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El 74,8% de peruanos que accede a

Internet lo hace desde cabina


pública
“EL COMERCIO.”
26 de junio del 2008

14:30 | Según el informe, "Las Tecnologías de Información y Comunicación en los Hogares"


solo un 16,9% tiene acceso a la red desde su hogar
El Instituto Nacional de Estadística e Informática, presentó hoy el informe Técnico "Las
Tecnologías de Información y Comunicación en los Hogares", que corresponde al primer
trimistre del 2008, donde se revela que la población que accede a Internet lo realiza en mayor
proporción a través de cabinas públicas.

Según el informe, elaborado en base a los resultados de la Encuesta Nacional de Hogares


(ENAHO), se puede apreciar el 74,8% de los peruanos utiliza las cabinas públicas para
conectarse a internet mientras que solo un 16,9% tiene acceso a la red desde su hogar.

Asimismo, los peruanos que ingresan a Internet desde su trabajo representan el 12,5% de la
población y los que acceden al ciberespacio mediante un centro educativo alcanzan el 3,7%.

Por género, se aprecian que el 76,6% de la población masculina acceden a internet a través de
cabinas públicas, el 15,6% en sus hogares y 13,9% en el trabajo; mientras que el 72,5% de la
población femenina accede a Internet a través de cabinas públicas, 18,8% en sus hogares y
10,7% en el trabajo.

Por otro lado, el informe revela que el 26,9% de la población de 6 años y más de edad, hace
uso del servicio de Internet, donde los mayores usuarios pertenecen a la población
comprendida entre los 19 a 24 años (49,3%), así como la población de 12 a 18 años de edad
(44,8%), en tanto que entre los adultos mayores el porcentaje alcanza sólo al 4,4%.

Según este informe, el 30,9% de la población masculina accede a Internet, mientras que entre
la población femenina el 22,8% es usuaria de este servicio.

Por área de residencia, se puede observar que la mayor proporción de usuarios de Internet se
ubican en Lima Metropolitana 41,9%, seguido por el resto urbano 35,0%, en tanto que en el
área rural sólo el 6,2% tiene acceso a este servicio.

Entre otros resultados, la ENAHO muestra que a nivel nacional, el porcentaje de hogares con
computadoras fue de 15,5%, superior en 3,1 puntos porcentuales al registrado en similar
trimestre del año 2007.

En Lima Metropolitana el 26,6% de hogares disponen de una computadora; mientras que en


el resto urbano y rural el 20,7% y 1,2%, respectivamente.

Telefonía móvil
El informe "Las Tecnologías de Información y Comunicación en los Hogares", también revela
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que el servicio de telefonía móvil se incrementó a 51,5% en los hogares peruanos, creciendo
en 15,6 puntos porcentuales respecto a similar periodo del año anterior.

La Telefonía Móvil en los hogares de Lima Metropolitana se incrementó a 73,0%, respecto a


similar trimestre del año anterior.

En el resto urbano tuvo un crecimiento de 21,8 puntos porcentuales al pasar de 44,4% a


66,2%, respecto a similar periodo 2007 y en el área rural creció en 10,8 puntos porcentuales,
al pasar de 6,2% a 17,0%, registrado en el periodo de análisis.

La individualidad al alcance de todos


Internet y los jóvenes escolares limeños
María Quiroz (*)
La Facultad de Comunicaciones de la Universidad de Lima ha iniciado una investigación
acerca de la influencia cognitiva que el uso de Internet ejerce entre escolares peruanos. El
presente texto recoge algunas conclusiones de ese trabajo que concluiría, según la
responsable del proyecto, a fin de año.

Pronto concluiremos una investigación sobre el impacto de las nuevas tecnologías de la


información y la comunicación en el pensar/sentir de los escolares. Con este propósito,
indagamos, con el auxilio de metodologías cualitativas, la relación de los jóvenes (de 11-12
años y de 16-17 años) con Internet.
Se buscó precisar la medida en que el uso de la tecnología
predispone o moldea los aspectos cognitivos y sociales de
estos jóvenes. Asimismo, su percepción de lo que es el
conocimiento, la educación, los valores; así como sus
conceptos del país y del mundo que se construyen a partir del
contacto frecuente con la tecnología. Me refiero a las imágenes
o representaciones globales, nacionales y locales. Se indagó en
las nuevas formas de interrelación social producto del
descubrimiento de las nuevas modalidades de manejar la
información, de entretenerse, y el contacto a la distancia que
caracteriza a la tecnología. Se intentó vislumbrar si existen diferencias radicales entre sujetos
habituados al uso de las tecnologías del conocimiento y los que no dominan estas técnicas, lo
que profundizaría las distancias entre los escolares de menores y mayores recursos, ya no sólo
en función de desigualdad económica, sino en cuestiones de estructura del pensamiento y de
sociabilidad.
Ofreceré en este breve artículo algunas conclusiones de la investigación efectuada.
Se constató que en Lima el acceso a Internet es una realidad. El uso frecuente de juegos de
computadora, la navegación en Internet, así como el acceso a la televisión por cable abarcan
no sólo a los sectores socioeconómicos más altos, sino que se extienden a segmentos de
población más pobres. Existen dos factores fundamentales que contribuyen a esta difusión de
la tecnología: la incorporación de computadoras en los colegios de todos los niveles y la
proliferación de las cabinas públicas.
Por medio de las conversaciones sostenidas con los jóvenes, hombres y mujeres de diversos
niveles socioeconómicos, confirmamos que la mayoría está familiarizada con la computadora
y la navegación en Internet, el chat y los juegos. Asimismo, todos conocían la televisión por
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cable y se inclinaban favorablemente hacia la diversidad de su oferta. Indudablemente, los
niños y jóvenes de niveles socioeconómicos más altos explotan de manera más intensiva y
provechosa los recursos de la tecnología; en primer lugar, porque cuentan con ella en sus
hogares, pero sobre todo por el grado de eficiencia logrado en sus colegios con la
instrumentalización pedagógica de la computadora.
La diferencia radical entre los pobres y los ricos, en este
caso, no se refleja primordialmente en la posibilidad de
acceder o no a la tecnología, sino en un aspecto más
cualitativo como es la manera en que aprenden a utilizarla
para el aprendizaje.
Por los testimonios de los entrevistados se pudo inferir que
se da una peligrosa distancia entre lo que se les permite o se
les recomienda hacer en la casa y en el colegio, y lo que
efectivamente hacen, por ejemplo, en las cabinas públicas. Los niños valoran muy
especialmente la posibilidad de jugar y de establecer contacto con otros sujetos como ellos,
sea de la misma edad o género. Es decir, aprecian sobremanera la capacidad de la tecnología
para extender sus posibilidades de intercambio, autoafirmación y socialización. Por la
frecuencia con que juegan y “chatean”, constatamos que lo que más les gusta es entablar
relación con otros distantes y afirmar lazos de complicidad con los amigos próximos a través
del juego compartido en la cabina pública.
Esta accesibilidad prácticamente ilimitada a realidades distantes y variadas constituiría una
puerta de entrada para la formación de los escolares en función de conocimiento y respeto del
otro diferente. Valores como la tolerancia cobran sentido cuando el sujeto se enfrenta
directamente –incluso involucrando sentimientos y emociones– con sujetos de otras culturas.
Una experiencia sencilla sería la de entablar vínculos entre escuelas de ciudades distantes y
que los niños de unas y otras se comuniquen libremente.
Un desafío actual en la educación básica es la necesidad de
extender su influencia más allá de los límites del local
escolar. La estructura familiar y la dinámica laboral –entre
otras razones– en la ciudad de Lima determinan que los
padres cuenten cada vez con menos tiempo disponible para
estar con sus hijos. Esto deja un vacío en la formación de
los jóvenes que pudimos observar con cierta sorpresa, por
ejemplo, cuando se refieren al papel del maestro.
Contra lo que pudiera esperarse, no lo califican como portador de sabiduría o de
conocimientos trascendentes, ni siquiera por su experiencia profesional; sin embargo, valoran
mucho su presencia, el trato humano, que explique lo que no se ha comprendido, que aclare
dudas, incluso la reprimenda o la posibilidad de burlarse de él. Esto indicaría la carencia de
relaciones afectivas adulto-niño y la necesidad que sienten los jóvenes de un vínculo más
directo, más personal, no sólo el que tradicionalmente mediaba la relación entre el profesor y
el alumno como era la transmisión de saberes. La opinión que tienen los jóvenes sobre la
educación está teñida de esperanza y la consideran un valor en sí misma. No son frecuentes
las críticas específicas a la que reciben, salvo algunas observaciones aisladas sobre uno que
otro profesor con poca capacidad para la enseñanza de computación, materia en que algunos
alumnos sobrepasan al maestro. En general, aprecian la educación como una inversión para su
futuro y tienen una visión pragmática, ya que valoran especialmente la habilitación para el
desempeño laboral.

(*) María Quiroz: Ex decana de la Facultad de Comunicaciones de la Universidad de Lima,


donde actualmente se dedica a la docencia y la investigación.

