleados a la fracción de
los ocupados que se encuentran por debajo de un cierto estandar de productividad. En
la práctica, las dos dificultades enfrentadas son la ausencia de información de
productividad y el problema de la definición del estandar.
Una quinta aproximación que brinda categorías de análisis para el proceso de
ajuste del mercado laboral, es la medición del empleo formal- informal. Son diversos
los enfoques definicionales de las categorías previas, desde los que enfatizan los
aspectos de legalidad, hasta aquellos que caracterizan al empleo informal como los
pequeños productores con escaso capital y muy débil organización y estructuración
empresarial y baja productividad. El rasgo destacable es que en casi todos los países de
América Latina, el empleo informal creció en los 80’s y 90’s de tal manera que en la
actualidad, son muchos los países – incluyendo el Perú - en los que el empleo informal
abarca más de la mitad del empleo total – cuando se utiliza como definición el grado de
estructuración de la unidad productiva, cuya proxy en la práctica suele ser el empleo en
microempresas que no pagan seguridad social, los trabajadores por cuenta propia
excluidos profesionales y afines y el servicio doméstico.
A la luz de los procesos de ajuste registrados en los 90´s, se introdujo también la
noción de precarización. Se habla así de empleos precarios versus empleos no precarios
– en donde la precariedad está definida por la irregularidad de la ocupación, la
incertidumbre respecto al empleo la escasa estabilidad y la ausencia de protección
social.
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2. El empleo de calidad.

La gran lección de los intensos procesos de ajuste del mercado laboral registrados en
los 90’s, es que el enfoque formal- informal, por sí sólo, no capta íntegramente el
cambio registrado en el mercado laboral. Así, se verifica que una fracción – pequeña –
del empleo informal, aumenta su productividad e ingresos a ritmos significativos,
mientras que las tendencias a la precarización del empleo formal, no permiten seguir
identificando formalidad con empleo de calidad.
Se hace así indispensable introducir un enfoque de calidad del empleo. En los 90´s
Perú generó empleo en cantidad a una tasa muy elevada en comparación con otras
experiencias nacionales en el respectivo período de ajuste, apertura y reforma de sus
economías. Pero la percepción generalizada es que el ritmo de creación de empleos de
calidad fue claramente más débil e insuficiente.
Pero ¿que se entiende por empleo de calidad? La calidad del empleo es una función
multivariada de diferentes factores, lo cual también anticipa que son diversos los
enfoques que contribuyen a explicar la calidad del empleo.
Aunque el tema es relativamente reciente, existe una preocupación significativa por el
mismo – y diversas aproximaciones – que trascienden a las experiencias
latinoamericanas. Una síntesis de los enfoques respecto al tema del empleo de calidad
puede encontrarse en los diversos trabajos presentados a la Conferencia Sobre Medición
del Empleo de Calidad organizada por la EUROSTAT (Oficina Estadística de la Unión
Europea) , la OIT y las Comisiones Estadística y Económica para Europa de Naciones
Unidas, efectuada en Ginebra en mayo del 2000, en la que participaron representantes
de las Oficinas de Estadística de los países de la Unión Europea, de una decena de
países de afuera de la Unión, de instituciones internacionales y organismos de la Unión.
Es importante destacar que una de los compromisos adoptados en dicha conferencia, es
iniciar el proceso de armonización de definiciones, indicadores e información en los
diversos países, a partir de una reunión que tendrá lugar en Octubre del 2001. Lo que
sugiere que el enfoque que se adopte va a ser operacionalizado en un plazo
relativamente breve.
En el contexto expuesto en el párrafo previo, (M. Beatson, 2000) señala que es
imposible establecer rangos siguiendo las características de los puestos de trabajo
porque las preferencias de las personas difieren y no hay forma de ponderar cada
característica dentro del conjunto de características que definirían el empleo de calidad.
Una persona puede preferir un puesto nocturno y otra uno diurno, o la ponderación
atribuíble a una cierta jornada laboral diferir según los individuos. Concluye que no es
factible generar un indicador de calidad del empleo – pero es aconsejable medir las
diferentes características y su evolución . Para esto último, en la experiencia del Reino
Unido focaliza su atención en : i) características extrínsecas del puesto de trabajo – tales
como remuneración y beneficios no salariales, extensión y flexibilidad de la jornada
laboral; equilibrio entre el trabajo y la vida personal; protección social y oportunidades
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de desarrollo; ii) características intrínsecas del trabajo – tales como el contenido del
trabajo, la intensidad del mismo, el riesgo de enfermedades o accidentes ocupacionales;
y el acceso a relacionamiento con otras personas.
Con un enfoque más comprehensivo, (R.Hussmannss y A. Van Bastelaer, 2000)
presentan una revisión del tema y sostienen que la calidad del empleo depende de un
nivel adecuado de productividad y remuneraciones y, en última instancia, de la
adhesión a un conjunto de normas para definir calidad, en torno a las cuales se halla
generado un consenso – en áreas tales como derechos de los trabajadores, conciliación
del trabajo con la vida familiar, condiciones de trabajo, protección social y dialogo
social. Coinciden en el hecho de que la calidad del empleo, al ser una percepción
individual y subjetiva, puede cambiar según las personas y en el tiempo. Pero en cambio
es factible generar indicadores – y obtener información – para monitorear la evolución
de los diferentes atributos que servirían para formarse una idea de calidad del empleo.
Más aun, en esta óptica, la calidad del empleo se identifica con el conjunto de atributos
que determinan la capacidad del empleo para satisfacer ciertas necesidades
comunmente aceptadas. Los dos autores que se viene citando, sugieren ocho ámbitos
temáticos para dichos atributos, y un panel de indicadores para cada ámbito. Los
ámbitos son: i) distintas modalidades de relación y contrato laboral, que establecen
diferentes accesos a remuneraciones y sobre todo beneficios no salariales, incluyendo el
acceso a pensiones, seguro de salud, seguro de desempleo, beneficios por enfermedad,
vacaciones, maternidad, indemnización por despido, etc. ; ii) en el caso de los
trabajadores independientes, determinantes de la capacidad de emprendimiento –acceso
a servicios financieros y no financieros, carga tributaria, requisitos administrativos,
requisitos legales e institucionales; iii) duración y características de la jornada laboral –
horas trabajadas, flexibilidad de la jornada, turnos, trabajo a tiempo parcial; iv) salarios–
salario mínimo; salario de negociación colectiva, ingresos no salariales, factores
personales, del establecimiento e institucionales que son determinantes del salario; v)
ingreso laboral del trabajo independiente – diferentes componentes y formas de ingreso
en este ámbito; vi)contenido del trabajo, que siguiendo a (Karasek,1990), comprende
(a) el grado de control del trabajador sobre tareas y conducta en el trabajo y (b) las
demandas de la carga de trabajo – ampliable a otras variables que definen el contenido
del trabajo; vii) el contexto institucional, las relaciones laborales y la representación de
“voz” en el lenguaje de A. Hirschman – que incluye la sindicalización y otras formas
colectivas de representación, la participación de trabajadores independientes en
asociaciones de negocios y organizaciones empresariales, y el rol y participación de los
trabajadores en la organización del trabajo y la producción; viii) las condiciones de
trabajo en materia de seguridad y salud ocupacional – incidencia de enfermedades y
accidentes por ocupado; servicios de salud ocupacional; proporción de trabajadores
expuestos a riesgos y proporción de trabajadores entrenados en la prevención; acceso a
seguros frente a esos riesgos. Como ya se mencionara, los autores antes citados
sugieren también un conjunto de indicadores para cada una de las ocho áreas expuestas.
Del enfoque expuesto emergen varias conclusiones para la aplicabilidad de un
análisis de calidad del empleo a una realidad como la Peruana, que se exponen a
continuación:
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(i) El enfoque de calidad no pretende substituir al enfoque de cantidad, sino, por el


