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Durante mucho tiempo, se ha creído que la personalidad no se podía cambiar, o que si se podía cambiar solo se podía hacer en los primeros años de vida. Sin embargo, la propia realidad se ha encargado de demostrar que esto no es cierto.
Durante mucho tiempo, se ha creído que la personalidad no se podía cambiar, o que si se podía cambiar solo se podía hacer en los primeros años de vida. Sin embargo, la propia realidad se ha encargado de demostrar que esto no es cierto.
Durante mucho tiempo, se ha creído que la personalidad no se podía cambiar, o que si se podía cambiar solo se podía hacer en los primeros años de vida. Sin embargo, la propia realidad se ha encargado de demostrar que esto no es cierto.
Durante mucho tiempo, se ha credo que la personalidad no se poda cambiar, o que si se poda cambiar solo se poda hacer en los primeros aos de vida. Sin embargo, la propia realidad se ha encargado de demostrar que esto no es cierto. Seguro que conoces a alguien si no lo has experimentado t mismo- que ha cambiado de manera drstica su forma de ser. A veces por el propio pas del tiempo, a veces porque ha vivido un acontecimiento que ha calado profundamente en su vida y otras veces porque simplemente no le gustaba como era y ha apostado por el cambio. As, la personalidad ha sido un campo de estudio muy importante dentro de la psicologa; no en vano, en torno a la personalidad se han construido muchos modelos. La mayora de stos estn formados por dimensiones, o dicho de otra manera, por escalas en las que todos nos situamos. Hablando en trminos sencillos, los expertos en Psicologa de la Personalidad han dedicado grandes esfuerzos a intentar encontrar una tabla peridica de la personalidad. Es decir, han intentado encontrar una serie de dimensiones sencillas mediante las cuales pudieran componer la personalidad de cada uno de nosotros. Pero, por fortuna o desgracia este trabajo no ha resultado tan sencillo como con la materia y lo que ha sucedido es que en la actualidad no contamos con una nica tabla peridica, sino con muchas. Cul es la buena? Ninguna, o dicho de otra forma, si han sobrevivido varias es que ninguna nos termina de convencer a todos. As, como es imposible describir en un solo artculo todas las teoras que hay os vamos a contar dos de las que han sido ms relevantes. En primer lugar, podemos hablar de la Teora de Eysenck. Este psiclogo afirma que podemos describir la personalidad de cada uno de nosotros en tres dimensiones: psicoticismo frente a control de los impulsos, extraversin frente a intraversin y neuroticismo frente a estabilidad. Otro de los grandes modelos, que tom fuerza en la dcada de los 90, es el que considera que nuestra personalidad est dividida en cinco grandes rasgos: Apertura a la experiencia o apertura al cambio. Los elementos que conforman el extremo que da nombre a la dimensin son: la imaginacin activa, la sensibilidad esttica, la atencin a las vivencias internas, gusto por la variedad, curiosidad intelectual e independencia de juicio. Escrupulosidad o responsabilidad. Esta dimensin tiene sus bases en el autocontrol, no slo de impulsos sino que tambin en la planificacin, organizacin y ejecucin de tareas.
Extraversin e introversin: la persona extravertida se caracteriza por la alta
sociabilidad, tendencia a la compaa de otros, atrevimiento en situaciones sociales y por manifestar una tendencia a evitar la soledad. Por el contrario, la persona introvertida se caracteriza por disfrutar de la soledad, preferir las actividades individuales, no comunicar ms all de lo imprescindible y tener una gran parte de su mundo interior reservada para ellos. Amabilidad. En su lado ms positivo, hablamos de una persona que es: altruista, considerado, confiado y solidario. En su polo opuesto, hablaramos de una persona escptica, ruda, egocntrica y competitiva. La amabilidad est muy relacionada con la sensibilidad y la empata. Neuroticismo. La persona neurtica es la eterna preocupada, imperfeccionista y focalizadora de su atencin mental. Suelen vivir en una contnua angustia porque sienten satisfaccin en pocos momentos. La nocin de la personalidad como algo inmutable ha hecho que no se planteara la posibilidad de intervenir sobre ella durante dcadas. Por ejemplo, las personas diagnosticadas con trastornos de la personalidad, se han sentido condenados a una vida de malestar. Los hemos condenado, encerrndolos en lugares apartados como si hubieran muerto en vida o hemos practicado sobre ellos algunas intervenciones que ahora nos ponen los pelos de punta. Afortunadamente, la realidad es cabezota y en este caso ha terminado por imponerse y afortunadamente, acompaando a este cambio en la manera de ver la personalidad, estamos empezando a crear pautas y terapias para poder intervenir sobre ella. Pero, cuidado, no nos engaemos, la personalidad se puede cambiar pero tambin es una de las tareas ms complicadas porque si miramos durante un momento nuestra vida veremos que la tenemos diseada para intentar sentirnos lo ms a gusto posible. Todos los das llevamos a cabo hbitos que concuerdan con nuestra personalidad. Cules son los cinco factores esenciales para cambiar tu personalidad? Vamos con ellos: 1. Creer que es posible cambiar. Si piensas que es imposible, entonces ser imposible para ti. 2. Ver y ser dueo del problema. Debes querer cambiar. 3. Estar dispuesto a hacer el trabajo durante un perodo prolongado. 4. Ser capaz de imaginarse a s mismo de ser diferente. 5. Ser capaz de seguir intentando a pesar de los fracasos y contratiempos. Aunque el cambio no es fcil de hacer, el proceso en s es, en realidad, sorprendentemente sencillo. stos son los cinco pasos a seguir para cambiar una parte de tu personalidad: 1. Identificar un rasgo de la personalidad especfica y, concretamente, cmo quieres que sea diferente.
2. Tomar conciencia de cualquier ambivalencia que tiene sobre el cambio, y
desarrollar un plan para su gestin. 3. Visualzate siendo la nueva forma, vvidamente y con frecuencia. 4. Si te falta una habilidad necesaria, comenzar a aprenderla. 5. Estate atento a las oportunidades de ser diferente, y utilizar cada una para practicar el nuevo rasgo. Si quieres cambiar, adelante. Usa estas pautas y ponte en camino. No solo puedes intentar hacer que tu vida se parezca lo ms posible a aquella que quieres sino que t mismo puedes construirte para intentar parecerte a aquella persona que quieres.