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Cabinas públicas al paso
Juan C. Murrugarra (*)
La proliferación en el Perú de cabinas públicas de Internet demuestra la importancia
que cobran. Sin embargo, late en cada usuario un personaje activo que busca verificar
gustos, encontrar identidades, realizar fantasías. La privacidad es uno de los aspectos
más importantes de este nuevo medio.
El Perú se ha convertido en uno de los países que muestra
los índices más elevados de usuarios de Internet en
América Latina, aunque con la particularidad de que la
gran mayoría, a diferencia de otras naciones, accede a
la red mundial mediante el alquiler de computadoras en
lugares conocidos como cabinas públicas de Internet.
Así, nuestra ciudad se encuentra invadida por una
cantidad apabullante de éstas.
Pero, ¿qué es una cabina y qué significa participar en ella?
Paradójicamente, no obstante el nombre, una cabina
pública no constituye un espacio de “interacción” entre
clientes. No existe ninguna en que no haya una separación física entre un usuario y otro.
Esta separación convierte a los muebles en instrumentos que velan por la privacidad del
cibernauta, “impidiendo” así que el otro pueda ver las páginas web que el usuario del
costado visita y con las que se “compenetra”.
Para entender mejor el significado y la importancia de Internet en el orden mundial, conviene
revisar algunos conceptos importantes. Así, según Castells, Internet constituye una forma
de comunicación utilizada por gente necesitada de información, en razón de intereses
utilitarios o ulturales. Este medio rápidamente popularizado permite crear o participar de
realidades virtuales que corresponderían a “deseos”, “gustos”, “identidades”, “fantasías”
de un mercado que va en aumento. Esto marca una diferencia sustantiva con la televisión,
en la medida en que no se considera al receptor como un sujeto pasivo, sino más bien se
le induce a un mundo “nuevo” de posibilidades que pueden ser apropiadas lúdicamente
por medio de una multiplicidad de funciones.
En Internet no es necesario seguir un guión, porque la red ofrece una increíble diversidad de
posibilidades que se plasman en nuevos códigos que son, en buena cuenta, producidos y
asimilados por aquellos individuos atraídos por la “libertad” que este medio “permite”.
Los cibernautas se explayan en la red intentando apropiarse de nuevas opciones que son
escogidas con la “influencia” de una vocación individualista.
Las características de la computadora, los sistemas multimedia y la popularidad de Internet
favorecen, en cierto modo, un “individualismo” exacerbado, a lo ciudadano relacionado
con el consumo, que entra en conjunción con una necesidad creciente por conseguir y
controlar espacios y tiempo, así éstos sean virtuales. Hay, pues, una valoración cultural
del ocio y el entretenimiento, en que lo importante para los “productores” de cultura es
comunicar y calar en el mundo subjetivo de sus receptores.

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El grueso de concurrentes a estas cabinas públicas está formado por jóvenes estudiantes.
Algunos de los usos más frecuentes de Internet son el chat, el messenger, el correo
electrónico. El individuo se apropia de estos medios al sentirlos útiles para sus intereses;
sin embargo, éste debe adecuarse a nuevas formas sintácticas y semánticas que se
imponen, por ejemplo, en mensajes comprimidos, en los que la habilidad de apropiación
del usuario se pone a prueba por medio de recursos simbólicos al utilizar abreviaturas y
figuras que poseen significados tácitos. Considerando, además, las visitas a páginas web
de interés, se observa que Internet es la fuente de diversión mientras dura la visita a la
cabina pública, convirtiendo la interacción cara/cara en poco o nada interesante en ese
contexto.
Internet ensalza la individualidad y lo subjetivo. En la red se exterioriza mucho de lo caótico,
lo inexplorado, lo impredecible, lo underground, lo oculto.
Lo subjetivo está referido, en este caso, a la forma como Gonzalo Portocarrero conceptualiza
el tema: “La institución de la subjetividad se da en cada persona, pero resulta de
interacciones sociales en las que se transmiten representaciones colectivas, imágenes que
trascienden a los individuos y que son encarnadas por ellos. En todo caso, la problemática
del sujeto es el espacio donde pensar la articulación entre lo social y lo personal.”
Lo interesante de la interacción virtual es el afianzamiento de la satisfacción que los
cibernautas encuentran en páginas acorde con sus representaciones simbólicas, visiones
de vida, libido, pulsiones. Los cibernautas se apropian de las posibilidades que resultan
de Internet y las convierten en un magnífico instrumento, aunque virtual, donde es
posible que individualmente se consolide un espacio de interacción con un conjunto de
personas que se comunican personal o impersonalmente, que mantienen un interés
parecido o manejan universos simbólicos que reproducen.
Por otro lado, resulta excitante atacar desde lo subjetivo a un colectivo de personas que
físicamente no se pueden ver. Esconderse tras la pantalla de una computadora es también
parte de un juego que va por el derrotero de lo subjetivo, la
individualidad y la apropiación.
Internet es, sin duda, el mejor medio para representar e
interactuar con fantasías, deseos, sueños. Internet ha
demostrado ser un canalizador eficiente de emociones,
además de consolidar una forma de comunicación que a
los cibernautas les resulta sumamente interesante. Así, los
websites logran su cometido básico, que es comunicar algo
y lograr una interacción virtual.
No resulta casual que la gran mayoría de páginas web trate de causar una sensación de
impacto en el receptor, en virtud de colores, textos, fotos, videos o programas como el
Dreamweaver o el Flash, que permite cargar páginas animadas con cierto dinamismo.
Aunque, como afirma Nelson Manrique, la sociedad virtual no puede existir al margen de
la sociedad real, es también cierto que la primera posee una lógica propia en que la
individualidad está ante todo regulada; muchas de las formas de interacción de la
sociedad real son “resignificadas” por los cibernautas. Sin embargo, el meollo del asunto
está en observar y tener presente la influencia recíproca entre ambas realidades. Por ello,
Manrique sustenta que esta dinámica despierta al mismo tiempo aprensiones y
esperanzas, entusiasmo y desconfianza. Así, las identidades de la sociedad virtual no son
excluyentes frente a la sociedad real.

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No queremos divorciar individualidad y sociedad, pues el individualismo en sí no es etéreo,
rescata más bien lo social con matices orientados hacia la satisfacción privada.
Si bien es cierto que las satisfacciones simbólicas de estos cibernautas son individuales,
aquella individualidad se encuentra conexa a un proceso que incluye hechos y fenómenos
sociales inmersos en nuestra sociedad.
La individualidad en Internet consiste, en este sentido, en la reproducción sistemática de
contenidos sociales y de hechos que proceden de la realidad. También, apunta hacia la
satisfacción simbólica –en un nivel privado– de representaciones sociales que son
apropiadas, producidas y reproducidas por los sujetos.
Entendido ya el éxito de Internet y, por ende, de las cabinas públicas como un fenómeno
social, es menester hacer hincapié en el éxito y la supervivencia de éstas gracias al aporte
económico de un vasto colectivo de individuos, quienes además, desde sus propias
historias de vida, otorgan contenido, inteligibilidad y sentido a una “nueva” forma de
comunicación creada por y para el individuo.

(*) Juan C. Murrugarra: Egresado de Sociología, Facultad de Ciencias Sociales de la


Pontificia Universidad Católica del Perú

RCP y el acceso a Internet


La primera cabina pública fue instalada por la Red Científica Peruana - RCP, en el Centro
Cultural Ricardo Palma en el año 1994 y contaba con un total de 40 computadoras (20 PCs y
20 Macintosh). Nació como un Modelo de Acceso Comunitario a Internet que permitió que
cualquier persona accediera y utilizara las herramientas internet sin ningún tipo de
restricción. Paralelamente se implementó un aula de capacitación donde se dictaba -
gratuitamente - una charla general y luego se invitaba a las personas a que naveguen
libremente durante unos 15 o 20 minutos.
El antecedente es el intento de desarrollo de redes nacionales, aquí y en el mundo, que luego
se consolida en el Perú con la instalación de la primera cabina pública. El principal objetivo
era contribuir con el desarrollo nacional; un objetivo ambicioso que tuvo que enfrentar tres
grandes problemas iniciales: la infraestructura inadecuada, la falta de una cultura internet y la
necesidad de brindar una relevancia a los contenidos que se podían obtener a través de este
medio.
Paralelamente se inician las capacitaciones para el uso de internet y la implementación de
otras cabinas públicas. Entre el año 1995 y 1999 RCP capacita miles de personas y asesora a
cientos de empresarios interesados en la implementación de cabinas públicas. Las charlas que
se brindaban todos los jueves a los empresarios, sin costo alguno, era uno de los pilares del
proceso de difusión de cabinas públicas, en ellas se explicaban cosas como cuántas
computadoras se podían instalar, se mostraban cuadros de ingresos, tipos de conexión en el
mercado, dónde se podían comprar muebles, precios, etc. El proceso de implementación de
las cabinas se complementaba con cursos de capacitación y soporte técnico para la
configuración de la red y temas relacionados.
Entre 1996 y 1997 internet empieza a captar la atención de quienes tenían capitales de 10 y 15
mil dólares. Muchos de ellos, los primeros, habían sido despedidos en el gobierno de
Fujimori, tenían su liquidación y buscaban invertir en algún negocio. Se habían puesto de
moda los casinos y los juegos de Nintendo que tenían cierto éxito, el país atravesaba una