contrario, complementarlo. Dicho de otro modo, sigue siendo importante el desempleo
y su duración, las diferentes maneras de medir el subempleo y la caracterización de
ambos fenómenos para identificar los grupos afectados – desempleo y subempleo por
tramo de ingreso, por región, por sector de actividad, por categoría y grupo ocupacional,
por sexo y edad
(ii) Conviene hacer explicito un elemento presente en el enfoque de (R. Hussmannss y
A.van Bastelaer, 2000): el mismo emerge despues de muchos años en que todos
los países registran cambios significativos en el tipo de empleos generados, y en los
diferentes umbrales de acceso a seguridad y bienestar social vinculados a los nuevos
empleos. En este sentido, el enfoque de calidad del empleo facilita un análisis del
mercado laboral que pone el acento en un mayor equilibrio entre flexibilidad y
seguridad/ protección. De hecho es el primer paso en el campo de la medición, para ir
generando información e indicadores de cómo está operando el mercado laboral en estos
campos, y en particular, como está funcionando en la práctica la incipiente noción de
red de seguridad que debería acompañar los procesos de flexibilización.
(iii) Es importante no trasladar mecánicamente un enfoque generado en el Norte a
una realidad diferente. La noción de inclusión-exclusión en una economía avanzada está
vinculada a conceptos y evidencia empírica de cómo está afectando el desempleo, el
subempleo y sobre todo la diferente calidad de los nuevos empleos, a la sociedad. En
muchos países de América Latina – incluyendo Perú – se superponen dos fenómenos.
La exclusión presente en la informalidad urbana y el atraso rural, con la exclusión
provocada por el impacto de la globalización y flexibilidad en los mercados formales de
trabajo. Por consiguiente, el enfoque de empleo de calidad deberá adaptarse para relevar
que es lo que está pasando con la calidad del empleo por cuenta propia e informal – y no
solo el empleo en relación de dependencia. Desde un punto de vista empírico, el trabajo
independiente en los países de Europa no representa más de entre un 10 a 17 por ciento
de la PEA según la experiencia. A la inversa, en gran parte de los países de América
Latina, dicha proporción se duplica o triplica – según las experiencias. Pero también es
importante tener en cuenta que en los 80´s y 90´s se produjo un deterioro en la calidad
del empleo asalariado, por encima de los niveles registrados en general en Europa. Sólo
para fines de ilustración, recordemos que, de acuerdo a la Oficina de Estadísticas de la
Unión Europea (EUROSTAT) la proporción de los asalariados con contratos temporales
alcanzaba en 1999 un promedio de aproximadamente 12 por ciento para el conjunto de
los 15 países de la Unión Europea – incluyendo dentro del mismo a España, con
aproximadamente 32 por ciento. Esto contrasta con cifras más abultadas para muchos
países de América Latina En los que además, se verifica un fuerte crecimiento de los
asalariados sin contrato o en negro.( En Perú, de acuerdo a la información de la
ENAHO IIIer Trimestre del 2000, la proporción de asalariados privados con contratos
flexibles ascendía a 31.9 por ciento, mientras que los “sin contrato” representaban un
46.8, lo que hace que los ocupados con contrato indefinido fueran el 21.3 por ciento de
los asalariados privados).
(iv) La selección de atributos e indicadores para analizar la experiencia Peruana debe
comprender tanto los aplicables a los asalariados como particularmente aquellos que
permitan identificar la situación de los trabajadores independientes, particularmente de
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los informales, en forma más específica de lo que se sugiere para el caso de una
economía más avanzada. Sobre este tema, se volverá en la sección siguiente.
(v) La objeción más importante se relaciona con el hecho de que es difícil definir un
indicador sintético de calidad del empleo, porque la ponderación de cada uno de los
atributos puede variar según la percepción de las personas. No obstante, como lo
sostienen (R.Hussmans y A. van Bastelaer, 2000), el enfoque de calidad puede
entenderse como la generación de un cierto consenso respecto a los atributos mínimos
que debería tener un empleo para satisfacer las necesidades socialmente aceptadas como
esenciales. Esto permite señalar la quinta conclusión: en el sentido expuesto, la difusión
de propuestas y puesta en practica de iniciativas de medición del empleo de calidad,
puede entenderse como una contribución a la discusión necesaria para ir generando
dicho consenso.
(vi) A diferencia de lo registrado en los países de la Unión Europea, la pobreza y la
pobreza extrema, cuya cobertura e intensidad son elevadas en nuestros países, sugieren
que uno de los principales atributos que debería poseer un empleo de calidad es
contribuir significativamente a sacar al hogar de la pobreza.
(vii) Es también relevante tener en cuenta que mientras las realidades de los países
más desarrollados permiten un mucho mayor gasto en recursos para la recolección de
información y elaboración de indicadores, la realidad de un país como el Perú sugiere
que el enfoque de calidad debería ser lo más simplificado posible, para que pueda ser
viable su implementación gradual. Por consiguiente, una característica del enfoque es
que debe ser simple y no demandar mayor gasto en recursos.
(viii) Conviene enfatizar que la utilidad de un enfoque simplificado de calidad del
empleo, descansa en su aplicación a lo largo del tiempo, para verificar como se mueven
los indicadores seleccionados para representar a cada una de las variables atributos. En
particular, el cambio a lo largo del tiempo de la proporción de ocupados que cumple – y
no cumple – con cada uno de los atributos.

3. Atributos y estándares.

En esta sección se presenta el conjunto de variables atributos e indicadores que, a


título de ilustración, sería aplicable a Perú sin incurrir en mayores costos. Se desarrollan
los aplicables a los asalariados y se presenta a título ilustrativo los de los trabajadores
independientes – ya que se carece de la información para estos últimos.
¿Cuales son las variables- atributo a tomar en cuenta para definir el empleo de
calidad? En un enfoque simple que no pretende ser exhaustivo, para el caso de los
trabajadores en relación de dependencia, se tendría:
1. Productividad, Remuneración y Otros Beneficios No salariales
2. Duración , tipo de trabajo, modalidad de contrato laboral y
regularidad del trabajo.
3. Seguridad Social (Salud, Pensiones y seguro de desempleo)
4. Horas de trabajo e intensidad del trabajo.
5. Condiciones de trabajo – seguridad, salubridad, riesgos y
enfermedades ocupacionales, etc.
6. Acceso a capacitación y reconversión laboral.
7. Participación en el aumento de la productividad
8. Voz y representación.
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Veamos a continuación : i) porqué se incluyen estas variables atributos; e ii) los


indicadores susceptibles de ser utilizados como estándares mínimos y sobre los que
existe cierto acuerdo – por ejemplo, que en general, a igualdad de situación para las
restantes variables, un empleo estable es de mejor calidad que un empleo temporal de
corta duración. Esto es lo que se analizará a continuación para cada una de las areas
planteadas.

3.1. Productividad
La productividad es un factor clave ya que usualmente constituye la condición
necesaria - no suficiente – para que el empleo sea de una calidad adecuada. Aunque lo
ideal seria medir la productividad factorial a través de funciones de producción, un
primer paso mas sencillo consiste en establecer un estándar mínimo de productividad
aparente y aplicarlo a la información existente. Desafortunadamente, la Encuesta de
Establecimientos implementada en el Perú, no efectúa la pregunta de producción y valor
agregado. De modo que pasa a ser una sugerencia de este trabajo agregar dichas
preguntas. Aun así es importante discutir el estándar mínimo. Una primera
aproximación, que vincularía la creación de empleo de calidad con el atributo de reducir
la pobreza, es un estándar de productividad tal que haga viable un nivel de salario
mayor o igual a la línea de pobreza extrema por perceptor. De este modo, cada empleo
es individualizado en relación a su capacidad para contribuir a la reducción de la
pobreza extrema. Una segunda aproximación, consiste en establecer un estándar de
productividad con un criterio de eficacia competitiva – y medir a lo largo del tiempo en
que medida el aumento de la productividad contribuye a la reducción de los costos por
unidad producida. Finalmente, es factible establecer un estándar exógeno, y referir la
medición al mismo.

3.2. Remuneraciones y Otros Beneficios Salariales.

Una primera aproximación, es utilizar el salario mínimo y detectar las


características institucionales, de la ocupación y del asalariado que expliquen porque
esta por encima o por debajo del mínimo. Dado que la medición se centrara en el tercer
trimestre del 2000, el salario mínimo relevante es equivalente a 410 soles mensuales.
Una segunda aproximación se explica por lo expuesto en el numeral previo. En países
con una fuerte gravitación de la pobreza, es muy importante que cada empleo
contribuya a la reducción de la misma. En esta perspectiva, el empleo seria de calidad
adecuada si salario es superior a la línea de pobreza por perceptor - para contribuir a la
reducción de la misma. La línea de pobreza por perceptor, promedio ponderado para los
diferentes departamentos del Perú, es equivalente a 525 soles mensuales – lo que de
paso refleja el atraso del salario mínimo.
Respecto a los restantes beneficios salariales y no salariales, pueden compactarse
y definirse como un múltiplo del salario.