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crisis y había que hacer algo, entonces muchas personas vieron las cabinas públicas con una
visión empresarial y de desarrollo.
A partir de 1998 se empieza a instalar un gran número de cabinas públicas, cuando pequeños
empresarios deciden arriesgarse e invertir, apoyados y asesorados, en principio, por la RCP y
después por otras instituciones.
Sin embargo, actualmente la realidad de la mayoría de las cabinas públicas existentes se aleja
significativamente del modelo inicialmente concebido por la RCP. Las cabinas han
encontrado una satisfacción económica básica brindando sólo servicios de conectividad, que
de cierto modo han cubierto las deficiencias de infraestructura - no obstante- se ha visto
disminuida su potencialidad como instrumento generador de cultura en internet.
Actualmente la RCP se encuentra realizando un Programa de Consolidación del mercado de
cabinas públicas en el que está identificando a las más importantes del país para que
colaboren en diversos proyectos con el Estado y el sector privado. Usted puede acceder al
directorio aquí, y si es empresario de cabinas y desea ser registrado en nuestra base de datos,
puede escribir a: cabinas@rcp.net.pe

La experiencia peruana de las cabinas públicas de Internet


Publicado el Mayo 12, 2000 por onairosjs

EN PERSPECTIVA
Miércoles 17.05.00 – Hora 09.30
EMILIANO COTELO:

José Soriano, a quien se considera el padre de Internet en Perú, cree que es


posible generar en Internet un modelo latinoamericano alternativo al
liderado desde Estados Unidos. Soriano fue el impulsor de la Red
Científica Peruana, que controla la mitad del mercado de Internet en ese
país y que compite palmo a palmo con Telefónica.
Les proponemos conocer el secreto de la Red Científica Peruana, de esas
500 cabinas distribuidas a lo largo de todo el territorio, y conversar a
propósito de la eventual extensión de ese modelo a América Latina, incluso
a Uruguay.
José Soriano tiene 52 años y creó en el año 1991 la Red Científica Peruana.
Más recientemente ha sido el creador de Red Uno, una empresa de la que hoy es director
ejecutivo y que se propone operar en América Latina.
También están con nosotros Magela Sigilitto, directora de Chasque aquí en Uruguay, Roberto
Bissio, director del Instituto del Tercer Mundo y Carlos Afonzo, de la Red de Información
para el Tercer Sector, de Brasil.
Arranquemos hablando de Perú. En los últimos nueve años, la Red Científica Peruana ha
crecido desde una pequeña organización no gubernamental basada en un par de módems y
una computadora hasta llegar a ser un servicio en Internet valuado en 200 millones de dólares.
La Red Científica Peruana ganó el año pasado 6 millones de dólares. La clave fue ese
concepto de facilitar a toda la comunidad el acceso a Internet.
¿Cómo surgió la Red Científica Peruana?
“La materia prima ya no es ni la plata ni el oro, como en el caso de Perú, sino la inteligencia.
El medio de utilizar esa inteligencia es la información, usando la comunicación como
transporte. Eso es Internet”

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JOSE SORIANO:
Digamos que sale como un esfuerzo asociativo de 43 instituciones sin fines de lucro que, muy
tempranamente -tal vez tardíamente, porque nos dicen que somos clásicos por no decirnos que
somos viejos-, aprendiendo de las experiencias que ya se había hecho en América Latina,
generamos una red cooperativa con una computadora, tres módems y 3.000 dólares. Nos
propusimos lograr el acceso de Perú a Internet, generando masa crítica, utilizando la
información como objetivo principal, no la tecnología, y tratando de combinar tecnologías, en
aquel momento las de UUCP, que era el proto-Internet. Muy rápidamente, en 1993-1994,
pasamos ya al Internet con plato satelital propio, pero enfrentándonos siempre a la resistencia
existente. Y esto, tanto de parte del Estado, que en ese momento era propietario de la empresa
de telecomunicaciones, como posteriormente, pues somos extremadamente inteligentes en las
privatizaciones: cuando cambiamos un monopolio de Estado por un monopolio privado de
otro Estado -le vendimos nuestras dos compañías a Telefónica de España-, se generó una
deformación de mercado.
Desde el principio analizábamos que Internet en América Latina no se encontraba madura,
puesto que, a diferencia de lo que ocurre en Estados Unidos, no hay infraestructura como un
“commodity”. Es decir, no puedo comprarla. Se trata de usar la infraestructura como una
ventaja competitiva desde las empresas monopólicas de telecomunicaciones. Tampoco existen
suficientes computadoras, ni van a existir. Tampoco somos los mejores ingenieros, no somos
los que saben más de estos temas, pero sí somos los mejores empresarios, porque en Perú el
mercado informal mueve más partes de la economía nacional que el mercado formal. La única
forma de sobrevivir es tener una changuita, algo al lado; cuando te botan de un trabajo, tener
un taxi.En este transcurrir descubrimos que era necesario compartir recursos, compartir
infraestructura física, computadoras, como la única
posibilidad de hacer participar no solamente a las elites del “Propusimos a este Perú de
país en el uso de estas nuevas tecnologías. Considero que pequeños empresarios
éstas no implican un cambio solamente en las invertir en cabinas públicas
telecomunicaciones, sino que hoy día hay un cambio la indemnización que les toca
estructural de la economía y para el cual cada país tiene que en sus trabajos cuando son
estar preparado. despedidos. Y hoy hay 680
EC – La idea era compartir tecnología, infraestructura, ¿entre cabinas públicas en todo
quiénes? Perú, siete nuevas cada
JS – Entre los usuarios. Generamos un modelo -sin semana, como
olvidarnos de entregar servicios, como cualquier proveedor emprendimientos de
de servicios de Internet- de acceso telefónico para aquellos pequeños empresarios que
que tienen computadora y teléfono, que son los menos, 1,3% invierten una porción de su
en América Latina, pudiendo llegar a 4,5%, que sería la indemnización y se aseguran
cobertura total de ese mercado, por el que todos se pelean su medio de vida”
cuando vienen de Estados Unidos: StarMedia, Terra, etcétera.
Todos quieren esa elite, esa crema de mercado, igual que quieren la parte corporativa.
EC – O sea que ustedes atacan ese sector del mercado, le brindan servicio de acceso a
Internet.
JS – Absolutamente. Le damos el servicio “premium”, el mejor servicio que se puede dar en
el país, porque no tenemos el complejo o la necesidad de hacer subvención cruzada, como
hace Telefónica, para promocionar el uso de minutos telefónicos. Rápidamente nos dimos
cuenta de que era necesario ampliar ese mercado y generamos el modelo de cabina pública,
que no está basado, como la mayoría cree, solamente en el acceso. Nuestro modelo no piensa
en el acceso a Internet, porque nuestras poblaciones no hablan inglés y el acceso es para
consumir o poner información. Promovemos mucho la educación de Internet. En el primer
año, en una cabina pública con 20 computadoras, un centro de entrenamiento para 60

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personas, logramos entrenar a 50.000 personas, mostrándoles las ventajas de la utilización,
con sentido común, en su vida cotidiana, de esta nueva tecnología.
EC – O sea que con cada cabina ustedes entrenan en un año a 50.000 personas.

JS – Eso sucedió con la primera en 1994, cuando


“Creemos que esta
comenzamos con el proyecto. Rápidamente nos dimos cuenta
tecnología permite salir de la
de que no teníamos capital para desarrollar nuestra propia red
geografía, recuperar la
de cabinas. Propusimos a este Perú de pequeños empresarios
inteligencia exportada de
invertir en cabinas públicas la indemnización que les toca en
peruanos, uruguayos,
sus trabajos, cuando son botados como consecuencia de esta
argentinos, latinoamericanos
nueva reconversión económica donde se bota a mucha gente
en general”
y cada vez es menos la gente que tiene trabajo. Y hoy hay
680 cabinas públicas en todo Perú, siete nuevas cada semana,
como emprendimientos de pequeños empresarios que invierten una porción de su
indemnización y se aseguran su medio de vida.
EC – ¿Efectivamente quienes han invertido han sido ese tipo de personas?
JS – Efectivamente.
EC – Los despedidos.
JS – Los despedidos, exactamente. Hemos logrado generar un modelo muy a la peruana.
EC – ¿Ustedes restringían la posibilidad de invertir sólo a esa gente?
JS – No, para nada. Hicimos un modelo que compartimos abiertamente con toda la sociedad,
mostrándole que era posible formar parte de esta Internet que comenzaba a nacer y hacer
nuevos negocios.
EC – ¿Cuánto han captado de inversión para esta red de cabinas?
JS – No hemos captado, cada uno invierte en su propio negocio. Nosotros les damos asesoría,
entrenamiento, colores, marketing generalizado, les enseñamos a gestionar su empresa, les
damos garantía de que van a ganar plata.
EC – Es una especie de “franchising”.
JS – Sí, es una especie de “franchising” sin ese nombre, como también hicimos comercio
electrónico antes de que éste tuviera nombre, como hicimos Intranet antes de que éstas
tuvieran nombre, como tuvimos el primer portal -el web de la Red Científica es el número
235 del mundo, uno de los primeros que existieron, y funcionaba dentro de Perú- antes de que
estuviéramos conectados a Internet.
EC – Entonces hoy están en 680 cabinas, cada una de las cuales tiene un mínimo de ¿cuántos
PC?
JS – 20 computadoras. Lo más interesante es que ahora estamos exportando el modelo, puesto
que ya tenemos un proyecto ejecutándose en El Salvador, donde estamos instalando 100
cabinas públicas, y ya estamos en un proceso de expansión como compañía a nivel regional.
Creemos que esta tecnología permite salir de la geografía, recuperar la inteligencia exportada
de peruanos, uruguayos, argentinos, latinoamericanos en general y que hay una porción
importante de la población -las clases C, D y E- que no participan de Internet. En Perú hay
820.000 usuarios, casi tanto como en Chile, donde tienes mayor movimiento económico, más
cantidad de infraestructura, una educación más elevada; sin embargo, hemos logrado una
cantidad superior de usuarios.
EC – 820.000 son los usuarios finales por teléfono.
JS – No, totales, contando los usuarios de cabina pública.
EC – En una población de…
JS – …25 o 26 millones de habitantes.
EC – Todavía hay mucho para avanzar, entonces.
JS – Hay muchísimo por hacer, ya estamos en ese proceso como compañía.

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EC – ¿De qué manera termina utilizando Internet alguien que, por ejemplo, no tiene teléfono
ni PC?
JS – Llega a un centro -que llamamos “centros comunitarios” o “cabinas públicas”-, paga -si
quiere- por hora -lo puede compartir- 20 centavos de dólar, dos soles, o puede tener una
contribución mensual de 15 dólares y utilizar ilimitadamente los recursos.
EC – Son precios muy baratos.
JS – Es la ventaja de escala y de poder compartir recursos.
EC – 20 centavos de dólar la hora o 15 dólares mensuales de canilla libre.
JS – Con línea dedicada de alta velocidad asimétrica a 128/45 megabits de posibilidad para
cada cabina pública.
EC – ¿Con estas cabinas ustedes han llegado efectivamente a penetrar el territorio de Perú?

JS – Hemos generado un nuevo paradigma; las empresas


telefónicas pensaban -como todo el mundo en general piensa- “Estamos frente a un cambio
que Internet es un “cut and paste” (“cortar y pegar”) del paradigmático o profundo en
modelo norteamerciano. Nosotros creemos que el modelo la economía, donde se está
debe ser adaptado a las realidades de cada uno de los países, separando la economía de la
sin olvidarse de que hay que dar el servicio telefónico o el de información y la economía
líneas dedicadas, pensar muy fuertemente en dar servicio de del trabajo de la economía
contenido y entrar a la población. Tenemos proyectos en la de las cosas. Es necesario
selva amazónica, donde hemos entrenado a indios ayánicas y estar preparados para ese
ellos están entrenando a otros indígenas de otras tribus para el mercado grande”
uso de esta nueva tecnología. Creemos que es necesario
generar escala de mercado. La mayoría de las empresas se ocupa de ese 4,5% de la población
corporativa, o de clase A o B. Nosotros creemos que, sin dejar de lado ese mercado, hay que
ocuparse del 95% restante, porque ahí es donde va a estar el negocio del futuro.
Estamos frente a un cambio paradigmático o profundo en la economía, donde se está
separando la economía de la información y la economía del trabajo de la economía de las
cosas. Es necesario estar preparados para ese mercado grande. Solamente lo podemos hacer
los locales, no los que vienen desde Estados Unidos o desde grandes metrópolis, porque creo
que Internet tiene que ser multilocal y dar servicios e información relevantes para el usuario
común, no solamente mostrar dónde puedo comprar un CD o libros, sino dónde puedo hacer
una transacción.
EC – Vamos a ejemplos de cómo ha cambiado la vida de aquellos integrantes de ese 95% que
no tiene teléfono ni PC y se ha animado a acercarse a una de estas cabinas. ¿Ha sido sencillo
que la gente se acercara?
JS – Creo que sí. Todos los que hemos vivido muchos años fuera de nuestros países sabemos
que la abundancia de información y de recursos en los países desarrollados ha hecho que el
acceso al Internet sea una moda pero no una necesidad. En cambio, a países como Perú, tener
Internet reemplaza la comunicación extremadamente cara -tres dólares por minuto para un
llamado internacional en un país donde 1 millón de personas viven fuera, donde hacer un
“chateo” (conversación escrita a través de Internet), “voice mail” (correo de voz) o “IP voice”
(conversación oral a través Internet), usando la tecnología para conversar con sus familiares-
le permite generar una escala de negocios que le permite estar en comunicación con su
familia, extender la frontera de Perú hasta donde haya un peruano.
EC – O sea que ahí tenemos una parte del uso que esa gente común y corriente le está dando a
Internet por medio de estas cabinas: simplemente comunicaciones, sustituir el teléfono.
JS – Ese es uno de los elementos. También tienes la necesidad de hacer comercio electrónico.
Este millón de peruanos en 1994-1995 comenzó a mandar tortas a sus familiares para las
fiestas, para el Día de la Madre o de los Enamorados. Pusimos un web con 20 modelos de

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tortas que podían ser vistos desde cualquier lugar del mundo -para un peruano en el exterior
era sencillo acercarse a Internet, no así para un peruano de Perú-, se elegía la torta y una red
de madres que iban a cabinas públicas en todo Perú, después de haber recibido los 25 dólares
que se pagaba por cada una de estas tortas en el exterior, producía la torta de manera local, en
un pueblito lejano de Lima, y la entregaba. Costaba dos o tres dólares fabricar esa torta, la
ganancia era muy alta. La escala ha hecho que hoy ese negocio produzca 20.000 dólares
mensuales para ese grupo de madres que de otra manera no hubiera podido encontrar
sustento.
La revista Time menciona a un señor que vende artesanía en la plaza de Cuzco, cuyo principal
ingreso es exportar esa artesanía peruana de alta calidad a Kuala Lumpur. Lo hace a través de
una cabina pública. Es un quechuahablante, prácticamente no sabe inglés, sin embargo a partir
de la relación social que genera en la cabina pública, a partir de la capacidad de aprender el
uso de esta herramienta, genera ese comercio electrónico que no lleva ese nombre, sino que se
le llama “Queco”, por mencionar un dios nuestro, muy informal, que aprovecha la tecnología
de manera concreta. Esa es la forma de generar una Internet en América Latina.
EC – Son ejemplos muy removedores; quizás convendría agregar alguno más.
JS – Hay dos que para mí son muy importantes, porque los que somos clásicos, como Carlos
Afonzo, Magela Sigilitto y otros, nos preguntamos para qué estamos haciendo esto: ¿para que
las corporaciones aprovechen nuestro conocimiento o para que haya cambios estructurales en
nuestra realidad, generando al mismo tiempo medios económicos para nuestras empresas o
para las entidades en las que trabajamos?
Un chico de 16 años, que usa ojotas, no tiene capacidad de usar zapatos, sabe leer y escribir
pero no sabe inglés, generó algo que los latinoamericanos en general decimos que es
imposible: hizo un circuito impreso que permite firma digital y ganó el primer premio de
invención en Ginebra el año pasado. Lo hizo desde una cabina pública. Este chico recién está
terminando el Secundario con extrema dificultad, y lo hizo porque pudo tomar contacto,
gracias a la cabina pública, con un primo que es mozo de café en Nueva York, que le dio
-porque a su vez él está estudiando y consiguió los libros- los fundamentos teóricos para que
diseñara esa tarjeta, la realizara con partes recuperadas de la basura y ganara ese premio en
Ginebra. Esa es una de las posibilidades.
El otro caso es un pueblito en Chincheros, un pueblo cercano al Cuzco, donde una comunidad
de 50 personas traía al mercado sus productos -ají, papa, camote-, pero tenía problemas para
subsistir porque no le alcanzaban los 300 dólares mensuales que toda la comunidad en su
conjunto lograba reunir. (Un campesino en Perú desde 1980 ha reducido su ingreso a menos
de 11 dólares al mes por cabeza). Le pusimos una ONG, una computadora en la casa del cura
del pueblo, en una pequeña iglesia que había en el lugar, donde los campesinos en su propio
idioma -tenemos videos sobre el tema y el caso ha sido mencionado por Clinton y Gore-
comenzaron a asistir y usar la computadora para recibir cursos de ONG y del Ministerio de
Agricultura. Recibieron cursos de mejoramiento de tierras, de “packaging”, y hoy, en lugar de
llevar su producción al mercado de Chincheros, la llevan al aeropuerto y la exportan
directamente a Cuzco, donde venden papas, etcétera, a los gringos, a quienes les encanta
comprar esas papas que tienen la energía del Machu-Pichu. Y ganan 1.500 dólares, con lo
cual han logrado aprovechar la ventaja competitiva de usar nuestra cultura, nuestra
inteligencia, en lo que sí les ganamos a los gringos.
Doy un ejemplo de El Salvador que es bien divertido. Unos campesinos me contaban que
tenían problemas para subsistir; estábamos instalando una cabina pública en una
municipalidad que se llama Gildejapas y hablando de productos novedosos les preguntamos
qué producían. “Nada, compadre, ya estamos hasta las patas”; “Pues, ¿por qué no arman
turismo?”; “Ya”; “¿Qué es lo principal que han hecho acá?”; “Acá tuvimos guerra”; “Pues,
¿por qué no arman el ‘trekking’ del camino de la guerra? Disfrazan a unos cuantos de