3.3. Tipo de trabajo, estabilidad , modalidad de contrato y regularidad del trabajo.

Una primera reflexión para la experiencia de Perú, es el grado de informalidad


presente en el segmento del empleo que se esté analizando. Refleja el tipo de trabajo en
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cuanto a inserción – y normalmente la capacidad de las actividades formales para


digerir sólo parcialmente el crecimiento de la PEA. Un segundo factor, para asalariados,
es la modalidad del contrato laboral ya que la misma determinara directa e
indirectamente, el acceso a diferentes beneficios y satisfactores de necesidades
esenciales. Dicho de otra manera, una mayor estabilidad laboral, a partir de cierto
limite, es el umbral de acceso a otros beneficios. En general, los contratos indefinido y
los de plazo fijo de mayor duración, suelen abarcar mayores beneficios – incluyendo un
mayor grado de certidumbre en el empleo. Respecto a indicadores, el primero que se
usará es la proporción de informalidad en el segmento bajo análisis.(Definiendo la
proxy de informalidad como los trabajadores independientes excluidos profesionales
técnicos y afines, más los asalariados en establecimientos de menos de 5 ocupados que
no coticen seguridad social, más familiares no remunerados, más servicio doméstico).
El segundo es la distribución de los asalariados según modalidad contractual. Un
indicador empírico escogido es el agregado de los asalariados con contrato indefinido
mas aquellos con contratos cuya vigencia es de 2 o mas años – lo que identificaría como
empleos de menor calidad a los asalariados con todo tipo de contrato de corta duración
o atípico con una vigencia inferior a dos años, y a los asalariados sin contrato. Un
tercer indicador es la antigüedad en la ocupación – un país puede tener una gran
proporción de empleo en contratos de seis meses pero si son renovados periódicamente
exhibir una antigüedad en el empleo mucho mayor. Un indicador practico de esto
ultimo, es la proporción de los asalariados con una antigüedad en el empleo superior a
los dos años. Respecto a regularidad del trabajo – versus trabajo esporádico – seria
necesario el uso de data panel de Encuestas de Hogares para identificar la transición
empleo – desempleo – inactividad, a lo largo de cada año, ya que la tasa de rotación no
da cuenta de este problema.

3.4. Acceso a seguridad Social

Se trata de incluir un atributo que establezca como empleo de calidad el que permite
un acceso efectivo a la seguridad social (salud y pensiones). La ENAHO incluye una
pregunta abierta respecto a si se tiene o no seguridad social en salud, en pensiones y en
ambas. En este caso, el indicador utilizado seria la proporción de asalariados que tiene
ambos tipos de seguridad social. No obstante, conviene también sugerir que el indicador
previo va a diferir de los registrados como afiliados a la seguridad social, y sobretodo de
los que cotizan periódicamente para dicho fin. En este sentido, la proporción antes
citada es un indicador “suave” de la variable descripta.

3.5. Horas trabajadas e intensidad del trabajo.

Existe cierto consenso en que para equilibrar el trabajo con la vida personal y
familiar es imprescindible el cumplimiento de la jornada laboral semanal, y si fuera
viable, jornadas flexibles. En este sentido, un empleo asalariado de menor calidad seria
el que demanda mas de 48 hs semanales de trabajo. Respecto a intensidad del trabajo,
definida por la frecuencia de acciones por unidad de tiempo, es difícil obtener un
indicador accesible y simple. Es probable que exista cierta correlación entre este
indicador con la modalidad contractual y con el numero de horas trabajadas.
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3.6. Representación sindical

Como se expusiera en una sección previa, el concepto de “voz” (voice) implica que
las personas tienen acceso a la representación de sus intereses, esto es, que existen
colectivos o representaciones con cierta capacidad para negociar en nombre de ella.
Esto es particularmente importante para aquellas ocupaciones mas vulnerables.
Naturalmente, el tipo de organización podrá diferir según los trabajadores – asociación
de pequeños productores para trabajadores independientes, organizaciones de
empresarios, etc. Para los asalariados, el indicador relevante es el acceso a
representación sindical o su equivalente. El indicador sugerido para el Perú, es si el
asalariado se encuentra en una empresa que tiene sindicato o comité sindical o ambos.
En esta perspectiva, un empleo seria de menor calidad si el asalariados se encuentra en
una empresa que no tiene sindicato ni comité laboral. Conviene enfatizar que este es un
indicador menos restrictivo que el estar afiliado a un sindicato.

3.7. Capacitación.

Sin duda, la capacitación es una variable clave para mejorar las oportunidades de
empleo y al mismo tiempo contar con mejor defensa frente a los cambios que suponen
los shocks sobre una economía abierta. No obstante, existe una variedad de situaciones
a tener en cuenta – capacitación en cursos externos a la empresa, capacitación formal o
informal, dentro o fuera de la empresa, capacitación técnica, reconversión laboral,
educación secundaria, educación a distancia, etc. En la ENAHO se efectúa una pregunta
abierta respecto a si se ha recibido algún tipo de capacitación ( formal, cursos de
capacitación técnica, etc). La pregunta es abierta no solo en el sentido de la capacitación
sino además respecto al momento en que se recibió – puede haberse recibido dos años
atrás o dos meses atrás). Por consiguiente, la proporción de los asalariados que recibió
capacitación siguiendo dicha respuesta, puede considerarse un indicador “suave” ( poco
exigente) del atributo en discusión.

3.8. Condiciones de trabajo, seguridad y salud ocupacional.

En este ámbito, se trata de identificar la proporción de los asalariados expuesta a


diferentes tipos de riesgos y enfermedades ocupacionales, así como la de los
asalariados que cuentan con capacitación preventiva y los seguros respectivos.
Desafortunadamente, la información disponible en el Perú sobre este tema es solo
sectorial (Industria, Construcción) lo que señala la conveniencia de añadir preguntas
relevantes a la ENAHO en este tema

3.9. El trabajo informal independiente.

Tal como se adelantara en un numeral previo, dada la elevada gravitación de este


tipo de empleos en el Perú, es importante definir un conjunto de variables atributos –
diferentes a las de los asalariados – que permitan caracterizar la calidad del empleo en
este subuniverso. Aun cuando la información estadística es insuficiente, vale la pena
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plantear el tema justamente para poder inducir un cierto consenso respecto a la


necesidad de generar dicha información.
En este caso, además de la productividad y de los ingresos, siguiendo a (R.Hussmanss
y A.van Bastelaer, 2000) se debe tener en cuenta para definir un empleo de calidad
atributos que determinen la capacidad de emprendimiento. Es por ello que se sugieren
los siguientes:

1. Productividad y/o ingreso laboral neto


2. Acceso al micro credito.
3. Acceso a capacitación, técnica o gerencial.
4. Acceso a tecnologías sencillas.
5. Disponibilidad de activos o bienes capital simples
6. Acceso a información de mercadeo.
7. Acceso a Seguridad Social
8. Horas trabajadas

En el enfoque expuesto, las variables que permitirían la comparación de un empleo


de calidad en relacion de dependencia con otro por cuenta propia, serían : i) la
productividad aparente por ocupado o por hora; ii) el ingreso laboral por hora y
mensual; iii) el acceso a seguridad social; iv) las horas trabajadas.
Para analizar la calidad del empleo, se tendría entonces que analizar el estandar más
apropiado para cada una de las ocho variables previas, para ocupados los por cu

4. Resultados empíricos iniciales.

Con el fin de contribuir a la discusión sobre el tema, se presenta a continuación


una aplicación empírica inicial, focalizada en los trabajadores con relación de
dependencia – por las limitantes de información para los trabajadores informales
independientes. Los principales resultados se encuentran en el Cuadro 4.1. y en los
cuadros del Anexo Estadístico. Todos ellos se obtuvieron de la ENAHO, tercer trimestre
del 2000. Las principales conclusiones empíricas son las siguientes:

(i) En los Cuadros 1, 2 y 3 del Anexo, se identifica el conjunto de los asalariados


privados cuyo ingreso laboral mensual es superior a la línea de pobreza por perceptor –
definida por departamento. Para el total de los asalariados urbanos del Perú, un 69.5 por
ciento de los mismos obtenía en el 3er trimestre del 2000, un ingreso laboral superior a
dicho estándar – en contraste con un 75 % en 1997 . (El promedio ponderado de la
línea de pobreza por perceptor es equivalente a 525 soles en el 2000 y 434 soles en
1997). Este subconjunto se distribuía el 2000 en los sectores Industria, Construcción,
Comercio por Mayor y Menor, Restaurantes y Hoteles, y Servicios; en los grupos
ocupacionales Profesionales, Técnicos y Afines, Empleados de
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Oficina, Vendedores, Agricultores, Operarios, y Trabajadores de los Servicios.


Como se observa, dada la escasa restricción del indicador, los que cumplen con el
mismo se encuentran difundidos en cuanto a rama y grupo ocupacional. Respecto
a tamaño de la empresa, sucede algo parecido, aun cuando un 62 por ciento de los
asalariados que estan por encima de la línea de pobreza por perceptor, se ubican en
empresas de 5 ocupados y más. Conviene recordar que se está trabajando con un
estándar de ingreso asociado a la línea de pobreza – canasta de alimentos que
cumplen un cierto requisito calórico más otros consumos en bienes y servicios
incluidos en dicho estándar – por lo que se trata de un indicador poco exigente.

(ii) En los Cuadros 4, 5 y 6, del Anexo, se ubica el conjunto de los asalariados


privados cuyo ingreso laboral mensual es superior al salario mínimo legal en el 3er
trimestre del 2000.(410 soles mensuales en el 2000 y 340 soles en 1997). Un 89 por
ciento de los asalariados privados se encontraban en esa situación en el 2000 en
contraste con 69 por ciento en 1997. En el 2000 se ubicaba en los sectores Industria,
Comercio por Mayor y Menor, Transporte y Servicios , en los grupos ocupacionales
Profesionales, Empleados de Oficina, Vendedores, Operarios, y Trabajadores de
Servicios, y en todos los tamaños de empresas. Conviene señalar que el resultado
expuesto es producto del atraso relativo del salario mínimo ya que como se viera, un
estándar como la línea de pobreza por perceptor es mas exigente que el mismo.

(iii)En los Cuadros 7,8 y 9 del Anexo, se presenta el conjunto de los asalariados
privados con una antigüedad en su empleo superior a dos años. Un 35.2 por ciento
de los mismos tenía en el 3er trimestre del 2000, una antigüedad en el empleo igual
o superior a dos años – y un 64.8 por ciento una antigüedad inferior a dos años.
Estas proporciones prácticamente varían muy poco respecto a 1997. Como veremos
en un punto posterior, este resultado está ratificado por otros indicadores. Como se
desprende de lo expuesto, este criterio de estabilidad es mas exigente que los
estándares de ingreso usados previamente. La proporción de asalariados privados
que cumple con dicho estándar, se ubica en los sectores Industria, Comercio y
Servicios, en los grupos ocupacionales de Profesionales, Empleados de Oficina,
Operarios y Trabajadores de Servicios, y en los tamaños de 2 a 9 ocupados y de 20 a
más de 500 ocupados. En particular, la gravitación en el estrato de 2 a 9 ocupados se
debe, como se verá mas tarde, al peso de los sin contrato pero con antigüedad
superior a dos años en dicho estrato.

(iv) En los cuadros 10, 11 y 12 del Anexo se puede verificar el conjunto de los
asalariados privados que tenía acceso a seguridad social ( salud y pensiones ) en el
3er trimestre del 2000. Como se desprende de los mismos, un 33.7 por ciento de los
asalariados privados declaraba tener acceso a seguro de salud y de pensiones,
simultáneamente. En comparación con 32 por ciento en 1997. Lo que también
plantea un cuadro mas restrictivo que los que emergen de los
estándares de ingreso. El grueso de los asalariados privados que tienen acceso a
seguridad social, se ubica en las ramas Industria, Comercio y Servicios, en los
grupos ocupacionales Profesionales, Empleados de Oficina, Operarios y
Trabajadores de Servicios , y en empresas de 20 a 500 ocupados y más. Un 82 por
ciento de los que tienen acceso a seguridad social, se ubican en empresas de 20
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ocupados y más.(Se encuentran más concentrados que en los indicadores previos)


Es prácticamente un hecho que la proporción sería aun mas baja si se computa – vía
registros administrativos – los asalariados privados que cotizan con periodicidad
para ambos seguros. Un factor adicional, es que el estándar no incluye el acceso a
un seguro de desempleo. De hacerlo, la proporción de asalariados privados con
acceso a seguridad social, sería mucho más pequeña – la CTS no está operando
como seguro de desempleo.

(v) En los Cuadros 13, 14 y 15 del Anexo puede consultarse la proporción de


los asalariados privados que trabaja mas de 48 hs. semanales – que alcanzaba en el
2000 a 43.6 por ciento de los mismos.(En comparación con 43.8 por ciento en
1997) Recíprocamente, un 56.4 por ciento de los asalariados privados trabajaba 48
hs. o menos. No deja de ser significativo una proporción tan elevada de asalariados
privados trabajando jornadas semanales superiores a la institucionalizada. Los
asalariados privados que trabajan 48 hs semanales o menos, se concentran en las
ramas Industria, Comercio, Transporte y Servicios, en los grupos ocupacionales
Profesionales, Empleados de Oficina, Vendedores, Agricultores, Operarios, y
Trabajadores de Servicio. La proporción de los que trabajan menos de 48 hs
semanales está también difundida en todos los tamaños de empresa – excepto en 50
a 99 ocupados.

(vi) En los Cuadros 16, 17 y 18 del Anexo, se presenta la proporción de los


asalariados privados que trabajaban en empresas que tenían sindicato o comité
sindical. Dicha proporción era de solo 6.9 por ciento en el 2000 en comparación
con 8.2 por ciento en 1997. Nótese que no se trata de afiliados a sindicatos, sino de
un concepto más laxo: asalariados trabajando en empresas con sindicato o comité
sindical, aun cuando no esten afiliados. Claramente, en la experiencia Peruana –
como en otras experiencias latinoamericanas – la falta de voz y representatividad es
un factor institucional que gravita restrictivamente sobre la calidad del trabajo. Los
asalariados con representación sindical se concentran en los sectores Minería,
Industria, Construcción, Comercio, Transporte y Servicios, en los
grupos ocupacionales de Profesionales, Empleados, Operarios y Trabajadores de
Servicios y en las empresas de 20 a 500 y más ocupados. Un 83 por ciento de los
asalariados con representación sindical se ubica en dicho estrato – un 68 por ciento
en el estrato de 100 a 500 y más.

(vii) En los Cuadros 19, 20 y 21 del Anexo, se presenta la proporción de los


asalariados privados que declaró haber sido capacitado en el pasado inmediato o
mediato – como ya se explicara la pregunta de la ENAHO es abierta. Dicha
proporción alcanza a sólo el 43 por ciento de los asalariados privados.(48 por ciento
en 1997) De lo que se infiere que mas de la mitad de los mismos no recibió
capacitación en el pasado inmediato o mediato. Los que declararon haber sido
- 12 -

capacitados se agrupan con mayor ponderación en las ramas de Industria, Comercio


y Servicios, en los grupos Profesionales, Empleados, Vendedores y Operarios.
Respecto a tamaño, un 60 por ciento de los que satisfacían el indicador propuesto se
ubicaban en empresas de 20 ocupados a 500 y más.

(viii) En los Cuadros 22, 23 y 24 del Anexo se presenta información sobre


modalidad contractual de los asalariados privados. De los mismos se infiere que en
el 2000, un 21.3 por ciento de los mismos gozaba de un contrato indefinido
(estable), un 9.4 por ciento tenía contratos de corta duración pero con una vigencia
superior a dos años; un 22.5 por ciento se encontraba con contratos atípicos con una
duración inferior a dos años, y un 46.8 por ciento estaba sin contrato alguno.(En
comparación con 24.0 por ciento de estables y 46 por ciento de sin contrato en 1997)
Por consiguiente, un 31.7 por ciento de los asalariados tenía un contrato laboral con
vigencia de 2 años o más – lo que ratifica el resultado que en materia de estabilidad
encontrado al medir antigüedad en el empleo. Dos puntos a destacar son que la
proporción de contratos atípicos es bastante similar a la registrada en la experiencia
española. Lo que sí aparece como una situación límite – aún para un perfil
latinoamericano – es la elevada proporción de asalariados privados sin contrato. En
Chacaltana (1999) y también García (1999) se analiza este hecho. Una de las
Conclusiones, ratificada por la información del Cuadro 24 es que la mayor parte de
los asalariados sin contrato se encuentra en la muy pequeña y microempresa, de
modo que si el empleo en dicho segmento crece relativamente muy rápido – como
lo hizo en los 90´s - también lo hace la proporción de asalariados sin contrato. A la
inversa, los contratos flexibles son utilizados más por la pequeña y mediana
empresa – como se desprende del mismo Cuadro 24. En la práctica, la modalidad
contractual, en conjunto con buenas prácticas de productividad, condiciona el
umbral de acceso a otras que contribuyen a determinar la calidad del empleo de los
asalariados. Es por lo tanto uno de los indicadores más relevantes. La composición
de la ocupación por tipo de contrato es también bastante sensible al ajuste del
mercado laboral , lo que la hace un atributo relevante para el monitoreo de la
situación del empleo. Respecto a la distribución de la proporción de asalariados con
contratos estables o con una vigencia de dos años o más, los mismos tienden a agruparse
en las ramas Industria, Comercio y Servicios, y en los grupos Profesionales, Empleados,
Vendedores, Operarios y Trabajadores de Servicios. Un 69 por ciento de los asalariados
con contrato estable o con una vigencia superior a dos años, se ubicaba en empresas de
20 ocupados y más. A la inversa, un 93 por ciento de los asalariados privados sin
contrato, se hallaba en empresas de 2 a 49 ocupados – un 72 por ciento en empresas de
2 a 9 ocupados.
- 13 -