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soldaditos, a otros cuantos de guerrilleros, engañan a los gringos y los hacen caminar por los
caminitos por donde ustedes caminaban”. Hoy eso está produciendo, para esa comunidad,
15.000 dólares mensuales.
EC – ¿Qué dicen ustedes? Ya sé que no están descubriendo ahora lo que está contando
Soriano pero, por lo que conocen, ¿qué conclusiones sacan?
CARLOS AFONZO:
La primera cosa es que no hay nada que llegue cerca de la experiencia peruana en Brasil. Un
problema fundamental es que nuestra escala es muy grande, tenemos como 5.500 municipios,
de los cuales a lo sumo 300 tienen acceso local a Internet.
EC – ¿Qué quiere decir que sólo 300 tienen acceso local a Internet? ¿Cuál es la consecuencia?
CA – La consecuencia es que las personas que viven en esas ciudades tienen que marcar un
número fuera de la ciudad para entrar a Internet, si tienen computadora y teléfono.
EC – O sea que si tienen el equipamiento para entrar a Internet solamente pueden hacerlo
mediante una llamada de larga distancia.
CA – Exactamente. Hay casi 5.300 ciudades en esa situación. La situación de lo que
llamamos acceso universal en Brasil es muy seria y se refiere exactamente al tema que la Red
Científica Peruana ha tratado, es un modelo muy efectivo. Nosotros no tenemos nada parecido
en Brasil, ni como política nacional ni como iniciativas individuales o locales. Por eso es
importante aprender esa experiencia, no para transplantarla allá, para poner una copia exacta,
sino para adaptarla, para aprender de los errores; esto no ha sido fácil, José tiene hoy una
experiencia que le ha costado… no le veo canas, pero seguramente ha costado canas. No es de
ningún modo fácil; además, por el hecho de que en otros países no había una experiencia
similar de la cual aprender. Este tipo también ha sido un creador. Tiene que enseñarnos todo
en cuanto a éxitos y fracasos.
EC – Magela, ¿qué pasa acá, en Uruguay?
MAGELA SIGGILITO:
La primera reacción de un uruguayo cuando escucha a José es decir: “Eso está muy bien en
Perú, pero nosotros nos parecemos muy poco: no tenemos demanda insatisfecha de teléfonos,
tenemos UruguayNet”. Tenemos una serie de cosas que inicialmente nos hacen pensar que
estamos totalmente separados. Pero mirando un poquito más a fondo como proveedores de
servicios sabemos que la mayor concentración de usuarios de Internet está en las zonas de
ingresos medios y medios altos de Montevideo y algunos lugares del interior del país. Por otro
lado, es poco lo que se hace. José plantea que la cabina no es solamente un lugar de acceso a
Internet, sino también un lugar de capacitación. Tampoco estamos teniendo eso en Uruguay,
masivamente y hacia todo el país.
EC – Curiosamente, ahora hay un proyecto de StarMedia que se está extendiendo por
América Latina y aparentemente vendría a Uruguay a instalar escuelas para la formación en
informática y en particular en Internet, en algunas zonas marginadas de los distintos países.
MS – Son iniciativas interesantes; si vienen, bienvenidas sean. El hecho es que en este
momento todavía no tenemos iniciativas de ese estilo funcionando. Si StarMedia lo hace va a
ser positivo, hay espacio para mucho entrenamiento, hay muchos que todavía no tienen
acceso, hay espacio como para que eso suceda.
JS – Parafraseando a un candidato de Perú no oficial, yo acostumbro a decir que en Internet
no sobra nadie y en América Latina menos todavía. Como corporación internacional y como
inversión concreta pensamos expandir el modelo de cabinas públicas a toda la región,
incluyendo Estados Unidos, porque creemos que hay un mercado muy fuerte. No es
solamente un mercado de acceso a Internet; es un mercado de cómo utilizar estas
herramientas en la práctica concreta para mejorar la vida de la gente generando un desarrollo
económico que permita excedentes que paguen a la compañía una porción de eso que acumula
la gente común, de manera tal de generar una escala de negocios. Hemos vendido eso en

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Estados Unidos y hemos logrado alrededor de 100 millones de inversión, con lo cual nos
estamos expandiendo. Incluyendo a Uruguay, donde creemos que las ventajas no solamente
están dadas por la instalación de cabinas públicas -lo vamos a hacer en todos los
departamentos en el corto plazo-, sino porque Uruguay tiene un stock de “know-how”, de
inteligencia, que si lo miramos como corporación, a nivel regional, puede ayudar al desarrollo
de toda la región generando software, determinados tipos de contenidos e interfases que
permitan un mejor uso.
Uno de los problemas de América Latina es que no estamos alfabetizados todos de la misma
manera; nuestras culturas son diversas. Cuando vienen StarMedia, Terra, estos modelos “cut
and paste” desde Wall Street están trayendo Estados Unidos a nuestra realidad, y eso es
solamente para una clase de nuestra realidad. Miran América Latina como si fuera un todo, y
no es así: somos diversos.
EC – ¿La extensión de las cabinas públicas en Uruguay está previsto para el corto plazo?
JS – De inmediato.
EC – ¿Cómo se hace la formación de ese peruano que quizás nunca vio una computadora y
que se acerca a una cabina pública? Pensemos en alguien mayor, en un desocupado de los
suelen producir las últimas tendencias económicas, alguien de 50 años que de golpe se queda
sin trabajo. Pensemos en esa persona instalándose de golpe frente a un PC; ¿cuánto tiempo le
lleva familiarizarse con Internet en la experiencia que ustedes han recogido?
JS – En la práctica, cuando instalamos las cabinas públicas nos dimos cuenta de que el fin
principal no era el acceso a Internet, sino resolverle algún problema a la gente. Esta persona
de 50 años que no tiene trabajo quiere encontrar formas alternativas de encontrar trabajo o
quiere aprender alguna cosa que le permita reconvertirse en su trabajo. América Latina está
llena de taximetristas que son físicos nucleares, arquitectos o ingenieros. Esto es general; en el
caso de Perú se compran un taxi. Hoy nosotros estamos tratando de darles entrenamiento para
resolver el problema, pero los miramos como promotores.
Nuestra primera clientela fueron los periodistas, los bibliotecarios, los que están
acostumbrados al trabajo con información. Esto les permitió difundir un modelo distinto, no
ese modelo de consumo que mira a Internet como si fuera la televisión de los 70, donde yo
solamente puedo elegir dentro de un rango muy limitado, sino que mira una Internet
interactiva, de oferta de información, de puesta de información, de uso como una herramienta
para solucionar problemas concretos.
Procuramos que el entrenamiento sea hecho por pares: si es periodista, que sea hecho por
periodistas; si es para médicos, hecho por médicos; si es para maestros, hecho por maestros; si
es para indígenas, hecho por indígenas. No creemos que tengamos que apropiarnos de la
información; al contrario, hay un principio básico de esta Internet que no creo que sea sólo un
desarrollo tecnológico, como dice un amigo mío francés: en realidad es un desarrollo político,
porque la sociedad civil se apropió de una tecnología y generó con esto algo para lo que no
estaba creada.
EC – ¿Cuánto tiempo lleva familiarizarse?
JS – Dos horas. Justamente, con la diferencia entre el proceso onanista del acceso por teléfono
donde tengo que aprender solo, y cuando lo hago de manera colectiva, donde tengo el apoyo
de un igual, de muchos iguales en un lugar donde puedo conversar porque estoy hablando a
mi mismo nivel, sin los miedos normales por la edad, yo voy a recibir un entrenamiento
práctico que me va a permitir realmente salir a buscar lo que estoy tratando de encontrar.
EC – ¿Qué pasa con un analfabeto?
JS – Es más difícil, necesita interfase inteligente, como decimos nosotros; es decir, alguien
que tenga un poco más de conocimiento. Por eso decía que América Latina tiene paradigmas
distintos; tenemos que desarrollar muchas herramientas que utilicen el desarrollo del comando
por voz a la computadora.

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EC – Pero una solución intermedia es que alguien colabore con él, que vaya operando el PC
en su nombre.
JS – En grupo. En zonas quechuahablantes, en zonas aymaráhablantes, en zonas totalmente
-no me gusta la palabra “analfabeto” y siempre la rechazo- de gente alfabetizada de otra
manera, con otra cultura, pero con los objetivos de preservar su cultura, hemos utilizado gente
de la misma comunidad muy bien entrenada, que tiene dos culturas porque ha sido entrenada
en la Universidad o al menos tiene Secundario. Hemos buscado que esa gente sea la interfase
inteligente, porque tiene algo que ninguno de nosotros puede tener: la comprensión
cosmogónica, cultural, de cuál es el problema de esta persona para acceder a esta tecnología y
qué es lo que busca, qué es distinto, para dárselo nosotros.
**************
EC – La experiencia de las cabinas públicas fue impulsada por organizaciones no
gubernamentales.
JS – No solamente por ONG. Aprendimos de los errores de la región, consideramos que las
redes debían ser distintas, no podían ser redes académicas. Estamos hablando de un
protoInternet porque tenía dificultades de control del Estado, de presupuesto, de quién era el
propietario -cuando cambiaba una administración generaba problemas-; tampoco queríamos
solamente una red de ONG, puesto que eso generaba una cierta militancia, un cierto cruzarse
de vereda, una visión del mundo en un momento difícil para la realidad de América Latina y
de Perú. En ese momento las ONG éramos consideradas todas subversivas en Perú por
nuestro presidente.
Generamos un modelo que llamamos nacional, donde expandíamos la realidad de Perú fuera
de sus fronteras hasta donde hubiera un peruano, porque era necesario recuperar la
inteligencia que exportábamos constantemente al exterior por dificultades económicas, por
terrorismo, por lo que fuera. Sin embargo generamos una ONG que es un caso medio único,
ya que ha logrado formar una sociedad en la cual es dueña del 48% de las acciones. Es decir,
el 48% de las acciones pertenecen a la Red Científica Peruana “non profit” (sin fines de
lucro), lo que le permite tener una entidad con una propiedad de 25 millones de dólares, 2
millones de dólares en efectivo, ninguna deuda y una lógica actual de no tener que ocuparse
de la práctica de manejar una red nacional, como hacíamos en aquel momento, sino de
preocuparse por los nuevos problemas que presenta esta tecnología.
EC – La Red Científica Peruana se ha mostrado como un emprendimiento rentable.
JS – Siempre fue rentable, nunca recibimos ningún tipo de subvención ni del Estado ni de
ninguna multilateral, a veces algún regalito de algún “router” o algún módem en algún
momento de nuestra historia. En la práctica teníamos la obligación de ser rentables a pesar de
ser “non profit”. La única diferencia es que reinvertíamos cualquier rentabilidad para mayor
crecimiento, lo cual generó la lógica de crecimiento de la red, que en 1995 llegó a un
crecimiento de 2.096%, tanto en cifras de negocios como en usuarios.
EC – ¿Cómo se pasó de la Red Científica Peruana a la Red Uno? ¿Cuál fue ese escalón?
“Vamos a venir a Uruguay para competir con los grandes que están aquí, sin miedo”
JS – La lógica de crecimiento de una entidad del tipo de la nuestra tenía un techo, esto es una
industria de capital intensivo, entonces necesitamos inversión de alguna forma. Entonces
salimos a buscar inversores. Elegimos a Westphere Capital, un “private equity” de fondos de
pensión norteamericanos que invierte en América Latina, que para nosotros era la mejor
elección porque tenía cara, latinoamericana además, puesto que es dirigida por un
colombiano. Nos permitía no estar metidos dentro de las otras corporaciones que nos querían
comprar, como Telecom Italia o Salomon, Smith & Barney.
Con esto que realizamos en diciembre de 1999 la Red Científica por fin va a poder dedicarse
a su misión “non profit”, que es movilizar, promocionar en la sociedad civil la necesidad de
reflexionar sobre los problemas que traen estas tecnologías, como seguridad ciudadana,