(ix) Se estimó también a partir de las ENAHO´s 3er Trimestre de 1997 y 2000, la
proporción de asalariados privados informales, conforme a la proxy definicional
expuesta en la sección anterior. En el Cuadro 4.1 se observa que dicha proporción se
eleva e de 31.7 por ciento en 1997 a 34.2 por ciento en el 2000 – reflejando el deterioro
en materia de inserción laboral. Es interesante desatacar que el grueso de los asalariados
informales se ubicaban en el 2000 en los Sectores Construcción, Comercio por Menor,
Restaurantes, Transporte y Servicios Personales – en los grupos ocupacionales de
Vendedores, Artesanos y Trabajadores de Servicios, y concentrados en la
microempresa de menor tamaño.

(x) De lo expuesto hasta aquí queda bastante claro que un conjunto reducido y simple de
indicadores, puede ofrecernos una idea bastante aproximada de cómo esta
evolucionando la calidad del empleo en el Perú. Sin embargo, también está claro que la
percepción es subjetiva, y que por lo tanto será indispensable alcanzar un cierto grado
de consenso respecto a la ponderación, ranking o priorización que se le otorga a cada
indicador. Así, por ejemplo, para algunos los indicadores de ingreso serán prioritarios,
para otros los de modalidades contractuales o los de acceso a capacitación.

(xi) Un resultado a destacar, presente en casi todos los resultados empíricos expuestos
previamente, es la vinculación que comienza a percibirse entre los indicadores de
calidad y el tamaño del establecimiento. Cuanto menor el establecimiento, mayor la
probabilidad de que no se satisfaga la calidad con los estándares escogidos. Entre otros
hechos, este factor puede estar revelando dos cosas: i) que a mayor tamaño, mayor es el
grado de estructuración de la empresa y más tienden a cumplirse los indicadores; e ii)
existe una correlación positiva y significativa entre productividad y tamaño (Chacaltana
y García, 2001) . En este último caso, se estaría ratificando la hipótesis de que un nivel
de productividad adecuada es una pre- condición para satisfacer los indicadores de
empleo de calidad.

(xii) Como ya se expusiera anteriormente, es necesario establecer un cierto ranking


entre los indicadores de calidad – ordinal – si se desea evaluar cambios en la calidad
del empleo – de otro modo sería imposible hacerlo. En el Cuadro 4.1. se presenta una
síntesis de los indicadores de calidad expuestos como ilustración, y del mismo Cuadro
queda claro que algunos indicadores empeoran y otros mejoran en el período 1997-
2000. La priorización sugerida se encuentra en el Cuadro 4.2.
- 14 -

Cuadro 4.1. Algunos Indicadores de Calidad del Empleo Asalariado Privado


(En por cientos de la PEA Asalariada Privada)

1997 2000

1. Sobre la línea de pobreza per capita 75.0 69.5


2. Sobre el Salario Mínimo 68.4 89.0
3. Antigüedad en empleo > 2 años 34.0 35.0
4. Con Seguridad Social 32.0 33.7
5. Trabajan más de 48 hs sem. 43.8 43.6
6. Tiene Sindicato o Com.Lab. 8.0 6.9
7. Se capacitó 48.3 43.0
8. a) Con Contrato Estable 23.6 21.3
b) Con Contrato no estable > 2 años 7.6 9.4
c) Con Contrato no estable < ó = 2 años 22.0 22.5
d) Sin Contrato (1) 46.8 46.8
9. Informal 31.4 34.2
10. Productividad adecuada nd nd
Fuente: ENAHO, 3er trimestre de 1997 y del 2000.
(1) Subconjunto de los que declaran no tener contrato laboral y no efectuan cotizaciones
de seguridad social.

(xiii) En el Cuadro 4.2. se presenta, a título de ejemplo, una propuesta de ranking de


indicadores, para evaluar cambios en calidad del empleo. El objeto de establecer un
ranking de indicadores es responder a la pregunta práctica de a que cambios
específicos le atribuimos más importancia que a otros, por su contribución a la calidad
del empleo La primera prioridad es la proporción de los asalariados por encima de la
línea de pobreza per-cápita.(A la que se agregaría como segunda prioridad la fracción de
los asalariados con una productividad adecuada cuando se obtenga un indicador de esta
última). Es un indicador prioritario para una experiencia que debe enfrentar la lucha
contra pobreza. El aumento de esta proporción señalará una de las vias a traves de las
cuales el aumento del empleo asalariado está contribuyendo a reducir la pobreza. Como
se demostró en la medición empírica, la fracción de los asalariados que perciben más
que el salario mínimo no es un indicador relevante – es menos exigente que el anterior –
dadas las características del mínimo, y no aporta información adicional que no esté ya
incluida en el que se viene analizando. La tercera prioridad es la proporción de
informalidad – cabría esperar algún grado de correlación entre las dos primeras. La
cuarta es la distribución según modalidades contractuales, ya que cambios en la misma
estarán correlacionados con cambios en los umbrales de acceso a mejores ingresos,
seguridad social, capacitación etc. Este indicador reemplaza también al de antigüedad
en el empleo, ya que existe una correlación entre ambos. La quinta prioridad es el
- 15 -

acceso a Capacitación . La sexta es el acceso a seguridad social – salud y pensiones. La


septima es el acceso a representación (sindicato y comité sindical) y la octava el
número de horas trabajadas. En la práctica, esta priorización supone aceptar que si los
primeros indicadores registran un cambio positivo y los restantes no, a pesar de esto
último la conclusión sería que la calidad del empleo mejoró. Otra alternativa sería no
plantear un indicador sintético, y aceptar las conclusiones parciales de cada uno de los
que se seleccionen.

Cuadro 4.2. Ranking de indicadores para Calidad del Empleo

1. Proporción de asalariados por encima de la línea de pobreza.


2. Proporción de los asalariados con una productividad adecuada
3. Proporción de los asalariados que son formales
4. Distribución según modalidad contractual
5. Acceso a capacitación
6. Acceso a seguridad social.
7. Proporción de los asalariados cuyas empresas tienen sindicato
8. Proporción de los asalariados que trabajan más de 48 hs.

Fuente: Cuadro 4.1.

(xiv) Los indicadores sugeridos se basan en información de la ENAHO, por razones de


simplicidad. No obstante, existen fuentes alternativas que pueden ser exploradas una
vez que exista consenso sobre la utilidad de medir la calidad del empleo.

(xv) Desde el punto de vista de futuros usuarios de la información, sería sumamente útil
que el INEI contribuyera con los siguientes pasaos: i) introducir la medición de
producción y valor agregado en la encuesta de establecimientos para poder estimar la
productividad aparente ; ii) afinar la medición de aquellos que tienen seguridad social e
identificar el concepto de cotizante; iii) afinar la pregunta sobre capacitación y
establecer un período de referencia para la capacitación – además del módulo especial
que ya está en práctica; iv) introducir una pregunta sobre condiciones y seguridad
ocupacional – enfermedades y accidentes.
- 16 -

(xvi) El método permite identificar quienes son y donde están los asalariados
privados que no satisfacen cada uno de los estándares, poniendo de relieve
que una mejora del mercado laboral, es algo más que crear un cierto número
de empleos y reducir la tasa de desempleo – sin que esto signifique restarle
importancia a este último hecho. En la práctica, diferentes políticas –
institucionales, de combate a la evasión, de acceso a capacitación, de acceso
a seguridad social, etc.- son las que interaccionando, permiten elevar la
calidad del empleo. Esto no significa que todo es prioritario. Existen
condiciones previas – productividad adecuada - sin las cuales es difícil
plantearse las restantes.

(xvii) ¿ Cual es la relación entre cambios en la cantidad del empleo y cambios en su


calidad? Si existiera una correlación positiva, no sería necesario el segundo enfoque. La
experiencia reciente del Perú – así como la de otros países – sugiere que no es así. En
períodos de mayor crecimiento del empleo asalariado y de los salarios – como lo fue
1993-97 – no se constata una evolución positiva similar en la proporción de asalariados
con acceso a seguridad social, o un alza en la proporción de los ocupados con contratos
estables, o un aumento de la fracción de los asalariados con acceso a capacitación. Es en
este sentido que puede decirse que el crecimiento económico es una condición necesaria
pero no suficiente. Como ya se expusiera, el mejoramiento de los diferentes indicadores
supone políticas específicas, modificaciones institucionales y cambios substantivos, sin
los cuales la calidad del empleo no mejorará al mismo ritmo que la cantidad.

BIBLIOGRAFÍA
Beatson, Mark Job quality and forms of employment. (Paper submitted to the
EUROSTAT- ILO -ECE Conference on measurement of Quality of
employment). Geneva, May 2000.

Chacaltana. J. Los costos laborales en Peru. En Tokman y Martinez, Eds. Inseguridad


Laboral y competitividad. OIT, Lima, 1999.

Chacaltana J. y García N. Contratos, capacitación y productividad. Preliminar, Lima,


Julio del 2001.

Garcia, N. Costos Laborales, Productividad y Competitividad en el Perú.


SISMEL, Lima, 1999.

Hussmanns, R y van Bastelaer, A. Measurement of the quality of employment: an


Overview.(Paper submitted to the EUROSTAT-
ILO-ECE Conference on measurement of Quality of
Employment). Geneva, May 2000.

Standing, G. Voice representation security: an aspect of decent work.


(Paper presented to the EUROSTAT-ILO-ECE Conference on
Measurement of Quality of employment. Geneva, May 2000.

ANEXO ESTADÍSTICO

CUADRO 1
ASALARIADOS PRIVADOS Y LINEA DE POBREZA PER CAPITA
SEGÚN RAMA DE ACTIVIDAD
Por debajo de la Por encima de la
Linea de Pobreza Linea de Pobreza Total

Rama actividad
Agric gana pesca 71,878 104,120 175,998
Minería 1,748 49,231 50,979
Ind bien consumo 146,275 263,583 409,858
Ind bien interme 18,470 52,752 71,222
Ind bien capital 23,056 48,462 71,518
Elec, gas y agua 1,287 26,312 27,599
Construcción 54,905 128,930 183,835
Comercio x mayor 59,790 98,505 158,295
Comercio x menor 109,719 178,223 287,942
Restau y Hoteles 44,035 66,048 110,083
Tran almac comun 95,238 185,663 280,901
Servi a empresas 56,861 248,723 305,584
Serv comun recre 37,481 217,167 254,648
Servi personales 51,513 88,455 139,968

Table Total 772,256 1,756,174 2,528,430

FUENTE: ENCUESTA NACIONAL A HOGARES III TRIMESTR 2000 - PEA URBANA ASALARIADA PRIVADA

CUADRO 2
ASALARIADOS PRIVADOS Y LINEA DE POBREZA PER CAPITA
SEGÚN GRUPO OCUPACIONAL

Por debajo de la Por encima de la


Linea de Pobreza Linea de Pobreza Total

Grupos ocupacionales
Prof, tec y afin 26,655 340,389 367,044
Ger. adm y funci 7,197 7,197
Empleados oficin 92,988 282,374 375,362
Vendedores 127,674 176,824 304,498
Agric gana pesca 70,126 85,454 155,580
Mineros y canter 1,830 17,700 19,530
Artesan y operar 213,666 354,281 567,947
Obr, jornal y NE 60,379 76,872 137,251
Conductores 22,333 110,941 133,274
Trab. Servicios 156,605 304,142 460,747

Table Total 772,256 1,756,174 2,528,430

FUENTE: ENCUESTA NACIONAL A HOGARES III TRIMESTR 2000 - PEA URBANA ASALARIADA PRIVADA

CUADRO 3
ASALARIADOS PRIVADOS Y LINE DE POBREZA PER CAPITA
SEGÚN TAMAÑO DE EMPRESA
Por debajo de la Por encima de la
Linea de Pobreza Linea de Pobreza Total

2a4 340,044 451,616 791,660


5a9 139,870 213,478 353,348
10 a 19 100,541 190,543 291,084
20 a 49 64,572 202,533 267,105
50 a 99 41,823 131,662 173,485
100 a 499 44,759 253,808 298,567
500 a más 40,647 312,534 353,181

Table Total 772,256 1,756,174 2,528,430


FUENTE: ENCUESTA NACIONAL A HOGARES III TRIMESTR 2000 - PEA URBANA ASALARIADA PRIVADA

CUADRO 4
ASALARIADOS PRIVADOS Y SALARIO MINIMO
POR RAMA DE ACTIVIDAD

Menor e igual Mayor


S.M.L S.M.L Total

Rama actividad
Agric gana pesca 40,005 135,993 175,998
Minería 1,067 49,912 50,979
Ind bien consumo 41,511 368,347 409,858
Ind bien interme 4,894 66,328 71,222
Ind bien capital 6,240 65,278 71,518
Elec, gas y agua 1,747 25,852 27,599
Construcción 9,813 174,022 183,835
Comercio x mayor 7,928 150,367 158,295
Comercio x menor 52,916 235,026 287,942
Restau y Hoteles 29,639 80,444 110,083
Tran almac comun 27,636 253,265 280,901
Servi a empresas 5,868 299,716 305,584
Serv comun recre 32,674 221,974 254,648
Servi personales 18,116 121,852 139,968

Table Total 280,054 2,248,376 2,528,430

FUENTE: ENCUESTA NACIONAL A HOGARES III TRIMESTR 2000 - PEA URBANA ASALARIADA PRIVADA

CUADRO 5
ASALARIADOS PRIVADOS Y SALARIO MINIMO
POR INGRESOS Y GRUPO OCUPACIONAL
Menor e igual Mayor
S.M.L S.M.L Total

Grupos ocupacionales
Prof, tec y afin 16,225 350,819 367,044
Ger. adm y funci 7,197 7,197
Empleados oficin 19,792 355,570 375,362
Vendedores 52,911 251,587 304,498
Agric gana pesca 39,834 115,746 155,580
Mineros y canter 2,814 16,716 19,530
Artesan y operar 63,536 504,411 567,947
Obr, jornal y NE 15,885 121,366 137,251
Conductores 4,512 128,762 133,274
Trab. servicios 64,545 396,202 460,747

Table Total 280,054 2,248,376 2,528,430

FUENTE: ENCUESTA NACIONAL A HOGARES III TRIMESTR 2000 - PEA URBANA ASALARIADA PRIVADA

CUADRO 6
ASALARIADOS PRIVADOS Y SALARIO MINIMO
POR TAMAÑO DE EMPRESA

Menor e igual Mayor


S.M.L S.M.L Total

2a4 183,936 607,724 791,660


5a9 46,536 306,812 353,348
10 a 19 18,423 272,661 291,084
20 a 49 16,291 250,814 267,105
50 a 99 2,071 171,414 173,485
100 a 499 6,261 292,306 298,567
500 a más 6,536 346,645 353,181

Table Total 280,054 2,248,376 2,528,430


FUENTE: ENCUESTA NACIONAL A HOGARES III TRIMESTR 2000 - PEA URBANA ASALARIADA PRIVADA

CUADRO7
ASALARIADOS PRIVADOS Y ANTIGÜEDAD EN LA EMPRESA
POR RAMA DE ACTIVIDAD

<= 2 años en trabajo > 2 años en trabajo Total


Rama actividad
Agric gana pesca 117,981 58,017 175,998
Minería 21,932 29,047 50,979
Ind bien consumo 252,077 157,781 409,858
Ind bien interme 38,856 32,366 71,222
Ind bien capital 38,364 31,193 71,518
Elec, gas y agua 13,677 13,922 27,599
Construcción 151,406 32,429 183,835
Comercio x mayor 99,698 58,597 158,295
Comercio x menor 202,669 85,273 287,942
Restau y Hoteles 86,185 23,898 110,083
Tran almac comun 189,277 91,624 280,901
Servi a empresas 198,808 106,776 305,584
Serv comun recre 135,086 119,562 254,648
Servi personales 89,572 50,396 139,968