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privacidad, los problemas de cómo utilizarlas para educación, para saber qué quiere realmente
la población con su uso, y generar una empresa socialmente responsable, por fin, con capital
suficiente para realizar su visión. Esta visión es que hay negocio para un Internet yo no diría
alternativo sino diverso, como diversa es América Latina, que se opone al modelo que viene
de las grandes corporaciones, desde Estados Unidos o Europa, que copian el modelo
americano.
EC – Así surge Red Uno, una corporación que va a desplegarse por América Latina.
JS – Se está desplegando. La Red Científica Peruana tiene el 48%. El “management” lo
realiza el mismo equipo que hacía la operación de Red Científica Peruana. Estamos haciendo
alianzas, la extensión es muy rápida: ya llevamos puntos de presencia en negociación en siete
países. Uno de ellos Uruguay, con Chasque, puesto que somos organizaciones de origen
similar, de desarrollo similar, que compartimos la visión de esta Internet diversa para América
Latina. Tenemos tanto una lógica de dinámica “non profit” como una lógica de dinámica
como empresa, puesto que vamos a venir a Uruguay para competir con los grandes que están
aquí, sin miedo.
EC – Van a competir suministrando acceso a Internet.
JS – Todos los accesos y todos los tipos de servicios.
EC – Además van a instalar las cabinas públicas.
JS – Exactamente.
EC – ¿Dentro de qué plazos, Magela? ¿Qué podemos adelantar? El socio aquí es Chasque.
MS – Todavía no podemos adelantar en qué plazos, pero yo diría que en muy pocos meses.
No puedo dar una fecha, no me gusta esto de anunciar cosas que después se demoran, pero sin
duda las primeras estarán instaladas en muy pocos meses.
EC – ¿Dónde estarían ubicadas? ¿En Montevideo o en el interior?
MS – Es un plan que todavía no tenemos hecho al detalle. En este momento no puedo dar
direcciones que no tengo, pero fundamentalmente estoy pensando en el interior y algunas
áreas de Montevideo.
EC – ¿Estaríamos siguiendo el modelo de Perú, en ese mismo tamaño de cabinas?
MS – No, ésa es una de las cosas que hay que ver, porque las poblaciones de Perú y Uruguay
son muy diferentes, eso es parte del análisis que tenemos que hacer. Me parece que
inicialmente 25 computadoras pueden ser mucho para Uruguay.
EC – En principio están pensando en cabinas públicas más chicas.
MS – Sí.
EC – ¿Y en Brasil? ¿Cuáles son las posibilidades de extender este modelo, de trabajar con
Red Uno?
CA – Ahora estamos trabajando en un esfuerzo conjunto para toda América Latina para
formular estrategias y utilizar esta posibilidad para adaptar este modelo a los distintos países.
En Brasil todavía no hay nada en ese sentido. Estamos aquí, en Montevideo, discutiendo las
posibilidades de cooperación.
EC – Roberto Bissio, director del Instituto del Tercer Mundo, ¿qué papel juega ese instituto
en este proceso?
ROBERTO BISSIO:
El Instituto comenzó y creó Chasque cuando Internet no existía en Uruguay, porque era un
área de investigación muy interesante y una necesidad de las organizaciones de la sociedad
civil. Por un lado nos volvimos el primer proveedor y tuvimos un papel en el cambio de las
políticas. En un momento incluso planteamos un juicio de amparo contra Antel, porque lo que
ahora es Internet era ilegal, estaba prohibido, no se podía hacer en ese momento. Ese juicio de
amparo generó un debate que condujo a una revisión de políticas, a la creación de Adinet y
luego de UruguayNet, etcétera, junto con otros factores, además; no vamos a asumir
protagonismos, hay mucha otra gente que también estuvo trabajando. Pero tuvimos un papel

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en eso, generamos un servicio que como tal es similar a lo que describía Soriano, que es
rentable e incluso genera posibilidades de invertir en el desarrollo de contenidos. En este
momento se va a dar una situación en la cual este servicio va a pasar a ser un servicio
comercial, competitivo; ya la fase pionera ha pasado y debe jugar con las reglas
convencionales de juego.
El Instituto va a seguir muy interesado en los temas de la información, porque son esenciales
para la sociedad civil. Tenemos temas en Uruguay y América Latina de legislaciones que no
se han adaptado o no son adecuadas a los temas de privacidad de los ciudadanos, de censura,
de libertad de expresión y asociación sobre Internet, los temas de la generación de
información como valor, como posibilidades de desarrollo. En todo esto hay una amenaza; sin
duda las grandes concentraciones que estamos viendo, las noticias de la fusión de America On
Line con Turner-Time-Warner, generando enormes conglomerados productores de
información, de contenidos, de entretenimiento, dueños de los canales sobre los que se
transmite esa información. Ahí uno se empieza a asustar.
También hay una posibilidad inherente a las nuevas tecnologías de información y
comunicación: ponen en manos de la gente común herramientas poderosísimas que antes sólo
podían tener grandes organizaciones. En Uruguay en los últimos dos años se han producido
tres largometrajes que es más de lo que se había hecho en 20 años para atrás. ¿Por qué? Ahora
las herramientas técnicas, las cámaras de video, las grabadoras, están a disposición de gente
con ideas, con iniciativas. Hay que combinar ambas cosas y utilizar ese potencial para que la
gente pueda crear: crear información, crear productos vendibles y que generen fuentes de
trabajo, crear opinión, crear capacidad de expresión. Eso requiere pensar, sistematizar
experiencias, diseñar políticas, a veces cambiar mentalidades; no todas las leyes deben ser
cambiadas, de pronto simplemente hay que entender cómo se aplican los viejos conceptos a
las nuevas situaciones. Es necesario crear una cultura de estos temas desde el enfoque de
Internet para la diversidad.
Aprendimos de la ecología que en la diversidad está la riqueza y no en la lógica del
monocultivo, en las grandes plantaciones que en sí mismas llevan la semilla de la destrucción,
que necesitan de la diversidad para generar y regenerar permanentemente el “pool” genético
de los cultivos. De la misma manera la cultura necesita de esa diversidad, la economía
necesita de esa diversidad, vamos a hacer la Internet para la diversidad. Y el Instituto, como
institución sin fines de lucro, va a continuar trabajando en esos temas y va a continuar con una
participación accionaria como parte de su acerbo institucional en este consorcio de Red Uno
que se está creando.
EC – Volvemos a José Soriano: en la extensión que Red Uno está efectuando en América
Latina, ¿cómo se encuentran para enfrentar a la competencia? Esta idea de las cabinas
públicas en principio puede ser copiada.
JS – No solamente creo que América Latina es diversa -como no saben en general cuando
vienen de mercados como el americano o el europeo-, nosotros creemos en el desarrollo de la
multilocalidad en la información, en la entrega de servicios, en la captura de esa información
que va a permitir acumular el valor dentro de la región que haga una empresa que, social y
responsablemente, genere ese valor para ser una IPO (Initial Public Offering) en dos o tres
años o para acumular mayor valor, que le permita en el futuro mejores inversiones y más
desarrollo.
América Latina tiene una Internet no madura, ni en infraestructura ni en computadoras ni en
cadenas de distribución. Cuenta con cabinas públicas como proyecto y como modelo, como
solución a estos problemas y al problema más importante en Internet, que es el entrenamiento
para el aprovechamiento de la diversidad, no el apropiarse de la información de otros, como
en general se propone desde los grandes portales o desde las empresas “.com”, sino
revalorizando nuestras culturas y los dominios nacionales: el “.uy”, el “.pe”, como valores