Table Total 1,635,588 890,881 2,528,430

FUENTE: ENCUESTA NACIONAL A HOGARES III TRIMESTR 2000 - PEA URBANA ASALARIADA PRIVADA

CUADRO 8
ASALARIADOS PRIVADOS Y ANTIGÜEDAD EN LA EMPRESA
POR GRUPO OCUPACIONAL

<= 2 años en trabajo > 2 años en trabajo Total

Grupos ocupacionales
Prof, tec y afin 180,371 186,673 367,044
Ger. adm y funci 3,360 3,837 7,197
Empleados oficin 229,179 146,183 375,362
Vendedores 220,639 83,859 304,498
Agric gana pesca 104,568 51,012 155,580
Mineros y canter 5,011 14,519 19,530
Artesan y operar 375,522 190,464 567,947
Obr, jornal y NE 118,473 18,778 137,251
Conductores 72,769 60,505 133,274
Trab. servicios 325,696 135,051 460,747

Table Total 1,635,588 890,881 2,528,430

FUENTE: ENCUESTA NACIONAL A HOGARES III TRIMESTR 2000 - PEA URBANA ASALARIADA PRIVADA

CUADRO 9
ASALARIADOS PRIVADOS Y ANTIGÜEDAD EN LA EMPRESA
POR TAMAÑO DE LA EMPRESA
<= 2 años en trabajo > 2 años en trabajo Total

2a4 594,653 195,046 791,660


5a9 237,958 115,390 353,348
10 a 19 200,868 90,216 291,084
20 a 49 162,462 104,643 267,105
50 a 99 109,094 64,391 173,485
100 a 499 176,735 121,832 298,567
500 a más 153,818 199,363 353,181

Table Total 1,635,588 890,881 2,528,430


FUENTE: ENCUESTA NACIONAL A HOGARES III TRIMESTR 2000 - PEA URBANA ASALARIADA PRIVADA

CUADRO 10
ASALARIADOS PRIVADOS CON SEGURIDAD SOCIAL
POR RAMA DE ACTIVIDAD

No tiene Seg.soc Si tiene Seg.soc Total

Rama actividad
Agric gana pesca 138,482 37,516 175,998
Minería 10,901 40,078 50,979
Ind bien consumo 263,416 146,442 409,858
Ind bien interme 34,028 37,194 71,222
Ind bien capital 44,275 27,243 71,518
Elec, gas y agua 10,396 17,203 27,599
Construcción 154,790 29,045 183,835
Comercio x mayor 103,163 55,132 158,295
Comercio x menor 213,342 74,600 287,942
Restau y Hoteles 94,118 15,965 110,083
Tran almac comun 222,944 57,957 280,901
Servi a empresas 126,364 179,220 305,584
Serv comun recre 148,605 106,043 254,648
Servi personales 111,658 28,310 139,968

Table Total 1,676,482 851,948 2,528,430

FUENTE: ENCUESTA NACIONAL A HOGARES III TRIMESTR 2000 - PEA URBANA ASALARIADA PRIVADA

CUADRO 11
ASALARIADOS PRIVADOS CON SEGURIDAD SOCIAL
POR GRUPO OCUPACIONAL

No tiene Seg.soc Si tiene Seg.soc Total


Grupos ocupacionales
Prof, tec y afin 155,046 211,998 367,044
Ger. adm y funci 1,528 5,669 7,197
Empleados oficin 205,841 169,521 375,362
Vendedores 241,259 63,239 304,498
Agric gana pesca 128,378 27,202 155,580
Mineros y canter 4,227 15,303 19,530
Artesan y operar 421,568 146,379 567,947
Obr, jornal y NE 129,945 7,306 137,251
Conductores 93,386 39,888 133,274
Trab. servicios 295,304 165,443 460,747

Table Total 1,676,482 851,948 2,528,430

FUENTE: ENCUESTA NACIONAL A HOGARES III TRIMESTR 2000 - PEA URBANA ASALARIADA PRIVADA

CUADRO 12
ASALARIADOS PRIVADOS CON SEGURIDAD SOCIAL
POR TAMAÑO DE EMPRESA

No tiene Seg.soc Si tiene Seg.soc Total

2a4 747,022 44,638 791,660


5a9 310,363 42,985 353,348
10 a 19 221,930 69,154 291,084
20 a 49 149,611 117,494 267,105
50 a 99 77,211 96,274 173,485
100 a 499 97,968 200,599 298,567
500 a más 72,377 280,804 353,181

Table Total 1,676,482 851,948 2,528,430


FUENTE: ENCUESTA NACIONAL A HOGARES III TRIMESTR 2000 - PEA URBANA ASALARIADA PRIVADA

CUADRO 13
ASALARIADOS PRIVADOS Y HORAS TRABAJADAS
POR RAMA DE ACTIVIDAD
> 48 hrs. semanales <= 48 hrs. semanales Total

Rama actividad
Agric gana pesca 63,903 112,095 175,998
Minería 18,716 32,263 50,979
Ind bien consumo 197,902 211,956 409,858
Ind bien interme 24,190 47,032 71,222
Ind bien capital 21,030 50,488 71,518
Elec, gas y agua 12,680 14,919 27,599
Construcción 72,787 111,048 183,835
Comercio x mayor 81,612 76,683 158,295
Comercio x menor 139,784 148,158 287,942
Restau y Hoteles 58,482 51,601 110,083
Tran almac comun 159,539 121,362 280,901
Servi a empresas 125,615 179,969 305,584
Serv comun recre 67,124 187,524 254,648
Servi personales 66,952 73,016 139,968

Table Total 1,110,316 1,418,114 2,528,430

FUENTE: ENCUESTA NACIONAL A HOGARES III TRIMESTR 2000 - PEA URBANA ASALARIADA PRIVADA

CUADRO 14
ASALARIADOS PRIVADOS Y HORAS TRABAJADAS
POR GRUPO OCUPACIONAL

> 48 hrs. semanales <= 48 hrs. semanales Total

Grupos ocupacionales
Prof, tec y afin 125,712 241,332 367,044
Ger. adm y funci 5,001 2,196 7,197
Empleados oficin 149,246 226,116 375,362
Vendedores 159,326 145,172 304,498
Agric gana pesca 46,172 109,408 155,580
Mineros y canter 7,246 12,284 19,530
Artesan y operar 235,124 332,823 567,947
Obr, jornal y NE 50,716 86,535 137,251
Conductores 96,181 37,093 133,274
Trab. Servicios 235,592 225,155 460,747

Table Total 1,110,316 1,418,114 2,528,430

FUENTE: ENCUESTA NACIONAL A HOGARES III TRIMESTR 2000 - PEA URBANA ASALARIADA PRIVADA

CUADRO 15
ASALARIADOS PRIVADOS Y HORAS TRABAJADAS
POR TAMAÑO DE EMPRESA
> 48 hrs. semanales <= 48 hrs. semanales Total

2a4 340,472 451,188 791,660


5a9 135,861 217,487 353,348
10 a 19 123,136 167,948 291,084
20 a 49 97,840 169,265 267,105
50 a 99 96,202 77,283 173,485
100 a 499 159,959 138,608 298,567
500 a más 156,846 196,335 353,181

Table Total 1,110,316 1,418,114 2,528,430


FUENTE: ENCUESTA NACIONAL A HOGARES III TRIMESTR 2000 - PEA URBANA ASALARIADA PRIVADA

CUADRO 16
ASALARIADOS PRIVADOS EN EMPRESAS CON SINDICATO O COMITÉ SINDICAL
POR RAMA DE ACTIVIDAD

No tiene sindicato Tiene sindicato Total

Rama actividad
Agric gana pesca 173,475 2,523 175,998
Minería 30,011 20,968 50,979
Ind bien consumo 365,487 44,371 409,858
Ind bien interme 59,219 12,003 71,222
Ind bien capital 66,722 4,796 71,518
Elec, gas y agua 19,432 8,167 27,599
Construcción 169,595 14,240 183,835
Comercio x mayor 146,338 11,957 158,295
Comercio x menor 280,038 7,904 287,942
Restau y Hoteles 106,868 3,215 110,083
Tran almac comun 267,605 13,296 280,901
Servi a empresas 294,607 10,977 305,584
Serv comun recre 243,357 11,291 254,648
Servi personales 131,692 8,276 139,968