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que en el futuro van a ser la moneda de cambio. Todos sabemos que en esta nueva economía
el dólar es importante, pero la materia prima ya no es ni la plata ni el oro, como en el caso de
Perú, sino la inteligencia. El medio de utilizar esa inteligencia es la información, usando la
comunicación como transporte. Eso es Internet.
EC – Para eso, ¿qué importancia tiene la dirección en Internet, ser “.com” o ser “.pe” o “.uy”?
JS – El concentrar toda la información en Estados Unidos hace que en el futuro vayamos a
pagar por la información que hemos producido nosotros mismos. Ya la estamos pagando,
puesto que pagamos el 100% de la conexión a Estados Unidos y no nos damos cuenta, porque
lo paga el usuario final. No tenemos políticas de Estado que defiendan las empresas
nacionales de esta tecnología que permitirían acumulación de valor nacional muy importante.
No tenemos regulaciones que permitan un enfrentamiento de igual a igual -en eso tenemos
mucha experiencia- con grandes monopolios que tienen una visión corporativa regional,
predadora dentro de la región, que no permiten justamente el desarrollo tecnológico, el uso de
estas tecnologías de manera que permitan verdadera y abierta competencia, como hoy dicen
prácticamente todas las constituciones de la región.
Creo que el trabajo corporativo tiene que demostrar en esa experiencia que ya tenemos en
Perú, de ocho años de lucha contra los monopolios, que la tecnología y la burocracia se
derrotan con inteligencia, con sentido común, con utilización de la tecnología para resolver
problemas, y no con la tecnología como un fin en sí misma. Acumulando valor y haciendo de
ese valor el orgullo de poder conseguir los fondos, porque somos rentables, porque en ese
valor podemos encontrar los fondos para el desarrollo de América Latina de manera
autosustentable.
————–
Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Julieta Sokolowicz

LAS CABINAS PÚBLICAS DE INTERNET,


PRODUCTO PERUANÍSIMO
por: Yuri Herrera Burstein, Gerente Proyecto Infocentros.

La noción de Cabinas Públicas es la consecuencia de 6 años de experiencia de la Red


Científica Peruana construyendo un modelo alternativo de red nacional en un país en vías de
desarrollo, que, sin descuidar al público objetivo del modelo comercial, puede rápidamente y
con poca inversión, lograr que un alto porcentaje de la población pueda interactuar con el
mundo utilizando estas nuevas tecnologías (acceso universal). Este proyecto no está
fundamentado exclusivamente en motivaciones “sociales o de desarrollo” sino también en la
lógica de los mercados de escala que posibilitan que sea autosostenido. Además e adapta a la
realidad económica y de infraestructura disponible en un país en vías de desarrollo como los
nuestros.
En general, cuando hablamos de Internet, influenciados por la prensa especializada, creemos
que hay un modelo único basado en los accesos telefónicos, en la información concentrada –
en general en inglés- y para gente que tiene computadoras en su casa. Todas las estrategias de
desarrollo comercial del Internet abonan este pre-concepto y están orientadas a un público que
reúna estas condiciones asimilando el desarrollo de esta industria en la región, a como lo está
haciendo Estados Unidos, con un mercado maduro, que después de 20 años de desarrollo,
representa el 73 % del total de usuarios de Internet en el mundo.

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Este modelo está basado en que 97 de cada 100 hogares tienen teléfono y 43 de cada 100
tienen una computadora instalada en su casa. En general, en la región no se toma en cuenta
que la infraestructura que soporta este modelo de negocios cubre territorialmente con fibra
óptica todo Estados Unidos y está prácticamente 100% digitalizada. Tampoco toma en cuenta
que este desarrollo ha sido y es altamente subvencionado por el gobierno promocionando su
difusión y uso para toda la población (acceso universal) y que la desregulación de las
telecomunicaciones promueve y protege realmente la libre competencia. Las diferencias
saltan a la vista de inmediato cuando pensamos en el desarrollo de estas nuevas tecnologías en
América Latina.
El modelo concentrado, basado en acceso telefónico, en computadoras domiciliarias y en el
consumo pasivo de información, a pesar de lo que se piensa corrientemente, no es el único
posible.
Cuando iniciamos la implementación de la Red Científica Peruana, a fines de 1991,
encontramos diferencias muy grandes y evidentes que impedían un desarrollo similar al
registrado en otros países en:
• Infraestructura Básica
• Cantidad de teléfonos por habitante
• Cantidad de computadoras por habitante
• Regulación favorable a los monopolios
• Altas Tarifas
• No-existencia de Subvenciones para Internet
Las Cabinas Públicas son parte de la solución que implementamos pero no deben ser vistos,
como tampoco debe ser visto Internet, como un fin en sí mismo. Es más, es necesario detectar
cuáles son los problemas reales que enfrentan nuestras poblaciones y encontrar soluciones
tecnológicas que aporten a su solución.
2) Cabinas Públicas – Resumen
Creemos que las Cabinas Públicas no sólo cumplen la función de permitir el “acceso” al
Internet sino que, por el contrario, deben estar orientados a la producción de información, a
lograr intercambio de negocios y conocimiento en el ámbito nacional y a la generación de un
canal de distribución de la misma. No será posible pensar en “mercados virtuales” si no
creamos una red interna, nacional, de productos orientados a resolver los problemas
principales de la población del país, ayudar a resolver los problemas de integración, de
consolidación cultural, de idioma, de preparación para la competitividad. En definitiva, de
ayudar al desarrollo económico y social de nuestros países generando un mercado nacional.
El concepto de Cabina Pública describe centros donde la población tiene la posibilidad de
participar pro-activamente en el uso de las nuevas tecnologías de información posibilitando el
acceso a ésta, brindando servicios de comunicación, biblioteca y capacitación; orientado
específicamente a posibilitar la promoción de la puesta en línea de información local.
Una Cabina Pública cuenta con una red local de computadoras personales conectadas a un
servidor de red de área local que tiene conexión dedicada a Internet y un centro de educación
para 25 personas. Consta de 20 estaciones de trabajo como mínimo, scanner, impresora,
proyector, sala de conferencias, teléfonos públicos, cafetería, etc.
3) Modelo RCP de Acceso Universal (Cabinas Públicas)
El modelo integra los siguientes elementos centrales:
• Una organización participativa que permite involucrar a todos los agentes de la
sociedad, que sustenta, lidera y orienta el proceso del desarrollo del proyecto.
• Una red de cabinas públicas (Infocentros, Telecentros o Monocabinas), como esquema
de acceso universal y, por ende, de reducción de costos del acceso a la información y
las nuevas tecnologías.

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• Un sistema global de aplicaciones y contenidos relevantes para la población, que dan
valor a la red y permiten ofrecer servicios globales..
• Un programa intensivo y masivo de entrenamiento que genera una cultura de uso,
alimentación y aprovechamiento del valor de la red.
Otra importante característica del Modelo RCP, que está directamente relacionada con la
generación de aplicaciones y contenidos, es su percepción del Mercado de las Redes de
Cabinas Publicas.
Asimismo la RCP ha desarrollado un modelo de Franquicia que, como componente del
Modelo de Cabinas Públicas, permite garantizar la rentabilidad del Proyecto y la de sus
participantes (Franquiciados). El modelo de Franquicia permite también el desarrollo de
servicios globales y el mantenimiento de estándares de calidad (ver Modelo de Franquicia
RCP)
a) Organización Participativa
El modelo RCP busca la generación de redes nacionales de gran impacto en el desarrollo del
país. Estas redes sólo tendrán éxito si se generan a partir de las necesidades y requerimientos
específicos de la población. En este sentido se debe permitir y garantizar que el desarrollo de
estas redes cuente con el aporte de toda la sociedad, la cual deberá verse representada en dicha
organización.
b) Cabinas Públicas
Las cabinas públicas son espacios en los cuales la población tiene la posibilidad de acceder a
las nuevas tecnologías de información y recibir servicios de comunicación, educación,
capacitación, esparcimiento cultural, apoyo a los negocios, etc. La configuración definitiva de
los servicios que ofrece una cabina pública a sus usuarios está en función de las necesidades
locales.
El modelo concibe distintos tipos de cabinas a partir de su capacidad tecnológica,
administración, ámbito de acción y carácter de la organización que los soporta.
Tipo madre, operado por la organización: Las cabinas tipo madre le pertenecen a la
organización y por lo tanto ésta percibe todos los ingresos y cubre todos sus costos. Se ubican
principalmente en capitales de departamento y son generadores de mercado y conocimiento
para el proyecto y sus herramientas.
Tipo Franquiciado: Estas cabinas son instaladas en empresas o entidades sin fines de lucro
bajo un modelo de franquicias. En el caso de las cabinas franquiciadas, la organización
administradora del proyecto entrega al franquiciado todo el equipo, software y mobiliario
necesario para la puesta en marcha de su cabina.. Por su parte el franquiciado debe cubrir los
costos del local, conexión a la red, gastos generales y personal. Los ingresos producidos por
estas cabinas le pertenecen al franquiciado. Este a su vez deberá pagar a la organización
administradora del proyecto un derecho mensual por formar parte de la red. (Ver Modelo de
Franquicia)
Monocabinas: concebidas como solución ad hoc para zonas de baja densidad poblacional y
para ser instaladas en lugares de tránsito fluido a modo de sistema de comunicación y
consulta. (Ver Monocabinas)
c) Sistema de Aplicaciones y Contenidos Relevantes
Mucho se habla últimamente acerca del impacto que pueden tener los Telecentros
(Infocentros, Cabinas Públicas, etc.) en la población de los países en desarrollo. Se analizan
además las características de los diferentes tipos de Telecentros, pero se olvida que los
Telecentros, como cualquier implementación de nuevas tecnologías, deben ser entendidos
como un medio o un vehículo, y no como un fin en sí mismos.
En este sentido, el impacto que tiene un Telecentro o una red de Telecentros, no proviene de
sí mismo o de sus características, si no de los usos que se le den. Dicho impacto depende
entonces del éxito de las aplicaciones que se desarrollen y se “monten” sobre estas redes.

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Los profesionales expertos en tecnologías de la información y comunicaciones, así como los
expertos en redes y conectividad, que son las personas idóneas para diseñar y montar redes de
Telecentros, no son los llamados a identificar las aplicaciones que deben dar valor a esa red,
ya que no son necesariamente expertos en la problemática de los diferentes sectores del país a
los que se quiere favorecer con el desarrollo de la red de Telecentros. En este sentido, estos
profesionales técnicos, deben asumir un papel de facilitadores en el desarrollo de las
aplicaciones que la población requiera en cada caso.
Por lo tanto debemos tener en cuenta que las aplicaciones que se monten en la red de
Telecentros deberán ser el resultado del diagnóstico, por parte de las instituciones y personas
especializadas de los diferentes sectores del país, de los problemas que se presentan en dichos
sectores. Este diagnóstico debe dar como resultado la propuesta de Proyectos de toda índole
que den solución a los problemas identificados (como sabemos, la mayoría de nuestras
instituciones ya tienen cientos de Proyectos de este tipo que por dificultades económicas,
tecnológicas o de otro tipo no han podido implementar).
La construcción física de la red de Cabinas Públicas asegura acceso al universo informativo
de la Internet, pero esto no debe entenderse como un fin en sí mismo. De no existir
producción de contenidos de información relevantes para la población, el impacto económico
y social de la red será muy limitado.
Como metodología para la identificación de la información requerida por los diferentes
sectores, y para el desarrollo y puesta en línea del sistema de aplicaciones y contenidos, se
propone la creación de grupos de trabajo Temáticos (Círculos de Aprendizaje). En El
Salvador, para el Proyecto Infocentros, se han creado once grupos, entre los que figuran los de
Educación, Desarrollo Rural, Desarrollo Local, Pequeñas y Medianas Empresas, Migrantes y
Organizaciones Emprendedoras (Ver Proyecto Infocentros para El Salvador).
d) Entrenamiento
Las Cabinas deben estar también orientadas a la diseminación de cultura e información, al
estímulo del intercambio comercial y de negocios, al conocimiento en el ámbito nacional e
internacional y a la generación de un canal de distribución de la información.
No será posible pensar en “mercados virtuales” si no se consolida una red interna de orden
nacional, de que incluya productos específicos orientados a resolver los problemas críticos de
la población del país tales como:
• Problemas de integración a nivel nacional.
• Limitaciones para la afirmación cultural.
• Barreras lingüísticas.
• Limitaciones en la preparación individual y colectiva para la competitividad.
• Dificultades en el acceso a los servicios públicos y del gobierno.
En este sentido es indispensable desarrollar un proceso permanente de entrenamiento,
capacitación y generación de un conocimientos que permita la real transferencia a la
población de las nuevas tecnologías de información y comunicación que ofrece la red.
4) Mercado de las Redes de Cabinas Públicas:
Cuando se desarrollan Cabinas Públicas de manera aislada, o pequeños proyectos piloto, una
de las mayores limitaciones con las que se encuentran los administradores de los centros es el
tipo de servicios que están en capacidad de ofrecer. La mayoría se limita a los servicios
tradicionales: Internet como navegación, chat, email, video conferencia y, eventualmente,
cursos de capacitación para el uso de estos mismo servicios, convirtiéndose en la práctica en
proveedores estándar de Servicios Internet (pero de manera comunitaria).
Lo anterior tiene su origen, entre otras cosas, en una limitada percepción del mercado
potencial de las Cabinas Públicas.

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El mercado de las Cabinas Públicas es percibido generalmente como el de aquellas personas
que tienen necesidad de utilizar Internet pero que no pueden hacerlo porque no cuentan con el
equipo necesario en la casa, oficina o centro de estudios.
Este mercado está conformado por personas que conocen Internet , que han usado o se sienten
cómodos con la utilización de una computadora, que entienden inglés (deseable), y que no
cuentan con acceso en sus instituciones. Por lo tanto es un mercado muy limitado.
Si partimos de la visión de que las Cabinas Públicas, son simples proveedores de servicios
Internet, tendremos un pobre impacto económico y social en nuestros países y muy poca
rentabilidad para nuestros Inversionistas y Franquiciados.
La visión de la RCP respecto a las Cabinas Públicas dista mucho de la anteriormente
expuesta.
La RCP considera que el objetivo de las Cabinas Públicas NO es solamente ofrecer servicios
Internet, sino, y más importante, ofrecer servicios que den solución a los problemas de la vida
diaria de la población, basados en herramientas Internet. Por ejemplo, la población deberá
encontrar en las Cabinas Públicas, un lugar donde poder pagar sus impuestos, obtener sus
partidas de nacimiento, ofrecer sus productos, votar en las elecciones, recibir y enviar
remesas, tener una consulta médica, recibir un curso, pagar sus servicios generales,
comunicarse con sus familiares etc.
En este sentido, si nos planteamos que el mercado de nuestra red de Cabinas Públicas es el
universo (y para ésto sólo debemos identificar y desarrollar productos que sean útiles para
cada grupo objetivo concreto) entonces tendremos un tremendo impacto en el desarrollo de
nuestros países y una gran rentabilidad para nuestros Inversionistas y Franquiciados.
5) Modelo de Franquicia RCP:
Características y ventajas del Modelo de Franquicia:
• Aprovechamiento de Economías de Escala
• Reducción de la Inversión por parte del Franquiciado
• Amplitud de servicios y de mercados
• Protección de los Franquiciados.
a) Aprovechamiento de Economías de Escala:
El Modelo de Franquicias RCP, para los Proyectos Nacionales de desarrollo de Redes de
Infocentros y Monocabinas, contempla que todo el equipamiento a ser utilizado en la red y los
centros de servicios (incluidos los madre y franquiciados), así como el software
correspondiente y el mobiliario respectivo, son adquiridos por la organización administradora
de la cadena de Franquicia.
Esto genera volúmenes de comprar elevados que permiten acceder a descuentos muy
significativos debido a las economías de escala, además de tener la posibilidad de contar con
servicios desarrollados a la medida de sus requerimientos.
b) Reducción de la Inversión del Franquiciado:
Como hemos visto ya, el Modelo de Franquicias RCP contempla que todo el equipamiento a
ser utilizado en la red y los centros de servicios (incluidos los madre y franquiciados), así
como el software correspondiente y el mobiliario respectivo, son adquiridos por la
organización administradora de la cadena de Franquicias.
Este equipamiento, software y mobiliario es entregado sin costo al Franquiciado, a fin de que
éste lo usufructue en la prestación de sus servicios (Ver condiciones). Por lo tanto, el
Franquiciado reduce su inversión incial en infraestructura (de aproximadamente 60 o 70 mil
dólares para un Infocentro estándar – si lo instalara por su cuenta) a solamente el costo de
acondicionar su local (entre 5 y 15 mil dólares).
El poder contar con todos los equipos, software y mobiliario provistos por la administración
de la Cadena de Franquicias, evita además a los Franquiciados el tener que tomar decisiones

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técnicas sobre el equipamiento óptimo para sus actividades y le permite concentrarse en la
definición de los aspectos relacionados con su actividad.
c) Amplitud de Mercados y de Servicios:
El Modelo RCP considera que el mercado de las redes de Cabinas Públicas es el universo, en
la medida que logre desarrollar servicios que den solución a los problemas diarios de las
personas (ver Mercado de los Telecentros)
En este sentido, el Modelo de Cadena de Franquicia para la administración de las Redes
Nacionales de Cabinas Públicas, genera las condiciones necesarias para el desarrollo de
servicios nacionales que no pueden desarrollarse a pequeña escala o sin una estrecha
coordinación entre los centros de servicios que los proveen.
Entre estos servicios tenemos por ejemplo los ofrecidos por las: Redes de Servicios
Municipales, Red de Educación, Red de Salud, Red de Prevención de Desastres, Red de Pago
de Tributaciones etc. (ver Desarrollo de Contenidos y Aplicaciones)
d) Protección de los Franquiciados:
El éxito de los proyectos de desarrollo de Redes Nacionales de Cabinas Públicas, depende del
éxito de cada centro de servicios, sean estos del tipo Madre o Franquiciado, ya que ésta es la
única forma de mantener una cobertura adecuada que permita llegar a la mayor parte de la
población y generar servicios nacionales (ver tipos de Cabinas Públicas).
En este sentido la organización administradora de la Cadena de Franquicia apoya a sus
franquiciados con el fin de proveerles las mejores condiciones de servicio que les permitan
tener el éxito necesario.
Este apoyo se traduce en el manejo de campañas de marketing centralizadas y conjuntas,
creación de una sólida imagen de marca, soporte técnico permanente, soporte en estrategias
comerciales, generación de nuevos servicios, definición de tarifas mínimas para servicios
estándares, etc.

Red Científica Peruana – Internet Perú


Yuri Herrera Burstein – Gerente Proyecto Infocentros
Email: odi@rcp.net.pe

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