Table Total 2,354,446 173,984 2,528,430


FUENTE: ENCUESTA NACIONAL A HOGARES III TRIMESTR 2000 - PEA URBANA ASALARIADA PRIVADA

CUADRO 17
ASALARIADOS PRIVADOS EN EMPRESAS CON SINDICATO O COMITÉ SINDICAL
POR GRUPO OCUPACIONAL
No tiene sindicato Tiene sindicato Total

Grupos ocupacionales
Prof, tec y afin 339,730 27,314 367,044
Ger. adm y funci 6,935 262 7,197
Empleados oficin 356,002 19,360 375,362
Vendedores 295,477 9,021 304,498
Agric gana pesca 152,170 3,410 155,580
Mineros y canter 11,206 8,324 19,530
Artesan y operar 509,452 58,495 567,947
Obr, jornal y NE 134,287 2,964 137,251
Conductores 124,518 8,756 133,274
Trab. servicios 424,669 36,078 460,747

Table Total 2,354,446 173,984 2,528,430

FUENTE: ENCUESTA NACIONAL A HOGARES III TRIMESTR 2000 - PEA URBANA ASALARIADA PRIVADA

CUADRO 18
ASALARIADOS PRIVADOS EN EMPRESAS CON SINDICATO O COMITÉ SINDICAL
POR TAMAÑO DE EMPRESA

No tiene sindicato Tiene sindicato Total

2a4 773,019 18,641 791,660


5a9 348,457 4,891 353,348
10 a 19 285,319 5,765 291,084
20 a 49 254,493 12,612 267,105
50 a 99 159,932 13,553 173,485
100 a 499 266,417 32,150 298,567
500 a más 266,809 86,372 353,181

Table Total 2,354,446 173,984 2,528,430


FUENTE: ENCUESTA NACIONAL A HOGARES III TRIMESTR 2000 - PEA URBANA ASALARIADA PRIVADA

CUADRO 19
ASALARIADOS PRIVADOS SEGÚN CAPACITACION
POR RAMA DE ACTIVIDAD

No se capacitó Se capacitó
para eltrab. para el trab. Total

Rama actividad
Agric gana pesca 153,339 22,659 175,998
Minería 20,469 30,510 50,979
Ind bien consumo 255,306 154,552 409,858
Ind bien interme 41,301 29,921 71,222
Ind bien capital 35,112 36,406 71,518
Elec, gas y agua 15,942 11,657 27,599
Construcción 136,549 47,286 183,835
Comercio x mayor 89,560 68,735 158,295
Comercio x menor 159,062 128,880 287,942
Restau y Hoteles 63,470 46,613 110,083
Tran almac comun 182,693 98,208 280,901
Servi a empresas 104,558 201,026 305,584
Serv comun recre 105,892 148,756 254,648
Servi personales 78,000 61,968 139,968

Table Total 1,441,253 1,087,177 2,528,430

FUENTE: ENCUESTA NACIONAL A HOGARES III TRIMESTR 2000 - PEA URBANA ASALARIADA PRIVADA

CUADRO 20
ASALARIADOS PRIVADOS SEGÚN CAPACITACION
POR GRUPO OCUPACIONAL

No se capacitó Se capacitó
para eltrab. para el trab. Total

Grupos ocupacionales
Prof, tec y afin 131,207 235,837 367,044
Ger. adm y funci 1,510 5,687 7,197
Empleados oficin 151,114 224,248 375,362
Vendedores 164,857 139,641 304,498
Agric gana pesca 137,263 18,317 155,580
Mineros y canter 13,011 6,519 19,530
Artesan y operar 380,657 187,290 567,947
Obr, jornal y NE 111,075 26,176 137,251
Conductores 92,625 40,649 133,274
Trab. servicios 257,934 202,813 460,747

Table Total 1,441,253 1,087,177 2,528,430

FUENTE: ENCUESTA NACIONAL A HOGARES III TRIMESTR 2000 - PEA URBANA ASALARIADA PRIVADA

CUADRO 21
ASALARIADOS PRIVADOS SEGÚN CAPACITACION
POR TAMAÑO DE EMPRESA
No se capacitó Se capacitó
para eltrab. para el trab. Total

2a4 548,441 243,219 791,660


5a9 234,357 118,991 353,348
10 a 19 164,298 126,786 291,084
20 a 49 143,139 123,966 267,105
50 a 99 93,597 79,888 173,485
100 a 499 133,106 165,461 298,567
500 a más 124,315 228,866 353,181

Table Total 1,441,253 1,087,177 2,528,430


FUENTE: ENCUESTA NACIONAL A HOGARES III TRIMESTR 2000 - PEA URBANA ASALARIADA PRIVADA

CUADRO 22
ASALARIADOS PRIVADOS SEGÚN MODALIDAD
CONTRACTUAL
POR RAMA DE ACTIVIDAD
Contrato indeter. Contrato Contrato
(estable) >2 años <=2 años Sin contrato Total

Rama actividad
Agric gana pesca 28,373 7,484 30,834 109,307 175,998
Minería 18,971 10,860 17,211 3,937 50,979
Ind bien consumo 92,244 38,978 89,242 189,394 409,858
Ind bien interme 25,503 10,135 14,990 20,594 71,222
Ind bien capital 13,976 5,870 16,843 34,829 71,518
Elec, gas y agua 7,811 6,198 6,401 7,189 27,599
Construcción 22,831 5,238 24,449 131,317 183,835
Comercio x mayor 42,328 13,390 33,959 68,618 158,295
Comercio x menor 59,291 22,781 58,830 147,040 287,942
Restau y Hoteles 13,296 6,190 7,131 83,466 110,083
Tran almac comun 40,336 14,235 51,343 174,987 280,901
Servi a empresas 69,192 52,001 144,307 40,084 305,584
Serv comun recre 79,942 30,467 52,400 91,839 254,648
Servi personales 24,438 13,920 20,455 81,155 139,968

Table Total 538,532 237,747 568,395 1,183,756 2,528,430

FUENTE: ENCUESTA NACIONAL A HOGARES III TRIMESTR 2000 - PEA URBANA ASALARIADA PRIVADA

CUADRO 23
ASALARIADOS PRIVADOS SEGÚN MODALIDAD CONTRACTUAL
POR GRUPO OCUPACIONAL
Contrato indeter. Contrato Contrato
(estable) >2 años <=2 años Sin contrato Total
Grupos ocupacionales
Prof, tec y afin 142,659 59,453 82,226 82,706 367,044
Ger. adm y funci 6,184 555 458 7,197
Empleados oficin 122,174 32,959 97,336 122,893 375,362
Vendedores 43,165 24,175 68,644 168,514 304,498
Agric gana pesca 25,987 1,230 24,636 103,727 155,580
Mineros y canter 7,815 5,551 3,055 3,109 19,530
Artesan y operar 90,103 46,838 109,667 321,339 567,947
Obr, jornal y NE 5,396 5,696 25,389 100,770 137,251
Conductores 24,113 8,945 19,328 80,888 133,274
Trab. servicios 70,936 52,345 137,656 199,810 460,747

Table Total 538,532 237,747 568,395 1,183,756 2,528,430

FUENTE: ENCUESTA NACIONAL A HOGARES III TRIMESTR 2000 - PEA URBANA ASALARIADA PRIVADA

CUADRO 24
ASALARIADOS PRIVADOS SEGÚN MODALIDAD CONTRACTUAL
POR TAMAÑO DE EMPRESA
Contrato indeter. Contrato Contrato
Sin
(estable) >2 años <=2 años contrato Total

2a4 74,910 24,723 81,208 610,819 791,660


5a9 54,684 17,423 32,343 248,898 353,348
10 a 19 38,745 30,233 68,150 153,956 291,084
20 a 49 61,925 38,332 82,473 84,375 267,105
50 a 99 50,883 20,204 71,587 30,811 173,485
100 a 499 98,150 49,112 121,334 29,971 298,567
500 a más 159,235 57,720 111,300 24,926 353,181

Table Total 538,532 237,747 568,395 1,183,756 2,528,430


FUENTE: ENCUESTA NACIONAL A HOGARES III TRIMESTR 2000 - PEA URBANA
ASALARIADA PRIVADA

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